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¿Cliente,Amante o Amigo? por sheymi

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Notas del capitulo: Bueno, el tercer capi arriba, espero y sea de su agrado. . . Bueno espero que lo disfruten. Por sierto aquí se responde la pregunta de ¿Por qué itachi se estaba vengando? O de ¿Quién se estaba vengando? Espero que les agrade y me ayuden a seguir. por cierto quiero decirles que subire un especial de san valentin, espero que lo vean, y para los que leen sonambulo esperen que lo tendran.
 

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Capi  3º

 

Exhalando los últimos gemidos de placer, Itachi iba en aumento, pronto muy pronto terminarían. Ambos sudorosos, excitados al por mayor,  Itachi se recargo contra el cuerpo de Sai, sin dejar de embestirlo, para besar su desnudo pecho blanco, o lo que alcanzara, entre gemidos.

 

Itachi, con la última envestida, mas brusca de lo habitual, termino en el interior de Sai, y esté fuera. Un gran gemido de placer al momento del orgasmo, le dio a Itachi la oportunidad de dejar su marca en ese cuerpo, cerca del cuello, Sai por tantas cosas que sentía en ese momento no se percato de dicha acción, pero Itachi, él que no pudo robarle un beso, al menos pudo dejar su marca, una que tardaría en borrarse. 

 

El placer y la excitación iban disminuyendo, estaban más que agotados, Itachi salió del interior de él, y se recostó a su lado. Eran las tres de la madrugada, eso decía el celular de Itachi, antes de cerrar los ojos y quedarse dormido junto a Sai.

 

 

Al despertarse, no vio a Itachi, al parecer ya se había retirado. Con toda la clama del mundo, se levanto de la cama, con dirección al baño, para meterse a la ducha, estaba desnudo. Limpio con parsimonia su cuerpo, dejando que la espuma limpiara aquel aroma de la persona con la que estuvo toda la semana. Fue un baño largo y tranquilo, cuando por fin termino, ya habían dado las diez de la mañana, su cita medica ya había pasado. Fue directo al teléfono, para hablar a la clínica particular, donde le atendían.

 

Ya eran las doce, de la tarde, cuando salió por fin de la habitación del hotel. Cuando llego a la recepción el dueño, ya lo esperaba con una gran sonrisa, un hombre vestido elegantemente. Sai antes de pasar de largo, ante aquel sujeto, le hizo una seña con los ojos, enseguida aquel tipo llamo a tres camareras quienes asintieron con la cabeza y se encaminaron a la habitación de Sai, mas valía no hacer enfadar al cliente, ya que puntualmente el hotel tenia, depositado, su dinero por la renta de dicha habitación remodelada para el uso exclusivo de Sai. Las camareras, que en ese momento veían salir a Sai del hotel, y subirse a su auto, no dejaban de soñar con dos cosas, primera que algún día ellas pudieran acostarse con él; y segunda que tu vieran la suerte de conseguir hombres tan guapos como los que el traía cada semana a diferentes horas del día, aunque esa vez había sido muy extraña el mismo hombre toda la semana y el disfraz, pero eso serian simples sueños que nunca conseguirían.

 

 

 

Sai quien salía de la clínica, se dirigía, al lugar muy cabreado, donde se reuniría con Naruto y su hermoso pelirrojo.  La razón de su enfado, muy sencillo. Cuando, su doctor, lo revisaba había descubierto gracias al doctor, que tenia una hermosa marca roja en forma de abanico cerca del cuello.

 

"maldito infeliz"  pensaba Sai, mientas una luz roja lo detenía. "espero que Gaa-chan, no se de cuenta. Se molestara mucho. Lo bueno que no se ve si pongo la camisa de esta forma. Pero como no me di cuenta antes de salir de la habitación."  Estos eran los pensamientos de un molesto Sai.

 

Mientras el discutía, consigo mismo, y pensaba mil formas de acecinar a Uchiha Itachi si lo volvía a ver, en otra parte de la ciudad.

 

 

Achup- estornudaba, Uchiha Itachi, quien se encontraba sentado frente a un joven, muy parecido a él, con la diferencia que era mas joven, con un rostro muy serio, ojos negros profundos, pero sin mucha vida, cabello corto peinado asía atrás, con dos mechones que cubrían parte de su cara.

 

  • - Ya te vas a morir. - decía el joven sin levantar el rostro de sus papeles, sentado tras un gran escritorio, en una gran oficina.

 

  • - Si claro, salud, hermanito.- decía sarcásticamente.- y no, no tienes tanta suerte, además no siempre cuando uno estornuda es por que esta enfermo. Es por que alguien esta hablando de ti o te esta recordando.

 

 

  • - Hmm- fue el único monosílabo que salió de los labios de aquella persona, antes de levantar el rostro.- ¿ya terminaste?, puedes largarte de una buena vez, me robas tiempo y oxigeno.

 

 

  • - Pero Sasuke, aun no te empiezo a contar nada.

 

 

  • - Que demonios quieres contarme, tu vida siempre trata de lo mismo. ¿Por que fue esta vez?, ¿le reclamaste que no te quiso dar un beso en vía publica?, o ¿porque no quiso hacerlo con tigo en la oficina? O, ¿que clase de atuendo le compraste esta vez? El último, de enfermera creo que no le agrado.

 

 

  • - ¡No era de enfermera!- se levantó indignado de su asiento- fue un hermoso atuendo de policía sexy.

 

 

  • - Bueno, da igual. ¿Porque le tienes que comprar atuendos de chica? Sabes que él odia que lo confundan con una mujer. Además tu te enamoraste de el sabiendo eso. Y aun no puedo creer que te haya aceptado. -esto ultimo lo dijo para si mismo.

 

 

  • - Pero Sasuke. Tú no lo has visto con esos lindos atuendos.- con la mirada perdida, recordando a su lindo novio, con el atuendo de bombera que le compro y acepto ponerse, con manguera y todo.

 

 

  • - La verdad no me gustaría. Y ya deja de molestar a Deidara. Ve a pedirle perdón.- dijo sacándolo de su ensoñación.

 

 

  • - Pero esta vez no fue culpa mía.- poniendo cara seria.- me dejo plantado por irse con Sasori.

 

 

  • - ¿Sasori? ¿No es el tipo que conocieron el día que cumplieron tres años de novios?

 

 

  • - Si ese. Al parecer ellos estudiaron juntos. Y bueno al principio, lo deje pasar. Después de una semana nos invito a ver su espectáculo de títeres, como Dei, quería ir, fuimos. Cuando termino todo ese tipejo, invito a "mi" Dei a cenar, yo le dije que no podíamos, entonces Dei me dijo: "pues regrésate a la casa. Yo luego llego" dejándome solito. Cuando, regrese a la casa, no podía sacarme de la cabeza que se hayan ido solos, pero como yo confió plenamente en él, me tranquilice y fui a dormirme. Pero cuando abrí los ojos no estaba, no había llegado, le hable por el celular, tres veces seguidas y nada. Me estaba desesperando así que marque otra vez y otra, a la sexta vez contestaron, era la voz del estúpido de Sasori, somnolienta. Entonces ¿que querías que pensara? Me quede sin poder decir nada, y de pronto escuche la voz de Deidara, en un murmuro. Diciendo: "ya deja de hacer ruido" cuando por fin pude hablar le grite que me pasara a Deidara. Y así lo hizo, escuche como le decía "He Dei-chan, te hablan" a mi no me deja decirle así, ni cuando estamos solos, y a ese maldito desgraciado infeliz si. Cuando Deidara tomo el teléfono, lo único que me dijo fue "no molestes maldito" y colgó, me colgó, ¡sabes como me sentí! ¡No, no lo sabes!- Itachi hablo corrido, casi sin respirar. Su voz se notaba dolida.

 

 

  • - ¿Cuando paso eso?

 

 

  • - Hace una semana y media.

 

  • - ¿Y apenas vienes a contarme? Baya eso si es sorprendente.

 

 

  • - Bueno, eso, fue porque me enoje tanto que contrate a unos play-boy. Y estuve toda la semana con él.

 

 

  • - Y Deidara.

 

 

  • - ¿Sabes que ni siquiera me ha hablado? No ha ido a la casa, ni por sus cosas. Dime crees que no tengo motivos para estar molesto. Además, tengo necesidades.

 

 

  • - Pero tu estas loco, o que te pasa, esa persona puede tener alguna enfermedad. Además dijiste "unos" a que te refieres con eso.

 

 

  • - Pues que tendré otras dos semanas movidas. Además, son profesionales, tienen reglas, muchas a mi parecer. Bueno hermanito me tengo que ir a descansar, no puedo perder mas el tiempo con tigo. La semana que viene estará genial.- mientras salía por la puerta.

 

Cuando se fue Itachi, Sasuke siguió con su trabajo. Ese hombre al parecer jamás se cansaría de trabajar.

 

  • - Srta. Hyuga - saludo formalmente al ver entrar a una joven, de cabello azulado y ojos blancos, a su despacho con una taza de café.

 

 

  • - Le traje su café de las doce.- decía mientras pasaba y dejaba la taza, frente al escritorio de Sasuke.- Disculpe que me meta, pero usted me dijo que cuando viera algo extraño en las cuentas le avisara, y bueno revisando los presupuesto de las empresas hermanas, hubo un fuerte retiro que no se había previsto.

 

 

  • - De cuanto fue. -decía mientras la escuchaba atenta, y tomando su taza de café.

 

 

  • - Bueno aquí le traje los papeles.- mientras les extendía un folder amarillo. Sasuke dejo su taza de café en el escritorio, y empezó a ver los balances. De pronto Sasuke, dejo de respirar, su mirada fue cubierta por sus dos mechones de cabello. -Sr. Uchiha.

 

 

  • - ¡ITACHI! PERO EN QUE DEMONIOS ESTABAS PENSANDO ¡- exploto al momento de ver las fuertes cantidades de dinero que habían sido retiradas en menos de 48 horas.

 

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  • - Achup- estornudo Itachi, quien viajaba ya en su auto deportivo- "creo que me debería de cuidar más" - pensaba mientras seguía con su rumbo.

 

Mientras tanto en el lugar de reunión de los más atractivos jóvenes del negocio.

 

  • - Bueno, nos contaras como resulto ser.- preguntaba un rubio curioso, ya que Sai había llegado aun cabreado, claro que no les dijo la razón de porque estaba así.

 

 

  • - Tal vez, se la pasó tan mal que ni siquiera es digno de mención.- decía un pelirrojo con la mirada seria y un tanto molesta.

 

 

  • - Acaso estas celoso, gaa-chan- decía Sai acercándose insinuantemente al mencionado.

 

 

  • - Ya van de nuevo.- se decía Naruto rodando los ojos, aunque le daba risa ver como discutían.

 

 

  • - No me digas así, menos en publico.- decía Gaara con una venita palpitante en la frente, la cual fue en aumento al momento que Sai le contesto.

 

 

  • - Entonces si estas celoso.- mientras lo abrazaba.

 

 

  • - Claro que no, es nuestro trabajo, además si estuviera celoso ya hubiera matado a todos tus clientes.- decía con superioridad.

 

 

  • - Tienes razón, pero aunque no lo creas, la semana de sexo fue la mejor que he tenido. Después de ti claro.- decía abrazándolo, ya que cuando había dicho eso Gaara le quedo viendo con mala cara.- además es muy bien parecido, aunque un poco fetichista. De eso en adelante nada.- mientras daba pequeños besos en el cuello de Gaara.

 

Sai, se estaba animando repartiendo besos, mientras que el pelirrojo solo lo incitaba mas al estirar el cuello dándole libre espacio.

Naruto, los observo por un momento, cuando vio que las cosas se salían de su estado hiso un pequeño sonido con su garganta para llamar la atención de los otros dos. Sabía que debían expresar su amor pero no en público, menos cuando se veían tan ansiosos por llevar esas simples caricias a otro nivel.

 

Ambos jóvenes se separaron, mirando algo irritado al causante de tal atrocidad.

  • - Chicos, pueden ir a donde sea para hacer esas cosas. Aquí ahí demasiado publico.- les mencionaba Naruto.

 

  • - Que ahora eres puritano.- le cuestiono Sai.

 

  • - No, pero tengo decencia, cosa que a ti te falta, y Gaara pierde por momentos.- los regañaba como su madre.

 

  • - Bien, nos iremos. vamos Sai, tiene razón.- mencionaba gaara mientras se levantaba de la mesa acomodándose un poco la ropa.

 

  • - Esta bien.- Sai lo siguió.- cuídate Naru.

 

El joven rubio los miro alejarse y perderse por la puerta, después vio dos autos deportivos salir corriendo a gran velocidad. A veces era fácil olvidar a que se dedicaban ellos, en cambio el siempre lo tenia muy presente, ya que su memoria nunca le dejo olvidar lo que a muy temprana edad vivió. Recuerdos horribles empezaron a llegar a su mente, los cuales prefirió sustituir por los recuerdos mas agradables. Así fue como el joven salió del lugar tratando de solo tener esos recuerdos soportables.

 

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Dos autos llegaban, a una residencia un poco ostentosa, de los cuales bajaron Sai y Gaara, respectivamente. La casa estaba escondida por un gran jardín, ambos jóvenes pasaron a la residencia. Nadie los esperaba y ellos no esperaban a nadie, solo traspasar la puerta y mirarse a los ojos les dijo algo.

 

  • - Tengo habré.- mencionaron ambos al mismo tiempo que con una sonrisa se dirigían a la cocina.

 

  • - Que podemos preparar.-. se preguntaba Gaara mientras observaba el interior del refrigerador.

 

  • - Lo que sea es bueno, una ensalada de fruta estaría bien.- le contestaba el joven de ojos negros.

 

  • - Esta bien. Mientras prepara té helado.- mientras Sai buscaba la jarra y las cosas para preparar el té, vio como Gaara se posiciono de espaldas a el para picar las frutas. Sai se quedo observando a Gaara, el pelirrojo no se percato de la mirada tan lasciva de la que era centro.

 

Garra se encontraba muy concentrado picando las frutas, mientras que sintió unos brazos pasar por su cintura, no se sorprendió sabia de quienes eran. Sintió como el joven de piel blanca, quien era unos centímetros mas alto, repartía pequeños besos en su cuello mientras el seguía con su labor, pero las caricias aumentaron y su concentración empezó a disminuir, no podía negar que le gustaba que èl lo tocara, porque sabia como hacerlo. Su concentración se perdió asiendo que el cuchillo resbalara por sus manos asiendo un pequeño corte en su dedo anular derecho, el cual fue atendido rápidamente por la boca de Sai, el cual volteo a garra para poder ver los ojos agua marina llenos de lujuria, la forma en que limpiaba su dedo le creaba una imagen delo mas lasciva.

 

Gaara sintió como Sai rasgaba más la piel dañada de su dedo, asiendo que sacara un leve gemido. Lo aceptaba le encantaba que le provocaran dolor o provocarlo, davalo mismo, pero su trabajo no le permitía dejar marcas visibles, así que el dolor por no poder provocar mayor dolor le satisfacía igual, Sai también era de esos, ambos se entendían tan bien.     

 

Las bocas de ambos se buscaron, deseaban compartir nuevamente su sabor, el beso apasionado y voraz. Las manos comenzaron una danza bajo sus ropas, sus manos deseaban tocarse, sus pieles pedían por más, querían sentirse cubiertos por el contrario.

 

Sai empujo el cuerpo de garra, asiendo que su cadera chocara con el mármol, aprovecho para buscar nuevamente su cuello e ir bajando la camisa del pelirrojo, Gaara disfrutaba las caricias proporcionadas por los labios expertos de Sai. Pero el también tenia la forma de hacerlo gritar por mas.

 

Las avilés manos, de Gaara, bajaron hasta posicionarse en los glúteos bien formados del pelinegro, atrayéndolo más para frotar sus partes sobre la ropa. Sutiles gemidos invadieron la cocina, Sai alzó el rostro para volver a devorar esa boca adictiva, sus camisas avían sido removidas y los pantalones iba a tener el mismo destino.

Las manos traviesas de Gaara se avían colado bajo el bóxer de Sai, aprisionando el miembro palpitante. Los pantalones fueron removidos en un minuto incierto, ambos desnudos se observaban con morbo y lujuria.

 

  • - Al suelo.- ordeno con vos aguda Sai

 

  • - Yo no seré el uke esta vez.- estaba muy excitado pero podía aguantar un poco más para pelear su posición.

 

  • - Gaara, amor, fui uke por una semana de un loco perforador, mi entrada esta destrozada, te prometo que lo repondré.- ante tal justificación quien podría negarse.

 

Garra bajo sensualmente hasta posicionarse abiertamente en el piso, boca arriba, incitando a Sai a continuar. Mientras que el moreno lo miraba desde arriba, sus cuerpos desnudos se atraía, pero a ellos les encantaba jugar, la sonrisa de Sai se ensancho no era como esas sonrisas falsas y seductoras que le daba a sus clientes y clientas, esta era una que solo Gaara conocía, una sonrisa de verdad perversa y llena de amor, la cual lo ponía mas caliente.

 

El pie de Sai empujo las piernas del pelirrojo para abrirlas mas, este se dejo hacer, el pie desnudo del pelinegro continuaba jugando a pasearse por toda la extensión interior de los muslos, mientras que por momentos se detenía a jugar con su miembro erecto al igual que el suyo. Gaara estaba perdiendo los estribos deseaba ser poseído, así que acabo con el delicioso juego de su amante, agarrando el miembro de Sai entre su mano derecha, con este movimiento brusco le hizo sacar un gemido, al mismo tiempo que sabia lo que deseaba. Callo encima del cuerpo desnudo de Gaara, al momento que este le soltó. Sus lenguas comenzaron a danzar de nuevo, mientras Sai buscaba con la mano derecha algo en el aire, asta topar con el refrigerador,  apretando el botón azul les vino una lluvia de hilos en forma cilíndrica con un agujero en medio, provocando, al contacto con sus pieles, ponerles la piel de gallina. 

 

Sai tomo tres de ellos, metiéndolos en sus dedos, asiendo que bajaran por el torso de Gaara, asta llegar a su miembro pero no se quedo mucho tiempo jugando con esa extensión de carne porque rápidamente fue a la entrada del pelirrojo e introdujo uno de los hielos.

 

  • - Ah! ah! ah! ah!- eran los suaves gemidos que salían de la boca de garra al sentir como entraba y salía el hielo, pero como se empezaba a derretir, pronto sintió como otro entraba a seguir lubricándolo. No tardo mucho ese juego, ya que Sai le encantaba hacer excitar a Gaara pero más cuando metía su miembro y lo penetraba. Así que lo hizo rápido y fuerte sacando un fuerte gemido en ambos, ya que al momento de entrar en contacto el miembro caliente de Sai con la entrada fría de Gaara provoco un estallido de dolor pulsante por tres segundos, Sai comenzaba a hacer las embestidas mas y mas profundas y rápidas.

 

Gaara abrazo el cuerpo de su amado, y este lo cargo, de pronto la mano de Sai comenzó a tocar el miembro del pelirrojo, y la mano derecha de Gaara se paseaba por los glúteos de su amante. Pronto muy pronto lo sentían llegar, Sai concentrado en su tarea no se percato de que en la mano de su amante se encontraba una pieza de hielo.

 

  • - Ah! Ah! Ga..a..ra! ah!!!- fue lo que dijo al momento de sentir como algo frio y duro entraba en su cuerpo era empujado deliberadamente dentro de el. Y correrse dentro de su amante con una ultima gran estocada en el lugar ideal.

 

  • - Ah! Ah! Ah!!!. Hmm SI.- sintió como su interior se ponía caliente y lo hizo correrse.

 

Ambos cansados y sudados, permanecieron abrazados un poco más hasta tener sus respiraciones mas tranquilas. Sai salió del interior de Gaara, y ambos sentados en el piso de la cocina se miraron a los ojos.

 

 

 

  • - Porque demonios me metiste los hielos.- dijo Sai

 

  • - Solo quería que sintieras lo placentero de la acción.- respondió Gaara de lo mas tranquilo.

 

  • - Fue bueno, pero dime porque tu me puedes meter unos hielos y ¿yo no puedo meterte mis pinceles?.- le pregunto Sai.

 

  • - No empieces, esas cosas no son para jugar.- mientras se paraba, comenzando a buscar su ropa.

 

  • - A claro, pero la comida si que se puede.

 

  • - Deja de quejarte y ayúdame a recoger.

 

  • - Claro, claro, solamente menciono meterte los pinceles y ya no me conoces.- decía mientras se paraba y comenzaba a recoger sus prendas.

 

Gaara solo lo observo, quejarse y le dedico una media sonrisa, que el pelinegro no llego a ver, pensando que tal ves algún día seria el mismo el que le metiera los pinceles o una brocha si seguía insistiendo.

 

 

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Mientras estos hechos se llevaron acabo en una residencia diferente se encontraba un rubio amarrado, amordazado y desnudo, siendo fotografiado.

 

Continuara...

 

Notas finales: En este capitulo la primera aparición de Sasuke. Nya como pasaran las cosas para que nuestros queridos protagonistas se encuentren, solo leyendo lo descubrirán. Espero que haya sido de su agrado, ya descubrieron cual fue la ultima regla que Itachi rompió, y si se preguntan como fue que quedo en forma de abanico, pues no se como, pero así fue, xD. Bueno espero que al menos una (o) haya atinado, si así fue espero que la respuesta les haya sacado sus dudas, xD. Y dejen comentarios

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