Habían perdido la cuenta de los años que llevaban siendo amigos de los buenos. Simplemente sus destinos se habían cruzado desde la infancia y así, como todas las cosas que están destinadas a encontrarse...se mantuvieron unidos.
Aquellos ojos enormes y brillantes, aquella sonrisa sincera, sus frases siempre oportunas y dulces, su debilidad por el café y los gatos. Todo se le hacía perfecto...menos la relación que mantenían: fuerte amistad. No sabía por que podían ser sólo eso, o al menos, no sabía por que sus sentimientos no correspondían a esa situación, le pedían más y más, le pedían probar esos sonrosados y bellos labios que poseía el otro, acariciar su rostro con ternura...
- ¡Aki-chan! ¡Ohayo gozaimasu! - dijo al llegar saltado como siempre, abrazandole por la espalda y besando su mejilla amable y dulcemente.
Esa costumbre de besarle el rostro se había agudizado en el último tiempo..y Reita siempre intentaba verlo antes de que el otro procediera a saludarlo, para así poder voltear y topar sus labios...pero nunca lograba sincronizar bien los minutos, los segundos...
- Ohayo Kohara-kun - dijo sonriendo, ruborizado.
- ¿...y? ¿Lograste terminar tu asignación? ¡no prestaste mucha atención la última vez!
- Si...me faltan un par de ejercicios y termino...¿cómo quieres que me concentre si estamos viniendo en vacaciones a este curso para avanzar niveles? ¡no sé como me dejé convencer por ti! - dijo enfadado en broma.
- Mmm...pues ya nos inscribimos - dijo dejando una carpetilla sobre su escritorio, encontrando un par de sobres perfumados.
- ¿Más cartas de San Valentín, Kohara-kun?
- Al parecer... - suspiró resignado
- ¡Bueno! Déjame ver que te falta para ayudarte, ¿si?
- Claro
Una vez más, el rubio dejaba que el otro le ayudara. Siempre prestaba atención, siempre entendía las clases, siempre tenía el tiempo y la habilidad para desarrollar todos los ejercicios...pero siempre dejaba un par sin hacer para que el otro se esmerara en explicarle, en hacerle entender cómo funcionaban las cosas..en dedicar su tiempo para él.
- no, así no.. - dijo amable, tomando su mano y guiando su escritura, repitiendo una vez más "aquel demoníaco tema de álgebra"
- ¿ahora si?
- si, ahora si... - dijo suspirando, apoyando uno de sus codos sobre el escritorio, apoyando una de sus mejillas en sus manos...mirandolo algo embobado.
- ¿qué? ¿acaso tú también me vas a dar una carta para San Valentín? - dijo riendo.
- ¿eh? ¡ya quisieras! - dijo riendo también, rompiendose poco a poco por dentro.
- ¿es que acaso no aceptarás ninguna invitación de las mil que ya tienes?
- no...aún no llega la indicada, y no creo que llegue tampoco este año - dijo algo triste, sonriendo luego al rubio - ¿y es que acaso tú nunca te quitarás esa venda de la cara? - preguntó burlón.
- no, eso es sagrado.Siguieron hablando trivialidades, como siempre, esperando que los minutos corrieran para salir a tomar algo caliente que les ayudara a sobrellevar el frío existente, para pasar tiempo juntos como los amigos que eran, para contarse sus cosas, para simplemente compartir de esa grata y maravillosa compañia.
Akira [Reita] no gustaba del café. Nunca le había agradado ese sabor amargo clásico, esa textura aterciopelada...simplemente no era lo suyo...pero siempre iba, puntualmente, a tomar una taza con el más alto. Siempre.
Con el café en la mano y los abrigos puestos, caminaban indistintamente por las calles de Tokio, escapando del frío...el rubio acompañaba a su niño de ojos grandes hasta la puerta del complejo de departamentos en que vivía con sus padres y se iba...a veces subía a saludar a aquellos amables "señores padres" que criaban de un modo tan adorable a su pequeño futuro cantante... Se perdía en sus pensamientos, pero un vibrar incómodo lo despertó.
- ¿moshi moshi?
- Suzuki Akira!
- ¿eh?
- jajajaja, baka, soy Takanori [Ruki]
- ¡ah! ¡Taka-chan!
- si - dijo riendo - oye, ¿ya lo invitaste a salir?
- esas palabras sonrojaron bastante al rubio.
[...]
Desde lo alto del edificio, posiblemente el quinto o sexto piso, esos ojos grandes lo miraban...¿con quien estaría hablando por teléfono? ¿qué tan importante sería esa persona en su vida para provocar que se sonrojara así?
Sus ojos entristecieron, quiso recibir ese gesto de adiós a lo lejos por parte del rubio, mas este se fue corriendo mientras hablaba por su móvil...según Kohara, olvidandose por completo de él..
[...]
- Ahora si Takanori, es que la calle en la que estaba tenía mucho tránsito..
- bueno, ¿ya lo invitaste a salir?
- ...no, no sé si hacerlo...
- .....¡vamos Akira!
- ¡pero es que no es tan fácil!
- ¡pero si tú le gustas!
- ¡--no es así!
- HAZLO - dijo autoritario
- Está bien....¡Animal! - dijo exaltandose y tornandose sonrosado - ¿me acompañarás a comprarle algo?
- ¿Cuando te ha fallado Matsumoto Takanori? ¿eh?
- Nunca - dijo sonriendo.
- Mañana en la tarde...¿bien?
- Bien
- Ahora, debo ir a almorzar...sino, mi madre me dará el plato frío.
- Gracias Taka-kun..
- Do itashimashite
- Vale, nos vemos mañana...cuidate.
- ¡y tu!
Se cortó la conexión teléfonica, haciendo que el rubio terminara ruborizado y perdido en el espacio-tiempo, haciendo que sus ilusiones y sueños se desperdigaran vagando lenta y fluidamente...imaginando a aquel preciado niño de ojos grandes entre sus brazos, su aroma, sus cabellos rozando su cuello...todo él..
Reaccionó sobresaltandose al sentir las bocinas estridentes de los vehículos de la calle de en frente, sacudió suavemente su cabeza y siguió su camino, mirando hacia aquella ventana para hacer su acostumbrado gesto de "adiós"...pero no ya había nadie allí.
[...]
Golpeó la pared con un puño, preguntandose cómo podía ser tan estúpido cientos de veces...¿quién sería aquel que producía ese efecto en el rubio? ¿qué tendría aquella persona ajena a ellos dos, que lo alejaba de él? ¿cómo sería? ¿y que tan importante podría ser como para que se olvidara de él, de sus saludos, de todo? Apretó los ojos con fuerza, tratando de quitar todo eso de la cabeza.
- Puto..¡puto quien seas! - murmuró molesto, caminando funesto, sentandose a la mesa desaganado y sin hambre..tan sólo esperando que llegara el día siguiente para poder acaparar a su rubio por unos minutos..
[...]
En aquella tienda casi todo era color rosa, rojo o blanco. Todo tenía blondas, cintas de raso en pomposos lazos, corazones, o frases demasiado acarameladas. El rubio sentía que se ahogaba entre los ositos de peluche "demasiado cariñosos" y el ambientador con aroma de fresas que invadían el ambiente...él reconocía que estaba profundamente enamorado de su chico de ojos grandes, pero estaba seguro de que incluso para ese adorable y meloso castaño, sería demasiado.
Por su parte, Takanori miraba y miraba todo con el mismo interés, al parecer a él no le disgustan para nada todas aquellas cosas de aspecto e intención dulce. Cogía algunas cosas, las dejaba en su sitio y apuntaba sus "opciones" en una pequeña libreta, evaluando cual sería la mejor que pudiera elegir su rubio amigo.
- Taka-chan... - susurró - ...su color favorito es el azul...
- ¿y?
- ...aquí nada es azul...
- Eso es un detalle vano Aki-kun - dijo riendo - ¿qué acaso nunca le has regalado nada a nadie? ¡nunca encontrarás una tienda como esta en tonos de cielo cariño! - dijo divertido.
- baka... - murmuró
- ¿nada te convence?
- a decir verdad no...creo que no me gusta nada de aquí Taka-chan...creo que mejor será simplemente decirle..¿no?
- Si te sientes más seguro...
- Bien...¡espera!... - tomó un leve tono rosado - ¿y...?¿...y..si le regalo flores?
El más bajo comenzó a reir escandalosamente, atrayendo la atención sobre ellos, dejando al rubio futuro-bajista demasiado sonrojado y avergonzado por la situación.
- flo...¡¡flores!!
- Pero...¡él siempre me ha dicho que le gustan los tulipanes! - dijo sin encontrarle la gracia al asunto.
- ...es...es que nunca se me hubiera ocurrido.. - dijo aguantando la risa.
- ¿Hay tulipanes azules Takanori?
- ¡Claro que no!
Entre discusión y discusión terminaron por salir del lugar sin comprar nada...realmente todo era "muy rosado" para el indeciso rubio...
[...]
Se levantó esa mañana con pesadez...14 de Febrero. No tenía ganas de nada...una vez más la ausencia de aquella esperada y ansiada invitación le había roto el corazón, y no podía hacer nada para remediarlo.
Tenía los ojos apagados, al igual que el ánimo..ese dolor en el pecho no lo dejaba por nada, y el dolor de cabeza no era más benevolente.. La verdad, tenía ganas de llorar. De llorar a mares como pocas veces..pero no lo haría. Terminó rápidamente su desayuno, se duchó, se vistió desganado, salió del edificio, notando la presencia de suaves y casi insignificantes copos de nieve y una leve llovizna fastidiosa.
- ...sólo esto me faltaba... - murmuró Kohara, pensando en por qué habría dejado el paraguas arriba.Ordenó bien el cuello de su abrigo y siguió caminando, para así no tener que subir nuevamente a su apartamento.
[...]
- Pero lo más seguro es que si lo hubiera invitado, me hubiera dicho que no.. - se aseguraba el rubio tratando de limpiar sus lágrimas antes de que rodaran a la almohada. - ...hubiera sido peor que me dijera que no...no invitarlo fue lo mejor....-
Pero ni él mismo se creía...tal vez aún no era tan tarde...sabía cual era el lugar que el castaño de ojos lindos amaba, sabía que siempre iba a tomar aire allí...sabía que podía encontrarlo...
[...]
Su espalda fina y su esbelto cuerpo lo delataban de inmediato. Al menos, el rubio podía reconocerlo al instante. Estaba algo agitado por haber hecho todo para llegar lo antes posible, pero la verdad...tan sólo verle le quitaba el aliento.
*
El castaño tan sólo miraba el vacío con los ojos brillosos...pensaba en cuántas personas estarían con la persona deseada, tan sólo compartiendo la respiración, el tiempo, un apretón suave de manos..y él no tenía nada.
Estaba solo por que simplemente lo había preferido así...una vez más aguardando por aquél que no notaba aparentemente se presencia.
*
No sabía que decirle, que hacer...nunca había profesado amor a un hombre, nunca se le había pasado por la mente que algún día confesaría todo aquello que lo volvía loco, que ese momento conocido como "el adecuado" llegaría tan pronto.
*
Veía su aliento en el aire frío, la lluvia seguía cayendo mojando aún más sus ya empapados cabellos. Sentía que escurría agua a borbotones, pero no le importaba demasiado... Las gotas frías se deslizaban por su suave rostro, desabridas...
*
Seguía sin saber que decirle, temía que en cualquier momento el otro voltease y le viera allí..tal vez el castaño se preguntara por que demonios estaba allí mirándole sin decir nada un 14 de Febrero. Entonces él mismo se preguntaría la razón de su cobardía..y se arrepentiría toda la vida de haber perdido un momento preciso como aquel.. Lo mejor era actuar de una vez por todas.
*
Aquellos definidos brazos tomándo firmemente su cintura, sin dudar ni un segundo, le habían tomado por sorpresa... Ni siquiera había volteado, pero ese abrazo era tan protector...no supo por que, pero tan sólo dejo que pasaran los minutos sin saber quien estaba atrás suyo. Esa respiración se le hacía familiar, al igual que ese perfume, ese roce de cabellos en su cuello.... palideció.
Se soltó de ese abrazo rápidamente y vió al sonrojado rubio allí, frente a sí.
- A..A..¡Akira! - dijo sonrosado en adición al frío.
- ...Koha-chan...yo..
- ¡¿qué hace aquí?!
- ...tú me conoces Koha-chan..yo no soy de dar rodeos.. - dijo mirando la nieve del suelo, apretando los puños para darse valor.
El castaño sólo lo miró, ¿qué había visto en él?, no sabía bien como había terminado enamorandose de su rubio compañero..pero no se molestaría en averiguarlo. Tan sólo verle hacía que un frío día como ese se tornara cálido, siempre le regalaba una sonrisa contagiosa, le daba felicidad... Estaban solos, si era rechazado...el rubio guardaría eso entre los dos, de eso estaba seguro.
Se acercó un par de pasos velozmente y tomó entre sus heladas manos el rostro sonrojado del rubio, haciendo que le mirara, sin darle el tiempo suficiente para corresponder ese roce de labios inicial, ese suave y dulce movimiento que producía el más alto...
Akira mantenía sus ojos abiertos, mirando los ojos cerrados y aún bellos del otro...¿estaba acaso soñando? Era tan real que le parecía imposible que el frío y la fatiga le estuvieran jugando una mala pasada...Vió al otro alejarse varios centímetros de su rostro, a la espera de una bofetada, un insulto o algo similar...
- ...Koha-chan... - susurró.
- ...entenderé si te vas ahora... - dijo sin mirarle.
El rubio rió suave ante la seriedad y timidez de las palabras del castaño...se acercó y volvió a abrazarle, dejando que el más alto reaccionara lentamente en corresponder aquel tierno gesto.
- ...aishiteru Koha-chan... - susurró en su oído.
El mayor esbozó una suave sonrisa que no fue percibida por el rubio; sin embargo ambos sabían la respuesta del otro. No eran necesarias más palabras, ni nada similar...esa conexión era suficiente para ambos.Le encantaba el roce de sus cabellos mojados sobre su rostro, se le veía aún más adorable empapado así...ordenó uno de sus mechones por detrás de su oreja, sonriendole.
Se abrazaron nuevamente, cerrando ambos sus ojos esta vez...dejando que sus mentes se perdieran en aquel cielo grisáceo e invernal que poco a poco, en sus pechos, se tornaba más despejado...