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Tu, yo, y... la "Hermana Circunstancias" por Nessa Yaoi

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Notas del fanfic:

Mi primer Oneshot que mas bien parece una ametralladora de lo largo que salio.

Un Sasu/Naru con nencion Kaka/Iru.

Un poco de comedia,  algo de sarcasmo y bastantes complicaciones. espero lo disfruten

 

 

         Tu,  yo,  y...  la "Hermana Circunstancias"

 

 

 

                              - Consecuencias de una metida de pata -

 

 

 

El destino muchas veces suele jugarnos malas pasadas,  malas para algunos y muy beneficiosas para otros,  interviene en una forma incoherente, maliciosa    y agazapada,  no permitiéndonos darnos cuenta de su intromisión y que en nada es del agrado de su hermana "las circunstancias",  que usualmente es la encargada de torcernos el camino que su hermano "el destino" tiene preparado para cada uno, ella por otra parte es manipuladora,  deshonesta y cruel a la hora de causarnos todo tipo de problemas y enredos para hacernos la vida de cuadritos y obligarnos a enfrentarnos  a toda clase de situaciones ridículas y embarazosas.

 

Un día normal,  en una aldea normal con gente,  digamos,  no tan normal,  un rubio corría esquivando a cuanta persona o cosa se le atravesaba en el camino,  cualquiera que lo viera pensaría que tenia algo de vida o muerte  que resolver por la prisa que llevaba  eso pensarían de cualquier otra persona que no fuera ese kisune escandaloso,  todos sin excepción,  al verlo pasar miraban al cielo y al ver el sol en lo mas alto,  movían sus cabezas en señal de,  tenia que ser,  ya que conocían muy bien los hábitos del rubio.

 

El sol y la gran sonrisa en la cara de Naruto les decía con total seguridad el destino final del alboroto con patas,  El Ichiraku.  Tenía tanta hambre,  que lo único que sus ojos veían era platos y platos de ramen por todos lados,  su mente solo estaba concentrada en su pronta llegada al almuerzo.

 

Una figura muy conocida por todos en la aldea  caminaba tranquilamente, en sus brazos cargaba una bolsa de víveres pegada a su pecho  y tarareaba una  melodía en sus labios mientras pensaba que preparar para el almuerzo,  desde un tejado estaba siendo observado por alguien que no le perdía detalle mientras mantenía un helado de crema en una de sus manos  y con la otra se sostenía la mascara hacia debajo de su cara para poder comer,  lo cual tubo que parar de hacer al sentir un chakra bastante conocido acercándose,  rápidamente coloco la marcara en su lugar,  la persona cerca de el solo lo miraba inquisidoramente sin decir palabra,  pasaron varios minutos en esa situación,  al ver que el chounin no se daba por enterado de su presencia en el lugar, aunque lo sabia,  y que estaba mas interesado en mirar algo o a alguien en la calle  la curiosidad le gano,  se acerco al borde del tejado para saber que era lo que tenia tan entretenido al shinobi y rápidamente lo encontró.

 

 

- ¿Qué,  espiando? - preguntaba el Uchiha con una media sonrisa picara en sus labios.

 

- ¿se te ofrece algo...Sasuke? - sin ni siquiera mirarlo.

 

- Nada,  en realidad solo vine a molestarte - Dijo con sarcasmo - con que ese es el motivo de que siempre llegues tarde a las prácticas - exclamo con reproche.

 

- ¿sabes Sasuke?  Tú,  tienes suerte - observando a su pupilo.

 

- ¿suerte? - Pregunto confundido - ¿de que hablas? - poniéndose serio.

 

- puedes permanecer al lado de la persona que te gusta la mayoría del tiempo  sin tener que inventar ninguna excusa - le decía con algo de envidia.

 

- ¿Qué dijiste?  ¡Yo no hago tal cosa! - gritaba con los ojos que se le querían salir de sus orbitas y las venas a punto de estallar en su frente - ¡estas desvariando!  Además... ¿Quién es,  según tu,  la persona que me gusta? - su cara cambiaba del rojo al morado por el enfado.

 

- puedes hacer todo el berrinche que quieras,  pero tú y yo,  sabemos perfectamente de quien estamos hablando... ¿cierto? - ahora era Kakashi el que contraatacaba.

 

- no se de quien hablas,  creo que la vejez te esta secando el cerebro...  - haciendo dominio de todo su autocontrol para no empujarlo del tejado - ... estas desvariando - haciéndose el importante.

 

- ¿en serio? Siendo así... se de alguien que entonces podría tener una gran oportunidad con Naruto - el ojinegro sintió como si le hubieran pateado el estomago.

 

- ¿y quien puede ser tan ciego como para querer juntarse con ese baka? - con desinterés pero interesado.

 

- ¿y para que quieres saberlo? - gozando con la situación.

 

- solo para informarle que ha sido el ganador del premio al más estupido de la aldea - mientras apretaba sus puños dentro de los bolsillos de su pantalón sin tener noción de ello.

 

- tú eres el único que piensa que Naruto no es hermoso... Oooh si,  su cabello dorado como el sol,   ojos azules como zafiros y tan claros como agua de manantial,  y ese cuerpo que... - los ojos del azabache echaban chispas involuntarias - ... mataría a cualquiera - realmente se estaba divirtiendo.

 

- deja de alabarlo tanto,  me das dolor de cabeza - mirando hacia la calle por donde un bulto naranja se acercaba a toda prisa.

 

- por ahí viene mi dorado sol - dijo el peligris con toda intención mientras sonreía bajo la mascara

 

- ¿dijiste "mi"? - acercándose tanto al peligris que el helado, casi derretido,  que este sostenía en su mano callo hacia la calle haciendo que la "hermana circunstancias" le tomara la delantera al  "hermano destino".

 

- aun no lo terminaba - mirando hacia la calle al igual que el azabache.

 

- ¡AAAAH,  ¿Qué es estooooo?! - pisando el dichoso helado y deslizándose junto con el sin control hasta llegar a la esquina,  pobre Naruto.

 

- ¡Naruto! - viéndolo venírsele encima sin poder evitarlo.

 

- ¡Iruka-sensei! - agitando sus brazos.

 

 

Ustedes hagan la suma,  velocidad de carrera mas articulo pegajoso en el suelo más un poco de mala suerte y algo de intervención de la mano de terceros,  y todo eso junto daba la gran suma del mas espectacular encontronazo que la aldea de Konoha halla visto jamás,  exceptuando a dos individuos en el tejado arriba de la escena,  ya que ambos serraron sus ojos fuertemente antes del impacto como no queriendo ver lo que habían causado.

 

El golpe fue tan fuerte que ambos,  embestido y embestidor,  rodaron barios metros por la calle hasta terminar estampados contra un muro el cual se hizo añicos,  sus piernas y brazos estaban enredados unos con otros como el lazo de un regalo,  sus ropas,  cabellos y rostro estaban adornados de huevos rotos,  frutas molidas y harina,  toda una obra de arte que haría la envidia del mismísimo Picasso.

 

- estamos en serios problemas - poniendo la mano sobre su mascara y saltando del tejado.

 

- ¿estamos? ¡Fue tu helado! - protesto el azabache saltando tras el.

 

- ¿estas bien Naruto? - preguntaba el castaño preocupado por su mas querido alumno sin tenerse en cuenta así mismo.

 

- no puedo moverme...  - se quejaba el kisune - ... creo que algo se me rompió y... - haciendo una mueca de dolor - ... esa fue una pregunta tonta Iruka-sensei.

 

- el mismo torpe de siempre uzuratoncachi - el ojinegro miraba divertido agachándose donde estaba la cabeza del rubio,  exactamente debajo de la pierna de su maestro.

 

- ¡¿y a ti quien te llamo?! - gritaba el ojiazul sumamente rojo tanto por el dolor como por la rabia.

 

- deja los comentarios para después y ayúdame a separarlos - miraba el peligris no sabiendo por donde comenzar.

 

- ¿para que después me culpen por lesiones agravadas? Olvídalo - el Uchiha sonreía de medio lado,  mas por tranquilidad que por burla.

 

- ¡será mejor que no te acerques o te morderé! - enseñaba sus dientes el kisune.

 

- teniendo en cuenta que eso es lo único que puedes hacer ahora - se burlaba el ojinegro tocando el protector del rubio con su dedo -  cuidare de que eso no suceda después de todo... no quiero que me pegues tu estupidez.

 

- ¿podría alguien  avisar a los ninjas médicos por favor? - comentaba el castaño completamente adolorido.

 

- ¡no te quedes ahí parado,  ve a buscar a Shizune - más que una petición era una orden por el tono empleado por el ninja copia. 

 

 

El azabache no se hizo de rogar y salio disparado hacia la gran torre,  en menos de un minuto estaba parado frente a la puerta del despacho de la rubia mas temible de la aldea en lo que a Naruto se refería,  inspiró y exhaló barias veces para que nadie que lo viera se diera cuenta que había corrido como un desquiciado por causa del kisune,  cosa que no entendía para nada,  repuesto por completo se dispuso a tocar la puerta cuando...

 

 

- ¿sasuke-kun? - Extrañada de verlo allí puesto que no era su lugar favorito - ¿sucede algo? - pregunto la mano derecha de la Hokage acercándose a el.

 

- pues es que Naruto y... - el azabache sintió que le agarraba de la camiseta y jalaba de el como si fuera una pluma.

 

- ¿Qué le paso? - corriendo como alma que lleva el diablo,  al azabache se le hacia difícil seguirla.

 

- metió la pata como siempre,  a ese nunca se le quitara lo baka - la mirada de la ninja medico lo asusto.

 

- no hables así de Naruto,  Naruto es,  el es... - los ojos del Uchiha se clavaron en la espalda de la morena.

 

- ¡¿Qué paso con Naruto?! - la voz del Nara se dejo escuchar uniéndoseles en la carrera junto con Kiba.

 

- las noticias corren rápido ¿no es así? - comentaba con antipatía el ojinegro, el Nara lo miro serio.

 

- no fue  lo que te pregunte - por eso es que nunca le había caído bien el Uchiha.

 

- ¿acaso esta herido? - preguntaba preocupado el cachorro colocándose al otro lado del azabache demandando una respuesta.

 

- "¿Qué esta pasando aquí... y desde cuando tanta preocupación por el baka? - Mirando tanto  Shikamaru como a Kiba - dicen que los tontos y los niños siempre tienen suerte - los dos que corrían a su lado lo miraron  con ganas de golpearlo.

 

 

Llegaron al lugar del suceso donde el peligris acompañaba a los dos enredados junto con un montón de gente a su alrededor,  entre ellos estaba Neji que trataba de darle ánimos al kisune acariciando su cabello,  lo cual no gusto para nada al azabache cuando lo vio puesto que lo hizo sentir extraño y no era nada agradable.

 

 

- ¡por dios Naruto... ¿estas bien?! - acercándose inmediatamente para examinarlo.

 

- yo también estoy aquí - susurraba el castaño sintiendo que era ignorado por completo.

 

- lo siento... enseguida lo atenderé - sonreía nerviosa la ninja-medico pero... después de Naruto claro esta.

 

- ¡eso duele Shizune-nechan! - Apretaba los ojos el kisune quejándose mientras la ninja-medico los desenredaba con cuidado.

 

- no me extraña que te duela,  tienes una pierna y un brazo roto... además de cuatro costillas - el cachorro atento a todo hizo una mueca de dolor al escuchar las palabras de la morena.

 

-  auch... eso debe doler - susurraba Kiba dirigiéndose al Nara que estaba junto a el.

 

- debemos pedir  unas camillas para trasladarlos al hospital - ordenaba la morena terminando de esculcar a Iruka y volviendo con Naruto.

 

- yo lo llevare,  así no perderemos tiempo - se ofreció el Hyuuga acabando de llegar, el azabache sintió un nudo en el estomago.

 

- opino lo mismo - estando de acuerdo el peligris tomo a Iruka en sus brazos,  Shizune estuvo a punto de protestar pero los dejo hacer.

 

- ¿no es mejor esperar las camillas? - por alguna razón que desconocía el Uchiha no quería que el castaño cargara al kisune,  y menos al ver a Naruto recostar su cabeza en el pecho del ojiblanco.

 

- gracias... Neji - susurro el kisune serrando sus ojos

 

- ¿Naruto? - No hubo respuesta, el ojiblanco se sobresalto - ¡Naruto! - el  azabache dio un paso adelante y sus manos se pusieron frías,  la ninja-medico se acerco a el y después de observarlo...

 

- solo se desmayo... supongo que el dolor es bastante fuerte,  es mejor así -  todos se dirigieron al hospital,  el azabache seguía clavado al suelo.

 

- ¿no vienes? - volteo su cabeza el cachorro unos pasos adelante junto a Shikamaru.

 

El azabache reacciono -  ¿Por qué lo haría? - mas serio que de costumbre.

 

El Inuzuka endureció su mirada -¿Por qué es tu compañero talvez? - reprochando.

 

El portador del Sharingan los miro indiferente -  yo no lo elegí - el Nara se detuvo no pudiendo aguantar más.

 

- en eso tienes razón... - caminando unos pasos hacia el - ... es una desgracia para el estar en el mismo equipo tu...  pero eso puede arreglarse - dado el rango que ahora el Nara poseía podría ser posible.

 

- me quitarías un peso de encima - dijo altivamente el Uchiha pero en su interior otra vez esa sensación extraña lo hacia dudar de sus propias palabras.

 

El moreno chasqueo sus labios -  vamos Kiba,  nuestro... amigo nos espera - dándole la espalda al azabache que se sentía con un mal sabor de boca por la amenaza del Nara,  o eso le había parecido.

 

- "seria lo mejor para mi,  así no tendría que estar pendiente de ese torpe y podría  enfocarme en cosas mas importantes... Itachi  - caminando hacia su casa - ... esos torpes,  preocupándose por el baka como si fueran sus... "eres el único que piensa que Naruto no es hermoso" - esa frase taladro su mente haciéndolo detenerse de improviso - lo que dijo Kakashi es una tontería" - reiniciando su marcha.

 

 

En el hospital la Godayme revisaba unos documentos en recepción cuando escucho el alboroto que la hizo mirar a la entrada,  su rostro palideció al ver a Naruto con sus ojos serrados y siendo cargado por Neji,  boto los papeles de su mano a un lado y se acerco presurosa hacia el kisune,  interrogo con su mirada  a su asistente y amiga.

 

 

La ninja-medico empezó a sudar frío -  no es de cuidado,  solo tiene algunas fracturas - no queriendo preocupar a su jefa causando el efecto contrario.

 

- ¡Shizune! - una uña rota era suficiente para la rubia en cuanto a Naruto se trataba, la ninja-medico tembló de pies a cabeza - ¿me puedes explicar que paso? - su voz hizo retumbar el hospital.

 

Balbuceaba la morena -  bueno yo... en realidad creo que Kakashi debe saber mejor lo que paso ya que se encontraba en el lugar - mirando con nerviosismo al peligris.

 

- ¡atiéndelos de inmediato y... - Shizune desapareció con los dos heridos - ... tú a mi despacho! - señalaba la Hokage con su dedo, el ninja copia trago saliva.

 

El Hyuuga se apresuro a preguntar antes de que se marcharan -  ¿podemos esperar aquí? - la rubia miro a todos.

 

- de nada sirve que estén esperando aquí,  tienen otras cosas de que ocuparse me imagino pero... - la Gondaime les brindo una sonrisa,  le agradaba mucho la preocupación por su querido rubio que demostraban sus compañeros - ... pueden venir mas tarde a visitarlo ¿de acuerdo? - echándole una mirada al peligris para que la siguiera.

 

 - al menos podremos verlo después... - dijo por lo bajo el cachorro, le simpatizaba mucho el rubio por su carácter alegre - ... espero regresar temprano de la misión de hoy - mirando a Neji y Shikamaru.

 

El Nara suspiro -  bueno,  creo que no podré verlo hasta pasado mañana,  la misión que me asignaron queda algo lejos así que no podré estar pendiente de el por ahora - con cara de resignación.

 

Neji viendo su oportunidad comento -  entonces creo que yo lo haré,  Gai-sensei esta en una asignación especial por algunos días... así que se puede decir que estoy libre - con gran entusiasmo por dentro.

 

- entonces tú te encargaras de que ese nefasto Uchiha no se le acerque para nada - ordenaba Kiba poniendo cara de desagrado - nunca me gusto la forma en que trata a Naruto y a los demás... especialmente a Naruto - todos parecían hacerse un mapa mental del kisune.

 

El Hyuuga serró sus ojos mientras hablaba -  intentare que no se le acerque pero tampoco hay nada que se lo impida - razonando la situación - pero tratare en lo posible que así sea o al menos evitare que este solo con el - al parecer eso lo decidía.

 

 

El pacto entre los tres shinobis se serró y abandonaron el hospital a donde el ojiblanco regresaría mas tarde a visitar al rubio,  mientras tanto en el despacho de la Hokage el peligris pensaba si seguiría teniendo la cabeza en su lugar después de contarle a la rubia lo que realmente había pasado.

 

 

La Hokage entro en su oficina dando un portazo al cerrar -  ¿y bien,  vas a empezar o tendré que disuadirte? - el ninja copia veía ante el un futuro muy negro.

 

Kakashi trago saliva -  todo comenzó... - la rubia lo escuchaba atentamente y a medida que las palabras del peligris salían de su boca el rostro de la Hokage pasaba por una amplia gama de colores que demostraba su creciente estado de ánimo,  lo que no era nada bueno,  al menos para el peligris y cierto azabache.

 

La rubia lo miro pausadamente -  los quiero aquí a los dos mañana temprano... - eran pocas las veces que el peligris había sentido miedo a lo largo de su vida pero nada era comparado con el peligroso brillo que los ojos de la Hokage mostraban en ese momento - ... así tendré toda la noche para pensar en un castigo apropiado para los dos - no gritaba,  su voz era suave lo que lo hacia aun mas peligrosa.

 

El peligris bajo su cabeza -  como usted diga - abriendo la puerta.

 

- Kakashi... mas te vale no retrasarte - dijo la rubia sentándose cómodamente en su sillón con la vista clavada en el peligris,  este se retiro con una inclinación de cabeza.

 

En tanto el azabache... - ¿ya se habrá despertado el dobe? - Mientras se sumergía en la tina - ¿y a mi que me interesa? - Rectificando rápidamente su debilidad mental - hierba mala nunca muere "eso se puede arreglar" - aunque el mismo se lo negara las palabras del Nara calaron hondo en el - no creo que Kakashi se lo permita,  por sus palabras parece que esta bastante interesado por el baka... al igual que algunos otros - apretando con fuerza la esponja hasta hacerla una bola - ¡al diablo con todos! - dando un manotazo en el agua y esparciendo espuma por todos lados.

 

- ¿estoy atado? - Así era como se sentía el kisune antes de abrir los ojos y comprobar su brazo derecho,  pierna y torso vendados y adoloridos - parezco una momia sin terminar de envolver... grandioso - apesadumbrado,  no era persona de estar quieta por mucho rato - ¡Iruka-sensei! - recordando el incidente.

 

- el esta bien - explicaba el ojiblanco -  hasta diría que mejor que tu,  al parecer recibió menos daño en el encuentro saliendo tu peor librado que el...  y  aun así  despiertas de buen humor - el rubio miraba al castaño que permanecía sentado  en una silla junto a la cama  cortando una manzana.

 

- Neji... ¿Qué haces aquí? - el castaño se levanto y se coloco junto a la cama.

 

- si no te agrada mi compañía puedo retirarme - mirando los ojos azule.

 

- no lo dije por eso... es solo que... ¿no tienes misión hoy? - algo apenado por meter la pata.

 

- si estoy aquí... obviamente no - el kisune se sentía como un idiota.

 

El rubio parecía incomodo por su torpeza -  claro,  ¿Qué tonto no? jaja... ¡hay! - tocándose las costilla con su brazo sano.

 

- no eres tonto,  solo algo despistado - ofreciéndole la manzana que había picado para el - te hubiera traído flores pero tal vez te las hubieras comido,  por eso me decidí por las manzanas - sonriendo.

 

El kisune inflo sus cachetes -  ahora creo que tú eres el tonto pero...  gracias de todos modos - tomando un trozo.

 

El castaño le acerco el plato -  tratándose de ti nunca se sabe... eres impredecible ¿lo sabias? - Dándole otro trozo de fruta la cual rechazo - ¿no quieres más? Entonces no estas tan bien como pensaba - dejándola en el plato.

 

Naruto sonrió -  ¿Quién diría que tu puedes hacer chistes? - El castaño ladeo su cabeza - la comeré mas tarde... y hablado de tarde ¿Qué hora es? - mirando hacia las cortinas de la ventana de la habitación.

 

El castaño se acerco a la ventana -  esta oscureciendo,  deben ser las siete aproximadamente - abriendo las cortinas.

 

- eso significa que dormí bastante - suspiro el ojiazul,  el castaño se acerco de nuevo a la cama.

 

Neji aparto la silla a un lado -  no es de extrañar,  te pusieron barios calmantes para que pudieras descansar mejor - sentándose en el borde de la cama junto al rubio.

 

El Uchiha estaba parado en la entrada del hospital tratando de decidir si entrar o no -  ¿Por qué demonios estoy haciendo esto? - susurraba en voz baja mientras caminaba por el pasillo rumbo a la habitación del kisune,  pero aun así no se detuvo hasta llegar a la puerta semi abierta por la que podía escuchar voces en la habitación,  se quedo inmóvil junto a ella sin atreverse a entrar.

 

- ¿me pasas la manzana? - el castaño tomo un trozo para ponerlo directamente en la boca de rubio que al morderlo descuidadamente provoco que el jugo de la fruta resbalara de sus labios hacia su mentón haciendo de esto la imagen mas condenadamente sexy que los ojos del castaño habían visto jamás al igual que el azabache que espiaba desde la puerta semi abierta.

 

- cuidado... podrías mancharte - tomando una servilleta de la mesita junto a la cama y limpiando despacio y suavemente los labios rosados del ojiazul junto con su barbilla,  movimientos que el ojinegro no podía dejar de mirar como si estuviera hipnotizado y al mismo tiempo deseando inconcientemente ser la servilleta en la mano del castaño.

 

- soy un verdadero desastre,  parezco un bebe y... eso me irrita - el castaño acerco un poco su rostro hacia el,  algo verdaderamente malo para la vista del azabache

 

- no eres un bebe,  tan solo eres una persona que necesita ayuda... al menos por el momento - tomando otro trozo de manzana esperando que la escena se repitiera,  por lo que de nuevo tomo otra servilleta - ¿crees que Uchiha Sasuke venga a visitarte? - realmente quería saber lo que el rubio pensaba acerca del ojinegro.

 

- ¿bromeas? Como si a el le interesara mi estado de salud.  Seguramente estará dando gracias a algún dios por mantenerme lejos de el al menos por un tiempo... - con cierta tristeza en su voz - ... ya que no tubo la suerte de que me rompiera el cuello en ese instante - riendo con amargura.

 

- a pesar de que aprecio a mis compañeros me hubiera gustado que perteneciera a mi equipo aunque... - poniendo su mano en la mejilla del rubio - ... de ser así me hubiera resultado difícil pelear contigo en el torneo del examen... en aquel entonces no te conocía bien... o mejor dicho no te conocía en lo absoluto - el azabache observaba lo que ocurría apretando tan fuerte sus puños al punto de casi  clavarse las uñas en las palmas de sus manos.

 

Sasuke empujo la puerta -  ¿todavía sigues vivo? - sin poder contener el impulso entro en la habitación a detener al castaño,  puesto que según lo veía se estaba tomando demasiadas  libertades con el kisune.

 

- para tu desgracia y mi suerte aunque... puedes alegrarte,  al menos no tendrás que soportar  mi presencia en algún tiempo ¿eso no te hace feliz? - el kisune lo miraba con una gran sonrisa aunque  la procesión iba por dentro.

 

El Uchiha lo miro con desplante -  podré soportarlo - acercándose a la cama por el lado que el ojiblanco ocupaba con el fin de alejarlo del rubio,  cosa que consiguió a medias cuando el castaño se aparto para simplemente rodear la cama y situarse del otro lado y en la misma posición,  o sea sentado junto al ojiazul.

 

El ojiblanco se molesto por el comentario - con suerte puede llegar a ser algo permanente... e ideal para ti - mirando directamente al azabache.

 

El ojiazul miraba al castaño sin comprender -  ¿Qué quieres decir con eso? - El Hyuuga tomo la mano del kisune bajo la mirada casi asesina del Uchiha - explícame Neji - pero la explicación que el rubio pedía vino de otra voz.

 

- debido a su nuevo rango...  - comentaba el azabache - ... Shikamaru pedirá que te cambien de equipo,  según ellos, tratan de salvarte de... mí,  de que no te anule por completo ¿me equivoco? - mirando con ironía al castaño.

 

- ¿eso es verdad Neji? Dime que simplemente es otra burla de Sasuke - mirando alternativamente de uno al otro.

 

Neji miro a los ojos azules -  solo tratamos de cuidarte se sus insultos y burlas hacia ti como tu has dicho antes - la mirada negra y blanca chocaban entre si.

 

- ¡¿acaso nadie pedirá mi opinión?! - gritaba Naruto sintiendo que era invisible entre los otros dos - aprecio su preocupación por mi pero esa es mi decisión,  además no quiero separarme de... Kakashi-sensei - casi escapándosele  el nombre de la persona en la que en realidad estaba pensando.

 

- ¿seguro?... suena bien para mí si eso es lo que tu quieres - hablo suavemente el castaño mientras ponía  su mano en la cabeza del ojiazul.

 

- quiero permanecer al lado de Kakashi-sensei y Sakura-chan aunque ella ni siquiera  note que estoy ahí... pero no importa,  y en cuanto a Sasuke... - mirando al azabache - ... ¡que se aguante! No pienso darle gusto,  are mi trabajo como siempre lo he hecho hasta ahora y si el... - mirando con desafió al ojinegro - ... no es capaz de soportarme como yo he hecho desde que lo conozco,  significa que soy mas fuerte que el  - sonriéndole a Neji.

 

Neji se sentía complacido -  estoy de acuerdo con tu decisión pero... no dudes en hablar conmigo si tienes algún problema - esa ultima palabra estaba dirigida al azabache mas que al rubio - debo irme,  cuando dormías me avisaron de una  misión para mañana con el equipo de Azuma... supongo que también te marchas - dirigiéndose al azabache.

 

- supones mal - cruzando sus brazos - aun tengo barias cosas que decirle al... Naruto - retractándose de la última palabra en su mente.

 

- puedes decir lo que quieras.  Simplemente fingiré que no escucho nada - el castaño serró la puerta tras el antes de perder los estribos y lanzarle un golpe al azabache por culpa de su condenada lengua.

 

- ¿dijiste fingir? Tú no sabes mentir cuanto menos fingir,  tienes un rostro demasiado infantil para que alguien crea una mentira dicha por ti - tomando un trozo de manzana del plato  junto al rubio donde el ojiblanco lo había dejado.

 

- bien por ti,  supongo que no soy tan experto como tú - pasándose la mano por su costado,  al parecer los calmantes estaban perdiendo su efecto.

 

- ¿te duele? - inclinándose un poco sobre el.

 

- no tanto como quisieras... para tu desgracia y... - un trozo de manzana fue introducido en su boca.

 

- al menos así te quedaras callado por un momento - con su cara muy cerca de la del ojiazul.

 

Naruto casi se atraganta -  si no quieres escucharme márchate,  nada te obliga a venir aquí - terminando de tragar la fruta.

 

- bah!... seguro que te sientes más a  gusto  en compañía de ese bueno para nada,  es algo de entender... los dos son iguales - haciéndose una imagen mental del castaño atravesado por su chidori.

 

- al menos es alguien con quien puedo hablar sin que hallan insultos de por medio,  además... ¿a ti que te importa? ¡Con quien hable no es tu problema...! ¿Qué no tienes a alguien más a quien molestar? - apretando sus ojos,  el dolor de su costado iba en aumento.

 

El azabache no pudo soportar mas verlo así -  iré a buscar a alguien antes de que empieces a llorar como un bebe - caminando a la puerta.

 

- no regreses - respirando un poco agitadamente por el dolor.

 

- eso no lo decides tú - serrando la puerta.

 

- como nada en mi vida al parecer - refiriéndose a lo que en verdad sentía por ese azabache  engreído,  pero por propia dedición seria algo de lo que nunca se enteraría.

 

- Naruto-kun enseguida te ayudare a que te sientas mejor - Shizune entro al cuarto con una jeringa en sus manos, el rubio se encogió en su cama lo que pudo o más bien lo que sus heridas le permitían.

 

El azabache sonreía con sarcasmo -  ahora si que pareces un bebe - mirando desde la puerta pero con ganas de acercarse mas no para regocijarse de la situación sino como queriendo mitigarla,  y eso era lo que lo tenia confundido aparte de otras cosas.

 

- no me gustan las agujas - mientras la ninja-medico aplicaba en su brazo el sedante para calmar el dolor del kisune.

 

- eso no era lo parecía cuando luchamos en el puente,  te veías igual que un alfiletero - acercándose por fin a la cama.

 

- si mal no recuerdo recibiste mas agujas que yo al tratar de salvarme,  quizás algún día me dirás porque lo hiciste... aunque creo sospechar la causa - suspirando al sentir la aguja ser retirada de su brazo.

 

- ¿y según tu porque fue? - sin saber porque necesitaba la respuesta ansiosamente.

 

- quizás... ¿Por qué no querías perder a tu payaso favorito? - sintiendo ganas de dormir,  el azabache guardo silencio.

 

- listo,  con esto te sentirás mejor y podrás dormir mas tranquilo - dándole un beso en la frente al rubio - Sasuke-kun,  recuerda la orden de la Tsunade-sama de mañana presentarse a su despacho sin excusas - saliendo de la habitación y serrando la puerta.

 

-jeje... valla,  el gran Uchiha Sasuke tiene problemas ¿Quién lo diría? - luchando para que sus ojos no se serraran,  el sedante comenzaba hacer efecto adormeciéndolo.

 

- no es nada... y además no te concierne - era la mentira más grande después de la que el Monte Olimpo existe.

 

- será mejor que te marches - sin casi poder mantener sus ojos abiertos.

 

- ya te dije que no eres nadie para decidir eso - sentándose en la silla junto a la cama,  al parecer no tenia ninguna intención de marcharse,  o era eso o simplemente quería llevarle la contraria al rubio.

 

- cierto,  siempre he sido un don nadie para ti... - casi hablando dormido - ... Neji - ese nombre hizo hervir la sangre del azabache hasta el punto de no poder permanecer sentado por mas tiempo,  inclino su cuerpo sobre el rubio para reprocharle pero se había quedado completamente dormido quitándole esa oportunidad.

 

- ¿será verdad lo que estoy pensando dobe? - Sentándose junto al rubio - ¿te gusta ese idiota? Eso si que es una sorpresa,  siempre creí que te morías por la cabeza hueca de Sakura,  pero esto es... - tratando de ironizar sus palabras con una sonrisa no pudiendo lograrlo - jamás imagine que pudiera llegar a gustarte un hombre pero... es bueno saberlo - ni el mismo sabia porque había dicho tal cosa.

 

Una enfermera entro de improviso -  la hora de visita ya termino - quedando parada en la puerta esperando a que el azabache saliera,  lo que este tuvo que hacer en contra de su voluntad.

 

- para no interesarte en lo absoluto pasaste bastante tiempo allá adentro - el peligris estaba apoyado en la pared junto a la puerta de la habitación del kisune - ¿viniste a cerciorarte de que no estaba solo? - poniendo el dedo en la llaga.

 

El ojinegro se sorprendió al escuchar la voz a su espalda -  ¿lo dices por el Hyuuga? - escupiendo el nombre como si fuera la mas grande obscenidad del mundo.

 

- si no fuera el... seria otro,  más de uno quisiera a Naruto para si ¿comprendes? - el azabache lo miro desafiante.

 

-¿eso te incluye? - parándose frente a el.

 

- ¿te incluye a ti? - devolviendo la pelota al lado de la cancha del ojinegro.

 

- no me gustan los hombres - dijo rápidamente el azabache,  el ninja copia lo miro por un momento a los ojos.

 

- pero te gusta Naruto - totalmente convencido de ello.

 

- no es verdad -  susurraba el Uchiha,  el peligris se encogió de hombros.

 

- sigue repitiéndolo,  tal vez llegues a convencerte a ti mismo al seguir ignorando lo que sientes en realidad - caminando por el pasillo y levantando su mano antes de marcharse.

 

 

El Uchiha quedo parado en medio del pasillo con las palabras del peligris dando vueltas en su cabeza como un torbellino sin fin,  examinaba cada palabra tratando de encontrar sentido en cada una de ellas,  por un lado se negaba a aceptarlas y por el otro lo mantenían confundido ahora mas que nunca ya que en su mente consciente solo existía una verdad negada,  la cual era "no me gustan los hombres".

 

 

-tonterías - negando con su cabeza mientras caminaba hacia la salida.

 

Después de abandonar el hospital dio varias vueltas por la aldea a fin de pensar detenidamente todo lo que había ocurrido ese día en particular y de otros en especial,  aquellos que  traían a su recuerdo cada instante,  cada gesto y acción que había observado en el kisune desde que este entro en su vida,  momentos que  el azabache veía como casuales y sin embargo imborrables por mucho que se esforzara en olvidarlos.

 

Al revisar cada aspecto de su vida desde que murieron sus padres no había encontrado nada significativo hasta que apareció el kisune de dorados cabellos y ojos de zafiro,  siempre lo había catalogado como una diversión para el puesta por el destino,  lo que lo hizo pensar en las circunstancias que lo habían llevado a encontrarse en semejante dilema de confusión.

 

Llego a su casa pasando directamente a su habitación donde se quito la ropa y se tiro en la cama mirando al techo,  todo lo acontecido desde que se encontrara con Kakashi en aquel tejado,  el accidente,  del cual ambos eran culpables,  y las sensaciones experimentadas debido al comportamiento de Neji para con Naruto eran algo que merecía la pena analizar.

 

Decidido a dar con la respuesta pensó y repensó las acciones hechas por el en lo que al kisune se refería aun antes de que fueran miembros del mismo equipo,  comenzando por el beso accidentado en su máxima expresión,  cualquier otro en su lugar habría golpeado al kisune sin ni siquiera pensarlo,  cosa que no hizo,  por el contrario fue algo que no le desagrado del todo, segundo exponerse ante un ataque a sabiendas de que seguramente perdería su vida con tal de proteger la del rubio.

 

Tercero su mal estar ante los insultos,  los que no eran dichos por el mismo, y la completa indiferencia de Sakura sumado a la preocupación demostrada por sus otros compañeros hacia el kisune y el afecto demasiado elocuente del Hyuuga,  Naruto mas beso igual a sensación agradable,  Naruto mas muerte igual a desesperación,  Naruto mas Kakashi igual a incertidumbre,  Naruto mas Neji igual a celos,  todo este cóctel de sensaciones daban como resultado...

 

 

- ¡esto es una condenada locura...! - poniendo las manos en su cabeza como quien ha tenido una espontánea revelación - ... no es posible que yo me halla enamorado del dobe,  de ese... de ese... "hermoso rubio" ­-  las palabras de Kakashi tenían en ese momento mas significado que nunca - definitivamente pediré que me encierren por insuficiencia mental... y para colmo a el le gusta la estupida cabello de chicle,  ¿Qué sucede,  será que aun tengo que seguir siendo castigado por el destino? - no si la "hermana circunstancias" puede evitarlo.

 

 

Definitivamente necesitaba dormir para no seguir torturándose,  pero no iba a ser cosa fácil ya que cada vez que serraba sus ojos solo imágenes de Naruto pasaban por su mente,  Naruto riendo,  Naruto enojado,  el azul de los ojos de naruto,  el cuerpo semi desnudo de Naruto,  el cual solo había visto en una ocasión y por ultimo el Hyuuga haciéndole mimos a Naruto,  las ultimas imágenes pasaban por su cabeza como una película de horror que intentas olvidar para poder dormir tranquilo,  algo que el no pudo,  y tampoco durmió.

 

 

- rayos,  si que te ves mal... ¿insomnio o... certeza? Porque no creo que sea resaca. Eres muy joven para beber - el ojinegro se apoyo en la pared contraria al peligris afuera del despacho de la rubia enojona.

 

- insomnio... ¿certeza de que? - el ninja copia comenzaba su diversión de buena mañana.

 

- ¿no lo has descubierto aun? - poniendo cara de sorprendido - eres lento - el azabache se le acerco.

 

- es demasiado temprano para que comiences a ponerte misterioso,  y en cuanto a lo que dijiste no hay nada que descubrir - arrugando su frente.

 

- auto ignorancia para ti... ventaja para otros - las medias palabras parecían surtir efecto.

 

Sasuke arrugo su frente -  Hyuuga... - murmuraba mientras regresaba a su posición inicial en la pared.

 

El grito de la rubia se dejo oír -  ¡dejen de murmurar y entren de una vez! - orden que fue obedecida de inmediato por los dos shinobi.

 

El peligris abrió la puerta -  buenos días Hokage-sama - tratando de ser amable no queriendo sonar nervioso.

 

- siéntense - ordenaba la rubia mientras hacia lo propio en su sillón - los hice venir aquí para informarles cuales serán sus tareas de ahora en adelante - mirando a los dos con ojos serenos pero desafiantes.

 

- usted dirá - el azabache lo miro de reojo.

 

- es sorprendente la forma en que suelan salir las cosas - levantándose  y caminando calmadamente hasta colocarse a espaldas de los no tan calmados ninjas - suelo ser condescendiente la mayoría del tiempo y con ciertas personas...  - colocando una mano en el hombro de cada uno - ... pero solo hasta que lastiman a lo mas preciado que tengo  claro,  en esos momentos podría ponerme algo digamos... - apretando un poco sus manos hasta casi hacer crujir los huesos de los hombros de lo ahora asustados presentes que podrían convertirse de ninjas nerviosos a ninjas muertos,  tal vez,  - ... para buscar una palabra la correcta seria...irracional - volviendo detrás del escritorio.

 

El ojinegro trataba de parecer normal -  ¿A dónde quiere llegar? - infundiéndose un poco de valor en medio de la tormenta que apenas parecía una brisa comparado con lo que venia a continuación.

 

La Gondaime lo reto con la mirada - tú cuidaras de Naruto hasta que se recupere - al azabache casi se le cae la quijada - será en su propia casa o en la tuya,  eso es opcional... debido a su condición calculo que serán aproximadamente dos semanas - las palabras salían de su boca sin  siquiera respirar,  el azabache seguía silencioso como una tumba,  y no por que quisiera.

 

Sasuke serró sus ojos - ¿algo más? - Con supuesta paciencia - ¡¿Cómo se le ocurre que pueda pasar tanto tiempo con ese baka?! ¡Me volveré loco! - saltando de la silla,  el peligris reía por dentro al mirarlo.

 

La Hokage  miro al azabache sin inmutarse -  por eso lo llaman castigo - mirando esta vez a Kakashi - en cuanto a ti tendrás que hacerte cargo de los alumnos de Iruka en la academia y de sus asuntos personales, no importando que quiera o no... es todo por ahora. ¿Qué les parece si le damos las noticias juntos? - caminando hacia la puerta.

 

Sasuke pregunto con duda - ¿Qué quiso decir con eso de la condición de Naruto? - la rubia lo miro por un momento y después a Kakashi.

 

- su buena suerte - no queriendo decir algo de lo que el no estuviera enterado.

 

- buenos días Tsunade-sama - su mano derecha ordenaba unos papeles en la recepción - ¿vino a visitar a Naruto-kun? - poniendo un cariñoso énfasis en el nombre.

 

- ¿Cómo esta? - al tiempo que caminaba hacia la habitación del rubio.

 

La morena se apresuro a contestar - mucho mejor diría yo,  tiene mejor semblante y también tiene una... - la rubia abrió la puerta.

 

La rubia empujo la puerta -  buenos días Naruto... Neji - cierto azabache se puso de mal humor de repente.

 

- ... visita - acabando la frase la ninja-medico.

 

Neji se inclino ante la jefa mayor -  buenos días Hokage-sama,  necesitaba ver a Naruto antes de salir a mi misión - mirando al kisune mientras el azabache lo miraba a el,  pero de mala manera.

 

- "¿necesitaba... de que rayos habla ese idiota? - celos,  celos y mas... celos.

 

La Hokage sonreía con picardía -  me agrada escucharlo... tal parece que no soy la única que entiende lo que realmente vale y tiene un gran aprecio a este rubio cabeza dura - mirando al azabache mientras revolvía los cabellos de Naruto.

 

El castaño asintió -  seria imposible no notarlo - mirando al rubio con gran cariño.

 

Sasuke mirándolos a ambos -  si claro... se me esta revolviendo el estomago - reacio a aceptar su mas reciente nueva realidad.

 

Neji acercándose al kisune -  volveré a verte cuando regrese - despidiéndose de el con un apretón de manos.

 

Naruto se sonrojó un poco - gracias por hacerme compañía,  fue muy... agradable - con una gran sonrisa.

 

El ojinegro puso cara de repugnancia -  por dios... - el ojiazul le lanzo una inquisidora mirada.

 

La rubia miraba divertida la cara del azabache -  cuídate mucho Neji... recuerda que aquí hay gente que espera tu regreso -  pasando su brazo por los hombros del kisune y sonriéndole al castaño cuando este salía de la habitación.

 

El Uchiha la fulmino con su mirada -  no te tardes demasiado - hablándole al Hyuuga con ironía a la quinta potencia.

 

El kisune miro al azabache para luego... ¡¿Qué demonios hace el aquí?! - la pregunta iba para su madre postiza a la que seguramente le quitaría el titulo después que se enterara de las buenas nuevas.

 

- será tu enfermero asistente - sentándose junto a el en la cabecera de la cama.

 

- ¿Qué? - con sus ojos abiertos como dos faros de automóvil - ¿Por qué? - ahora si que no entendía nada.

 

- siendo que fue responsable de que estés con los huesos rotos y ocupando una cama de hospital... no es la gran cosa - los ojos azules se fijaron en el azabache cerca de la puerta.

 

- ¿Cómo que responsable? - achicando sus ojitos azules de modo indagatorio.

 

- el helado que pisaste ¿lo recuerdas? El lo tiro - señalando con su cabeza al responsable del asunto.

 

Sasuke lo señalo con el dedo -  es tu culpa por no fijarte donde pisas... baka  - confrontando la mirada azul.

 

- ¡¿además de mentiroso eres cobarde?! No mencionaste nada de eso cuando estuviste ayer aquí - la rubia pasaba su vista de uno al otro - ¿acaso pensaste que te atacaría con los dientes? ¡Puesto que es lo único que podría usar por el momento! - Palabras textuales del azabache cuando ocurrió el suceso -... eso lo dejare para cuando me recupere... ya veras - siseando las últimas palabras.

 

- como sea el tendrá que cuidar de ti... es su responsabilidad - cubo de agua fría para el kisune.

 

- a ver si lo entendí...  Sasuke tiene que cuidarme como castigo ¿cierto? - Movimiento afirmativo de parte de la rubia - hasta que me quiten el yeso y las vendas - afirmativo de nuevo - y eso será... - mirando a la rubia.

 

La rubia lo miro tratando de aguantar la risa -  quince días - como si dijera el reporte del clima.

 

- quince días... dos semanas - tratando de permanecer calmado -  ¡¿me puedes decir porque demonios tengo que quedarme tanto tiempo al lado de ese arrogante y presumido?!...  ¡¡con complejo de yo soy el mas fuerte y que los demás se vallan a beber leche!!!! - completamente histérico y sujetando su costado.

 

Al azabache pensaba que anteriormente lo hubiera golpeado por esas palabras - por primera vez estamos de acuerdo en algo -  pero ahora le parecía de lo mas tierno,  sonriendo de medio lado.

 

- ¡¡tú cállate... delincuente común!!! - a punto de estallarle una vena en su frente.

 

- ¿Cómo me dijiste? - Adelantándose unos pasos hacia la cama - talvez deberías pedirle al idiota de los ojos de sanguijuela  con anemia que te cuide - el que hablaba no era el sino los celos.

 

- eso seria... grandioso - recordando la amabilidad del castaño al tiempo que sus ojos brillaban.

 

El azabache replico - que pena,  perdiste tu oportunidad - el rubio le sonrió ampliamente lo que desconcertó bastante al azabache.

 

- Neji regresa en la tarde siiiiii... ¿no es fabuloso? - sin dejar morir la sonrisa.

 

- ¡basta ya!,  se hará lo que yo dije y punto - mirando al rubio y al azabache de forma que no cabía protesta.

 

- ¿no podrías cambiarle el castigo? Digamos... por algo como picar piedras,  limpiar los baños públicos,  pasear perros,  barrer las calles o mejor aun... tener una cita con Sakura... la adora - usando el sarcasmo aprendido del mejor maestro,  Uchiha Sasuke.

 

Sasuke como era obvio no se quedo callado -  todo eso es preferible a tener que soportarte...  ya eres pesado estando sano no digamos estando inválido - todo aquello parecía  una puesta en escena en la que imperaba el sarcasmo como protagonista.

 

La Hokage se levanto de la cama -  te iras después del desayuno que muy amablemente te traerá tu asistente en funciones... desde ahora - caminando a la puerta - iré a visitarte cada día para ver que todo marche correctamente - amenaza camuflada para el ojinegro.

 

- nos iremos al atardecer,  no quiero que nadie me vea cargar contigo - con pose de superioridad.

 

Naruto fijo su mirada en la ventana -  eso me dará la oportunidad de ver a Neji antes de irme - dando un largo suspiro.

 

Sasuke gruño por lo bajo -  cambie de opinión,  partiremos después del desayuno - no dejaría que el ojiblanco  viera de nuevo al kisune si podía evitarlo.

 

- quiero ramen - el azabache lo miro desde la puerta por la que estaba a punto de salir tratando de escapar  de allí y al mismo tiempo deseando quedarse.

 

- ¿Qué dijiste? - parándose en medio de la habitación.

 

- el desayuno... ¿lo recuerdas? Quiero ramen - el rubio pensó que tal vez era la ocasión perfecta para vengarse un poco del Uchiha por tantos malos ratos que le había hecho pasar.

 

Sasuke se acerco al kisune rechinando los dientes -  te advierto que no estoy dispuesto a satisfacer todos tus caprichos ¿entiendes? - el rubio ladeo su cabeza poniendo boquita de pez.

 

- de acuerdo,  le diré a Tsunade-obacha que no sirves para esto,  lo cual quiere decir que el gran Uchiha Sasuke no puede lidiar con  lo que se le asigna como todo el mundo creía... ¿decepcionante no? - los ojos del azabache echaban fuego como si se hubiese tragado una pimienta con todo y semillas.

 

- sabes muy bien que aquí no tienen ramen,  así que... - tratando de no salirse de sus casillas,  lo cual era muy difícil - ... portare como un buen dobe y comete tu avena como cualquier enfermo ¿esta claro? - casi encima del rubio.

 

- lo único que esta claro es que estas dos semanas se convertirán en las más largas de toda mi vida... o quizás no,  tal vez te deshagas de mi antes de lo que piensas - bajando su mirada hacia el yeso en su brazo.

 

- ¿piensas morirte? - sonreía de con burla el azabache

 

Naruto: pensaba en algo mas... agradable - el rostro del Hyuuga paso por lamente del ojinegro.

 

- ... no si puedo evitarlo - murmuraba el ojinegro mientras se acercaba a la puerta.

 

- ¿dijiste algo? - con la ingenuidad que siempre  caracterizaba al ojiazul.

 

- ¿de que sabor? - desde la puerta.

 

- ¿Qué cosa? - tratando de acomodarse en la cama obviando el dolor en sus costillas.

 

- el ramen... uzuratoncachi - la sonrisa del rubio se borro.

 

- Oooh... eso,  cambie de opinión... - el azabache puso rostro de querer cometer un asesinato - quiero helado,  un gran y sabroso helado - el Uchiha recorrió la distancia entre la puerta y la cama en un segundo.

 

- ¡nadie come helado para desayunar,  al menos nadie que sea normal! - si el kisune trataba de sacarlo de quicio,  lo estaba logrando.

 

- ¿insinúas que no soy normal? - inflando sus cachetes.

 

Sasuke agitaba sus brazos frente al kisune -  ¡nada en ti es normal,  empezando por esas marcas que tienes en tu cara... - punto a favor del Uchiha - ... tu gran estupidez y... ¿Qué es esto?! - mirando una frase escrita en el yeso del brazo del ojiazul que decía,  "recupérate pronto,  con amor Neji".

 

Naruto al ataque -  ¿lindo no lo crees? - el termómetro de los celos del azabache rayaba en el rojo y seguía en aumento.

 

- como un grano en el trasero - de vuelta a la puerta de la habitación.

 

- me asombras... perfecta descripción de ti mismo - portazo por parte del azabache - tonto... hubiera preferido que fuera tu nombre el que estuviera escrito aquí,  eso es tan difícil como que a Ero-sennin se le quite lo pervertido - suspirando tristemente - será mejor que deje de pensar en eso - pasando sus dedos por el nombre escrito en el yeso.

 

 

Salio a la calle dando grandes zancadas y los puños apretados a sus costados,  afortunadamente había una heladería cerca del hospital por lo que no tendría que alejarse demasiado,  en estos momentos no quería estar lejos del kisune para no dar oportunidad a otros de acaparar su atención,  aunque se sintió aliviado al pensar que después de sacarlo del hospital y llevarlo a su casa nadie interferiría,  ya que lo tendría solo para el y a su merced... o eso pensaba.

 

 

El grito de la pelirrosa hizo que su piel se erizara -  ¡Sasuke-kun! - corriendo hacia el,  el azabache puso cara de fastidio.

 

- Sakura... - con total desgano.

 

Con los ojos como corazones - que bueno,  hacia tiempo que no te veía - poniendo sus manos a la espalda y cara de niña buena.

 

- Sakura... nos vimos ayer por si lo olvidaste - siguiendo su camino.

 

Siguiéndole el paso -  jeje... tienes razón,  pero para mi es como si hubiera pasado un siglo - exagerada.

 

Sin ni siquiera mirarla -  ¿Qué quieres? Estoy ocupado - tratando de deshacerse de ella.

 

No dándose por vencida insistió -  ¿A dónde vas?  ¿Puedo acompañarte? - pagándose a el como chicle.

 

- tengo que volver con Naruto - después de pedir el más grande helado del menú del establecimiento y emprendiendo el camino de regreso con una molesta pelirrosa tras el.

 

Sakura hizo una mueca desagradable al escucharlo -  ¿Naruto? - Hasta el nombre en si le molestaba - ya recuerdo,  se trata del incidente de esta mañana que de seguro el mismo provoco con su torpeza... se tiene merecido lo que le pase - hasta ahí llego la paciencia del azabache.

 

- ¿no tienes nada que hacer? - Mirándola con ganas de golpearla - por que yo si,  adiós - saltando al tejada mas cercano y alejándose de allí.

 

- ¡Sasuke-kun! Rayos se me escapo - valla idiota.

 

 

Unos cuantos tejados después llego al hospital y de nuevo a la habitación del kisune,  abrió despacio la puerta y estuvo un momento contemplándolo sin que este se diera cuenta de su presencia,  por otro lado el ojiazul veía hacia la ventana con  rostro sereno y mirada suave mientras la brisa de la mañana movía su cabello rubio delicadamente,  todo un delicioso cuadro para la vista del azabache al cual no le quedaba mas remedio que admitir que el kisune era realmente hermoso,  y nuevamente le angustiaba el hecho de que alguien se lo hiciera saber antes que el,  aunado a la gran posibilidad de que el rubio se dejara llevar por la primera persona que le demostrara algo de cariño sincero y verdadero.

 

 

- aquí tienes,  comételo rápido para poder largarnos de aquí - entregándole el embase al rubio que lo abrió con gran entusiasmo.

 

- ¿Qué es esto? Te pedí helado no una merengada - era como había quedado después de la agitada carrera del azabache por escapar de la pelirrosa.

 

- entonces bébela y terminemos de una maldita vez - con cara de malas pulgas.

 

- ¿no que no querías que nadie te viera cargando conmigo?... Podrías dañar tu reputación - poniendo el helado... digo la merengada a un lado.

 

-no es algo que me interese... ¿Qué,  ahora me dirás que necesitas una pajilla para beberte esa cosa? - apoyando sus puños en la cama.

 

- creo que si lo hiciera mi estomago lo resentiría,  solo me resta... - mirando a todos lados de la habitación - ¿Dónde esta mi ropa? - que no veía por ningún lado.

 

- ¿para que la necesitas? Pienso que esa bata te queda de maravilla... - riendo socarronamente - ... le agregamos unas flores y te parecerás a una damisela en su primer baile - el kisune se puso a gruñir mientras buscaba algo que lanzarle al azabache ¿adivinan que?,  justamente eso.

 

- ¡eres un pesado y un idiota!!! - al tiempo que el embase de... a estas alturas ya no se ni que es,  caía en la cabeza del azabache bañándolo desde las puntas del cabello hasta los pies.

 

Sasuke no pudo reaccionar a tiempo -  ¡baka,  mira lo que hiciste! ¿Ahora como se supone que saldré de aquí? - pasando sus manos por la cara para quitar el liquido pegajoso de sus ojos.

 

- no te preocupes por eso...  solo tienes que pedir un modelito como el mió para hacer juego - devolviéndole el cumplido.

 

El ojinegro resoplaba parte del liquido de su boca -  ¿crees que ya termino? - acercándose peligrosamente al rubio.

 

- ¡¿Q-que vas a hacer... espera,  será mejor que te quedes donde estas! - el Uchiha extendió sus brazos y tomo la cara del rubio con sus pegajosas manos y la acerco a la suya para restregar ambas.

 

- ahora estamos iguales uzuratoncachi - la cara,  el cabello y parte del pecho del kisune había quedado adornado y pegajoso del dichoso helado-merengado al igual que el azabache.

 

Naruto sacudió su cara -  ¡después dices que yo soy el infantil!!  Rayos ahora necesitare un buen baño - al Uchiha se le ilumino la mirada.

 

- descuida... me ocupare de eso cuando lleguemos - dijo el azabache tratando de sonar indiferente.

 

- ¿escuche bien...  dijiste que tú me bañaras... a mí? ¡JA,  en mil años o que Ero-sennin se meta a monje ¿comprendes? - sentándose a duras penas en el borde de la cama.

 

- no se porque tienes tanto problema con eso... los dos somos hombres ¿no es así? - En realidad quería saber cual seria el pretexto que pondría el ojiazul - además ya te he visto antes - el rubio se sonrojó hasta las orejas pero gracias al maquillaje involuntario no se noto nada.

 

- ¡eso no es verdad!! Yo nunca... he estado desnudo frente a ti - saltando de la cama sobre su pie sano,  lo que no fue buena idea pues se fue hacia atrás tratando de mantener el equilibrio,  a dios gracias cayo de espaldas sobre la cama - ¡nunca me has visto desnudo,  nunca!!! - el azabache se coloco por sobre el sin llegar a tocarlo y apoyo sus manos a los costados del cuerpo del rubio.

 

Al azabache le pareció adorable la reacción del kisune -  ya sierra la boca ¿quieres? No se porque le das tanta importancia a eso - mirando a los ojos azules frente a el.

 

Naruto trataba de recordar algún momento en que hubiera pasado tal cosa -  ¿Cuándo... cuando fue que me viste? - necesitaba saber.

 

- ¿recuerdas cuando estábamos en el bosque de la muerte durante la prueba para conseguir los pergaminos?... - el kisune trato de hacer memoria pero ningún momento específico venia a su cabeza - ... ¿cuando te metiste en el río a pescar la comida? - el cerebro del rubio se encendió como un bombillo.

 

- mientes,  no estaba desnudo... Sasuke - poniéndose serio.  

 

- Hmm... es cierto,  estabas casi desnudo, pero lo que no mostrabas... podía imaginarlo - eso si que sonaba extraño pensaba el kisune.

 

- ¿Qué eres tu... alguna clase de pervertido? - el azabache sonrió un poco.

 

- no,  solo un buen observador - la confusión de Naruto iba en aumento.

 

- ¿Por qué tendrías tú que estarme observando? ¡Si lo único que querías era que te consiguiera la comida sin tener que mojar tu propio trasero!! - siempre era lo mismo con el,  ciertamente lo sacaba de sus casillas con un mínimo esfuerzo.

 

- ese es el punto... no había nada que observar - la gota que derramo el baso,  el kisune serró sus ojos un momento para después mostrar su mas grande sonrisa,  lo que descoloco por completo al moreno puesto que esperaba el efecto contrario.

 

Naruto paso su lengua por sus labios - Mmh...¿sabes? Alguien me dijo que yo era muy atractivo... - la media sonrisa del azabache desapareció al instante - ... y que no dejara que nadie me dijera lo contrario,  tal vez esa persona aprecia mas mi cuerpo de lo que tu... lo desprecias - manteniendo su sonrisa.

 

Suficiente para el ojinegro -  nos vamos - cargando al rubio en sus brazos para luego salir a la calle sin importarle un pimiento las fachas que lucían.

 

- ¡¡Oye Cuidado!!,  ya tengo suficiente con mis huesos rotos para también morir por asfixia -  por lo fuerte que el Uchiha abrasaba.

 

 

Tanto las enfermeras como los pacientes en recepción los miraban como si ambos hubieran perdido un tornillo, pero nadie se atrevía a hacer un comentario al respecto debido  a lo mal encarado del rostro del Uchiha así que prefirieron guardar silencio al igual que cualquiera con quien se cruzaran,  después de todo se trataba de Uchiha Sasuke y punto,  después de haber recorrido varias calles donde el kisune trataba de respirar de nuevo...

 

 

Naruto miraba a todos lados mientras pasaban las calles -  aguarda un segundo... por aquí no se va a mi casa - algo mosqueado.

 

- iremos a la mía - respondió el azabache,  decidido y sin detenerse.

 

- ¿y quien decidió eso? - agarrando la camiseta del azabache por el cuello.

 

- me dieron a elegir,  ¡y si no te quedas quieto te dejare en medio de la calle! - algo exaltado.

 

- ¡me vale... ¿podría alguien ayudarme con este loco por favor?! - petición al viento puesto que no había nadie circulando por el atajo que el ojinegro había tomado - ¡alguien... ¿me escuchan? - ni lo escuchaban ni podía seguir gritando porque el azabache tapo su boca con la suya uniendo sus labios por casi medio minuto en los que el kisune ni siquiera parpadeaba por la sorpresa.

 

Al separar sus labios - ¿te quedaras más tranquilo? - el rubio tenia cara de no poder creer lo que  el azabache había hecho para callarlo.

 

Al kisune se le encendió la alarma del amor propio -  ¡¿crees que soy un gato  que al pasarle la mano se quedara idiotizado y pidiendo mas?! ¡Y si lo hiciera no seria precisamente a ti! - a punto de estallar en ira.

 

- se que preferirías al ojos de pescado muerto... pero ahora solo estoy yo - poniéndole punto final a esa discusión.

 

Naruto de repente se sintió pesado -  tú lo has dicho... por ahora - encogiendo su cuerpo en los brazos del azabache el cual se extraño ante el gesto.

 

- ¿Qué sucede Naruto? - preocupado.

 

El kisune solo susurraba -  solo estoy cansado... llévame donde quieras y has lo que quieras - serrando sus ojos y apoyando su cabeza en el pecho del Uchiha.

 

Sasuke lo miraba con ternura -  ¿te rendiste? - pegando su mejilla al cabello del kisune.

 

- solo de momento...  no te des tanta importancia... - en un hilo de voz antes de quedarse dormido.

 

- tu la tienes... mi... - lo siguiente solo lo pensó para si mismo.

 

 

Rato después se encontraba entrando a su casa con su preciada carga la cual llevo directamente al baño para sacar todo el sucio pegajoso del cuerpo del rubio y del suyo,  lleno la tina con agua caliente y se sentó en el borde de esta con el kisune entre sus brazos,  el cual continuaba profundamente dormido lo que hacia que pudiera contemplarlo a sus anchas,  puesto que para sacarle la bata tenia que despertarlo opto por rasgarla al igual que su ropa interior para no causarle mas daño a sus heridas,  a pesar que estaba cubierto por el sucio del helado se veía adorable,  tomo la esponja y la sumergió en el agua caliente para después pasarla suavemente por el rostro del kisune a fin retirar la suciedad,  el ojiazul aun dormido  movía su cabeza para recibir las caricias de la suave esponja con sumo placer podría decirse,  lo que hacia que el Uchiha deseara pasar su lengua y labios por el rostro del kisune en lugar de la impersonal esponja.

 

 

Naruto recibía las caricias de la esponja con deleite -  Mmm delicioso... suave y calentito - mientras abría sus ojos - es tan... ¡Aaaah... ¿Qué haces?!! - moviéndose tanto que termino dentro de la tina con todo y yeso.

 

- me ahorraste el trabajo dobe - quitándose la ropa,  el kisune lo miraba alarmado.

 

- ¿no,  no iras a...? ¡No quiero que te metas aquí conmigo! - tapando lo poco que podía de su cuerpo.

 

Sasuke lo miro desde arriba -  ¿por? - con un pie dentro de la tina y el otro afuera todavía.

 

- por-porque... - desviando sus ojos del cuerpo desnudo del azabache - ... aunque pensándolo bien... no hay problema,  tu no eres de los que gustan del cuerpo de otro hombre ¿cierto? - tomando la esponja que flotaba entre la espuma.

 

El azabache entro a la tina -  "así es... solo me gusta el tuyo,  aunque me sea imposible decírtelo aun" parece que el comer tanto ramen todavía no te ha secado todas las neuronas - sentándose frente al rubio que restregaba su cabello con la esponja.

 

- ¡¡rayos!!  Es difícil lavarse el cabello con una sola mano. ¿Qué haces? - el azabache tomo su pierna enyesada y la coloco en el borde de la tina y fuera del agua al igual que el brazo derecho del kisune.

 

- tienen que secarse antes de que se deshagan imprudente - tomando el champú y poniendo un poco en la cabeza del rubio que con su pierna y brazo colgando fuera de la tina se sentía abierto y expuesto como para una disección - déjame a mi hacerlo - hundiendo sus dedos entre el cabello rubio al tiempo que se colocaba entre las piernas del kisune... muy cerca.

 

Naruto: yo... puedo. Estoy inutilizado pero no muerto - tratando de quitar las manos del azabache de su cabello pero este la agarro y la coloco en su propio pecho junto con la suya,  el rubio trago saliva al sentir su garganta tan seca como el mismo desierto.

 

-no puedes,  o yo no tendría que estar aquí - volviendo a la tarea de lavar el cabello del kisune.  

 

El rubio dejo resbalar su mano por el pecho del ojinegro hasta retirarla por completo,  y mientras lo hacia el azabache serró sus ojos al sentir la suave caricia que lo estremeció por completo al tiempo que  deseo que esa mano permaneciera sobre su pecho para siempre,  pro no encontró una excusa valida para volver a ponerla en contacto con su piel.

 

- lo se... se que esto significa un gran sacrificio para ti pero... - echando su cabeza hacia atrás mientras el azabache enjuagaba su cabello - ... ¡tu le lo buscaste! Y si no estas conforme solo llévame a mi casa y le pediré a otra persona que me ayude - serrando sus ojos para que no entrara jabón en ellos,  lo que lo hizo perderse del gesto de incomodidad y rabia del rostro del azabache.

 

- ¿otra persona? - Echando agua en la cara del kisune - ¿el Hyuuga quizás,  o tal vez Shikamaru o Kiba? -  mientras rodeaba con sus brazos al ojiazul a modo de poder retirar el vendaje que envolvía parte de su pecho y cintura,  el rubio no pudo menos que ruborizarse al sentir esos brazos rodeando su cuerpo.

 

Naruto se movía incómodamente -  al menos a ellos no les desagrada mi compañía - respirando en el cuello del azabache y haciendo un enorme esfuerzo para evitar el deseo de  besarlo.

 

- no solo quieren tu compañía baka... te quieren a ti - botando las vendas al piso.

 

- ¿de que hablas? Ellos son mis amigos - el azabache golpeo con ambas manos los bordes de la tina.

 

El Uchiha se puso verde de los celos - ¡¡y más de uno quisiera meterte en su cama y devorarte por completo uzuratoncachi!! - intuyéndolo a el,  el kisune empezó a reír con ganas.

 

- estas loco de remate... aun si así fuera eso no tiene porque importarte  a ti,  además... yo ya tengo a alguien en quien pensar - las manos del azabache estaban blancas de tanto apretar los bordes de la tina,  eso no estaba incluido en sus perspectivas.

 

La voz del ojinegro destilaba veneno -  ¡valla!,  ¿Quién lo diría,  así que reconoces que te gustan los hombres? Es una verdadera sorpresa viniendo de ti.  Lo tenias bien escondido... farsante - dominado por los celos no se daba cuenta lo que esas palabras significaban para el kisune,  el  quería ser el único que llenara el corazón del kisune dorado.

 

- ¿y eso me hace menos humano que tu? - el dolor en su pecho era insoportable tras haber escuchado las palabras del que significaba tanto para el en su vida - quiero salir de aquí - intentando levantarse pero por mucho esfuerzo que hiciera no podía - ¡demonios! - lagrimas de frustración recorrieron su rostro.

 

Sasuke apretó su mandíbula reprochándose a si mismo por sus palabras y por hacer sentir mal al kisune con ellas -  será mejor que no te esfuerces o tus huesos no sanaran adecuadamente - levantándolo de la tina y envolviéndolo con una toalla.

 

 

Naruto ya no dijo una palabra,  tan solo se mantenía en silencio dejando al azabache ocuparse de todo lo demás,  fue depositado en la gran cama en el centro de la habitación para después ser secado delicadamente por el Uchiha el cual también le coloco ropa interior limpia,  peino los cabellos rubios con sus dedos produciendo una muy agradable sensación tanto a el como al ojiazul,  finalmente lo recostó en la cama por un momento mientras salía de la habitación.

 

 

El ojinegro busco algo en un cajón -  traeré  vendas limpias,  enseguida vuelvo - después de ponerse tan solo un pantalón cortó sin nada debajo,  cero ropa interior.

 

Naruto: ...

 

- ¿duermes? - volviendo con las vendas que había tomado de su equipo de ninja - lamento despertarte pero tengo que colocarte las vendas - subiendo a la cama y colocándose sobre los muslos del kisune con sumo cuidado - sujétate de mi - atrayéndolo hacia el y rodeando su propio cuello con los brazos del kisune - sujétate bien mientras te pongo las vendas -  pasando la tela por el pecho del kisune.

 

 

Tal vez había sido el baño o quizás la amargura que sentía por lo dicho por el  azabache,  el echo era que sus fuerzas al igual que su motivación habían decaído,  por lo que cruzo sus brazos en la espalda del ojinegro tocando su piel con las manos abiertas y apoyo su cabeza en el hombro de este y serró sus ojos,  el toque de las manos del ojiazul sobre su piel hacia que la tentación de besarlo y acariciarlo aumentara de manera insospechada,  tenia que terminar pronto con lo que hacia si no quería que el kisune se diera cuenta de que su amiguito se estaba poniendo en guardia.

 

- listo,  ahora descansa... mas tarde te traeré algo de comer,  pero no esperes que sea ramen - acomodándolo en la cama para después taparlo delicadamente con la manta y aunque se moría por besarle la frente se contuvo - "aun no... quiero que cuando lo haga tu también lo desees tanto como yo,  no se quien será el idiota en el que piensas,  pero yo cambiare eso... are que te enamores de mi antes de que te recuperes por completo y quieras abandonar esta casa y... a mi" - pensaba mientras miraba al kisune desde la puerta de la habitación.

 

 

Las horas fueron pasando hasta que el atardecer se hizo presente,  el Uchiha iba y venia desde la cocina a la habitación a modo de chequear que su kisune,  al menos el ya así lo consideraba,  estuviera tranquilo y descansando placidamente,  en ocasiones pasaba su mano con cuidado por la mejilla del ojiazul afín de que este no se diera cuenta y regresaba a la tarea de hacer la cena para cuando despertara y con bastante hambre de seguro después del infructuoso desayuno ¿recuerdan?,  el sonido de alguien golpeando la puerta lo saco de sus cavilaciones,  arrojo el paño que tenia en sus manos sobre la mesa maldiciendo a cualquiera que estuviera molestando en la entrada.

 

 

Sasuke abrió la puerta de golpe -  ¿Qué quieres? - con cara de pocos amigos.

 

- en el hospital me informaron que te habías llevado a Naruto y me pareció lógico pensar que lo traerías a tu casa en lugar de  la suya... quiero verlo - dijo el Hyuuga con determinación en su voz.

 

Lo que no importo para nada al ojinegro -  aun duerme - en un tono nada agradable.

 

- no importa  - dando un paso adelante el castaño.

 

- tendrás que volver en otra ocasión - franqueando la entrada para darle a entender al ojiblanco que no era bienvenido.

 

- ¿me prohibirás verlo? Ahora entiendo  porque lo trajiste aquí.  En su casa te hubiera sido imposible negarle la entrada a cualquiera que quisiera visitarlo ¿no es así? - el ojinegro sentía ganas de golpearlo por tener que reconocer que tenia razón.

 

- estas mal interpretando - haciéndose a un lado - si quieres puedes esperar a que despierte - guiándolo hasta el salón.

 

Naruto abrió sus ojos -  ¿Sasuke estas ahí? - con voz apremiante.

 

Música para los oídos del azabache -  aquí estoy... tienes una visita - sentándose en la cama.

 

- quien quiera que sea ¿podría esperar? Es que quiero ir al baño - sentándose en la cama.

 

- ¿quieres que te ayude? -  el castaño asomo su cabeza por la puerta de la habitación.

 

- ¡Oh... Neji! Hola... esta bien,  Sasuke me... - el azabache lo tomo en brazos feliz por que lo hubiera elegido por encima del Hyuuga,  al menos era un comienzo - enseguida vuelvo - aforrándose al cuello del ojinegro.

 

- esperare en el salón - el rubio sonrió.

 

- de acuerdo,  enseguida estaré contigo - el castaño desapareció por el pasillo.

 

Sasuke no pudo resistir el preguntar - ¿es el la persona en la que piensas? - entrando al baño.

 

- ¿Por qué crees eso? - algo sorprendido por la pregunta tan directa del azabache.

 

- ¿la forma en que lo miras y le sonríes tal vez? - con palabras tan amargas como  liquido biliar.

 

- creo que estas confundiendo las cosas.  El hecho de que me comporte así con el es producto de su amistad y amabilidad hacia mi... algo que tal vez tu no comprendas - el Uchiha sonrió de medio lado.

 

- si tú lo dices - aliviado por completo,  al menos el castaño había sido descartado.

 

- este... ¿como... como se supone que voy a...? -venia la parte difícil.

 

- te sostendré de la cintura.  Recuerda que no debes apoyar tu pie en el piso - el rubio pensó que  ir al baño nunca le había resultado una tarea tan difícil - te ayudare con esto - bajando la parte delantera de la ropa interior del rubio a espaldas de este mientras el kisune se sujetaba al hombro del azabache con su brazo sano.

 

- ya veo... pero yo... aaah ¿Qué haces? - sin previo aviso el ojinegro metió su mano en la aun semi baja ropa interior del rubio para tomar la hombría de este, y así ayudarlo a hacer lo que tenia que hacer,  lo cual el rubio olvido por completo al sentir el calor  de los dedos del azabache rodeando su miembro -no,  Sa... Sasuke no voy a po... poder - jadeando sin quererlo.

 

- claro que podrás. Déjame a mi... yo te ayudare - haciendo su abrazo más fuerte contra su cuerpo al tiempo que masajeaba el miembro del  rubio con vehemencia. 

 

el ojiazul echo su cabeza hacia atrás jadeando sin control por el  inmenso placer que recibía de mano de la persona que amaba en secreto,  el azabache marcaba un vaivén con su cuerpo frotando su propio miembro en el cuerpo del kisune provocando una enorme erección que el otro noto de inmediato,  los fuertes jadeos del Uchiha en el oído del kisune hizo que este olvidara por que estaban allí y como habían llegado a esa situación,   solo se dejo llevar por lo que sentía, a tal grado,  que sin pensarlo metió su mano en el pantalón del azabache para tomar su miembro, a lo que  este abrió su boca pero sin dejar escapar sonido alguno,  solo se dedicaba a morder la oreja y cuello del rubio con total frenesí.

 

- Sasuke... Mmm - con voz velada por el deseo y pasión.

 

- dioses... oooh Naruto - jamás su nombre se escucho tan sensual salido de otros labios.

 

 

Poco después ambos se corrieron con un largo y gutural suspiro mezclado con jadeos y sudor en los que los dos tocaron el cielo a la par,  de nuevo en la realidad el kisune dándose cuenta de lo que había pasado quiso que la tierra se lo tragara a diferencia del azabache que aun deseaba mas...  mucho mas y lo demostraba no queriendo despegarse del cuerpo  del kisune al que todavía besaba el cuello con sus labios calientes mientras le acariciaba el pecho con sus manos sudorosas.

 

 

- ¿Qué fue eso,  alguna clase de experimento de tu parte? - empujándolo con su codo para que se apartara de el sin importarle ir a dar al piso al perder su apoyo - con esto queda demostrado que en definitiva me gustan los hombres ¿no era eso lo que querías constatar? ¡Felicidades lo lograste! - apoyándose en la pared frente a el para no caerse - lo que no duro mucho puesto que el azabache lo tomo en brazos y lo puso de nuevo en la cama y serró la puerta de la habitación con llave al salir.

 

Sasuke camino hacia el salón pensando en lo que había pasado - será mejor que vuelvas mañana,  Naruto no se siente muy bien - el castaño lo miro extrañado.

 

- ¿sucedió algo? hace un rato el... - el azabache casi lo empujo a la puerta de salida.

 

- hasta mañana - serrando la puerta en su nariz.

 

Neji pensó que algo había pasado en el lapso en el que rubio pidiera ir al baño y lo averiguaría -  claro que volveré - retirándose del lugar.

 

- y ahora... a poner las cosas en su  lugar,  pero antes... - regresando a la habitación no sin antes pasar por la cocina para llevarle la cena a su kisune - hora de cenar - abriendo la puerta.

 

- que amable de tu parte pero ya lo hice - el ninja-copia se apoyaba en la ventana de lo mas relajado.

 

- ¿Qué haces aquí? - Mirando por toda la habitación - ¿y donde esta Naruto? - poniendo la bandeja de la cena sobre la cama vacía.

 

- en realidad no lo se - el azabache lo agarro por el chaleco con  mirada de  loco en sus ojos.

 

- ¡no juegues conmigo! - Haciendo cada vez mas fuerte su agarre - ¡es imposible que se halla ido por si mismo ¿me crees idiota?! - echando fuego por todos sus poros,  el peligris tomo sus manos y lo separo de el.

 

Kakashi lo miro con paciencia -  de acuerdo... mi bushin lo llevo a su casa - el ojinegro hizo un gesto de rabia al tiempo que apretaba sus puños.

 

- ¿Por qué lo hiciste? - bajando su cabeza y cubriendo sus ojos con su cabello.

 

- el me lo pidió... no se lo que paso entre ustedes.   No me dio detalles,  pero te recomiendo que lo dejes solo por ahora,  al parecer necesita pensar... y creo que tu también - a punto de salir por la ventana por la que había entrado.

 

- lo quiero aquí.  Lo necesito aquí...  conmigo - sentándose en la cama.

 

- ¿y que me dices de sus necesidades? - Sentándose en la cama al lado del ojinegro - ¿Qué es lo que realmente quieres de el? ¿Su cuerpo o su corazón? - el azabache apretó sus manos en sus rodillas.

 

El ojinegro estaba seguro de lo que quería pero no se lo diría a nadie que no fuera su rubio dorado - yo... - bajando su rostro.

 

- será mejor que lo averigües pronto o lo perderás para siempre a manos de alguien mas - saltando por la ventana al tiempo que decía - no te preocupes,  me encargare de el hasta que sane... hablare con la Hokage,  créeme es lo mejor - desapareciendo en la noche.

 

- Naruto... esto aun no termina - dejándose caer de espalda en la cama.

 

 

Seis días habían pasado a los que al azabache le habían parecido  siglos,  ahora recordaba el echo de que nunca había podido estar demasiado tiempo sin tener al rubio revoltoso a su lado, mas ahora sabia lo que en ese entonces ignoraba concientemente y deseaba en su inconciente,  el peligris trataba de mantenerlo ocupado realizando pequeñas misiones dentro de la aldea junto con Sakura para después ocuparse de su tarea para con Iruka,  a decir verdad la única que estaba contenta con toda esa situación era la pelirrosa,  pues podía permanecer a solas con el Uchiha la mayor parte del día sin que el rubio estuviera revoloteando por ahí,  ya que cuando eso sucedía el azabache trataba por todos los medios de molestarlo lo suficiente para captar su atención hasta hacerlo desear pelear con el y apartarlo del lado de la pelirrosa,  pues sabia de la atracción que ella ejercía sobre el y aunque eso ya no le preocupaba después de saber las inclinaciones sexuales de su kisune,  como también sabia que había otros peligros potenciales de los que tenia que deshacerse,  metafóricamente hablando,  para su tranquilidad emocional y porque tampoco estaba dispuesto a perder a su kisune ante nadie. 

 

 

- ¡Nee... Sasuke-kun! ¿Qué te parece si vamos a tomar algo después de terminar aquí? - el ojinegro hizo caso omiso a las palabras de la Haruno.

 

Un anciano se acerco a ellos -  ¡buen trabajo muchacho! -  mirando las cestas llenas en el suelo - mi reumatismo hacia imposible que yo las cosechara antes de que se pudrieran en los árboles - contemplando las hermosas manzanas rojas que llenaban  las cestas al lado de la bodega en donde serian almacenadas - pueden tomar unas cuantas para llevarlas a casa - el azabache miraba las rojas manzanas pensando en una persona en especial.

 

Sakura junto sus manos entusiasmada -  gracias,  es usted muy amable - tomando barias de ellas al igual que el Uchiha.

 

El Uchiha miro al anciano -  ¿usted también hace jalea,  no es así? - El aldeano asintió - ¿podría venderme un frasco?  - la pelirrosa lo miraba con interés pensando que tal vez el frasco era para ella.

 

- aquí tienes... o no,  no hace falta que me lo pagues,  es un regalo para ti jovencito - rechazando el dinero que el azabache le tendía.

 

- se lo agradezco mucho anciano - tomando el tarro en su mano mientras con la otra sujetaba su camiseta con las manzanas que llevaría a su casa o más bien a casa de su rubio dorado.

 

- ¿entonces Sasuke-kun,  me acompañas a beber un jugo? - pegada a al azabache como la mugre a la uña.

 

- tengo algo urgente que hacer - apresurando el paso.

 

- ¡espera Sasuke-kun te acompañare! - corriendo como loca para alcanzarlo.

 

- ¡NO! - La pelirrosa se paralizo al ver la iracunda expresión en el rostro del azabache - esto tengo que hacerlo solo - saltando al tejado mas próximo y desapareciendo luego.

 

- Sasuke-kun... - apretando las manzanas en su regazo hasta casi aplastarlas.

 

 

La distancia que había entre el huerto de manzanos y la casa del kisune era relativamente corta pero la ansiedad del azabache por llegar hasta allí le hacia parecer como si estuviera en otro planeta,  no obstante esta vez estaba decidido a ver a su rubio fuera como fuera,  había llegado al limite de su resistencia siendo que desde el día que el kisune abandono su casa no lo había vuelto a ver y eso lo traía al desquicio de su salud mental y prácticamente al borde de hacer una locura.

 

 

- ¿Qué haces aquí? - topándose con alguien no muy grato para el parado en la puerta del ojiazul.

 

El ojiblanco solo miro -  espero... y respecto a lo que hago aquí,  diría que lo mismo que tu... supongo - sin inmutarse por la presencia del azabache en el lugar.

 

Sasuke quería indagar el puposito de la visita del Hyuuga -  ¿acaso no te dejo entrar? - el castaño esbozó una pequeña sonrisa.

 

- el no haría eso... simplemente no esta - con toda tranquilidad.

 

- entonces no me queda mas remedio que... hacerte compañía - sentándose en el piso junto a la puerta del lado contrario al castaño.

 

- hasta que por fin lo admitiste... ya era tiempo - el azabache levanto sus ojos hacia el Hyuuga recelosamente - simplemente acabas de descubrir lo que yo ya sabía desde siempre,  creo que eres tu el único que no se había dado cuenta o... se negaba a reconocerlo - siempre había estado convencido de ello.

 

- ¿admitir? No se de que hablas - colocando las manzanas y el tarro de jalea junto a la puerta.

 

- te gusta Naruto,  incluso podría afirmar que lo amas ¿tan difícil te resulta asimilarlo o es que tu orgullo te impide que los demás sepan que te has enamorado de un hombre? El orgullo solo te apartara de lo realmente importante... créeme yo lo se - el azabache escuchaba atentamente las palabras del castaño al tiempo que sentía la verdad en cada una de ellas.

 

- ¿a que viene todo eso? - Levantándose y colocándose frente al castaño - por tus palabras se diría que a ti también te interesa Naruto ¿acaso tu también lo amas? - esa pregunta la había tenido atragantada desde que lo viera siendo tan "cariñoso" con su kisune.

 

- así es... pero de una manera diferente a la tuya - acercándose un poco al azabache.

 

Sasuke: ¿diferente en que forma? - mirándolo directamente a los ojos.

 

- con un amor fraternal podría decir... pero que podría convertirse en un amor como el tuyo o tal vez mayor... - por eso el azabache siempre lo había sentido como un rival - ... el posee ese efecto,  aquellos que llegan a conocerlo de verdad no pueden evitar sentir simpatía,  amistad e inclusive amor,  el sentimiento de querer protegerlo de todo y de todos los que intenten hacerle daño sobrepasa cualquier cosa - caminando unos pasos hacia la escalera - te daré la oportunidad de hacerlo feliz... si es que te acepta,  pero no permitiré que le hagas daño por ningún motivo,  si eso llegara a pasar... lo apartare de tu lado así tenga que enfrentarme contigo - palabras salidas del corazón.

 

- ¿es amenaza o advertencia? - aunque no se sentía molesto.

 

- es lo que yo llamo juego limpio - tendiéndole su mano,  el azabache dudo por un instante pero al final estrecho la mano del castaño reconociendo su innegable buen juicio - al parecer no piensa llegar a su casa esta noche... ¿me pregunto donde estará? Ya es algo tarde... siempre cabe la posibilidad de volver mañana ¿no lo crees? - levantando su mano.

 

- esperare un poco mas - al tiempo que apoyaba su espalda en la puerta,  el castaño sonrió y se despidió - ¿Dónde estas Naruto... y con quien? - serrando sus ojos.

 

 

Un par de horas después el Uchiha decidió retirarse a su casa pues tenia que presentarse en el puente por la mañana para recibir la misión del día asignada por parte del peligris,  otro tedioso día sin la grata y deseada compañía de su kisune y la fastidiosa cercanía de la pelirrosa insufrible... o al menos era lo que creía.

 

 

- ¡Ohayo Sasuke-kun! - Agitando su mano mientras corría hacia el puente al encuentro del azabache,  cara de fastidio por parte del Uchiha - ¿Qué será lo que haremos hoy? - importándole un pepino lo que fuera siempre y cuando estuviera al lado del ojinegro.

 

 

El azabache mantenía sus brazos apoyados en el barandal y con sus ojos serrados y cabeza baja daban la impresión de que el y solo el se encontraba en ese puente,  la palabrería de la Haruno no llegaba a sus oídos,  solo podía escuchar el sonido que la brisa producía en las hojas de los árboles a su alrededor y el calido toque de los rayos del sol en su rostro,  brisa que traía consigo un aroma muy familiar para sus sentidos,  la cual despertaban en su cuerpo el deseo y anhelo por otro cuerpo en particular,  aspiro con fuerza mientras sus ojos se abrían a lo que había estado deseando volver a ver desde hacia días.

 

 

- ¡buenos días Sakura-chan... Sasuke! - con su más hermosa sonrisa,  la Haruno no contesto por rabia y el azabache por quedarse contemplándolo como hipnotizado al tiempo que recordaba las palabras del castaño - parece que me extrañaron - ironizando un poco la bienvenida mientras ponía las manos atrás de su cabeza sin dejar de sonreír.

 

La pelirrosa se puso a la defensiva -  ¿extrañarte? - Mientras se pegaba al azabache - ¿Quién podría extrañar a un torpe como tu,  no es verdad Sasuke-kun? - buscando aprobación en el azabache que nunca encontró.

 

El rubio se acerco al barandal, aunque alejado unos pasos de los otros dos,  y apoyo sus brazos en el mientras serraba sus ojos dejando que la brisa jugara con sus cabellos rubios,  el ojinegro observaba su perfil maravillado por lo hermoso de su rostro y el brillo de sus ojos azules.

 

- cierto... no podría esperar otra cosa de alguien para el que nunca signifique nada...  solo diversión - los ojos azules se posaron en los negros - no tienen que alarmarse por mi presencia.  No vine a estropear su tan unido equipo... - caminando hacia el lado contrario frente a ellos - ... tan solo vine a despedirme - el azabache salio de su ensueño de un zarpazo - espero que cumplas con tu deseo de ser la honorable esposa de Uchiha Sasuke - mirando a Sakura, la cual sonrió con triunfo en su rostro - ¿quien sabe?...tal vez hasta podría llegar a ser el padrino de alguno de sus hijos - la sangre del ojinegro empezó a hervir con tan solo esa mención - así ustedes seguirán su sueño mientras yo voy tras uno de los míos - recordando las palabras dichas por todos a su sensei el día que formaron su equipo.

 

- ¿Qué se supone que significa todo esto Kakashi? - lanzándole una mirada de ultratumba al recién llegado mientras caminaba en dirección al kisune y lo acorralaba con sus brazos puestos a cada lado del cuerpo del rubio y apoyados en el barandal.

 

La Haruno presentía que algo andaba mal - ¿Qué haces Sasuke-kun? - agarrándolo del brazo y pegándose a el,  toque que el azabache sintió como si lo quemaran.

 

- ¡apártate! - empujándola a un lado y lejos de el.

 

- gracias por la jalea... estaba deliciosa - ese comentario apaciguó un poco al ojinegro pero encendió la ira de la pelirrosa.

 

- ¿jalea? - la que ella pensaba seria para ella, que tonta si así fuera se la hubiera dado en el mismo momento.

 

Sasuke lo miro a los ojos - ¿Qué te hace pensar que fui yo? - pegando su cuerpo al del rubio.

 

- me lo dijo un pajarito - el azabache sintió un fresquito por dentro.

 

- ¿Qué más dijo? - pregunto curioso el ojinegro, la pelirrosa observaba la escena preguntándose que pasaba allí.

 

- nada más - contesto el kisune muy serenamente.

 

Kakashi intervino ya que al parecer se habían olvidado de que el también estaba allí -  ¿podría alguien explicarme de que va todo esto? - acercándose a ellos.

 

- no es nada... solo me despedía - apartando los brazos del azabache de su cuerpo.

 

Kakashi se rasco la barbilla -  ah... eso - ganándose una mirada reprobatoria por parte del ojinegro.

 

- entonces es cierto... ¡¿no es así Naruto?! - abalanzándose sobre el  kisune con tal fuerza que los dos fueron a parar al río,  el azabache sobre el rubio pero inmediatamente el ojinegro cambio la situación.

 

- ¡¿Qué es lo que estas haciendo?! - Revolviéndose bajo el cuerpo del azabache - ¿Por qué siempre tienes que actuar así? -  tratando de darle vuelta a la situación pero el Uchiha lo tenia firmemente sujeto como para que pudiera moverse.

 

- tú me obligas a actuar así - recordando su pequeña pero ardiente sesión en el baño aquel día - la pelirrosa y Kakashi observaban desde arriba todo lo que ocurría.

 

Kakashi miro a la kunoichi a su lado -  debemos irnos Sakura... esto ya no es de nuestra incumbencia - tomándola por el brazo.

 

- ¿pero que dice Kakashi-sensei? Ese tonto de Naruto puede lastimar a Sasuke-kun - tratando de deshacerse del agarre del peligris.

 

- será mejor que lo olvides... Sasuke esta enamorado de Naruto desde hace mucho tiempo. Ya es hora de que se lo confiese por el bien de los dos - el rostro de la pelirrosa palideció y sus piernas no pudieron sostenerla debido al temblor ocasionado en su cuerpo por la noticia.

 

- ¡eso no puede ser verdad! ¡Sasuke-kun... Sasuke-kun no es de esos... pervertidos! - gritaba histérica.

 

El kisune sintió la voz de la Haruno como si fuera una puñalada - ¿eso es lo que se supone que soy? - Volteando su rostro a un lado,  el azabache lo levanto por la ropa para luego agarrar su mano con fuerza y salir del río para dirigirse al bosque donde nadie pudiera verlos - ¡suéltame,  ¿A dónde me llevas demonios? - el azabache jalaba su mano casi arrastrándolo.

 

- tengo algunas cosas que explicarte y otras que quiero que me digas - llegando al lugar que quería. 

 

 

El campo de entrenamiento del equipo siete, exactamente donde estaban ubicados los tres troncos de castigo,  y sin previo aviso coloco al kisune en el de en medio atándolo como ya lo estuviera alguna vez,  lo que le costo algo de trabajo puesto que el ojiazul no dejaba de patalear como un desquiciado al no comprender para nada las intenciones del Uchiha.

 

 

- ¡Oye! ¿Te volviste loco? ¡Quiero que me sueltes... ahora!! - Enfadado pero no asustado - ¿Qué es lo que pretendes hacer conmigo? - El azabache parado frente a el solo lo miraba recordando una situación similar aunque en aquel entonces el enfado del rubio era por la comida - ¿no vas a decir nada... te quedaras parado ahí viéndome como idiota? - el azabache arrugo su facciones,  eso si puso nervioso al kisune - ¡demonios,  di algo! - ahora ya no estaba tan seguro de sentirse tranquilo.

 

- ¿Dónde estabas anoche... - acercándose a el y poniendo sus manos en el tronco a ambos lados de la cabeza rubia - ... y con quien? - cara de sorprendido para el kisune.

 

- para preguntarme eso no era necesario que me ataras de esta manera,  además... - el ojinegro apretó su mandíbula enojado.

 

- ¡contesta!!! - pegando su cara a la del ojiazul.

 

- ¡no me grites baka! - el Uchiha lo tomo por la barbilla firmemente.

 

Sasuke suspiro -  aquí fue donde todo empezó... y es aquí donde quiero que termine - el kisune estaba totalmente perdido al no entender exactamente a que se refería el azabache,  aunque se daba  idea de que ese era el adiós definitivo para ambos.

 

Naruto bajo su rostro -  terminar todo... significa borrar muchas cosas - suavizando su mirada cristalina al borde de las lágrimas,  pero debía contenerse,  ya tendría tiempo para desahogar todo el dolor acumulado en su pecho durante años y a solas.

 

- dime Naruto... ¿Qué piensas acerca de lo que paso entre nosotros aquel día? - el kisune desvió su mirada un poco avergonzado por el recuerdo.

 

- es algo sencillo de comprender... simplemente quisiste experimentar que se sentía el ser tocado por otro hombre,  y ya que yo estaba a la mano y sabiendo mi condición... solo aprovechaste el momento... es todo - partiéndosele el alma con sus propias palabras.

 

El azabache paso sus manos por las mejillas del rubio -  ¿y que me dices de ti? - desatando al kisune y sentándolo en la hierva junto a el.

 

- no soy de hierro... por mis venas corre sangre al igual que por las tuyas - no era lo que el azabache quería escuchar.

 

- quiere decir que... ¿sentirías lo mismo con cualquier otro que te tocara? - tumbándolo al suelo con el encima del cuerpo del kisune y sujetando sus manos por encima de su cabeza.

 

- ¿quieres escuchar que te amo y que me entregare a ti aun sabiendo que solo es un juego que quieres ganar? - Las lagrimas ya no pudieron ser retenidas por mas tiempo en sus hermosos ojos azules - ¿quieres oír que tu eres el único que deseo que me acaricie hasta perder totalmente la cordura,  el único con quien quiero vivir el resto de mis días,  el primer rostro que quiero ver al despertar y el ultimo al dormir? - si esa era una despedida quería descargar todo el sentimiento que tenia en su corazón hacia el Uchiha para no tener nada de que arrepentirse después - todo eso es cierto ¿estas feliz? Deberías sentirte orgulloso... ente juego también lo ganaste,  y ahora suéltame por favor... tengo que irme - aflojando su cuerpo que había estado en tensión desde que comenzara a hablar.

 

- no es verdad... y no iras a ninguna parte - recostando su cabeza en el pecho de,  ahora si,  su kisune.

 

- por favor Sasuke... no me hagas esto mas difícil - tocando la mejilla del azabache - ¿Qué sucede... estas llorando... por que? - confundido totalmente.

 

- lloro por mi,  por ti... porque todo lo que dijiste antes también lo he deseado desde que te conozco... porque yo al igual que tu... te amo - tomando la mano del rubio de su mejilla y entrelazando sus dedos con los de su ojiazul apretándolos.

 

- quiero creerte... pero tu... - la boca del azabache se poso tiernamente sobre los labios del rubio mientras las lagrimas de ambos se mezclaban llevándose todo el sufrimiento y dolor que alguna vez sintieron para reemplazarlos por nuevos sentimientos nacidos de el amor entre los dos - ... dijiste que todo terminaría aquí - mirando los ojos negros que siempre había amado con locura.

 

- es cierto,  aquí termina nuestra vida por separado para comenzar una nueva juntos... jamás te dejare ir - repartiendo besos por el rostro del ojiazul.

 

- Sasuke... dijiste que querías tener familia y yo... - el dedo índice del azabache se poso en los labios del rubio.

 

-tu eres mi familia... eres todo lo que necesito - besándolo apasionadamente como queriendo hacerlo parte de el,  la parte mas importante de su vida.

 

- ¿sabes? Este lugar es especial para mí. Aquí fue donde tuviste tu primer gesto amable  para conmigo. ¿Lo recuerdas? - comentaba el kisune mientras acariciaba el cabello negro.

 

 

- ¿te refieres a cuando llorabas como un bebe por la comida? Te di la mía porque te veías patético - sonreía el azabache pellizcando las mejillas del rubio.

 

- ¡Oye,  no soy ningún bebe! - inflando sus cachetes y poniendo boquita de pescado.

 

- pero no negaras que te brillaban los ojos cuando Sakura te dio de la suya - poniéndose serio,  lo que hacia relucir sus celos.

 

- bueno,  es que yo... - desviando la mirada azul.

 

El azabache agarro la barbilla del kisune para ver sus ojos - no lo niegues. Siempre estuviste detrás de ella.  Debería castigarte para que nunca más fijes tus ojos en otra persona que no sea yo - bajando el sierre de la chaqueta naranja.

 

El kisune aparto al azabache y se sentó - solo quería que me viera como un amigo. Después de todo,  siempre supe que ella estaba enamorada de ti... como muchas otras.  Siendo que tú deseabas revivir tu clan,  sabia que yo no tenia ninguna oportunidad,  pero... no quería apartarme de ti. ¿Es irónico no crees? - mirando al cielo - todo el tiempo insultándome,  menospreciándome y aun así deseaba estar a tu lado.  Contigo perdí hasta mi orgullo... pero no importa si así gane tu amor,  aunque a costa del odio de Sakura-chan,  es por eso que ¡Aaagh... - los ojos del kisune se abrieron sorpresa al igual que su boca.

 

- ¿Qué pasa? ¿Naruto? - el cuerpo del kisune cayo hacia delante sobre el pecho del azabache - ¡Naruto! - Mirando con horror la espalda del ojiazul donde un kunai se había enterrado causando una gran herida - ¡Oh,  por dios! - Alzando su vista al frente - ¡Sakura!!! - sacando un kunai de su bolsa.

 

- ... no,  d-déjala,  no le hagas... aagh daño,  Sasuke - susurraba el kisune con sangre escurriendo de su boca.

 

- ¡debería morir por lo que te ha hecho! - gritaba la pelirrosa fuera de si.

 

El ojinegro con su sharingan activado la miro con furia - ¿hacerme? - el kisune a pesar de estar medio inconciente aun lo sujetaba del brazo con fuerza.

 

- ¡por su culpa me has dejado de lado!! - Acercándose un poco hacia ellos con otro kunai en su mano - ¡¿Qué clase de truco uso para que te fijaras en el?!  ¡A ti no te gustan los hombres!! - dispuesta a lanzar el arma en sus manos para terminar con su cometido.

 

- no te atrevas - acumulando energía en su mano.

 

- ¡detente,  Sasuke! - Grito el peligris apareciendo detrás de la Haruno y quitándole el arma de su mano - ¡debes llevar a Naruto al hospital! ¡Date prisa,  yo me ocupare de Sakura! - inmovilizándola por completo.

 

El azabache tomo con cuidado al kisune en sus brazos y echo una última mirada a la pelirrosa - que quede claro. La próxima vez que acerques a  nosotros. Te matare - en un tono que dejaba claro lo real de su amenaza para luego correr hacia el hospital.

 

- ¡Sasuke-kun,  Sasuke-kuuuum!!! - fue lo ultimo que dijo la Haruno tras desmayarse por un golpe en la nuca dado por su sensei.

 

- lo siento,  pero vas a tener que hacerte a la idea. Sasuke le pertenece a Naruto desde hace mucho tiempo... olvídalo - mientras la cargaba en su hombro.

 

En el hospital el azabache paseaba en la sala de espera como león enjaulado hasta que la Hokage abrió la puerta del consultorio donde el kisune se encontraba.

 

- ¿Qué demonios paso? - agarrando por el cuello de su camisa al azabache.

 

-  Sakura,  ella lo ataco - no pensaba ocultar la verdad - será mejor que haga algo con ella. Si intenta dañar de nuevo a Naruto... la pulverizare. No importándome para nada las consecuencias - sin dejar de mirar los ojos de la rubia.

 

- ¿Sakura hizo esto? ¿Por qué? - soltando al ojinegro.

 

- Naruto es la razón. Porque lo amo - la rubia suspiro hondo con sus manos en su cintura.

 

- sabia que esto pasaría tarde o temprano. Yo me haré cargo de ella para que no los moleste más. Pero recibirá un castigo por haber intentado lastimar a mi Naruto - con rostro severo.

 

- corrección,  mi Naruto - cruzando sus brazos en pose de pertenencia - ¿Cuándo me lo puedo llevar? Porque estoy seguro que no morirá por una tontería como esa - la rubia sonrió.

 

- supongo que en lo que despierte. ¿A dónde lo llevaras? - reclinándose en la pared al lado de la puerta.

 

- a mi casa por supuesto, ¿A dónde mas? - mirando hacia otro lado.

 

- al parecer ya lo tienes todo decidido - la rubia se le acerco - pero te advierto... nada de sexo hasta que se recupere - las mejillas del ojinegro se encendieron como semáforo en rojo - aunque dudo mucho que lo puedas soportar. Mi Naruto es extremadamente hermoso ¿no lo crees así? - riendo para sus adentros.

 

El azabache se mordió la lengua para no decirle unas cuantas cosas que tenia atragantadas a la rubia - ¿puedo verlo? - al tiempo que abría la puerta pues no pensaba esperar a que la Hokage le diera el permiso para hacerlo.

 

- recuerda,  nada de sexo - como si fuera a hacerme caso pensaba la rubia.

 

 

El Uchiha traspaso la puerta y se acerco a la cama donde su kisune dormía apaciblemente,  su hombro izquierdo estaba vendado y su cuerpo tapado con una simple sabana hasta el pecho,  el ojinegro se inclino y lo beso suavemente en los labios para no despertarlo,  se sentó al lado del rubio en la cama apoyando su codo en la almohada.

 

 

- gracias a dios no fue nada. No perdonare a esa maldita por haberte lastimado... mi tesoro - susurraba mientras acariciaba los cabellos dorados - y pensar que hace mucho tiempo que hubiéramos estado juntos,  si mi estupida negación de lo que realmente sentía por ti no hubiera nublado mi mente disfrazando amor con supuesta superioridad... que idiota fui - serrando sus ojos al recordar.

 

- y pensar que siempre dijiste que yo soy el despistado. El que siempre anda en la luna - abriendo sus ojos el rubio y regalándole una linda sonrisa.

 

-reconozco que tarde algo de tiempo - desviando su mirada,  después de todo tenia que mantener su dignidad.

 

- ¿algo de tiempo? Tardaste siglos en darte cuenta de algo que a mi solo me tomo segundos en comprender - decía el kisune en tono triunfante.

 

Sasuke se levanto y se dirigió a la puerta,  serró con seguro y volvió al lado de su kisune con una sonrisa extraña en los labios,  camino despacio mientras se deshacía de su camisa y protector dejándolos tirados en el piso,  Naruto lo observaba con sus ojos abiertos del todo y tapándose con la sabana hasta el cuello mientras el azabache relamía sus labios a medida que avanzaba hacia el.

 

- ¿Sasuke? - Ahora la sabana lo tapaba hasta la nariz -  ¿no me digas que...? Oh!... cielos - encogiéndose en la cama.

- no temas. Seré cuidadoso - retirando la sabana del cuerpo del kisune - esto estorba - deslizando la ropa interior del rubio pues era todo lo que llevaba puesto.

 

Naruto detuvo las manos del azabache - ¿no puedes esperar a que me recupere? -  con miedo en su voz,  no por el hecho de su herida sino a que esa seria su primera vez de estar con alguien y eso lo ponía muy nervioso.

 

- no tengo la culpa de que seas tan irresistible - sujetando las manos del kisune para terminar de desvestirlo - subiré al cielo de tu mano y allí permaneceremos por siempre. Porque estar a tu lado significa el cielo para mí - quitándose lo que le quedaba de ropa y recostándose suavemente sobre el ojiazul.

 

El kisune serró sus ojos al sentir los labios de ojinegro sobre los suyos,  suave al principio hasta que el deseo mutuo los hizo besarse con desesperación abriendo sus bocas y entrelazando sus lenguas como dos fieras a punto de devorarse,  los jadeos que no podían salir de ellas hacían que sonaran como lamentos de fiera herida de muerte,  nada mas lejos de la verdad,  la lengua del azabache recorría el cuello y pecho del kisune dejando a su paso un rastro de saliva por donde pasaba,  el ojiazul se mordía los dedos para acallar los sonidos de placer que salían de su garganta.

 

El Uchiha se los retiro de la boca - Q-Quiero oírte... no me prives de escuchar tu placer,  Naruto - mientras se acercaba a la tierra prometida.

 

- Sa-Sasuke... Ummh -

 

El azabache lamía los alrededores del miembro del kisune mientras con una mano lo masturbaba lentamente y con la otra acariciaba las nalgas y el punto entre ellas,  con su boca rodeo el glande haciendo que el kisune diera un respingo por la sorpresa y provocando que este comenzara a mover sus caderas queriendo obtener mas profundidad en la boca del azabache,  este las detuvo con sus manos pegándolas a la cama.

 

- no seas ansioso. Tu herida se puede abrir - besando la punta del pene del rubio,  lamiéndola y retirándose mientras sonreía con picardía.

 

- ¡MOO... Sasuke!! ¡No hagas eso demonio!! ¡Me estas torturando! - gritaba enfadado el kisune.

 

- es tu castigo por tratar de darme celos con el Hyuuga - volviendo a hacer el mismo procedimiento - y dime... ¿Cuándo te diste cuenta de que me amabas? - parando de nuevo.

 

- ¡no voy a decírtelo! - tratando en vano de mover sus caderas de nuevo.

 

- ¿a no? - metiendo uno de sus dedos en la entrada del kisune.

 

- ¡AAAH... duele,  maldita sea!!! - apretando los dientes.

 

- solo al principio. No seas melodramático ¿y bien... vas a contestarme o tendré que meter otro dedo? - chupando el glande de nuevo.

 

A todas estas el kisune entre una cosa y la otra no sabia si contestar o no.

 

- ¡¿Qué eres tu,  un experto torturador o un maniaco sexual?!! - jadeando como un loco por el ataque en los dos frentes.

 

- como no quieres responder... - un segundo dedo se unió al primero haciendo que la boca del rubio se abriera a todo lo que daba.

 

- ¡Santa Madre de Dios¡¡¡ - al sentir a los dos intrusos en su entrada.

 

El azabache gozaba viendo el rostro de sorpresa y placer de su amante - y solo es el comienzo... aun queda lo mejor - moviendo los dedos en círculos dentro de la cueva del placer.

 

- es-esta bien,  fue cuando,  oooh Dios... fue cuando nos besamos delante de Mmmh... de todos ¿sa-satisfecho? - ya casi no podía hablar.

 

- tardaste en contestar,  dobe - moviendo con mas rapidez sus dedos - ¿no será por que te gusta lo que te hago? - masturbando con su boca el pene del kisune a toda velocidad hasta que este se vino en ella - delicioso. Divino néctar por el que cualquiera daría lo que fuera - relamiendo sus labios.

 

- lo,  lo tendré en cuenta... para cuando me aburra de ti - jadeando fuertemente - ¡AAUCH!! ¿Por qué hiciste eso? - el ojinegro apretó con fuerza el pene del kisune  al tiempo que metía su tercer dedo con ímpetu en la rosada entrada del rubio.

 

- ¡vuelve a repetir lo que dijiste y te meteré la mano hasta la muñeca,  uzuratoncachi!!! - besándolo con furia hasta hacerle arder los labios.

 

- ¡¿Qué no sabes reconocer una broma cuando la escuchas,  tteme?!! - agarrando al azabache por los cabellos y mordiéndole el hombro,  sin hacerle daño claro.

 

- ¡Mmh... grandioso! - Mordiendo el cuello del ojiazul marcándolo como suyo - veo que te gusta el sexo salvaje como a mí,  dobe - dando pequeños mordiscos por todo el pecho del kisune - te daré algo por lo que valga la pena gritar - masturbándose un poco así mismo para luego hundirse de una sola vez en el interior de su ojiazul.

 

La respiración del kisune se detuvo por completo al tiempo que sus ojos se desorbitaban y su boca abierta por completo no emitía ningún sonido,  clavo sus uñas en los hombros del Uchiha tratando de mitigar un poco el dolor que sentía en sus entrañas,  mordió su labio inferior hasta hacerlo sangrar,  el azabache lo levanto atrayéndolo hacia el y abrazándolo con ternura lamió el hilo de sangre que brotaba de la linda boca de su ojiazul.

 

- perdóname,  no pretendía hacerte daño. Te amo,  Naruto - haciendo un monumental esfuerzo por no moverse dentro del kisune - dime cuando puedo... - recostándolo de nuevo con cuidado.

 

- Aagh... mi... - llevando su mano al hombro herido,  en ese momento le dolía mas que su profanada entrada.

 

El azabache viendo la situación... - ¿Q-Quieres seguir? - rogándole a todos los dioses que conocía para que la respuesta fuera "Si" - se siente tan bien estar dentro de ti. Me quedaría así toda la vida,  pero si tu no... - negándose a salir de la estrecha prisión que tan bien lo hacia sentir.

 

- d-después de haber llegado hasta aquí... no permitiré que esto acabe hasta que hallas gritado mi nombre,  Sasuke - el cuerpo del azabache sudaba y temblaba por el deseo de moverse en su prisión.

 

El Uchiha tomo la almohada y la coloco bajo las caderas del kisune, el cual acomodo de lado sobre su hombro sano para después levantar su pierna y ponerla sobre su hombro.

 

- listo o no... siénteme - empezando a moverse despacio - Aaah... dioses,  tu cu-cuerpo es delicioso como siempre pensé - aumentando la velocidad conforme el placer lo inundaba completamente -... mi-mírame,  Mmm... quiero que me mires - sin apartar sus ojos negros de los azules como queriendo compartir absolutamente todo lo que sentía con su mirada.

 

- te amo... Sa-Sasuke,  a ti... solo a ti - haciendo un esfuerzo por mantener sus ojos abiertos al tiempo que  extendía su brazo para poder tocar el pecho del azabache.

 

- mío... eres mío,  solo mío... para siempre y por siempre,  Naruto - entrelazando sus dedos con los de su kisune - ¡mío, mío, mío! - Gritaba dando sus ultimas embestidas - ¡Aaah...  Naruto!! - derramando su esencia de vida dentro de su amado rubio al mismo tiempo que este se corría en su vientre.

 

- Sasuke... lo-lo hiciste,  gritaste mi nombre - murmuraba exhausto con su respiración entrecortada - no dobe ni Uzuratoncachi... solo mi nombre - el azabache se inclino hacia el y lo beso tiernamente.

 

- no te aproveches,  mi kisune - saliendo despacio del rubio - no te muevas. Estas sangrando un poco - tomando una toalla del baño adjunto al consultorio y la mojaba con un poco de agua.

 

- ¿Sasuke? - el cansancio de su cuerpo aunado a la herida en su espalda hacían que empezara a adormecerse.

 

El Uchiha limpio su cuerpo con la toalla y regreso con el ojiazul para hacer lo mismo con el - no te duermas todavía... no sin mi - limpiando con cuidado su tesoro entre las nalgas del rubio para luego terminar con el resto de su cuerpo.

 

- no puedo mantener mis ojos abiertos - sintiendo que era bien acomodado en la cama.

 

- trata... un momento más - quitando la sabana sucia y arrojándola dentro de un cesto que andaba por ahí y tomando otra limpia de una de las estanterías dispuestas por toda la habitación.

 

- ven Sasuke,  acuéstate y sueña conmigo - serrando sus ojos azules.

 

- no hace falta que lo pidas. De ahora en adelante siempre dormiremos juntos y soñaremos juntos... te lo prometo - acostándose a espaldas de su kisune,  pegado a su cuerpo y pasando su brazo por la cintura de este - descansa. Estaré aquí cuando despiertes... mi amor - dejándose llevar por el sueño.

 

Al otro lado de la puerta una rubia con cara de satisfacción sonreía complacida, al pensar que su querido Naruto nunca mas estaría solo, que tendría a alguien que velaría por el y lo protegería a costa de lo que fuera. Además de que su vida nunca más seria la misma que hasta ahora también sabia que la felicidad siempre llega a quien la merece... no importando las circunstancias el destino se encargaba de hacer bien su labor... siempre había estado convencida de eso.

 

- no quiero que nadie entre a esta habitación.  Ellos saldrán cuando estén listos - ordenaba la rubia mientras caminaba por el pasillo - ... eso será en bastante rato - suspiraba con felicidad plena.

 

 

FIN.

 

Notas finales:

escribanme diciendome su opinio. gracias

Nessa Yaoi


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