Naruto no hibi.
Día I: Normalidad.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Uchiha Sasuke era un estudiante de preparatoria de 17 años bastante destacado que gozaba de gran popularidad en el Instituto entero. También era un deportista nato y siempre lograba con méritos todo aquello que se propusiece. Incluso era muy apuesto y el segundo hijo de una reconocida familia. Pero en el fondo, tenía una vida tranquila y normal.
Hasta ese día.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
(Flash Back)
Cuatro años atás...
Un lindo chico rubio de unos 12 años caminaba por los pasillos del Campus, cargando una enorme pila de libros. Su Profesor de Ciencias le había pedido que los llevara a la Biblioteca, pero a decir verdad, eran demasiados para él.
Su nombre era Uzumaki Naruto.
Su cabello era de un tono rubio, mientras que sus ojos eran de color azul cielo y brillaban tiernamente. Tenía una suave piel tostada, pero sin duda, lo que más sobresalía, eran aquellas tres marquitas en sus mejillas, que simulaban unos curiosos bigotitos. Era un poco bajo para su edad, y su cuerpo delgado y estilizado podía parecer frágil a simple vista. Amaba el Miso Ramén por sobre todas las cosas, y hacía poco menos de dos semanas que había sido transferido al Instituto Konoha.
Pero de un momento a otro y sin previo aviso, tropezó con alguien.
La pila de libros que llevaba se desplomó en el piso, mientras una mano lo sostenía rodeándolo por la cintura para evitar que cayese.
-¿Estás bien? - Le preguntó una seductora voz varonil.
-H-Hai, Arigatou... - Agradeció alzando la vista para poder contemplar a su salvador.
"Sasuke"
Sus mejillas se colorearon de un intenso color rojo, mientras su cuerpo se tensaba por la impresión.
-La próxima vez ten más cuidado - Le dijo aquella persona levantando los libros del suelo.
Se trataba de Uchiha Sasuke. Un alumno de un grado susperior y al que Naruto admiraba de sobremanera.
-H-Hai, lo intentaré ´ttebayo - Respondió también levantando los libros.
-Toma, dobe - Le extendió las enciclopedias, con una sonrisa de autosuficiencia.
Ante este último comentario el rubio infló las mejillas infantilmente.
-Mi nombre es Naruto. Uzumaki Naruto, y no "Dobe" - Se quejó haciendo pucheros.
-Ya veo - Se despidió alejándose, con una sonrisa dibujada en el rostro.
Naruto esbozó una tierna sonrisa.
"Arigatou, Sasuke"
(Fin del Flash Back)
Actualidad...
Sasuke miraba aburrido a través del cristal de la ventana, mientras el profesor Hatake impartía su clase normalmente.
Normalidad. A decir verdad, al pelinegro le agradaba bastante el significado de aquella palabra.
Le gustaba su tranquila y monótona vida, sin ningún detalle fuera de lugar.
Cuando terminaron las clases y llegó a su casa, se dispuso a dormir su cotidiana siesta de las tres.
Eso le ayudaba a relajarse y a recuperar energías.
Con parsimonía colocó su portafolios sobre el escritorio. Dejó sus zapatos en el recibidor y se desabotonó los dos primeros botones de la camisa escolar.
Se recostó en su mullida cama y entonces se quedó profundamente dormido.
Un par de horas más tarde, la alarma del reloj despertador se activó, como siempre lo hacía.
Se reincorporó hasta quedar sentado en el mueble, y se estiró para desesperezarse un poco.
"Sasuke"
Le pareció escuchar que alguien lo llamaba.
Pero no había nadie. Seguramente sería su imaginación.
Se dirijió al baño para lavarse la cara con agua fría.
"Sasuke"
De nuevo esa voz.
Intrigado comenzó a buscar con la mirada por toda la habitación, pero de nuevo, no había nadie.
Aún con el entrecejo arrugado, abrió el grifo del lavamanos.
-¡Está muy fría ´ttebayo! - Se quejó la misma voz de antes.
Entonces Sasuke se alarmó.
Precavido, adoptó una pose de defensa, y comenzó a inspeccionar su alrededor.
Pero nada.
-"Debo estarme volviendo loco" -Pensó palpándose la sien y cerrando los ojos para tranquilizarse.
-¿S-Sasuke? - Le llamó la vocecita, con tono temeroso.
Eso ya no era su imaginación.
Decidido, abrió los ojos rápidamente, y lo que vio lo dejó anonadado.
Un pequeño rubio de ojos azules se encontraba en su brazo, en lugar de su mano derecha.
Un potente grito se escuchó desde la Residencia Uchiha.
-¡No grites tan fuerte dattebayo! - Se quejó el rubio, cubriéndose los oídos con ambas manos.
-"Esto debe de ser una broma" - Pensó el pelinegro con horror.
Suspiró hondo. Seguro que eran alucinaciones suyas.
Con un tic en el ojo, levantó levemente su mano derecha, a una altura considerable para que quedara frente suyo.
Un segundo grito se escuchó de la misma prosedencia.
-¿Q-Quién eres tú? - Inquirió con una mueca desencajada, estirando su mano hacia el frente para que quedara lo más alejada posible.
-Te digo que no grites ´ttebayo. - Recriminó su "mano" con un lindo puchero.
-"Esto no es posible" - Se dijo a sí mismo, mientras contaba internamente hasta el número Mil.
-¡Pero si de verdad eres tú, Sasuke! - Gritó emocionado el ojiazul, mientras se acercaba para abrazar con ambas manos la mejilla del pelinegro.
El ojinegro permanecía estático, con una expresión indescriptible.
Nunca antes, en sus maravillosos 17 años de vida, se había topado con una situación similar.
-¿Sasuke? ¿Estás bien ´ttebayo? - Le llamó preocupado.
Eso lo devolvió a la realidad.
Con la mano izquierda se palpó el entrecejo, mientras se repetía una y otra vez que "aquello" era sólo un mal sueño.
Ya un poco más tranquilo, decidió estudiar detenidamente la situación.
Aún sin creerlo, volvió a estirar su brazo derecho hasta posicionarlo frente suyo, a una distancia prudente, claro está.
El rubio lo miró temeroso.
-¿Q-Qué sucede dattebayo?
El pelinegro lo observaba minuciosamente.
Con cuidado, bajó un poco la manga de su camisa, notando al instante que "eso" se encontraba unido a su brazo.
A decir verdad, el rubio tenía la apariencia de una persona común, salvo que al terminar su torso, su ahora minúsculo cuerpo se encontraba unido al brazo derecho del Uchiha, ocupando el lugar de su mano. Si no fuera por el tono de piel, no se sabría con exactitud dónde comenzaba y terminaba el otro. Vamos, que era algo bastante similar a una pequeña marioneta que suelen usar los niños pequeños para jugar.
Sasuke tragó en seco. Definitivamente, "eso" no estaba ahí antes.
-¿Qué eres exactamente? - Cuestionó en voz alta, comenzando a palpar con la mano izquierda el pequeño cuerpo. - ¿Una especie de parásito? ¿Un virus contagioso?
-¡Ahhh! ¿Q-Qué haces pervertidooo? - Chilló el rubio abrazándose a sí mismo con ambos brazos, mientras se sonrojaba de sobremanera.
-Pareces real - Exclamó el ojinegro sintiendo su suave piel con la yema de sus dedos.
Vale que para ser una broma, era bastante creativo.
Fue entonces cuando cayó en la cuenta de que aquél chico se encontraba desnudo. Su torso estaba completamente descubierto, dejando al aire aquella esbelta figura.
También notó que tenía unos grandes y hermosos ojos color cielo, el cabello rubio y la piel tostada. Pero lo que realmente le llamó la atención fueron unas pequeñas marquitas a modo de bigotes en sus mejillas.
Eso le recordaba a alguien que había conocido hace algún tiempo.
-"Es imposible que sean la misma persona" - Pensó autoconvenciéndose.
-¿Cómo te llamas? - Preguntó resignado.
De verdad que se trataba de una buena broma. Tal vez su hermano mayor, Itachi, había regresado antes a casa, y le había jugado una travesura pegándole un muñeco sobre su mano derecha, mientras dormía.
Si. Eso debía ser.
-Naruto. Mi nombre es Uzumaki Naruto ´ttebayo - Respondió sonrojado, juntando sus deditos una y otra vez.
-"No puede ser"
-¿Me recuerdas, Sasuke? - Preguntó con su vocecita enternecedora - Nos conocimos en Secundaria.
Eso no era posible. Nunca le había hablado a su hermano sobre ese lindo rubio que conoció cuatro años atrás.
Si no podía saberlo, entonces...
-Es real - Pronunció en voz alta - No es una broma - Miró al ojiazul con un tic en el ojo - ¡Aghhh! ¡Quítate! - Comenzó a gritar mientras agitaba como poseso su mano derecha, como si esperara que el chico se desprendiera de su brazo - ¡Te digo que te quites, dobe!
-S-Sasuke... Me... me estoy mareando mucho ´ttebayo... necesito una aspirina - Chilló ante el brusco movimiento.
Pero eso no funcionó. El pequeño Naruto seguía unido a su brazo.
-Lo tengo - Su rostro se contrajo en una mueca psicópata - Me cortaré la mano. ¡Si, eso haré!
Naruto sólo lo observaba con horror.
-¡E-Espera, Sasuke! Yo tampoco sé que pasa dattebayo - Murmuró con la mirada gacha - Cuando desperté ya estaba así - Dijo con un tono tan dulce, que detuvo su idea de amputarse una mano.
-Entonces - Masculló el eplinegro - ¿Qué está pasando? - Formuló en voz alta, intentando encontrar un poco de credibilidad en aquella situación tan inusual.
-No lo sé - Musitó mientras levantaba la mirada para verlo a los ojos - Pero... ¡Pero mientras pueda estar cerca de mi amado Sasuke entonces está bien! - Exclamó con una gran sonrisa, mientras se acercaba para abrazar al Uchiha.
El hecho de que fuese su "mano" derecha la que se le declarara de aquella forma no estaba ayudando presisamente.
-¿Qué estas haciendo, dobe? ¡Aghh, no te me acerques usoratonkachi! - Bramó molesto intentando apartarlo un poco.
Y así, esa lucha entre hombre y... mano, se prolongó hasta muy tarde.
Durante la hora de la cena familiar, Sasuke se vio obligado a vendar su mano derecha, para evitar un muy posible problema.
-¿Por qué me haces ésto, Sasuke? - Lloriqueaba Naruto con lagrimones en los ojos, que era la única parte de su cuerpo que lograba distinguirse bajo el vendaje.
-Tzk. No hagas ruido, dobe - Musitó intentando pensar en algo que lo sacara de semejante problema.
------------------------------------------------------------------
-¿Qué tal la Escuela, Sasuke? - Inquirió su padre durante la cena.
-Bien, padre - Respondió intentando sonar lo más natural posible.
-¿Sólo "bien"? - Arqueó el entrecejo.
-¿Are? Querido, ¿Te lastimaste la mano derecha? - Preguntó preocupada su madre al ver su vendaje exagerado.
-N-No. Estoy bien, madre.
Eso no tenía buena pinta.
Si seguía ahí, seguro y descubrirían todo.
-Te noto muy extraño el día de hoy, Ototo - Comentó Itachi, su hermano mayor.
Lo que le faltaba.
-Me encuentro perfectamente - Dijo levantándose, sudando frío - Me retiro - Concluyó deseando desaparecer.
-Me preocupa mucho Sasuke. Está muy extraño - Comentó preocupada su madre.
-No te preocupes - Expuso el padre - Seguro es la tensión de la edad.
-Si. Eso mismo debe ser - Suspiró aliviada.
------------------------------------------------------------------
-Kusoo - Bramó cerrando la puerta de su pieza - Por poco me descubren.
-Sasuke... ¿Ya puedo quitarme esto ´ttebayo? - Le llamó Naruto.
-Ahora no, usoratonkachi.
Eso no estaba bien. Debía hacer algo para solucionarlo.
Pero por ahora sería mejor si tomaba un relajante baño caliente. Si, seguro que eso ayudaría y le permitiría pensar detenidamente las cosas.
Con tranquilidad se dirijió al baño, dispuesto a cumplir su cometido.
Abrió el grifo del agua caliente de la tina, mientras se sacaba la camisa, dejando su torso desnudo.
-¡Ahhh! - Escuchó un pequeño grito. Bajó la mirada y se encontró a un apenado Naruto que se cubría el rostro con ambas manos.
No recordaba ese detalle.
-Olvídalo - Se dijo en voz alta, cerrando el grifo y saliendo del baño de un portazo - Hoy no me ducharé.
-S-Sasuke... - Gimió bajito el rubio, captando la atención del mayor. - No te preocupes por mi ´ttebayo. Si quieres puedes...
-Ni lo sueñes, dobe - Respondió mirándolo amenazante, ocacionando que el pobre rubio comenzara a temblar de miedo.
Se colocó el pijama y se metió a la cama, intentando conciliar el sueño.
Pero no podía dormir.
-Sasuke...
-¿Qué sucede usoratonkachi?
-¿Po... Podría encender la luz? No puedo dormir bien en la oscuridad... - Murmuró con un poco de verguenza.
Sasuke frunció el entrecejo.
Definitivamente, ese sólo sería el inicio de la "desdichada" vida que le esperaba.
-Sasuke...
-¿Y ahora qué?
-Buenas noches ´ttebayo - Susurró abrazándose del pelinegro, que luego de varios intentos de apartarloen vano, terminó resignándose a dejarlo dormir sobre su pecho.
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Sasuke.
La misma sonrisa sincera que esbozó el día que conoció a Naruto.
-Buenas noches, dobe. - Masculló para luego quedarse profundamente dormido.
Seguramente en la mañana siguiente tendría que enfrentar muchos problemas.
Como por ejemplo, ir al baño.
CONTINUARÁ....
------------------------------------------------------------------