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Más allá de… por rina_jaganshi

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Notas del capitulo:

Disclaimer: La serie de Naruto no le pertenece a la persona que ustedes conocen como Rina y mucho menos a la otra que insiste en relacionar sexualmente a los hermanos Uchiha, ¡Sí! Nos referimos a Rini. En conclusión la serie es única y exclusivamente de la propiedad del Sr. Kishimoto y estás niñas solo la usan para hacer cosas sin sentido.  

Atte. Tribunal de la Suprema Corte.    

 

Rina: Pues yo sé que debería seguir con mis fics, ¡y lo haré! Solo que se me ocurrió esto, además es solo un cap XD

 

Rini: Eso no es excusa ¬_¬

 

Rina: Bueee, espero que les guste y que no me maten n_n

 

Rini: Es un ligero SaiNaru, SasuNaru y SaiGaara Creo ¬_¬

 

Rina: XD

 

 Había desperdiciado toda su mañana y todo el día anterior en recolectar esa información. La cuestión de si valía la pena seguir con eso le abordó nuevamente, sin embargo, los hermosos ojos azul cielo cruzaron su mente. ¡Claro que valía la pena! Naruto fue la primera persona que se dignó a mostrarle lo que era una emoción, así mismo le dio la oportunidad de forjar lazos con él. Además siempre que tenía una duda sobre cómo comportarse o cómo reaccionar, el rubio estaba para ayudar. Bueno… apretó con algo de fuerza la libreta en donde tenía sus anotaciones. Sin proponérselo experimentaba, una vez más, la ira.

 

 Relajó sus músculos al escuchar la vocecita del kitsune e inmediatamente corrió los ojos en busca de su persona. Sonrió al ver al ninja número uno en sorprender a la gente, no obstante su ceño se frunció. Ahí estaba la razón por lo cual comenzó con su misión (Que él mismo se auto asignó). El pequeño zorrito andaba a paso rápido intentando alcanzar al Uchiha bastardo, el cual ni siquiera se molestaba en mirarlo, seguía caminando pese a los llamados de su “mejor amigo”. El anbu los siguió con la mirada hasta que se perdieron a lo largo de la calle.

 

 Un extraño sentimiento le inundaba por dentro cada vez que era testigo de esa escena. Lo cual era muy seguido, pues desde que el azabache regresó a la aldea escondida entre las hojas ignoraba por completo al rubio, provocando que este lo siguiera a todos lados tratando de llamar su atención. Por si fuera poco, debido a eso, Naruto Uzumaki no tenía tiempo para nadie más, sus sentidos, emociones, pensamientos, ¡Todo! Estaban dirigidos a Sasuke Uchiha.

 

 El pintor simplemente no entendía que pasaba. Antes se la vivía con él de un lado a otro, hablando, peleando, aprendiendo cosas nuevas pero, tenía que regresar ese engreído. No podía evitar pensar en que el estorbo Uchiha rompía el lazo que tanto trabajo le costó crear con el portador del Kyuubi, y eso que apenas llevaba una semana y media desde su retorno. Respiró hondo despejando su mente, su sonrisa falsa volvió a sus labios, por eso había perdido el día de ayer así como la mañana de hoy, para poder reunir toda la información posible del moreno.

 

 Preguntó a aquellos que lo conocían, a las chicas que morían por él, a los profesores que una vez le dieron clases. En fin, recorrió toda la aldea en busca de que todos les respondieran a tres preguntas que simplemente le eran imposibles de descifrar.  ¿Cómo es Sasuke Uchiha en realidad? La primera cuestión. Leyó rápidamente todas las anotaciones para llegar a una conclusión.

 

 Sasuke Uchiha, según los habitantes de Konoha, es un genio. No solo por la sangre que corría en sus venas. Su personalidad fría y egocéntrica lo volvían irresistible para cualquier fémina que le pusieras enfrente. Un shinobi excepcional, sin comparación alguna, su fuerza y velocidad eran únicas. Además claro de que el cuerpo que tiene es de un adonis.

 

 Reflexionó ante lo leído, tal vez no debió entrevistar a tanta chica loca por el bastardo ese. Pasó a la siguiente pregunta. ¿Por qué trata de esa forma a Naruto? Esta se las formuló a los que los conocían.

 

 Ino contestó: “No digo que Naruto no haya madurado en estos tres años, pero aún es un niño revoltoso y Sasuke kun al ser tan responsable, solo lo pone en su lugar”. Eso no le servía de mucho al anbu por lo que siguió analizando los demás comentarios, solo dos eran los que le parecían, sin entender muy bien el porqué, importantes.

 

 El Nara resopló con cansancio antes de hablar: “Porque es un problemático, y no me refiero a Naruto. Sasuke cree que insultarlo es la única forma que tiene de llamar su atención” después solo se encogió de hombros, metió sus manos a los bolsillos del pantalón y siguió caminando, no sin antes añadir: “Si eres inteligente, no te metas entre ellos”. No supo descifrar tales palabras, hasta el momento no podía. Les resto importancia concentrándose en lo que dijo Sakura Haruno, eso sí que era un misterio. 

 

 “Al ser tan frío y orgulloso, no puede tratarlo de otra manera. Los insultos, las peleas y la indiferencia son su mejor escudo contra el sin fin de emociones y sentimientos que le genera el baka de Naruto. Siempre ha sido así y siempre lo será. Si quieres saber el por qué, tan solo tienes que notar lo que se esconde detrás de sus riñas sin sentido”. Sonrió para retirarse, siguiendo con su ronda por el hospital, lugar en donde ahora trabajaba la kunoichi. 

 

-Notar lo que se esconde detrás de sus riñas sin sentido –murmuró intentando comprender, cosa que no sucedió. Pasó por fin a la última incógnita. ¿Qué hizo el Uchiha bastardo para merecer ser la persona más importante de Naruto? Frunció el ceño al ver el tipo de respuestas que consiguió en esa pregunta.

 

 “No lo sé” “Pregúntaselo a Naruto” “Uno no elije a su persona más especial”. Todas se parecían a esas. Neji se lo atribuyo al destino, mientras que Hinata dijo: “Existió”. ¿A qué se refería con eso? Kakashi sensei, sin despegar la vista de su libro murmuró: “Lo reconoció”

 

 El anbu seguía sin comprender realmente que había detrás de la “amistad” entre Naruto y Sasuke. Por fin había terminado con su recolección de información, llegando finalmente a pensar en que si quería recuperar la atención del Uzumaki, tenía que actuar como el traidor. No le agradaba para nada la idea pero, no podía hacer otra cosa. Con decisión guardó su libreta, localizó el chakra del kitsune y desapareció en una nube de humo.  

 

 Reapareció a mitad de una calle, sorprendiendo al rubio que caminaba con la cabeza gacha, por ende, del susto se fue hacia atrás de sentón.

 

-Duele –se quejó -¡Por qué apareces así de repente idiota! –gritó poniéndose en pie. Bien este era el momento para ejecutar su plan.

 

-Oh, eres tú, Naruto no sabía que estabas aquí –se encogió de hombros, mostrando indiferencia al mismo tiempo en que oprimió una sonrisa falsa, cambiándola por una de medio lado. El kitsune parpadeo un par de veces antes de soltar un suspiro y seguir con su camino.

 

 El pintor quedó en shock al ver como pasaba de él. ¿Por qué? Se había portado indiferente, sonrió de medio lado, además cuando dijo: “Oh, eres tú” lo reconoció ¿qué no? No fue lo que hizo el bastardo según Kakashi. Él también lo había reconocido ¿Por qué no se ponía a perseguirlo a él? Descartó esas tres acciones, recordando lo que Shikamaru dijo. Corrió hasta alcanzar al zorrito, logrando andar a su lado.

 

-Entonces ¿Qué haces por aquí picha chica? ¿Buscas alguna forma de ser un mejor ninja o tal vez algo para que tu pene crezca un poco? Si es así déjame decirte que… -el anbu no pudo continuar pues un golpe en su mejilla lo hizo caer al suelo, de donde observo como el rubio se iba rojo de pena y coraje –No entiendo… -susurró sobando su mejilla.

 

 Lo había insultado tratando de llamar su atención. ¿Por qué no funcionaba? ¿Por qué solo Sasuke lograba que reaccionara de esa forma? Se puso en pie sacando su libreta. Leyó para sí mismo lo que Shino le dijo: “Pregúntale a Sasuke”. Tal vez esa era la mejor opción. Nuevamente se concentró un poco, localizando el chakra y desapareciendo.

 

 Esta vez se encontraba en las afueras de Konoha, instintivamente esquivó el kunai que iba hacia su persona. Levantó la mirada reconociendo los orbes negros que le observaron con desagrado, antes de girarse. El anbu se acercó hasta quedar a un lado del vengador. El cual lanzaba kunais y shurikens a un árbol. Sin más comenzó a imitarlo, no iba a preguntarle nada pues de ante mano sabía que no le respondería. Era consciente de que ninguno se agradaba en lo más mínimo, por lo que solo se limitaría a aprender cómo era para poder ser igual, así recuperaría su lazo con el rubio, es más, hasta sería más fuerte una vez que viera que ya no necesitaba al Uchiha bastardo.

 

 El moreno, ajeno a todo lo que pensaba su “copia barata”, gruñó por lo bajo dirigiéndole una mirada molesta. El otro ni se inmutó. Durante el trascurso de veinte minutos cada una de los movimientos que realizaba eran copiados por el anbu. Su paciencia llegó a su límite, encarando con el ceño fruncido al idiota ese.

 

-¿Qué diablos quieres? –preguntó. Obteniendo por respuesta la misma pregunta así como la imitación de su mirada, haciéndole enojar más –Hn…ahora estás más decidido a ser mi maldita copia descolorida, que bajo has caído –sonrió de medio lado al ver que el otro paraba de imitarlo.

 

-No es como si de verdad lo quisiera pero, no tengo opción. Es la única forma de conseguir a Naruto –con ese simple comentario, la sangre del azabache comenzó a hervir. El sharingan relució en sus ojos y con una velocidad única atrapó por el cuello al pintor, estrellándole la espalda en el tronco de un árbol -¿Por qué estás tan molesto? –la incertidumbre afloró al ver al Uchiha de esa manera, ¿No era él el que ignoraba al rubio por completo?

 

 Al sentir que el aire le faltaba, Sai se soltó del agarre. Pronto la pelea dio inicio. Shurikens, kunais, golpes, patadas, el filo de Kusanagi contra el de la espada corta. Las bestias creadas por el pintor eran destruidas por el katon del vengador. Ambos tenían moretes, cortadas, sangre que corría por su boca, en el anbu por un fuerte rodillazo en el estomago y en el moreno al partirse su labio en un puñetazo. La pelea subía rápidamente de nivel, tanto así que el chidori hacía su aparición, buscando impactarse en el pecho del adversario. Sin embargo…

 

-¡Sasuke! –el gritó resonó por todo el bosque, logrando que el mencionado desviara su ataque contra un árbol, el cual quedó destrozado -¿¡Qué demonios estaban haciendo!? –exclamó con enojo el kitsune observando a sus amigos.   

 

 Tras escuchar el sermón del Uzumaki, obligó a ambos ir al hospital, con la intención oculta de que su amiga Sakura no solo curara sus heridas, sino les regañara de igual forma, cosa que sucedió. La kunoichi les comparó con niños que no medían las consecuencias de sus actos y les negó el hecho de que fueran ninjas de gran categoría. Al final los mandó a una habitación para que descansaran un poco, prácticamente, “castigados” por su pelea.

 

 Ambos se encontraban en una cama, con vendas en la cabeza y algunos curitas por su rostro. El zorrito aún seguía recriminándoles su estupidez, logrando que el azabache, nuevamente, perdiera la paciencia.

 

-Cierra la boca usuratonkachi.

 

-¡Ciérrala tú teme! Ahora si te dignas a hablarme, después de que llevó una semana y media persiguiéndote para que lo hagas –comentó con algo de dolor, dolor que solo supo reconocer su mejor amigo.

 

 No lo había ignorado porque quisiera, al contrario le hubiera gustado estar todos los días con él, sin embargo la Hokage había sido clara cuando le dijo que aclarara primero sus sentimientos si quería estar con el portador del Kyuubi. De lo contrario tenía más que prohibido acercársele. Ella le dijo que no quería que lo lastimara nuevamente. Recordando todo eso, el ojinegro decidió decirle la verdad.  

 

-No es para tanto, además…la vieja fue la que me prohibió hablarte… -desvió la mirada para no encontrarse con los ojitos azules que le miraban irradiando felicidad. Todo ese tiempo creyó que el teme ya no quería estar con su persona, por lo que se sentía realmente feliz al saber que no era así.

 

-Tsunade oba-chan dice muchas cosas, tú no le hagas caso ¡BAKA! –enfatizó la última palabra saltando a la cama del poseedor del sharingan, este al instante comenzó a insultar al kitsune.

 

 Sai por su parte observaba todo, no había conseguido nada con actuar como el Uchiha bastardo. Y seguía sin entender ¿Por qué Naruto le prestaba tanta atención? ¿Por qué le perdonó el hecho de haberlo traicionado? Cansado de todo, el anbu decidió que si quería respuestas, tendría que conseguirlas de uno de ellos dos. 

 

-Naruto… -llamó el pintor ganándose la atención del susodicho -¿Puedo hacerte unas preguntas? –recibió un asentimiento de cabeza por parte del rubio al mismo tiempo en que se acomodaba para verlo mejor, por ende, dejaba de pelear con el azabache -¿Cómo es Sasuke Uchiha en realidad? –el ojiazul no lo pensó y cruzado de brazos comenzó a hablar.

 

-Es un prepotente, engreído, orgulloso, tonto, baka, teme, que no le importa que las demás personas se preocupen por él, también es un egoísta, mentiroso, sin corazón… -los insultos iban para largo, si no fuera porque el moreno le dio un zape, fulminándolo con la mirada -¡Es la verdad teme! –refunfuñó con un puchero en los labios. 

 

-¿Por qué crees que te trate de esa manera? –el ojiazul frunció el ceño sin entender –Es decir, que te insulte, te ignore y todo eso… -una vez más se repitió la escena anterior, solo que Naru subió sus piernas a la cama para cruzarlas también.

 

-¡Pues porque es un teme! Le gusta corregir todo lo que hago, además de superarme, no soporta la idea de que yo soy mejor que él –soltó una risita que fue callada por un nuevo zape de parte del azabache -¡Hey! –se quejó el kitsune llevando sus manos a la parte lastimada. 

 

-Entonces… -Sai tras escuchar eso, su cabeza se volvió un lio, ahora entendía mucho menos –Si piensas eso de él, y te trata de esa forma por simple competencia. ¿Qué fue lo que hizo para ser la persona más importante en tu vida? -un enorme silencio reinó al término de la cuestión.

 

 El azabache miró con el mismo o aún más desagrado al anbu, que le sostenía la mirada. No lo entendía, no entendía entonces ¿por qué lo buscó para traerlo de vuelta? ¿Por qué todas las personas decía y aseguraban que eran los mejores amigos? ¿Por qué estaría el uno para el otro en cualquier circunstancia? ¿Por qué Naruto lo miraba de esa manera? Tan diferente de cómo veía a los demás, con un sentimiento que no comprendía y que desconocía por completo.

 

-Me miró… -contestó, rompiendo con el silencio –Sí, eso hizo –reafirmó seguro de sí mismo. Tanto el pintor como el azabache posaron sus ojos en el pequeño que miraba hacía el techo –No con miedo, ni con lástima, tampoco vio al monstro o al niño abandonado, solo me miró con prepotencia como si fuera una persona más –sonrió felizmente antes de mirarlos -¡Me gusto ese juego! ¡Ahora es tu turno teme! ¿Cómo crees tú que soy realmente? ¿Por qué crees que te trato de la forma en que lo hago? Y ¿Qué hice para ser la persona más importante en tu vida? –inclinó su cuerpo dirigiéndolo en la dirección del que tenía que responder.

 

-Hn…No creo que seas un dobe, lo eres. Me tratas así porque es la única manera en que tus pocas neuronas pueden comportarse y… ¿Quién dijo que eras la persona más importante en mi vida? –terminó sonriendo de medio lado para enseguida comenzar a esquivar los puños que le lanzaba su amigo-rival. 

 

 Sai guardó silencio, observando cada una de las acciones que hacía el kitsune. Aún no entendía del todo, pero al menos pudo ver que no podía usurpar el lugar del azabache, era imposible separarlos. Sonrió falsamente recostándose en su cama, sus heridas no eran muy graves y ya estaba recuperado, sin embargo, le dolía un poco el pecho, como si algo faltara en ese lugar. Tal vez, si hubiera conocido primero a Naruto, si hubiera sido él el que lo mirara en vez del Uchiha bastardo, tal vez, en estos momentos tendría la misma sonrisa que Sasuke tenía…

 

 “Notar lo que se esconde detrás de sus riñas sin sentido”. Analizó unos minutos más como el kitsune refunfuñaba intentando soltar sus muñecas que eran apresadas por el azabache. Abrió sus ojos con sorpresa, ahí estaba. Sasuke se movía para que su cuerpo hiciera contacto con el de Naruto. Mientras que este, soltaba un chillido lastimero provocando que el otro suavizara su agarre al creer que lo lastimaba. Sai notó eso y el especial brillo en sus ojos, y las sonrisas que se regalaban entre insultos. Así como el cariñoso abrazo en el que el moreno lo envolvió, con el pretexto de mantener las manos paralizadas en la espalda del zorrito.

 

 Todos esos gestos estaban disfrazados, escondidos entre la pelea sin fin que a diario tenían. Una nueva pregunta surco su mente, ellos ¿se dan cuenta de todo lo que hacen? A simple vista parecía que no, inconscientemente el rubio recargaba su cabeza en el hombro del vengador para chillar en su oído que lo soltara.  El pintor se levantó de la cama, llamando la atención de los que “peleaban”.

 

-Sai, ¿Ya te vas? ¿No quieres quedarte a descansar? –preguntó preocupado el ojiazul, claro, sin descuidar su lucha con el otro pues ya había conseguido que lo liberara pero ahora quería golpearlo nuevamente.

 

-No, ya me siento mejor. Espero que podamos comer juntos un tazón de ramen –sugirió iluminando los ojos del otro –Y Uchiha bastardo, trata de no acaparar a Naruto –le dirigió su sonrisa más falsa antes de salir del cuarto. Caminó por el largo pasillo en dirección de la salida, en donde se topó con unos hermosos ojos verde agua –Kazekage ¿Qué hace en el hospital? –cuestionó –Acaso ¿golpeo a algún otro ciudadano inocente? –el pelirrojo se sonrojo al recordar que en su última visita mandó a un tipo al hospital, pero no fue su culpa, le estaba hablando extrañamente.

 

-Naruto…busco a Naruto, me dijeron que estaba aquí… -habló recuperándose de su pena, sin embargo no miraba al pelinegro a la cara. 

 

-Si lo que quieres es un guía para no perderte en Konoha, yo me ofrezco –rompiendo con toda regla del espacio personal, el anbu colocó su rostro enfrente del arenero. Ocasionándole un bochorno mucho más grande.

 

-No gracias –contestó alejándose un paso atrás –Solo quería hablar con Naruto… -dio media vuelta caminando en dirección de la salida. El pintor corrió un poco para ponerse a su lado.

 

-También me ofrezco para eso –sonrió sinceramente al ver que el otro no se oponía.

 

 Él también quería conseguir a su persona más importante. Quería que más allá de lo que todos vieran se escondiera algo. Quería que una persona le demostrara cariño. Quería acaparar la atención de alguien, y que ese alguien lo mirara de la misma forma en que Naruto miraba al Uchiha bastardo...

 

 

Notas finales:

Rina: Pues ahí está, creo que quedó sumamente extraño…pero que puedo decir, es lo que se me ocurrió el domingo en la mañana antes de ir a la Iglesia, porque sí lectoras y lectores, Rina asiste a la iglesia todos los domingos XD

 

Rini: ¬_¬U

 

Sasuke: Por qué decía que era un SaiNaru si yo no vi que MI rubio mostrara algún interés en la copia barata de Sai ¬_¬

 

Rini: Por eso dije ligero, aunque debí decir insinuación o que se yo, y deja de ponerme en mal porque lo reescribo y hago que Naru se quede con Sai ¬_¬

 

Sasuke: Hn, bruja ¬_¬

 

Naruto: A ver Rina, es tu turno de responder a las preguntas ^o^

 

Rina: Mmm pues yo creo que Sasuke es un engreído, guapo, e inteligente muchacho. Creo que te trata así porque es la única forma en que demuestra su cariño y preocupación por ti. Y por último…yo también me pregunto lo mismo XD

 

Sasuke & Rini: ¬_¬U

 

Sai: Es que de verdad, uno no entiende que tiene de bueno el Uchiha bastardo n_n

 

Rini: Estoy completamente de acuerdo, yo quería que te quedaras con Naru *¬*

 

Sasuke: Cierra la boca arpía ¬_¬

 

Rina: Ahh, bien, pues me despido, espero que les haya gustado, aunque está cortito pero es lo que salió. Les prometo que así tenga que desvelarme toda la semana pero actualizare mis fics T_T de verdad. Los/las veo luego y como siempre es un placer ^o^  

   

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