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Sakura Drops por Keysie Maxwell

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Notas del fanfic:

  • Quiero agradecer y dedicarles este fic a: mi queridísima amiga y rompañera de roll, Sakuma-chan, quien me ha estado apoyando en esto de escribir el fanfic y, también a mi nee-chan, Kari Maxwell, quien también me ha estado leyendo y apoyando incondisionalmente.

  • Muchas gracias a ambas!! sus apoyos han sido demasiado valiosos para mí y este fic, así que aquí les va para ustedes n_n

Notas del capitulo: Sasunaru

“Sakura drops”

Basado en Naruto

By: Keysie Maxwell

 

 

Category: AU, OOC, Romantic, angst, algo de humor…

Pairing: Sasuke x Naruto

Raiting: G

Declaimers: Naruto no me pertenece ni por si acaso xD, escribo sin fines de lucro y el título del fic y las estrofas que aparecerán en cada capitulo pertenecen a la canción homónima al fic de Utada Hikaru.

 

 

Capitulo 1:

 

 

Ése había sido su primer encuentro…

Con la academia repleta de emocionados niños de la misma edad y sus familias, se les daba la bienvenida a todos los nuevos futuros de la aldea con felicidad y esperanzas, agradeciendo con lindos discursos y presentándose respetuosamente a cada familia, uno por uno, asegurando la seguridad y bienestar de sus niños dentro de la institución, en una linda ceremonia realizada fuera de la academia misma, donde múltiples cerezos entregaban un bello espectáculo.

 

Era primavera, y los cerezos estaban en flor, por lo que los hermosos pétalos color de rosa volaban libres por el lugar, entregando una grata paz y satisfacción a los presentes en el lugar, amenizando el ambiente.

 

Él, sobre todo, estaba muy contento con el espectáculo; Siempre le había tenido un afecto especial a aquella planta, sin duda motivado por la admiración hacia su hermano mayor y el gusto de este por las mismas. Por lo que, incluso en un momento tan especial para él como éste, en el que era recibido como nuevo alumno de la academia ninja de Konoha, prestaba más atención a las hermosas flores y pétalos que caían que a las palabras de los que serían sus sensei.

 

Y, de hecho, hubiese seguido observando su pequeño espectáculo personal, aún cuando su padre le murmuraba discretamente que dejara de distraerse, de no ser por aquella visión que se cruzó en el camino de sus ojos negros como la noche y que, sin duda, era mucho más interesante que cualquier otra cosa…

Bello

Una fila antes que él a su izquierda, siendo el primero de la fila de niños, de pie a un lado de Hokage-sama que de a ratos le miraba y dedicaba una sonrisa amistosa, se encontraba un igualmente distraído, pero melancólico muchacho de apariencia vistosa.

 

Ojos azules como el cielo mismo, cabello rubio como el sol que los alumbraba cálidamente ése día y piel tostada como la arena que pisaban…

 

Kirei…

En definitiva, y a su edad, no supo muy bien por qué su corazón se aceleró al verle, tampoco entendía por qué tenía aquella ansia de hablarle y tener toda su atención, ni mucho menos por qué pensaba que era lindo. Lo único que supo, con sólo observarle durante el resto de la ceremonia de bienvenida, fue que ése chico de aura triste era atrayente a sus ojos… demasiado atrayente.

 

Era una sensación muy parecida a lo que sentía viendo los cerezos… no podía despegarse de ellos aún si ese fuese su deseo… y no lo era, para nada.

 

-- No se siente nada mal –Se dijo a sí mismo, sonriendo con su infantil encanto.

 

--¿Ototou? –Le llamó una conocidísima voz a su lado, donde su familia permanecía de pie.

 

--¿Nani? –Susurró confidencialmente, igual como lo había hecho su hermano mayor, sin siquiera voltear a mirarlo para que su padre no los descubriera y regañara después.

 

--Pareces estar bastante distraído –Le comentó, acercándose ligeramente hacia él para ser escuchado más fácilmente -¿Has encontrado algo interesante, ne?

 

El pequeño solamente se sonrojó, no muy seguro de la razón, y en un intento de ocultar el tinte rosa de sus carrillos desvió la mirada hacia la izquierda, lado contrario a donde permanecía su familia y, más importante, su aniki. Sin embargo, el mayor alcanzó a verle y supo que esa sería la única respuesta que recibiría de su tonto –y avergonzado- hermano menor.

 

Pero, claro, para él eso era más que suficiente para aclarar sus sospechas…

 

--Eres demasiado adorable, ototou -Le susurró, volviendo la atención al frente, al igual que su hermanito.

 

Y así es cómo había pasado el resto de la ceremonia, en silencio admirando discretamente su pequeño nuevo espectáculo… bueno, talvez no muy discretamente, pues en una ocasión el chico volteó a verle por tanta insistencia de su mirada e infló los mofletes indignado, como pidiéndole en silencio que dejara de mirarle, pero él sólo le sonrió, obviamente dejando en claro que no dejaría de hacerlo.

 

Azul y negro combatieron en silencio hasta que el más bajo fue atacado por un codazo del Hokage para que volviese su atención a lo “importante”, que no se encontraba precisamente filas más atrás, sino sobre el escenario.

 

Recordaba ése azul intenso aún.

 

--¡Por fin! –Se quejó con voz aliviada el pelilargo, estirándose perezosamente -Ha sido demasiado extenso este año…

 

--No digas tonterías, Itachi –Le regañó su padre, sentándose como cabecilla sobre el mantel tendido en el pasto –Recuerda tu posición

 

--Anata, por favor no seas tan duro con él. Ésta es una ocasión especial, vamos a disfrutarla, ¿sí? –Intentó calmarle, como siempre, su esposa, de quien sus hijos habían heredado el parecido.

 

--Hn

 

Estaban en un día de campo…

 

Después de la bienvenida en la academia, se había invitado a las familias a participar de un día de campo en los jardines repletos de cerezos. El lugar estaba lleno de sonrientes y orgullosas familias, cada una sentada a la refrescante sombra de los majestuosos árboles, comiendo juntos para compartir el grato momento de saber a su hijos estudiantes ninja.

 

Y su familia, obviamente no era la excepción, aunque claro, ellos no se veían “completamente” felices, después de todo, su orgullo de Uchiha suponía no les dejaba demostrar del todo estas emociones aunque las sintieran, pero era lo de menos para él, que se conformaba con poder pasar un rato de paz junto a sus padres y hermano.

 

--Debe ser la época… -Se excusó ante sí mismo por su nueva actitud pacífica.

 

Por lo general, ya estaría con el seño fruncido e irritado, pero ahora sólo permanecía recostado del otro lado de aquél árbol donde se refugiaban del sol, observando el cielo sin mayor preocupación, sin fijarse en su padre y las atenciones que sólo le brindaba a su hermano, sin darse tiempo a los celos ni a intentar demostrarle que podía ser igual o más bueno que él.

 

Sentí mucha tranquilidad…

 

--Tu mirada es realmente penetrante…

 

Luego de aquella vocecilla que le pareció había venido de la nada, vio asomarse sobre él una cabecita rubia, con un par de enormes y expresivos ojos azules, más lindos que el cielo que antes contemplaba, y muchos más bravos que este también.

 

--Lo sé porque gracias a ella no pude concentrarme en toda la ceremonia y el anciano ése no dejaba de regañarme -¿Anciano? Pero si él sólo le había visto con…

 

--¿Te refieres al Hokage? –Le interrumpió de golpe por la sorpresa, con tono de reprimenda. ¿Anciano? Estaba seguro que si él se atrevía a llamar así al Hokage, su padre lo golpearía al menos.

 

--Pues es que si está viejo-ttebayo… -Infló sus mejillitas, que ahora que veía bien, estaban marcadas tres veces a cada lado –Necesitaría muchas cirugías para ocultar su edad, ¿no te parece? Si con todas esas arrugas…

 

--¿A qué has venido? –Volvió a interrumpirle. Una venita saltó en la dorada cabeza.

 

--Parece que no tienes mucha paciencia…

 

--Así es

 

--Uchiha –Murmuró, rodando los ojos, como si esto fuese un insulto. El pelinegro alzó una ceja al haberle escuchado –Bueno, como sea, he venido a advertírtelo: no vuelvas a pegar esa mirada en mí o me veré obligado a darte una lección

 

Mientras decía todo aquello, se iba levantando del piso, donde había estado sentado junto al de piel blanca para hablarle, dando una imponente pose desde la perspectiva del chico tirado en el pasto, pero esto no sería suficiente para intimidarlo, claro que no.

 

Orgullo ante todo…

 

--¿Crees que podrías siquiera darme un golpe?

 

-Ugh… -De acuerdo, eso no estaba dentro de su plan de intimidación. Parecía que el chico era rudo.

 

--Porque realmente te vez patéticamente débil -¡Sip! Ver a su aniki pelear de algo le había servido sin duda.

 

--¿Q-Qué? ¡Pues mira quien lo dice, cuando tienes pinta de niña indefensa-ttebayo!

 

¿NIÑA?

 

Un sonrojo tomó sus mejillas por asalto y un leve tic se hizo presente en su ojo derecho. ¿Niña? ¿Con qué derecho ése niño bonito le decía aquello?.

 

--Retráctate –Fue lo único que pudo decir. Su mandíbula permanecía apretada.

 

--¿Tu y cuántos príncipes azules me convencerán de hacerlo, princesa?

 

¡Y se derramó el baso de agua!

 

Sin realmente mucho esfuerzo y apoyando las manos a los costados de su cabeza, logró levantar una pierna sin perder el equilibrio para hacer un semicírculo con ella y así llegar hasta la parte trasera de la rodilla del rubio, donde golpeó duro y le hizo caer al pasto duramente por el tambaleo que sufrió su pierna luego de tan certero golpe.

 

--¿Ahora quién necesita a los príncipes para que le salven, hime-cchi? –Se burló al sentarse sobre sus caderas para no permitirle ponerse de pie.

 

Un sonrojo asaltó, esta vez, las mejillas marcadas del ojiazul y esto no pudo más que parecerle adorable al chico sobre él.

 

Después de todo, resultó ser más interesante que una simple flor…

--¿Q-Qué demonios te pasa, Uchiha? ¡Bájate de encima-dattebayo! –Comenzó a patalear, intentando librarse del cuerpo que no le dejaba moverse libremente.

 

--Sasuke…

 

--¿Eh?

 

--Mi nombre es Sasuke, no Uchiha

 

Permanecieron mirándose largo rato, sin decir una palabra ni moverse un ápice luego de esas palabras. Los cerezos dejaban caer sus hermosas flores sobre ellos libremente y sin que ellos se enteraran de nada a su alrededor.

 

Que paz…

--¡No me digas que ya estás causando problemas otra vez! –Una tercera voz en la escena hizo a ambos pequeños despertarse del letargo al que habían caído.

 

Ambos se levantaron del suelo con velocidad, uno antes que el otro para darle la posibilidad de moverse, mirando expectantes al anciano Hokage que caminaba pacientemente, con pipa en mano y calma reflejada en sus ojos, hacia ellos.

 

--Hokage-sama…

 

--¡Él tiene la culpa de todo, jii-san! Te dije que alguien me estaba mirando y lo encontré. No tenías que haberme golpeado tantas veces para que pusiera atención… -A cada frase que soltaba, le añadía gestos y tonalidades diferentes; ahora permanecía con las manos en la cabeza como señal de dolor y un puchero en su rostro.

 

--¿Cómo planeas convertirte en ninja si una simple mirada te distrae? Así nunca servirás para ninguna misión –Le devolvió el reclamo, dándole una fumada a su pipa con tranquilidad.

 

--¡Pero tú no entiendes-dattebayo! Su mirada es realmente penetrante y yo no…

 

Que familiaridad tenían.

 

Ambos se hablaban como si se conociesen de toda la vida, parecía que se tenían mucha confianza el uno al otro y al Hokage no le molestaba para nada la presunción del niño para con él. Era extraño.

 

Aunque, ahora que lo pensaba, en la ceremonia, aquel niño estaba solo, solamente acompañado por el Hokage. ¿Acaso serían familiares o algo así?... pero, él no sabía que el Hokage tuviese otro nieto, de hecho, algún otro familiar.

 

--¿Será que…?

 

--¡Ite~! –Gritó por el duro golpe que le propinó en la cabeza aquel cruel hombre de blanco -¡Ya verás cuando sea Hokage, voy a hacer que te encierren por agredirme de esta manera!

 

¿Hokage?

 

--Serás malagradecido… -Gruñó el anciano hombre, notando por fin la extrañada presencia del menor de los Uchiha -¿Sasuke, no? –Una vez que llamó su atención –y así lo supo porque el muchachito volteó a verle-, continuó hablando –Disculpa las molestias, a veces este chico es un poco imprudente e impulsivo. No te vayas a enfadar con él, por favor

 

--De ninguna manera, no vale la pena

 

--¿Quieres pelea, Uchiha? –Le retó con sus ojos cerrados y expresión zorruna activada.

 

El otro, simplemente volteó la cabeza indiferentemente.

 

El Sandaime suspiró aliviado y cansado al mismo tiempo.

 

--Espero que, a pesar de esto, se lleven bien –El pelinegro asintió algo renuente aún –Bueno, es hora de irnos. Creo que tu familia debe estarte esperando para comer… ¡vámonos nosotros también!

 

Le hizo un gesto con la cabeza al rubio para que le siguiera, cosa que no dudo en hacer y se plantó a un lado del legendario hombre con una gran sonrisa y así comenzar con una lenta caminata hacia su sitio designado para el día de campo.

 

--Na, na… ¿Hiciste ramen para mí, no? ¡Me muero por comer un poco-dattebayo!

 

--¡Por supuesto que no! Ya te dije que debes empezar a comer algo más sano

 

--¿¡Nani?! ¡Eres muy malo, jii-san! Me moriré sino como ramen hoy –Lloriqueó melodramáticamente, con dos cascadas bajando de sus ojos.

 

El moreno sólo observaba anonadado la escena que desarrollaban aquellos dos atípicos personajes. En verdad… era alguien muy atrayente… y aquel encuentro para nada había sido como el que había imaginado.

 

Había sido extravagante, justo como él.

 

Se sonrió pequeñamente.

 

--Ah… también olvidé decírtelo. Naruto, ése es mi nombre

 

Aquello fue lo último que le dijo, al pasar por su lado en su camino hacia el Hokage.

 

--Naruto, ¿no? –Ése nombre no lo iba a olvidar, sin duda.

 

 

 

SasuNaru

 

Koi wo shite owari wo tsuge

Chikau koto wa kore ga saigo no HEARTBREAK

Sakura sae kaze no naka de

Yurete yagate hana wo sakasu yo

 

 

SasuNaru

 

--Ya es muy tarde…

Suspiró cansinamente mientras se estiraba con pereza, sentado en el pasto despreocupadamente y utilizando aquél cerezo, hoy sin flores, como respaldo para observar la majestuosa noche sin luna, mas llena de estrellas, que hoy se presentaba sólo para él.

--Mañana tengo misión nuevamente –Se recordó, como para darse ánimos y así irse del bello lugar que tanta nostalgia le traía.

Así que, con un último suspiro, y tomando la olvidada máscara con caracteres de animal del suelo, se incorporó y sacudió sus ropas blancas y negras, dispuesto a marchar a su casa que, aunque no le gustara, debía de estar sola…

-- Después de todo, resultó ser más interesante que una simple flor… pero igual de bello e intoxicante que una –Murmuró, con una sonrisa en sus apetecibles labios, dejando atrás de una buena vez, ése lugar y todos los recuerdos.

 

 

Tsuzuku…

Notas finales:

¡Bueno, aquí está!

Un Sasunaru que me estuvo rondando en la cabeza durante todas las vacaciones xD

La verdad es que la trama es bastante diferente a cmo pensaba hacerlo en un principio, pero creo que me gusta y dará un buen resultado :)

Quiero agradercerles por leer el fanfic y espero pronto poder actualizar la segunda parte n_n

Nuevamente gracias a mis amigas Kari y Sakuma por su apoyo y gracias a ustedes también por el suyo.

Matta ne :D


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