1. Bajo tu mirada sombría:
Otro día soleado en la misma escuela, era uno de esos días de verano, en los que el pasto esta quemado y no quieres hacer nada. Un niño de once años, de rubios cabellos y ojos azules caminaba lentamente hacía la salida. Chasqueaba la lengua continuamente en señal de molestia, estaba harto de su vida. Saco su celular ultimo modelo que su padre Minato le había comprado la semana pasada, según el era un gesto de “cariño” por haber tenido abandonado a su hijo por mas de dos meses, pero ese no era el “cariño” que ese chico deseaba. Marco un número y espero; el teléfono repico tres veces:
-Buenas tardes, señor Naruto – respondió una voz varonil.
-Ya te dije que no me llames señor, Gaara… bueno el caso, recógeme hoy un poco mas tarde, en el lugar de siempre, no en el colegio… me place caminar.
-Como diga se… Naruto – el rubio sonrió y colgó, casi al instante aparecieron dos figuras.
-Kiba… Shikamaru… ya iba de salida y…
-WOW O_O, ese celular!, tu papá si que tiene dinero! – grito Kiba, acercándose para verlo mejor y frunciendo el ceño al comprobar que Naruto se lo llevaba al bolsillo para no dejarlo ver.
-Que problemático eres!! – sentencio Shikamaru – no te lo vamos a robar si eso crees!, tu papá es muy rico y no lo niego envidia si da… pero no es para tanto…
-No es eso… - murmuro el rubio, odiaba tener que pensar siempre en que esos no eran amigos, siempre estaban con el por interés, como más de la mitad del colegio, contando chicas y chicos. Unos pasándose por sus “mejores amigos” y otras tratando de enamorarlo para que les comprara cosas lindas cuando fueran novios. Todo esto le molestaba a Naruto, jamás había sabido que era amor, ni que era realmente amistad, a veces se desahogaba con Gaara, el era el único del que se pudiera decir ser querido del rubio. Aún se preguntaba como era posible que la gente que estaba en frente suyo pudiera ser tan hipócrita, ahí los dos sonriendo como si nada, cuando el rubio sabia que esa misma mañana a espaldas suyas le habían dicho niño rico, engreído e imbecil. Pero bueno que se le podía hacer.
-Naruto necesito que me prestes dinero… - murmuro bajo un chico que había llegado donde estaban ellos sin que el ojiazul se percatara de su presencia. Tenía el pelo largo y castaño, unos ojos grises y era de tez blanca.
-¿Cuánto necesitas Neji? – dijo Naruto mandando una mano a su mochila y dentro de ella a su billetera.
-5000 yenes (fue lo primero que se me vino a la mente…) – el rubio le dio el dinero, giro y comenzó a caminar de nuevo hacía la salida.
-Oe!!! – gritó Kiba – dame a mi también dinero!!! ¿Por qué solamente le prestas a Neji? – Naruto alzo una mano en señal de despedida, pero no volteo a mirar y siguió caminando.
El rubio llego a un parque, que a esa hora casi no se frecuentaba y se sentó en un columpio, con la cabeza gacha y la mirada perdida, (Las escenas tristes o reflexivas siempre son en columpios ¬_¬… ¿Qué significara?, el bamboleo de la vida??? Que se yo… jamás la he pasado mal en un columpio ^-^), pensando en su vida, siempre tan vacía, las lagrimas comenzaron a correr por sus mejillas. En un punto algo alejado de donde estaba el rubio, se encontraba un muchacho de unos 15 años, que observaba atentamente al rubio. De piel nívea, de ojos y pelo negro… su nombre Uchiha Sasuke. Llevaba varias semanas en la tarea de seguir y observar al pequeño, era necesario para seguir con su plan, pero jamás pensó que Naruto fuera así… Había comenzado con esto desde que supo que el padre del rubio al que observaba era el que había mandado matar a su padre, por cuestiones económicas y de imagen. El papá de Sasuke dirigía en otros tiempos una pandilla de mucha fama, que había perdido su poder desde que este había muerto, y Minato había recibido de este dinero y una que otra ayuda en uno que otro aspecto, a fuerza de que algo se supiera Minato había decidido romper su alianza y exterminar al líder de la banda.
Parte de la venganza de Sasuke y del re-emerger de la pandilla era secuestrar a ese niño, quería hacerle tanto daño al yondaime como pudiera. Y así comenzó a seguirlo, analizaba que hacía, que horario tenía, quien cuidaba de el. Venia muchas veces a ese parque, todos los días, la primera vez que lo vio llorar… sintió una gran necesidad de consolarlo, de darle protección y apoyo. Desde ese entonces no podía evitar sentir una punzada de dolor en su pecho por cada vez que veía salir una lágrima de esos hermosos ojos. Al principio se sorprendió, el odio lo inundo, pero no sabía exactamente porque, no entendía como un niño que lo tenía todo podía llorar, pero cuando se adentro al mundo del niño, se dio cuenta de que este realmente no tenía nada. Naruto había comenzado a formar parte de su ser, de su mundo, ese niño le recordaba a el, de pequeño, cuando lloraba. Ahora seguía y observaba más al niño, con más interés, no tan sistemáticamente, sino solo con el deseo de verlo, odiaba a esos chicos de la escuela del rubio, odiaba cuando con sus palabras lo herían, lo aislaban, y una que otra vez les dio un buen susto para que dejaran de molestar al ojiazul. Después comprendió que el odio que sentía no era hacía el rubio, tampoco era hacía si mismo, era hacía los que le habían hecho daño a los dos, su odio por Minato se acrecentaba. Había retrasado el día del secuestro argumentado que necesitaba más tiempo para planificarlo mejor, pero ya no podía retrasarlo mas… al día siguiente tenían que ejecutar el plan y realmente Sasuke no sabía que haría cuando se encontrara con el…
Fue por un fugaz momento, pero mientras Sasuke miraba atentamente al rubio, este giro a mirarlo, sus miradas chocaron, y se quedaron prendidas la una de la otra. Juntos incapaces de escapar o dejar de mirar a los ojos contrarios. A Sasuke le dio un salto el corazón, no sabía lo que sentía, pero estaba muy nervioso, aún así su mirada se mantuvo serena y no vacilo un momento. Un carro se estaciono en la esquina, y un hombre, pelirrojo, de unos 20 años y con unas ojeras muy marcadas bajo del auto. Camino hacía Naruto, por el cual sentía un gran afecto, era un chico tan solitario… y coloco una mano en el hombro de este, las miradas entre Sasuke y Naruto se desconectaron al instante.
-Vamos Naruto – dijo el pelirrojo con una amplia sonrisa, Naruto sonrió a su vez - ¿Cómo te fue hoy?
-Bien – mintió Naruto; Sasuke que había dirigido su mirada hacía otro lado, en cuanto apareció aquel guardaespaldas, que al azabache le daba mala espina, (… es que estaba celoso porque Gaara pasaba tanto tiempo con Naruto ¬_¬…), volvió la mirada para ver de nuevo al rubio, “era irónico”, pensaba, “que las cosas se hubieran volteado de tal manera por un niño”, chasqueo la lengua, “que vida tan ridícula”, pensó. Naruto volteo a ver de nuevo a aquel extraño, y a Sasuke no le quedo la menor duda de que esa mirada le decía: “si lo se, esta vida es ridícula. Yo también lo pienso”…
Sentado en el asiento trasero del carro blindado que mandaba su padre para recogerlo, y junto a Gaara, Naruto pensaba en ese chico del parque. Era la primera vez que se había atrevido a mirarlo tan directamente. Todo el vello de su espalda se había erizado al ver que ese chico le había correspondido la mirada. El era alguien especial para Naruto, dentro de su ser lo sabía, todo, absolutamente todo de ese chico le atraía al rubio, y era extraño que el pensara eso de un chico, pero es que simplemente no podía encontrar otra palabra que correspondiera mejor a sus sentimientos. Hacía ya dos meses que Naruto había visto a ese extraño, pero al contrario que con otras personas, al rubio le gustaba la presencia del azabache, y parecía que a ese extraño también le gustaba estar con Naruto. Por esa razón nunca había dicho nada a nadie acerca del muchacho, que lo observaba todas las tardes en el parque, y como solo lo había visto ahí, comenzó a frecuentar más ese lugar, hasta que se volvió una costumbre ir todos los días allí. Cuando no iba, se desesperaba, no podía dormir ni estar en paz hasta ver al azabache…
Otro día más, de nuevo ir a la escuela, se levanto de la cama gracias a la única esperanza que tenía, ver de nuevo al muchacho de cabellos negros, tal vez hasta hoy podría hablarle, y con esa sola idea pudo sonreír, lo vería de nuevo (y no sabe cuanto!! ¬_¬ Ni como…) Subió al carro, seguido de Gaara (el conductor ya estaba adentro), el cual vio el cambio de animo del chico y sonrió también, no muchas veces se le veía sonriente. Iban a mitad de camino, cuando sintieron un movimiento violento, el carro había chocado con algo, el auto se había detenido, y el conductor estaba inconciente. Por suerte ni a Gaara ni a Naruto les había sucedido nada.
-Taiyobu Naruto? – pregunto con preocupación Gaara.
-S…si – dijo algo impresionado el rubio, salieron del carro; se quedaron juntos en silencio, el carro no había chocado contra nada, mas bien parecía como si alguien lo hubiera golpeado.
-Quédate aquí Naruto – dijo el guardaespaldas, y se acerco mas hacía la parte delantera del auto, de pronto una pelichicle (la plasta rosada), salto en el aire y casi le logra dar un puño a Gaara, de no ser porque este salto a tiempo hacía atrás. Se oyó un estruendo, esa chica tenía una fuerza descomunal, tanta que cuando impacto con el suelo llego a quebrarlo. “Así que ella fue la que golpeo el carro”, pensó Gaara, “debo tener cuidado”.
-Naruto… - dijo muy serio colocando al rubio tras su espalda para protegerlo – te quieren a ti… te defenderé cuanto pueda, no te preocupes por mi.
-Pe… pero Gaara-senpai…
-Quédate siempre detrás mió, si me vence… corre y olvídate de mi, solo corre…
-Que caballeroso!!! – dijo con burla la pelichicle esa, Gaara se lanzo a competir con esta. Naruto estaba muy preocupado por su guardaespaldas, no le agradaba la idea de que resultara herido, o peor, muerto por su culpa. La rosada golpeaba con fuerza, pero no con muy buena puntería, Gaara esquivaba los golpes, esperando una oportunidad para atacar, cuando la pelirosa estuviera ya cansada. Naruto tenía mucho miedo, miraba atentamente la pelea rezando porque no le dieran al pelirrojo. Cuando de pronto sintió una mano en su hombro, alguien estaba detrás suyo…
--- Pov de Sasuke ----
Vi cuando Sakura detuvo el carro, “bakkana”, pensé, siempre tan burda, le pudo hacer daño a Naruto!, pero me alivio al ver que sale ileso del carro, con ese guardaespaldas, chasqueo la lengua, no me cae bien… a veces pienso que son celos… en fin, sigo caminando, mientras tanto respiro hondo, será la primera vez que lo toque… me siento nervioso. Allá la pelea comienza, me alegro al ver que Gaara protegerá a Naruto y que este no resultara herido, eso es lo que mas me preocupa, van iguales… nadie le gana a nadie. Ya estoy cerca, me quedo quieto y te veo, estas con tu uniforme del colegio y tienes miedo, te veo temblar, me armo de valor, llego hasta ti y coloco mi mano sobre tu hombro, miles de sensaciones recorren mi cuerpo… veo como te tensas, se te ha erizado todo el vello de tu nuca, y volteas a mirarme, parece que se te olvido todo, te relajas al ver que soy yo y sonríes… y ante mi asombro, mis nervios y mi felicidad me abrazas, tiemblas de nuevo… te hundes en mi pecho. Te abrazo, yo también sonrió y me congelo ante tus palabras… ¿Qué debo hacer?... gommen Naruto….
--- Fin del Pov de Sasuke ---
-“Es el” – piensa Naruto – “ha venido, lo he encontrado, no temo mas, no importa lo que pase, el esta aquí y eso es todo” – se abraza al azabache, y siente el abrazo de este – Ayúdalo… no se porque quieren hacer esto… pero no dejes que le hagan daño… no dejes que me hagan daño – se aferra mas al cuerpo y a la camiseta del Uchiha.
-Naruto…
-“¿Se sabe mi nombre?” – piensa el ojiazul – “puede ser que el…” – el rubio se separo del azabache, el miedo vuelve a el, vuelve a estar solo, la tristeza regresa a sus ojos, y eso es algo que no soporta el azabache, el rubio ya ha dado varios pasos atrás, pero Sasuke se adelanta, lo toma de un brazo, lo jala y lo atrae de nuevo hacía si abrazándolo.
-No te prometo que el no sea dañado, el no me importa… tu si, te protegeré, no te sucederá nada, no serás dañado, matare a quien lo haga… pero debo llevarte… debo llevarte conmigo… - ante estas palabras, Naruto siente de todo y ese todo se define en abrazar con mas fuerza a quien le ofrece su protección…
-Tu nombre… - murmura el rubio temblando
-Sasuke, Uchiha Sasuke
-Sasuke… - murmura bajito el rubio temblando y cierra los ojos hundiéndose mas en el pecho del ojinegro. Gaara sigue peleando contra la plasta, gira un poco y ve a un chico de cabellos oscuros al que esta abrazado Naruto, dos, ahora son dos, ella solo es una distracción, un puño impacta en su abdomen, la pelirosa le ha dado, cae al suelo y siente como se le han roto varias costillas.
-Maldita!!! – grita Gaara, el piso tiembla, toneladas de arena se abren paso hacía la pelichicle, la dejan (como lo que es una plasta…), inconciente contra la pared, Gaara se levanta con dificultad – Naruto!!!! – llama, el rubio no responde, esta apretando los ojos para no abrirlos, solo quiere sentir a Sasuke y ya – déjalo ir!!!! – le grita al azabache, este sonríe prepotentemente. Si eran celos, se da cuenta el ojinegro, y siente una gran satisfacción por lo que le va a mostrar a Gaara, (recuerden que ellos dos, Naruto y Sasuke, están abrazados), quita las manos de alrededor de Naruto y las aleja de este, esto solo provoca que el rubio se aferre más al torso del azabache. Gaara ve como este lo suelta, pero Naruto no se mueve ni un ápice, el rubio es el que esta empeñado en no dejar al ojinegro.
-Creo que Naruto ya se decidió – murmura arrogantemente Sasuke
-Lo traeré de vuelta – dice con odio Gaara, Sasuke aparta delicadamente al rubio y, como haría antes el pelirrojo, lo coloca detrás suyo.
-Naruto… - dice el azabache – para mi eres alguien muy preciado, y no te voy a perder – el rubio se sonroja ante estas palabras… “alguien preciado” piensa – voy a pelear por ti, quien gane esta pelea se quedara contigo – El sharingan se activa, Gaara levanta sus arenas, y cada quien utiliza sus técnicas. Sasuke parece no tener problemas, pero Gaara, quien ya esta herido, parece hacer un esfuerzo sobre humano, esta muy débil. “¿en realidad soy tan importante?”, se pregunta Naruto, que observa con un sentimiento de culpa la pelea… Las arenas de Gaara se desvanecen, ya no tiene fuerzas, y el azabache va a contraatacar con algo que parece un rayo, un Chidori…
-CHIDORI!!!!!!! – la potente técnica eléctrica va directo al pelirrojo, esta diseñada para matar, Gaara no tiene oportunidad…
-Sasuke!!!!!! Yabete!!!!!! Moi!!!!!!!!!!! – grita el rubio, la desesperación se refleja en su voz, la técnica se detiene y finaliza en un simple golpe contra el pelirrojo. El azabache tiene rabia, pero Naruto corre hacía el, para volverlo a abrazar. – No es necesario Sasuke… me voy contigo, eso es… eso es lo que yo quiero, quiero estar contigo, no tengo nada que perder… - Sasuke lo mira sorprendido
-¿Qué… que dijiste? – repite incrédulo el azabache
- Que quiero irme contigo… - repite el rubio
-Esta bien… vamos
-Naruto!!! No… - dice con sus últimas fuerzas Gaara
-No te preocupes, sonríe con una mirada tranquilizadora Naruto – todo va a estar bien – se aparta del pelinegro y abraza a Gaara, Sasuke dirige una mirada que bien hubiera podido matar al pelirrojo, toma de la mano al rubio para apartarlo cuanto antes, mientras piensa con toda seguridad un “es mió!”, (Sasuke… lo que pasa es que se te olvido colocarle el letrero de propiedad privada… ¬_¬, por eso Gaara no se dio cuenta…), y lo lleva caminando hacía una van, que esta estacionada a una cuadra de allí. Deja a Naruto en la parte de atrás de la van, y va a por la plasta rosada.
-Sakura… despierta.
-ah…- dice la pelirosa – ya voy Sasuke-kun! – se suben a la van, (dejando a Gaara desmayadito y solo T-T, NataHiGaa ve, aprovecha y ayúdalo!), Sasuke maneja, van hacía las afueras de la ciudad, pronto se enterarían del secuestro… llegando a una esquina el azabache se detiene.
-¿Qué pasa Sasuke-kun?!!!
-¿ya estas bien?
-^-^ te preocupas por mi! Que ternura!!!!
-No, estas bien?
-Si…¬-¬
-Entonces maneja, voy a ver al chico – dice bajando de la van y yendo a la parte de atrás. Naruto se había quedado muy quiero al sentir que paraban, abrieron la puerta, sonrío, era Sasuke, este entro y cerro las puertas, momentos después la van se puso en marcha. Instintivamente, y sin saber muy bien porque, Sasuke alzo un poco a Naruto y lo sentó entre sus piernas, abrazándolo. El rubio no rechazo esta muestra de cariño, más bien le agrado, lo hizo feliz. Abrazo al azabache, ocultando su rostro en el cuello del ojinegro, aspirando su olor.
-¿taiyobu? – pregunto Sasuke
-Hai… - dijo esta vez Naruto sin mentir
-Naruto… has todo lo que te diga, se obediente… al menos por ahora
-Hai…
-Te protegeré, lo prometo…
-Lo se… - Sasuke abrazo más al menor, le gustaba tenerlo entre sus brazos, le daba una gran sensación de paz. Estuvieron así todo el camino… cuando el carro se detuvo, Sasuke soltó, muy a su pesar al rubio, y se coloco en un punto alejado de este, dejando a Naruto solo. Este último se acomodo mejor en una esquina y abrazo sus piernas para no dejar escapar el calor que le había proporcionado el azabache mientras estaban juntos. Se dedico después a ver fijamente al ojinegro, le gustaba observar ese rostro tan sereno. Se abrió la puerta, la basura-chan entro:
-Ya esta Sasuke-kun!, estamos dentro
-Me alegro… - dijo Sasuke desviando la mirada
-Bueno, ahora a atarlo… - el azabache giro la cabeza muy rápidamente ¿atarlo?, la pelichicle llevaba una cuerda muy gruesa, el daño que esta le podía hacer a los brazos y manos de Naruto era considerable, y más si esta lo ataba con semejante fuerza que poseía…
-No! – ordeno Sasuke
-Nani? – dijo la plasta confundida
-No lo ates… - se levanto y fue hacía Naruto que miraba con desconfianza la soga, le tendió una mano que este acepto y comenzó a caminar con el niño cogido de su mano hacia fuera de la van – el no hará nada, no necesitamos atarlo, no se va a escapar, yo… confió en el… - así se bajaron, dejando a una pelirosa algo confundida por el extraño comportamiento de azabache.
-Lo sabia – dijo la pelichicle – se encariño con ese chico, por eso retraso tanto la misión – chasqueo la lengua – allá el!!!
Caminaron, parecía ser que estaban en una bodega, no había mucha luz allí, estaba muy oscuro, pasaron a un siguiente cuarto, parecía ser el de una oficina, y salieron a un frió corredor, Naruto se abrazaba de la cintura del azabache, no se sentía muy cómodo en ese lugar, después de pasar de largo tres puertas entraron a una cuarta, el ojinegro prendió la luz.
-No será tan lujoso como tu cuarto… pero al menos no te sentirás tan secuestrado… espero… - el rubio sonrío, dentro había una cama sencilla, con varias mantas, una mesita de noche con nada encima y una ventana con pesadas cortinas – es mejor que no te asomes demasiado – dijo el azabache al notar que la atención de Naruto se dirigía a estas.
-Esta bien… - el rubio solto la mano del pelinegro para ir a sentarse en la cama – ¿te puedo preguntar algo Sasuke?
-Pregunta… pero no te aseguro que te vaya a responder – dijo el ojinegro sentándose al lado de Naruto, pasándole un brazo por encima de los hombros, atrayéndolo hacia si…
-¿Por qué me secuestraron? ¿por el dinero? – dijo el rubio pensando en que esa respuesta le iba a doler
-No, es por tu papá, si… pero no es exactamente por el dinero…
-¿te hizo algo malo mi papá?
-si…
-¿Qué te hizo?
-… - silencio… no, era mejor no decírselo, después de todo era el papá de Naruto – eso no te lo diré – respondió al fin. De nuevo se hizo el silencio, en el cual Naruto se abrazo más a Sasuke, y oculte su cara entre las ropas de ojinegro – Naruto…
-Nani?
-Lo que dijiste… de querer venirte conmigo… ¿fue para que no dañara a Gaara?
-En parte… - ¿en parte? – pero yo si quería venirme contigo, estar contigo, esa pelea se hacía innecesaria… porque yo quería que ganaras… demo… no quería ver herido a ninguno… - el azabache abrazo mas al rubio
-Demo… ¿Por qué querías venir conmigo?
-Porque allá afuera no tengo a nadie Sasuke, ni siquiera tengo amigos o familia… y tu… no se porque, pero yo siento que en realidad si soy importante para ti…
-Lo eres
-Sentí que éramos… iguales… - “¿iguales?” el azabache soltó al menor y se levanto, sentía un gran dolor en su pecho, no podía estar mas tiempo ahí con ese niño, debía irse, pensar mejor las cosas…
-Quédate aquí Naruto, no intentes salir, de todas formas estará con llave, no te asomes por la ventana – dijo el ojinegro con un tono que le helo la sangre al rubio, salio del cuarto, cerrando de un portazo y dejando la puerta con llave. Naruto se acostó y se abrazo a si mismo, este acto siempre le había dado consuelo, ¿había dicho algo malo?, era posible, si el azabache volvía se disculparía, no podía entender como alguien tan especial para el, y tan amable y calido en otros momentos se podía tornar así de frió, una que otra lagrima se escapo de sus ojos rodando por sus mejillas. Pero desde ese día, Naruto decidió no volver a llorar.
-Sakura!... ni se te ocurra tocarlo mientras no estoy! – dijo el azabache
-Esta bien, esta bien! – grito y siguió hablando por teléfono con su amiga Karin, de Sasuke-kun. (Sasuke-kun esto, Sasuke-kun lo otro, ya saben como es la basura-chan…)
Sasuke por su parte salio a caminar, a aclarar sus pensamientos y a comprarle algo de comer al rubio, por lo que había visto a este le encantaba el ramen, además sintió que había sido algo duro con el ojiazul, por algo que el sabia era cierto. Solo que escuchar esas palabras, le había tomado por sorpresa. Además aunque amara de esa forma al rubio (vaya que rapido, ya utiliza la palabra amor), el no dejaba de ser su secuestrador, y bueno eso era… (Sonara muy Shikamaru y todo pero…) realmente problemático. Cuando volvió Sakura seguía hablando por teléfono, fue y preparo la comida del rubio y la de él.
-Sakura… puedes irte, yo me quedo cuidándolo
-Claro – “ni siquiera da las gracias” pensó, pero no dijo nada y se fue. Naruto estaba acostado en la cama mirando el techo, cuando escucho que abrían la puerta, se levanto de un salto y sonrió al ver que era Sasuke.
-Te traje algo de comer… - dijo pasándole el plato al rubio
-Ramen!!!!!!!!!!!! – grito el rubio, le brillaban los ojos, hay estaba nada mas y nada menos que su preciado y adorado ramen – arigato Sasuke!!!!!! Ramen!!!!!!!!! – no necesito decir que comió muchos platos… Sasuke no lo dejaba de ver, cada sonrisa, cada expresión, estaba atento a estas; disfrutaba viéndolo. Comenzó a llover, ¿al rubio le darían miedo los relámpagos?, el pelinegro buscaba desesperadamente una razón para poder quedarse a dormir con el ojiazul, era una necesidad que había surgido mientras lo veía. Estaba a punto de decírselo… cuando…
-Sasuke… - dijo el rubio algo sonrojado
-ah? – había sacado al azabache de sus pensamientos
-tu… tu podrías quedarte esta noche conmigo… no quiero estar solo… - estaba cada vez mas rojo, ¿podría… ser que el quisiera?, Sasuke sonrío
-Claro que si… - coloco al ojiazul en la cama, lo tapo y se recostó a su lado. Naruto se abrazo de nuevo a él, y pronto se quedo dormido. Sasuke acariciaba las hebras doradas, incapaz de desviar la mirada del pequeño, varios pensamientos no muy sanos de cosas que quería hacer con el rubio le llegaron a la cabeza, cerro los ojos para aclarar su mente ¿Qué le estaba pasando?, abrió los ojos, las orbes oscuras se posaron en los labios del menor, tenia deseos de besar esa boca, pero como reaccionaria el pequeño?... de repente este se movió, juntando su pelvis con la del mayor, a Sasuke le paso un escalofrio, su miembro se estaba despertando, Naruto se junto aún más al ojinegro, esto, sumado al montón de imágenes que se le venían al azabache a la cabeza hizo que este soltara un gemido:
-ahh… - se mordio el labio inferior para contenerse
-¿pasa algo Sasuke? – Naruto estaba despierto, ¿lo había hecho consientemente?, ¿Qué pretendia? (¿lo tengo que explicar? No, verdad?), y aunque se daba cuenta del estado en el que estaba Sasuke no se movio ni se separo de este, el azabache no dijo nada – te queria pedir perdon…
-¿perdón? ¿Por qué? – cabe decir que con esto Sasuke logro controlar esa parte de su anatomia
-Por antes, cuando hablamos, dije algo que no te agrado, lo siento…
-tranquilo, no pasa nada – el ojinegro beso la frente del rubio, y este se acurruco en el pecho del azabache, diciendo algo que dejo helado al mayor.
-Quiero ser tuyo… Sasuke – al instante el pequeño volvió a conciliar el sueño, dejando muy confundido al ojinegro, era posible que…este respiro hondo, no lo podía saber a ciencia cierta, sonrío y volvió a besarlo en la frente…
-Te haré mío Naruto… pero aún no, cuando estés algo mas grande… - concilio el sueño mientras veía al rubio sonreír, lo mas seguro es que lo hubiera escuchado…
Continuara…