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Annabell por susan black

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Notas del capitulo: les repito nuevamente, es una historia yaoi, no crean que no lo es solo por su comienzo, ya prono comprenderan el porque de que comienze de esta manera, asique plis denle una oportunidad...
 

                                                            Susan Black presenta:

                                                                   "Annabell"

 

                                                              Segunda noche:

                                                       "Reencuentro inesperado"

                                      

 

-             ¡Cuánto tiempo sin verte, Hombre!-Exclamo el señor Figg, mientras abrazaba al hombre que acompañaba al joven.

 

Thomas March, padre de Eidan y amigo de Andrew desde hace mucho, era un hombre de 45 años también, cabello negro algo canoso y ojos grises como su hijo. También poseía un porte elegante propio de los ingleses.

 

-             Mucho diría yo-Sonrió el otro hombre.-      Te he traído a mi hijo, Eidan, para que cumpla su palabra con tu hija...que veo que es hermosa-Añadió al ver a la muchacha.

 

Eidan March, era un joven bastante atractivo. Cabello negro, lacio y lizo que le llegaba al inicio del cuello y un poco más abajo y de intensos y hermosos ojos grises como una tormenta en pleno mar.

 

Eidan y Annabell se miraban a los ojos desde que habían cruzado mirada. Eidan estaba asombrado con la belleza de la mujer que se encontraba frente a él y Annabell le miraba muy emocionada. Pero pronto su mirada se ensombreció.

 

-             Annabell, Saluda-Mando Andrew y la joven miro a su padre.

-             Mucho gusto en conocerlo, señor March-Sonrió Annabell estirando delicadamente su mano derecha hacia Thomas, que la tomo y le beso el dorso.

-             El gusto es mío, Annabell-Contesto Thomas maravillado por lo que sus ojos miraban.-  Este es Eidan, supongo que no le reconociste, ¿o si?-Añadió, Annabell miro a Eidan, el cual en ningún momento había dejado de mirarle y le sonrió.

-             Es un gusto volver a verte, Eidan-Sonrió Annabell acercando su mano, ya soltada por el padre de su prometido hacia este, que la beso sin mirarla.

-             El placer es mío-Contesto Eidan de manera fría y Annabell se sintió morir ante aquella voz tan varonil, pero de igual manera se sintió triste al notar aquella frialdad de su parte.

-             Les invito a pasar al living, para que tomemos una taza de té mientras conversamos-

-             Me encantaría-Sonrió Thomas y se adelanto junto a Andrew, sin embargo, Eidan se quedo parado mirando a Annabell y esta a él, aunque se sentía algo nerviosa.

-             Las damas primero-Musito Eidan y Annabell comprendió lo que esperaba el joven.

-             Gracias-Sonrió Annabell algo avergonzada y comenzó a caminar, Eidan la seguía muy de cerca. Pero se detuvo, pues estaba seguro que había olido la fragancia que Fillippe utilizaba cuando niño, y aquel perfume provenía de Annabell.

-             Es una bonita fragancia-Comento Eidan alcanzándola, la joven le miro sorprendida.

-             Si...era...de Fillippe-Musito con tristeza.

 

"Así que era eso", pensó Eidan algo triste, aunque no entendía el porque, se supone que había superado la muerte de su mejor amigo, pero en cuanto había olido aquel perfume solo utilizado por Fillippe, su corazón había dado un salto de alegría, creyendo que se trataba de él y no se Annabell, pero había errado.

 

-             Pienso celebrar esta noche nuestro regreso, con un baile y obviamente ustedes están invitados-Comento Thomas a su amigo.

-             Te agradezco un montón que nos invites-

-             Pero que dices, Andrew. Pronto seremos de la familia y espero que sea lo más pronto posible-

-             Yo también, yo también-Contesto Andrew sonriendo.

 

-             Hace mucho que no venia a este lugar, casi no lo recuerdo-Comento Eidan llamando la atención de Annabell, que le miro interesada.-     Me gustaba mucho el jardín, era muy hermoso-Añadió mirándola, Annabell se sonrojo levemente.

-             ¿Quieres dar un paseo por el jardín?-

-             Me encantaría-Acepto Eidan y Annabell se paro, llamando la atención de los padres de ambos.

-             Con su permiso, Eidan y yo saldremos a dar un paseo por el jardín-

-             Claro, claro-Sonrieron ambos adultos mientras Eidan se paraba junto a Annabell para luego seguirla a la parte de atrás de la casa.

-             Eras muy bonita cuando eras pequeña y ahora eres muy hermosa-

-             Gracias-Susurro Annabell sonrojándose.

-             La verdad es que nunca tuvimos una relación agradable por así decirlo, como me lo pasaba todo el día con tu hermano...espero que eso no te haya molestado-

-             La verdad es que yo era la que no tenia tiempo para ti, Eidan. Además te llevabas mejor con mi hermano y eso lo comprendo, ambos eran chicos y los chicos se entienden entre si-

-             Eres muy comprensiva, serás una buena madre para nuestros hijos-

-             ¿Hijos?-

-             Sip, pienso tener muchos-

-             ¿Por qué tantos?-Pregunto Annabell algo asustada.

-             Los niños son lindos-Contesto Eidan inexpresivo.

-             Pero no son mascotas-

-             Eso lo se perfectamente-

-             Bueno, este es el jardín-

-             Wauu! Es inmenso-Exclamó Eidan asombrado.

-             Yaa, pero el tuyo debe ser mas grande, ¿no?-

-             Si, pero este es mas hermoso...-

-             ¿Por qué?-

-             Por qué tu estas frente a él y lo haces mas hermoso-

-             Eidan...-Musito Annabell asombrada. Los ojos grises de Eidan estaban fijos en los suyos formándose una atmósfera en la cual parecía que solo existieran ambos. -     Dices cosas muy lindas-Sonrió Annabell cortando el contacto visual que tenían y acabando con la atmósfera que se había formado.

 

Eidan se asombro de que lo hiciera, pero no dijo nada sobre ello, tan solo se quedo mirando de reojo a la hermosa joven a su lado, que estaba apoyada en el barandal.

 

-             ¿Extrañas a Fillippe?-Pregunto Annabell sin mirarlo.

-             Mas de lo que tú crees-

-             Fue tu único amigo, ¿cierto?-

-             Cuando lo recuerdo...pienso que llego a ser mucho más que eso, pero solo son recuerdos y duele no haberlo visto crecer a mi lado...-

-             Eso suena como si fueras su padre-Rió Annabell.

-             Yo lo sobreprotegía mucho-Susurro Eidan mirando con mucha nostalgia aquel jardín.

-             Demasiado diría yo-

-             Cierto, pero no podía verlo sufrir, porque si el sufría yo también y cuando murió, gran parte de mi murió con el. Incluso aun poseo la esperanza de que aparezca por allí y me salude, pero solo son ilusiones mías, que duelen mucho cuando se que no son de verdad-

-             Deberías dejar de tenerlas, entonces-

-             He tratado, pero son inevitables-

-             Yo también he tenido esas ilusiones, a veces la veo sentada leyendo como solía hacer...-Susurro Annabell y Eidan la miro sorprendido e incrédulo por lo que había escuchado.-           Es mejor no tener ilusiones, Eidan. Hacen mucho daño y a veces te olvidas de la realidad-

-             Cierto-Contesto Eidan aun pensativo en lo que realmente había escuchado, era extraño. Pasearon por el jardín casi en silencio, con Eidan observando a Annabell.

-             ¿Cuál es tu flor favorita, Annabell?-Curioseó Eidan.

-             Humm, no se. Las rosas son muy bonitas, pero tienen espinas y siempre me clave con ellas cuando intentaba arrancarlas...-

-             Si, recuerdo que yo tenía que tomarlas por ti-

-             ¡Cierto!-Sonrió Annabell mirándolo.-         Creo que me agradan más los lirios-

-             Claro, no poseen espinas-Razono Eidan.

-             Sip-Sonrió Annabell y comenzó a pasear su vista por las flores.-    Recuerdo que a ti te gustan las rosas blancas-

-             Si, son muy lindas-

-             Las rosas blancas simbolizan lo puro, lo que significa que tú eres muy puro-

-             Puede ser-Musito Eidan levemente avergonzado y Annabell sonrió.

-             ¿Recuerdas esa vez que casi nos ahogamos porque el bote se dio vuelta?-

-             Si, pero esa vez yo iba con Fillippe...-

-             Cierto, es solo que Fillippe me lo contó y casi lo siento como un recuerdo mío-

-             Comprendo-Susurro Eidan.

 

"Debo mantener la boca serrada", pensó Annabell molesta consigo misma.

 

-             Eidan, hijo. Ya nos vamos- Anuncio Thomas.

-             Voy, padre-Contesto Eidan y se volvió hacia Annabell mirándola directamente a los ojos.-       Te veré en el baile de esta noche, estoy muy ansioso por bailar contigo-

-             Claro, allí estaré-Sonrió Annabell y Eidan hizo una reverencia frente a ella, para luego alejarse con rapidez.        

 

                                                 Continuara...

Notas finales: y si la han leido por favor dejen un reviews...

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