^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^
"Deja vu"
Capítulo 1: "Sin memoria".
El sol brillante sobre la ciudad de Konoha. La gente se paseaba feliz de la vida, metida en sus quehaceres mañaneros, compras, diligencias o simplemente para tomar el fresco de la mañana.
En un edificio bastante lujoso, la ventana de una habitación del décimo piso se mecía con suavidad. Unas sábanas revueltas y unos pies color trigo se movían al compás de una respiración. Un rezongo. El chico se sienta sobre la cama. Sus cabellos rubios como el oro que hacían un hermoso contraste con sus ojos celestes cielo y esas peculiares marquitas en sus mejillas, que le hacían lucir como un adorable zorrito. Cansado se lleva la mano izquierda a su cabeza.
-hum...ahhh...mi cabeza-ttebayo...-cierra sus ojos con fuerza y luego los abre para mirar a su costado y encontrarse con un reloj digital-¡¿Ah, las diez?!-toma con desesperación el reloj-¡demonios-ttebayo!... las clases empezaron hace hora y media... ¿qué haré?...eh?!-cae de cuenta en algo-...un momento...este no es mi reloj... ¿en dónde estoy?-mira a todos lados y luego a sí mismo-¡¡¡AHHH!!!... ¡¿y por qué diablos estoy desnudo-ttebayo?!...-se levanta la sábana para verse sus partes, sin entender lo que ocurría allí-¿eh?...no entiendo...-enarcó una ceja confundido.
La sorpresa de verse sin ropa le hizo despertar de manera automática y en especial, comenzar a preocuparse cuando vio una mano sobre sus caderas.
-no puede...-
Atónito mira a su costado y la visión le dejó en completo shock. Un pelinegro con reflejos azules y cortos, rostro bello, perfil perfecto, piel pálida y un cuerpo de infarto, dormía desnudo a su costado.
-etto...-se paraliza.
Repentinamente los ojos del pelinegro se abren y de manera casi mágica, aparecen dos hermosos ojos negros, tan profundos y oscuros como una noche sin estrellas.
-oh...veo que despertaste...-le murmura desde su posición con la cabeza sobre la almohada.
El chico rubio queda como papel, sus ojos son dos puntitos dentro de su palidez provocada por la sorpresa.
-¿aún te duele?-
Esa frase hizo que el zorrito se sonrojase hasta la médula, pero a pesar de eso, seguía con el reloj digital en la mano, marcando ahora las diez con dos minutos y en estado de shock total.
-me voy a duchar...no demoraré...-se sienta y voltea hacia la orilla de la cama, dejando ver su espléndida espalda. Ancha y fuerte.
El pelinegro se baja de la cama y tal como Dios lo trajo al mundo, se levanta y camina dirección al baño.
-...oh...mierda...-al pobre rubio se le fue el alma, dejándolo más blanco que papel.
El sol alumbraba con fuerza, el cielo despejado y una que otra pequeña nube en él. Frente al departamento una camioneta se detenía y hombres de traje negro con gorro, pedían a otros de overol azul, que bajaran un escritorio.
El moreno salía del baño con una toalla alrededor del cuello.
-oye... ¿quieres desayu...?-se detuvo al encontrar la habitación completamente vacía.
El ventanal abierto al igual que las cortinas blancas del lugar. Las sábanas revueltas, el reloj donde siempre lo dejaba y la ropa del chico desaparecida. Era seguro, el muchacho se había marchado.
En silencio y algo de fastidio-se podría decir-se acerca a la mesita de noche y toma una cajetilla de cigarros y un encendedor, saca uno y lo enciende. Con fuerza cierra el encendedor metálico y con tristeza mira por la ventana, a la vez que expulsa el humo del cigarrillo por la boca.
En una cafetería cercana.
Una taza de café llevaba un montículo de azúcar, el que viera diría que era una isla de azúcar en el mar del café.
-señor...creo que el café tiene suficiente azúcar...-dijo la mesera del lugar al chico rubio de extrañas marcas en sus mejillas.
-eh?...-estaba completamente ido y metido en sus pensamientos-¿cómo fue que llegué a ese lugar-ttebayo?...-se toma la cabeza e intenta recordar lo ocurrido.
Recuerdo que ayer salí con Kiba, Shino, Shikamaru, su novia Temari y Neji a un bar...recuerdo que Sakura-chan estaba allí, la acompañaba Ino y Hinata, conversaban de lo más animadas. Si, la recuerdo con claridad, ella, con sus cabellos rosas y ojos verdes como esmeraldas, lucía hermosa con esos jeans ajustados y el top negro.
Estaba sentado en frente de ella. Bebía cerveza igual que todos los demás.
Recuerdo que bebí el vaso al seco y con decisión me acerqué a ella-ttebayo.
-etto... ¿Sakura-chan?-
-eh?... ¿qué pasa Naruto?-me miró con interrogación.
Estaba que me moría de los nervios, pero era la oportunidad que necesitaba.
-¿podría hablar contigo un momento-ttebayo?-le dije. De verdad que estaba nervioso-ttebayo, mis palabras a penas salieron, pero se las dije de todas maneras.
La fiesta seguía, pero yo conduje a Sakura hasta la barra del bar. Tenía que decirle lo que sentía.
-¿y de qué querrías hablarme?-se junta de manos y las apoya en el mesón.
Estaba nervioso, creo haber estado sonrojado, pero no estoy seguro. Jugué con mis dedos un momento hasta que me digné a hablar.
-si bueno...etto...ore...-tragué saliva-...eres muy linda y...nos llevamos bien-ttebayo...-le miraba de reojo, pero no sabría definir el rostro que tenía-...me gustas mucho y creo que nosotros podríamos......-
Todo iba bien, pero me interrumpió con brusquedad
-¡chotto matte!... ¿Qué quieres decir con nosotros? -se puso de pie y frunció el ceño con molestia-¿es que no te has mirado a un espejo?...detesto a los perdedores que se enaltecen como tú......además...-sonrió con burla-¿quién en su sano juicio se enamoraría de un monstruo como tú?...hazme un favor y no vuelvas a hablarme...-volteó y se marchó.
Me quedé allí, pasmado, estático.
Quedé tan golpeado con lo que me dijo, que ni si quiera me dio tiempo a sentir tristeza...recuerdo que me quedé inmóvil en ese lugar por varios minutos y después...después...
-ahhh!!!... ¡¡no recuerdo lo que pasó después-ttebayo!!-se tomó la cabeza con ambas manos y se sacudió el cabello con rudeza, como si esa acción le trajera de regreso la memoria.
-te emborrachaste con wisky...-le dijo un hombre que se encontraba sentado tras Naruto.
-eh?!...-reconoció al instante el tono grave de voz-¡¿ÉL AQUÍ-TTEBAYO?!-se sorprendió tanto que pasó a llevar su taza de café mega ultra azucarada, botándola de la mesa.
-vivo cerca... ¿ya no lo recuerdas?-le dice lo más tranquilo, mientras se fumaba otro cigarrillo.
Naruto le mira desafiante, pero sin perder la tonalidad rojiza de sus mejillas.
-¿ah, si?... ¡pues...pues me iré yo!-le gritó enrabiado-¡¡Y espero jamás volverte a ver!!-
Naruto sale de la cafetería enfurruñado, siendo objeto de miradas de todo el lugar, en especial por la enorme incógnita que dejó al aire.
-eh?!!... ¡¡Señor, no pagó su café!!-le gritó la mesera luego de recordar.
El azabache le miraba con ternura desde su asiento en la cafetería, aunque su semblante cambió a uno de molestia al recordar la última frase que el zorrito le había lanzado.
El sol era hermoso y alumbraba con fuerza sobre los árboles a penas húmedos por la reciente regada del jardinero encargado del parque. Una suave brisa meció algunas hojas y una que otra cayó sobre el césped.
Naruto caminaba cerca de unas bancas, con semblante molesto, las manos dentro sus jeans azules que hacían juego con el polerón naranja con gorro que llevaba. Caminaba con la cabeza gacha, mirando el suelo, intentando en lo posible no ver o encontrarse a nadie.
-eh?...-una sombra le tapa el camino.
El rubio levantó la mirada del suelo y se encontró con la negra del azabache que había despertado junto a su cama. Frunció el entrecejo y soltó un bufido de fastidio.
-no me dirás que esto es casualidad ¿o sí?-le enfrenta con una mirada molesta y un tono de voz mordaz, frío y borde.
-por supuesto que no...-dijo enseguida y con seguridad-...te estaba siguiendo...-
-eh?...-¡PLOP!
Una pequeña niña pasaba corriendo detrás de una pelota roja.
-ja, ja...mamá...-dice la pequeña-...la encontré...-sonríe y corre con su madre.
-menos mal...pensé que la habías perdido...-la tomó en brazos y siguió su camino.
Naruto y el azabache estaban sentados en una banca de madera, uno a cada extremo, muy separados el uno del otro, sin embargo, el rubio no le quitaba su celeste mirada escrutadora al moreno, que seguía fumando y mirando a la gente del parque como si fuese todo normal.
-esta mañana...-murmura el azabache con la mirada baja, con su flequillo cubriendo sus ojos-... ¿tenías prisa?-seguía ocultando su mirada de la del moreno.
-¡¿Qué?!-
Naruto le miró de manera automática y la ira comenzó a subírsele a la cabeza.
-¡¡ci...cierra la boca!!...-le gritó con enfado mientras apretaba sus puños-...¡¡no recuerdo siquiera como llegué allí-ttebayo!!...-le reclamó, culpando al chico a su lado de algo que tal vez, él tampoco sabía con claridad.
-ja...-suelta una risa burlesca- ¿debería refrescarte la memoria?...-le mira de reojo de manera muy sugerente.
Naruto se pone de pie automáticamente, como si tuviese un resorte en el trasero.
-¡no, no quiero!... ¡¡tampoco quiero que me hables como si me conocieras!!-se enfurece más aún-¡¡no sé quien eres y tampoco recuerdo lo que pasó anoche!!-
-¿acaso no es obvio?-bajó la mirada al suelo de cemento y luego la eleva para ver los ojos celestes del rubio-tuvimos sexo...-
-eh?-
El tiempo pareció detenerse por unos instantes.
La información era lentamente asimilada por la desconcertada mente del rubio. Abrió su boca presa de la sorpresa, tragó saliva.
-no...no puede haber sido...tú...-balbuceó y retrocedió un paso al pensar que caería al piso-...no...esto...no...no es cierto...-murmuraba sin creérselo. Sus manos y hombros temblaban-¡¡tú debiste aprovecharte de mí!!-le gritó buscando alguna excusa o más bien un culpable-...¡¡PORQUE YO JAMÁS SERÍA UN MALDITO MARICÓN COMO TÚ-TTEBAYOO!!-
El grito vino desde el fondo del alma del rubio. Tenía miedo, ira, rabia, molestia, asco, pero más que todo, miedo. Sentía miedo de que las palabras del moreno en frente suyo fueran reales.
Un lapso silencioso se creó.
El moreno quitó el cigarro de su boca lentamente, botó el humo y con paciencia apaga la colilla en el brazo de la banqueta. Con tono serio comienza a hablar.
-¿crees que el considerarte "normal", te da el derecho de denigrarme de la forma que desees?-se pone de pie y con los ojos inyectados de decepción e ira mira el rostro pasmado del rubio-...que poca cosa eres...-
Una brisa más fuerte que las anteriores eleva algunas hojas del suelo y bota otras, dejando que se pasearan por el aire. Perfecto panorama para la sorpresa que Naruto cargaba en esos momentos. Las palabras serias y algo dolidas del moreno le habían dejado estático. Ese chico no era como los demás y al parecer, él tampoco lo era. Lo vio alejarse del parque, dejándolo solo y abandonado con sus confusiones mentales.
Los focos de las calles se encendían, alumbrando el paso de la gente por las calles nocturnas de Konoha. Los clubes nocturnos comenzaban a operar y el horario de venta de alcohol había dado inicio.
En uno de los tantos pub nocturnos, Naruto se encontraba tomando sentado en la barra, muy cerca del barman del local. Se sostenía la cabeza con una mano y con la otra apresaba el vaso de wisky, que presionaba de vez en cuando por la molestia anteriormente llevada con el azabache aún de nombre desconocido.
Se encontraba algo bebido.
-maldito tipo...-toma un sorbo del vaso-¿quién se cree que es-ttebayo?...-frunce el ceño-hablarme de esa manera...maldito teme... ¡debería haberse disculpado-ttebayo!-deja caer su cabeza sobre el mesón, observando el final de la barra a través de su vaso medio lleno-...él fue quien...-tragó saliva.
-bueno...si tanto le molesta...-le comenta el barman, que llevaba escuchando todo el monólogo del rubio mientras secaba una vaso acabado de lavar-... ¿por qué no se lo dice?...-deja lo que hacía para apoyarse en la barra y mirar al rubio con su problemática.
-eh?!...-enarca una ceja y observa al hombre de gafas negras y traje oscuro.
-eso es...dígale lo que le molesta...-le sonríe mostrándole una simple solución a su problema.
-¡¡PERO CLARO-TTEBAYO!!-se levanta de repente, golpeando la barra-¡¡haré que se disculpe por todo lo que ese teme me hizo!!-
Y así, con una solución en sus manos, Naruto sale campante del pub, con una sonrisa de soberbia cruzando sus labios.
El cantinero observó todo hasta ver desaparecer al rubio cliente de su barra, sin embargo, algo se le olvidaba...
-eh?!... ¡¡señor, su cuenta!!-
Era completamente de noche, pero ninguna estrella se mostraba en el firmamento. Era una noche nublada, oscura y fría. Con lentitud unas gotas de lluvia comienzan a caer del cielo, mojando a las plantas del ventanal de uno de los departamentos de la ciudad. La hoja de la planta recibió la gota y el peso del agua provocó un pequeño desequilibrio que la hizo balancearse y golpear el cristal del ventanal, llamando la atención del dueño de aquel piso, aquel azabache de tez pálida.
-¿lluvia?...que extraño-
DING, DONG.
-¿hum?-gira el rostro hacia la puerta principal de su departamento. Camina hacia la mesa de centro y deja sobre ella la taza de café que tomaba en esos momentos-¡voy!-
Con normalidad, el moreno camina hacia la puerta. La abre.
-eh?!-se paralizó.
-hola... ¿puedo entrar-ttebayo?-
El chico rubio, que hace unas horas había dejado solo en el parque estaba en frente de él, mirándole con sus ojos azules muy fijamente y con una seriedad sorprendente.
Naruto baja la mano de la muralla, justo al lado del timbre y de ella se logra distinguir la placa con el apellido del dueño, esta decía "Uchiha Sasuke".
-entra...-se hace a un lado dejando que el rubio entrase, para luego cerrar la puerta tras él.
Continuará......