Lo miró de reojo, intentando disimular su sorpresa. Era él, estaba seguro. O si no, tendría que ser un chico demasiado similar al que conocía. No se atrevió a acercarse, pero desde donde estaba lo analizó de pies a cabeza. Era un chico alto, robusto, de cabello oscuro y corto. Su contextura era imponente de cierta forma, ya que parecía ser una persona muy fuerte físicamente. También, pudo observar que era simpático, pues reía animadamente con los demás miembros del grupo a pesar de haberlos conocido hace unos instantes. Ese chico era tan similar... imposible que no fuese él.
***
Esa sensación, esa sensación tan común que sientes en los sueños, cuando crees que estás cayendo por un abismo profundo y sin fin, y luego despiertas. Pero, eso no ocurrió esta vez. Horrorizado, pudo ver como seguía y seguía cayendo, y luego el fondo del abismo se iba aclarando cada vez más. Cuando ya la luz era de un color blanco intenso, sintió un fuerte golpe en la cabeza, señal que le indicaba que había llegado al fin del abismo. Tambaleándose un poco se incorporó y observó su alrededor. El lugar en el que se encontraba parecía ser un campo. Habían flores y árboles. A lo lejos pudo divisar algunos animales. Extrañado, comenzó a caminar por ese lugar desconocido. Se sentía muy bien. El clima era cálido y una suave brisa tocaba su rostro.
-¿Quién eres? -Preguntó una voz detrás suyo. Dio un pequeño salto por la sorpresa, y se giró de inmediato para ver quién estaba hablando. -¿Sabes qué lugar es este? -
-No... Acabo de llegar porque caí del cie... -Se detuvo sin poder terminar la oración. No podía simplemente decirle a ese desconocido que había caído del cielo sin sufrir ningún daño, de seguro sería tomado por loco. -Mi nombre es JungSu, ¿el tuyo? -
-YoungWoon -Contestó el otro, haciendo una pequeña reverencia. -Es extraño, desperté aquí! ¿No será alguna especie de broma sucia verdad? -
-Claro que no! -Exclamó JungSu enojado. -Yo tampoco se donde estamos ni como rayos llegué aquí. -
***
-El valor de X para esta ecuación es 24. Pero eso no quiere decir que esa sea la solución. Compruébenlo ustedes mismos! -Exclamó el profesor cuando terminó de escribir en el pizarrón todo el procedimiento de la ecuación. Luego de escribir el desarrollo de la ecuación, el delgado alumno que se sentaba casi al final del salón, comenzó a remplazar X por 24 para comprobar la ecuación. Rápidamente se dio cuenta que el resultado no coincidía. Al final daba 8=143. Alzó su mano para posteriormente ser visto por el profesor, quien le otorgó la palabra.
-¿Sí? ¿Lo comprobó? -Preguntó el profesor, extendiéndole el plumón de pizarra, para que el alumno escribiera su comprobación en el pizarrón.
-Así es. La solución no sirve. -Contestó el alumno, levantándose de su pupitre y dirigiéndose hasta el pizarrón.
***
-¿Qué día es hoy? -Preguntó el mayor mirando hacia el horizonte, maravillado por como el sol se levantaba ante sus ojos.
-Creo que es jueves... ¿o viernes? -Dijo YoungWoon dudoso, completamente tendido en el pasto y con los ojos cerrados.
-¿Vivirá alguien aquí? -Preguntó JungSu, dirigiendo su mirada a su acompañante.
-No hemos visto a nadie. -Contestó el moreno, dejando escapar un gran bostezo. Habían pasado ya 3 amaneceres desde que había conocido a JungSu. Extrañamente, a pesar de que tuviesen un poco de sueño, no podían dormir. Además, en todo el tiempo que habían pasado juntos, no habían consumido ni un solo alimento, pero no les preocupaba, ya que no tenían hambre.
-¿Crees que podremos encontrar a alguien? -Preguntó nuevamente el mayor, pinchando con su dedo el estómago de su acompañante, para que éste de una vez por todas abriera sus ojos.
-Aishh~ No preguntes tantas cosas! -Bufó molesto YoungWoon, apartando la mano de su compañero. -No se, quizás si caminamos y caminamos y caminamos lo lograremos. -Repentinamente se incorporó con energía, sonriéndole ampliamente. -¿Lo intentamos? -Le preguntó, ofreciéndole la mano para que el mayor también se levantara.
-Está bien. -Contestó JungSu animado, cogiendo la mano del menor y levantándose. -¿Hacia donde? ¿Sur, este, norte u oeste? -
-Hacia donde nos lleven nuestros pies. -Dijo YoungWoon con calma, empezando a caminar hacia el norte, en dirección al sol que había acabado de salir.
***
Uno, dos, tres y cuatro. Uno, dos, tres y cuatro. Giro completo. Uno, dos, tres y cuatro. Fila en el centro. Uno, dos, tres...
Dos horas de baile sin interrupciones. Estaba agotadísimo. Caminó hasta una esquina de la amplia habitación y se dejó caer en el piso, apoyando su espalda en una de las paredes. Con su mano apartó un mechón de cabello de su cara y luego cerró sus ojos, respirando aún agitadamente. De repente, sintió unos pasos que le hicieron abrir los ojos nuevamente y mirar al que había llegado.
-Hola. ¿Quieres un poco? -Preguntó el chico, ofreciéndole un vaso con bebida.
-Gracias... ¿YoungWoon? -
-Sí. Pero puedes llamarme Kangin. Me dijeron que tenía que utilizar un nombre artístico, y escogí ese. -Contestó el joven sonriendo y sentándose a su lado.
-A mi también me dijeron lo mismo. Veo que tu nombre te hace mucho juego, ¿eh? -Dijo JungSu, girándose un poco para observarlo. -Tu entonces puedes llamarme Leeteuk. -
-¿Leeteuk? -Repitió dudoso el menor. -¿Lo escogiste tú? -
-Sí... -Contestó tímidamente.
-¿Por qué? ¿Eres especial? -Preguntó YoungWoon curioso.
-Hahaha, eso lo podrás comprobar con el tiempo. -Dijo JungSu entre risas, sintiendo un leve ardor en sus mejillas.
***
-YoungWoon... ya hemos caminado demasiado. -Dijo antes de sentarse en el piso, cuando sus pies ya no podían más.
-Pero si tu eras el más interesado en encontrar algo en este campo inmenso! -Se burló el menor, sentándose junto a JungSu. -Este lugar parece no tener fin... -
-Sí... Sería bastante tenebroso si... si estuviese solo... -Murmuró el castaño, bajando su cabeza y tomando con su mano un puñado de pasto.
-Estoy de acuerdo, enloqueceríamos. -Dijo YoungWoon suspirando, mirando al rededor. El sol comenzaba a esconderse y se podía apreciar una hermosa puesta de sol en el horizonte. -Dime, ¿qué hacías antes de llegar a este lugar? -
-Nada interesante -Contestó JungSu, fijando también su vista en la puesta de sol. -Soy un estudiante, estoy en mi penúltimo año escolar. A decir verdad, no tengo muchas cosas que contar. Salgo de mi casa al colegio, y luego vuelvo del colegio a la casa. Eso sería todo. -
-¿No sales a fiestas o a divertirte con tus amigos? -Preguntó el menor sorprendido.
-No... ¿tú si? -
-Sí. Pero bueno... no tengo muy buenas calificaciones... así que supongo que es una cosa por otra. -Dijo riendo y rascándose un poco la nuca. -¿Tú? Tienes buenas notas supongo. -
-Supones bien. -Contestó el mayor orgulloso. -Cuando salgamos de aquí, si quieres te ayudo con tus estudios. -
-Me parece bien. -Dijo el moreno, alegrándose. -Y para devolverte el favor, yo te invito a fiestas. -
-Ok. -Aceptó JungSu, completamente feliz, deseando que pronto pudiesen salir de ese extraño lugar.
***
-Leeteuk... -Murmuró YoungWoon, entrando a la habitación del líder de Super Junior, encontrándolo sentado frente a su ordenador. -Tengo algo que preguntarte... -
-¿Sí? -Dijo el mayor, volteándose para ver mejor a su compañero de grupo.
-¿No te parezco familiar? -Preguntó, sintiendo su corazón latir apresuradamente.
-¿P-por qué lo preguntas? -Preguntó JungSu algo nervioso. No esperaba que YoungWoon hablara acerca del tema... había imaginado que solo él tenía esos pensamientos rondando por su cabeza.
-No lo se... es extraño pero presiento que te conozco... -Contestó YoungWoon suavemente. Estaba mintiendo, no era un presentimiento, era algo mucho más allá. Realmente sabía que conocía a JungSu, recordaba cada momento con él en aquél campo sin fin, donde los días y las noches pasaban sin que ni si quiera los sintieran. El rostro de su acompañante en aquel hermoso prado aún era un poco borroso para él, pero de todas formas estaba completamente seguro que era JungSu.
-Puede ser... que yo también te conozca. -Dijo el mayor, levantándose de su silla y acercándose a su compañero. No estaba completamente seguro, pero su corazón latía rápidamente cuando estaba frente a él, cuando miraba esos oscuros ojos, cuando sentía su cuerpo rozar con el suyo. Parecía como si cada centímetro de su piel volviera a vivir esos momentos pasados, y los recordara al instante cuando YoungWoon estaba cerca.
***
Ya habían perdido la cuenta. ¿Al rededor de cuántos amaneceres habían pasado juntos en ese extraño lugar? ¿12? ¿13? No sabían muy bien, pero sentían que había sido un largo tiempo.
-No juegues con eso! -Exclamó el mayor entre risas, intentando escapar y dirigiéndose a la orilla del río.
-Vamos! Es divertido! -Gritó YoungWoon con entusiasmo, persiguiendo a su acompañante, agachándose un poco para agarrar una buena cantidad de agua entre sus manos y lanzársela al mayor.
-Aishh! -Se quejó JungSu cerrando sus ojos al sentir que su rostro se empapaba de agua. -No me mojes! -Gritó entre enojado y riendo. Volvió hasta el río y comenzó a lanzarle agua a YoungWoon en forma de venganza.
***
Una caricia en su mejilla, un abrazo de amor y un beso apasionado. Dejó caer su cuerpo encima de el de su líder, apresándolo contra la cama mientras continuaba con el delicioso beso. Sus manos reaccionaron solas y recorrieron todo el pecho de JungSu, bajando por sus caderas, y luego volviendo a subir hasta su rostro. Interrumpió el beso para tomar un poco de aire, y luego sumergirse nuevamente en el ángulo de su pálido cuello, mordiéndolo y besándolo, marcándolo como suyo.
JungSu se encontraba con los ojos cerrados, sintiendo en su cuerpo arder con cada caricia del menor. Lo recordaba, recordaba esos toques, esos besos, esas caricias. Quería volver a vivirlas de nuevo. Buscó el rostro de YoungWoon y lo besó nuevamente, metiendo su lengua y saboreando la de su compañero en una danza exquisita acompañada de caricias. Dejó escapar un leve gemido al sentir la pierna del menor rozando su miembro, mandándole deliciosas sensaciones por todo el cuerpo, incitándolo a querer ir más allá.
***
-JungSu... estoy pensando que no hay caso... -Murmuró el menor, bastante desanimado, contemplando una vez más las hermosas puestas de sol que ocurrían en ese inmenso prado. -No parece haber gente por aquí... y aunque caminemos y caminemos, siempre vemos lo mismo. Creo que estamos dando vueltas en círculos. -
-¿Tu crees? -Preguntó JungSu preocupado. A decir verdad, él también lo notaba. El paisaje no parecía cambiar en lo más mínimo aunque ellos avanzaran. Habían caminado días y días, y no había señal de vida humana. A veces se topaban con caballos, vacas y ovejas, pero nada más. Cuando vieron a las ovejas pensaron que de seguro tendría que haber una granja cerca, o si no un pastor. Pero nada, todo el lugar era un inmenso vacío. -YoungWoon... gracias... gracias por estar aquí. -Dijo apoyando su cabeza en el hombro del menor, quién se encontraba a su lado. -Si no estuvieses, yo creo que... no sé... me habría dado por vencido. Este lugar comienza a ser terrorífico. -
-No te preocupes... -Le susurró YoungWoon en su oído, desordenándole un poco el cabello con cariño. -Estamos los dos juntos. -
Continuará~
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