Que frío hace cuando en esta maldita ciudad cae el manto invernal... pero no solo porque es invierno hace frío, ya que por el hecho de ser ESTA cuidad, el frío ya es permanente y cala los sesos. Podría caminar durante horas por las calles de Santiago sin que la gente ni siquiera me mirase, y está bien, tampoco pido que estén atentos en mis acciones, es más a veces me agrada la frialdad de esta cuidad... pero odio su indiferencia hacia lo que les rodea. Por ejemplo, en los bellos días rojizos he estado muy atenta a ver si quizás tan solo una persona se percata de su esplendor, más esa persona nunca aparece, y obviamente las indiferentes personas que transitan las calles tampoco se percataron que yo los observaba mientras llenaba de humo mis pulmones, sentada en unas de las banquitas que siempre visito los sábados.
Pero esa tarde fue extraña, porque por primera vez alguien me observaba. Justo cuando el humo salía de mi boca vi que me mirabas
-Veo que llevas un buen rato ahí mirando la nada- dijo una voz femenina, con un timbre muy áspero y rasgado... muy parecido al mío.
La miré, pero no le tomé gran importancia, aunque en verdad su rostro me parecía muy agradable, sus cabellos eran cortos, su figura muy esbelta y sus ojos estaban escandalosamente pintados negros.
-Ahh- suspiro la muchacha y se sentó a mi lado-que lindo día ¿no?- Sonrió.
-Supongo- dije mientras apagaba mi cigarrillo.
-Me llamo Ann y tú?-
-¿Importa?- realmente no tenía ganas de hablar con nadie.
-No, la verdad no importa, pero si me gustaría saberlo por si un día te veo en medio de la multitud de Londres- dijo muy segura de sus palabras.
-¿Londres?...jajaja- cerré mis ojos y suspiré- eres una niña muy extraña, de dónde has sacado que nos veremos en Londres, cuando estamos tan lejos, aquí en Santiago (Chile).
-Entonces en París, ¿qué importancia tiene?-
-Creo que mucha-
-Ahh... que tristeza- suspiró de nuevo
-¿Qué es lo que te da tanta tristeza?-
-Que a pesar de que estás aquí, pensando en que todos son unos estúpidos, tu también lo eres, eres igual de sometida que todos...-dijo sin siquiera arrugarse por sus propias palabras.
-Qué sabes tu... no me conoces-
-Quizás...si... quizás no... quién sabe-
-Ah?... como que quizás si, o quizás no... explícate-
-Creí leer en tu rostro que no tenías ganas de hablar-
-Pues te equivocas-mentí.
-Bueno, pues yo no tengo ánimos de entablar una conversación-
-¡Pero si eres tu la que se ha sentado a meter conversa!
-¿En serio?.. mmm- puso una cara muy pensativa- pues entonces me voy... adiós- se levantó y se fue... así de la nada.
Sin duda si la conociese tan sólo tres días más, estoy segura que pensaría un poco en detenerla, pero la verdad es que por el momento sólo quería encender otro cigarrillo y pensar... y seguir observando.
¿Pero qué es lo que me pasa?... esa chica me recuerda a alguien...creo que quizás se me pegó un poco de su locura....
Ya era la hora de irme, pues a pesar de odiar la rutina solía caer muchas veces en ella. El sólo hecho de estar allí todos los sábados ya era una rutina, pero hasta ahora no me aburría.
Como hace frío... me gustaría... no sé, quizás que vuelvas... Ken...
Ya han pasado seis meses de tu partida... pero aun te extraño... y más aun cuando cruzo esta avenida... en la que solías abrazarme para no morir de hipotermia.
Los pasos lentos solo hacen más cruel el ver las calles, que llevan tu rostro. En ese mismo instante me puse a correr, y el viento que pasaba entre mis dedos se parecían a tus frías manos, jaja, la verdad nunca me diste mucho calor, pues eras un flacucho. Pero tu alma era las más tibia de cualquiera.
Como te amo.
El viento se hizo más fuerte y tuve que detenerme, abrí mis ojos y logré definir en la otra cuadra una figura conocida. Era Ann, la chica con la que me topé en la tarde. Por unos segundos pensé en llamarla, pero recordé sus extrañas palabras y me limité sólo a seguir observando... igual que antes, sólo que ahora con mucha mas curiosidad.
Cruzaste la calle y subiste a un automóvil... y yo sólo observé.
La mañana es aun más fría, no quedan muchos recuerdos de la noche anterior, pues nada más podría recordar a Ann... que me sacó de la rutina. Me dirigí como siempre al centro de investigación historiográfico, o sea mi trabajo. La tarde transcurrió como siempre y el frío no se detuvo.
-¡Isa!... como mañana entramos a trabajar en la tarde, pensé que podríamos salir en la noche a carretear (de fiesta) un rato, ¿qué te parece?- dijo Susana, mi compañera de trabajo.
-No- dije tajantemente.
-Pero Isa!... no seas tan amargada... salgamos un rato, que me aburro mucho en casa...- su rostro cambio rápidamente a una que demostraba compasión.
-Ya te dije que no-
-mmmm... ¿y si yo pago?- dijo en voz baja, medio arrepintiéndose, pues sabía que su amiga (pues a pesar de su relación, Isabel y Susana se llevaban bien) cuando se trataba de invitaciones gratis aceptaba a gusto.
-No-
-¡¿Queeeee?!.... que... que... que te pasa- dijo con miedo Susana- Tu nunca rechazas invitaciones gratis.
-Tengo trabajo que hacer- dije sin siquiera mirarla, pues estaba leyendo una información muy importante en el ordenador.
-mmmm... ¡de nuevo ese trabajo que nunca quieres decirme de que se trata!- Realmente se enojo, pero por unos instantes, pues Susana no es de enojos muy largos.
-Si tanto quieres saber, averígualo, es increíble que trabajes en una centro de investigación y te des por vencida tan pronto- le acaricié el rostro, me encanta hacer eso, pues siempre se ruboriza muy fácil. Sin duda Susana es muy emocional, quizás por eso la quiero tanto... Tiene lo que a mi a veces me falta.
Acabé mi trabajo en el Centro muy rápido, pues ya había adelantado la semana pasada sin querer, porque ya había leído la información de intrusa, ya que el tema me interesaba mucho.
Se que hay gente entrometida, yo y los barzas, pero mis amigos si que eran unos malditos mezcla de aquello y de imbéciles... sin embargo también los quiero.
Cuando, traté de abrir la puerta de mi departamento me encontré con la sorpresa de que estaba abierto... o sea que esos escandalosos barzas estaban ahí. Maldita sea la Hora en que dejé, bajo el efecto del alcohol, que el Benja copiara mis llaves. Ahora no se como sacármelo de encima.
-Weena Isa, llegamos tempranito para ensayar una vez más el tema que nos cuesta y partir al recital- Dijo Claudio (primer guitarrista y segunda voz) con la boca llena de pan robado de la panera de Isabel, la cual ya estaba vacía.
-Oye Isa, ¿no te enojas si conecto todos estos cables en el mismo adaptador?- dijo Luciano, el bajista de la banda
-¡Isa! ¡Escucha esto!, está de lujo- dijo Lucy, la baterista.
Todos esos ruidos e intromisiones me llegaron a la medula...
-¡¡¡Ya basta!!!... como molan, son un virus, ¿por qué llegan y entran a mi casa?- si el fuego saliera por la boca cuando alguien está furioso, a mi me hubiera salido el infierno.
-Pero Isa, tu nos dijiste la semana pasada que viniéramos para ensayar- dijo tímidamente Benjamín, el tecladista.
-¿La semana pasada?... no lo recuerdo… Ahora váyanse, que quiero descansar antes de partir al recital, además ya está todo claro, y si no lo está para ustedes, pues que pena que no sepan improvisar... hay que ver como si son unos buenos para nada- La vena si que se me estaba hinchando de rabia.
-¡pero Isa no seas tan mala con nosotros!- dijeron todos al unísono, mientras Isabel se encerró en su pieza.
Sabía de antemano, que aunque les ladrara que se fueran, ellos no lo harían. Me acosté en mi cama un momento, y todos comenzaron a tocar el tema de apertura... que yo cantaría, y que me recordaba Ken... quizás por eso no quería ensayarlo.
El lugar del recital estaba lleno... todos pedían a gritos No olvido... el single más escuchado de Exit, mi banda Punk Rock. Hace un mes que no tocábamos nada, pues yo había estado enferma... pero estoy segura que no fue un resfriado, si no que era la enfermedad de no poder olvidarte, oh si que me ha golpeado fuerte tu muerte.
Sin duda el tema duele... pero el público lo pide, y hay que darles lo que quieren.
~~Todos los integrantes de Exit estaban en sus posiciones, e Isabel seguía sintiendo frío, sin embargo sus huesos no se rinden y la voz siempre le sale para cantar a todo pulmón. Cuando es su turno para tocar la guitarra, Isabel sabía muy bien como captar el alma de quienes escuchaban... nadie podía decir lo contrario, esta tipa tiene garra~~
La luces se alzaron, todo el mundo gritaba... y una voz se escucho... el recital comenzó...
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Oh ohh... ¡¿como?!
Meterme en tu cama una vez más...
acariciar tu cuerpo
decir sucias palabras a tu oído
seguido tal vez de un te amo
sabes que no soy buena en esto
pero también sabes que es verdad y me cuesta...
...te amo...
y ¡¡no te olvido!!... no soy cobarde, lo reconozco, yo te amo
Oh! ohh!!!
mi atrapa sueños ya no está
se lo ha llevado lejos
este veneno que a mi también me entierra
me desata y me envenena
me destripa el alma...
mas soy su esclava
y tu recuerdo es mas lento
cuando digo que estoy lejos
pero se que sabes
que siempre miento
porque hasta mi perro corazón
que solo sintió con tu voz
solo te extraña
sabes que no soy buena en esto
por eso siempre terminaba revolcada en tu boca
y envenenada con el éxtasis de tu cuerpo sobre el mío
me repetías que me amabas
pero aun así te fuiste
se que sabes que te extraño
y también sabes que miento
¡¡¡y sigo mintiendo!!!
... ¿no lo sabes verdad?....
¡¡¡y sigo mintiendo!!!
Sabes que no soy buena en esto...
perdóname
....¿no puedes verdad?....
no te olvido
pero tu si,
el veneno que ahora me está ahogando
me llevará un día junto a tu edén
...
sigo mintiendo
más créeme que no te olvido
Sigo mintiendo....
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Después de 3 horas de canciones llenas de gritos y fuerza en los instrumentos y en la voz de Isabel, Exit se dirigió a la discoteque más cercana a celebrar el éxito obtenido.
-Ahh... a pesar de que son unos buenos para nada, no han tocado nada mal jaja- Dije con una botella en la mano y un poco de alcohol en mis venas.
-Si ha estado genial... casi me mojé con tanto éxtasis jajajaja- dijo Lucy, que siempre decía cosas obscenas, y más cuando estaba un poco borracha.
-Chicos discúlpenme un momento, es que necesito ir al baño- dije
No podía ver muy bien, pero se que la persona que se dirigía hacia mi era alguien conocido...
me habló, pero no entendí mucho, el alcohol hacía más efecto.
-Hola!... emm.. no se, no me dijiste tu nombre, jeje-dijo aquella silueta.
-Identifícate silueta extraña... -dije un tanto aturdida, las luces de la disco eran perturbantes.
-jaja si que eres graciosa... soy Ann, la chica del sábado...-
-Ann- al pronunciar su nombre vino a mi cabeza el recuerdo de su cuerpo subiendo al automóvil aquella noche- ¿qué haces tu aquí?-.
-Fui a tu recital... es que me encanta tu banda-
-aa... que bueno... creo que ya me voy-.
-Espera- dijo, y su mano tomo muy fuerte la mía- Quédate esta noche conmigo, por favor...
En verdad que tenía un bello rostro y en especial hermosos labios... Tal vez por efecto del alcohol mi cuerpo se sentía muy atraído... por ella... ¿por ella?...
La lleve al baño ahí la besé...
-Sabía que tenías algo especial... esta actitud me lo demuestra- dijo Ann en tanto tocaba los senos de Isabel...
Éste lemon continuará...