-hola Iruka-san- saludó Kakashi al hombre de pelo negro sujeto en una coleta, con una cicatriz horizontal en la nariz y los ojos color marrones.
-hola Kakashi-san, ya has terminado tus clases.
-sí, ahora me voy a casa. Aun tienes que dar clase?
-sí,
-hmm, entonces nos vemos luego.
-sí, no te olvides hemos quedado a las nueve en el bar konoha.
-vale,vale, no me olvidaré
-y tampoco llegues tarde- gritó Iruka mientras veía el otro salía por la puerta.
-Sí-replicó Kakashi aunque no creía que el otro el pelinegro le hubiera escuchado.
Hacía mas de dos años que se conocían pero sólo hace seis meses que empezaron a tratarse más porque el pelinegro era tutor de uno de sus alumnos. Al principio sólo hablaban sobre su tutorado, luego fueron quedando para tomar alguna que otra copa finalmente empezaron a hacerse confesiones. Y ahí estaban, amigos de confianza. Durante todo éste tiempo , empezó a sentir cierta atración por el pelinegro. De una manera peculiar le atraía su nuevo y único mejor amigo, cada vez que lo veía sonrojado sentía cosquillas en el estomago incluso una vez estando borrachos lo besó; aunque a la mañana siguiente su amigo no se acordaba de nada.
Para él, ese beso hizo estragos en su vida, empezó a soñar con él muy a menudo y lo peor había empezado hablar en sueños. En uno de ellos, su novía lo escuchó gimiendo el nombre de Iruka. Cuando se despertó , su novía le reclamó el desliz y la relación se terminó cuando no quiso contar lo que había soñado. Estaba seguro que no estaba enamorado del pelinegro pero sentía una fuerte atración por él.
Comparado con muchos de sus colegas , físicamente es atractivo, eso es lo que decían las chicas cuando le veían. Con su pelo plateado , sus ojos con colores distinto ,uno rojo y otro negro, la cicatriz vertical en el ojo izquierdo que terminaba en la mejilla. Usaba unas gafas negras, sólo sus amantes le habían visto sin ellas.
Tenía el cuerpo bien trabajao y la piel pálida, llevaba de cabea tanto a hombres como a mujeres. Aunque eso no le ayudaba en su problema con el pelinegro. Llegó a casa y se dirigió al baño a darse un baño. Minutos después salió del baño con sólo una yukata, mientras se sentaba su móvil empezó a sonar
my gift is my song and...
termino de sentarse y descolgó.
-hola madre
-hola hijo mío, su abuelo me ha contado que tienes una novía y estas salieno hace más de año y medio. Quiero que me la traigas a casa para conocerla.
-madre, el abuelo te ha mentido. No tengo novia- su madre siempre era muy directa
-entonces no te importara pasar aquí unos días para que conozcas a la hija de una amiga mía. Van estar aquí tres días, y tengo el presentimiento que está vez acertaré. Es una buena muchacha, guapa y además tiene veinte dos años; así que te viene perfecta. Sereis la pareja perfecta.
-Okaasan, que te he dicho yo la última vez que me buscaste pareja-
-pero hijo, ya tienes veinte siete años, tu padre a tu edad ya estaba casado. Sinceramente creo que si espero que hagas algo me moriré sin nietos....
se desconectó mentalmente.
Su madre siempre le hacía lo mismo, le buscaba pareja en las hijas de sus amigas que siempre le caían mal. Desde los veinte que tenía que aguantarse citas a ciegas con las que no encajaba.
-mamita
-deja ese tonito, hijo, de ésta no te escapas. Te he dejado estos dos años porque tu abuelo me dijo que estabas saliendo con una buena chica. He estado esperando que la trajeras en casa. Ya he esperado suficiente sino estás con ella , no te hará daño conocer a ésta chica.
-tengo novia,madre
-de verdad?
-sí,pero no quería presentartela por ahora
-porqué?
-tu siempre te entusiasmas demasiado. Empiezas a hablarle de boda y nietos, las asustas.
-Me portaré bien.traeme la a casa dentro de dos días. Pasarás aquí tres días, quiero presumir de nuera a mi amiga.
-Viernes estoy ahí-
“qué voy hacer” se preguntó
- nos vemos pronto, okaasan.-agregó despidiéndose
"Iruka me va matar, he llegado otra vez tarde".
-hola- saludó al pelinegro que lo estaba mirando mal.
- No habló con hombres que no son puntuales. -
Lo suyo era pura rutina, él siempre llegaba tarde, al principio siempre ponía escusas que al pelinegro le parecían estupidas. Luego de muchas suplicas de perdón, el otro lo perdonaba.
-Por favor, perdoname el retraso...
-no quiero tus estupidas escusas- dijo interrumpiendole - te perdono, entremos al bar.-agregó encaminandose al bar.
-quiero un martini con hielo con un rodaja de naranja-pidió Iruka al camarero, una vez sentando en la barra.
-quiero lo mismo- dijo el peliplateado suspirando.
-te pasa algo kakashi?-
-sí, tengo un problemilla, podrías hacerte pasar por mi novia durante tres días.