Titulo: pequeñez
Pareja: gakuhai
Resumen: es bueno ser tu mundo
Dedicatoria: a mí
El cielo estaba soleado como muy pocas veces, el aire era frío a pesar de eso, quizás como un agradable contraste. Se puso una camiseta sencilla y blanca de manga larga, sus pantalones de mezclilla, y una boina en el cabello junto con un par de lentes de sol. Cogió su mochila deportiva y puso dentro de ella una sombrilla, una libreta y un bolígrafo.
-Muy bien, ¿llevo todo?.- murmuro palpándose las bolsas del pantalón antes de salir. -Haber iPod, cartera, móvil, cuter y llaves. Muy bien, todo en orden.-
Después de eso cerro la puerta de la enorme casa y salió caminando por el portón. Se ajusto un poco más los lentes y siguió su lento caminar hasta llegar a un parque con vista a la laguna, se sentó en el césped y se decidió ignorar todo lo demás.
Se coloco los auriculares y subió el volumen lo suficiente como para no oír a nadie ni nada por muy alto que hablasen. De esta forma se puso a dibujar el paisaje a la sombra de un árbol.
-Todo del miso color siempre. Que triste.- continuo dibujando con bosquejos.
Así siguió hasta que el cielo se puso gris, y el viento se hizo más frío de lo que ya estaba. Una mano se poso sobre uno de sus hombros y lo movió con delicadeza.
-¿Quién?.- se quito los auriculares y miro a quien lo había tocado. -Gackt.-
-Lloverá, vamos a casa.- sonrió de forma dulce.
-Quiero quedarme más tiempo, solo hasta terminar.- se deshizo del agarre para continuar dibujando. -Vete tú.-
-¿Qué dibujas? Siempre vienes aquí a dibujar.-
-Siempre pareces saber donde estoy.- dijo de forma brusca, pero agrego rápidamente. -Uhmm lo siento.-
-No te disculpes, se que es por cortesía.- Gackt continuo de forma tranquila.
-¿Por qué estas aquí, Gackt?.- dejo de dibujar y volvió a mirarlo.
-Porque estas aquí.- sonrió.
-¿Esa es una respuesta?.- lo miro divertido.
-Es la única que tengo.- Gackt le tendió una mano. -¿Terminaste? Vamos a casa.-
-Vete tú, aun tengo cosas que hacer.- guardo sus cosas dentro de la mochila. -¿Qué esperas?.- dijo con rudeza.
-A ti.- Gackt lo ayudo a pararse contra voluntad. -Caminemos aunque sea, sino quieres volver.-
-Serás masoquista, como todos.- gruño.
-Pero yo no soy como todos, ¿verdad?.- le guiño un ojo.
-No, eres el peor de todos.- Hyde comenzó a reír
-Que malos gustos tienes entonces.-
-Lo tengo, el peor gusto de todos.- miro a Gackt, y sonrió. -¿Cuándo vas a cansarte Gackt?.-
-No lo sé.- beso a Hyde. -¿Cuándo vas a cansarte tú?.-
Hyde sonrío.
-Yo nunca. ¿Por qué habría de cansarme de ti?.-
-Es lo mismo que yo pienso Hyde, ¿por qué habría de cansarme yo de ti?.- lo abrazo.
Había comenzado a llover, ninguno dijo nada. No había nadie en el parque debido a la lluvia.
-Gackt.-
-Dime Hyde.-
-Vamos a casa.-
Y dicho esto, ambos emprendieron el camino a su hogar, Gackt sacando el paraguas de Hyde cubriéndolo así. Ambos sonriendo ligeramente. El mundo seguiría girando sin ellos probablemente, pero hasta entonces, era bueno ser el centro del mundo de alguien más. Era algo que no cambiarían por nada.