Cada día era una discusión, siempre igual, no había momento en el que ellos dos no discutiesen, si no era por una cosa era por otra, pero siempre estaban dando gritos en la casa, hacia tiempo que el torneo de shamanes había acabado, y todos los problemas se habían resuelto, pero el pequeño ingles y Hao siempre encontraban momento para discutir, si no era por la comida era por la limpieza, pero siempre lo mismo.
-Ya estoy arto, deja de masticar con la boca abierta, me repugnas.- Lyserg empezó a gritarle a Hao de nuevo, la mayoría de las veces empezaba el.
- Estoy masticando con la boca cerrada, deja ya de quejarte estupido.- Y Hao le continuaba el juego.
Mientras los demás seguían comiendo sin hacer ni caso a la discusión de los dos shamanes, ya que estaban completamente acostumbrados a sus gritos.
- ¿ A si? eso no me lo dices en la calle idiota.-
- Que no, espera y veras.-
- Anita haz algo por favor, estos son peores que Horohoro y Len(a ren como os guste), y eso que ellos son horribles.- Yoh realmente estaba preocupado de que eso siguiera así.
_ ¿nos estas llamando feos idiota? porque si es así mejor me lo dices a la cara.- Len escucho al pobre Yoh y empezó a gritarle.
- Si te llama así es por qué eres muy feo, y vosotros dos o dejáis de gritar en la cena, o os doy tal patada en el trasero que os lanzo por la ventana.- Al instante todos estaban callados y comiendo, no se oía ni una mosca, porque de la tensión que había en el ambiente seguro que se caería mutilada.
En la casa de los Asakura todas las habitaciones estaban en silencio menos una.
-¿Tienes que roncar tanto payaso? me estoy desvelando, y ya no seré capaz de volver a dormir.- Si como imagináis era Lyseg pegando gritos.- Ya cállate que no soy capaz de dormir, tus ronquidos son... - No pudo seguir porque fue callado por un beso de Hao, este lo hizo sin darse cuenta, solo para que se callara, pero le gusto y continuo.
Lyserg estaba parado, no se movía, al final decidió continuar con el beso, pero fue mas adelante, Hao empezó a recorrer el cuerpo del menor, acariciándole, y desabrochándolea la bata, Lyseg no lo entendía pero le dejo hacer, no le molestaba en absoluto.
Hao recorría cada centímetro de su cuerpo, sin dejarse nada, de repente empezó a masturbarle pausadamente, mientras le besaba, el gemía en su boca, poco a poco el placer le recorría, Hao disfrutaba observándole, de repente Lyserg se vino en su mano con un sonoro gemido, el sonrío.
- Ahora llega le mejor pequeño.- Hao se deslizo también de su bata, puso a Lyserg boca abajo a cuatro patas y comenzó a entrar lentamente dentro del pequeño, Lyserg no podía soportar el dolor mientra unas lagrimas empezaron a caer de sus lindos ojos verdes.
-Tranquilo solo dolerá un poco mas, no te preocupes.- Hao empezó a moverse muy lentamente dentro del pequeño para causarle el menos daño posible.
-Mas... rápido Hao.- El oír su nombre de los labios de su pequeño le encanto y empezó a moverse mas rápido mientras que con su mano masturbaba al pequeño Lyserg. Al poco tiempo los dos acabaron, Hao dentro de Lyserg, y este al la mano de Hao.
El resto de gente en la casa de los Asakura había escuchado, pero nadie le tomo importancia ya que creían que estaban discutiendo.
- Espero que a partir de ahora te metas menos con migo, creo que me lo merezco ¿no?- Hao le dijo con un tono pervertido, y lo único que recibió fue una sonrisa del menor, ya que después quedo profundamente dormido en sus brazos.
FIN
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