Prólogo
-Cómo estarán naruto y sasuke,Iru-esposo?- preguntó sarcástico el peliplateado abrazando a su esposo.
-bien, ya no son niños, tienen veinte un años. Creo que pueden quedarse solos durante una semana en Toulouse- respondió el castaño fingiendo no haber notado el sarcasmo en su voz. Para él esos dos chicos siempre serían niños. Pero su esposo no tenía porqué enterarse.
- y porqué vamos a la ciudad?- interrogó kakashi.
- porque Ka-jun (kakashi junior) está con ellos, porque le has dicho a un niño de nueve años que puede irse con sus hermanos, sin antes preguntarle donde iban. Quieres más motivos..?!
- está con dos chicos muy responsables, sabes que lo cuidaran muy bien.tranquilizate, sí?- comentó el peliplata dandole un besito.
“Llevaban ya años de casados, felizmente casados. Sus dos hijos eran unos hombrecitos que preferían vivir en Toulouse pero que no lo hacían porque su esposo se entristecía cada vez que pasaban más de un mes fuera de casa. La cosa no mejoraba porque el pequeño seguía a los mayores como un loco, siempre quería ir donde estaban los otros. Para evitar traumas decidieron explicarle la verdad sobre Iru- Iruka, esperaron que cumpliese los cinco años para contarle más o menos el secreto. Su esposo estaba con los nervios a flor de piel pero al final todo salió bien y el niño entendió la explicación. La llegada de Kajun fue todo alegría , naruto y sasuke lo cuidaban mucho, todos sus amigos estaban encantados con el. Y su presentación en sociedad fue polemica, durante meses estuvieron circulando varios rumores sobre el niño, quién era su madre porque solo apareció despues de su boda, incluso llegaron a decir que el hijo es de Iru y que lo había tenido antes de aparecer en Toulouse; por supuesto su padre es Kakashi. Se montaron toda una historía que no les interesó lo más minimo”.
-sé que no le va pasar nada pero no me gusta que mi peque quede una semana fuera.- comentó el castaño, interrumpiendo su reflexión.
- podríamos volver a casa y aprovechar que estamos solos...
-olvidalo pervertido, voy a buscar a kajun , seguramente estará molestando a Sasuke impidiendo que se diviertan. Sus viajes a la ciudad son para que se diviertan y no cargar con un niño.
-pero..
-no, estoy decidido. Vamos a regresar con mi peque al campo.
-vale, pero los dos estan encantados con el su hermano pequeño.
*
-eih, sasuke no hagas eso que puede entrar alguién
- no te preocupes, estan todos durmiendo- le tranquilizó antes de besar a su amante.
-no!!- gritó el otro empujandolo- podría entrar alguien y no quiero arriesgarme. Me moríría de vergüenza se nos pillan, además estamos en un estudio- agregó mientras se sentaba en una silla.
-y qué!! podemos hacerlo aquí, deberíamos aprovechar que todos están durmiendo.
-no y no- contestó el otro
- vale si no quieres, hablemos.- comentó con una sonrisa lujuriosa, llevando al otro a sentarse en el sofa que estan en una esquina del estudio. Aún no se había dado por vencido “conseguiría lo que quería. Pero despues tendría que dejar el estudio limpio, Iruka lo mataría si descubría lo que estaba planeando hacer en el estudio de su esposo. Empezaría con toda una charla y despues le diría que estaba decepcionado, aunque nunca lo admitiría no le gustaba decepcionarle. Iruka y Kakashi le habían adoptado y le trataban como si fuese hijo de su sangre. El primero no sólo lo educó sino que también le dió un trabajo para salvaguardar su orgullo, además le acompañó en los trámites de sus documentos para entrar en la facultad de economía; mejor dicho, se intrometió como hace siempre. De alguna manera siempre sabe cuando estoy en apuros, aun le costaba creer que no supiese que ya estoy comprometido.
- no te acerques tanto-ordenó su amante, interrumpiendo sus pensamientos.
-porqué tienes tanto miedo, no voy hacer nada que no quieras- dijo acercandose más al otro.
-hablemos, como te va en la facultad? -excelente,en un año lo termino- contestó acercandose más al otro , lo besó el cuello antes de besarle apasionadamente, su amante abrió la boca dandole permiso para jugar con su lengua mientras sujetaba el hombre del pelinegro azulado que lo estaba recostando en el sofa.
*
- por favor, Iruka,entra en silencio, no vayamos a despertarlos hoy, sí?- pidió Kakshi deteniendole en la puerta. El castaño miró a su esposo, su expresión era seria. Lo mejor que podía hacer era cumplir su pedido, no tenía otra opción. La seriedad de su rostro le estaba dejando claro que más que un pedido era una orden.
-vale, mañana hablo con ellos.- aceptó abriendo la puerta con mucho cuidado, entraron y cerraron la puerta sin hacer ruido.
-podríamos ir al estudio – comentó el peliplateado guiñando el ojo y con una sonrisa lasciva en los labios.
- eh!!- exlamó sorprendido el castaño. “ cómo puede pasar de serio a modo pervert en un minuto?! Y cómo es posible que aun sigo casado con él despues de tantos años” - haa..- gimió su esposo lo estaba abrazando desde atrás y le estaba lamiendo el cuello.
-vamos a mi estudio- dijo el peliplateado dirigiendose hacia allí, arrastrando a su esposo con él.
-aah..haa..sasu..u..no deberíamos..-el ojinegro le interrumpió besandole suavemente mientras le bajó la cremallera del pantalon y acarició su entrepierna.- haa-jadeó.
- Que ocurre aquí? - interrogó en voz alta kakashi despues de entrar a su estudio. No podía creer lo que estaba viendo. El castaño tenía los ojos desorbitados por la impresión.
Los dos chicos que estaban en el sofa se apartaron y quedaron mirando a los recién llegados. El ojinegro no sabía qué decir y el otro se cubría el rostro con las manos. “ tanto secreto para nada” pensaron los dos.
-naruto y sasuke desde cuando?-preguntó Iruka despues de salir del shock- porqué no lo vi?
-Iru-chan, no te enojes con nosotros- pidió el rubio llorando.
-que no me enoje con vosotros?- gritó el castaño
-Iruka- dijo suavemente el peliplateado, el pelinegro miró a su esposo, el tambien estaba sorprendido y molesto. “sus niños tenían una relación , y no les habían dicho nada. Se sentía engañado” pensó el castaño golpeando su mano furioso.
- Iruka-san dejame explicarte- pidió sasuke. Naruto no había dejado de llorar y eso no le ayudaba en nada. Pero si quería evitar que la expresión enfadado cambiase a decepcionado tenía que hacerle entender las cosas.
-cuentame todo, desde el principio.- pidió el castaño sentadose, el peliplateado tambien se sentó. “ sus peques habían crecido , demasiado”
-todo empezó en el baile que organizó la condesa Sarutobi
Tres meses antes