~ Un Juego... ~
Es cierto que la salida artística no da respuestas
Sólo me sirve para expresarme
Busco en las palabras alguna propuesta
Alguna idea que me rescate
Y ahí estás, sentado de tu forma habitual, las rodillas dobladas, levemente inclinado hacia delante. Tus profundos ojos negros se clavan en la pantalla de tu computadora mientras comes tu dosis diaria de azúcar, un pastel con frutillas y mucha crema por lo que puedo ver.
Te observo desde mi asiento, con el informe que debía revisar aun en mi mano. Viéndote como jugas con la frutilla en tu plato es impensable creer que sos L, el mejor detective del mundo. Y viéndome como te miro lleno de ternura y amor es impensable, también, creer que soy Kira, el asesino de criminales.
Hace ya bastante dejamos las cosas claras: sé que soy tu mayor sospechoso, sé que estoy acá ayudándote en el caso por mis brillantes dotes de deducción. Así como también sé que desde que te vi comencé a preguntarme porqué debemos ser enemigos, comencé a sentir eso que llaman amor, comencé a pasarme horas pensando en vos, en cómo podría cambiar las cosas, en qué haría si me correspondieras...
Sacrifico lo mío en pos de alguien
Doy pero doy a medias
Me doy, ¿hasta qué punto?
La clave está en seguir
En resistir la impaciencia
En soportar la angustia
De tenerte sin tenerte
Me levanto dejando los papeles en cualquier lado. Ya es tarde, sólo estamos vos y yo, mi padre se fue temprano puesto que está algo resfriado producto de tanto tiempo trabajando, y los demás se fueron hace media hora aproximadamente.
Quiero decirte lo que siento, ahora que estamos solos...
-Light-kun?- preguntas, sin quitar tus orbes de la computadora.
-Si?- te digo sin dejar de avanzar.
-Sucede algo? No me gusta que se me acerquen silenciosamente...- susurras esto ultimo casi inaudible.
-Gomen... es sólo que quería decirte algo...- comienzo. Estoy tratando de decírtelo Ryuuzaki, por favor, entendelo.
-Nh? De qué se trata?- decís girándote en tu silla.
Ahora estamos frente a frente. Trago en seco, por primera vez mi mente se queda en blanco. Pensar que a tantas tontas les dije que las quería, que deseaba estar con ellas, y ahora que realmente lo siento estoy casi seguro de ser no correspondido. Malditas moralidades que dicen que está mal que dos hombres se amen, quienes son para decir cómo uno debe ser feliz?
Seguís mirándome, es ahora o nunca... quiero decírtelo, pero...
Y caigo siempre en naderías
Me duele caer así cada tanto
Te quiero y no lo digo
Sólo me voy como vine y nada pasa
-Ya es un poco tarde y estoy cansado, te molesta si me retiro por hoy?-
Te quiero y no lo digo
Lo siento y no puedo expresarlo
Me siento inexperto y tosco
Me siento contigo
Me siento solo
Me siento
-Está bien, como es bastante tarde te molesta que te lleve Watari?-
-Bueno, no...- te digo, aunque la verdad es otra, siempre es otra mi verdad.
No quiero irme, ni dejarte, ni perderme un momento de tu compañía aunque no me hables ni me mires...
-Pasa algo Light-kun?- hablas sacándome de mis pensamientos.
Ya estás parado al lado de la puerta, imagino que hablaste con Watari para pedirle que me lleve.
-No, para nada.-
-Tampoco te molesta que los acompañe?-
-Para nada...- que más puedo pedir que no sea que me acompañes, que estés siempre conmigo... qué difícil se vuelve a veces ocultar la verdad... –Puedo saber a qué se debe que vengas? Pensé que no salías...- te digo con mi eterna serenidad, como si nada de lo que puedas hacer pudiera afectarme.
-Voy a aprovechar para despejarme un poco, conozco una buena cafetería 24 hs abierta.-
Tanto miedo te infunda Kira que no sos capaz de salir a plena luz del día? Yo te hacía más temerario. Pero realmente no importa, en momentos como estos, cuando estamos solos y hablamos tranquilamente empiezo a dudar de mi capacidad como dios del nuevo mundo...
Sólo sentir
Sentir y no vivir
Vivir con un sentimiento
Sentimiento de vida a medias
De que no llego a donde quiero
De que la paciencia ha de ser la máxima virtud
Salimos de la habitación, del edificio tan sólo para esperar en una gélida noche que la limosina oscura se presente para retirarnos de una vez a descansar: yo a mi casa y mi cama, vos a tu cafetería a pasar la noche, seguramente, comiendo dulces y pensando. Siempre pensando... me atrae tanto que seas un ser tan pensante, que casi confíes a ciegas en tus habilidades deductivas.
A los pocos minutos llega el coche. Nos subimos sin más. En el asiento del conductor el viejito afable, Watari, con su eterna sonrisa de bondad.
Paso mi mirada, por poco en un acto involuntario, a mi ahora acompañante.
Tus ojos perdidos en la noche, en las calles del Japón nocturno, un poco más activo de lo que se espera.
Las inquietudes me persiguen, no hay minuto que no piense en lo que sentís. Supuestamente soy tu amigo, tu primer amigo... Me pregunto si podrías llegar a corresponderme, a entender que te amo a pesar de que se supone debo matarme; me pregunto qué tan lejos podríamos llegar si seguimos en este hábito de vernos todos los días, quedarnos solos noche tras noche; hasta dónde puede llegar mi autocontrol con vos?
Los cuestionamientos son vanos
Las explicaciones también
Sólo hay grises, no hay blancos
No hay negros
Ni lucidez
Sólo sueño
Mucho sueño
Mucho cansancio
Muchas ganas de poder seguir allí
De permanecer allí un poco más
De seguir sufriendo la inacción
Y seguís sin mirarme, sin dirigirme palabra, y yo, yo sigo sin poder hablarte con claridad, sin poder abrazarte fuerte y susurrarte suave un “te amo”.
-Estás muy pensativo hoy Light-kun, pasó algo?- decís y te das vuelta para verme.
Sí, la verdad es que pasa algo, desde que te vi por primera vez en Todai pasó algo y continúa pasando sólo que no tengo valor suficiente para decirte lo que realmente siento...
-No, no pasa nada, tal vez es que estoy un poco cansado. Después de todo voy de la universidad, bien temprano, a investigar con ustedes, hasta bien tarde.- te cuento, obviando la verdad. Claro, eso también me pasa, pero es lo de menos.
Pero no me recrimino mi falta de iniciativa
Al fin y al cabo no fui por eso, si no lo haría
Ya el día anterior comprobé que algo hay allí
Que cuando se puede, se puede
Que agua hay en el mar
Que sigo derrochando palabras en esto
Sigo derrochando palabras en este momento
No encuentro otra forma de liberarme
Sólo quiero expresarme al respecto
-No queres salirte del caso, entonces?-
-Eso jamás, Ryuuzaki.- expreso decidido –Kira es despiadado y aunque me muera de cansancio quiero ayudarte a atraparlo.-
Cuántas veces te puedo mentir en una sola noche? Si no abandono esta investigación es porque si lo hago ya no tendría excusa para verte, para tenerte a merced de mis fantasías, al alcance y, a la vez, tan lejos...
-Light-kun...- murmuras, y te acercas de forma hasta miedosa diría, clavas tus enormes ojos en los míos, esos ojos que parecen más grandes ya que tus pupilas se confunden con tus ojeras. Tu pálida mano izquierda se apoya en mi mejilla, siento el contacto tan cálido a pesar de que tus finos dedos están fríos –Todavía ojeras no tenes, todavía estás a tiempo de dejar todo y vivir como un universitario normal...-
Siento tu respiración cerca, si seguimos así voy a enloquecer. Ryuuzaki si no te apartas no respondo de mis actos...
-Yo no quiero ser un universitario normal, yo lo que quiero es...- ahora soy yo el que sujeta tu cara, pero no voy a hacer nada que no quieras.
Sólo quiero... por esta vez quiero... aunque sea la primera y la ultima...
Yo sólo quiero probar tus exquisitos labios...
-Qué es lo que quer...?- y te interrumpo plantándote un beso, uno dulce con tendencia apasionada. Tengo los ojos cerrados pero imagino tu expresión en estos momentos.
Te voy recostando en el asiento, acomodándome arriba tuyo, apenas rozando esa piel de porcelana por encima de la ropa. Esta es la primera vez que empiezo a pensar que la ropa es un invento tan incomodo e inútil en ciertas ocasiones.
Con una de mis manos sigo sosteniendo tu rostro, y con la otra levanto tu camiseta blanca para tocar y sentir un poco esa piel que inspiró tantos deseos. Ryuuzaki, no te das una idea las veces que soñé con tenerte así, a mi completa voluntad...
Y me estás contestando el beso, estás abriendo tus labios con lentitud exasperante, pero me estás dando paso... Realmente me siento feliz... Con cuidado y serenidad introduzco mi lengua y recorro esa cavidad que me hace desvariar. Y con mis manos sigo acariciando ese cuerpo que me quita mi razonamiento.
No quiero acabar este beso, esta unión que logré esta noche, en tu limosina, a la vista de la luna y de Watari también, seguramente. Pero él es tu confidente, sé que no va a decir nada, y si lo dice que lo diga, por fin tendría el pretexto y la iniciativa para gritarle al mundo mis sentimientos por vos.
Se nos está acabando el oxigeno, recorro por ultima vez con gula y danzo con tu lengua en un ultimo vals antes de romper el contacto. Me separo un poco y abro mis ojos... un leve y tierno rubor recorre tu usual blanca tez.
También vas abriendo tus ojos, que ahora brillan y se llenan de preguntas listas para atacarme...
Me pregunto si querrás que yo siga avanzando
Si no es sólo una excusa lo que nos pasa
Si no soy yo el de las excusas
Si somos los dos los excusados
Los dos los confundidos
Los compenetrados
Conflictuados
-Light-kun...- musitas –Qué fue eso?-
Un beso. Una demostración del amor que te tengo. Una introducción al deseo contenido que llevo. Eso es, ni más ni menos, Ryuuzaki.
-Yo... gomenasia...- balbuceo mientras trato de volver a la seriedad y a la cordura total. Y es que haberte visto así, haberte tenido así me quitó la última parte cabal y sensata.
Sonreís, sí, ya lo sabes, he caído. Pones tus manos en mis hombros y tratas de volver a sentarte. Me separo y me acomodo, vos haces lo mismo.
-Y por qué lo hiciste?-
Porque te amo, esa es la respuesta autentica, la verdad que no puedo confesarte, no ahora...
-Yo... gomenasia...- repito.
-Eso no contesta la pregunta, Light-kun...- propones.
-Gomen, es el cansancio, yo... no te preocupes que no va a volver a suceder...- miento de nuevo. Y una y otra vez te oculto lo que siento, por qué? Ese hubiese sido el momento ideal para una declaración. Malditas dudas que me carcomen, malditas mentiras y maldito yo, sí, yo por enamorarme de vos, por caer en la tentación de amarte, yo por mentirte y torturarme haciéndote esto y no ser capaz de decirte dos simples palabras... te amo...
No puedo evitar sentirme mal
Que estoy a mitad de camino
Parezco querer sabotear mi destino
Cada vez que avanzo vuelvo atrás
-Ya llegamos a la residencia Yagami, joven Light.- aclara Watari mientras siento como la limosina va perdiendo velocidad para quedar cómodamente estacionada frente a mi casa.
Sólo asiento con la cabeza y dirijo mi mirada a Ryuuzaki. Él me devuelve el gesto sumándole una sonrisa de medio lado y lleva su pulgar a la boca, parece un niño pequeño con ese tipo de gestos...
-Ryuuzaki, en cuanto a lo de...-
-No importa Light-kun, hagamos como que nada pasó si?- me interrumpe poniendo esa cara de inocente ingenuo.
-Claro.- te digo, cuando sinceramente no quiero olvidarlo, al contrario, quiero repetirlo... besarte una y otra vez... y no abandonar tus labios nunca, no dejarte de besar nunca... –Entonces, nos vemos mañana. Sayounara.-
-Buenas noches, que descanses...- me despedís.
Bajo de la limo con total parsimonia y me dirijo a la puerta. Mientras saco las llaves del bolsillo y abro veo como la limosina se aleja, y como en ella se va mi sueño, se va mi oportunidad de haberle dicho a la persona que amo lo que siento, se va el único beso que pude propinarle...
Pero la cosa es si vuelvo con la cabeza o con mis actos
Ya que en mí siempre estás presente
Daría todo por hablar contigo nuevamente
No puedo sacarte de mí
Entro a la casa que está toda oscura y en completo silencio. El único despierto es Ryuuk que está devorando con increíble voracidad las pocas manzanas que quedan, seguramente mañana tendré que decir que llegué tarde y me comí esas manzanas...
Ah, qué aburrido es todo sin vos, sin tu sagacidad presente, sin tus ojos insondables, sin tus manías. Sin vos, sin tus labios, sin tu indomable cuerpo...
Qué tendrás Ryuuzaki que he perdido toda capacidad para pensar con claridad? Qué tendrás que no puedo sacarte de mi mente? Más bien, qué tenes para impedir que intente sacarte de mi mente, para que no quiera dejar de verte?
Y sin embargo es todo una idealización tan vana
Una búsqueda tan poco profunda
Un conformismo tan barato
Un estar tan poco comprometido
Un no querer jugarse
Y vuelve a mí el sabor de tus labios, esa sensación de tenerte debajo mío estremeciéndote a cada contacto. Vuelve el sentimiento de impotencia, de hablarte con mentiras, de no serte sincero con lo que siento...
También vienen a mí todos los sueños que tuve, todas las fantasías, todas las noches mientras masturbándome gemía incasable tu nombre...
Aunque hablamos en realidad de paciencia
De perseverancia
De jugar a ser amigos
Eso queremos
jugar mucho
Jugar
Es que en realidad esa piel me vuelve loco, y cada vez que te veo desvarío. No hay nada que tenga sentido cuando te veo... sólo sé que tengo clara una cosa...
Sólo sé que quiero hacerte mío, oírte jadear por más y entre gemidos digas lleno de amor mi nombre...
Sólo sé que caí en tu trampa... sé que este tiempo haz querido seducirme discretamente, haz esperado para que te dijera “soy Kira, pero te amo...”
Sólo sé que todo esto, que lo que siento, que lo hiciste y lo que hice, sólo sé que lo hicimos... todo, absolutamente todo fue...
Un juego...
Poesía original: “Un juego” de Galo