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Alma de niño por Karura

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Notas del capitulo: hola de nuevo, bueno la verdad es que quiero disculparme por hacer sufrir a Sakuma-sama en este fan fic, pero ¿que es la felicidad si no hay sufrimiento? solo quiero mencionar que ya termine la historia y este es el penultimo capitulo, y para aplacar el sufrimiento de sakuma-san he decidido (y solo por que me prometio una foto suya en bañador!) darle un final feliz a esta historia, jajajajaja... bueno que disfruten el capitulo en especial a los que les gusta el angst

 

“Viviré en tu corazón para siempre”

 

Esta historia está basada en gravitation y tanto la serie como sus personajes son propiedad de su autora Maki Murakami, algunos personajes nuevos de este fanfic son creación mía, recomendación: pongan música para ambientar los fics...

Ya no podía más, estaba llegando al límite... rápidamente bajó por el barandal sintiendo que la tormentosa lluvia le mojaba la ropa, sin darse cuenta de la superficie resbaladiza cayó sobre el pasto mojado, no obstante a pesar del dolor de esa caída se levantó y empezó a correr en dirección a los bosques que se ceñían en los alrededores del lugar... Los padres y el mayordomo entraron a la habitación descubriendo nerviosos que la ventana estaba abierta de par en par.

 

-“se escapó Eduard... otra vez... ese niño no está bien... no debimos quedarnos con él”-expresó la mujer cayéndose a lágrimas mientras el hombre la consolaba.

 

-“llamemos a la Señorita Madoko, tal vez ella sepa que hacer mientras tanto haré que los guardias lo busquen por los alrededores, no debe haber ido tan lejos”

 

-“fue nuestra culpa... el encierro lo puso así... queríamos que se olvidara de esa persona para que fuera un joven normal como otros chicos de su edad, pero... pero...”-la mujer no pudo seguir hablando, fue entonces cuando se dedicaron a ver que el cuarto del pequeño estaba tapizado de dibujos, las paredes rayadas con furia... sobre la cama hojas de papel húmedas de llanto...

 

No soy un zombi... si ellos pretenden que lo sea y que te olvide Ryu-chan no lo lograrán ¿Que sería mejor? ¿Morir de una vez o morir lentamente como ahora?”

 

-“esas son... son palabras”

 

-“son palabras suicidas, llamaré a la policía tú quédate aquí por si vuelve”-ordenó el esposo quien corría escaleras abajo junto al mayordomo.

 

La madrugada había llegado en medio de la tormenta, jadeando de cansancio se llevó una mano al hombro herido por las alambradas, a lo lejos podía escuchar el ladrido de los perros en su búsqueda y a la vez su propio corazón retumbándole en los oídos, siguió corriendo hasta que solo pudo escuchar el sonido de las hojas que se confundía con un sonido que le pareció melancólicamente familiar... cerró los ojos...

 

Caminó por horas bajo la inercia entre la tempestad, cada vez el sonido era más fuerte y de pronto como si hubiera despertado del trance, su mente se lleno de recuerdos y sensaciones agradables... Ryuichi y él cantando al amanecer entre las olas, sus besos, su mirada atravesando cada poro de su alma... abrió los ojos encontrándose de frente con la inmensidad del océano, sus ojos que hasta entonces habían permanecido ausentes de brillo sonrieron llenándose de lágrimas mientras dejaba que el frío roce del viento acariciara sus mejillas...

 

-“sé que algún día me entenderás... sé que te voy a causar un gran dolor y eso me duele, no sabes cuanto, pero... si pasa un día más y tú no estas conmigo... voy a enloquecer”-el llanto volvió a emerger con dolor de su garganta... abrazándose para aguantar los congojos que le desgarraban el corazón.

 

-“por eso... desde donde quiera que estés... ¡perdóname... por favor perdóname...!!”-su mente dibujo trazos en el cielo, la imagen de su amor llenó sus memorias, sus ojos turquesa mirándole con profundidad, con esa mirada adulta y madura... imaginaba que él le extendía la mano... y él la tomaba mientras cerraba los ojos y daba el último paso...

 

-“perdóname... Ryu-chan”-susurró junto con el viento que lo vio desaparecer... para siempre...

 

 

* * *

 

-“Ryu-chan”-sonó un eco en su cabeza...

 

En seguida su corazón se convulsionó con furia, despertando agitado como si una aguja se le hubiera clavado en el trasero... el rubio ante la reacción lo miró con una ceja arqueada...

 

-“¿what do you happen?”-preguntó depositando su atención en un reservado Ryuichi Sakuma que no dejaba de temblar y de jadear.

 

-“a... nada... nada que te importe”-su voz se oía tan seria que contrastaba bastante con la primera imagen que tuvo de él, siguió contemplando como sus ojos se entrecerraban con preocupación mientras se llevaba una mano al pecho para aquietar los latidos de su agitado corazón.

 

-“miss, please ¿podría traerme un vaso de agua endulzada?”-pidió el manager.

 

-“enseguida”-dijo la azafata.

 

-“ya te dije que no es de tu incumbencia”-susurró amenazante mientras K lo miraba inquisitivo.

 

-“lamento recordarte que desde ahora todo lo que te incumba a ti me incumbirá a mi también... ASÍ QUE...”

 

-“entonces renuncio”-sentenció tajante mirándolo profundamente haciendo que el rubio casi... casi temblara.

 

-“¿qu... qué?”-K estaba completamente atónito ¿tan importante sería ese asunto en Inglaterra que no le importaba abandonar su carrera como cantante?

 

Ciertamente ahora que comenzaba a estudiarlo Ryuichi Sakuma era un enigma, una caja de Pandora... apenas podía atravesar ese muro de hierro que lo escondía y ahora que había cruzado unas cuantas palabras con él se sentía diminuto... era poderoso en presencia cuando estaba en el escenario y tal vez en su vida privada lo era mucho más... pero K no se iba a dejar intimidar... si algo había aprendido en su trabajo era a dominar a tipos como ese... la experiencia le decía que debía confiar en su intuición... y según esa intuición Sakuma no renunciaría... ¿o si?

 

Llovía a cántaros sobre las calles londinenses mientras el automóvil que el manager había rentado se desplazaba por una de las carreteras que daban a las afueras de la ciudad. Dentro del coche el hiperactivo tenía cambios de humor cada cinco minutos dejando a un alterado americano con los nervios de punta.

 

-“¡¡acelera, de prisa Ryu-chan lleva prisa!!!!”-chillaba enfadado y nerviosamente inquieto haciendo que su acompañante lo mirara con ojos asesinos.

 

-“voy a doscientos ochenta kilómetros por hora”-masculló reprimiendo las ganas que tenía de darle un tiro en la cabeza.

 

-“K es muy lento mejor hubiera conducido Ryu-chan ¿verdad que sí kumagoro?”-el conejo respondía que sí...

 

-“si hubieras conducido tú estaríamos muertos”-volvió a mascullar, en eso se detuvo súbitamente frenando con toda la fuerza que pudo al ver una pila de vehículos delante suyo...

 

-“¡¡¡iteee, iteee!!! ¡K que malo eres!! ¿Por qué hiciste eso???”-berreó el cantante enfadado bajo su forma infantil mientras unos policías ingleses se acercaban a la ventanilla.

 

-“disculpen, pero por el momento tenemos cerrada esta vía, si gustan pueden usar la ruta treinta y cinco...”-dijo el policía en su idioma natal mientras un avión sobrevolaba el área.

 

-“mister, si pudiera saber la razón del corte en la vía... please”-pidió saber K.

 

-“estamos en una labor de rescate, al parecer alguien cayó de un risco cerca de la costa oeste...”-Ryuichi sintió un escalofrío que lo remeció de la cabeza a los pies y con nerviosismo apretó al conejo contra sí.

 

Esa sensación tan latente se sentía cada vez más fuerte en tanto que el corazón no dejaba de gritarle que algo andaba mal... muy mal... la desesperación le ganó nuevamente abandonando al niño y mostrando al adulto, K lo miró de reojo observando como se aferraba nerviosamente al peluche mientras su mirada de hombre permanecía concentrada en un punto fijo en la nada.

 

-“bueno Ryuichi vamos a tener que regresarnos”-dijo K resignado, pero el cantante seguía abstraído en sus pensamientos...

 

-“¿Ryuichi?”

 

-“K... Ryu-chan y kumagoro quieren hacer pis... ¿podemos na no da?”-dudoso el manager no tuvo otra opción y bajaron del coche...

 

-“no te demores por que o si no...”-sonriente le mostró el cañón del arma que guardaba tras su chaqueta.

 

-“vale, vale Ryu-chan y kuma-chan volverán como un rayo no da”-sonrió el infantil, pero algo en esa sonrisa de niño perfecta llamo considerablemente su atención, en seguida disipó sus dudas cuando lo vio corriendo carretera abajo internándose en un bosque tupido y espeso.

 

-“damn it! ¡Se escapó!!”-tan rápido como pudo reaccionar el encabronado manager salió a la persecución de su artista, aunque tenía que admitir que este era tan veloz y escurridizo como un conejo...

 

Mientras el cantante de Nittle graspper se abría paso, corriendo entre las ramas de los árboles, la sensación de angustia en su pecho no dejaba de punzar con violencia haciéndose dolorosamente insoportable.

 

Ni siquiera sabía muy bien la razón que lo estaba haciendo correr a la playa, se suponía que debía buscar otra ruta para la mansión Ashrey, pero su corazón compungido le rogaba ir hasta aquel lugar que había mencionado el policía ingles... no era que estuviera pensando que su niño del alma hubiera caído desde la cúspide, o peor aún... que se hubiera tirado... ¡no eso no! Agitó la cabeza de un lado a otro para no seguir pensando cosas tan horribles...

 

Sus ojos inevitablemente enrojecieron ante la idea que se le pasaba por la cabeza a cada momento, como si su corazón se lo hubiera estado gritado todo el día y él no quisiera escucharlo... al fin llegó a terreno arenoso y pudo divisar gran cantidad de ambulancias y equipos de rescate a lo lejos.

 

-“*que no sea él, por favor dios que no sea él”-susurraba mientras comenzaba a acercarse al lugar de los hechos, la gente rescatista corría de aquí para allá mientras la policía hacía un trabajo conjunto... ya casi estaba en el área... cuando un agarre firme impidió que siguiera caminando... era K.

 

-“¡que estás haciendo, suéltame!!”

 

-“no, tu te quedas aquí... no debí confiar en tu palabra Ryuichi-kun, vas a hacer que me enfade y no te conviene”-advirtió el rubio con expresión seria...

 

-“basta... por favor, ya no quiero nada más de esto... solo déjame... te lo suplico...”-susurró angustiado sin verlo a la cara mientras la lluvia caía cual balde del cielo y los relámpagos caían iluminando la oscuridad de las negras nubes matutinas...

 

-“sorry, but no puedo hacer eso... tu aún estás trabajando para AIR, por lo que aún eres mi empleado Ryuichi, ahora me vas a explicar que diablos está pasándote y vas a aprender a confiar en mi ¿de acuerdo?”

 

De pronto...

 

-“¡sáquenlo con cuidado!”-anunció un hombre.

 

-“Sr, está muerto...”-dijo otro tomándole el pulso al cuerpecito níveo que mojaban las olas del mar y la lluvia.

 

-“... tendremos que llevarlo a la morgue para reconocimiento... que lástima solo era un muchachito...”

 

Ryuichi se volteó de inmediato ante lo dicho y como si sus piernas tuvieran vida propia comenzó a correr mientras el rubio trataba de detenerlo agarrándole el brazo.

 

-“¡¡suéltame K!! ¡Por favor suéltame!!!”-el cantante estaba eufórico, lleno de una angustiosa desesperación que le torturaba, ya no podía soportarlo más, lo único que deseaba era zafarse de ese agarre que le impedía avanzar.

 

-“¡¡NO RYUICHI, STOP!!!”-bramó enfadado el rubio manager tomándolo enérgicamente de la tela mojada de su camisa, pero fue tanta la fuerza que el pelicastaño uso para liberarse que la manga salió rasgada de cuajo.

 

Y así... corrió abriéndose camino entre la gente que se había reunido alrededor, colándose con agilidad hasta que alcanzó a ver una blanquecina mano que el oleaje mecía detrás de una roca... podía reconocerla desde esa distancia... sus dedos delicados y largos como de pianista... ¡¡¡No, no podía ser él!!! A pesar de que le impidieron el paso caminó con paso veloz y seguro, apartándolos del medio... K preocupado se acercó al tumulto de gente buscando a su artista...

 

Una figura delgada descansaba mecido por las aguas... el cabello rojizo confundiéndose con la sangre que bañaba su cara y que la lluvia lavaba... la blanca palidez de su piel inerte... era sin duda... su amado niño...

 

Sus ojos no daban crédito a lo que estaba viendo, su alma tampoco pudo asimilarlo... el sonido de un trueno lo hizo reaccionar depositándolo de lleno en la cruda realidad...y el dolor que hace rato le había estado advirtiendo la desgracia, ahora lo estaba matando...

 

-“¡¡¡¡NO...! ¡Rumiwa por favor no me hagas esto, por favor noo!!!!”-gritó más como si fuera un aullido de dolor abalanzándose sobre el cuerpecito congelado que ya no respiraba.

 

... Entonces... lo dejó salir... todo aquél dolor…

 

-“¡¡¡NOOOOOOOO!!! ¡¡¡¡¿¿POR QUE, RUMIWA, POR QUE??!!!!-gritó envolviendo al pelirrojizo entre sus brazos, el llanto salía con fuerza y los sollozos no lo dejaban respirar...

 

El corazón de la gente que presenciaba la escena se sobrecogió al escucharlo, K bajó la cabeza sintiendo lástima... no sabía que hacer, estaba seguro que si lo alejaba abruptamente del fallecido sería peor, no obstante si lo dejaba un momento más... el corazón de Ryuichi no lo soportaría y tal vez podría...

 

-“¡¡por que no me esperaste... por que me abandonaste!!!-apretó sus puños con rabia, el dolor latente le quemaba las entrañas al sentir el frío intenso de su cuerpo, al ver la sangre que manchaba las aguas, al mirar su carita que dormiría eternamente... que ya no despertaría... lágrimas y más lágrimas bañaban el rostro del cantante confundiéndose con la lluvia mientras abrazaba a su niño que aún después de haber perdido la vida sangraba por sus heridas.

 

-“rumi-chan... kumagoro quiere que abras los ojos... te ha extrañado tanto na no da...”-susurró tiernamente en su oído, mas no obtuvo respuesta...

 

Los sollozos volvieron a nacer de su garganta desgarrada, lo había perdido... para siempre. Ya no volverían a cantar en la playa, ni a construir castillos de arena, ni a jugar con kumagoro en el parque... no volvería a besar sus labios, ni a mirar la profundidad del océano en sus ojos azules, ni a sentirlo abrazado a su pecho cada amanecer... ahora estaba solo... solo.

 

-“¡¡¡NOOOooooooooo!!!”-cerró los ojos mientras mecía el cuerpo de su pequeño arrullándolo entre sus brazos... de pronto sintió algo pinchándose en su brazo desnudo... algo helado... vio a K quien lo miraba con los ojos nublados de lágrimas sintiendo a continuación como cada parte de su cuerpo se anestesiaba... sus ojos hinchados de tanto llorar comenzaron a cerrarse y sin más, cayó en un profundo sueño...

 

 

* * *

 

-“Na no da, na no da... hola Ryu-chan”-musitó una suave y familiar voz sobre su oído...

 

Era un agradable atardecer junto al mar... reconocía ese lugar... estaba en su playa privada... y a su lado estaba... ¿él?... los ojos de Sakuma se abrieron de par en par al verle sonreír feliz.

 

-“¡Rumi-chan... pero tú... tú!”-estaba totalmente desconcertado, lo tenía a su lado sintiendo su calor de niño tan característico... oliendo su aroma a dulce de leche y rosas... contemplando sus ojos azul mar que ahora lo miraban con algo de tristeza.

 

-“si... yo me suicide”-dijo agachando la cabeza, demasiado bueno para ser verdad pensó el castaño...

 

-“¿es un sueño todo esto verdad? Esto... no es real, es solo mi mente enferma que tenía locos deseos de verte ¿cierto?”-vio a su niño con reproche.

 

-“no Ryu-chan... esto es real... vine a despedirme de ti y de kumagoro, sabía que me tenía que ir a algún lugar, entonces esa persona me dijo que entrara a esta habitación... estabas dormido, te toque y de repente me encontré aquí contigo... no sé como sucedió... pero estoy contento de verte otra vez... te extrañe tanto...”-el pequeño lo abrazó con fuerza y él rindiéndose de amor le correspondió.

 

-“¿esa persona?”-preguntó inquisitivo...

 

-“Kamisama...”-susurró en su oído... el castaño se sorprendió por lo que su niño había dicho... Sakuma estaba lleno de preguntas que no sabía como formular, sin embargo...

 

-“¿Por qué, Rumi-chan? ¿Por qué... me abandonaste?”-preguntó con dificultad tratando de aguantar el torrente de lágrimas que lo convulsionaba por dentro.

 

-“pronto lo sabrás...”-dijo él acariciando sus silenciosas lágrimas... mientras sentía el caer de las propias.

 

Sakuma lo abrazó, si era un sueño no quería despertar... no quería volver a sentirse solo... de pronto, sin previo aviso el pelirrojizo lo besó en los labios como si fuera la última vez que lo hiciera, aunque de verdad lo era. La suavidad de sus labios dulces comenzó poco a poco a rozar la inexistencia... el cuerpo de su pequeño cada vez se traslucía más... cada vez menos piel, menos aroma, menos presencia... se separó de él delicadamente mientras le rogaba en llanto que no se fuera.

 

-“¡no te vayas, quédate conmigo Rumi-chan no me abandones!!!-él solo sonrió con su mirada angelical mientras desaparecía...

 

-“nunca te voy a abandonar... porque... ¿sabes? Yo... viviré en tu corazón para siempre”

 

 

 

¿Fin?

 

Continuará…

 

 


Notas finales:

¿les gusto? bueno, tengo que aclarar que sufrí mucho escribiendo este capitulo, me dio mucha pena y por eso le prometi a sakuma-san un final feliz y adivinen con quien!

jajajaja eso tendran que verlo en el ultimo capitulo jajajaja


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