Capitulo 3: Circulo vicioso
No se por que lo hacías, no se por que tenias ese carácter bipolar, te gustaba portarte bien conmigo en ocasiones, eras el mas lindo del mundo y en esos momentos no podía decirte que no a nada, pero en otra ocasiones me hacías desplantes, era casi como si gozaras viéndome sufrir, como si quisieras probarte a ti mismo que incluso un pequeño niño de siete años podía llorar por ti, no, mas bien creo que sabias que me importabas y, tendías a lastimar a le gente que se preocupaba de ti, tus escasos actos de cariño se habían convertido en una necesidad para mi, sin importar que a veces me ignoraras y huyeras de mi yo seguía yendo tras de ti, te habías convertido en mi circulo vicioso.
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Esa tarde el pequeño Edward se encontraba con sus amigos conversando sobre lo que habían echo el día anterior que no se habían visto.
-¡Pues a mi, mi hermano me llevo jugar béisbol, estuvimos en le parque toda la tarde!
-Eso no es nada, yo me fui a jugar videojuegos con mi papa a la fuente de sodas
Edward escuchaba feliz los relatos de sus amigos, sorbió un poco de su soda cuando su atención fue llamada por Winly.
-¿Y tu que hiciste Edward?-preguntaba la pequeña niña a lo que Edward casi se ahoga con el liquido en su garganta
-Si Edward tu que hiciste
El ojidorado dejo caer una gota de su sien.
-Etto….pues yo…-tartamudeo el pequeño, a fin de cuentas no era nada para avergonzarse, al contrario, seguro que cuando les dijeras a sus amigos se pondrían celosos-…fui a la playa con Roy Mustang..-sonrió el chico, abrió los ojos al notar un abrumador silencio a su alrededor.
-¿A la playa?
-¿Con Roy Mustang?
-Hai-afirmaba el ojidorado
-Mentiroso
-¿Eh?
-Roy jamás se juntaría con uno de primaria y menos con alguno de nosotros-aseguraba Heid
-Es cierto, pero aun así tienes buena imaginación
-No lo estoy imaginando, de verdad Roy y yo fuimos a la playa, el mismo me fue a buscar a mi casa, además el mismo día que los vi. a ustedes me lo tope y me llevo a casa en su bicicleta
-Si Edward y los elefantes vuelan, mejor vayamos a buscar algo de tomar-decía Heid saltando de aquel tronco seco en el que solía sentarse
-¡Les digo que no miento!-gritaba el trenzado mientras los demás lo pasaban de largo, Edward suspiro, odiaba que sus amigos no le creyeran.
Los pequeños caminaron un par de cuadras, Heid se detuvo en seco con una sonrisa asomándose por su rostro, giro a ver a Edward entonces.
-Esta es tu oportunidad para probarnos lo que nos dijiste Edward-decía Heid mientras señalaba al frente
A las afueras del centro comercial y a un lado de la maquina expendidota de refrescos se hallaba un grupo de adolescentes pasando el rato, entre ellos Roy Mustang, vestido sensualmente con una playera sin mangas que resbalaba por sus hombros y unos pantalones pescadores con una gorra con la visera al revés.
Edward miro atento la escena, los chicos parecían estarse divirtiendo, ahí había también varias chicas haciéndoles compañía, una de ellas riendo se acerco a Roy y le abrazo por detrás, el moreno sonrió mientras la giraba a ver de reojo.
-Anda Ed, ve y saluda a tu “amigo”-proponía Heid
Edward hizo una ligera mueca.
-Iré, y les demostrare que digo la verdad
Haciéndose el digno Edward empezó a caminar nervioso hacia el grupo de chicos, mientras avanzaba hacia ellos su corazón latía agitadamente, cuando por fin se hallo frente a ellos levanto su mano tratando de saludar.
-Ho…hola Roy…-saludo inseguro el pequeño
Los chicos le voltearon a ver.
-¿Lo conoces Roy?-pregunto un chico castaño de pelo largo y coleta baja
El moreno pestañeo un par de veces.
-Y tu eres….-pronuncio Roy viendo al pequeño rubio con desinterés
Edward sintió un nudo en su garganta, detrás de el sus amigos reían, Heid y Winly no habían podido contener las carcajadas, Alphonse le miraba casi como si sintiendo pena por el trenzado. Los amigos de Roy solo sonrieron, Ling se acerco a Edward y se agacho un poco para poder quedar a su altura.
-¿Acaso has venido para declarártele a Roy pequeñito?, serias el quinto esta semana-dijo Ling con voz divertida
Edward quito bruscamente la mano de Ling sobre su hombro y echo a correr pasando de largo incluso a sus amigos. Roy le miro mientras se perdía de vista y entrecerró los ojos.
-Je, tan popular es Roy que incluso los chavales de primaria empezaran a perseguirlo jajajaja-bromeaba el castaño
Edward totalmente decepcionado del acto tan deplorable llego hasta su casa, ignoro el llamado de su madre al entrar y se encerró en su habitación, no supo exactamente cuanto tiempo estuvo ahí recostado sobre su cama, simplemente admirando el techo, afuera empezaba a atardecer, los tonos rojizos iluminaban las calles, Edward se sobresalto al escucha un golpecito en su ventana, al principio lo ignoro pero volvió a girar cuando el sonido persistió, varias golpecitos mas le subsiguieron.
Se dirigió a la ventana y la abrió de par en par, bajo la mirada hacia la calle solo para encontrarse con Roy bajo su ventana.
-Hola Ed, je..-sonreía Roy como si nada
El pequeño rubio estaba molesto, hizo ademán de cerrar las ventanas entonces.
-¡Ah espera!, de verdad lo siento Edward-se disculpaba el moreno haciendo que Edward desistiera de su intento por correr las cortinas-de verdad lo siento-volvía a disculparse Roy bajando la cabeza y escondiendo su rostro tras sus dos manos juntas con si se estuviera suplicando, entreabrió un ojo entonces y le volteo a ver-te invito un helado para que me perdones ¿ne?
Edward pestañeo, era como si Roy supiese que le era imposible rehusarse a esa sonrisa.
-Hai…-contesto sin saber que mas decir el rubio
La heladería mas cercana estaba frente a un pequeño parque, Edward se sentó ahí en una banca de concreto observando como el moreno se hallaba cruzando la calle comprado los helados, por fin Roy corrió para reunirse con el pequeño.
-Toma, espero te guste el chocolate
-Hai, arigato…-Edward tomo el suculento helado entre sus manos cabizbajo mientras notaba como Roy se sentaba a su lado, como la ultima vez que habían estado así la diferencia de estaturas era mas que obvia, Roy podía sentarse sin problemas en la banca mientras que las piernas de Ed colgaban de esta.
-¡Me encanta el chocolate! ¿a ti no?-preguntaba alegremente el moreno mientras seguía degustando de su postre
El pequeño rubio seguía cabizbajo, de verdad que no entendía el por que de la actitud de Roy.
-Etto….Roy…
-¿Mmm?...¿nani?
-Hace rato con tus amigos…¿Por qué fingiste que no me conocías?
-¡Ah eso! Je, lo hice por que esos chicos tienden a molestar a todo aquel que se me acerca, si les hubiera dicho que te conocía te hubieran empezado a molestar todos los días
-¿En serio lo hiciste por eso?-preguntaba aun dolido el pequeño
-Claro…¿Por qué mas habría de ser?
El rubio bajo la cabeza, aun si las intenciones de Roy no hubieran sido malas seguía doliendo, por que ahora sus amigos tendrían material para burlarse de el durante todo el mes, el moreno le giro a ver. El ojidorado permanecía cabizbajo.
-Edward…-llamo Roy, en cuanto el rubio levanto la mirada ladeando un poco el rostro para verlo se dio cuenta de algo, ya tenia a Roy inclinado hacia el besándolo, un beso limpio y si morbosidad, un beso justo para Edward.
Los ojitos dorados del chico se abrieron con sorpresa y de inmediato se separo del mayor.
-¿Qué…que haces?
-Solo dándote algo en pago por lo de hace rato…-contesto sonriente el moreno como si nada-¡bien! ¿te gustaría ir a la aplaya conmigo?-preguntaba Roy tirando a la basura el resto de su helado, la mirada del pequeño estaba perdida en cada uno de sus movimientos, mientras Roy se adelantaba Edward toco sus labios, ¿Qué se suponía que había significado ese beso?, si quería averiguarlo quizás en efecto debía acompañar al moreno a la playa.
La brisa marina de aquel lugar podía sentirse claramente golpear sus rostros, Roy cerro los ojos para poder sentir ese aire tan refrescante.
Edward por su parte estaba totalmente ensimismado, se suponía que esa tarde la iba a pasar con sus amigos en los videojuegos, pero había terminado a lado de Roy como por azares del destino, un salpicar de agua salada le saco del trance.
-Edward si sigues tan distraído seguiré empapándote, tu dices..-soltaba felizmente el moreno
El rubio hizo una ligera mueca, se quito lo zapatos tal como lo había echo Roy y metiéndose al agua empezó una guerra sin sentido de salpicadas con el moreno, al final de cuentas ambos terminaron sumamente mojados.
-¡Demonios! Tengo arena dentro de la ropa-se quejaba el pequeño rubio-nadare un poco para enjuagarme ¿vienes?
Roy lo miro a ver serio.
-Ve tu, yo aquí te espero
-Pero tu también estas lleno de arena
-Si lo se je, pero yo no se nadar
-¿Eh?
-De echo el mar me aterra-seguía diciendo el moreno mientras se rascaba la mejilla
-Si te da miedo el mar ¿Por qué te gusta tanto venir a la playa?
-Por que es divertido, además nunca me alejo de la orilla
Edward pestañeo curioso, camino un poco alejándose de Roy y nado un poco en aguas profundas para quitarse toda la arena de encima, una ves listo salio del agua pero sin ver al moreno por ninguna parte, recorrió un poco el lugar con la mirada hallándolo a unos metros de ahí cerca de una zona rocosa, Edward tomo sus cosas y le fue a alcanzar.
-¿Roy que haces?-pregunto el pequeño curioso
-Sssshhh…mira…-le mostraba el moreno algo mientras lo conducía un poco mas por esa zona, era una especie de gruta en aquella zona, en cuanto llegaron a un enorme charco de agua de mar que yacía estancado en el interior Roy le señalo algo, Edward abrió grandes los ojos para poder ver, al fondo de la diminuta gruta había un montón de conchas de mar y caracoles, así como estrellas de mar artificiales y otros tantos adornitos marinos que eran eliminados apenas por un rayo de luz que se colaba por una hendidura, el color nacarado de los accesorios brillaba dándole al pequeño decorado un toque fosforescente muy hermoso, Edward sonrió feliz ante lo que veía.
-¿Te gusta?-pregunto el moreno-una niña loca a la que conocía me decía que quería hacer de este lugar un santuario marino, la mayoría de las veces me hacia participe de sus locuras je
-¿Entonces este lugar lo hicieron entre ella y tu?
-Hai, veníamos a la playa tres veces por semana y nos poníamos a reunir conchas y caracoles, después veníamos aquí y los pegábamos por todos lados, como nadie jamás viene aquí ella pensó que era un lugar perfecto
-Soka..-sonrió el ojidorado
La sonrisa de Roy fue desapareciendo lentamente, el moreno se acerco a la pared mas próxima y se sentó ahí contemplando el lugar, Edward lo siguió y se sentó a su lado.
-Roy…¿Dónde esta esa niña ahora?-
-Ella se fue je, pero antes de que se fuera le prometí que yo terminaría de construirle su santuario
Ed volteo a ver a Roy, el moreno aun seguía empapado y gotitas de agua resbalaban por sus flequillos, Roy de igual forma le giro a ver, sus mirada estuvieron así por unos cuantos segundos, fue entonces que de nueva cuenta Roy se inclino para alcanzar los pequeños y rosados labios de Edward, el ojidorado estaba estático, Roy le había robado su primer y segundo beso, y aun así no parecía tener importancia, cerro los ojos disfrutado de la sensación, ese calor intenso en sus mejillas y esa sofocante sensación en su pecho, de alguna manera no le importaba que Roy hubiera sido el primero en probar sus labios, sin importar la diferencia de edades entre ellos, sin importar que Roy fuera un chico de preparatoria y el apenas estuviera en primaria, aun así, sentía que entre el y Roy se estaba formando un lazo, una conexión, rápidamente el estar junto al moreno se le estaba convirtiendo en una necesidad, y eso Ed aun no lo sabia.
El sol se estaba poniendo ya y Edward y Roy caminaban de regreso a casa, las luces empezaban a encenderse, Edward permanecía cabizbajo y ruborizado hasta los huesos, se había besado dos veces con Roy esa tarde y estaba en extremo nervioso, necesitaba preguntarle a Roy que eran ahora, pero en parte no quería saberlo, giro de reojo a ver al moreno, Roy caminaba en extremo relajado con ambas manos en los bolsillos y la gorra desencajada como siempre con la visera hacia atrás, Edward desvió la mirada de nuevo, los nervios lo mataban sin duda.
-Bien llegamos Edward-hablaba Roy, Ed levanto la mirada sorprendido, venia tan absorto en sus pensamientos que no se había dado cuenta-entonces te veo después
-¡Espera Roy!-le detuvo el pequeño, a lo que Roy giro el rostro curioso
-¿Nani?
-Etto….yo….
La temperatura corporal del pequeño subió estrepitosamente, Roy le miraba sin saber que quería exactamente el chico.
-Yo…bueno…me preguntaba si podía verte mañana…-listo lo había dicho, ahora solo a esperar a que Roy le respondiera
-Mejor dejémoslo para otro día ne?-respondía Roy con su habitual sonrisa-mañana el viejo me ha ordenado limpiar la casa, ya sabes lavar mi ropa y eso, estaré todo el día haciendo labores domesticas
-Soka, entiendo entonces mejor en otra ocasión.
-Hai-Roy se acerco hacia el pequeño y le coloco la gorra que el mismo llevaba puesta-nos vemos Edward..-restregó el objeto en la cabecita rubia y dejando a Edward sin visión por la gorra se fue, el rubio se la quito solo para ver que Roy ya estaba a una distancia considerable, miro el objeto en sus manos y lo abrazo, aquella gorra olía a el….a Roy…
Por fin los primeros rayos solares se asomaban por el horizonte, esa mañana Edward se había levantado en extremo temprano, por alguna razón estaba feliz, se vistió y se porto en extremo atento con su mama, ayudándole a ir por las compras y a asear la casa, sentía que de pronto la vida se había puesto de color de rosa.
Después de ayudarle a preparar la comida corrió hacia su cuarto a abrió el cajón de su buró, ahí era donde había guardado la gorra de Roy, la tomo y se la puso, tonto Roy le había dado la excusa perfecta para ir a visitarlo a su casa, quizás después de llegar podría ayudarle con sus quehaceres, pasar la tarde juntos y luego al terminar ver una película o algo así, o incluso por que no jugar videojuegos.
Salio de su casa muy alegre y corrió hacia donde tenia entendido vivía el moreno, a una distancia de unas 20 calles bastante largas pero bien merecidas con tal de poder verle.
Por fin llego, la casa del moreno no era ni muy grande ni muy pequeña, una construcción echa de madera sencilla que quedaba en alto suspendida como 30 cm., una típica casa donde afuera yacían pedazos de hojalata y algunas refacciones de distintos aparatos que al padre de Roy le gustaba levantar y hacer uso de ellos.
El rubio tomo aire antes de subir las escaleras del pórtico, se arreglo un poco la trenza y se quito la gorra de Roy que desde hace rato vestía, levanto su puño y dio tres toquidos a la puerta, al no recibir respuesta a la primera repitió el proceso.
-¡Ya voy!-escucho responder el rubio una voz de mujer, ¿seria la madre de Roy o algo así?, retrocedió dos pasos al verse abrir la puerta, una chica morena de pelo recogido, top y una falta que no le llegaba las rodillas estaba frente a el-¿Si? ¿Qué se te ofrece pequeño?-pregunto la chica
-Etto…yo…
-Mooo Marian chan te dije que no abrie….-se asomaba Roy a la puerta, el chico se hallaba vestido tan solo con un pantalón y unas sandalias, su pecho al descubierto y una toalla al cuello como si acabara de bañarse-…Edward…--pronuncio seca y sencillamente el moreno su nombre, como si no le alegrara para nada verlo ahí
-¿Roy quien es el?-preguntaba la chica
El moreno no respondió, se limito a suspirar hondo, la chica pestañeo y giro a ver a Ed arrodillándose para poder verle a los ojos.
-¿Eres amigo de Roy pequeño?, mucho gusto soy Marian, me presento por que Roy es muy descortés a veces, no en balde dos meses de salir con el….
Los dorados ojos de Ed re abrieron de sobremanera, Roy remiraba con desinterés.
-Soka, gomene, yo solo venia a darte esto…-decía Ed mientras arrojaba al suelo la gorra del chico moreno, Roy entrecerró los ojos-..ya me voy, adiós…
Edward dio media vuelta y salio corriendo, no quería estar ahí, así que después de todo Roy tenia novia, ¿y entonces ese beso en el parque y ese otro en la playa que? ¿solo había sido un juego?
-¡Edward!-grito el moreno quien corría tras del rubio, el ojidorado fue fácilmente alcanzado por Roy quien le sujeto del brazo.-¿se puede saber por que corres?
-¿Qué por que corro? ¡es obvio que por que te encontré con esa chica!
-¿Y eso que?
-¿Cómo que y que?, ¿es que el beso que nos dimos no significa nada?
-Edward pareces una novia celosa..-decía Roy mientras pasaba sus brazos por detrás de su cabeza
-¡¿Una novia celosa?! Dime, ¿de verdad has estado saliendo con ella?
-Si, a veces lo hago-respondía el moreno como si nada
-¿Por qué?
-¿Por qué?, es obvio que por que ella me atrae, a veces me llama o la llamo cuando queremos vernos, eso no significa que seamos novios, solo la pasamos bien juntos
-¿Acaso no la pasas bien cuando estas conmigo?-preguntaba Edward con ojos llorosos
Roy se desacomodo de su lugar y desvió la mirada.
-Me la paso bien contigo Ed pero es diferente, eres un niño, no puedes darme lo que necesito, lo que Marian me da….¿entiendes?
-¿Lo que….te da…?-preguntaba el rubio temeroso, no quería ni imaginar a lo que Roy se refería
-Hai, después de todo soy un adolescente, y tu apenas eres un niño de primaria, me gustas Ed, es por eso que te bese, pero no puedo darme el lujo de hacer algo mas contigo.
Los ojitos dorados de abrieron sorprendidos, así que era eso, que tonto había sido al pensar que Roy y el podían llegar a ser novios, en su infantil e inocente mundo pensó que de alguna forma eso seria posible, pero ahora veía que no.
No pudiendo resistir mas el pequeño dio media vuelta y echo a correr, Roy entrecerró los ojos y le vio marcharse mientras se encogía de hombros.
En definitiva Roy era un idiota al menos esos eran los pensamientos de Edward en ese momento quien corría velozmente a su casa, empezaba a atardecer y aun así seguía haciendo mucho calor, el resto del día Edward la paso encerrado en su cuarto sin querer cenar o hablar con su familia.
Pasaron los días, cuatro para ser precisos, días en lo que Edward salía a jugar con sus amigos haciendo las cosas rutinarias de siempre, como salía a nadar en patines, jugar a la pelota en el parque o ir a nadar al río, ni rastro del moreno, y el pequeño rubio no dejaba de preguntarse si eso había sido todo, si Roy no volvería a buscarle.
Cierto día ocurrió, Edward regresaba a su casa después de ir a comprar al mercado algo para su madre y ahí estaba, justo frente a su puerta, Roy, apoyado en la pared esperándolo, giro al notar la presencia del pequeño.
-¡Ojayo!-saludo Roy con una enorme y linda sonrisa, Edward trato de pasarlo de largo-¡Aaaah espera espera! ¿acaso piensas ignorarme? ¡eso es cruel!
-¿Cruel? ¿a mi se me hizo aun mas cruel lo que me dijiste ese día?
Roy bajo la mirada entonces.
-Lo se, lo siento, y aun así no me arrepiento de haberlo dicho
-Pues que bien por ti…-Ed dio media vuelta dispuesto a irse
-¡Pero…!..-continuo hablando el chico-…el que no pueda haber nada entre nosotros ahora no significa que no podrá haberlo después ¿o si?
El ojidorado abrió los ojos girando hacia donde Roy.
-Quiero decir…si te bese fue por algo y es por que me gustas..-el moreno se acerco al pequeño haciendo notable la diferencia de estaturas-…al menos yo te estaré esperando, esperando a que crezcas y estés listo para ser mi novio je…-de nuevo sonreía, Roy de nuevo sonreía, no era justo, era como si supiera que antes esa sonrisa Ed era débil-..hasta entonces podríamos seguir saliendo juntos si quieres….¿ne?
Edward estaba anonadado, no sabia que responder, Roy le había dicho que le esperaría a que fuera un poco mas grande, esa simple idea había removido algo en su interior, pensar en que entre y el Roy podría haber en determinado momento algo mas, en que podría satisfacer su necesidad de estar con el al fin de cuentas, en que podría ver cuanto quisiera esa hermosa sonrisa en el rostro del moreno.
-Hai…-contestaba el pequeño sintiendo su corazón a punto de salirse-…vayamos mañana al río
-¡Dalo por echo!-respondía el moreno levantando el pulgar
Edward permaneció pensativo, si Roy necesitaba algo mas, algo que según esa tal Marian podía darle, a el no le importaría darle a Roy lo que necesitaba, así no volvería a necesitar de esa tal chica, así tendría ojos solo pare el….la sola idea de pensar en dejarle a Roy hacer lo que quisiera con su cuerpo era aterradora….pero…llamativa…
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Sigo preguntándome por que lo hacia, no es que yo fuera bipolar pero supongo que aparentaba serlo, el portarme bien contigo me hacia sentir bien, pero el portarme mal contigo me hacia sentir aun mejor, aun cuando sabia que te estaba haciendo daño, aun cuando sabia que te preocupabas, yo tenia una seria tendencia a alejar a las personas que se preocupaban de mi, por que sabia que cada vez que huía ibas tras de mi, por que sabia que aunque te hiciera continuos desplantes siempre podría contentarte, eso de alguna forma me hacia sentir importante, era contradictorio, no me gustaba que fueras tras de mi, pero lo necesitaba, no me hacia feliz lastimarte, pero me satisfacía, parecía que el cuidarte y al mismo tiempo lastimarte se había vuelto mi circulo vicioso.
Continuara…..
Crónicas de elyon:
Entraba mi madre a mi cuarto y me vio a mi sentada frente al pc toda sombría.
Madre de elyon: que tienes elyon?
Elyon: veras madre (yo siempre bien educada n_n) acabo de escribir el tercer capitulo de una historia que llevo, pero me doy cuenta que casi no recibí reviews, me llegaron dos en el segundo chap, eso es bueno, soy muy floja para responder reviews y me ahorran trabajo, pero….!! mi historia nos les gusto, tan solo tengo dos reviews TToTT!....pero na que mas da, no se me cansaran los dedos con el teclado respondiéndolos…¡¡pero me llagaron solo dos reviews TTToTTT!!...pero si vieras lo rápido y el casi nulo trabajo que tuve que emplear para responderlos…¡¡POR QUE SON SOLO DOS REVIEWS TTTTTTOTTTTTT!!!!!!!!!!!!!
Madre de elyon: n_nu
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