“CALOR EN KONOHA”
Un chico rubio, de ojos azules tan profundos como el mar y de tez morena. Vestido con apenas un pantalón negro con anaranjado y una camiseta de tirantes se encontraba lamiendo algo que consideraba dulce.
Era grande y su sabor, como había mencionado antes era sumamente especial. La lengua del ojiazul recorría toda la magnitud de ese delicioso manjar que tanto le gustaba y si por el fuera se quedaría chupándolo por siempre.
-Naruto… ¡Trágatela de una buena vez!-gritó un azabache que se encontraba con el rubio.
-Lo siento Sasuke, pero prefiero ir poco a poco- susurró el ojiazul con una sonrisa pícara.
El Uchiha se hallaba recostado en uno de los sillones de su hogar, disfrutando la “compañía” de su amigo.
El azabache solo observaba como el Uzumaki se sumergía de nuevo a esa difícil labor, el hecho de verlo con un ligero rubor en sus mejillas y una fina capa de sudor inundándole su delicado cuerpo hacía estremecerlo.
Tenía tantas ganas de poder estar en su lugar y poder probar ese delicioso sabor que no hacía más que embriagarle y disfrutar del aroma que despedía.
La temperatura del lugar donde se encontraban comenzó a aumentar mientras que el rubio metía y sacaba esa cosa deliciosa de su boca.
Con el pasar de los segundos podía sentir como el calor aumentaba y aumentaba, sencillamente no se detenía de ninguna forma.
-Dobe…-exclamó el azabache sin dejar de mirarlo-Date prisa…
-¿Qué tan difícil es esperar para ti, teme?-preguntó rubio parando en seco.
El Uchiha intentó tranquilizarse pero la ansiedad no se lo permitía, deseaba que eso terminara de una buena vez.
Pudo sentir la mirada lasciva que el rubio le dedicaba, tenía que aceptarlo de alguna forma estaba disfrutando de todo aquello.
Le regresó la mirada al ojiazul pero gracias a kami-sama pudo contener ese extraño deseo de querer golpearlo cuando éste le enseñó la lengua en señal de burla.
Su orgullo Uchiha no le permitía quedarse con los brazos cruzados, activó su Mangekyou Sharingan y miró amenazadoramente al rubio.
-¡¡¡Continúa!!!-gritó el azabache
Naruto se puso nervioso y decidió seguir con su ardua labor, definitivamente cuando Sasuke se enojaba era peor que Kyubi cuando intentó destruir Konoha.
De nueva cuenta, el rubio comenzó a lamer esa exquisitez con el deseo grabado en sus ojos de color zafiro.
El Uchiha comenzó a sudar, a la vez que la ansiedad iba en aumento. Por fin se terminaría, por fin podría descansar después de eso.
Su respiración empezó a agitarse cada vez más rápido mientras de alguna forma rogaba para que todo acabase.
Pasados unos cuantos segundos el rubio pudo sentir como un líquido espeso bañaba a su boca y a su mano. Incluso unas cuantas gotas cayeron al piso.
El Uchiha suspiró algo aliviado, por fin había terminado todo.
-Teme… manché el piso…-dijo Naruto recuperando el aliento
-Na…Naruto…-dijo Sasuke en un suspiro.-¡¡¡Te dije que te apresuraras porque si no se iba a derretir!!!
-De todos modos… ¡Gracias por invitarme esa paleta de chocolate-ttebayo!
-Hmph… De nada… Últimamente ha hecho mucho calor en Konoha-terminó el azabache con un tono de fingida indiferencia.
-Yo también te amo Sasuke...
-Baka...-dijo para luego sonreir... Estaba diciendo una gran verdad