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“Danshi Oto-chan” por Uzumaki Yuki

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Notas del capitulo:

¡Aquí con el segundo capitulo!... Primero que todo, debo dar las gracias a todos aquellos que leyeron el primer cap, quedé anonadada al ver la cantidad de lecturas y para que decir los reviews, me sorprendió que les gustase tanto la trama. Eso hace que me anime más al escribir cada capitulo. Segundo, debo dedicar este capitulo a una chica que me dejo un RV (KASI-y-JADE) contándome lo de su amiga, dedico este cap para que no sigan ocurriendo injusticias en este mundo a través de la ignorancia que se comete al no apoyar a las mujeres que les pasan estas cosas. Cuando suceden cosas como estas chicas ¡se debe afrontar!, y también la gente debe comprenderles y apoyarlas, ¡porque NO es un pecado traer una hermosa vida al mundo!... 

Aclaración: Ninguno de los personajes de Naruto me pertenece, sino que le pertenecen al gran señor Masashi Kishimoto; acoto que mis letras van dirigidas solamente a las personas que les guste lo que escribo y también solo las escribo con el fin de entretener al lector que pasee por estas hojas, no pretendo ganar nada con esto, solo sus lecturas y sus bellos comentarios, en fin dada ésta aclaración podemos empezar el fic.

Aclaración 2: Trama basada en el drama Japonés 14 Sai no Hana, más hechos reales, más mi torcida imaginación.

 "Blablabla": Pensamientos de los personajes.

(*)Kareshi: Novio. (Más formal que Koibito, ya que Koibito es amante... una relación efímera, pasajera. En cambio kareshi es novio formal, duradero. Comprometido)

Episodio Dos

 

 

 

"Me Decepcionaste"

 

 

 

 

 

Un chico subía dentro de un ascensor, se le notaba tenso, ¿y como no?... era la primera vez que se dirigía a aquel lugar, y jamás pensó que a él le podría pasar esto tan luego. Pero ya se encontraba allí. El elevador subía lentamente y así el chico no podía calmarse. Estaba bastante nervioso. Miraba como la parte de los números se alumbraba cada vez que el ascensor subía. Hasta que finalmente paró en el piso que necesitaba, tomó aire para luego expulsarlo, las puertas se abrieron y el chico rubio salía de él, directo a la puerta de la sección de paternidad en donceles, armándose de valor, tomó el pomo y abrió.

 

 

Justo en aquel momento alguien hacia lo mismo que el rubio, pero en un lugar más alejado, específicamente en la casa de la familia del rubio. 

 

- ¡Ya estoy en casa!- decía la joven madre pelirroja, entrando al salón.

 

- Bienvenida Oka-chan - respondía la chica de coletas la cual se encontraba en frente de la televisión, al parecer jugaba algún juego de la consola wii, porque tenía aquel mando en su mano mientras se movía para hacer las diversas cosas que el juego le requería.

 

- ¿Otra vez jugando? Te vas a hacer daño la vista Naruko. Has los deberes- le dijo mientras dejaba las bolsas que había comprado con diversas cosas en la mesa de la cocina.  

 

- ¿Hacer los deberes no daña la vista?- la chica pelirroja le cayó una gota por la cabeza, sin duda s hija si que sabía responder.

 

- Si sigues siendo tan respondona, te saldrán caries- dijo con un puchero. Mientras la pequeña rubia se reía tras lo que dijo su madre. Pero pronto la madre no prestó atención al ver el uniforme del rubio tirado en una de las sillas del comedor.

 

- ¡Naruto! ¡¡El uniforme!!-

 

- Se ha ido- dijo la pequeña rubia mientras movía el mando de un lado a otro frenéticamente, y se le notaba enfadada, al parecer no estaba jugando del todo bien. La pelirroja frunció el ceño. Sabía que algo pasaba pero...

 

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el teléfono sonó, se dirigió apresurada  a responder.

 

- ¿Mochi-mochi?-

 

- Kushina, konnichiwa. Soy yo, Tsunade-

 

- Konnichiwa Tsunade-san, ¿qué sucede?-

 

- Iré directo al grano Kushina. ¿Va todo bien con Naruto?- la pelirroja dio una risa enfadada.

 

- Ni bien ni mal. ¿Por qué?-

 

- Bien, es que bueno... Naruto estaba llorando- Kushina dejo de hacer lo que hacía para ahora hablar mas concentrada.

 

- ¿Naruto?... ¿llorando?- eso era extraño, ya Kushina lo sabía el rubio no era así.

 

- Me sorprendió bastante, no lo puedo negar. De pronto comenzó a llorar, mientras observaba a Kyuubi- Kushina estaba bastante impactada, conocía a su hijo, sabía que si Naruto lloraba era porque... levanto su rostro observando el cielo mientras pensaba... "Algo bastante malo debe estar pasando..."

 

 

 

 

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- ¿Examen medico inicial?- Naruto miraba extrañado a la persona que se encontraba frente a el preguntándole aquellas cosas.  

 

- ¿Examen dattebayo?- preguntó con una mirada extrañada, se observaba la confusión en el chico.

 

- Ah... ¿es tu primera vez?-

 

- Mhhm...  Hai- la chica que atendía asintió, preguntando otra cosa.

 

- Me da la cartilla del seguro, ¿por favor?- el rubio volvió a mirarla curioso, para luego caer en la realidad.

 

- ¿Cartilla?... No tengo-ttebayo- la chica lo miró extrañada. Pero le aclaró algo.

 

- Debes tener aquella cartilla, sino tendrás que pagarlo- el rubio asintió. Mientras bajaba su mirar, sus flequillos tapaban su rostro.

 

- Comprendo, perdón por quitarle tiempo-

 

- Descuida- dijo ahora la chica con una sonrisa, pero el rubio no se la devolvió ni nada, solo se fue de allí cabizbajo, la muchacha sabía el porque iba, no era el primer chico que le pedía aquellas cosas y este no las tenía. Sentía tristeza, tristeza al ver la espalda de aquel chico rubio, él ahora traía el mundo en su espalda, soportándolo, soportando todo lo que tendría ahora que sucederle.

 

- Suerte chico- dijo con el tono más elevado, el rubio se volvió. La chica le sonreía, una sonrisa que entregaba ánimos. El rubio correspondió la sonrisa, agradeciéndole. Quizás el ahora no se daría cuenta, pero en si aquel gesto fue el primero que recibió de apoyo a lo que le sucedía. 

 

 

Naruto salió apurado de la clínica, para cuando salió pudo escuchar unas risas, era un grupo de chicos, vestidos con el uniforme, el rubio sabía que aquellos eran donceles, por la segunda insignia que llevaban en el uniforme. Así se seleccionaban a los varones de los donceles, los donceles tenían una segunda insignia, mientras los varones solo llevaban una.

El grupo de chicos reía, mientras hablaba quizás que cosas, Naruto solo los podía observar, pensaba que en verdad la vida era mas fácil cuando uno solo tiene la obligación del colegio en la cabeza, se quejaba. Eso era verdad, pero debían pasar situaciones distintas, como la que vivía para ahí apreciar que en realidad la vida escolar es sin duda la más relajada en la vida, aquellos chicos no tenían preocupaciones. Pero el rubio no podía vivir pensando en ello. A el le toco distinto, nada más.

 

Llevó su mano a su abdomen, no podía aun creer que un pequeño ser se formaba allí.

 

 

Por otro lado cierto chico moreno se encontraba realizando unos complejos ejercicios de física, pero a pesar de que realizaba aquellos ejercicios, su mente divagaba. Divagaba exactamente en una oración dicha por cierto rubio de ojos azules...

 

"Teme... me pregunto si es algo que no deberíamos hacer"

 

No comprendía el porqué su mente le daba una y otra vez aquella imagen del rubio diciéndole aquellas palabras, soltó el lápiz para llevarse una mano a sus cabellos delanteros y hacerlos hacia atrás, cuando de pronto sintió su móvil sonar. Leyó el nombre de quien le llamaba. "Naruto"

 

- Konnichiwa, Dobe-

 

- Konnichiwa, Teme-

 

Hubo un momento de silencio luego de ello, Naruto abría la boca pero la cerraba siempre al instante.

 

- ¿Quieres algo, dobe?-

 

- Mas o menos-ttebayo- dijo con un tono cansado. Sasuke se alertó.

 

- ¿Qué es?-

 

- "¿Qué?" en realidad no es nada importante, pero...- el moreno apoyó una de sus manos en el mesón, tomando de nuevo el lápiz.

 

- Perdona, pero mi profesor particular de física esta a punto de llegar- el rubio por su parte suspiró cansado, su mirada se ensombreció. Pero al cabo de unos segundos se recompuso, mostrándose como siempre todos lo veían, un chico hiperactivo y feliz.

 

- Entiendo, los exámenes que se vienen son bastante difíciles. Yo aun no parto las clases particulares, aunque no le tengo mucha fe a esa asignatura, es la que mas he dejado delado-ttebayo-

 

- Solo viene a reforzar lo estudiado ya por mi parte-

 

- Ya veo. Entonces hasta la próxima, Teme- dijo con un tono animoso, lejos de lo que sentía. Y el moreno sabía, a pesar de distancia, conocía la voz del rubio y sus estados.

 

- No me hables con ese tono falso, dobe. Además...- el moreno le costaba decirlo, - perdona por no poder en este momento...-

 

- No digas idioteces Baka... ¿dónde esta el teme orgulloso que conozco-ttebayo?... además, para que negarlo, eres el mejor de la institución. Debes seguir así dattebayo, en eso no te puedo superar- el moreno se sorprendió ante esas palabras, Naruto jamás aceptaba ser menos que él. Sabía que algo le pasaba al rubio, deseaba saber, pero su orgullo no permitía el preguntárselo, - En fin Teme, nos vemos en la institución, ¡Matta ne-ttebayo!- y así colgó, pero el moreno se quedó allí aun con el teléfono en su oreja, quería... realmente quería saber que pasaba.

 

 

Naruto por su parte tomó aire, animándose a si mismo, mirando enfrente, con una mirada decidida, lejos de lo que sentía. Nadie podía darle ánimos, y por ello el mismo debía dárselos. Y con ese pensamiento se fue a su hogar.

 

- Naruto, regresaste. ¿Dónde estabas?- decía Kushina mientras servía los platos con la cena.

 

- Hai. Estaba... en una tienda de música, hai. Estaba buscando la discografía de un grupo- la pelirroja asentía, estaba más dedicada a no quemarse con la comida que a los titubeos que daba Naruto al responder.

 

- ¿Y la encontraste?-

 

- Ie, la busque... pero no- dijo mientras se dirigía a la nevera y sacaba un jugo de allí. Para luego dirigirse a su habitación, observó que su padre y su hermana se encontraban sentados en la mesa del comedor.

 

- ¿Naruto no vas a comer?-

 

- Ie. Comí a deshoras, no tengo hambre- y así comenzó a subir las escaleras, mientras Kushina lo veía con el ceño fruncido. Ya todo estaba siendo muy raro, ya estaba preocupada. Sin más que pensar, tomó los platos y los llevó donde se encontraba el par, se sentó y miró su propio plato.

 

- ¡A comer!- grito entusiasmado el par, para tomar los palillos y asaltar la comida, cuando la pelirroja aun miraba su plato y hablaba en voz alta.

 

- ¡¡Sugoi, que delicia!!- ambos, esposo e hija la observaron extrañados. La chica pelirroja los miró indiferente, mientras tomaba los palillos y respondía a aquellas miradas.

 

- Como nadie lo dice, lo digo yo misma-ttebayo- ambos se tensaron. Mientras se observaban, Minato le dio un codazo pequeño a su hija menor, mientras ambos coreaban.

 

- ¡¡¡Sugoi, que delicia!!!-

 

- ¡Demasiado tarde par de bakas!- dijo con la vena palpitante la pelirroja hacia el par mientras estos reían.

 

"Esa fue la última noche tranquila en nuestra familia. Naruto, desde que naciste y supe tu condición de doncel, he estado preparada. Llegaría el día en que crecerías y te enamorarías... Y el día en que dejaras esta casa..."

 

Al día siguiente Kushina despedía a sus hijos, mientras se marchaban a la escuela, Naruto cada vez estaba más distante, su madre lo notaba...

 

"¿Pero quién hubiera pensado... qué ese día llegaría tan pronto?"

 

Kushina ahora ordenaba las cosas en la pieza del rubio, las ropas tiradas las colocaba en una cesta para luego dejarlas lavando y secando. De pronto vio unos papeles en la cama del rubio, sus notas. Las tomó estaban bastante bien, abrió uno de los cajones de la cómoda del rubio, cuando algo le llamo en demasía la atención. Lo observó detenidamente varios minutos, hasta que una de sus manos temblorosas tomó aquello y lo sacó de aquel cajón, acercándolo a su vista, como comprobando que eso fuera verdad. Era una caja que decía...

 

"Test de Embarazo en Donceles"

 

No podía ser... no podía ser... pero las actitudes del rubio, hacían que sin duda la muestra que veía en sus manos le rectificara sus pensamientos.

 

- No... Naruto...-

 

 

 

 

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- Al aire en 5 segundos y comienzo... 5... 4... 3... 2... 1...- decía Gaara, pero el rubio al parecer tenía su cabeza en otra parte, Sai dio el volumen a la música inicial de transmisión, pero Sai y Gaara se extrañaron al ver que Naruto no decía nada. Y tocó el ventanal fuertemente, sacando al rubio de sus pensamientos y hablando al fin.

 

- ¡¡Bue... Buenos días Unión Konoha!!... Este es el programa de la mañana de los miércoles- Gaara se sentó soltando un suspiro, al igual que Sai. Mientras el rubio continuaba hablando, - ¿Pronostico del tiempo para hoy?... Nublado pero con ocasionales claros. Pero puede que en la noche llueva-ttebayo. Sinceramente el tiempo en otoño es ambiguo. No tiene nada que ver, pero... estoy dudando si debo preferir algo o no... En momentos como este me gustaría preguntarle a alguien ¿que debo hacer-ttebayo?. Pero al final uno debe decidir por si mismo, las decisiones las toma uno... Y así es como debe ser. Ahora volveremos, pero antes una canción...-  y finalmente Sai colocó la canción, Gaara miraba al rubio. Sabía que aquel comportamiento de hace un tiempo no era muy normal en él.

 

Mientras en todos los sectores se podía escuchar la música salir de aquellos parlantes. Cierta chica pelirosa miró con demasiado odio a uno de los parlantes... aquella canción...

 

- ¿Qué te sucedió Naruto?- preguntó curioso Sai. El rubio miró hacia otro lado dando una sonrisa nerviosa.

 

- Vaya... no se-ttebayo. Hehe... no estaba atento, nada mas- dijo ahora dando una sonrisa al par. Mientras Sai se la devolvía pero Gaara no.

 

- ¿Estás ocultando algo?- Gaara fue directo al grano. El rubio se tensó por unos segundos sus manos se contrajeron a la ves que las volvía a soltar.

 

- jajaja... ¿¡cómo crees dattebayo?!- decía riendo el rubio, el par de pronto sintió que alguien abría la puerta. Era nada mas ni nada menos que aquella chica pelirosada. Hablando calmadamente.

 

- Perdona... pero puedes cortar esa canción, ¿onegai?- dijo primero calmada. Mirando al trío.

 

- ¿Por qué?- preguntó desafiante el rubio. La chica se enfado entrando a la sala.

 

- ¡No preguntes, te he dicho que la cortes inmediatamente!- entró empujando a Sai del camino directo a la parte en donde el cd estaba colocado...

 

Mientras en el patio de la institución Cierto profesor,  de cabellos grises en punta mientras una bufanda tapaba gran parte de su rostro, hablaba con el profesor moreno con aquella cicatriz en su nariz. Ambos caminaban el uno junto al otro

 

- He oído que te ha llamado el director, Iruka-

 

- Me ha dicho: "¿Por qué no intentas entrar en los corazones de los alumnos?"- decía dando un suspiro, y a la ves tenía el ceño fruncido. El profesor de ciencias, Hatake Kakashi le observaba de reojo.

 

- El director esta preocupado...- la mirada de Iruka se ensombreció. Kakashi lo tomó del brazo acercándolo así, posando una mano en su rostro, pero aun con una mirada que solo le gustaría ver los pensamientos que atravesaban la mente de la persona que se encontraba frente a él. - Yo también estoy preocupado... pensando si podrás superarlo- el moreno bajó la mirada cuando justo en aquel momento algo los sacó de sus pensamientos, la música ya no se oía sino un montón de susurros y como una especie de ¿forcejeo?... ambos se miraron extrañados, con una idea clara. Ir a ver que sucedía.

 

- ¡Suelta eso Haruno!- le gritaba Gaara a la chica, para que esta le pasara el cd y decidiera salir, la chica la cual tenía el cd se acercó a la ventana. Naruto enfadado subió la voz.

 

-  ¡Es absurdo pedirnos eso sin que des una buena razón!- la chica le observó también, aquella mirada de dolor y odio se reflejaba en los ojos esmeralda de la chica.

 

- ¿¡Si te doy una razón, te darás por satisfecho?!- el rubio esta vez le miró confuso, la chica apresó su mano en un puño. - Entonces te la daré... El chico que con el que tuve una relación la escuchaba todo el tiempo... No se que rumores sabrás, ¡¡¡Pero no quiero recordarle más!!!-

 

- ¡¡Eso no es asunto de nosotros!!- habló firmemente Sai.

 

- Es verdad... la gente como tú que pregunta con cara de adulta, pero que solo piensa en su bienestar...- la pelirosa dio una risa cargada de desprecio hacia el rubio, - nunca podrá amar seriamente a nadie- aquellas palabras clavaron hondo en el corazón del rubio.  La chica iba a lanzar el cd por la ventana, cuando el rubio rápidamente le tomó del brazo.

 

- ¡¿Qué crees que haces?!-

 

- ¡¡No te metas!!- y así le lanzo una cachetada al rubio. Pero este estaba tan enfadado que se la devolvió. La chica ladeó la cabeza por el impacto. Sai y Gaara miraban atónitos, nunca el rubio había actuado así. Naruto por su parte no se arrepentía, de hecho la miraba igual de cómo ella ahora le miraba.

 

- Eso dolió, imbecil...- habló con tono bajo y ronco la pelirosa dándole ahora un combo en pleno rostro del rubio, este se levantó. Se sabe que un hombre no debe pegarle a la mujer... pero en este caso, aquella chica había empezado. Levantó su puño solo quería lanzarse contra ella. Cuando la puerta del estudio se abrió mostrando a ambos profesores, Iruka y Kakashi impactados con la escena, pero la pelirosa empujó al rubio, haciendo que este se golpeara la cabeza con una pared de vidrios, sucediendo lo inevitable que este se trisara, por el golpe de la cabeza del rubio contra este. El golpe fue bastante fuerte, solo podía observar como los maestros se acercaban a el, veía todo borroso.... Sentía su cabeza arder... hasta que ya solo sus ojos se cerraban mientras su cuerpo caía y una completa oscuridad lo envolvía. 

 

 

 

 

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- Ahh... sumimasen- se disculpaba la pelirroja madre, su rostro se notaba nervioso. Se le calló un montón de cucharas y tenedores, de una de las partes en donde se guardaban. Una de las chicas que le ayudaba se acercó a ella.

 

- ¿Ne... estás bien?- Se acercaba mientras le ayudaba a tomar las cosas que se le habían caído. - No tienes buena cara Kushina-san- terminó mirándola preocupada. La otra chica que atendía las mesas también se acercó.

 

- Gomen ne. Estoy algo distraída- dijo también recogiendo los utensilios. La otra chica se acercó.

 

- ¿Algo va mal? ¿Te ha pasado algo?- le preguntaba preocupada. La pelirroja dio un suspiro, mientras se acomodaba su larga cabellera, detrás de una de sus orejas.

 

- Solo es un pequeño problema con mi hijo- se levantó mientras se disponía a lavar lo que había botado. Ambas chicas se miraron pensando quizás que podía ser aquello.

 

Luego de que la pelirroja terminara una persona en una de las mesas levantó la mano, pidiendo otra taza de café. La chica se acercó con la cafetera. Hacia donde esta persona se encontraba.

 

- Onegai...- le decía un hombre con su rostro más o menos tapado, solo un ojo se podía apreciar. Su nombre salía detrás de su laptop Uchiha Madara.

 

- Enseguida- respondió la pelirroja llenando la taza.

 

- El servicio hoy a sido bastante bueno-

 

- He... me alegra- respondió con una sonrisa sincera. El moreno la observó. Mientras sacaba un cigarro de una de sus cajetillas de cigarros. Mientras tomaba el encendedor.

 

- ¿Y qué sucedido luego con su hijo?- Kushina lo miró extrañada, cuando recordó que hace unos días le había dicho al hombre que realmente a veces ni siquiera sabía lo que pensaba su hijo Naruto.

 

- Aun sigo sin saber lo que piensa...- el moreno comenzó a prender su cigarro.

 

- ¿No será que no es que no lo sepa, sino que no desea saberlo?- pelirroja sacó su sonrisa de los labios. Mirando al moreno. - Hoy en día, los niños son más adultos de lo que sus padres piensan. Mienten y saben como ser astutos y malos. Pero la mayoría de las veces los padres no quieren aceptarlo. Quizás piensan que sus hijos siempre serán unos niños inocentes- decía mientras botaba el humo del cigarro.

 

- No es eso...- habló firme. Pero el moreno la refutó.

 

- Entonces, ¿por qué no le pregunta sin miedos? Debe hacerlo, preguntarle: "¿En qué piensas?" Quizás le diga algo que la haga sentir desfallecer. Pero es mejor saberlo que no afrontarlo- la pelirroja recordó cuando esa mañana había encontrado aquel test en las pertenecías de su rubio hijo.

 

- Ya veré que hacer- dijo mientras se marchaba con una mirada triste. El moreno solo dio su cabeza girar, observando a la mujer pelirroja marchar. Esta de pronto sintió como su móvil sonaba, lo observó.

 

- ¿Institución Unión Konoha?- contestó inmediatamente, se le notaba nerviosa.

 

- ¿Mochi-mochi?... ah... Iruka-sensei- su rostro mostró desconcierto con las palabras escuchadas...- ¿Nani?... ¿Naruto?- ...

 

 

 

 

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- ¡Sumimasen! Soy la señora Uzumaki- dijo en el mesón de la recepción la pelirroja, la otra chica le dijo donde se encontraba los que buscaba. Se dirigió a la enfermería. Abrió la puerta y se enfrentó a los dos profesores, Iruka y Kakashi, a su hijo Naruto el cual se encontraba en la camilla con una venda en su cabeza. Y con una chica pelirosada, la cual tenía una banda en su rostro. 

 

- Gracias por venir- dijo Kakashi con su tono de voz seguro, pero calmado. La pelirroja observó al rubio, pero este no quiso mirarla.

 

- Naruto...-

 

- No han querido contarnos lo que sucedió- la pelirroja se colocó frente al profesor, haciendo una reverencia.

 

- Sumimasen- la pelirroja se dirigió hacia el rubio, tomándole del brazo.- Naruto, ¿por qué te peleaste? Tu no eres así, te estas comportando de una manera extraña-  el profesor a cargo decidió preguntar; ir directamente al grano. 

 

- ¿Pasa algo malo en casa?-

 

- Ie. Nada que merezca hablar de ello ahora...- se viró nuevamente hacia su hijo, - pide disculpas...- el rubio negó con la cabeza.

 

- Esta bien, nosotros sabemos porqué peleamos...- dijo la pelirosa mirando al rubio, este le devolvió la mirada. Ambos con el ceño fruncido. Iruka nuevamente intervino.

 

- Kushina-san, es mejor que se lleve a Naruto a casa, sabe el porque se lo digo...- dijo viendo de reojo a la chica pelirosa, la pelirroja comprendió inmediatamente. Iruka se acercó al rubio; - Naruto, cambia esa actitud y vuelve bien a la institución. Sabes también el porque te lo digo- el rubio no quería escuchar ya mas. Solo asintió para que le dejasen en paz. Y se acomodó levantándose y saliendo de la enfermería sin siquiera decir una palabra más. La madre se disculpó y se marchó detrás de su hijo.

 

- Iruka-sensei. En verdad usted a cambiado- dijo mientras le observaba con indiferencia.

 

- ¿Qué quieres decir, Sakura?- dijo esta vez con el tono más bajo Kakashi. Mirándole con el ceño fruncido. Pero esta ni se dignó en mirarle, solo observaba a Iruka.

 

- Antes era una persona diferente, hace tres años... - el moreno, con una sonrisa se volteó. Se veía de lejos que su sonrisa no era sincera. Kakashi sabía que Sakura había tocado en la llaga.

 

- ¿De verdad lo crees? Siempre he sido así... desde el principio- le dijo esta vez con el ceño fruncido. Haciendo enfadar a la pelirosa, retirándose esta del lugar.

 

- Es verdad lo que dijo Sa...-

 

- Ella no sabe lo que yo sentí aquella vez, por tanto no puede opinar...- interrumpió el dialogo del peligris, y sin más se fue de la sala. Dejando a Kakashi observando aquella puerta con ojos algo preocupados.

 

 

 

- ¡¡Naruto!! ¡¡Matte!!- gritaba la madre a su hijo el cual le llevaba un poco de delantera en el trayecto. Hasta que le dio alcance.

 

- Siempre te lo he dicho, debes hacerte responsable de tus actos-

 

- No fue tanto-ttebayo. Lo que sucedió es que intente que Sakura no hiciera una tontería, nada más. Pero no quise decir nada para evitar dilemas, no soy así-ttebayo-

 

- Souka...- dijo la madre. El rubio iba a continuar, cuando noto la mirada de su madre más seria que otras veces. Se quedó allí esperando.

 

- Como tu madre; quiero preguntarte algo Naruto- el rubio de pronto se puso tenso.

 

 

 

 

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- ¿Por qué tienes esto?- el rubio ante la pregunta de su madre se sobresaltó. La madre tenía en sus manos el test de prueba. Pero la mujer tenía no un tono enfadado, sino más bien sorprendido e incrédulo a lo quizás podría escuchar de la boca de su hijo. Por su lado Naruto agachaba la cabeza, los flequillos tapaban su expresión.

 

- Dime, ¿lo compraste tú?- volvió a insistir la madre. El rubio abrió la boca, para luego cerrarla, estaba sumamente nervioso. Las manos le temblaban, al igual que gran parte del cuerpo.

 

- No- la madre suspiró ante la respuesta del rubio.

 

- ¿Entonces quién? ¿Un amigo tuyo?...-

 

- No fue comprado-ttebayo...- interrumpió. Naruto tenía la voz ronca, mezclada con un leve temblor en ella. -... Fue robado- la madre ante esto abrió sus grandes ojos, mezcla de azul con verde. - Fue robado... de una farmacia. Pero no por nadie, sino por mí-ttebayo...- confesó el rubio, el cual se le comenzaban a humedecer los ojos.

 

- ¿Por qué?- Kushina intentaba encontrar cualquier excusa. No creer la realidad que sucedía.

 

- ¿No es obvio-ttebayo?- dio una sonrisa triste. Melancólica, de mucho dolor. - Quería saber si estaba esperando o no- la madre cerró los ojos ante aquellas palabras, e inspiró para luego suspirar. Las manos las cuales tenían el test temblaban.

 

- Oka-san... ¿no vas a preguntármelo-ttebayo?- los ojos de la madre se humedecieron, miraban al rubio con incredulidad y tristeza.

 

- De ninguna manera...- la  mujer posó una de sus manos en su rostro, intentando controlar la respiración. El rubio se esperaba de todo con lo que pasaría, e inconcientemente se alejó de donde estaba dando unos pasos hacia atrás, encogiéndose en si mismo, como dándose protección.

 

- Espera un momento... Naruto, tu sabes como...- el rubio sabía a donde iba la pregunta y asintió sin que la madre terminara de hablar. Esta se acercó, el rubio se estremeció al sentir una mano de ella en su hombro. - Naruto, ¿puede ser que alguien... te forzara?- habló la madre, ya de sus ojos comenzaban a emanar unas tantas lágrimas. El rubio la observó, la madre comenzó a zamarrearlo de a poco, - No me lo ocultes-

- ¡Ie dattebayo!- dijo zafándose del agarre, - No fue así... no... no fue así-ttebayo- dijo el rubio, ya dando unas pequeñas lagrimas. - Yo...- se tapó con sus manos el rostro. - Yo amo a alguien... yo se mi condición de doncel, pero... yo lo quiero dattebayo- dijo dándose cuenta ya de la realidad, a el no le gustaba Sasuke, no. El amaba al moreno, desde ya mucho tiempo. - Por eso, por esa razón... voy a tener un bebé-ttebayo- dijo ya quitándose las manos de su rostro, enfrentando a su madre.     Esta lo miraba, a pesar de todo se sorprendió de la actitud de su hijo. El rubio se había limpiado las lágrimas y miraba seriamente a su madre. Una mirada intranquila pero dura. Naruto estaba decidido...

 

 

 

 

 

 

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Nuevo día, y cierto moreno se vestía de mal humor. Tras escuchar el bullicio de la sala principal de la enorme casa. Al parecer su padre estaba dando unas entrevistas. Era de esperarse. Se dijo a si mismo, su padre era un hombre muy ocupado con su cargo.

 

Luego de arreglarse bajó las escaleras.

 

- Buen día Sasuke-sama- dijo una mujer morena, muy hermosa. Sasuke le tenía gran aprecio, a pesar de aquella mirada ausente que poseía, era la que mejor lo trataba en aquella casa. Siempre se preguntaba al mirarla, el porque todo el mundo decía que ambos se parecían tanto, era verdad. Pero ellos no tenían ningún lazo sanguíneo... ¿no?

 

- Buen día, Mikoto-san- dijo el chico.

 

- Fugaku-sama está atendiendo a unos reporteros. Tendrás que esperarle para despedirte. Pero si quieres desayunar, sabes que debes pasar por la sala-

 

- Hai, lo se- dijo el moreno, dirigiéndose a la sala.

 

- Voy al carro. Sabes que a Fugaku-sama no le gusta que me vean cuando hacen sus reportajes-

 

- Lo he sabido desde siempre... y no comprendo el porqué. Después de todo eres su asistente, la que le ayuda en muchas cosas con respecto a la empresa-

 

- Hai, lo se. Pero así es. Voy...- dijo la mujer dando una reverencia y marchándose. El moreno dejó de observarla, siempre Mikoto obedecía a Fugaku, sin importar que. Y no comprendía el porque.

 

El moreno se armó de pocas ganas y fue hacia donde debía pasar. Fue allí cuando los reporteros le observaron, Fugaku hablaba con ellos.

 

- Y este es mi hijo... Sasuke- dijo mirándole, más bien como ordenándole a que fuese educado.

 

- Konnichiwa...- dijo fríamente el moreno a los reporteros.

 

- El desayuno esta donde siempre, Sasuke- dijo Fugaku.

 

- Hai- dijo Sasuke yendo a la cocina.

 

- ¡Maravilloso!, es capaz de triunfar y dedicarse a bien a su hijo- dijo una reportera.

 

- Por supuesto. De todas maneras el tener madre o no, no tiene relación con como crece un niño. Hay muchos jóvenes que hacen estupideces aun tendiendo ambos padres- Sasuke al escuchar eso se tensó; - De hecho, muchos de los jóvenes que se pierden en el camino tienen a ambos padres- los reporteros maravillados con aquel hombre solo asentían, mientras Sasuke miraba hacia el salón, con ojos cargados de odio.

 

- Entonces, Uchiha Fugaku-sama. ¿En que tipo de hombre querría usted que se convirtiera su hijo?- Fugaku posó una mano en su barbilla y comenzó a pensar. Decidido se levantó y fue a la cocina con todos los reporteros siguiéndole los talones, Fugaku llegó y posó una mano en la mesa, mientras observaba al moreno el cual comía un poco de pescado.

 

- Ne... Sasuke, ¿Qué tendría que contestar? Algo importante te pondría en dilemas- Sasuke sonrió de medio lado, fríamente, mientras se limpiaba la boca con una servilleta.

 

- Di... Primer Ministro- el padre le miró extrañado. Mientras los reporteros observaban atónitos.

 

- ¿Estás seguro?-

 

- De todas maneras, no seré capaz de vivir según tus expectativas. Oto-san- dejó los palillos a un lado del  tazón de arroz que no comió; - No tengo hambre, Me voy- y así sin mas se levantó cargando su bolso y salió de la cocina. Todos sumamente callados, Fugaku estaba furioso, pero el sabía como dar vuelta las cosas.

 

- ¿Prometedor, no? Era de esperarse viniendo de un Uchiha- y sonrió autosuficiente. Mientras los demás periodistas sonreían, y seguían al dueño de la casa, el cual volvía hacia el salón.   

 

 

 

 

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Por otro lado Kushina y Naruto se encontraban enfrente de una clínica.

 

"Clínica Godaime... Obstreticia - Urología - Ginecología"

 

La madre tomo la mano de su hijo, este se quedó quieto paralizado. Ella comprendió...

 

- No te asustes-

 

- No estoy asustado-ttebayo- exclamó el rubio algo alterado.

 

- Lo estas, lo se... y es normal. Mira no te preocupes, aquí fue donde...-

 

- Donde nací lo se, como no saberlo si Tsunade-obaachan...-

 

- Si, ella te ayudo a venir al mundo- y así Kushina abrazó a su hijo y se adentraron a la clínica, lo que no sabían era que alguien les había seguido, alguien que siempre estaba tapado, y solo su ojo visible se notaba desconcertado al mirar como ellos entraban y miraba el cartel. En ese momento encontró algo sumamente extraño.

 

 

- Naruto, pasa...-  así es la mujer, la doctora que se encontraba enfrente de el era nada mas ni nada menos que su tía. Tsunade. Ella fue la que le pidió a Kushina que llevara al rubio para hacerle controles de salud en esa área, su área de doncel. Y finalmente Kushina lo llevaba ahí.

 

- Konnichiwa, Tsunade-obaachan. Etto...-

 

- Konnichiwa Naruto, Konnichiwa Kushina. Y no me digas obaachan, Naruto- dijo con una venita palpitante en su cabeza. - Bueno no es que lo repita siempre, pero cuando te veo en esta sala, recuerdo que fuiste mi bebe prematuro número 2.200-

 

- Hai lo sabe...- dice Kushina esta vez mas seria de lo normal, Tsunade comprendió al instante que algo andaba mal.

 

- Hai, pero Jiraiya siempre me molesta con ello. En fin... ¿por que al fin han decidido venir a mi consulta?... me dirigía justo a la librería de Jiraiya, menos mal que me alcanzaron. Díganme-

 

- Ha... Hai- dijo nerviosa Kushina. Tsunade le miró extrañada, mientras Naruto se decidía a hablar, el era el del problema, no que lo enfrentara por el su madre.

 

- Examíname, onegai. Yo...- Kushina miró a su hijo, Naruto era valiente. Tsunade miraba extrañada, - Yo creo... que voy a tener un bebe- Tsunade se sorprendió. Naruto cerró sus ojos al ver como la rubia alzaba la mano, se encogió en si mismo. Pensando lo peor... que quizás le golpearía, pero cual fue su sorpresa al notar las caricias en su cabello y como la rubia dejaba un beso en la frente de su sobrino.

 

- No te importaría esperar afuera, ¿verdad?- le dijo la rubia a la pelirroja. Esta iba a negarse, cuando la rubia continuó, - Después de todo, es su intimidad- dijo sería en su actitud profesional.

 

Kushina miró a su hijo, este le devolvía una pequeña sonrisa, esta asintió y se retiró. A la sala de espera.

 

Se sentó en un sofá, y al mirar hacia el frente, pudo observar a una mujer joven embarazada, y al parecer en sus últimas semanas. El estomago era abultado. Miró hacia su propio lado y pudo ver a un joven padre sosteniendo a un bebe en sus brazos, ¿Cómo Kushina sabia que era un padre joven?, pues simplemente porque el bebe y el joven se parecían demasiado. Kushina conmovida sonrió tomando la mano del bebe, el joven le sonrió a la pelirroja, se le notaba contento.

 

Fue en aquel momento en que la mente de la pelirroja sufrió un flash back... acordándose que en aquel mismo sillón, ella hace 14 años se encontraba sosteniendo a un bebe rubio de ojitos azules, el cual sonreía contento tras las gracias que hacia su al igual rubio padre. Kushina reía al sentir la chistosa risita contagiosa de su hijo y al ver a Minato como actuaba con el pequeño Naruto... si, aquellos eran lindos tiempos, tiempos de paz... tiempos que no volverían otra vez, porque aquellos momentos, solo se viven una vez. 

 

 

Por otro lado Naruto al fin terminaba de examinarse, y se encontraba sentado frente a una pantalla, una pantalla que le daba una imagen... en blanco y negro, una imagen de un pequeño...

 

- Ahí esta tu bebe Naruto...- dijo Tsunade, mirando compasiva a su sobrino, el rubio observaba maravillado la imagen. Era un pequeño ser. Pero se notaba que ya estaba formado, casi por completo, cosa que descolocaba al rubio. Instintivamente se llevó la mano a su abdomen, allí se encontraba un pequeño ser... formándose. - Tienes 9 semanas, ¿Entenderías si te digo que estas embarazado de tres meses?-

 

- ¿Nani?... pero, fue mi primera vez-ttebayo...- decía el rubio conmocionado.

 

- Eso suele pasar, sobretodo en donceles, sobretodo si no te cuidas en la primera vez y estas en el periodo fértil...- dijo seriamente Tsunade, observando aquella imagen del pequeño ser; - ¿Naruto... fue puna unión por amor, verdad?- el rubio se quedó callado, pero el sabía lo que pensaba.

 

- Hai dattebayo-

 

- Pero apuesto a que nunca pensaste que podías quedar embarazado- Naruto asintió en aquel momento se le llegó a cruzar la idea, pero la descarto al instante. Tsunade tenía razón; - ¿Es quién estoy pensando, verdad? ¿Se lo has dicho?- el rubio dio una sonrisa desanimada, hasta triste. Cosa que rompió el corazón de la rubia.

 

- Ahora mismo, nuestros estudios... bueno, sus estudios son difíciles...-

 

- ¿Pero no es injusto que lo lleves todo tú solo?- le dijo, mientras cruzaba los brazos, - Porque un bebe no lo puedes hacer tú solo. Además, dado en tu caso que los donceles sufren mucho al momento de dar a luz al igual que las mujeres. El varón debe estar ahí, apoyándote psicológica y emocionalmente- el rubio se tensó ante la mención del sufrimiento, y Tsunade lo notó.

 

- Como doctora, no como Tsunade-obaachan; no. Sino como profesional, como tu doctora Tsunade-sama, te voy a aclarar lo siguiente. Una vez embarazado, si no deseas tener al bebé puedes pedir que te practique un aborto. Para que no afecte a tu cuerpo de doncel joven, lo mejor es hacerlo lo antes posible, o antes de las 12 semanas de embarazo; Además en caso de abortar, se requiere el consentimiento por escrito del padre- Naruto tras escuchar esas palabras, medito unos segundos, para luego mirar a Tsunade.

 

- Tsunade oba... gomen, ¿Tsunade-sama yo puedo dar a luz-ttebayo?- Tsunade lo observó detenidamente. Naruto continuó, - ¿Si a los 14 años doy a luz... sería un pecado-ttebayo?- dijo desconcertado el rubio. Su rubia tía, sonrió levemente.

 

- Ie, no. Para dar a luz a un niño, no importa la edad... porque no es un pecado. Pero dar a luz no pudiendo criar al bebé, entonces, eso sí sería un pecado- le dijo. Naruto se encontró de pronto encerrado, ¿era o no era un pecado para él?, pero Tsunade interrumpió sus pensamientos.

 

- ¿Pueden tu Kareshi(*) y tú criarle?- el rubio se quedó callado, mientras agachaba su mirar.

 

- No tienes mucho tiempo, Naruto- dijo la rubia tomándole las manos a su sobrino, - discútelo con Kushina y con Minato juntos... ten suerte con Minato, se que hablar de esto con ellos va a ser complicado sobretodo por tus 14 años, eres menor de edad. Por eso ese bebe, no solo es tuyo, es de tu familia también. Pero quiero que sepas que decisión que tomes... decisión que apoyaré. Al igual estoy segura que Jiraiya también, ahora te hablo como tu tía- dijo dándole caricias en la mejilla zorruna al rubio, el cual había perdido su tono de brillo en sus ojos por los acontecimientos, - tomes la razón que tomes, nosotros dos. La respetamos-. Naruto miró a su tía.

 

- Arigato, Tsunade-obaachan- dijo dándole una sonrisa, mientras tomaba las manos de ella y las besaba. Y finalmente yéndose del lugar dejando a la rubia sumamente preocupada.        

 

 

 

Kushina caminaba a paso rápido, mientras el rubio iba más lento. Pero sabía lo que ocurría.

 

- ¡Oka-san dattebayo!- esta no respondía solo seguía caminando rápidamente, Naruto volvió a intentar, - ¡Oka-san!- nuevamente esta solo miró de reojo hacia atrás y siguió caminando, hasta que el rubio la tomó del brazo.

 

- ¡Oka-san!, se que estas enfadada por todo esto-ttebayo.... Demo... ¡dime algo!- dijo ya desesperado porque su madre estaba así, la removió un poco. Y esta en un ataque de rabia, el no poder aguantar mas la situación  abofeteó fuertemente la cara del rubio, haciendo que este la girara, quedando conmocionado. Kushina aun tenía la mano alzada, el rubio miró a su madre, con los ojos humedecidos y de ellos botando lagrimas y a la vez bajando su mirar, se sentía culpable también... por todo lo que sucedía. Pero Kushina al ver esa mirada de su hijo, solo sus ojos se humedecieron, pero no quiso llorar, así que los cerró.

 

Naruto alzó la cabeza viendo a su madre, la cual ahora lo comenzaba a abrazar tomando su cabeza entre sus manos y atrayendo al rubio a su pecho, ese acto le recordaba a la madre, cuando Naruto era un niño y llegaba llorando cuando amigos le trataban mal, ella siempre estaba ahí para apoyarle y esta... no sería la excepción, pero todo ahora era mucho más serio...

 

- ¿Doushite, Naruto?... ¿Doushite?- hablo la madre con un tono de voz quebrado, haciendo que el rubio se sintiera aún mas mal, solo  daba vuelta la cabeza posándola de lado en el pecho de su madre, mientras algunas lagrimas caían por su rostro, pero Naruto no se dignaba a sollozar, no... pensaba que no tenia el derecho incluso de llorar. Había hecho todo mal...

 

- Naruto... eres... todavía.... tan... pequeño... - Naruto solo escuchaba los sollos ahora de su madre, y como su cabeza se mojaba por las lagrimas de ella. Decidió él en ese momento no seguir llorando, no tenia al menos por ahora ese derecho... pobre de su madre, que debía cargar con esto. Ese era su pensamiento.

 

Pero ahora tocaba una de las pruebas más duras, que él recordara siempre...

 

 

 

 

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- ¿Es una broma, verdad?- Hablaba Minato, el cual se encontraba de pie frente a Kushina y a Naruto, ambos con la cabeza gacha. Todos se encontraban en el comedor. El rostro de Minato era uno sumamente sorprendido, pero mas k nada incrédulo... no aquello no podía suceder... se decía una y otra vez.

 

- Estas intentando asustarme, ¿verdad?- hablaba el padre, mientras se apoyaba con sus manos en una silla y la apretaba con fuerza.

 

- Ie- dijo Kushina.

 

- ¿No? ¿Por kami que pasa contigo?- le hablo en un tono mas ronco, miraba a Kushina para después pasar su mirar a su rubio hijo, - Todo lo que intentas decirme es... que Naruto este... ¿emb...?- no se atrevía a decirlo. Así que la madre dando un suspiro tomó la orden que Tsunade le había dado sobre el estado del rubio y se la pasó a su marido.

 

- Para hacer una broma, ¿no te has pasado Kushina? Traerme un examen firmado por mi hermana que sabes que ella...-

 

- Es especialista en embarazos de la condición de doncel... si lo se. Y no sería capaz de hacer una broma así- dijo ahora firmemente Kushina, pero a la vez no miraba a su marido.

 

Minato miró a Naruto, este desviaba la mirada. No podía enfrentarle.

 

- ¿¿¡¡¡Pero que estupidez es todo esto??!!!-  gritó el padre dando un gran golpe a la mesa, haciendo que Kushina temblara y Naruto saltara mirando incrédulo lo visto, su padre estaba mas que agresivo.

 

- Esto no es cierto... después de todo Naruto aun es... ¡¡¡aun es un niño!!!- dijo ahora dando un combo a la mesa. Naruto estaba sobresaltado, no podía soportar ver la situación en que todo estaba quedando. Su padre se volteó mientras posaba su mano en la boca, Kushina ahora fue quien habló.

 

- Tiene 3 meses... Tsunade dijo que si va a... abortar, deberíamos darnos prisa...-

 

- ¿Ya avisaste a la policía?...- pero el padre cortó con la voz entrecortada lo que la madre decía.

 

- ¿La policía?- preguntó extrañada la madre.

 

- Un chico doncel tan joven no puede haber...- tomó aire para luego soltarlo y girar a ver a su hijo, - consentido...-

 

- No es así Oto-san...- dijo con la voz baja el rubio. El rubio mayor se acercó a su hijo para escucharle mejor, para que negar lo evidente, el padre estaba nervioso sus manos tiritaban, enfadado, conmocionado... un montón de emociones encontradas.

 

- Oka-san me preguntó lo mismo, demo... yo no fui forzado-

 

- Es lamentable- lo cortó con enfado el padre. Observando al rubio, Naruto le dolió ver esa mirada, hasta parecía el más puro odio, - ¿¡Te dijo que dijeras eso?!-

 

El rubio negó con la cabeza. El padre dijo una mala palabra por lo bajó, volviendo a enfocar su mirada en su rubio hijo.

 

- ¿¡Quién es?!, ¿¡dónde vive?!, ¿¡qué hace?!- preguntó golpeado el padre.

 

- Dilo Naruto, no te lo puedes callar por siempre- le dijo la madre posando una mano en su brazo. El rubio ya no podía ocultarlo, sabía que sus padres de todas formas no le conocían. El moreno padre de ese bebe solo los había visto de lejos a los padres de Naruto.

 

- Uchiha Sasuke- dijo el nombre, cerrando los ojos.

 

- ¿Edad?...-

 

- La misma que yo... vamos en la misma institución Unión Konoha, es... varón- hablaba entrecortado el rubio.

 

- No puede ser... el también es un niño- dijo el padre ya conmocionado. Respiró profundamente para luego hablar de corrido.

 

- Está bien... dile que venga ahora mismo, ¡llámale! Lo haré hacerse responsable de su acto- pero el rubio negó con la cabeza, sus ojos volvían a humedecerse en ese momento.

 

- ¡¡¡¿¿¿Doushite???!!!- gritó el padre.  

 

- Si es por responsabilidad... yo también la tengo-ttebayo- dijo firmemente esta vez.

 

- ¿Intentas protegerle? ¿A ese chico?- el rubio bajó su mirar.

 

- ¡Nadie que le haga eso a un doncel tan joven, sabiendo las posibilidades que eso ocasionaría, puede ser un varón!-   el padre avanzó hasta el rubio menor y posó sus manos en los hombros de este, - ¡¡¡Abre los ojos Naruto!!! Si fueras importante para el, y sí te quisiera de verdad, esto no habría sucedido...

 

- ¡¡Ie, eso no es verdad-ttebayo!!- dijo decidido, enfrentando a su padre a la cara, - Nosotros... tenemos un lazo, uno muy fuerte. Uno que nadie comprende, solo nosotros;  por eso ocurrió-  

 

- ¡¡¡¿¿¿Cómo se puede enamorar una persona seriamente a los 14 años???!!!- gritó Minato golpeando la mesa.

 

- ¡¡¡¿¿¿Por qué supones que no???!!!- gritó en el mismo tono el hijo, al igual que el padre golpeando la mesa, mientras se levantaba y dejaba caer algunas lagrimas. El padre le tomó de los brazos zamarreándolo.

 

- ¡¡¡Porque lo se!!!- Minato estaba fuera de control, aquel que nunca se le había visto así de alterado, Kushina no soportando mas aquel cuadro intentaba separarlos, el padre continuaba gritando, - ¡¡¡Estás confundido!!! ¡¡¡Ciego!!! ¡¡¡Entra en razón!!!-

 

- ¡¡¡Minato para!!!- gritó Kushina mientras en un mar de lagrimas empujaba a su esposo, el cual cayó al suelo, Naruto temblaba de pies a cabeza mientras lloraba observando a su padre.

 

- ¡¡¡¡Tú nunca lo podrás entender-ttebayo!!!!- grito con la voz sumamente quebrada mientras se marchaba hacia las escaleras con dirección a su habitación.

 

- ¡¡¡Naruto, Naruto!!!- gritó la madre al ver que este se marchaba. Pero su marido le interrumpió gritando.

 

- ¡¡Déjalo que se vaya!!- dijo mientras comenzaba a llorar, - ¡¡El ya no es mi hijo!! ¡¡El me decepcionó!!-

 

Todos en esa casa lloraron, la pequeña Naruko se encontraba en clases de reforzamiento después de la escuela por ello no presenció la "conversación" algo en sí, mejor para ella. Pero la cruda realidad caía a la familia... mientras un chico en su habitación se agarraba con sus manos el abdomen. Apoyado en la puerta, deslizándose por ella lentamente... al igual que sus lágrimas brotaban. 

 

 

- ¿Qué hice mal, Kushina?...- se lamentaba el padre a su mujer, la cual le entregaba un vaso con agua y azúcar.

 

- ¿A qué te refieres?- le preguntó desconcertada.

 

- He trabajado duramente, he trabajado más de lo necesario... esas horas extras, siempre cumpliendo con mí trabajo en la empresa...-

 

- Eso no tiene nada que ver, Minato...- aclaró Kushina, intentando calmar a su esposo. Este se levantó del sofá donde estaban. 

 

- Bien, nos vamos- dijo serio, con aquel leve tono exaltado que aún le quedaba después de aquel enfrentamiento con su hijo.

 

- ¿A dónde?- preguntó curiosa, por la actitud de su marido.

 

- A encontrarnos con los padres de ese chico, en la institución deben saber su dirección. Vamos a preguntar- dijo tomando las llaves del carro.

 

- ¿¡Espera?! ¿¡Sin decírselo a Naruto?!- dijo ella tomando el brazo de Minato, este se tensó.

 

- Es por su bien. Naruto es un doncel, les diré lo que deba decir y cuanto antes mejor, ¡vamos Kushina!- habló fuertemente saliendo de la casa, la esposa de este siempre se había caracterizado por ser una mujer fuerte. Pero en esas circunstancias se apreciaba su vulnerabilidad con los grandes hechos. Solo siguió a su marido.

 

Por otro lado Naruto ya se encontraba mas calmado, y observaba su móvil, con una idea clara en su mente. Ya no podía retrasarlo más...

 

Marcó el número de cierto moreno, moreno el cual vio la llamada pero desvió la mirada, no porque no quisiera contestarle al rubio, sino porque estaba en las clases particulares.

 

- Onegai, deje su mensaje después de recibir la señal...- se escuchaba la operadora, Naruto tomó aire para luego expulsarlo cuando sonó la señal, habló con la voz firme, pero a la vez muy seria, bastante sería para ser de él.

 

- Mochi-mochi soy Naruto. Gomen por llamarte, demo necesito hablar contigo urgentemente-ttebayo. Estaré esperando en la librería de Ero-sennin...- dijo para luego cortar.

 

Y allá se dirigió Naruto, a esperarle...

 

Las horas pasaban...

 

El atardecer se iba...

 

La oscuridad amanecía...

 

Y Sasuke se encontraba encima de su cama... recordando luego las palabras de Naruto.

Pero ya era muy tarde, la clase había durado bastante. Pensaba en todo ello, cuando su padre llegó a  la habitación.

 

- Ya llegué, Sasuke. ¿Estabas descansando?, recuerda que sin estudio no se es un buen profesional- dijo seriamente, luego observó bien a su hijo, notando que las mechas delanteras de su cabello estaban bastante largas.

 

- En la institución se te va a reprender por el cabello mas largo, anda mañana a cortarlo. Ten te dejo el dinero- dijo el padre dejándole dinero encima del escritorio.

 

 

"Dinero... Dinero... es lo único que mi padre tiene metido en su cabeza"

 

 

- No lo necesito-

 

El padre le miró mal, por la contradicción.

 

- Corrección, si lo necesitas. No quiero que te sancionen y hayan problemas que influyan en tu parte académica, recuerda que siempre he querido que seas mejor que otros jóvenes, por ello para que en el futu...

 

- ¡¿Cómo voy a ser alguien en el futuro si no tengo opinión propia?! Siempre he hecho todo lo debido, "lo debido" por ti claro- y sin más se marchó, tomando su polar favorito, salió de la casa, con dirección a lo que realmente quería hacer en aquel momento; ver a cierto rubio.

 

 

 

 

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- Viven bien...- dijo Minato al ver la enorme casa por fuera. Kushina y Minato, ambos padres adultos, parados frente a aquella casa. - Voy a llamar- avisó Minato mirando a su esposa, la cual solo asentía, - prepárate...- ella volvió a asentir. Minato iba a tocar, cuando justo el padre de Sasuke, dueño de la gran casa salía al jardín. 

 

- ¿Quiénes son?- habló fríamente el señor Uchiha.

 

- Etto... Nosotros...- por primera vez también Minato se le trancaban las palabras. Toda la situación era tan tensa, no sabía como comenzar.    

 

- Si son vendedores, no se molesten. No boto mi dinero- dijo aun más fríamente para dirigirse a la casa y dejar de hablar con aquellas dos personas. 

 

Fue en aquel momento en que Kushina se armó de valor y habló fuerte y firme.

 

- Somos la familia Uzumaki-Namikaze- Fugaku le prestó mas atención a aquella mujer; - Venimos para hablar de nuestro hijo doncel y su hijo varón, Uchiha Sasuke-kun -

 

- ¿Sasuke?- miró extrañado a la mujer. Pero esta le miraba firme, aunque la corriera la policía ella no desistiría hasta hablar con aquel hombre. Minato miraba impactado a su mujer.

 

 

"Gomen nasai, Oka-san... He hecho que te preocuparas, demo... quiero ver a Sasuke-ttebayo"

 

 

Justo en aquel momento en cierta librería Naruto dejaba de acariciar al minino Kyuubi, para observar como cierto moreno entraba en la librería. Tsunade miraba desde lejos a ambos, al igual que Jiraiya.

 

 

"Y... necesito hablar con él como sea..."

 

 

Ambos se observaban a los ojos, los ojos del rubio eran decididos, los de Sasuke curioso del llamado.

 

 

Ambos se encontraban en aquella plaza en donde encontraron cerca en la calle por primera vez al gatito Kyuubi, se sentaron en la misma banca de aquella vez, la noche era resplandeciente, con un manto oscuro lleno de brillo.

 

- ¿De qué querías hablarme, usuratonkachi?- preguntó directo el moreno. Naruto sonrió levemente por el llamado, ya no lo tomaba tan para mal. Más bien parecía como un llamado más de confiar.

 

- Hai-ttebayo- dijo mirando las estrellas, para luego voltear a ver a Sasuke el cual le observaba. Negro contra azul; - A lo mejor es muy precipitado, demo...- se acomodó quedando más cerca de Sasuke, el cual se sonrojó levemente al ver a aquel rubio tan cerca. Le costaba hablar a Naruto, Sasuke no comprendía el porqué pero deseaba que continuase.

 

El rubio inspiró y suspiro, para luego aclararse y hablar.

 

- Yo te quiero... Sasuke-teme- finalmente afirmó el rubio. El moreno, sonrió levemente observando a Naruto.

 

- Me... sorprende...- 

 

- ¿Y tú,  Sasuke?-

 

El moreno se quedó observando aquellas orbes azules, Naruto necesitaba una respuesta, si o no, pero la necesita,  y Sasuke por su parte, no se la negaría...

 

 

 

 

 

...Continuará...

 

 

 

Notas finales:

 

 

N/A: Se ve a Yuki terminando de escribir a las 2:40 am, mientras unas ojeritas se forman por debajo de sus ojos.

 

¡Yatta ^0^! Termine al fin el chapter, gomen ne por la demora u_u' tuve muchísimos contratiempos... pero acá estoy. Muchas gracias doy de antemano porque hayan leído... y también agradezco los tantos RR del primer cap o.o sin duda me sorprendí mucho, que bien que esta historia también les guste =)

 

Bueno... este cap fue bastante intenso... muchas cosas sucedieron, principalmente que Kushina y Minato se enteraron de la realidad... ¿que más pasará? :O... acá el adelanto en diálogos...x3

 

 

 

"¿Adiós... A Mi Bebe?"

 

- ¡¡¡¿¿Naruto, Dónde estás??!!!

- ¡¡¡Yo soy el padre de ese bebe!!!-

- ¡¡¡Retira eso!!!-

- Criar a un hijo es para toda la vida...-

- ¡¡De todos modos date prisa y aborta!!-

- Espera solo un día...-

- Quiero hablar contigo, después de todo eres el padre de ese bebe...-

- Yo... quiero que nazca-

- No creo que pueda olvidarlo... ¡¡Olvidarlo sería igual que perder mi lazo por ti!-

 

 

 

Todo esto y más... en el próximo chapter xP... ¡¡Matta ne!!


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