Episodio Tres
"¿Adiós... A Mí Bebe?"
El moreno observó hacia otro lado, hacia los árboles y las pocas personas que vagaban a esas horas de la noche por aquel parque. Las luces de los autos iluminaban las figuras.
- ¿Por qué?- preguntó.
- Porque yo... nunca le he dicho te quiero a nadie...- dijo observando a aquellas personas, algunas parejas las cuales se veían felices de la mano. Como apartados del mundo, tal cual como ellos mismos se encontraban en su conversación; el rubio dio una pequeña sonrisa, mientras continuaba - De hecho, jamás pensé decírselo a nadie-ttebayo. Creía que eso solo pasaba en los mangas o en las películas- esta vez observó al moreno, - Pero, ahora sabes mis sentimientos. Y por ello, quería conocer tus sentimientos también...- el rubio bajó la mirada mientras sus ojos se opacaban, - Incluso si...- cerró los ojos, - Me odias-ttebayo-.
El moreno ante eso se observó, como saliendo del trance en el cual estaba sumergido escuchando al rubio.
- Yo no te odio, Naruto- el rubio levantó la vista, observando esos orbes oscuros, tan oscuros como aquella noche.
- ¿Eso quiere decir... que no me odias, pero tampoco me quieres? - Pero el rubio de pronto se sonrojó, mientras sus palabras salían desbordadas, - O quiere decir... ¿Qué no me odias, es igual a...-
Pero el rubio no pudo terminar la frase, ya que un beso robado lo calló. Sasuke había acallado al rubio, con un beso. El cual el aludido no tardo en responder, estaba sorprendido, pero también sentía una gran calidez... Sasuke posó una de sus manos en la cintura del rubio mientras la otra la tenía en la mejilla. El beso duró unos minutos, hasta que la falta de aire y el calor abrazante les hizo separarse. Ambos se sonrojaron levemente. El rubio observaba sorprendido al moreno.
- Tsk... Kuso, deja de mirarme así, usuratonkachi- el rubio posó una sonrisa. El moreno estaba sonrojado, pero la correspondió levemente. Era increíble ver a Sasuke en esas circunstancias... tan humano.
- Yo siento lo mismo, dobe-
El rubio se emocionó muchísimo, su alegría era inmensa. Tanta que no cabía en su corazón, solo sonrió con aquella sonrisa zorruna, mientras sus ojos se humedecían, acto que el moreno notó. Al estar ambos viéndose a escasos centímetros.
- Arigato, Sasuke-teme-
El moreno dio una sonrisa ahora autosuficiente; - No tienes que darme las gracias, usuratonkachi- el rubio jamás había sentido esas palabras y aquel "insulto" como si fuera una muestra de cariño. Solo rió levemente, mientras unas pequeñas lágrimas caían de sus ojos, semicerrados por la risa. Pero el moreno estaba preocupado, sabía que había algo más al ver a Naruto así.
- ¿Pasa algo, Naruto?- el rubio lo miró curioso. Sasuke se acercó un poco mas hacia el, - No pareces tú mismo-
Fue en ese momento, en el cual el rubio calló en cuenta de la realidad. Volviendo de aquel mundo de pequeña felicidad en el cual había caído tras lo dicho por el moreno.
- En realidad... pasa algo-ttebayo- el moreno frunció el ceño, para que negarlo, era una mezcla de orden al querer saber, y también de preocupación.
- ¿Qué cosa?-
- He decidido, ya que sientes lo mismo que yo, que debes saber esto dattebayo- dijo temblando levemente. El moreno solo pedía que el rubio continuase. Naruto abrió la boca para luego cerrarla...
- Naruto, dime que pasa...- decía más insistentemente el moreno, tomando de los brazos al rubio. Este agachó su mirada, los cabellos ocultaban su expresión. Mientras abría la boca para decir finalmente...
- Voy a tener un bebe-
El moreno ante ello, tembló y soltó al rubio de su agarre. Pero Naruto lo miró decididamente... enfrentaba la situación.
- Voy a tener un bebe... un hijo tuyo- El moreno seguía observándole con aquellas orbes impresionadas... ¿un hijo?... ¡¿un hijo de Naruto y él?!
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- Perdón... ¿Qué intenta decir?- preguntaba un sorprendido pero incrédulo, Uchiha Fugaku.
- Que su hijo, Uchiha Sasuke. Es el padre del bebe de Naruto- dijo seriamente Minato.
Fugaku por su parte, salió de aquella incredulidad y comenzó a reírse, suavemente para luego hacerlo en un tono de burla.
- Eso es imposible- La familia Uzumaki-Namikaze observaba atónita aquella reacción.
- Vienen de pronto, y me preguntaba que tendrían que decir. ¿Pero esto?- El señor de la gran casa se levanto del sofá. Indicándoles con una de sus manos la puerta; - Ahora por favor, váyanse- dijo seriamente, más en un tono enfadado. Con aquella mirada fría.
- Espere un momento. ¡Usted ni siquiera quiere escucharnos!- gritó Kushina. Minato la detuvo, pero Kushina no siguió.- ¡Nuestro hijo lo dijo claramente! Sasuke y el se quieren- dijo enfrentando al padre del moreno.
- Por favor pare. ¿Se quieren?, Sasuke esta recién en secundaria. Tiene catorce años-
- Mi hijo también tiene 14 años, pero eso...- dijo la madre del rubio. Cuando el Uchiha les miró como si fueran los insectos que tiene la casa de su perro, interrumpiéndole:
- ¿Un doncel embarazado con tal solo 14 años?- negó con la cabeza, mirando a los padres con una ilustre y discriminadora pena, - Lo han criado con mucha libertad, al parecer-
El padre fue esta vez el que se enfrentó al Uchiha, mientras Kushina solo quería tirarse encima del moreno padre y matarlo a golpes.
Minato más como el era, solo le miró fijamente. - Voy a decir esto, para evitar malas interpretaciones: Naruto no es un doncel con el concepto que usted piensa en este momento. Es mucho más disciplinado que muchos otros. Además nunca, ni una sola vez ha causado ningún problema- El moreno le observó desafiante.
- Sasuke tampoco. Por tanto, aunque su madre no este en esta casa, lo he criado cumpliendo los dos roles, no necesita nada. Lo he criado estrictamente, y Sasuke ha respondido como hijo bastante bien- rió nuevamente en burla mal disimulada, haciendo enfurecer a los padres del rubio, los cuales se tomaban de las manos apresándolas. Intentando calmarse ante lo que veían por parte del padre a quien amaba su hijo.
- Es impensable que Sasuke haya dejado a un doncel en estado. Si ustedes insisten que ha sido Sasuke- dijo abriendo los brazos, mirando a los padres con una frialdad burlona, desquiciada, - Muéstrenme alguna prueba-
- ¿¡Prueba-ttebayo?! ¿¡Está diciendo que mentimos!?- Fue esta vez la pelirroja la que se enfrentó, su muletilla salía a la luz en ciertas circunstancias, solo cuando se enfadaba verdaderamente. Su marido lo sabía. La tomó del brazo.
- No- meditó un poco, para luego hablar. - La verdad puede ser difícil de decir. Además él tiene 14 años. Su hijo, por azar dijo el nombre de Sasuke para ocultar la identidad del verdadero padre, porque quizás callo en una equivocación con aquel, no habiendo reales sentimientos de por medio-
- ¡¡¡No voy a soportar esto-ttebayo!!! ¡¡Nos vamos!!- dijo la pelirroja soltándose del agarre de su marido y empujando al hombre moreno de su camino, mirándolo con infinito odio. Este solo se mofó en su cara, mientras el hombre rubio se dirigía también a la salida, siguiendo a su mujer. Pero al estar a un lado del Uchiha, se detuvo. No observándolo, al igual que este. Ambos miraban a otras direcciones, uno a un lado del otro.
- Déjame decirte... Yo creo que mi hijo no miente ni engaña a nadie diciendo el nombre de tu hijo. Porque Naruto, no es el tipo de persona que diría mentiras que puedan dañar a otros. Es absurdo pedirte cambiar lo que piensas, pero todo cae por su propio peso- miró esta vez al moreno, una mirada fría. Como aquel padre que defiende a su hijo - Y espero que caigas bien hondo- y sin más salió. El hombre moreno quedó unos minutos en silencio para luego dar un golpe en la muralla. No podía ser... pensaba. No aquello. Todo menos eso...
Por otro lado la mujer pelirroja golpeaba el auto con sus puños. Sumamente enfadada.
- ¡¿Qué se cree ese maldito?! Solo porque tiene más dinero se atreve a tratarnos así y a hablar de Naruto de esa mane...- iba a lanzar otro puñetazo al auto, cuando una mano la detuvo sosteniendo la suya. Ella observó impresionada a su marido, el cual se encontraba a su lado con una mirada fría y enfadada. Algo que ella no estaba acostumbrada a ver, en su paciente, pacifico y ferviente marido.
- Tranquilízate, Kushina- esta solo agachó la mirada. Mientras se mordía el labio inferior hasta hacerlo sangrar, pero salió de su estado cuando el rubio la atrajo hacia si en un suave y cálido abrazo,
- Sabes que odio verte así. No hagas caso a las palabras de esa persona, al parecer ese Sasuke en si no tiene padre, aquel hombre no puede catalogarse como tal. Lo que importa es que nosotros sabemos que Naruto es un chico bueno- la pelirroja ante esas palabras tembló, las escuchaba en su oído. Eran palabras cálidas, cargadas de seguridad. La situación era tan complicada... solo sollozo en el cuello de su marido, abrazada a el, mientras este la consolaba acariciando sus cabellos rojos.
Luego de unos minutos, esta levantó la vista, observando a su marido. Había parado de llorar, solo mantenía sus ojos húmedos. El rubio besó cada parpado haciendo borrar esa humedad.
- Vamos a casa, por favor- El rubio le dio un suave beso en los labios, a lo cual la pelirroja correspondió agradecida, abrazándose ambos. Un abrazo protector y de fuerzas para lo que vendría., - Conduciré yo-
- No. Esta vez si que impongo mi autoridad como marido. No estás bien, Ku-chan. Déjame a mí- dijo esta vez Minato, haciendo que la pelirroja entrase al carro. Pero para que negar, ambos padres estaban agobiados.
"Naruto... Tu padre y yo estábamos conmocionados con el hecho de tu embarazo. Estábamos en un estado de pánico absoluto. Teníamos que tener cuidado, para que en un futuro no resultases herido. Estábamos simplemente impacientes"
Kushina observaba la noche, aquellas estrellas... mientras el rubio solo observaba el camino, pensando tantas cosas, mirando de reojo a su mujer. La cual aun se encontraba inestable.
"En realidad, no pensábamos bien las cosas. Pero Naruto..."
Se podía observar en otro lugar a un rubio junto a un moreno ambos de la misma edad observando las estrellas de aquella noche. Un rubio de mirada serena...
"Tú permanecías tranquilo, con aquella mirada decidida y pensando por ti mismo; Las consecuencias de lo que habías hecho..."
- Es extraño, ¿no dattebayo?- preguntaba el rubio observando las estrellas, mientras Sasuke el cual le tomaba de la mano le observaba.
"¿Y que pueden hacer ustedes dos con 14 años de edad?"
- Que aquí esté...- dijo mientras posaba la mano de Sasuke en su propio estomago, amabas manos unidas tocando el vientre del rubio, - nuestro bebe-
- Si, lo se. Naruto. Ni yo aún lo creo- dijo ahora mirando al rubio, aquellas orbes que le habían cautivado.
- ¿Qué crees que debo hacer-ttebayo?- el moreno observó aquel parque nuevamente. Mientras el rubio le observó; - Yo quiero... que nazca- el moreno le observó esta vez.
- Se que nuestros padres se van a oponer, y Tsunade-obaachan quizás también, más por mi salud. Además dijo que no deberíamos tenerlo si no podemos cuidarle-ttebayo. Se que debería ser así. ¿Pero esta bien hacer eso?, hacer por lo que ellos dicen ¿lo correcto?-
- Yo...- el moreno, sencillamente estaba conmocionado por todo, - Gomen Naruto... es tan repentino que no se que decirte- el rubio asintió, comprendía. Hasta a él mismo le costo asumir aquello, - Pero...- sus pensamientos fueron cortados por el padre de su bebe, el cual le observaba intensamente - ¿Puedo pensarlo más detenidamente, dobe? Y yo mañana, te daré una respuesta. Aquí mismo-
- Comprendo-ttebayo. Yo esperaré- dijo decidido. El moreno no pudo resistirlo más muy dentro de su corazón solo querría estar en aquel momento, un momento eterno con el rubio. ¿Su cuerpo se movió solo?... solo una excusa más a las tantas acciones que surgían entre ambos.
Sus rostros nuevamente se juntaron. Uniéndose reconfortantes, para luego separarse a escasos centímetros, se encontraban.
- Sasuke esto...- decía levemente sonrojado el rubio.
- Calla- dijo para luego volver a besarlo. Explorando los terrenos ya conocidos, pero que no se cansarían nunca de vagarlos. Una y otra vez, demostrándose con aquellos actos; Lo cuanto que sus corazones estaban unidos.
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- ¡Naruto!- Llamó alguien detrás de la puerta de la habitación del rubio. Este se colocaba el uniforme, mientras tomaba el bolso y guardaba los libros.
- ¡Pase-ttebayo!- Dijo. Observó de reojo y pudo ver que no solo su madre entraba a la habitación, sino que también su padre.
- Ya me voy a la institución- Pero su madre le miraba seriamente, se sentó en el suelo alfombrado, como a su lado también Minato.
- Hoy no Naruto-, este le observó extrañado, - Vamos a ir al hospital-
- ¿Qué?, ¿Por qué?-
- ¿Oíste lo que dijo Tsunade, no?, Para evitar riesgos a tu salud, cuanto antes sea la operación... mejor- Dijo la madre agachando su mirar. Naruto sintió un remezón interno, se preguntó el porqué de ello.
- No... pero...-
- No te preocupes, ya he dado mi consentimiento por escrito para que te operen- habló esta vez Minato.
- Eso no es lo que quiero decir- habló rápidamente el rubio. Intranquilo ante la situación. - Yo, todavía no lo he decidido-ttebayo-
- ¿El qué?- preguntó dudoso el padre.
- Si me opero o no- El padre ante esto observó extrañado a su esposa, esta le observó preocupada. Para así ambos fijar nuevamente su mirar en el rubio, el cual se encontraba intranquilo.
- ¿Y qué harás si no te operas?- ya la voz además de dudosa, parecía levemente enojada.- Si no te decides, tendrás que dar a luz-
- Si dattebayo- dijo firme el rubio. Ambos padres le observaron atónitos.
- ¿Cómo que sí?- Minato intentó calmarse, un poco. No iba a armar una pelea como antes, - ¿Y cómo lo crearías? sería un niño sin uno de los padres- dijo firmemente. Naruto ante ello subió su mirar.
- ¿Y si el dice que se hará cargo?- preguntó desafiante.
- ¿El?...- bufó el padre, la madre cerro los ojos.- Escucha Naruto...
- ¿Qué hacen todos aquí? Tengo hambre...- interrumpió la pequeña Naruko aún con su pijama, mientras entraba a la habitación. Bostezaba en el proceso, el padre ante esto se levantó.
- Anda mientras a la cocina Naruko- y cerró la puerta. Prácticamente en la cara de la menor. Esta miró sentida la puerta, con un gran puchero, pero para que negar. También estaba preocupada. Todas las cosas que sucedían le afectaban, siendo una niña... ¿como no afectarle?, se sentía desplazada. Más que nada por el hecho de ser una niña. No tienen voz ni voto para tomar o deshacer decisiones o pensamientos elevados de adultos. El niño socialmente no existe. Solo existen para formarles un futuro, mientras son unos títeres que la gente puede manejar como quiera hasta que se hagan mayores. Pero esto no era lo que pensaba la pequeña Naruko. Porque simplemente ¡no!, un niño tenía absolutamente todo el derecho, la voz y el boto para opinar y saber lo que sucedía a su familia. Pensó que tarde o temprano lo averiguaría; y con aquellos pensamientos bajó a la cocina.
Por otro lado, la familia seguía aún allí encerrada, ajena a todo lo que la niña podía llegar a pensar. Solo se dedicaban al rubio en aquel momento... pero ellos no tenían un solo hijo. No, eran dos, tomados ambos por igual. Pero en esta ocasión, priorizaba uno. Era innegable, ya que era el que atravesaba un difícil dilema.
- Mira, cuando fuimos a ver a su padre, no quiso reconocer la relación entre tu y Sasuke. Por eso, es posible que él no quiera hacerse cargo- El rubio meditó un momento hasta hablar.
- No se que clase de persona sea su padre. Pero si se que clase de persona es él, y por ello se que no huirá-ttebayo- la madre ahora abrió los ojos, suspirando.
- Naruto- tomó la mano de su hijo, - A pesar de que seamos distintos, ambos tenemos algo en común. Podemos concebir hijos al mundo, por ello entiendo como te sientes... Lo entiendo, pero criar un niño es para toda la vida- el rubio la observó, sabía a donde quería llegar su madre, - Si das a luz y no lo quieres, no se puede devolver- le dijo sería. Elevando el tono, el rubio le observaba fijamente.
- Eso lo se-
- ¿¡De verdad lo sabes?! ¡Ustedes dos son estudiantes de secundaria!- elevó el tono de su voz, firme y conciso. Como el de una madre dando una enseñanza difícil al hijo y este deba aprenderla a la fuerza, - ¿¡Qué pasa con la institución?!- soltó la mano de Naruto, - ¿¡Puedes trabajar y tener un sueldo?! ¿¡Puedes comprar leche, pañales y remedios?!- el rubio desvió la mirada, agachando su cabeza. Esa era una cruda realidad... él, Naruto no tenía nada.
- No me gusta decirlo de esta forma, pero... de cualquier manera, date prisa y aborta- le siguió a ello un momento de sumo silencio, - Y cuando haya concluido la operación, entonces, olvida que esto ha sucedido- el rubio ante esas palabras, observó sorprendido a su padre, - Una vez lo hagas, al ser tan joven, estoy seguro que podrás superarlo- dijo observando a su hijo, firmemente. Transmitiéndole aquellas palabras para que llegaran hasta al último rincón de aquella mente. Pero algo a Naruto lo dejaba intranquilo, miró a su madre, y esta solo asentía con respecto a la solución planteada por su marido. El rubio desvió la mirada recordando ciertas palabras, cierta conversación nocturna; Palabras que le dijo cierto azabache...
"-¿Puedo pensarlo más detenidamente, dobe? Y yo mañana, te daré una respuesta. Aquí mismo-"
- Solo esperen un día más dattebayo- ambos padres le vieron extrañados. Este los observó, no podía decirles aquello de Sasuke, por ello inventó una excusa rápida.
- Hoy necesito hablar un asunto con un amigo, además que debo llevar unos CDs para la radio de la institución- Dijo mientras se dirigía al escritorio y tomaba el primer CD a la vista que halla- Los padres se observaron dando el consentimiento. ¿Un día más que influenciaría?
Naruto caminaba rápidamente, mientras la pequeña Naruko que iba detrás rogaba a su hermano mayor a que fuera más lento.
- Matte Nii-chan- pero este no se detenía, - Dime que es lo que pasa- nuevamente no contestó, - Estás actuando de forma extraña. Todos actúan de aquella forma. Secretos por aquí, secretos por acá... Dejándome de lado-ttebayo - el rubio sabía que si su hermanita ponía aquella muletilla era porque simplemente el tema le molestaba y estaba hablando seriamente. Tenía lo mismo que la madre, sacar aquella palabra en situaciones tensas. Haciendo por ello que el rubio se tensara.
- No es así, nadie te está dejando de lado-ttebayo-
- Mentiroso- dijo seriamente la pequeña; - Tu ocultas algo- de pronto el rubio no sintió más pasos detrás suyo, por ello se detuvo, hasta escuchar el grito de su hermana.
- ¡¡Debes haber hecho algo tan malo que no puedes contárselo a nadie-ttebayo!!- el rubio dio la vuelta observando a su enfurruñada pequeña hermana.
- Naruko-chan, tu nii-chan no a hecho nada malo- dijo tranquilo. Mientras el viento descolocaba los rubios cabellos de ambos. Se podía sentir de parte del viento, hasta una suave caricia. La pequeña rubia miró confundida a su hermano mayor.
- Me gustaría, que pensaras así-ttebayo- le dijo con una sonrisa. Mientras se daba la vuelta y seguía caminando. Mientras la pequeña miraba sumamente confusa, ella solo quería saber que era lo que sucedía en su familia.
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"-Yo... quiero que nazca-"
Sasuke se encontraba acostado en la cama. Pensando sobre aquellas palabras dichas por el rubio. Dio un suspiró para voltear y pudo observar en el umbral de la puerta a su padre. Que le observaba, Sasuke se incorporó, observándole también.
- Me voy a trabajar- el moreno no dijo nada solo se volteó bajando las piernas por el otro lado de la cama, dándole la espalda a su padre. El cual avanzó hasta el moreno, mientras hablaba.
- La noche pasada vinieron los padres de un chico llamado Uzumaki Naruto- Sasuke abrió sus ojos algo desconcertado. Pero no se volteaba a ver a su padre, este se sentó en la cama. Ambos se encontraban de espaldas. Mientras el padre continuaba, - He oído que van juntos a la institución. Y que el es un doncel. Me quedé bastante sorprendido- dijo ahora para voltear un poco observando al moreno hijo de reojo. - Ese chico está en estado de embarazo y decían que tu eras el varón que había realizado la acción, sencillamente que eres el padre activo- el menor bajó la cabeza, aunque siempre era un chico frío y arrogante en su actitud, frente a su padre bajaban esas actitudes que poseía.
- Pero eso es imposible- continuó el padre, - por eso les dije: "Mi hijo nunca haría nada estúpido. Y si insisten, enséñenme alguna prueba"- luego posó una sonrisa en sus labios, mirando a Sasuke, el cual le miraba fríamente, - Y finalmente se fueron con el rabo entre las piernas- y se burló duramente de los padres del rubio. Sasuke desvió la mirada nuevamente colocándose de espaldas mientras cerraba los puños con fuerza.
- ¡Que mal! Destaco en mis negocios y por ello pensaron que tendrían una compensación económica- se volvió a burlar. Mientras posaba una mano en el hombro del moreno,- Un chico doncel de 14 años embarazado y los padres bastante incompetentes- pero el moreno hijo no soportó más y se zafó bruscamente del agarre de su padre. Mientras tomaba su vestimenta y entraba al baño cerrando la puerta con fuerza. El padre solo bufó molesto. Mientras bajaba las escaleras. Encontrándose con su asistente. Sonrió levemente al verla. Se le notaba en su mirar un brillo de tristeza, siempre que hablaba con aquella mujer. Le pasaba aquello.
- ¿Cómo se encuentra Sasuke-kun?- preguntó la mujer morena.
- Bien, al parecer- dijo mientras se acercaba a la morena. Esta al tenerlo tan cerca comenzó a ponerse nerviosa. No comprendía el porque pero hace bastante tiempo que sentía aquello por su jefe. Aunque no lo comprendía del todo. Este la notó extraña.
¿Sucede algo?- la mujer le miró confusa, había notado un tono distinto que ese hombre siempre daba, ¿un tono preocupado? Negó con la cabeza, era absurdo pensar que el gran Uchiha Fugaku hiciera aquello. Olvidando la sensación nerviosa, le entregó al moreno mayor una revista. Abierta en cierta hoja.
- Esto fue lo publicado cuando dio la entrevista. Onegai, revíselo- le tendió la revista, el moreno la tomó pero pasó rozando las manos de la mujer, esta se sonrojo levemente alejándose de el. Fugaku la observaba, una mirada que jamás nadie pensó ver en el... un leve brillo en sus opacos ojos de cariño. Decidió posar mejor sus pensamientos en la hoja que le acaba de entregar su asistente, la cual mantenía la cabeza gacha. Haciendo que sus flequillos negros azulados taparan su expresión y más que nada el leve sonrojo que poseía en sus mejillas pálidas.
Fugaku observó la revista y una frase en especifico "Su hijo es un prodigio, que va a una prestigiosa escuela", y otra frase más "Un hombre soltero que a criado muy bien a su apuesto hijo". El moreno mayor subió su mirar, hacia las escaleras. Mikoto elevó la vista observando a aquel hombre, notaba algo extraño en su mirar. Pero Fugaku solamente dejó la revista en la mesa, mientras se dirigía hacia la puerta.
- No te quedes ahí parada. Tenemos que irnos- dijo fríamente, como siempre. Mikoto observó más bien preocupada a su jefe, pero no le desobedeció y Salió tras él.
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-¡¡¡Konnichiwa Institución Konoha-ttebayo!!!- Saludaba a la escuela cierto rubio. Como siempre algo que le agradaba siempre era sentarse y hablar a la institución. Un nuevo día un nuevo especial.
- ¿Están todos comiendo el almuerzo? ¿Esta bueno?... ¿Tan bueno cómo un exquisito tazón de ramen-ttebayo?- Sai y Gaara que se encontraban al otro lado del vidrio les calló una gota por la cabeza. Para Naruto solo existía como comida el dichoso ramen, - Este es el programa del medio día del viernes. Hoy, durante las clases de ciencias. He aprendido cosas sobre Plutón- toda la institución se encontraba ajetreada por la hora del almuerzo pero muchos podrían escuchar al rubio. Específicamente ciertas personas pusieron atención. En aquel momento los profesores Iruka y Kakashi colocaban su atención.
- ¿Quieren saberlas?... Plutón ha sido eliminado de la lista de planetas- la pelirosada en su sector, dejaba la lectura de su libro y observaba hacia uno de los parlantes de la institución. - Plutón tiene a su alrededor las mismas cosas que los demás planetas poseen, ¿no?. Si es así, ¿no parece extraño-ttebayo?- no pudo evitar que su mirada se ensombreciera, Sai y Gaara observaban confusos la actitud del rubio, - No se debería haber eliminado a Plutón. Sino que siguiera estando en la lista de los planetas. Aunque hubiera un número incontable de planetas, no pueden sacar a uno así a la ligera. Porque... Plutón no tiene la culpa de ello, ni de lo que los científicos consideren como planeta o no- Se quedó un momento en silencio, para volver a subir su mirar, alegre como siempre.
- Y ahora dejamos una canción perfecta para este "aozora"- dijo mientras terminaba.
En otro lado, Kakashi le hablaba a su moreno compañero. - ¿Pasa algo, Iruka-sensei?-
- Solo estaba pensando, que Naruto está distinto a otros días- dijo confuso. Kakashi le observó.
- Su voz sonaba bastante alegre de todas formas- intentó no darle mayor importancia.
- Su expresión antes de entrar al auditorio, era lejos de ser el Naruto que conocemos- dijo ya observando al peligris. El cual también le observó preocupado, pero a la vez dio una sonrisa. La cual desconcertó al moreno profesor.
- ¿No decías que no te ibas a preocupar por los alumnos nunca más?- el moreno se sonrojó levemente al ser un poco descubierto, pero desvió la mirada.
- Me preocupo lo menos posible. Para que te enteres. No quiero problemas, no quiero que vaya a pasar... otra vez- dijo bajando la mirada. El peligris tomó su mano disimuladamente. Iruka se sonrojó levemente, pero ambos seguían observando el gran patio de la institución.
Por otro lado cierto pelirrojo colocaba un CD, mientras ahora Sai se dedicaba a la parte de audio.
- Ahora toca, "It's Straight", ¿ne?- preguntó el pelirrubio desde frente al micrófono, hacia Sai y Gaara. Observaba el listado del programa. Gaara habló.
- La he cambiado por "Hiding the truth" (Ocultando la Verdad)- El rubio abrió sus ojos, observando al pelirrojo, igual que Sai a este.
- Estas extraño Naruto, se que estás ocultando algo-
- Gaara-
Luego del programa, en los patios de la institución, en el sector de donceles. Se podía observar a dos estudiantes caminando, llegando a la reja que separaba a los donceles de las doncellas.
- ¿Me... desprecias ahora-ttebayo?- preguntó confuso el rubio.
- Ie. Nosotros somos amigos. Pero, a decir verdad... no lo puedo creer- le observó. El rubio desvió la mirada.
- Es solo la verdad. Nunca pude imaginar que pudiera llegar a pasar aquello, pero no vale esa excusa- el pelirrojo paró. Mientras Naruto se volteaba a verlo.
- Pero, ¿De verdad piensas concebir al niño?- el rubio se mantuvo en silencio, - Te lo digo como tu amigo, pero sería mejor que no lo hicieras- El rubio se tensó ante aquello. - Aunque lo que dicen los adultos a veces resulta ser siempre porquerías, en este caso es correcto.. Lo mejor es que abortes lo antes posible- El rubio le dolía sinceramente escuchar esas palabras. - No es necesario que sientas como si fuera un pecado el hacer aquello. Después de todo no es un crimen. Está aceptado- el rubio apretó los puños,
- Además. El nunca te diría que estaría bien que concibieras al niño-
- ¿Tu crees?- dijo en un tono pasivo, pero se notaba algo extraño.
- ¡Por supuesto!, además si concibes, uno afecta a tu salud, dos tendrías que dejar la escuela. Los varones no son dignos, lo sabes. Después solo te trataría como alguien más que pasó por su vida. Sobretodo si hablamos de alguien como él-
- No digas eso- dijo seriamente. Tanto que hizo que el pelirrojo frunciera el ceño. Para Gaara solo intentaba ayudar a su amigo; - No sabes como es en verdad él-
- Solo pienso que acabarías sufriendo si sigues con esto, solo piensa, tienes 14 años- dijo intentando hacerle entrar en razón. Acercándose al rubio y tomándole del hombro. Naruto estaba tenso.
- No pasa nada si sufro. Yo... - se volteó con una mirada decisiva, de las pocas que le había visto su amigo en él. - Yo... quiero confiar en él- y sin más se marchó directo al sector y salón que le correspondía. Dejando al pelirrojo negar con la cabeza.
Pero en una institución tan grande con tantos árboles y arbustos los cuales podían ocultar a la gente. En aquel momento unas chicas se encontraban así. De casualidad habían escuchado absolutamente toda la conversación. Habían quedado impactadas ¿Un joven de 14 años doncel embarazado?.. Sin duda sería un padre muy joven.
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- En otras palabras, ¿no quiere que publiquemos su articulo?- preguntó un hombre el cual siempre tenía su rostro tapado, solo se podía ver un hueco en donde debía estar el ojo, completamente negro ¿Por qué lo ocultaba? Se preguntaba el señor Uchiha.
- Hai-
- Lo lamento, pero...- se acomodó, el Uchiha pudo observar que en el abrigo largo negro llevaba una tarjeta de identificación. Decía "Tobi", - Es imposible-
- La pruebas de tipografía han terminado ya- habló fríamente un chico que se encontraba tras el denominado Tobi, un chico pelinaranjo. Con unos ojos grises algo extraños y al parecer adoraba los piercing. Andaba con muchos de ellos en partes hasta insospechadas. Provocando una inmediata repulsión en el Uchiha. De todas formas también observó su identificación, se llamaba "Pein".
- Si hago demasiadas entrevistas. Puede que pierda credibilidad en mi compañía-
- Eso es raro. Porque usted hizo la entrevista porque quería publicidad para su compañía- argumento Tobi. El Uchiha dio una sonrisa autosuficiente, pero cabreada también.
- Escuche, editor en jefe-
- Dígame, señor Uchiha. Presidente de la gran compañía Uchiha en Tokio- se notaba el ambiente tensó.
- Le diré la verdad. En realidad mi hijo me lo pidió- Gran error y gran mentira, Sasuke jamás había pedido nada. - Si se habla mucho de nuestra familia. Le afectaría en la institución-
Tobi bufó, entre molesto y divertido por el asunto. - ¿Y por qué nos lo viene a decir ahora?-
- Señor Uchiha. Usted ha estado diciendo esto, en televisión y revistas: - "Se debe mantener las decisiones de los padres por encima de las de los hijos. Si se guían por sus rabietas se volverían incontrolables y lunáticos. Por ende no serían personas útiles en un futuro"- habló Pein citando exactamente una frase dicha con anterioridad en una de las revistas.
- Tsk... Eso es solo por aparecía. ¿No es obvio?- Ambos, Pein y Tobi dieron un leve golpe con los dedos. Hacia la mesa, la expresión de Tobi no se podía ver, pero se le notaba enfadado en las actitudes.
- ¿Apariencia?-
- La verdad es que soy un padre que quiere que su hijo crezca útil en la sociedad y con estas cosas no se puede- abrió su terno sacando la chequera. En ella había un gran sobre. Lo tomo y lo lanzó hacia el editor. Pero fue Pein el que lo abrió. Y negó con la cabeza. Tobi comprendió.
- No crea que lo puede resolver todo con dinero. La noticia ya esta impresa, no se puede pedir a las empresas de copia que la eliminen-
- No sea testarudo y acéptelo-. Gruñó Uchiha, - No son ni una gran compañía de periódicos, ni una famosa revista literaría, A-k-a-t-s-u-k-i - Se mofó para luego levantarse, arreglándose el terno. Y se marchó
Pein pegó un manotazo a la mesa. Estaba enfadado.
- Ese...-
- Calma, que más vamos a hacer, con esto investigarlo, seguro tiene algo muy grande que ocultar. Y lo descubriremos- dijo mientras sacaba una grabadora de su abrigo. Había grabado toda la conversación, sin duda le ayudaría., - Además ese es el orgullo de una empresa periodística de tercera, ¿no?- se mofó. Pein asintió.
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Naruto se encontraba esperando en aquel lugar. Donde mismo le había confesado al moreno sobre lo del bebe. Estaba atardeciendo, decidieron comunicarse y encontrarse justo en el atardecer. Naruto se sentó en aquella banca del parque.
Y pudo observar a un matrimonio, justamente de donceles. Los cuales se encontraban jugando con su pequeño hijo, al parecer de un año de edad, el niño quería aprender a caminar. Se tambaleaba cada vez que intentaba alcanzar a su padre. Naruto instintivamente colocó una mano en su abdomen, e imagino aquella escena con el moreno y el pequeño... una escena que le removió por completo. De pronto sintió su móvil sonar. Y observó la pantalla... "Uchiha Sasuke-teme"
- ¿Mochi-mochi?-
- Soy yo-
- Hai- asintió mirando hacia el parque.
- Gomen. No puedo ir- El rubio ante esto se levantó del asiento.
- ¿Cuando puedes venir? Te esperaré-ttebayo-
- No tengo tiempo- el rubio pudo notar extraña la voz en el moreno.
- Tendré más clases particulares y este mes tengo un curso adicional de ingles- Se podía por otro lado ver al moreno, el cual apresaba un lápiz en su mano fuertemente. - He estado pensando... que después de todo. Es imposible...-
Naruto quedó en shock ante lo escuchado por el moreno.
- Nuestros padres nunca lo aprobarían y nosotros no podemos criar a un niño, por nuestra cuenta. Es muy probable que después... nosotros nos arrepintamos- decía con aquel tono que le caracterizaba pero más sumiso. Algo también que desconcertaba al rubio. Qué había pasado para que cambiara así, ¿tan de pronto? Estaba o más bien se le notaba a Sasuke más decidido ayer.
- Pienso que no es bueno seguir. Tu salud Naruto... eres muy joven. Dejaríamos la escuela, y todo lo que conocemos lo perderemos. Y no solo eso, también perderíamos a nuestros padres. Y ellos se han esforzado mucho por nosotros. Por ello... Gomen- Sasuke soltó el lápiz que tenia agarrado en la mano, tras las palabras dichas no se sentía aliviado. Sino todo lo contrario, - Yo... Naruto, te quiero. Demo... el bebe- Le dolía la garganta seguir hablando, - Tendremos que olvidarlo-
Por otro lado el rubio solo observaba el atardecer. Dejando que sus cabellos ondearan con el viento todo lo veía naranjo. A causa del color de la puesta de sol. Sus ojos estaban opacos.
- Yo... no creo que pueda olvidarlo-ttebayo- habló tranquilo.
El moreno ante ello su rostro mostró extrañeza, pero también dolor. El rubio observaba como lo el ultimo pedacito de sol de escondía.
- Olvidarlo...- tomó aire, para hablar firmemente, hasta enfadado, - ¡Sería igual que perder mi lazo por ti, Uchiha Sasuke!- y finalmente cortó. Mientras tomaba sus cosas y se dirigía rápido a su hogar.
Por otro lado Sasuke observaba el móvil. Ante las palabras del rubio. Lo dejó, para luego golpear fuertemente el mesón, haciendo que muchas cosas cayeran, mientras con su otra mano la pasaba por sus cabellos, intentando serenarse. Se recriminó por su propia actitud. Muy en el fondo... aunque no pudieran hacerlo, quería también que ese bebe naciera. Pero le preocupaba también todo lo demás, la relación de Naruto con sus padres y la propia de él con su padre Fugaku. No podía devolverle la mano así a su padre. Siempre había querido ser su orgullo, sabía en el fondo que ya su padre sabía la verdad. Pero la negaba... ¿Qué hacer en un momento así?... es muy fácil llegar y decir ¡Me hago responsable! Pero si no existen los medios ni la posibilidad, todo se va tornando difícil, uno es imaginar aquella situación. Y una muy distinta; El vivirla.
Por otro lado el rubio llegaba a su hogar con la cabeza gacha. Mientras su madre lo recibía en la entrada.
- Okaeri, Naruto- saludo la madre, mientras se acercaba al rubio. El cual se encontraba quitándose los zapatos; - ¿Qué tal en la escuela?- pero el rubio no respondió, - Ven pasa- le dijo mientras ella ordenaba los zapatos, Naruto avanzó a un lado de ella para luego dejar caer el bolso. Y volverse hacia su madre, abrazándose por la espalda. Mientras sus manos agarraban la cintura de ella. Esta suspiró posando sus manos en las de su rubio hijo. Escuchaba los sollozos de Naruto. La madre solo arrugo el ceño, cerrando los ojos en una mueca de dolor.
- Comprendo. Comprendo, Naruto- el rubio dejó que el llanto que tanto guardaba explotara. Sus mejillas se llenaban de lágrimas, mientras temblaba tan solo abrazando a su madre. Como cuando un niño necesita protección; - Desahógate- El rubio solo asentía, mientras los sollozos y espasmos a causa del llanto aumentaban, mientras su cuerpo caía levemente, temblando, la madre al igual que el hijo se sentó en el suelo. Y no pudo evitar que unas lágrimas cayeran. Hay cosas que les duele enormemente a los padres, y una de ellas sin duda es ver a sus hijos sufrir...
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Al día siguiente un carro se encontraba pasando por unas calles, la lluvia torrencial hacia que no pudieran andar a una velocidad adecuada.
- Mal tiempo, ¿no?- dijo el padre, mientras manejaba con sumo cuidado. Su esposa a su lado miraba de reojo a su hijo, el cual se encontraba detrás. Con la cabeza gacha. Quien imaginaría que aquel rubio era ese joven antes hiperactivo. Ahora solo se mantenía quieto y tranquilo.
- Aunque no necesitamos buen tiempo- completó la madre. El padre asintió. Mirando con nostalgia las calles.
- Pero este camino me recuerda a algo- el pelirrubio subió la vista a su padre. Observando aquel cabello que también el poseía, revuelto y rubio.- Cuando Naruto estaba a punto de nacer, recibí la llamada en el trabajo. Y con los nervios, corrí por estas calles como nunca antes lo había hecho- dijo rememorándose a si mismo, - Por aquella época no poseía un coche. Solo poseía una bicicleta. Ese hermoso día 10 de Octubre, no había nubes en el cielo. Y así lloré- ambos escuchaban atentamente, - el día en que mi hijo iba a nacer, fui bendecido con ese buen tiempo. Me dí cuenta que mi vida era buena, y grite: ¡Yaho! ¡Bien mi Bebe!- el rubio hijo agachó la mirada.
- Esa es una vieja historia, Minato- dijo la pelirroja. Para desviar el tema.
- En pocas palabras, lo que intento decirte Naruto es...- dijo mientras llegaban en frente de aquella clínica; - Que tanto tu Oto-san como tu Oka-san, desde el día en que naciste, siempre vamos a estar de tu parte- el rubio de pronto recobró aquel brillo en su mirar,
- Aunque digamos muchas cosas duras- se volteó para mirar a su hijo; - lo que quiero es que... no te preocupes- el rubio podía entender ahora a sus padres. Y elevando su rostro con una sonrisa asintió.
Dentro ahora en la sala de espera se encontraban Naruto y su madre, Kushina. Ambos tomados fuertemente de las manos. Esperando que les llamaran.
- ¿Uzumaki-san?- llamó una de las enfermeras, diciendo con un gesto de su mano que ya podían pasar. Kushina se levanto aun agarrada de la mano de su hijo, pero Naruto no se levantó. Kushina habló:
- Vamos, Naruto-
El chico cerrando sus ojos, se levantó. Ahora, estaba enfrente ahora de su rubia tía. Ambos sentados. Mientras que Kushina estaba parada en una esquina.
- ¿Estás bien?-
- Hai-
- Debes haberlo pasado mal, Naruto. Lo se- el rubio la observó. La rubia se acomodó, - Eligieras lo que eligieras sería difícil de todas maneras. Pero sinceramente creo que no es una mala solución, porque traer un niño a tu edad... puede poner en peligro tu vida-
- ¿Mi vida-ttebayo?-
- Si. La medicina hace constantes avances, por eso la gente tiende a olvidarlo. Pero dar a luz siempre pone en peligro la vida ya sea de una doncella o de un doncel. Sobretodo de estos últimos, hace muchos años, murieron bastantes donceles al concebir. Pero aun esa posibilidad existe hoy en día. La razón por la que no se permite casarse entre doncel y varón o doncella y varón hasta los 16 años. Es justamente porque el cuerpo no está preparado aun para el desgaste físico de un embarazo y el dar a luz. Por ello, para que no haya daños, la edad de casarse es establecida a los 16 años- se puso sería ahora para hablar.
- Es por ello que estoy en contra que los estudiantes de secundaria tengan relaciones. No importa mucho como la sociedad te tome y lo que seas después, pero si mueres. Ya no hay marcha atrás-
El rubio asintió mientras agachaba la cabeza. La rubia solo pudo dar un beso en la frente del rubio mientras este le observaba agradecido por el gesto.
- Bien. Ahora prepárate para la operación. Y te explicaré las medidas que vas a tomar-
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- Oto-san- dijo Sasuke fríamente observando a su padre, el cual se encontraba ene l living sentado frente a su laptop verificando nuevas cosas.
- No me veas así- le dijo mientras encendía un cigarro.
El moreno decidido se acercó a su padre.
- Lo que te dijeron los padres de Uzumaki Naruto, es cierto- dijo firmemente. El padre solo suspiró, - Yo y Naru...
- Anda a comer el desayuno, esta servido...- le interrumpió el padre, dejando de lado las palabras de su hijo. Como si no le interesaran.
- ¡¡¡Yo soy el padre varón de ese bebe!!!- gritó el hijo enfadado. Esta vez no iba a dejarse pisotear por su padre. Al menos quería decirle la verdad y que la asumiera.
- El dijo que quería tenerlo. Y he estado pensando... que debo afrontarlo y no debería huir de ello. Por eso, pensé que debía decirte la verdad- el hombre se levantó y se colocó delante de su hijo, Sasuke lo miró fijo pero tuvo que desviar la mirada, por el golpe enfurecido que su padre le había dado en pleno rostro.
- ¡¡¿¿Cómo puedes decir esas cosas??!!... ¡¡¡Retíralo ahora!!!- tomó a Sasuke por la camisa del uniforme, el moreno sintió el sabor metálico de la sangre. Pero lo enfrentó de todas formas.
- No lo voy a retirar...- otro golpe en la otra mejilla le llegó de lleno. Se quejó al sentir su mandíbula algo desencajada. Era terrible sinceramente, ver como un padre le pegaba a su propio hijo.
- ¡¡¡Retíralo!!!-
- ¡¡¡Te dije que no lo haré!!!- y le pegó un combo en el estomago, haciendo que Sasuke se retorciera del dolor soltando sangre por la boca.
- ¡¡¡AHORA RETIRALO!!-
- ¡¡¡NO VOY A RETIRAR LA VERDAD!!!- gritó el hijo tras recibir el ultimo golpe que el padre le dio, corriendo de allí con dirección hacia fuera. Sosteniéndose el estomago, con una de sus manos, mientras con la otra limpiaba la sangre de su boca.
Mientras el padre, Fugaku pateaba cuanta cosa se le pasaba por delante, enfadado, sulfurado y gritando. Mientras detrás de uno de los umbrales de la puerta Mikoto le observaba con una lagrima pasando por una de sus mejillas. No se había atrevido a intervenir. Después de todo ella solo era la asistente. No la madre del pequeño Sasuke... ni la esposa de Fugaku para calmarle. Fue ahí que un dolor interno le dio de lleno. Y más al escuchar las palabras del Uchiha.
- ¡¡¡¡No!!! ¡No otrá vez! ¡Primero él y ahora Sasuke! Maldito Itachi... que nos maldices- ante aquellas palabras la pelinegra tuvo una sensación de vacío. Se sintió sumamente mareada, provocando algo de ruido al intentar sostenerse en el umbral. Una imagen llegó a su mente. Un chico parecido a Sasuke, pero con cabello largo amarrado a una coleta baja, le miraba con dulzura y ella estaba... ¿embarazada?... y le sonreía. Solo pudo observar como los labios de ese niño se abrían para decirle... "Oka-san".
Fugaku de pronto sintió un ruido desde uno de los umbrales de la puerta y pudo observar a la morena la cual al parecer se tambaleaba, mientras su vista se veía extraña. Fugaku asustado llegó hasta ella antes que la mujer, desmayada cayera al suelo.
- ¡Mikoto!- pero la mujer no reaccionaba solo balbuceaba cosas sin sentido y un nombre.
- Itachi...- Fugaku se dio cuenta de ese nombre en labios de ella y cerró los ojos con fuerza. Apresándola en un abrazo protector. La tomó en modo nupcial y se sentó con ella en el gran sofá, acercó su rostro al de la morena.
- Mikoto...- susurró y la besó levemente en los labios. Esta aun seguía en la inconciencia, pero tras ese acto la morena se acurrucó más en el pecho del hombre. Este la observó acariciando los cabellos azulados sedosos. - Aun no es tiempo... Mikoto-
Sasuke por su parte caminaba sin rumbo fijo, se sentía algo mareado por la paliza que le había dado su progenitor. Sabía que eso ocurriría, pero no pensó que de aquella forma. De pronto alguien se acercó a él. Llevaba un paragua y lo ofreció a Sasuke.
- ¿Eres tú... Uchiha Sasuke-kun?-
- Hai- dijo este embobado ante aquel rubio. Ya sabía quien podría ser.
- Yo soy el padre de Naruto- El moreno asintió, sabía con tan solo verle, que Naruto y el físicamente eran casi iguales. Seguramente así sería Naruto cuando fuera mayor, no pudo evitar una leve sonrisa, que el padre de Naruto no capto. Sasuke pensó que sin duda Naruto seguiría siendo atractivo hasta muchos años más. No comprendiendo por completo el porque, se enorgulleció de aquello. - Tenemos que hablar- interrumpió Minato. Sasuke asintió. Levantándose, para luego quejarse un poco. Por el esfuerzo.
- ¿Fue tu padre, no?- el moreno le miró de reojo, - El que te golpeó- Sasuke bufó molesto no dándole importancia a eso. Minato ahí comprendió que no podía echar la culpa solo a Sasuke. Sinceramente tenía un padre de trigos no muy limpios. Y así comenzaron a caminar.
Claro que no notaron que un auto con dos personas que en sus chaquetas decían "Akatsuki", les seguían.
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- Pasen por aquí, onegai. Hasta que todo esté listo- dijo la enfermera haciéndolos pasar a una habitación con una camilla. Ambos, asintieron. El rubio fue directo a la camilla, y se acostó pero con ropa en ella. Ni siquiera sacó sus zapatos. Solo quería estar así por unos minutos.
La madre para animar un poco al rubio le pidió permiso acostándose también en la cama, aun lado de él.
- Hace mucho que no estábamos así Naruto- pero al rubio le llamo la atención de pronto un ruido de un llanto. Al parecer en la habitación continua, había nacido un bebe.
- Oka-san-
- Dime-
- ¿De verdad, crees que podré olvidarlo-ttebayo?- decía con la voz suave pero temblorosa. - El mismo lo dijo. Qué solo debía olvidarlo...
- Entonces eso te dijo- terminó finalmente desviando la mirada. La madre. Suspiró, - Podría decirte que se como te sientes, pero a la vez no lo se del todo. Tuvimos situaciones distintas-
- Yo creo...- miraba recostado hacia el techo de la sala, al igual que su madre. - Que no podré olvidarlo nunca-ttebayo. Porque... después de todo, no es culpa de nadie.- Sus ojos se humedecieron, pero no había rastro de arrepentimiento,
- Es el resultado, de algo que hice- la madre miraba el techo pero sus pensamientos estaban en la valentía de Naruto. - Oka-san, tú siempre me lo has dicho ¿no? Que he de hacerme responsable de mis actos- Se levantó levemente hasta estar sentado. Apresando con sus manos su abdomen; - Quizá mi responsabilidad es...- dio una sonrisa pequeña, - No olvidar nunca a este bebe-.
La madre se levantó, apoyando una mano en el hombro del rubio.
- Naruto, es verdad que te decía que te hicieras responsable de tus actos. Pero "Responsabilidad" creo que es diferente a "Sufrir". Aceptar las cosas que has hecho es importante, pero también creo que es importante que seas capaz de vivir feliz-.
El rubio escondió su mirar, dejando que los flequillos rubios taparan su expresión, - No seré capas de vivir feliz nunca, si no soy capaz de olvidarlo todo-ttebayo- la pelirroja le dolía ver así al rubio.
- Hai, es verdad- asintió a pesar d ello. Supongo que es imposible olvidarse de todo, ¿ne? Pero a pesar de que es doloroso, nos esforzaremos- dijo aferrando los brazos de su hijo, dándole un abrazo. Naruto sentía aquel tacto, el tacto de un progenitor. - Para mí, lo más importante en este mundo, eres tú Naruto. Por eso...-miró a su hijo, - daré lo mejor de mí por ti-
Este le observó. Una mezcla de curiosidad, miedo, ansiedad. Un montón de sentimientos, que jamás había tan agolpadamente en su preciado hijo.
- ¿Lo más importante en este mundo...?- la pelirroja, extrañada asintió. - ¿Aunque haga que te preocupes mucho-ttebayo?- volvió a asentir. Mientras el rubio volvía a preguntar- ¿Aunque haga algo impensable?- nuevamente asintió, el rubio agachó su mirar, - ¿Aunque les haga sufrir a Oto-san y a ti, Oka-san?- asintió. El rubio estaba perplejo.
- ¿Por qué?-
- Me pregunto el por qué... no es algo lógico- decía haciendo un puchero aniñado, a lo cual el rubio dio una leve risita. Y desvió su mirar a su hijo, - Cuando naciste, cuando por primera vez vi tu rostro pequeño y arrugadito- el rubio dio un puchero, la pelirroja solo sonrió con cariño, - yo cuando te vi pensé: "Ah... Yo he nacido para conocer a este niño" y al saber tu condición de doncel, me dije a mi misma conocerte más, sabes que existen a pesar de todo. Muy pocos donceles-
El rubio ante ello, posó sus manos en su abdomen. Mirando sus manos encima de el, para pasar nuevamente a su madre.
- Oka-san, mientras más pienses que yo soy importante para ti. Yo siento eso mismo por...-
Pero interrumpió la voz de la enfermera tocando la puerta.
- Disculpe la demora. Onegai, vayan a la sala de operación- La madre asintió, mientras se levantaba. Naruto se demoró un poco.
- Naruto... vamos- le dijo.
(Mr.Children - "Shirushi" (Prueba) Tema principal del drama
Importa que la escuchen mientras leen...
http://www.youtube.com/watch?v=qlBL67aWMEo)
...Cada uno escucha el corazón del otro,
Latiendo a diferente ritmo.
Como si las cosas hubieran tenido que ser así,
Desde un principio...
Naruto se detuvo justo en frente de aquella puerta y miró aun lado, la otra puerta, la salida. Su madre arreglaba las cosas para él, Naruto lentamente se dio vuelta y la observó.
- Gomen ne... Oka-san- la madre escuchó confusa a su hijo. Mientras se volteaba a verlo. Este poseía una mirada decidida. Mucho mas de las antes vistas, decidida y retadora.
- Pero, no lo voy a hacer. ¡¡¡No me voy a operar dattebayo!!!- y tomando todas sus fuerzas se dirigió hacia la otra puerta, de salida.
- ¡¡¡Naruto!!!
Naruto ahora corría mientras la lluvia golpeaba todo su cuerpo. Mojándolo completamente huyendo... huyendo de todo el daño que podían hacerle.
"¿A donde iba? Ni yo mismo lo sabía dattebayo. "
... No importa que palabras diga.
Suenan a mentiras,
Arrugué la carta que había escrito,
Con la parte reflexiva de mi cerebro...
"Demo Oka-san... fue ahí que entendí por primera vez, que nacer, ser capaz de respirar y de correr, es realmente un milagro maravilloso"
Naruto dejaba de correr mientras ahora no se daba cuenta, había llegado a aquel parque... aquel parque donde mucho había convivido con el moreno. Mientras la lluvia lo mojaba completamente. Naruto alzó la vista hacia los árboles y finalmente hacia el cielo.
"Y también que cada gota de lluvia que cae y cada estrella del cielo que estén ahí, es algo increíble-ttebayo"
El rubio sonreía levemente, mientras sus lágrimas salían confundiéndose con las gotas de lluvia que caían en su rostro.
...¿Oyes la voz de mi corazón?,
¿Podrá alcanzarte?,
En esta canción silenciosa.
Ohh...
Mientras un padre se encontraba aun lado de cierto moreno golpeado. Observándole.
- Tenemos que hablar sobre el bebe- el moreno le observó dispuesto a enfrentarle.
...Cariño, Cariño
Te he visto desde muchos ángulos diferentes.
Todos ellos son sublimes.
Me has enseñado...
Lo que es el amor....
Por otro lado se podía observar a una madre desesperada, corría por las calles de la ciudad, con un paraguas cuidándole de la lluvia, dispuesta a encontrar a su hijo.
Mientras en cierto parque cierto rubio seguía observando aquel cielo. Mientras seguía dejando caer sus lágrimas y agarraba con sus manos su abdomen, acariciándole. Como en una especie de seguridad entregándosela al pequeño ser que se formaba en su interior.
Y al igual que el rubio, cierto moreno dentro de un auto abría el ventanal, dejando que la lluvia le mojase, observando también el cielo. Conectándose simple e inconscientemente. Ambos mirando a ese cielo... dejando que la lluvia limpiase sus torturadas mentes. Y a la vez queriendo permanecer para siempre así, no lo comprendían pero en aquel momento, se sentían conectados. Sabían que uno se encontraba pensando en el otro, y a la vez ambos pensando en aquella nueva vida, ese bebe.
...Como en esos memorables días en el calendario,
Mi memoria se llena de momentos,
Que ha cada instante he vivido junto a ti...
...Continuará...
