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No puedo evitarlo por Yageni

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Notas del fanfic:

Este fic va dedicado a Dita.

Sí sí ya se que te prometí un Paul por Ban y un Paul por Ginji, están en proceso, despacio pero seguro, además desperté en casa de Ra, vi la compu y me empezó a salir esto así que nada!! encima lo que tengo en papel de esas historias quedo en mi casa de Villa Urquiza y esto salio de una XD

Lo subo primero acá así después puedo corregirlo mas fácil que en amor yaoi, es que ahora si le das el ok no es lo mismo!! XD

Bueno espero que te guste

Notas del capitulo: ...
Esa mañana cuando Ban se levantó lo hizo sintiéndose pésimo.

La noche anterior el y Ginji habían estado discutiendo… discutiendo sobre aquello que eran ellos dos.

Amistad y sexo. Mala idea cuando a uno se le da por mezclarlos.

El rubio tenia expectativas totalmente distintas de las suyas, así se lo había dado a entender durante la discusión de esa noche… llegar a un acuerdo había sido, obviamente imposible y se habían despedido con sonoros portazos desde sus respectivas habitaciones.
Pero entonces ¿Por qué sentía que algo no terminaba de cuadrar? ¿Por qué sentía que se le hacía un nudo en la boca del estomago cuando empezó a caminar por los escasos ambientes de la casa que compartían sintiéndose cada vez peor a medida que iba verificando que el emperador relámpago no estaba?

¿Acaso se había equivocado respecto de lo que sentía por él?

Cuando encontró la carta sintió que el corazón le daba un vuelco.

Abrió el sobre sintiendo que le temblaba el pulso y con la boca seca por los nervios comenzó a leer.

Querido Ban:

No puedo evitarlo, te juro que realmente no puedo.

Por ejemplo, cuando viajamos en el auto y tus ojos azules se pierden poéticos y melancólicos en el horizonte... surge como algo natural en mi, el buscar tu calor, refugiar mis labios en tu cuello, morderte, respirar el olor de tus cabellos y hablarte provocándote cosquillas…

”—Ginji, maldita anguila eléctrica, deja de enroscarte en mi, ¡¡no me dejas conducir!!—”

Puedes llamarme como quieras, sé que nada podría hacerte decir algo que no piensas o no sientes, aunque a veces tuerzas lo que realmente te pasa para no herir a nadie, no te guardas nada de lo que pasa por tu mente y esta bien que sea así.

Pero yo no puedo evitarlo, siento que es como tratar de detener la nieve con las manos.

Recuerdo esas noches de lluvia en las que aun no teníamos este lugar que hasta ayer llamábamos nuestro hogar, y Paul nos ofrecía el cuarto del Honky Tonk para evitar que nos mojemos, tu cuerpo me llamaba desde la otra punta de la habitación y yo dejaba mi cama improvisada para colarme en la tuya, para meterme en tus pijama y comenzar a luchar para que dejaras de usarlo y le faltases un poco el respeto al buen hombre que nos cobijaba…

”—¿Como puede ser que no te canses? ¿Tienes baterías? ¿Se puede saber de donde te apagas rubio del demonio?—”

Podías quejarte cuantas veces se te antojara, pudiera ser que realmente lo hicieras en broma o sólo para ocultar lo que realmente sientes, me arriesgaría a decir que tienes miedo a salir herido, no te culpo, e igualmente no podría imaginarte actuando de otra forma… porque esa es tu forma de ser; pero yo no puedo evitarlo, es como pretender que el viento no sople…

Cuando volvías de tus eternas caminatas, con los bolsillos llenos de golosinas y paquetes vacíos de cigarrillos, y yo corría a tus brazos y me colgaba de ti como si hubieran pasado años desde la última vez que nos hubiésemos visto. Y aunque solo habían transcurrido unas horas, llenaba tu cara de besos desvergonzados y repetía tu nombre hasta el hartazgo, por lo general, hasta tu hartazgo

—“¿Me extrañaste rubio teñido? Sigues tan latoso como cuando me fui…te traje algo, a ver si así te mantienes ocupado, callado por lo menos—“

Camina tan lejos como quieras, pon toda la distancia física que te sea posible, aun así tu siempre estas aquí, en mi corazón y quiero creer que yo estoy en el tuyo, pero ahora veo que me equivoqué. Supongo que por eso respeté tus indiferencias todo lo que pude, tus lejanías y también tus abstracciones. Pero solo me duraba un rato, algunas horas o si tenías suerte un día, como mucho. Tú sabes bien que significaba un esfuerzo para mí, porque tú puedes pero yo...

Yo no puedo evitarlo, no quiero hacerlo, realmente no quiero… cierro los ojos y lo siento inundando mi alma como algo que no puedo manejar, algo que se da de forma tan natural e inevitable como el romper de las olas contra las rocas…

”Me gustas mucho Ban”

”Te eché de menos”

”Te necesito”

”Te quiero siempre a mi lado”

”Por favor, quédate conmigo”

”Eres todo para mí”

”Te deseo…”

No puedo evitar decirlo, no puedo. No puedo tampoco evitar mis actos.

Te amo

Y por eso, no puedo evitar lo que siento.

Por eso tampoco puedo evitar esta despedida.

Anoche, después de nuestra “charla” no pude dormir y llegue a una conclusión, no muy difícil de

dilucidar: si tu no sientes lo mismo que yo, y yo no pudo evitar lo que siento,

entonces lo mejor será separarnos, y que yo me vaya para que lo que siento no te inoportune

Gracias por todo Ban. Ha sido un placer ser tu amigo y también tu amante.

Perdóname por las molestias

Te ama con todo su corazón

Ginji Amano. Ex emperador relámpago, ahora ex Get Backer.


P.D.: tengo la tonta ilusión de que saldrás a buscarme. Me voy en el bus de las 11:30







Ban terminó de leer la carta y con la mayor velocidad de la que era capaz salió corriendo,
la parada estaba cerca de su casa y pronto serían las 11:35

Llegó tarde, sólo para ver la parte trasera del bus azul y blanco alejándose, dejando un triste penacho de humo gris tras de si.
Agotado apoyó las palmas de sus manos sobre sus rodillas tratando de recuperar el aire, maldijo su suerte, sintiéndose al borde del colapso, tenía que dejar de fumar, eso y encima los ojos se le anegaban con lágrimas que él no quería dejar salir. Se preguntó mil veces ¡¿por qué no había subido al auto?! Dio media vuelta con toda la intención de ir por su Subaru y perseguir ese bus por todo el madito Japón si era necesario

¿Cómo no se había dado cuenta antes de todo lo que sentía?? ¿Como había sido posible que hubiese estado tan ciego?? Lo peor era que todo ese tiempo había estado lastimando a su amigo
Se quitó los anteojos y secó los ojos azules con el reverso de la mano…

Volvió a colocarse las gafas y se disponía a ir a por el auto, cuando una voz le llamó, haciendo que casi se le escapase el alma del cuerpo

—¿Ban??— era la voz del rubio, que le miraba entre atónito y feliz, había estado sentado en la banca de la parada con los ojos rojos por el llanto y ahora se ponía de pie.

—¡Ginji!—exclamó el telépata lanzándose al encuentro del rubio para abrazarlo con los ojos llenos de esas lagrimas que se esforzó por ocultar por puro orgullo. —Perdóname, soy un imbécil, no puedo evitarlo.

Ginji soltó una risita, sin dejar de abrazar a esa persona que amaba tanto…

Los dos eran un par de tontos enamorados… y no podían ni querían evitarlo…
Notas finales: No esta bien que yo lo diga pero me gusto bastante como me quedo y por suerte no tuviste que ilusionarte con una historia que termino siendo otra XD como siempre!!!

besos!!

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