Me siento mal como en un hueco, antes tenia una razón muy poderosa para continuar con mi vida, ahora creo que la he perdido, la razón por la cual madrugaba todos los días, solo para verla, la única razón que me hizo desear siempre estar en mi colegio, y hasta comencé a molestarme con las vacaciones, pero ahora no tengo ganas de nada, la energía que tenia se fue con ella, poco a poco me voy ensimismando y no quiero eso pero no se que hacer.
Su nombre es Carolina, la conocí hace algunos meses pero es de las personas que mas me importan en mi vida, ella se acerco a mi sin mas, poco a poco nos fuimos conociendo, desde siempre fuimos completamente sinceras entre nosotras, nos fuimos tomando mucho cariño, hablábamos de nuestros problemas y nos apoyábamos mutuamente, ella me protegía y yo a ella, cuando estaba triste o aburrida Carolina se refugiaba entre mis brazos, era increíble como me sentía en esos momentos, muy feliz, tengo una mejor amiga, pensaba, a nadie nunca considere así, he pasado los mejores momentos de mi vida con ella, y ahora que no esta conmigo la añoro tanto.
Extraño tanto aquellos tiempos juntas, cuando íbamos a caminar, platicábamos y comíamos algo, en las tardes al terminar la jornada le tomaba la mano en la puerta y le decía con un puchero “¿ya te tienes que ir?” y me respondía con mirada triste “si, tengo que llegar ami casa” o cuando estaba mas animada respondía “¿quieres que me quede contigo?” y me abrazabas de una manera muy sugerente, yo solo sonreía divertida, me dabas un beso en la mejilla y partías, yo te siga con la mirada hasta que doblabas la esquina.
No se que fue lo que ocurrió entre nosotras, al paso de los días nos veíamos y hablábamos menos, me desesperaba esta situación, no entendía que pasaba ¿acaso le había hecho algo malo? ¿Paso algo que no se? Tenía mil preguntas que hacerle pero no dije nada, hasta que llego wel punto en el que pensé que no existía para ella, que no le importaba, que no le interesaba en lo más mínimo. Mi actitud comenzó a cambiar, ya casi ni hablaba con mis demás amigas, estaba ausente de la realidad.
Un día Carolina me hablo, estábamos solas, fuimos a un lugar donde pudiésemos hablar tranquilas, me pregunto que si me sucedía algo con ella, que si la odiaba, le respondí que no, que todo estaba normal, luego de esa conversación las cosas fueron peor, si la veía de lejos tenia suerte, y fue en ese entonces que me di cuenta de que la extrañaba demasiado, que la necesitaba en mi vida para ser feliz, eso me sorprendió, a la vez que me causo un poco de temor, que pensaría ella, no tenia ni idea y deseaba saberlo, pero el miedo pudo mas que la curiosidad no fui capaz, he sido una cobarde, tal vez si me hubiese atrevido a hablar en su momento las cosas estuviesen bien entre las dos, pero no es así , ahora ni siquiera nos saludamos, es tan triste. Si cruzamos miradas ella las esquiva, huye de ellas, como si fuera a hacerle algo malo, acaso no entiende que lo único que quiero es verla feliz, ver que esta bien y protegerla, eso es lo único que deseo.
La única forma en la que sonrío es cuando la veo sonreír a ella, me llena de alegría y me siento completa, cuando la veo a lo lejos hablando con sus amiga, sonriendo y hasta estudiando, me encantan sus gestos, cuando entiende algo, cuando se sorprende, cuando se asusta, cuando esta feliz o imitando a alguien, siempre la veo hermosa, creo que cada día la veo mas radiante que el anterior. Con todo eso las fui amando cada día mas, con cada una de sus palabras, cada una de sus miradas, con cada beso y cada abrazo que eran solo para mí, porque fue en la única que he confiado plenamente y a quien mas he querido, quien mas me ha importado. Pero ahora esta tan lejos de mi, cada vez que la veo siento un nudo en las garganta y un vacío en el estomago, me hace falta, realmente me hace mucha falta.
Al entrar del descanso nos encontramos en la puerta, quedamos de frente, mirándonos directamente a los ojos, sentí que mi respiración se detuvo, ¿y ahora que hago? Me pregunte, quería decirte tantas cosas, que te extrañaba, que te quería, que comenzáramos de nuevo nuestra amistad, que perdonaras mi actitud tan poco madura, que aun confiaba en ti a pesar de todo lo que paso, quería poder abrazarte fuertemente contra mi darte un beso en la mejilla y quedarme platicando contigo, todas esas ideas cruzaron en un segundo por mi cabeza, pero no hice absolutamente nada, ni me moví, solo te miraba fijamente, pero agachaste tu cabeza y te giraste, fuiste hacia tu salón, yo seguía inmóvil, pero te seguí con la mirada hasta que entraste a tu salón, cuando deje de verte pude respirar normalmente otra vez, pero volví a sentir el vacío por no tenerte.
Fui a mi salón y comencé a escribir todo esto, poco a poco voy perdiendo la esperanza de que vuelvas a mi, solo quiero que sepas que te extraño y te quiero, y nunca voy a olvidarte, siempre serás una parte importante de mi.