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Helado de Fresa por chibiichigo

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Notas del capitulo:

holita!!!! bueno con ustedes el segundo capitulo^^

espero que lo disfruten^^

besos

C.

Conforme los días pasaban, Sasori y Gaara frecuentaban más la heladería. El primero simplemente por diversión y el segundo por lo placentero que resultaba charlar con Sasuke. En poco tiempo se habían vuelto medianamente cercanos. Discutían de temas comunes o comentaban sobre algunos asuntos, pero ninguno de los dos se atrevía a tocar temas de índole más privada.

Sasori, en cierta manera se había encariñado ya con el moreno, a quien veía más como un amigo de su padre que como otra cosa. Mientras el cariño del menor por el chico se iba volviendo mayor, el Uchiha no podía más que agradecerle a los dos Sabaku dejarlo internarse un poco en sus vidas.

Habían pasado semanas desde el altercado en la heladería, mismo día en que se conocieran, y finalmente Sasuke ya sabía algunas de las cosas personales de Gaara. Tenía dos hermanos mayores que lo habían apoyado cuando sus padres le voltearon la espalda. Trabajaba en un estudio artístico liderado por un pintor afamado de nombre Sai, que era el mejor amigo de su hermano y así era como había sacado a Sasori adelante. También le había contado la extraña afición que compartían su hermano y su hijo por los títeres. Había sido Kankurou quien le había enseñado al pequeño como armar marionetas en su taller, a pesar de su corta edad.

Con cada pedazo de la vida de esos pelirrojos tan cautivadores, Sasuke se encontraba más intrigado por ellos. Gaara casi nunca le hacía preguntas a él. Se limitaba a escuchar todo aquello que el Uchiha quisiera decirle, sin forzar jamás la información. De la forma más natural, el azabache le contó que la heladería era manejada por su familia, acerca de su hermano mayor y su esposo, que ahora tenían niños un poco mayores que Sasori. Le contó un poco de su infancia, sin llegar a entrar en muchos detalles. Ese periodo de su vida no era precisamente digno de recordar.

-Sasuke… ¿tienes planes para el sábado?- preguntó Gaara interrumpiendo de forma abrupta la conversación que tenían ese día.

-No, todavía no. ¿Por qué?- preguntó desconcertado el aludido.

-¿te gustaría venir a casa a comer?- el azabache se ruborizó un poco, mientras que el pelirrojo desviaba la mirada un tanto nervioso antes de romper la incómoda pausa que se había hecho de forma involuntaria. – Es que… es mi manera de agradecerte por, bueno… tu sabes, siempre ser tan atento y dulce con Sasori y conmigo.

-Claro, me encantaría- acordó Sasuke velozmente, antes de que las cosas se tornaran todavía más extrañas y difíciles de manejar.- El sábado te veré… bueno, los veré.

-_-*-_-*

Se encontraba frente a un edificio a unas cuantas calles de la heladería. Se dirigió a su “cita”, vestido de manera informal, jeans y playera tipo polo, y sosteniendo en las manos un bote de helado de fresa. Sabía que era el helado favorito de Gaara…

-_-*-_-*

-Hola, me alegra que hayas venido- lo recibió el mayor de los pelirrojos mientras terminaba de ponerse la playera y ayudaba a Sasori a abrochar su pantalón. La escena enterneció al moreno, que encontraba todo tan irreal y cálido. Como si hubiera entrado en una película…

La tarde transcurrió muy tranquila, y en un ambiente tan acogedor que prácticamente se sintió como si hablara con su familia. Mientras Gaara ultimaba los detalles para la comida, Sasori lo puso a jugar con algunos títeres de su amplia colección. Sinceramente era asombroso la naturalidad con que manejaba esos juguetes a pesar de ser tan pequeño.

-Ya… hijo deja esos títeres en paz y corre a lavarte las manos para comer.- finalizó con la demostración Gaara, al tiempo que levantaba al pequeño del piso. Sasuke insistió en ayudar un poco al pelirrojo, sin embargo éste se negó, alegando que era el invitado y simplemente debería sentarse.

Después de comer, los dos adultos charlaban amenamente, y el pequeño jugaba tranquilo en su habitación. Tan interesados estaban en su conversación, que no se dieron cuenta que la noche había caído, y una tormenta amenazaba con caer sobre ellos.

Cuando comenzaron a caer gotas en el enorme ventanal de la sala, Sasuke cayó en la cuenta que eran pasadas las diez. Debía irse a casa, pero el cielo estaba cayéndose fuera. Sin tiempo para reaccionar, la tormenta se había cernido sobre la ciudad.

-Creo que debo irme- se excusó  al tiempo que tomaba su abrigo y se dirigía a la salida.

-Sasuke. No seas ridículo. Está espantosa la lluvia…- intentó deternerlo Gaara infructuosamente. Cuando el Uchiha decidía ponerse de necio, era más fácil hacer que el mundo entero aceptara que estaba en un error antes que él lo hiciera.

-No Gaara gracias. Estaré bien… te llamaré en cuanto llegue a casa para que sepas que estoy bien.- dijo mientras sonreía para calmar un poco a su anfitrión. Lo cierto era que tampoco le parecía la mejor idea del mundo salir con la tromba a todo lo que daba, pero no quería continuar importunando a Gaara.

-_-*-_-*

-Vaya… tardaste cinco minutos en regresar- dijo burlón el pelirrojo mientras le entregaba a Sasuke una toalla. No había caminado más de dos casas antes de volver al departamento hecho una sopa…

-No te rías de mi… no es gracioso- repeló el moreno molesto.

-No me río…- Gaara seguía con un gesto de satisfacción en el rostro. –Te va a dar un resfriado si no te duchas… hay toallas secas en el mueble de ahi. – indicó mientras lo guiaba al baño.

Obedientemente, el Uchiha se metió en la regadera mientras Gaara revisaba que Sasori estuviera dormido. Al salir, se acercó al pelirrojo, todavía con la toalla cubriéndole la parte inferior del cuerpo. Se había dado cuenta un poco tarde que no tenía ropa para cambiarse, y no se iba a poner de nuevo las cosas empapadas.

Al mirar a Gaara, contemplando desde el umbral de la puerta al pequeño que dormía plácidamente, no pudo más que dedicarle una sonrisa al aire. Cada vez que veía a ese pelirrojo con su hijo, deseaba llegar a tener algo así.

Mientras veía la escena, su mente comenzó a vagar. Era estúpido negarse a si mismo que tenía alguna clase de sentimientos por ese pelirrojo, que había llamado su atención desde que entró por vez primera a su vida, pero debía tener esos pensamientos apartados de su mente. No creía que Gaara lo correspondiera, ya que lo  veía como a su consejero y amigo. Con un poco de dolor, se acercó.

-¿Qué ocurre?- preguntó el pelirrojo, dándose cuenta demasiado tarde de que la respuesta era obvia. Condujo al Uchiha a la habitación y comenzó  a buscar entre los cajones. Sasuke simplemente lo contemplaba… esas facciones tan delicadas y lo frágil que parecía detrás de esa primera impresión de ser irrompible. Le asombraba que alguien tan fuerte pudiera parecer tan frágil a sus ojos. Cómo le provocaba a protegerlo contra todo el mundo.

-¿Tu que tanto me ves?- preguntó con media sonrisa mientras le entregaba un pantalón de pijama.

-Nada. Es solo que… olvídalo- dijo Sasuke indiferente mientras desviaba la mirada y se concentraba en aquello que le acababa de dar Gaara.

-Dime…- dijo el otro, clavando sus ojos claros en los de Sasuke, y acercándose inconscientemente, quedando apenas a unos centímetros de él.  El Uchiha permaneció en silencio, sin apartarse y admirando a ese chico.  De pronto, sin saber porque lo había hecho, depositó un casto beso en los labios del menor.

-Lo…yo lo… siento Gaara. No sé que me pasó…- comenzó a disculparse tan pronto recuperó la conciencia de sus actos. Intentó apartarse un poco del chico, pero este lo tenía agarrado férreamente todavía. No decía nada… pero tampoco se veía molesto.

-No te disculpes- dijo finalmente, después de analizar un poco la situación. Sin decir nada más, lo besó tierna pero apasionadamente. Y así comenzaron un ritual de besos y caricias, mientras el Uchiha conducía al pelirrojo a la cama…

-Creo que no utilizaras el pantalón de pijama esta noche…- comentó Gaara con lujuria mientras se acercaba al oído del moreno.

 

 

-_-*-_-*

 

 

 

Cuando se despertó no había nadie en la cama. Todavía se sentía el calor del otro lado, signo de que no hacía mucho el pelirrojo se había levantado.  Se incorporó de la cama, buscando con la mirada los pantalones que debían estar todavía en el suelo… y así era.

Se los puso rápidamente antes de salir del cuarto y fue en busca del Gaara.

Lo encontró en la cocina, dándole hot-cakes a Sasori. El pequeño Sasori solamente podría mirar al Uchiha con cierto desconcierto pero sin perder la naturalidad.

-¿Por qué estás aquí?- preguntó al tiempo que se metía un bocado a la boca. No sabía que responderle al niño. Afortunadamente, su padre habló antes de dar tiempo a que el cerillito preguntara otra cosa.

-Se quedó a dormir anoche porque estaba lloviendo. Si se hubiera ido se hubiera enfermado…- habló calmado, todavía concentrado en la cafetera. Volteó momentos después, dedicándole una cálida y sincera sonrisa a Sasuke.

-¿Quieres café?

-…Si, por favor.

Se acercó a Gaara y, todavía sin saber como reaccionar a lo de la noche anterior, lo rodeó por la cintura. Vio con agrado como Gaara se iba coloreando discretamente, al tiempo que revisaba que el pequeño Sasori estuviera lo suficientemente entretenido como para no notar nada.

-Buenos días…- dijo Sasuke con su vocecita ronca y sensual al oído del menor, que simplemente sonrió y giró rápidamente para besarlo fugazmente en los labios.

-Buenos días señor…- luego, en un tono un poco más juguetón, pero sin perder la seriedad agregó- no hagas eso en frente del niño…

El desayuno estuvo cargado de esas caricias debajo de la mesa por parte de ambos, y sonrisas fugaces dedicadas únicamente como símbolo de reconocimiento.

Poco después de desayunar, Sasuke quiso llevar a Sasori al parque a jugar. Gaara tenía cosas que hacer así que simplemente dejó que ambos se divirtieran juntos.

-Oye Sasu…- dijo Sasori quitado de la pena mientras se columpiaba.

-¿Qué ocurre Saso-chan? –Sasuke estaba realmente ido en ese momento. Pensaba en la forma tan calida y llena de dulzura que guardaba Gaara dentro de su coraza de indiferencia.

-¿Quieres a mi papi?- esa pregunta lo regresó de golpe al mundo.

-Si, claro que lo quiero… tu papá es muy especial para mi. ¿Por qué?

-Porque él habla mucho de ti… una vez mientras dormía decía tu nombre.- el niño evidentemente todavía no comprendía la magnitud de sus palabras, ni el motivo de que el de ojos oscuros se sonrojara levemente.

-_-*-_-*

Sasuke devolvió a Sasori con Gaara rápidamente. A pesar que no quería irse, sabía que tenía que hacerlo en ese momento…

Ya iba saliendo cuando llamó al pelirrojo para hablar un momento con él.

-¿Qué ocurre?- Gaara cerró la puerta tras de él.

-Es acerca de lo de ayer… es decir… es que yo no quiero que nuestra relación cambie… bueno, la verdad si quiero… pero no quiero si tu no quieres… lo que pasa es que…- el dedo de Gaara se posó en su boca, haciéndolo callar.

-Comprendo… estuve pensando yo también en eso… ¿Qué quieres hacer?- Gaara se veía comprensivo, pero había recuperado un poco ese tono tan suyo… estaba a la defensiva.

-Lo que tu quieras…- fue lo único que logró contestar Sasuke. Esa era un arma de doble filo…

-Sasuke, déjate de tonterías. Dime que es lo que quieres. Yo se lo que quiero perfectamente. ¿Tú sabes lo que quieres?- su voz tomó un matiz mezcla de sarcasmo y dureza, que hizo al Uchiha reaccionar.

-Es que yo quiero que estés a mi lado… tu sabes… más que amigos- le costaba trabajo decir esas palabras. Tenía miedo que Gaara finalmente no estuviera buscando eso.- ¿Tu?

-Yo quiero lo mismo…- dijo con seguridad, mientras se acercaba con un ligero aire de sensualidad al Uchiha y le plantaba un beso que lo llevó al cielo y de vuelta.

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado. A mi particularmente me pareció un capitulo muy tierno... ojala a ustedes les haya gustado. Bueno agradecería humildemente si tuvieran la gnetileza de dejarme lindos reviews ^^ 

XOXO

C.


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