Solté un poco de vaho en la ventana para quitar la ultima mancha, listo, los vidrios estaban limpios, me tomo tres horas limpiarlos pero por fin habían quedado rechinantes, sonreí victorioso y satisfecho, ahora solo hay que limpiar el resto de la casa, gire hacia el demás cuarto, basura por aquí, montones de escombros por allá, chatarra, paredes grafitteadas pero al menos mis vidrios estaban limpios, este departamento es lo que pude obtener por ahora con el poco dinero que traía en mi bolsillo antes de salir de casa, es pequeño y la zona se ve algo rara pero aun así no esta tan mal, ¿quien dijo que valerse por unos mismo es difícil? por el contrario esto me parece genial.
Bueno lo demás lo limpiare en cuanto llegue, me puse la chamarra, lo primero que debe hacer una persona con mi ahora nivel social es conseguir trabajo, la gente de nivel medio suele sustentar sus gastos, ja ¿quien dice que no se lo qué es el mundo? Por dios nací en el. Tome mi morral con mi equipo fotográfico y salí.
Una vez fuera de mi departamento estire los brazos, el sol brillaba como nunca, hoy inicia una nueva vida para mi, gire a ver a todas esas personas que caminaban por la acera, me ajuste la mochila y empecé a caminar, compre el periódico, si no mal recordaba había observado ahí antes que se anuncian oportunidades de trabajo, empecé a subrayar algunas y empecé a visitarlos.
-Necesitamos su solicitud de trabajo, así no -me dijeron en una, ¿solicitud de trabajo? ¿Qué es eso?, me quede ahí sentado viendo a varias personas que llegaban a pedir ese mismo trabajo, ah, eso es una solicitud de trabajo ¿eh? me conseguí algunas y empecé a responderlas, la mayoría de la información requerida no la entendía, ¿Qué era las referencias, donde las conseguía?, total que terminaron por rechazarme en otros tres trabajos por eso mismo, el ultimo lugar al que fui fue una editorial, la persona a cargo me hizo una pequeña entrevista, a la mayoría de sus preguntas no supe que responder, el editor parecía fastidiado, entrecerré los ojos con pesadez, es la primera vez que me pasa algo así, yo soy la confianza andante y ahora por primera vez me sentía como un completo ignorante. Tome mis cosas y empecé a salir de ahí, antes de que pudiera alguien me llamo.
-Chico..-había sido el editor, gire curioso a verlo-...un consejo, si quieres trabajar en este mundo del periodismo primero hazte de influencias, nadie contratara a alguien que no conoce y menos a un apenas estudiante de fotografía como tu, el vida no es fácil...-lo mire por unos segundos y después me retire.
No sabia como debía actuar a partir de ese momento, miles de cosas pasaban por mi cabeza, al otro lado de la calle una pareja de hombres estaban arreglando un auto, la verdad que no le vi problemas al auto, es un ultimo modelo pero si ellos creen que necesita cambio de llantas pues esta bien, vi que tenían problemas para quitarlas, al menos quería sentirme útil y que esa sensación de fracaso que tenia desapareciera, me acerque a ellos y les ofrecí ayuda, ambos me miraron con enfado, uno de ellos se acerco a mi y me soltó un golpe en el estomago que me dejo doblado de dolor en el piso.
-Al menos ve sino tiene cartera el infeliz
-Lo haré
El otro se acerco igual y me estampo al auto con una patada, se puso a esculcar entre mis ropas mientras el otro me sujetaba, vi que un hombre pasaba no muy lejos de nosotros, le grite pidiéndole llamara a la policía ya que al parecer estaba siendo victima de un asalto, el hombre solo me miro y se fue ignorándome, no puede ser ¿es esto lo que las personas hacen cuando alguien esta siendo atacado?, entrecerré los ojos, el tipo al no encontrar nada en mis bolsillos me volvió a soltar otro golpe en el rostro.
-Vamonos, este tipo es un pobre diablo
Me levante adolorido mientras ellos se iban caminando como si nada, me limpie la sangre de la boca, el golpe me había partido el labio al parecer, por suerte no me despojaron de mi mochila, mi cámara y demás material estaba ahí, la tome y me levante como pude, me acerque al policía de la esquina y le conté lo que había pasado pero...
-Necesitas hacer una denuncia a la delegación chico, llenar una solicitud y esperar por respuestas.
Lo mire con resignación, lenta y duramente empezaba a entender por lo que las personas normales pasaban, Envy....¿la vida es así de difícil para ti también?.
Llegue hasta un pequeño parque y me senté aun con el cuerpo adolorido a descansar en una banca me quede ahí viendo a los niños jugar en los columpios, los mire con desinterés, no sabia exactamente a donde se habían ido mis ánimos de esa mañana, me enderece al escuchar el vibrar de mi celular, lo llevaba en la mochila y ni me acordaba, lo saque era un mensaje, Envy, abrí el mensaje entonces.
"Mas te vale llegar al lugar acordado puntual fotógrafo de quinta o te las veras conmigo, no me tienes muy contento con lo de ayer"
Sonreí, ese chico tiene la habilidad de hacerme sonreír sin importar en que situación me encuentre, guarde el celular y me levante, al menos a mi cita con Envy no podía faltar.
Aun faltaban dos horas para la hora acordada, pero al no conocer la ciudad como debía mi tiempo me tomaría en averiguar como llegar hasta allá y saber que autobús tomar o que. Total que por suerte termine por llegar media hora antes, aquella construcción siempre me había gustado mucho, desde hace tiempo había deseado sacarle fotos, la admire un poco. Mientras Envy llegaba me senté por ahí en una barda de piedra a preparar la cámara, al parecer y por suerte tenia el material que necesitaba para la sesión de ese día, 20 minutos después llego él, Envy.
-Vaya, al menos llegaste temprano..-me dijo, levante la mirada y sonreí
-Buenas tardes encanto-me baje de un salto de donde estaba sentado y me dirigí hacia él -este lugar será perfecto para fotografiarte hoy...-le dije y extendí la mirada hacia la imponente construcción
-¿Que te paso en el labio?-me pregunto de pronto el chico y le voltee a ver curioso
-Digamos que experimente mi primer atracamiento, eso me convierte en una persona normal como todas jaja -me reí como idiota, la verdad que de gracia no tenia nada, pero tengo la mala maña de reírme de todo -en fin antes de iniciar la sesión quiero que sepas que no estaré en pasibilidad de pagarte esta vez, surgieron algunos inconvenientes, ahora que sabes esto dime tu si quieres irte o que-lo mire esperando su respuesta, Envy no quiero que te vayas, este día ha sido lo suficientemente malo como para que ahora tu también me des la espalda.
-Idiota claro que me quedo, en primer lugar nadie te pidió que me pagaras ayer -Abrí los ojos con sorpresa -Por desgracia me comprometí a ayudarte en tus fotos la semana inglesa, por mas tonto que crea que seas cumpliré lo que dije
Sonreí inconscientemente, en ese momento no se por que vi a Envy como una persona mucho mas fuerte que yo, él sabe valerse por si mismo y yo como niño mimado creí ser un hombre de mundo pero...
-Anda, debemos ir a desinfectarte ese labio
...que equivocado estaba
Caminamos varias cuadras buscando una farmacia, compramos un desinfectante y dos gasas, Envy casi me sentó a golpes en una banca, soy en extremo llorón para estas cosas, no me gustan los medicamentos, cerré los ojos al sentirle acercar la gasa con el desinfectante a mi rostro, por el contrario a lo que espere no sentí dolor alguno, para la forma de ser de Envy estaba siendo en extremo delicado, mientras me limpiaba la herida yo admiraba sus ojos, los ojos por los que en primer lugar lo había elegido a el como mi modelo y no a alguien mas, quede embelesado con esas dos preciosas gemas, mi mirada paso de sus ojos a sus labios, los tenia entreabiertos, quede hechizado, me estaban invitando a besarlo y la invitación era en extremo tentadora, recordé el día de ayer, cuando por primera vez nuestros labios hicieron contacto, no resistí mas y empecé a acercar mi rostro al suyo, estaba por llegar a su boca cuando...
-¿Qué demonios crees que haces?-recibí un fuerte empujón que me tiro al piso, el acto si que me había dolido, me levante con dos lagrimitas en los ojos-espero que no hayas intentado lo de ayer de nuevo pervertido, recuerda que soy hombre y tu también por si no lo has notado
Me sobe la nariz y lo mire con ojitos de borreguito a medio morir.
-Lo siento, pero te veías tan lindo así que...
Jamás vi mas palpitante la vena en la frente de Envy, total que para no atrasarnos decidimos continuar la sesión fotográfica antes de que el sol se ocultara, me pareció que Envy estaba un poco mas flexible a lo que yo le decía y a como le pedía que posara, la sesión de fotos salio en un momento, me acabe un rollo completo con el, minutos después descansábamos junto a una fuente en lo que a mi respecta estaba realmente cansado además de hambriento, me enderece, cerca de ahí un puesto de hog dogs.
-¿Te gusta las salchichas Envy?...-el peliverde se incorporo alarmado a verme, sonreí y me levante, camine hacia el puesto, no llevaba mucho, por suerte esos tipos no revisaron mi mochila ahí llevaba mi dinero, compre dos hot dogs y dos sodas, se que no es mucho pero esperaba al menos nos quitara el hambre, me reuní con Envy y le ofrecí lo que había comprado, me senté a su lado y empecé a comer, permanecimos en silencio unos minutos, estando con el había logrado relajarme un poco-Envy...¿como lo haces?... ¿como logras valerte por ti mismo?...-jamás algo tan simple me sonó tan increíble-... el sobrevivir solo en un mundo como este...es duro...¿no es así?...te admiro....te admiro como no tienes idea Envy...-le dije mientras seguía admirando las nubes-gracias por ayudarme hoy, y....hay algo mas que quisiera pedirte...acabo de rentar un departamento, sonara estúpido pero me gustaría que fueras mi primer visita...
Ni siquiera supe por que acepto, yo en su lugar me habría mandado al diablo, llegamos al departamento, abrí la puerta con emoción.
-¡¡TARAAAAN!!
Envy quedo estático, quizás al igual que yo le gano la emoción, le ofrecí se sentara en el sillón, me dirigí a la cocina y le serví un poco de leche.
-Esta leche me la dio la vecina ayer en la noche, esta deliciosa pruébala...
Dudo un poco en beberla pero finalmente se la tomo, me senté frente a el en el otro sillón.
-Gracias por tu ayuda de hoy, creo que podré entregar ese trabajo a tiempo...-mentí, si las cosas seguían tan mal como en este día quizás tuviera que seguir faltando a la escuela, ese supuesto trabajo al que Envy me estaba ayudando ya no tendría caso si me expulsaban de la facultad de arte -además con un modelo tan lindo como tu seguro saco 100 en fotografía jajaja -empecé a reír, poco a poco la risa se empezó a acompañar de lagrimas, quizás mi padre tenia razón, quizás era un inútil después de todo, ¿tendría que volver y suplicarle me dejara regresar?, ¿Qué estoy haciendo?...¿que demonios estoy haciendo?...de un momento a otro me encontré abrazando a Envy...
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
El día de hoy he estado distraído, mis profesores se cansaron de gritarme que pusiera atención... todo por culpa del idiota ¿¡Por qué demonios me besó!? Quiero golpearlo cuando lo vea, decirle que se vaya al demonio con sus fotografías, es lo que mi orgullo me exige por una parte... pero por otro lado no puedo hacer eso, me sacó del agua cuando iba a ahogarme, además de que ya me comprometí a ayudarlo... ¡Maldita sea, estúpido niño rico!
Como me habían sacado de clase por estar en la luna decidí mejor irme a casa, ya había dejado varias solicitudes de trabajo en algunos lugares antes de entrar a mis clases, solo era cuestión de tiempo para ver si me aceptaban o no en alguno. Tardé fácil unos quince minutos en llegar a mi casa, como no había trafico ahora solo me tomó la mitad del tiempo. Era una casita pequeña, aquí había vivido hasta que mi madre falleció, cuando eso pasó mis abuelos me llevaron a vivir con ellos, solo volví a mi hogar cuando entré a la universidad. Mis abuelos y mis tíos son los que me ayudan a pagar mis estudios, pero solo eso, lo demás va por mi cuenta, no puedo estar dependiendo de ellos eternamente.
Antes de entrar a mi casa recogí la correspondencia del buzón, abrí la puerta y dejé mis cosas en el sillón de la sala, me senté frente a la barra de la cocina y revisé los sobres con más calma: la mayoría solo eran cuentas, propaganda, muestras gratis, etc. La única que llamó mi atención fue el estado de cuenta del banco, a lo mejor mi tío me mandó ya el dinero para la matricula del semestre... arrojé el sobre en la basura al ver que no era la cuenta que usaba mi familia para mandarme dinero, era la que usaba el bastardo para dejarme su limosna ¿Qué no entiende que no necesito nada de él?
-Que le dé dinero a sus hijos si no sabe en qué gastárselo.
-Tú también eres mi hijo -Voltee hacia las escaleras, alguien bajaba, me acerqué a ver quién era y lo vi, ese maldito -Es normal que quiera hacerme cargo de ti de alguna manera.
-¿Tu hijo? ¡Por favor! Ya estas senil Hohenheim, yo no tengo padre -Ni le preguntaba cómo había entrado, ya me suponía que le habría sacado duplicado a la llave que le había dado mamá cuando ellos estaban juntos. -Vete de mi casa y no vuelvas.
-Acompáñame entonces, Trisha ya dijo que no hay problema con que vivas con nosotros, ahí ya no te faltará nada y podré pagarte una escuela mejor -Se acercó a la barra y recogió el papel que había tirado antes -Acepta, tus hermanos están impacientes, quieren conocerte.
-Tus engendros no son nada mío así que deja eso, de aquí no me voy a mover bastardo, así que más te vale ir yéndote de mi casa antes de que llame a la policía y te denuncie por allanamiento de morada.
Como que había comprendido por fin el mensaje y se acercó a la puerta, no dejé de mirarlo mientras se iba, lo hacía tan lento que hacía que me desesperara, abrió por fin la puerta, pero antes de irse me miró de nuevo, con esa cara de falso arrepentimiento no engaña a nadie.
-Nunca me lo vas a perdonar ¿cierto? Comprende, esa vez no podía dejar que mi esposa se diera cuenta, su salud era delicada y haberlo descubierto de esa manera...
-¿Su salud? ¿Y la de mamá qué? Se estaba muriendo y no te importó... no te importó que te suplicara en la calle que fueras a verla, en vez de eso me dijiste que te confundía, que buscara a otra persona a la cual molestar con mis juegos infantiles -Estaba alterándome demasiado, sentía que me le echaría encima, que lo mataría cuando lo tuviera a mi alcance.
-No sabes lo mucho que me arrepiento de haber hecho eso, yo quería mucho a tu madre y...
-¡¡¡Cállate!!! -Él no tiene derecho a hablar de ella, no tiene derecho a estar aquí en mi casa.
-Al menos acepta el dinero, así podrás dejar de pasar carencias y dedicarte por completo a tus estudios.
-Cuando te necesité, cuando fui a suplicarte me diste la espalda, ahora no quieras dártela de buena persona.
El bastardo me sonrió de manera triste, cree que me va a comprar, que me da lástima con su falso arrepentimiento... estúpido.
-Cuando naciste me sentí orgulloso, sobre todo cuando te cargué la primera vez y vi que eras idéntico a tu madre... -No pude más, tomé lo primero que estaba cerca, un florero, y se lo arrojé, logró moverse antes de que le diera.
-¡¡¡CÁLLATE DE UNA BUENA VEZ, LARGO DE MI CASA!!! -Por fin salió dejándome solo, me dejé caer en uno de los sillones, las manos me temblaban por el coraje ¿¡no puede dejarme vivir tranquilo!? ¡Ya se desentendió de mi hace años, que se quede con su familia y a mí que me deje en paz!
La alarma de mi celular sonó, era un recordatorio para hoy, ya casi era hora de verme con el hijo de papi... ya que más me da, escribí un mensaje de texto y se lo mandé, por lo que hizo ayer no puedo dejarlo colgado, además ya empeñé mi palabra, no puedo echarme para atrás.
Subí a mi recamara y me cambié de ropa, me arreglé un poco y me dispuse a salir, pero aun faltaba hora y media... da igual, de todas formas el lugar queda retirado, puedo tomar el metro y caminar el tramo que falta, hice mi recorrido hacia la estación sintiendo como me seguían, voltee discretamente viendo el auto del bastardo ¿¡Qué no se cansa de hacer eso!? Casi corrí hasta llegar a la estación del metro, entré mezclándome entre la gente esperando haberlo perdido, el resto del trayecto fue tranquilo, aunque aún no dejaba de pensar en aquellos días en los que solía tener una madre, una vida sencilla y sin complicaciones, cosas que desaparecieron de un momento a otro gracias a una sola persona.
Al llegar vi que el loco ya me estaba esperando sentado en una barda, al verme se bajó de un salto.
-Vaya, al menos llegaste temprano...-Aun seguía algo nervioso por lo de hace rato, sumado a eso aun no se me olvidaba lo de ayer.
-Buenas tardes encanto este lugar será perfecto para fotografiarte hoy...-Miró hacia la enorme estructura ante nosotros, pero no pude evitar notar esa herida en su labio
-¿Que te paso en el labio?-Me volteó a ver como no entendiendo lo que le preguntaba o queriendo hacerse el tonto.
-Digamos que experimente mi primer asalto, eso me convierte en una persona normal como todas jaja -¿Este es imbécil o qué? ¿Quién se ríe cuando lo asaltan y golpean? -En fin antes de iniciar la sesión quiero que sepas que no estaré en pasibilidad de pagarte esta vez, surgieron algunos inconvenientes, ahora que sabes esto dime tu si quieres irte o que -No sé qué clase de problemas tenga, pero parecen serios, no me meteré en sus asuntos, pero al menos cumpliré con mi palabra por muy idiota que se porte.
-Idiota claro que me quedo, en primer lugar nadie te pidió que me pagaras ayer -Se sorprendió de escuchar lo que decía pues abrió los ojos al máximo -Por desgracia me comprometí a ayudarte en tus fotos la semana inglesa, por más tonto que crea que seas cumpliré lo que dije
Por mucho que me desagrade que me tome fotos o por tonto que me sienta posando para él, no quiero ser como aquel tipo y dejar mis compromisos, faltar a mi palabra.
-Anda, debemos ir a desinfectarte ese labio
Caminamos unas cuantas cuadras buscando alguna farmacia, lo más probable es que siendo un niño tan delicado le vaya a hacer daño que lo deje así, cuando llegamos a la farmacia compré un desinfectante y dos gasas, regresamos al lugar donde sería la sesión de fotos y lo obligué a sentarse... niño llorón. Mojé una de las gasas con el desinfectante y justo cuando le iba a limpiar cerró los ojos, mejor ser más cuidadoso con él antes de que llore y haga un escándalo aquí en la calle, lo que menos me gusta es llamar la atención de la gente. Llegó un momento en el que su cara se me iba acercando demasiado, estaba por tocar mis labios... estúpido bastardo.
-¿Qué demonios crees que haces?-Le di un fuerte empujón hasta tirarlo al suelo, se levantó casi llorando -espero que no hayas intentado lo de ayer de nuevo pervertido, recuerda que soy hombre y tu también por si no lo has notado
Se sobaba la nariz mientras me miraba con cara de borrego a medio morir, yo solo lo miraba con severidad.
-Lo siento, pero te veías tan lindo así que...
Sigue hablando bastardo, sigue hablando y morirás antes de entregar tu tarea. Como que le llegó su momento de lucidez porque me dijo que comenzáramos con la sesión, decidí no ser tan quisquilloso esta vez, al menos para aligerarle un poco la carga, no parecía tener un buen día así que no quiero empeorárselo yo. Terminamos pronto así que nos sentamos junto a una fuente a descansar, pero por mi parte no me dejaba de pasar por la cabeza el encuentro de esta mañana, Hohenheim tenía mucho tiempo sin pararse por mi casa, de hecho desde hacía poco que había comenzado a insistirme que lo perdonara... eso no me agrada nada, tengo un mal presentimiento.
-¿Te gusta las salchichas Envy?...-Me sobresalté al escucharlo, ni cuenta me di de cuánto tiempo me había quedado en silencio, cuando me fijé ya Mustang estaba comprando hot dogs y sodas, llegó y me pasó lo que se supone que era para mí, de cierto modo, aunque él no sepa lo que me pasa... me siento acompañado, comprendido, comimos en silencio y sin mirarnos -Envy...¿cómo lo haces?... ¿cómo logras valerte por ti mismo?...-Me sorprendió con eso, no esperaba que me fuera a preguntar eso, opté por escucharlo antes de decir algo -... el sobrevivir solo en un mundo como este...es duro...¿no es así?...te admiro....te admiro como no tienes idea Envy...-miraba hacia el cielo mientras decía eso... ¿tan mal le estaba yendo? -gracias por ayudarme hoy, y....hay algo más que quisiera pedirte...acabo de rentar un departamento, sonara estúpido pero me gustaría que fueras mi primer visita...
Acepté, no quise dejar que se sintiera solo, de cierta manera siento que él...
-¡¡TARAAAAN!!
Cuando me abrió la puerta de su apartamento me quedé sin habla, ese lugar era una pocilga, me invitó a sentarme en el sillón destartalado, cosa que hice. Fue a la cocina y trajo un vaso con leche para dármelo.
-Esta leche me la dio la vecina ayer en la noche, esta deliciosa pruébala...
A como está su situación la leche debe estar por caducar, pero sería demasiado grosero de mi parte si no le aceptó, me la tomé poco a poco, no estaba mala, pero tampoco soy de los que toman mucha leche. Se sentó frente a mí.
-Gracias por tu ayuda de hoy, creo que podré entregar ese trabajo a tiempo...-¿De verdad eso es lo que le preocupa? No creo que su trabajo de fotografía sea lo más importante en este momento -además con un modelo tan lindo como tu seguro saco 100 en fotografía jajaja -Comenzó a reír como siempre, pero después las lágrimas fueron saliendo de sus ojos hasta convertirse en llanto, no sabía qué hacer con él, mucho menos cuando se abrazó repentinamente a mí, quedé estático y sin saber qué demonios hacer para ayudarlo.
Verlo así me recordó a mí, aquel día en el que mi madre falleció mientras me abrazaba y sus brazos cayeron inertes a los lados, recuerdo que me abracé a su cuerpo igual que él lo hace conmigo ahora, recuerdo que lo que quería era sentirme protegido, dejar esa sensación de abandono, sentir algo de calor.
Sin estar seguro de que hacía lo correcto lo abracé tratando de calmarlo un poco, estuvimos así un tiempo hasta que se desahogó y se calmó.
-Discúlpame encanto, no quise mojar tu camisa -Trataba de sonreír como siempre lo hacía, pero eso... eso no es bueno.
-No sonrías si no te sientes con deseos de hacerlo, solo haces que los demás se preocupen por ti -Lo jalé hasta que se puso de pie, tomé su mochila que parecía ser todo lo que tenía consigo. -Vámonos de esta pocilga, no puedo permitir que te maten cuando salgas a la tienda ni que te congeles en la noche por dormir aquí.
Trató de negarse pero no se lo permití y lo jalé hasta mi casa, como vivía solo no habría problema con que se quedara, estaba la habitación de mi madre limpia como era mi costumbre, no me agradaba mucho la idea de dejar que alguien más durmiera ahí, pero tampoco creo que sea correcto mandarlo a dormir al sofá.
Al entrar le di sus cosas y lo invité a que se sentara en el sillón, aun no había recogido el florero destrozado junto a la puerta por lo que lo hice de inmediato, cuando dejé limpio el recibidor fui hacia la cocina para calentar algo de comida, casi era hora de la cena, abrí el refrigerador para ver qué era lo que me quedaba de la despensa, al parecer aun me quedaba un poco de la pasta de anoche, no era mucho pero al menos le bastará para que coma, yo no tengo deseos de repetir, así que mejor cocino otra cosa, me puse a picar algunas verduras y saqué un poco de carne para ponerla a descongelar en lo que se cocían las verduras. Dejé todo ahí para enseñarle a Mustang donde dormiría mientras que su situación se normalizaba y arreglaba sus problemas.
-Sígueme -Le hice la seña de que me siguiera a la planta alta, cuando estuvimos arriba le señalé cada una de las habitaciones -La puerta del fondo es el baño, la que está a la derecha es la habitación que vas a usar y la que queda es la mía... no se te ocurra entrar ahí sin mi permiso -Le dije mientras le miraba de forma severa... ni se le vaya a ocurrir meterse y esculcar mis cosas.
Como no se le ocurría moverse le mostré el camino, abrí la puerta y entré, no me agradaba mucho meterme al cuarto que era de mamá, había demasiadas fotografías que me causaban malos recuerdos, sobre todo en las que aparecía él.
-No es a lo que estarás acostumbrado pero al menos es mejor que el nido de ratas que ibas a rentar, ya mañana puedes ir a cancelar el contrato e ir a que te devuelvan el depósito -Necesitará dinero para mantenerse, está bien que no pienso dejarlo vagando por ahí y menos si no sabe como valerse por sí mismo como me ha dado a entender toda la tarde, pero tampoco puedo mantenerlo, no con lo que gano por cada historia que entrego, con eso a duras penas termino la quincena.
-No es que me queje, pero no quiero causarte problemas -Me dijo como algo incomodo.
-No me los causarás mientras que pagues la mitad de las cuentas, no soy hermana de la caridad como para estar dejándote quedar gratis, pero tampoco soy tan desgraciado como para dejarte en las condiciones en las que estabas -Le enseñé el pañuelo que me había dado ayer -Tomaré esto como la primera mensualidad, así que más te vale no fallar con la del mes que viene, soy un casero que exige puntualidad.
-Pero ese dinero era por ayudarme con las sesiones encanto, no puedo aceptar las cosas así -Tomó pose pensativa para luego hacer más escándalo, al menos ya se sentía mejor -¡Ya se, haré el aseo de la casa y las compras en lo que encuentro trabajo!
Lo miré con un tic en el ojo, creo que me debí dejarlo donde estaba, bien me decía mi abuela que no era bueno estar recogiendo bichos extraños.
-Ya cálmate antes de que rompas algo -Iba a quitarle un sacudidor que quien sabe de dónde sacó cuando escuché ruidos en la sala.
Bajé de inmediato pues podrían estar tratando de robarme, pero cuando me asomé a la sala...
-Papá esta casa es... pequeña -Dijo un mocoso de unos catorce o quince años, si no mal recuerdo es hijo del bastardo, nadie más podría tener ese color de ojos.
-Hijo no seas grosero -Ahora la que había hablado era la esposa de Hohenheim, estaban de pie frente a los sillones, había otro chico, tenía el cabello corto y unos ojos color plata, él lo veía todo desde la puerta de la casa, no se atrevía a pasar o al menos es el único que tiene la decencia de no entrar en casas ajenas sin permiso.
Hohenheim también estaba ahí, fue el que se percató de que ya estaba al pie de las escaleras viéndolos a todos los que ocupaban la sala de manera severa.
-Creí haberte dicho que no entraras a mi casa de nuevo -Mustang me había seguido y ahora estaba tras de mí -Haz el favor de darme la llave que tienes, quiero que te vayas.
-Comprendo, no te preocupes por la llave -Dejó el pequeño objeto plateado cerca del teléfono -Antes de irnos quiero dejar tu regalo de cumpleaños.
Señaló una caja que estaba encima de uno de los sillones, era una lap top nueva, si no me equivoco era la más cara del mercado... de nuevo.
-Para comenzar, no es mi cumpleaños, ese fue hace más de ocho meses -Parecía más que avergonzado, pero eso ni le queda ya al desgraciado -Deja de ponerte en ridículo y vete, llévate tu aparatejo, si necesito una maquina nueva simplemente puedo trabajar por ella, no necesito de tus limosnas.
-Oye hermano, ¿puedo quedármela yo? Dijiste que no la querías. -El que había hablado era de nuevo el chico molesto.
-Agasájate con ella, y no soy tu hermano. -Sinceramente no me interesa lo que hagan con ese aparato, me viene valiendo eso.
-¡¡Edward!! -Lo reprendió su madre, que señora, si no quería tener un hijo mimado empezar por regañarlo o castigarlo cuando era debido, no ahora.
Los ignoré y fui hacia la cocina a ver lo que pasaba con mi cena, la de Mustang era solo cuestión de calentarse en el microondas, pero la mía si se podía quemar. Las verduras ya estaban listas como para agregarles la carne así que lo hice, alguien metió la mano y me pasó un cuchillo... era la esposa del bastardo.
-Disculpa a mi hijo, a veces no se comporta como debiera. Pero la computadora es tuya, a él le compraremos una en cualquier otro momento -Me sonreía como si me conociera toda la vida, con esta mujer no puedo ser grosero simple y sencillamente porque el único contra el que mantengo ese odio es contra el que se hace llamar mi padre. -Me gustaría que fueras a vivir con nosotros, se que lo que hizo mi esposo no tiene justificación, pero tampoco puedes guardarle rencor, es tu padre.
Dejé lo que estaba haciendo para verla de frente, no se notaba que fuera hipócrita con lo que me decía, pero tampoco puedo olvidar las cosas tan fácilmente, él nos dejó de lado por voluntad propia, ahora que asuma las consecuencias, que aprenda a vivir sin un hijo como todos estos años.
-Con todo respeto señora, no se meta en lo que no sabe, no me interesa lo que venga de ese sujeto, le pido de la manera más atenta que se vayan, tengo un huésped y no quisiera que se sintiera importunado -Terminé con lo que tenía ahí para volver a la sala y correr a Hohenheim y a su engendro mayor... mismo que por cierto está muy pegado al fotógrafo.
-Anda Roy, vamos al cine VIP tú y yo.
-Lo siento Ed, pero no puedo -Ya hasta se habían presentado al parecer, el fotógrafo parecía desesperado, me daban ganas de burlarme de él, pero se me quitaron cuando me vio de manera pícara. Se zafó de mi hermanastro y caminó hacia mi abrazándome y besándome de manera intensa en los labios, me quedé estático mientras lo hacía, pero al ver la cara del bastardo ponerse pálida le seguí el juego, antes de separarnos le dije al tipo que me desquitaría de eso -Como te has podido dar cuenta soy el novio de Envy, por eso no puedo salir contigo.
El enano rubio parecía a punto de hacer berrinche, pero su madre le cortó la inspiración gracias a los cielos, ese chico es por demás molesto.
-Ed compórtate por favor -Luego se dirigió a su bastardo esposo -Cariño mejor vámonos, solo estamos importunando -Se acercó a mí y me besó en la mejilla, de Roy solo se despidió con un ademán -Fue un gusto conocerlo joven...
-Roy Mustang. -Se presentó besándole el dorso de la mano...payaso.
-El gusto fue mío, gusto de verte de nuevo Envy. -La señora salió de la casa jaloneando a su hijo mayor, el menor que se quedó siempre en la puerta solo se despidió de mi con un movimiento de cabeza al que correspondí... solo me faltaba que saliera alguien.
-¿A qué hora piensas marcharte bastardo?-Dije sin moverme de mi lugar.
-Y-yo, los dejo para que puedan estar solos -Se le notaba más que nervioso, sobre todo más cuando escuchó el nombre de Mustang... a lo mejor lo conoce. No se llevó la maldita computadora, solo salió de la casa dejándome solo con el payaso... bueno, ya tendré tiempo para mandarla devolver.
Cuando en la casa todo fue silencio esperé al menos 3 minutos para después golpear a mi huésped y dejarlo en el suelo todo mareado por el golpe.
-¡¡¡¡VUELVE A HACER ALGO ASÍ Y TE CASTRO!!!!
No cabe duda, las cosas serán demasiado difíciles de llevar de ahora en adelante.