Viernes por la mañana, el día al parecer empezaba bien, me encontraba observando a Envy tranquilamente en le cocina hacer lo suyo, algún día aprenderé a cocinar yo también y que mejor que empezar observándolo, en eso estaba cuando oí que alguien tocaba a la puerta.
-Yo voy Envy, tu sigue con tus artesanías culinarias-le dije y me acerque a la puerta para abrir
-¡¡Roy Hola!! -Se había lanzado de pronto alguien hacia mi-¿Estabas comiendo manzanas? ¡Quiero! - ¿manzanas?..No entendí a lo que se refería pero mas aun, no entendió por que estaba el ahí.
Me sonrío inocentemente, no cabe duda de que aun es un niño, me quede de piedra al sentir que no parecía querer soltarme...el chico se había adherido a mí como goma
-Envy aquí te buscan...-fue lo único que se me ocurrió decir mientras trataba de despegarme al chico, tenía que admitir que el chico no estaba de mal ver, hasta me parece lindo, pero por alguna razón no me da mucha confianza. Logre separarlo de mi y llevarlo donde Envy.
-¿Y yo para qué quiero al enano éste? Mándalo a su casita que nada tiene que estar haciendo aquí, no quiero que al rato su padre venga reclamándome nada -soltó de pronto Envy, y ahora que se suponía que hiciera yo?, el peliverde siguió cocinando como si nada.
-Por mi no te preocupes hermano, papá sabe que vine a verte así que no dirá nada -había dicho el rubio en pose pensativa, voltee a verlo -Pero creo que dijo que te visitaría luego para pedirte una disculpa por lo de ayer. -suspire hondo, la familia de Envy era demasiado complicada para mi, trataba de relajarme cuando sentí un tiron del brazo.
-O...oye!...-el rubio me había jalado a la sala y ahora me encontraba sentado en el sillón a su lado.
-¿Desde cuando eres novio de mi hermano? ¿Lo quieres mucho o solo pasas el rato? Porque si es así puedes pasar el rato conmigo. -que pasa con este chico? No logro entender lo que intenta conseguir.
Mire a Envy como pidiendo ayuda, este rubio era en extremo insistente, lo mire de reojo, por que ese afán de repegarse a mi.
-Gracias pero no lo creo necesario además mucho tiempo libre que digamos no lo tengo...-me recorrí en el sillón hacia un lado tratando de marcar distancia
No se por que Envy no lo corre, la situación empieza a ponerme nervioso, acostumbro ser yo el acosador no el acosado
-Bueno te llamas Edward verdad? gracias por la visita ya sabes que puedes volver cuando quieras
Le extendí la mano para que se despidiera, si Envy no le dice que se vaya tengo que ver la manera de salir de esta
-Pero aun no me voy, quiero pasar tiempo con mi hermano y con el que va a ser mi cuñado algún día - me le quede mirando, tomo la mano que le ofrecía solo para jalarse hacia mi y recargarse en mi pecho, cualquiera que nos viera pensaría que estábamos abrazándonos-Pero cuéntame de Envy, como papá no sabe mucho de él pues no nos cuenta nada, tengo curiosidad de saber algunas cosas -sonrío, y yo no sabia que hacer, no me sentía muy incómodo con el contacto, pero el era el hermano de Envy, de alguna forma u otro no deseaba ser grosero.-A ver cuéntame. ¿Te satisface en la cama? ¿Sabe cocinar? ¿Tiene humor de perros por las mañanas? ¿Es tan tonto como parece? ¿Es cierto que se acuesta con el primero que le diga mi vida? -abrí los ojos de sobremanera por ese comentario, no es cierto...Envy no seria capaz de eso...o si?..
-Anda Roy, atiende a Edward mientras termino aquí dentro -escuche a Envy hablar desde la cocina y voltee a verlo-Tómense su tiempo que me tardaré un poco-entrecerré la mirada, Envy podía escuchar todo lo que hablábamos, la cocina no tenia paredes, compartía habitación con la sala, o fingía o de verdad le daba igual todo lo que decíamos, esa idea ultima me entristeció.
Voltee a ver al rubio de nuevo, este chico después de todo es el medio hermano de Envy, tenia que aprender a sobrellevarlo.
-Veras no son preguntas a las que yo pueda responder, apenas lo conozco hace dos di....- me detuve en seco, recordé que según éramos novios, no podía decirle que no hace mucho lo conocía
Me puse nervioso, voltee hacia Envy implorando ayuda pero seguía ignorándome
-Tu hermano es lindo, tiene su carácter no lo niego pero es parte de su encanto y...y..¿te dejan estar tan tarde en la calle?
Me volví a separar de el deshaciéndome de su abrazo y haciéndome mas aun lado
-Debes estar incomodo no?, del otro lado del sillón hay muchos espacio...-lo decía mas que nada por que yo ya estaba a punto de caerme, estaba retando a las fuerzas de gravedad prácticamente flotando en el espacio, me hice por tercera vez hacia un lado, sin embargo el sillón se me había acabado y caí al suelo.
-Auch!!- me queje al caer de pompis aun en el suelo
-¿¡Estas bien!? -me pregunto el rubio acercándose a mi y arrodillándose a mi lado -Deja te sobo un poco, así se te pasará el dolor más rápido -
-No gracias no te molestas...yo...-antes de que pudiera decir nada ya tenia la mano inquieta del rubio en mi trasero, mi cuerpo se sobresalto..-o..oye..que ha..?..-antes de que pudiera tomar su mano para retirarla el toco mi entrepierna, sin importar fuera por accidente o no gemí levemente ante el contacto-¿Ya no te duele?-pregunto el chico inocentemente, no se veía que lo hubiera echo a propósito, después de todo era un niño
Lo mire sonrojado y ya sosteniéndole la mano cuando escuche un leve sonidito proveniente de la cocina.
-Oigan, si van a estar haciendo esas cosas mejor salgan de mi casa y vayan a un hotel. No tengo la necesidad de estar viendo como se desfogan -desfogar?...no entendí el por que de la molestia de Envy en ese momento y no antes, miro de forma severa a su hermanastro y luego a mi-Edward vete a casa, que Roy te acompañe si quieres pero no te quiero aquí.
Aguarden un momento, acompañarlo yo? Hice una leve mueca mientras me levantaba del suelo, me sacudí un poco la ropa y me senté mejor en el sillón individual, al menos aquí el rubio no se podía sentar a mi lado.
-Hay hermano cruel, yo que vengo a pasa un tiempo contigo y me corres -sentí un poco de alivio, al menos ahora el chico se iría, cerré los ojos suspirando, mas tarde en cerrarlos que de nuevo los abrí de golpe, el rubio se había sentado en mis piernas, pero que?...-Además aprende a compartir con tu hermano menor, se que no estas acostumbrado, pero así van a ser las cosas de ahora en adelante, lo tuyo es mío y lo mío es tuyo - entonces lo de hacia rato no fue accidental, este rubio se me insinúa enserio, estaba por ponerle un alto cuando me tomo el rostro y me beso, el contacto me dejo perplejo, al parecer de inocente este chico no tenia un ápice, sentí como intentaba colar su lengua dentro de mi boca, le tome de los hombros y lo separe de golpe.
-En vista de que el hotel les queda muy lejos mejor me retiro, la comida esta en la estufa, me supongo que después de la acción tendrán hambre, provecho chicos. -Envy subió las escaleras rumbo a su habitación dejándome ahí con el rubio, vaya...así que después de todo si le da igual lo que yo haga, voltee a ver el rubio un tanto indignado.
-Vamos te iré a dejar a tu casa..-le hice pararse de sobre de mi y fui a buscar mi chaqueta, subí rápidamente a la habitación de Envy y le toque sin esperar que me abriera-...Envy estas ahí? estas molesto?..llevare a tu hermanastro a su casa sino te importa, estaré de vuelta pronto
Me retire de su puerta y salí del departamento junto con el rubio, al estar en la calle es mas fácil perderlo y quitármelo de encima, es mas que obvio que Envy no me ayudara a deshacerme de el, realmente esperaba mas interés de su parte, quizás no le importe que friltree con este chico
-Oye Roy, anímate algún día a salir conmigo. . . yo si sabría atenderte como se debe y no te daría la espalda como lo hace mi hermano..-me empezó a soltar el rubio de pronto..- además no pareces estar muy a gusto con él si lo golpeas de esa manera -golpes?...se refiera a los de la noche anterior con ese imbesil?..de verdad no creí que se notaran tanto, iba a sacar al rubio de su error pero preferí quedarme callado, no podía andar contando eso -A menos que seas de esos a los que les gusta el sadomasoquismo. Como sea, por tu bien espero que papá no se entere de eso, está tan deseoso de hacer de buen padre con Envy que no dudará en matarte él mismo por estar maltratando a su bastardo. . . quien sabe, a lo mejor y se entera porque se me fue la lengua -Lo dejé ahí y me metí en la mansión para que pensara en lo que dije.
El rubio se metió a su casa, quede ahí pensativo, en todo caso el hombre no tiene nada que temer, Envy no siente nada por mi, por el contrario apenas si me puede ver en pintura no en balde la primera impresión que se llevo de mi y con la que me conoció
Di media vuelta y empecé a irme de ahí, mientras caminaba de regreso meditaba, cuando llegue de nueva cuenta a casa de Envy me acerque a su habitación y volví a tocar.
-Envy ya regrese por si te interesa...-pero no recibí respuesta, di media vuelta y me senté en el piso pegado a su puerta, apoye la nuca en esta y suspire en silencio, que no daría yo por que Envy me pusiera la mitad de atención que ese chico rubio, supongo que no debo hacerme ilusiones, el ojidorado bien lo dijo, Envy...quizás deba dejarte en paz después de todo, no quiero ser el causante de mas problemas para ti, Edward...será que el es mas parecido a mi que Envy...
No podía saberlo todo, eso lo se bien, aunque hubiera sido fantástico, saber lo que para esos momentos ocurría en otros lados...
-Ya llegue!!..-saludaba Edward en su casa...
-Ah...Edward...mi futuro yerno, hola...
-Señor Mustang hola, no esperaba que viniera
-Je, para visitarlos a ti y tu padre siempre tengo tiempo, además pronto seremos familia
-No diga eso, aun no se si su hijo me hará caso
-Por eso no te preocupes Edward, ya sea por las buenas o por las malas tu y mi hijo contraerán nupcias descuida, nada me haría mas feliz que el que nuestras familias se unieran
-Eso espero yo también señor, su hijo me gusta
-Je vaya chico encantador que eres, siento que mi hijo sea tan obstinado Hohenheim, para estos momentos ya debería haberse realizado la boda.
-Descuida Albert, entiendo que a veces los hijos nos salgan medio rebeldes
-Ah hablando de eso, en cuanto a lo de tu hijo Envy...
-Ya te dije que esta bien, por mi parte tienes luz verde, para mi será perfecto, ya que tarde o temprano Envy necesitara de mi, vendrá a buscarme lo apuesto.
-Me alegra que eso pienses, solo necesito que deje de ayudar a Roy, descuida, intentare no sobrepasarme con el...
Me había estado paseando por la casa un rato, viendo televisión, curioseando en la nevera, aseando un poco las ventanas pero aun no había visto salir a Envy de su cuarto, seguirá ahí?...eso me preocupaba, camine hacia su habitación y toque.
-Envy...¿sigues ahí?...-pregunte preocupado pero entonces la puerta se abrió sola, la empuje lo que faltaba para abrirla pero note que la habitación estaba vacía, el peliverde se había ido, quizás había sido mientras me fui a cambiar ropa, entre al cuarto y me asome por la ventana, de seguro estaba molesto o me habría dicho a donde iba, cerré las cortinas cuando algo en el buró semiabierto llamo mi atención, un libro o algo así, no sabia que Envy leyera, abrí el cajón y tome el libro, tenia letras escritas a mano, era la letra de Envy, lo ojee de prisa, era como un recuento de actividades diarias, no sabia que Envy fuera tan programado, o quizás solo lo hiciera por su trabajo, estaba a punto de dejarlo en su lugar cuando dos hojas sueltas cayeron al suelo, eran hojas arrugadas y rotas, me agache y sentándome en la cama las empecé a leer, parecía la caligrafía de un niño.
"Mi familia es muy pequeña, solo somos mamá, papá y yo, pero aun así somos muy felices"-¿papa?...si esta es la letra de Envy de pequeño seguramente se refiere a Hohenheim, baje la mirada y continúe leyendo- Papá no se parece en nada a mí, él tiene el cabello rubio y muy largo, usa barba y lentes, pero tras los cristales puedes ver unos ojos dorados como el sol-..Si, definitivamente hablaba de Hohenheim, me dio curiosidad saber que mas decía en ese pedazo de papel, era como el diario de un niño.
Ni yo supe exactamente cuanto tiempo me había quedado en aquella habitación leyendo el manuscrito, leer aquellas palabras que Envy escribió cuando niño me habían echo sentir algo, sobre todo la ultima frase
"...estoy solo, pero no necesito a nadie mas ¿para que si al final me quedare solo nuevamente?"
Así que eso había pasado?...así que por eso de su odio hacia Hohenheim, un odio muy justificado debía decir, ese infeliz se porto como un bastardo...me senté en la esquina de la cama aun con las hojas sueltas en la mano meditando lo que acababa de enterarme, entrecerré los ojos, ahora podía comprender un poco mas de Envy , y aunque sabia de sobra que lo que el había pasado había sido duro me daba cierta alegría saber que ahora conocía mas del pasado de Envy, sentía que eso me acercaba mas a el de algún modo.
-. . .¿¡Qué estas haciendo aquí!? -voltee sobresaltado hacia la puerta, era Envy, entonces sentí el jalon de los papeles en mis manos. . . -¿¡¡QUE HACES REVISANDO MIS COSAS!!?
-Envy...no revisaba tus cosas, es solo que...oye...¿de verdad lo que dice ahí es cierto?...-vale la delicadeza jamás fue mi Fuerte...
Envy me miro con enojo, tomo las hojas y las metió al cajón de golpe cerrándolo con seguro, y lo mire curioso
-No tengo que responder tus estúpidas preguntas, limítate a tus asuntos de niño mimado y deja los míos en paz, ahora lárgate de mi habitación y no te metas en mi camino.
El que Envy no me hubiera contestado significaba que en efecto ese escrito lo había echo el entrecerré los ojos viéndolo con tristeza... no sabia que hacer o decir en ese momento, soy torpe en cuanto a estas situaciones se trata pero algo debía intentar...
-Deja de mirarme así -me soltó Envy y yo solo entrecerré mas la mirada
-Envy no tienes por que negármelo mas, si Hohemheim se porto así contigo es algo que ya no importa!! ese bastardo tarde o temprano lo pagara de eso estoy seguro, yo...yo quiero ayudarte a superarlo, que te sientas libre de contarme todo...-puse una mano en su hombro tratando de obtener respuesta de su parte, sin embargo algo que no espere paso, retiro mi mano de su hombro y me golpeo haciéndome perder el equilibrio y cayendo de inmediato al suelo.
-¿¡Qué quieres que te diga!? ¿¡Que soy un bastardo!? ¿¡Que me quedé huérfano a los 5!? -Me tapaba la boca al haber recibido tremendo golpe, no esperaba que reaccionara así, lo mire con ojos tambaleantes mientras decía todas esas cosas, mi labio se había roto y ahora sangraba un poco, lo mire con aun mas tristeza, Envy estaba molesto, mas que eso, estaba furioso -¡¡¡DEJA DE MIRARME ASI, NO NECESITO DE Tu LÁSTIMA!!!
Me levante y sin importarme si me golpeaba de nuevo me pare frente a el.
-No es lastima lo que siento Envy, es solo que sentí tristeza al leer que todo eso que estaba escrito te había pasado de verdad...-vale creo que ese si es lastima después de todo ¬ ¬u-...etto...Envy sabes que puedes contar conmigo verdad?..además tener padres no es tan divertido como tu crees...-lo admito ahora si me gane otro golpe, oficialmente soy un fiasco, cerré un ojos esperando el golpe...
-¿Entonces es mas divertido ver morir a tu madre y que tu padre te de la espalda? Eres un imbécil -abrí los ojos al sentir el tiron en mi camisa, me acerco a el y nuestras miradas quedaron juntas en ese momento-lárgate de mi casa, no necesito de nadie, mucho menos de alguien como tu que no sabe ni cuidar de si mismo.
Abrí los ojos ante aquel comentario, me empujo hasta alejarme de el, lo mire incrédulo..
-Envy yo solo trato de ayudarte..-le dije preocupado...-si quieres que me vaya lo haré pero primero habla conmigo, no dejes que lo que ese maldito te hizo te siga afectando aun ahora, Envy por favor...-trate de acercarme a el pero esa mirada me helo la sangre, Envy...que te han echo?..me mordí el labio inferior con impotencia, no puedo ayudar a Envy a solucionar sus problemas, el tiene razón...solo era un inútil...- me iré...pero por favor ya no te atormentes con eso, se que no se nada sobre ti pero me gustaría saberlo, me gustaría que me dejaras acercarme a ti...-lo mire y salí de la habitación....
Tome las casi nulas pertenencias que tenia, después de todo al salirme de mi casa solo había cargado conmigo mi material fotográfico, lo único material que apreciaba...me senté en una banca de la plaza a meditar, a unos metros de mi un pordiosero pidiendo limosna, me le quede viendo cuando fue pasado por alto por una pareja de amigos...-viste eso? como si de verdad alguien le fuera a ayudar, hay gente buena pero no a tal grado..-entrecerré los ojos, se equivocan...ellos obviamente no te conocen Envy, no saben lo especial que eres y del como me ayudaste, si te conocieran sabrían que gente de buen corazón como tu si existe...
cerré los ojos recargándome en la banca, recordé un hermosos sueño que había tenido esa noche, soñé que dormías a mi lado, abrazado a mi cuerpo, y por mas extraño que pareciera al despertar aun pude sentir tu calor en mis sabanas, son alucines míos lo se, pero fue lindo soñar eso
Me levante de la banca, no es que fuera a dejar las cosas así, de ninguna manera, pero debía dejar a Envy un rato a solas para que meditara mejor las cosas, después le iría a buscar de nuevo, primero debía tratar de arreglar mi situación actual, apenas hube avanzado unos cuantos metros cuando un auto se detuvo frente a mi.
-Hola Roy...¿Paseando por el parque?...
-E...Edward...-pestañee con extrañeza tras haber visto al chico rubio, ni siquiera yo supe muy bien por que fue que acepte, de un momento a otro me encontré a bordo del auto junto a el.
-¿Te peleaste con mi medio hermano acaso?..-me sobresalte ante su comentario...
-No, lo que pasa es que...
-Descuida no tienes que explicármelo, yo mismo se el carácter de perros que se carga..-le mire, yo mismo aun estaba confundido..-se me antojo ir a un bar, y en vista de que no tienes nada mejor que hacer me acompañaras ¿cierto?...-no dije una sola palabra, el tenia razón, no tengo nada mejor que hacer, además si no me distraigo seguiré martirizándome mentalmente por esto con Envy, necesitaba tranquilizarme.
EN aquel lugar había demasiado ruido, no, definitivamente ese no era un bar, mas bien era un club nocturno o algo así...
-¿Te gusta Roy?...-me pregunto el rubio a lo que solo sonreí nervioso, bueno, que podía esperar de un niño después de todo.
Debía admitir que extrañaba aquel ambiente, solía salir así cada fin de semana con los amigos de la facultad a discotecas y bares, y también admito que me la pase bien a lado del rubio, el chico era muy alegre, hasta pensé haberlo malinterpretado esta mañana, me tome de un solo trago aquella bebida color roja.
-¿Quieres mas Roy?..
-No gracias, si bebo mas saldré de aquí arrastrándome..-bromee ya con las mejillas rojas y frotándome los ojos, hacia mucho no bebía
-Solo otra si? Bebámosla juntos...-voltee a ver la mirada suplicante del rubio
-Vale, supongo que otra mas no me matara...-le sonreí, la noche había llegado y yo con dificultad caminaba, alguien me ayudaba a mantenerme en pie, a juzgar por la fuerza física no habría podido ser Ed.
-Gracias chicos, solo ayúdenme a llevarlo al auto, me encargare de llevarlo a su casa..-escuche la voz de Edward
-¿Seguro? Ya que nos encontramos aquí podemos acompañarte..-aquella parecía la voz de uno de mis compañeros de facultad
-Seguro, ustedes síganse divirtiendo yo me encargare de cuidar de el...
-Si tu lo dices...-pese a que veía lo que ocurría era como si todo se moviera entre nubes, ahora recuerdo por que hacia mucho no bebía, olvidaba lo mal que se sentía el después, en efecto me sentí a bordo de un vehiculo en movimiento.
después de eso me quede dormido en el asiento lo sentí, me despertó una ligera brisa que golpeaba en mi rostro.
-Gome, había olvidado cerrar la ventana
-Donde estamos?...
-En el departamento que un amigo me presto
Estaba tan mareado que solo quería dormir, sentí algo sobre mí, al volver a abrir los ojos solo vi. el rostro de Edward frente al mío.
-Me deseas Roy?...-lo mire mas somnoliento que nada y volví a cerrar los ojos
-Pero que cosas dices...
-Tu padre dice que puedo casarme contigo...Roy...quieres que yo sea tuyo?..
-Mmm..mfm...-conteste ya prácticamente dormido, lo ultimo que recuerdo es la tibieza que sentí sobre mis labios en ese momento
Mientras tanto en otra parte....
-No hay problema señor, mañana mismo despido a Envy, admito que el chico tiene talento pero si es una orden suya
-Se lo agradezco, además en este mismo momento voy a hacerle una visita al chico, según la llamada de Edward Roy esta con el, veré que tiene ese chico que ha hecho que mi hijo se fije en el.... no creo que a Hohenheim le disguste, después de todo...me ha dado luz verde...-sonreía maliciosamente...
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Pasaban las horas y no podía dormir para nada, esa sensación se hacía presente nuevamente, hacía años que no la experimentaba de nuevo, no desde que decidí que debería dejar de depender de mi madre y de su cariño, pero ahora... Me he sentido de nuevo así, desde que Mustang vive aquí he comenzado a recordar cosas que creía olvidadas desde hacía tiempo, me levanté y encendí la luz, abrí el cajón de mi buró y saqué mi agenda, casi siempre debía organizar mi día para no tener el tiempo encima con tantas cosas que debo hacer.
Del librito sobresalía un espacio en el que había algo en medio, lo saqué de su lugar, esto lo había escrito hace tiempo, cuando necesité sacar todo lo que tenía guardado dentro... hay cosas que no puedo soportar solo por más que quiera, por eso me escudo en el papel, esas páginas no me traicionan pues yo soy el único que tiene derecho a leerlas, nadie más conoce lo que hay en ellas y así quiero que siga, no pienso dejar que nadie más se acerque a esa parte de mi, ya no quiero más miradas de lástima.
Metí de nueva cuenta el tomo y medio cerré el cajón donde lo guardaba, me levanté sin hacer ruido y fui hacia el baño ya que no podía dormir, a lo mejor iría a ver la televisión o a prepararme algo de té.
Pasó el tiempo y aun no podía cansarme, sentía algo de frío, como que algo me faltaba, subí a las habitaciones y me asomé a la del fotógrafo, quizá esté despierto como yo... no, no lo creo, está bien que parece que no se le termina la pila en ningún momento, pero al parecer él no debe levantarse cada hora...
Sin saber cómo ya me encontraba dentro de la habitación y sentado en la cama a su lado, el tipo dormía en una orilla por lo que no lo molestaba. La habitación se sentía demasiado tranquila, como cuando ellos dos... no, son cosas que ya no volverán por más que las desee, pero... no creo que... haga daño solo un poco.
Me recosté sobre el colchón en la parte que el no ocupaba, estaba cálido y me sentía tranquilo aquí, sin pensar en lo que hacía me di la vuelta viéndole la espalda, de repente se dio la vuelta quedando justo frente a mí, me paralicé pensando que tal vez se habría dado cuenta, si así era no se que iba a hacer, pero mis preocupaciones solo fueron eso, porque no parecía querer salir de su sueño. ¿Cómo se que está soñando? Sencillo, esta balbuceando frases sin sentido, me acerqué a él un poco más hasta casi quedar pegado a su cuerpo, alcanzaba a sentir su calor, eso me daba paz, justo como en aquel momento, no me quise despegar de ahí así que cerré los ojos y me quedé dormido.
Cuando abrí de nueva cuenta los ojos ya estaba amaneciendo, más o menos me despertaba a la misma hora, pero estos días no tenía clases importantes y debo ponerme al corriente con la columna y con el escrito que debo entregar, no me puedo retrasar con esas cosas o tendré problemas para mantenerme, dos clases que no escuche no es nada que no se pueda recuperar luego. Me di cuenta minutos después en la posición en la que me encontraba, estaba abrazando a Mustang y lo peor de todo es que también él me rodeaba con sus brazos, con cuidado de no despertarlo me levanté, salí de la habitación cerrando la puerta.
Entré a mi habitación para recoger un poco, tomar mi ropa e irme a dar un baño. Al terminar bajé a la cocina para comenzar a preparar el desayuno, si espero a que el fotógrafo de quinta se alimente solo se morirá de hambre, no tenía ganas de cocinar nada elaborado, así que solo me puse a hacer avena con nueces, lo podríamos acompañar con unas galletas o con un poco de pan dulce. Justo cuando terminé con el desayuno comencé también con lo de la comida, haría lomo horneado, se me antoja para comer en la tarde.
Estaba preparándolo todo cuando Mustang se presentó en la cocina, parecía feliz por algo, pero no quise preguntar, me sentía avergonzado aun por haberme quedado en su cama. Le dije que se pusiera a desayunar él mientras yo terminaba con lo que hacía pero dijo querer aprender a cocinar y que la mejor manera de hacerlo era observando, no le dije nada, solo me aseguré de que no me estorbara... o que no incendiara la cocina.
Momentos después tocaron a la puerta...
-Yo voy Envy, tu sigue con tus artesanías culinarias -…l se fue dejándome seguir con lo mío, ya estaba metiendo la carne al horno cuando Roy se vino junto con el hijo del bastardo.
-Envy aquí te buscan...-Miré al mocoso odioso, se estaba repegando demasiado al cuerpo del moreno... ¿qué se cree haciendo eso?...Bien, debo calmarme, se supone que no debí haber pensado eso, nadie sabe, solo fingiré que no lo pensé.
-¿Y yo para qué quiero al enano éste? Mándalo a su casita que nada tiene que estar haciendo aquí, no quiero que al rato su padre venga reclamándome nada -Si, mejor que se vaya y no me moleste pegándose a mi molesto inquilino...¿¡¡Por qué demonios le doy tanta importancia a eso!!?
-Por mí no te preocupes hermano, papá sabe que vine a verte así que no dirá nada. Pero creo que dijo que te visitaría luego para pedirte una disculpa por lo de ayer. -Genial, lo que me faltaba, el bastardo en mi casa haciendo cosas inútiles.
El mocoso se llevó a Roy hasta la sala y ahí se puso a acosarlo, no sé por qué el fotógrafo de quinta no lo corría o al menos se lo quitaba de encima, además de todo el engendro estaba diciendo cosas imbéciles sobre mí como si no los estuviera escuchando, ya me estaban colmando la paciencia y eso no es bueno estando yo en una habitación llena de objetos punzocortantes, no quiero convertirme en asesino y matar al hijo del bastardo...
-A ver cuéntame. ¿Te satisface en la cama? ¿Sabe cocinar? ¿Tiene humor de perros por las mañanas? ¿Es tan tonto como parece? ¿Es cierto que se acuesta con el primero que le diga mi vida? -Acabo de cambiar de opinión, quiero matarlo, cortarle lo que tiene entre las piernas, hacer que se lo trague y enterrar lo que quede de él en una granja para que sirva de abono... me está volviendo loco, eso ya es más que obvio.
-Anda Roy, atiende a Edward mientras termino aquí dentro -Dije con una sonrisa más falsa que el arrepentimiento del bastardo -Tómense su tiempo que me tardaré un poco.
Mientras yo terminaba la estúpida comida ellos seguían con sus tonterías, solo los escuchaba hablar de cosas que no iban al caso, en cierto momento Mustang estaba por meter la pata, pero algo de su cerebro comenzó a funcionar y se quedó callado. No quería voltear a ver aquello: Edward resbalándosele encima al baboso de Roy y ese dejándose sin decir nada y solo portándose como la niña virgen que no sabe nada y se deja hacer por un pervertido. Voltee por fin cuando escuché un golpe algo fuerte, el idiota de Roy había caído al suelo y ahora se dejaba manosear por el mocoso, apreté tan fuerte la cuchara de plástico con la que revolvía la comida que esta se rompió, cuando vi que volteaban a verme tiré disimuladamente el instrumento ya inútil y me puse las manos detrás del cuerpo, estaba que necesitaba golpear a alguien.
-Oigan, si van a estar haciendo esas cosas mejor salgan de mi casa y vayan a un hotel. No tengo la necesidad de estar viendo como se desfogan - ¿Piensan que esto es un maldito motel o qué?-Edward vete a casa, que Roy te acompañe si quieres pero no te quiero aquí.
En fin, al fotógrafo le gusta que le anden manoseando, que se deje, pero en mi casa no y menos frente a mí, es asqueroso verlos, simplemente no los soporto. Parecía ser que el estúpido de Roy se dio cuenta de las cosas que hacía porque se fue a sentar en el sillón individual para que el otro no lo siguiera acosando... podré perdonarlo si limpia el jardín trasero, posiblemente...
-Hay hermano cruel, yo que vengo a pasa un tiempo contigo y me corres -Su estúpida voz de niño mimado me taladraba los oídos, no tengo que estar soportando esta clase de cosas ¡no es mi obligación maldita sea! Lo que vi a continuación fue la demostración de lo muy desesperado que puede estar un chico por atención, el mocoso se le había sentado en las piernas al fotógrafo y él sin hacer nada, genial. -Además aprende a compartir con tu hermano menor, sé que no estás acostumbrado, pero así van a ser las cosas de ahora en adelante, lo tuyo es mío y lo mío es tuyo -...Si antes creí que podría perdonar a Roy, ahora estaba seguro que en cuanto encontrara el dinero que me había pagado por la sesión de fotos y se lo devolviera lo patearía fuera de mi casa, Edward descaradamente lo estaba besando sin importarle que yo los estuviera viendo, bien, perfecto.
-En vista de que el hotel les queda muy lejos mejor me retiro, la comida está en la estufa, me supongo que después de la acción tendrán hambre, provecho chicos. -Los dejé ahí haciendo lo que tuvieran que hacer y me fui a mi habitación ¡¡ya no los aguanto!!
En cuanto entré atoré la puerta con una silla recordando lo que había pasado la última vez, debo cambiar a la de ya ese seguro, en cuanto aquellos dos se vayan iré a comprar las cosas que necesito para ponerme a cambiar esa perilla, de paso me quedo en la biblioteca a terminar mi trabajo... necesito relajarme un poco, esos dos me tienen harto.
-... ¿Envy estás ahí? ¿Estás molesto?..Llevare a tu hermanastro a su casa sino te importa, estaré de vuelta pronto -No le dije nada, total si se va o se queda no es asunto mío.
Me acosté en la cama y me cubrí el rostro con la almohada. No tengo por qué ponerme así por algo que no me interesa, si Mustang quiere dejarse toquetear por el rubio ese que lo haga...¿¡¡¡PERO POR QU… ME ENOJA DE ESTE MODO!!!? Me puse a golpear la cama con el puño hasta que cansé de hacerlo. ¡Estúpido Mustang, estúpido mocoso!
Maldita sea, si me quedo aquí me volveré loco, bueno más de lo que ya me volví, hago cosas sin motivo aparente. Salí de mi habitación dejando la puerta atorada sin necesidad de la silla, al menos quiero que se quede bien cerrado mi cuarto y que aquel no entre. Dejé la casa como estaba, de todas formas no espero visitas, si al fotógrafo idiota le molesta que esté un poco tirado que recoja él. Me había llevado mi computadora pues necesitaba de terminar lo que tenía pendiente, me fui a la biblioteca un buen rato, ahí había buen material en el que me podía apoyar. Tomó casi dos horas terminar con la columna pero ya estaba, además ya tenía la primera parte de la historia que iba a presentar en la edición que seguía, solo era cuestión de que me la aceptaran y listo. Salí de ese lugar y fui a mi trabajo a entregarlo todo, no crucé muchas palabras con los demás, solo lo necesario, no estaba como para aguantar sus idioteces y ellos se dieron cuenta al parecer.
Hoy simplemente no es un buen día para nada, me siento extraño; no sé por qué hago lo que hago, no sé por qué siento lo que siento, en realidad no sé ni qué es lo que me duele de ver a ese mocoso cerca de mi inquilino... ¿será que le odio por ser quién es? ¿Le detesto por ser hijo de Hohenheim? Si, debe ser eso.
No podía pensar con claridad, caminaba sin rumbo fijo por las calles hasta que se fueron tornando más solitarias, no era tan tarde pero estaba haciendo fresco y la gente prefería estar en sus casas, solo unas cuantas personas transitaban por ahí, llevaban flores o venían con expresiones solemnes en sus rostros cuando salían de aquel lugar, como siempre que me encuentro confundido terminé en aquel lugar, me sirve para pensar detenidamente las cosas y encontrar una solución cuando me encuentro sin salidas aparentes.
Estaban demasiado juntas unas de las otras, las más nuevas estaban un poco más separadas de las demás pero yo no buscaba en ese lugar, solo caminaba, el camino ya me lo sé de memoria a pesar de que hace tiempo que no vengo eso no es problema. Me detuve frente a una de las muchas lápidas, no era necesario ver el nombre, solo hacía falta ver aquella fotografía que se resguardaba en el pequeño escaparate que habían mandado poner.
-Supongo que sabías que vendría a verte ¿verdad? Debo ser una vergüenza viniendo así a pedirte ayuda como un chiquillo -Quité aquellas flores viejas que se encontraban en los floreros de piedra, ya estaban marchitas, solo las puse de lado, ya cuando me fuera las tiraría -Juro que mañana traeré nuevas, hoy solo quiero quedarme un momento... Quisiera saber cómo conseguiste hacerte tan fuerte, a pesar de todo lo que te hizo y tener qué hacerte cargo de mi, nunca me lo demostraste, aunque por las noches cuando me creías dormido llorabas, al día siguiente estabas como si nada. Dime ¿cómo puedo ser tan fuerte como tú?
No obtuve respuesta, no la esperaba de todas formas, solo necesitaba hacer esto. Un poco más tranquilo dejé aquella tumba sola de nuevo, me llevé las flores marchitas conmigo y las puse en la basura al salir. Cuando volviera haría como que nada había sucedido, es lo mejor que puedo hacer además de pedir disculpas por mi comportamiento, pero, no quiero disculparme frente a ese tonto que no sabe quitarse a un chico de encima... bien, sigo enojado por eso pero ya no le daré importancia si el fotógrafo de quinta promete limpiar la casa sin romper nada.
Caminando por aquella calle alguien me jaló del brazo, al darme cuenta de quién intenté hacer que me soltara pero no pude, solo apretaba aun más mi brazo.
-Ya deja de hacerte tonto y ven a casa conmigo ¿cuánto piensas que vas a sobrevivir teniendo a ese vago en tu casa? -Dijo Hohenheim, me miraba con la misma cara de desesperación de siempre, tanto así debe de calarle la conciencia pero ya no me interesaré en ello.
-No lo estoy manteniendo si es lo que te preocupa, y aunque te interesaras en mí, no tienes derecho u obligación de hacerlo -Me le solté con brusquedad y seguí mi camino sin importarme mucho lo que hiciera ahí o dejara de hacer.
No me imaginaba que hiciera aquello, me dio la vuelta con brusquedad y me miró con enfado, esa mirada no la había visto desde hace mucho, por más que me extrañara no dejé de verlo con fastidio.
-¡Soy tu padre, y por mucho que me haya equivocado contigo aun tengo derecho a opinar en tu vida! ¿¡Qué!? ¿¡Tú no cometes errores!? -¿Y qué si los cometo? Yo no he abandonado mis responsabilidades, no sabe lo que dice -¡Solo aléjate de ese muchacho, te traerá más problemas de los que puedes manejar por tu cuenta!
-¿¡Padre!? -Casi escupí la palabra mientras me le volvía a soltar y lo empujaba -¡Dejé de tenerlo y necesitarlo hace años! -Le miré con frialdad ignorando aun su enojo -No te metas en mis asuntos, no te incumben.
Le dejé ahí, para evitar que siguiera con sus cosas me subí en un taxi y le dije que me llevara a casa, me pregunto si estará Mustang en casa... mientras no esté haciendo desastres no pasa nada.
En cuanto llegué a la casa y pagué por el transporte entré, el lugar se escuchaba demasiado silencioso, dejé mis cosas en la sala y pasé por la cocina, estaba vacía y la comida aun estaba completa, subí a ver si estaba en su habitación o en el baño pero nada, seguramente aun no volvía. Bien, lo que haga o deje de hacer es asunto suyo, entré a mi habitación y...
-... ¿¡Qué estás haciendo aquí!? -Entré apresurado a quitarle aquellos papeles de las manos, no tenía que tenerlos ¡No tenía que verlos! -¿¡¡QUE HACES REVISANDO MIS COSAS!!?
-Envy...no revisaba tus cosas, es solo que...oye... ¿de verdad lo que dice ahí es cierto?...-Los había leído ¡Maldita sea los había leído!
Le miré furioso y solo metí las hojas de nuevo al cajón cerrando esta vez con llave. Bien, la culpa es mía por haber dejado esto tan a la mano pero ¿¡qué sabía yo que este tipo se metería a ver entre mis cosas!?
-No tengo que responder tus estúpidas preguntas, limítate a tus asuntos de niño mimado y deja los míos en paz, ahora lárgate de mi habitación y no te metas en mi camino. -Me estaba mirando al mismo tiempo que yo hacía lo mismo, esa manera de verme de nuevo, la sentía durante el funeral, en la escuela, en casa de los abuelos, no la soporto y él, él... -Deja de mirarme así -Dije cuando ya no podía soportar su mirada sobre mí, era humillante en todos los aspectos, no necesito de su lástima.
-¡¡Envy no tienes por qué negármelo mas, si Hohenheim se porto así contigo es algo que ya no importa!! Ese bastardo tarde o temprano lo pagara de eso estoy seguro, yo...yo quiero ayudarte a superarlo, que te sientas libre de contarme todo...-Estaba enojándome demasiado, había visto aquello, no se lo había mostrado a nadie y él simplemente lo abrió como si nada y ahora quiere hacerme sentir su lástima. Me tomó del hombro como aquellos lo habían hecho, me miraba aun como si necesitara de su lástima ¡No la necesito! Le golpee en el rostro alejándolo de mí.
-¿¡Qué quieres que te diga!? ¿¡Que soy un bastardo!? ¿¡Que me quedé huérfano a los 5!? ¡¡¡DEJA DE MIRARME ASI, NO NECESITO DE TU LÁSTIMA!!!
Se volvió a levantar sin dejar de mirarme como si estuviera frente a él un niño perdido o un animal indefenso, la odio, la odio...
-No es lastima lo que siento Envy, es solo que sentí tristeza al leer que todo eso que estaba escrito te había pasado de verdad...etto...Envy ¿sabes que puedes contar conmigo verdad?..Además tener padres no es tan divertido como tú crees...
-¿Entonces es más divertido ver morir a tu madre y que tu padre te dé la espalda? Eres un imbécil -Suficiente, le tomé de la camisa y lo atraje a mi rostro, le miraba como si quisiera destrozarlo solo con eso, con los ojos -lárgate de mi casa, no necesito de nadie, mucho menos de alguien como tú que no sabe ni cuidar de sí mismo.
Le solté y lo alejé de nuevo esperando a que se fuera de ahí, si pasaba otro momento más no se qué es lo que podría pasar, no quiero hacer algo de lo que posiblemente me arrepienta por el resto de mis días.
-Envy yo solo trato de ayudarte... si quieres que me vaya lo haré pero primero habla conmigo, no dejes que lo que ese maldito te hizo te siga afectando aun ahora, Envy por favor...-Intentó volver a acercarme pero no quiero que me toque siquiera, solo le miré como si fuera el bastardo, en ese momento sentí me sentí furioso con él, lo detestaba por haber visto esos papeles sin mi permiso, por fin se acercó a la puerta - me iré...pero por favor ya no te atormentes con eso, sé que no sé nada sobre ti pero me gustaría saberlo, me gustaría que me dejaras acercarme a ti...
Escuché el sonido de la puerta al cerrarse suavemente, luego sus pasos a través de la casa y por último a puerta de la calle cerrándose tras él seguramente. Me tiré en la cama a intentar calmarme un poco, necesitaba poder analizar lo que había hecho ahora mismo, es decir él no tenía por qué estar en mi habitación si se lo había prohibido pero de no ser porque se metió cuando el estúpido de Greed estaba ahí... ¡Aun así no lo justificaba a revisar mis cosas!
La tarde pasó lentamente, estaba todo muy silencioso sin ese tipo alrededor, podría decirse incluso que me siento solo... Yo no pensé eso ¿de acuerdo? Estoy consciente de que me pasé corriéndolo así de la casa siendo que me pagó por un mes de alquiler pero....¡¡Argh!! ¡¡De acuerdo, me disculparé con él!! Pero primero debo buscarlo, que cansado. ¡¡Odio a mi maldita conciencia!!
Salí de la casa dejando todo cerrado, de todas formas parece que Mustang se llevó las llaves que le había dado, si vuelve por aquí puede entrar, no creo que se quede esperando a que yo le abra, no con el clima tan raro que hay. Caminaba por las cercanías para ver si lo localizaba pero nada, me arriesgué a pasar por algunos parques que se encontraban un tanto más alejados, seguro que se entretiene en esa clase de lugares; pasos y más pasos sin encontrarlo, en las tiendas no había rastros de él, ya llevaba bastante recorrido y aún no lo veía siquiera. Si me pongo a pensar bien, no es raro que no lo encuentre, no lo conozco lo suficiente como para saber en dónde pueda meterse, ya estaba por rendirme e irme a casa cuando alguien se paró frente a mí no dejándome pasar, siento que lo conozco de algún lado. No se movía de ahí, intenté pasar por un lado pero igual me tapó el paso.
-Con permiso -Dije ya algo molesto, de hecho no estaba de humor, caminé a su lado dejándole el paso y siguiendo mi camino.
-¿Tu eres Envy? -Escuché que dijo ese hombre, por inercia voltee a verle de nuevo, me estaba sonriendo de forma extraña.
-¿Para qué quiere saber? -Muy bien, estoy dando respuestas idiotas, con eso ya debe saber que ese es mi nombre ¡Perfecto!
-Tomaré eso como un sí -Estaba intentando contener la risa, pobre de él donde se le ocurra burlarse -Necesito hablarte un momento ¿aceptas tomar un café conmigo?
-Tomar café con alguien que acabo de conocer... no parece buena idea.
-Lo siento, no sé dónde se han ido mis modales. Albert Mustang a tus órdenes -Dijo tendiéndome la mano para presentarse, le correspondí el saludo solo por cortesía, ese tipo es por demás sospechoso.
-Envy, aunque eso sobra, usted ya sabía mi nombre pero ¿puedo preguntar por qué?
-De eso me gustaría hablarte pero no aquí.
Acepté acompañarlo, me intrigaba su apellido, por la manera en la que viste se nota que tiene dinero, sospecho que tiene algo que ver con el fotógrafo pero no quiero apresurar conclusiones. Terminamos entrando en un café algo pequeño, estaban algunas mesas ocupadas pero con suerte aun había una disponible en la que nos instalamos, solo pedimos un poco de café para poder estar ahí sin que la dueña del lugar se quejara.
-¿Qué es lo que quiere hablar conmigo? -Dije directamente, no quiero pasar aquí más tiempo del necesario, aun tengo algo que hacer.
-Verás, mi hijo hace un tiempo escapó de casa y uno de sus amigos me contó que estaba viviendo con un muchacho llamado Envy, me dio la dirección por si necesitaba de ella -Se quedó en silencio cuando la mesera nos llevó las tazas con el líquido oscuro, luego continuó -Para no hacer largo el asunto, necesito pedirte que dejes de ayudar a mi hijo.
¿Dejar de ayudarlo? Normalmente un padre me diría "cuida de él hasta que entre en razón" o algo por el estilo, no eso.
-Perdone, pero creo que no entendí. ¿Usted quiere qué?
-Que dejes de ayudar a mi hijo, solo sácalo de tu casa. -Le miré incrédulo y él se dio cuenta de ello -Roy es un chico desobligado, no sabe qué hacer con el dinero que le doy, no valora lo que tiene en las manos solo por seguir absurdos caprichos, ya no es un adolescente y debe saber manejarse por el mundo. Te ha sido una molestia ¿no es así?
-...-En realidad no supe qué responderle, si bien Mustang es un tipo despreocupado, no parece del tipo que se saldría de casa solo por un capricho. Debo escuchar lo que me dice... pero primero debo encontrarlo -Lo siento mucho señor, pero eso es asunto que a mí no me incumbe, solo le rento una habitación, lo demás es cosa de él.
-No te puedo convencer ahora ¿verdad? -Me levanté y dejé un poco de dinero en la mesa para pagar lo que me había tomado, luego le miré para responderle
-A mi no tiene que convencerme de nada, solo cumplo con lo que yo mismo impuse. Buenas tardes señor Mustang.
Salí del lugar sin fijarme en la sonrisa que me mandó aquel hombre.
Toda la tarde me la pasé buscándolo, incluso en los lugares que pensé que jamás pisaría pero nada, decidí volver a casa dejando la búsqueda para después. Tomé un taxi a casa, ya se había hecho demasiado tarde como para poder usar cualquier otro transporte y ya estaba cansado de tanto caminar, mañana los zapatos me cobrarían caro.
Llegué a casa aproximadamente a las dos de la mañana, pagué con lo último que me quedaba en la cartera y me encaminé a la puerta pero no pensé encontrarme con aquello: Roy se encontraba recargado en la puerta durmiendo, seguramente esperando a que le abriera. Será tonto, entonces no se llevó la llave. Me apresuré a ayudarlo a entrar con trabajos, estaba muy pesado así que solo lo dejé en la sala recostado en uno de los sillones, cuando lo tiré ahí algo cayó de sus ropas, un sobre que decía al frente "para Roy". Lo tomé buscando un remitente pero no había, lo dejé sobre la mesa para que cuando despertara lo viera, yo no iba a revisar en sus cosas así él lo hubiera hecho con las mías. Al darme la vuelta escuché un sonido extraño, venía de la chaqueta del fotógrafo, saqué lo que hacía ese sonido, su celular y vi ahí un mensaje que decía algo sobre una tarea pospuesta y que se concentrara para hacerla bien con esa semana extra que les daban, no le puse más atención y dejé el aparato en la mesa.
Me fui a mi habitación dejándolo dormir ahí, quería quitarme esa ropa, se me había pegado un olor horrible que traía Roy en la ropa, alcohol mezclado con otra cosa que no supe distinguir.