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These Are The Days Of Our Lives por Lise

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Notas del capitulo:

Un capitulo difernete creo yo... de los q mas m gusta escribir... q es lo q pasa por las cabecitas d nuestros muchachos... Es facil darse cuenta cual es cual jeje

Espero q les guste... Gracias por leer ^^


Cansancio





Es raro todo esto. Es raro todo lo que me pasa.
Pero cuando quise darme cuenta ya me encontraba todo el tiempo pensando en ti. Fue chocante. Para problemas radicales, soluciones radicales me dije. Y así empezó un conjunto de actitudes que practicamente sin darme cuenta puse en marcha. Me alejé lentamente de ti, comencé a escaparme para caminar solo por la ciudad y aún así no me sentía mejor. Necesitaba llenar tu vacío. Y sabía que no iba a ser tan fácil. Por suerte descubrí que sensaciones vacías y superficiales lograban momentaneamente ese efecto. Así comenzó un desfile de salidas, alcohol y mujeres voluptuosas, esas que solían gustarme tanto. Solo nos veíamos en el día para trabajar si es que lo hacíamos, ya que comenzamos a descuidar el negocio. Nunca me reprochas nada y estas siempre sonriendo para mí a pesar de que llego tarde, y te trato friamente, tan friamente que apenas te dirijo la palabra. Todo se acaba de precipitar. Iba caminando junto a esa mujer y nos cruzamos. Te miré a los ojos y tu también hiciste lo mismo. Esos segundos fueron todo lo que necesitaba.



Me siento mal. Me siento triste. Porque me siento solo. Me gusta estar en el Honky Tonk así no me siento tan solo. Que digo, es practicamente lo mismo. Seguro que estas con otra mujer. Otra vez. Nunca te lo reproché, yo sabía que ibas hacia ellas, pero tristemente me conformaba con verte por lo menos un rato... Para que pelearte y reclamarte si lo único que quiero, es que termines deseando mi compañía tanto como yo deseo la tuya... Solo ahora lamento haber cambiado tanto y sentir tan faciles las lágrimas próximas a salir. No quiero que me pregunten, no quiero hablar. Natsumi me mira con tristeza pero tambien con derrota, sabe que no puede hacer mucho para ayudarme. Sin embargo, segundos después me sorprendo, o mejor dicho me sorprende y me invita a salir. A tomar algo, al cine, a comer. Algo como una cita. Acepto por inercia. Pero en realidad quiero pensar que me voy divertir y que voy a olvidarme un rato de todo esto. Que digo un rato... con un segundo estaría mas que satisfecho. Me pregunto cuando fue que empezaste a invadir mi mente. No estoy seguro, no logro descifrarlo pero calculo que ya no importa mucho...



Es la hora de la siesta, el sol esta bastante fuerte y se filtra decidido por los vidrios del auto. La poca brisa que corre es templada y pesada. Acabo de estacionar el auto junto a la plaza, me encuentro recostado en el asiento del conductor. Escucho cantar incansables a los insectos de la tarde y veo a la gente pasar. Algunos sonríen, otros van serios, algunos perdidos. Lo sé porque yo me vi muchas veces así. Tantas veces serio, como enojado con la vida, perdido, seguro de que no pertenecía a ningún lugar, pero sonriendo, sonriendo de verdad... nunca fue mi especialidad pero todo cambió desde que estas a mi lado. Ese niño me sacó por primera vez genuinas sonrisas de felicidad. Ese es uno de tus méritos, uno de tantos. Miro los árboles quietos y me pregunto porque estoy así. Entonces lo recuerdo. ¿En que momento pasaste a ser la razón de mis alegrías y de mis desgracias?. Podría culparte pero de cierta forma yo elegí todo esto. En aquel momento en el que te dije que te sientes a mi lado y tu aceptaste. Ni tu ni yo lo pensamos demasiado. Siempre supe que por algo había sido. Una razón desconocida pero vital. Solo que acabo de dar con ella.



Que bueno que Paul me prestó su baño. Tomo una ducha y noto que hace varios días que no apareces por aquí. Yo sin embargo no me muevo. Se que si salís a buscarme, aquí es a donde vendrás. Cada minuto que pasa duele intensamente... ¿Acaso no me extrañas?. Salgo, son las 6 en punto, bien puntual para buscar a Natsumi. Ella me recibe con una sonrisa y logra sacarme una a la fuerza. El sol cae y el calor se hace mas soportable. Vamos a comer algo de pescado y charlamos de noticias, del colegio de ella, nos reímos, nunca había notado que eramos tan parecidos, que teníamos tantas cosas en común y que podríamos llevarnos tan bien. Mis ojos simplemente dejaron de mirar mas alla de los tuyos... La comida esta realmente deliciosa, creo que desde hace días que no como con tantas ganas. Me invita a ir a los videojuegos. Nunca me negaría pero ahora lo hago solo porque sería descortés no aceptar. Jugamos un buen rato, había olvidado por completo que esto era tan divertido. Asi se pasaron 2 horas, cansados y ya sin dinero, salimos del ruidoso lugar. La noche ya esta bien entrada y la luna llena ilumina las calles. Comenzamos a caminar y emprendemos el regreso hacia su casa. Entonces sus facciones cambian y me mira diferente a como lo hizo en todo el día.



Sus piernas se encuentran recostadas sobre las de su compañero. Seguro trata de abrigarse, a estas horas siempre empieza a correr una brisa fresca aunque estemos en primavera. Sus brazos se entrelazan en la cintura de quien toma su rostro con ternura, mientras se miran por segundos que seguro no cambiarían por nada existente sobre la tierra. Las hojas murmuran mientras el viento las acaricia y los amantes acercan sus rostros para fundirse en ese beso, destino sellado. El banco de la plaza es cómplice de las caricias y de los besos, igual que yo. Ahora las manos de él se entrelazan entre los cabellos castaños de ella. Su cabello cae lacio sobre su espalda hasta caer sobre el banco. Yo solo los miro. Miro y pienso que detuve mis pensamientos para verlos. No. Me doy cuenta que no dejé en ningún momento de pensar en ti. ¿Que estarás haciendo? No puedo creer que hace días no te veo, pero me veo reflejado en el espejo y los efectos se notan en mi rostro. Como corre el tiempo cuando se mide en pensamientos incesantes y frenéticos a los que uno no acostumbra. Ahora la luna llena ilumina tenue los arboles y las calles. Yo sigo en la misma posición desde hace horas pero me encuentro extremadamente cansado. Nada mejor para asimilar algo, que hablar con uno mismo, como lo hago desde hace horas. Es hora de terminar con el miedo y con la cobardía.



Nos detenemos en la puerta de su casa y me mira fijamente a como lo venía haciendo desde hace cuadras. Me dice que es mi amiga y que no dude en buscarla para hablar, buscar consejo, o simplemente tratar de olvidar. Me pide que no me sienta obligado en contarle pero que entiende lo que me pasa. Parece que todos notan que cambiamos tanto al separarnos, Ban. Yo se que no quiero cambiar, pero esto me lastima en lo mas hondo y me transforma en esa persona triste que solía ser. Le sonrío y le digo que ya va a pasar, como equipo que somos, de seguro que necesitaremos descansar uno del otro de vez en cuando. Le aseguro que todo se va a resolver, que todo va a estar bien, entonces me sonríe y me abraza. Trato de no sentir su abrazo. No es que me moleste, al contrario, pero me siento contenido y eso me debilita. Demasiado. Tanto que quiero llorar. Finalmente nos separamos, nos saludamos y ella entra a su casa. Yo camino sin destino. Pero aunque ya sea tarde termino en el Honky Tonk. El lugar se encuentra cerrado y a oscuras. Es simple... mis pies mecanizados me hacen llegar hasta allí desde donde sea. Me paro frente a la puerta y me detengo con el puño en alto, a punto de golpear. Pero en realidad no quiero ver a nadie. Miro a través del vidrio y veo la barra, las mesas sobre las cuales pasamos tantas peleas, tantos instantes, tantas risas, tantas miradas. Veo tenue mi rostro reflejado y me veo mas solo que nunca. Las lágrimas brillan reflejadas en el vidrio. Los sollozos no se detienen porque se muy bien que necesito descargarme, desde hace días que lo necesito. Trato de llorar en silencio, no quiero romper el silencio y la soledad de la noche. Caigo sobre el piso, y me doy vuelta. Con la espalda sobre la puerta abrazo mis piernas con fuerza y me refugio en ellas. El dolor esta clavado en cada centímetro de mi. Siento que no vas a volver a buscarme. Nunca más...



Manejo el auto decidido... Seguro estas en el Honky Tonk, durmiendo. No debería, no tendría que ir, despertarte y destrozar tu apacible sueño con mi presencia. Ya no se ni lo que hago... Creo que el daño ya esta hecho, solo me queda no hacertelo mas pequeño. De a poco todo se ve mas claro... Solemos complicar las cosas sobremanera, sin notar que en realidad son mucho mas simples. Como lo noto ahora. Solo debo buscarte, tomarte entre mis brazos y vivir siempre a tu lado. Solo eso me basta para ser feliz... Lo veo mas claro que el agua. Maldito semáforo, ahora siento el tiempo correr aun mas veloz. Porque puedo darme cuenta de que cada segundo que corre es tiempo perdido, que deje pasar, volátil, yo sufriendo... y tu también. Faltan dos cuadras, y me corazón empieza a acelerarse. Tengo miedo. Miedo de haberte lastimado tanto como creo que lo hice. Desde la esquina veo un bulto que interrumpe la llana vereda. Apago el auto y un silencio blanco se sienta sobre mi. Salgo con lentitud y delicadeza del auto. Los sonidos molestan. Caminando por la vereda de enfrente noto como la sangre se me hiela. Me detengo y observo tu rubia cabeza hundida en tu cuerpo. Miro fijamente y noto los espasmos que recorren tu cuerpo. El silencio de la calle es tan profundo que tus sollozos invaden mis oídos, entonces cierro los ojos. Y me siento la peor persona del planeta. No es hora de lamentos. Ya no. Camino lentamente hacia ti. Jamas debería haberme alejado tanto. Tu no me notas y me invade el miedo porque siento que no solo estoy caminando hacia ti. Camino hacia nosotros. Camino hacia el destino... Ese grave y constante sonido te sobresalta y levantas la cabeza, las campanadas dan las doce de la medianoche.








La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Notas finales:

Gracias por leerme muuuuuuuuuuuchas gracias!!! Espero no tardar tanto la próxima... ya termine d cursar asi q tendre mas tiempo para escribir =)

Hasta prontito! Se cuidan

Li

PD: Las ultimas palabritas son de Silvio Rodriguez


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