"Yume no Kyuketsuki" por Uzumaki Yuki

"Yume no Kyūketsuki"

- "El que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser su esclavo. Porque, del mismo modo el hijo del hombre no vino para que le sirvan sino para servir." Mateo 20: 26 - 28- decía en voz alta, clara y fuerte; el padre de la Iglesia. Leyendo lo mencionado en la Biblia que poseía en sus manos. Una Biblia antigua, sin duda de muchísimos años. La iglesia era sin duda espaciosa, se podía apreciar el gran altar, y más atrás unos cuadros enormes con hermosas imágenes de dios. Otras de Jesús, otras de ángeles, y en el centro se podía observar una gran escultura de la virgen maría sosteniendo en sus brazos al pequeño Jesús observándole con aquel amor de madre, mientras este elevaba los brazos hacía arriba, el paraíso... lo divino.  

El lugar se encontraba repleto de jóvenes. Todos estudiantes, vestidos con los uniformes correspondientes, en este caso con el uniforme negro azulado por la ceremonia. Todos en silencio, todos escuchando al padre, ¿y para que negarlo?... muchos otros durmiendo, o más bien dejando caer sus cabezas por momentos, no es costumbre ver gente tan joven en una iglesia. ¿El motivo?... Simple, asistían en un colegio Cristiano. Estos colegios se les conocen por ser muy estrictos en cuanto a lo religioso, rezar todas las mañanas antes de empezar una clase. Hacer cooperaciones a otros establecimientos educacionales, o gremios. Ayudar a la comunidad, específicamente a la gente que no posee recursos, he ir que sean tres veces en la semana a la iglesia aun lado de la institución a rezar por una hora y media. Cosa que sucedía en este momento...  

El padre continuaba leyendo algunos parajes de la Biblia, mientras como mencionábamos algunos colocaban atención, otros solo para no aburrirse más y otros descaradamente no.

Un apuesto rubio de aproximadamente 16 años se encontraba en primera hilera mientras mantenía sus ojos cerrados escuchando las palabras del padre. Intentando que estas entraran claramente en su mente, esforzándose en comprenderlas lo mejor que pudiera. Hay diversas interpretaciones para con la Biblia. El rubio tenía la idea de acercarse siempre a la real, la más posible. La que el creía correcta.

Escuchaba atentamente, mientras sostenía entre sus manos un rosario (colgante religioso) con la terminación de una cruz en el final. La apresaba con sus manos rezando.

Los demás alumnos no hacían aquello, solo se dedicaban a escuchar y a mirar de repente mal al rubio. Era bueno ser creyente, pero el rubio exageraba. En la vida cotidiana era sumamente normal, como cualquier chico, pero cuando hablaban de religión o entraban a la iglesia... El rubio ponía énfasis a todas sus creencias, haciendo así que a la gente le produjera rechazo. En estas nuevas sociedades, ya pocos creen, y los que creen son mal mirados, incrédulamente. Y el rubio se emocionaba bastante con el tema. Sin duda podían ver al rubio graduándose, para luego seguir aquellos pasos en que tanto creía, sirviendo su vida a dios. Era una decisión respetada entre sus compañeros, pero no por ello aceptada de buenas a primeras.

- Oi... Naruto- el rubio luego de unos minutos, abrió sus ojos. Mostrando aquellos profundos, brillantes y resplandecientes orbes zafiro.

- ¿Qué?- preguntó a su compañero aun lado. Sin duda se le notaba algo molesto, no le gustaba que interrumpieran su oración.

- ¿Cuánto queda para que acabe?- preguntó su compañero. Un chico de cabello enmarañado en punta, con unas extrañas marcas en el rostro, y ojos afilados y colmillos grandes. Se le notaba sumamente aburrido, ya que bostezaba en ocasiones.

- Estamos en la casa de dios, Kiba. No deberías hablar así, además ya finalizará-ttebayo- respondió el chico volviendo a observar al padre. Cerró sus ojos, para nuevamente concentrarse.

- Pero llevas diciéndome eso desde que entramos- reclamó el chico aun lado. Naruto suspiró hastiado.

- No comprendo para que estás en un colegio religioso, si no respetas las horas de iglesia, para conversar con nuestro señor-

- No es eso, Naruto, - se cruzó de brazos, observando la gran escultura, - Yo creo en dios, pero encuentro que no es necesario venir a la iglesia para hablar con él; El está en nuestros corazones, no en una iglesia- el rubio ante aquello abrió sus ojos observando de reojo a Kiba. Algo en esas palabras le había llamado la atención, pero el moreno siguió hablando, - Amigo mío, ¿es mi imaginación o estas rayándote un poco con este tema?- el rubio frunció el ceño para luego volver a cerrar sus orbes cielo.

- ¿A qué te refieres-ttebayo?-

- ¿A caso no es obvio?, recuerdo que de pequeños siempre eras muy creyente. Pero con el paso de los años, Naruto...- miró seriamente a su amigo, - esto se está convirtiendo en una obsesión para ti. No observó las creencias, devoción y respeto con las personas que tenías cuando eras pequeño y a pesar que no las compartías, respetabas sus creencias. Ahora es distinto, en estos momentos veo a un...- calló en ese momento. No se atrevía a continuar.

El rubio bajó sus manos, y habló suavemente, - ¿A un qué?- Kiba suspiró.

- A un fanático religioso - el rubio ante eso dio una sonrisa extraña. Mientras volvía a fruncir el ceño.

- ¿Cómo puedes compararme con ellos?, sabes que los "fanáticos" religiosos. Son casos aparte-

- Amigo, te digo solo lo que veo de estos últimos años- dijo subiendo sus brazos apoyándolos detrás de su nuca. Acto el cual observó el padre; mirándolo por leves segundos con desaprobación para luego pasar de él y continuar. El rubio le pegó levemente un codazo en las costillas, pero el moreno se quejó.

- Oi, ¿Qué te pasa?- elevó un poco el tono molesto.

- Kiba, Onegai. Compórtate estamos en la casa de dios-ttebayo- le reprendió.

- Me da igual como me mire ese cura- dijo observándolo con enfado.

- Padre, Kiba- corrigió el rubio dando un suspiro resignado.

- Lo que sea. El no es dios para juzgarme, si quiero hago la invertida acá y no puede decir nada- reclamaba en su defensa Kiba elevando su tono molesto, y volteando la mirada. Cruzándose de brazos, mientras volvía a aquella posición.

- Oi, no tienes...-

- Podrían hacer el favor de callarse los dos- pero fueron interrumpidos por una voz más grave detrás. Algo más adulta, esa voz pertenecía a su tutor, el profesor Iruka; - Estamos en plena oración y ustedes hablando temas triviales. Lo creo de Kiba, pero tu Naruto...-

- Tsk... Kuso-  blasfemó Kiba.

- ¡Kiba!- le reprendió el sensei bastante molesto. Naruto observó a su compañero con desaprobación. Mientras se volteaba a Iruka y bajaba la cabeza en un signo de disculpas. Acto que hizo al sensei recapacitar; - Comprendo, queda un minuto-

- ¡Yajuu!- Victorio Kiba con el símbolo de la paz. Ambos le observaron mal. El moreno decidió dejar pasar aquello y comportarse un poco en ese último minuto.  

Luego de aquel minuto el Cura dio la bendición a todos los estudiantes, y finalizó. Todos hicieron una reverencia para luego hacer el signo en el altar de la cruz con sus manos y retirarse cada uno, el rubio al llegar no solo hizo una reverencia, se arrodilló e hizo el símbolo para luego tomar su rosario y darle un beso en la cruz. El padre se acercó a el.

- Ve en paz...- dijo, era un cura que sinceramente no parecía serlo, de cabellos largos y negros. Piel extremadamente blanca y una lengua al parecer más larga de lo común.

- Gracias por su bendición, padre Ororchimaru- dijo para luego tomar la nívea mano y darle un casto beso en ella.

Solo por leves segundos, se pudo apreciar no una mirada de paz en una persona que obra a dios, sino una extraña mirada. Algo que no había sido captado por el rubio, pero si por un par de ojos que observaban todo desde lejos.

El rubio se levanto para volver a dar una reverencia y marchar. Justo al momento de salir, el padre se relamió los labios. Algo sumamente extraño. Lo cual fueron captados por otros dos pares de ojos.

Uno de esos pares se acercó al padre.

- Espero que tenga un buen día, padre- le dijo observando esos ojos. Era un hombre de cabellos grises, y con el rostro un poco tapado. Observaba al cura evaluándolo con la mirada. Porque era suficiente lo que aquel cura había hecho para con el rubio... mirándolo con esa mirada de... ¿deseo?... ¿lujuria?... algo que no debía concebir alguien que obra por dios, que solo ama a dios. Que vive solo por y para él, y ayudando a los demás a cumplir y profesar su palabra.

- Muchísimas gracias, Kakashi-sensei, que el señor esté en tu camino... recuerda siempre que debe obrar por el bien- le dijo, para luego dar una mirada extraña al profesor que los observara desde lejos; Iruka. El peligris frunció el ceño.

- Y espero que tú también recuerdes eso...- dijo en voz baja. Pero el cura le oyó. Le observó unos tantos segundos, para luego dar una sonrisa. Se veía a kilómetros lo fingida que era.

- Siempre lo hago, Kakashi sensei-, esa sonrisa terminó por convencer al profesor, ¿de qué?... simplemente que ese padre era más de lo que daba a conocer.

El moreno dio una reverencia cuando se acercó al cura, pero no dijo absolutamente nada. Kakashi le siguió y el padre Orochimaru cuando observó que todos se retiraron, llamó al aire...

- Kabuto- y un hombre de túnica blanca salió de una de las puertas. El padre Orochimaru hizo una risa que no profesaba nada bueno.

- Si, ¿Orochimaru-sama?- el hombre se volteo sacando su lengua observando de arriba abajo al muchacho de lentes y cabello gris.

- Falta poco... kuku...- reía de forma maliciosa. Mientras se volteaba, dejaba la Biblia encima del altar y observaba a la escultura de la virgen.

- Hai, lo se Orochimaru-sama. Se le ve muy contento- decía Kabuto, sonriendo de medio lado.

- Y como no estarlo, llevo esperando esto por años- su tono fue uno de ansiedad.

- Lo se-

- Y como también lo sabes, ahora acércate- le dijo mientras el aludido se acercaba. El padre Orochimaru le habló muy de cerca; - Necesito desfogarme unos minutos. Y sabes que tú eres un excelente contenedor de fluidos... kukuku- rió envuelto en lujuria. Y el muchacho solo se la respondió de la misma manera.

Mientras unos ojos rasgados los observaban desde uno de los pilares del lugar. Sabía lo que se tramaba ese par... y sin duda sus planes. Y los de ellos, eran sumamente distintos.

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- ¡¡Orden!!- gritaba cierto profesor moreno, -¡¡Orden mocosos!!- volvía a gritar mientras todos no ponían absolutamente nada de atención a lo que decían, de hecho los alumnos le observaban cada vez que gritaba, para luego pasar de él y continuar con sus conversaciones.

- Ahh... no sirve esto- se lamentaba el maestro, Kakashi se encontraba a su lado, mientras sonreía debajo de su extraña mascara oculta y decía, hablándole sumamente cerca y despacio.

- Debe ser así Iruka- el moreno tembló tras ese tono suave.

- ¡¡¡Si no se callan los dejare sin receso por dos semana, y sin hora de almuerzo por tres!!!- gritó dando un golpe sordo al escritorio. Inmediatamente o como si fuera por arte de magia todos los alumnos asustados se sentaron, los cuales ahora se encontraban con el uniforme normal para las clases, de color blanco con líneas azules oscuras en las terminaciones, ya sea cuello y mangas, además de la corbata azul marina. Kakashi tras el grito, dio una sonrisa para Iruka.

- Ves, así debe ser- el moreno se encontraba observando sorprendido, y con la boca abierta casi llegaba al suelo. Luego de unos minutos el moreno retomó la compostura, agradeció a Kakashi y lo envió fuera, porque debían hacer clases. Además de...

- Bien, tengo que dar un anuncio a la clase- todos los alumnos le observaron. Mientras un grupo atrás cuchicheaba entre si.

- Iruka-sensei está demasiado serio. Me pregunto ¿qué será?- dijo un chico de cabello negro y corto, piel nívea. Poseía una sonrisa que no se la sacaba nadie del rostro, era bien popular entre las chicas. Ya que era muy atractivo.  

Su compañero aun lado suspiró cansado.

- Supongo lo mismo de siempre, recuerda que recién comenzamos, y no será algo de vital importancia- dijo con una voz fría. Sai le observó con una sonrisa, el que le habló era su compañero de puesto. Pelirrojo, de ojos verdes, unas ojeras marcadas, y un unos mechones tapando una especie de marca en su frente, un tatuaje que decía "Amor", su nombre, Sabaku no Gaara.

Sai le sonrió aun más. Sonrisa que desesperaba al pelirrojo.

- ¿Por qué me sonríes?-

- A ti nada te saca de ese modo frigorífico, ¿no?- el pelirrojo se enfadó. Mirándole mal

- No empiezas, Sai. Estamos en clases, y no tengo ganas ni tiempo de discutir contigo- le dijo fríamente. Sai nuevamente le sonrió.

- Luego si tendrás tiempo, ¿no Gaa-chan?- le dijo en un susurro, el pelirrojo se sonrojó levemente. Mientras daba vuelta su rostro mirando afuera.

- Baka- le dijo. Sai solo rió bajito.

- Sus problemas de pareja supongo lo pueden resolver fuera-ttebayo- dijo el rubio observando a sus amigos, Naruto se encontraba detrás en un puesto doble pero sin nadie aun lado. Mirándoles con el ceño fruncido.

- Naruto se que no eres de nuestro bando, no nos mires así- dijo Sai con aquella sonrisa desesperante.

- Independiente de eso, es que no le oigo a Iruka-sensei. Solo escucho sus voces-ttebayo-

- No fui yo el que comenzó, Naruto- dijo Gaara ahora observando de reojo al rubio. Naruto bajó la mirada, siempre Gaara le parecía un chico demasiado frío a pesar de ser su amigo en ocasiones se sentía incomodo, sus caracteres contrataban.

Pero la voz de Iruka y el sonido en la puerta les llamó la atención dejando aquel tema aún lado.

- Bien quiero que le den la bienvenida a su nuevo compañero de clases- todos en el salón cuchichearon; - Silencio- dio un leve golpe a la mesa. Los alumnos callaron, Iruka observó hacia la puerta, - Puedes pasar- anunció.

La puerta se abrió lentamente, para más expectación de la clase. Luego se pudo apreciar, una nívea mano abriéndola. Y como un chico se asomaba, para luego entrar completamente, cerrando la puerta tras de sí y colocarse en medio de la clase. Observando todos los rostros, deteniéndose por leves segundos, en un chico rubio de ojos zafiro.

El aludido, le observaba fijamente, el chico nuevo de la clase era alto y esbelto. Sin duda un joven muy atractivo, de piel muy blanca, la cual hacia contraste con sus cabellos negros ébanos, y sus ojos no se quedaban atrás. Sumamente negros, rasgados y penetrantes. Naruto no pudo sostenerle la mirada por muchos minutos, aquella mirada pareciera que le leyera los pensamientos.    

- Puedes presentarte- le dijo Iruka. El chico asintió.

- Mi nombre es Uchiha Sasuke. Tengo 16 años, más cosas son las que me desagradan, pocas las que me agradan. No se acerquen a mí a menos que sea estrictamente necesario- anunció y dio una reverencia. Todos los alumnos se quedaron sumamente sorprendidos con aquella presentación. Sin duda ese chico era un antisocial declarado. 

A Iruka le resbaló la típica gota de anime por la cabeza, mientras sonreía forzadamente.

- Etto... bien. Sasuke-kun- el moreno le prestó atención, Iruka comenzó a ver todas las mesas y capto una en donde solo había un chico, el rubio le miró con el ceño fruncido. Le había explicado el porque no quería un compañero sentado junto a él. Pero Iruka suspiró. 

- Siéntate aún lado del chico rubio que ves al final, luego te...- pero fue interrumpido por el rubio.

- No quiero que él se siente junto a mi Iruka-sensei- dijo, mirando con el ceño fruncido al moreno. Este solo le observó con aquella estampa indiferente y elegante. Algo que sin duda crispaba de los nervios al rubio. Supuso que sería un arrogante. 

- Naruto...- dijo ya comenzando a enfadarse, él era el profesor, él podía mandar donde sentar al alumno que se le plazca en el lugar que se le plazca, pero comprendía porque Naruto le había pedido no tener nadie a su lado, - Yo soy el sensei y yo decido donde se siente el alumno. Sasuke-kun siéntate donde te asigne. Este asintió acercándose hacía el rubio. Naruto se cruzó de brazos y miró fuera, hacia el ventanal.

Los demás chicos solo podían observar como el moreno pasaba por los pasillos entre los bancos, algo en él hacia llamar la atención además. Estaban a casi un mes y medio de graduarse, ¿por qué le habían aceptado a ultima hora?, ¿era aceptado en el ministerio de educación hacer aquello?, esta y mil preguntas rondaban entre los estudiantes del salón.

El moreno llegó finalmente donde el rubio se encontraba. Miró a los chicos delante del rubio, al moreno parecido a él y al pelirrojo. Sai le observaba con esa ya típica sonrisa, y Gaara solo indiferente. Sasuke pasó su mirar al rubio, dio una leve sonrisa de medio lado, casi inadvertida y se sentó aun lado.

- Bien, hoy pasaremos los ejercicios de logaritmos que pedí que hicieran...- el rubio bufó entre cansado y molesto, odiaba las matemáticas además.

- Sé que eres religioso... además se te nota- dijo Sasuke sacando un cuaderno de matemáticas, pero al parecer distinto, el rubio observó de reojo. Logaritmos más avanzados de los que hacía el profesor, bufó aún más molesto. Un chico de buen nivel académico se encontraba a su lado.

- Como todos los que estamos en este salón- se notó aquél tono. Además no tenía porque meterse en sus asuntos.

- ¿Cómo sabes que todos son así?... yo te puedo responder que menos de la mitad aquí cree en la religión- al rubio aquello le crispó aun mas los nervios. Mientras se volteaba a observarle.

- No eres nadie para juzgar a los demás, tu no sa...

- Y tú no eres nadie para juzgarme a mí. Si yo quiero juzgo a los demás, usuratonkachi- rebatió el moreno, Naruto apretó sus puños. - Ni para juzgarme por una primera impresión, ¿no que en las leyes de tu dios dice no juzgues a los demás sin antes conocerles?- El rubio comprendió inmediatamente.

- No caeré en el juego de un ateo. Teme- el moreno sonrió con superioridad.

- Al parecer el dobe me descubrió- dijo mofándose. Naruto ahora mantenía su mirada enfadada.

- Deja de insultarme, baka. Además no se para que entras a una facultad religiosa, si no eres creyente-

- Buen punto dobe- el rubio parecía un gato enfadado con esa mirada y sus cabellos que se erizaban a causa del enfado. Sasuke le observó y solo volvió a sonreír con aquella altanería. - En una escuela religiosa, hay solamente dos opciones- dijo levantando sus manos enseñando sus dos dedos, - una te haces un ciego religioso. El cual es tu caso. Y la otra te haces un ateo. Son una de dos- el rubio posó fuertemente sus manos en la mesa.

Iruka se sobresalto al igual que todos sus compañeros. El rubio se levanto, Sasuke solo observaba a todos y al rubio con indiferencia.

Naruto salió de su puesto y fue donde Iruka.

- Necesito Salí, Iruka-sensei-

- demo...-

- Onegai...- le dijo seriamente. Iruka asintió. El rubio salió sin decir más, cerrando la puerta fuertemente. Iruka solo observó la puerta unos segundos suspirando.

- En realidad, lo que dices es verdad- dijo Gaara volteando a ver a su nuevo compañero. El moreno solo asintió.

- Y es hora ya que Naruto deje de estar tan obsesionado con el tema de Dios. No es el mismo ahora que conocimos cuando niños- dijo Sai haciendo desaparecer esa sonrisa.

Sasuke solo observó la puerta para levantarse y pedir a Iruka ir al baño. Este asintió.

Sasuke salió, pero no con la intención de ir al baño. Sino a otro lugar.

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- ¿Es malo acaso creer fervientemente el algo o en alguien?- hablaba arrodillado frente a la imagen de la virgen. Sus manos entrelazadas junto al rosario, sus ojos se mantenían cerrados. Se encontraba en la iglesia, la cual estaba vacía en esos momentos.

- Tu mi señor, me ayudaste en los momentos más desesperantes. Cuando perdí en aquel accidente a mi madre y a mi padre. Pero mis abuelos, Jiraiya y Tsunade me acogieron. Me rogaron que creyera y siempre rezara por mi bien y por el bien de toda la familia, además de orar por mis padres, que en paz descansen. Lastima que después, aquella enfermedad se llevo también a mis abuelos. Estaba completamente solo-ttebayo- apreso el rosario fuertemente en sus manos, -  fue cuando pensé en ti y ore por mi familia difunta y por mi, porque encontrara mi camino en esta vida llena de pesares-ttebayo- abrió sus ojos levemente observando aquel rosario entre sus manos.

- Y tú me diste la oportunidad de estudiar aquí, que Iruka-san me acogiera y fuese mi tutor. Es lo más cercano a un padre, tengo mucho que agradecerte. Pero... no puedo evitarlo, me molesta profundamente que se burlen de mis creencias...-

- Comprendo tus razones del porque eres creyente. Pero no tu fascinación- escuchó una voz desde atrás de él. Naruto se sobresalto, observó hacia atrás y pudo observar a ese compañero nuevo que tenía en su clase. El miedo le llenó... ¿había escuchado todo?

- Tú has...-

- Absolutamente todo, dobe- dijo ahora acercándose al rubio, mientras este se levantaba y le observaba con el ceño fruncido, hasta con odio. - Palabras muy conmovedoras. Si me permites decirlo- el rubio fue hasta él y le agarró de la camisa. Estaban muy cerca, el moreno ni siquiera se inmutó por ese acto.

- No oses en burlarte, Teme- el moreno no respondió acto que al rubio le desesperó más, - ¿¡Qué?! ¿Ahora irás a contarles a todos esto? Sin duda te debe hacer gracia, que un creyente sea ridiculizado por la gente-ttebayo- dijo el rubio enfadado haciendo sonar sus dientes. El moreno tomó aquella mano, mientras en un rápido movimiento y con mucha fuerza la sacaba de su camisa, el rubio se quejó por el agarre. Se extrañó profundamente, esa fuerza era descomunal. Mientras tomaba la otra mano también, acercando al rubio a su cuerpo, ambos rostros estaban sumamente cerca, el rubio se sonrojo levemente al estar tan cerca de aquel moreno, algo extraño le pasaba con él.

Sasuke observaba aquellas orbes azules enfadadas y mas ese pequeño tono carmesí que se encontraba en sus mejillas. Sonrió levemente con esa pose que le caracterizaba, acercó su rostro al del rubio pasando de él y directo a la oreja del aludido. Susurró suavemente...

- No me tomes por un chismoso, usuratonkachi- dijo, el rubio ante aquella voz tembló levemente más cuando el moreno olió su cuello, de pronto sintió el agarre más fuerte de lo normal que ya ni era normal. Algo extraño sucedía. - El fanatismo no es bueno Naruto, sea razón que sea- dijo ahora apegando su nariz nívea al cuello del rubio, pudo apreciar como Naruto temblaba. Sonrió aun más.

- Vaya, vaya... no pensaba que fueses del otro bando. Menos con tus creencias, me impresionas Dobe- se mofó, haciendo que el rubio reaccionase, se movió bruscamente, forcejeando unos minutos hasta que el moreno harto de tanto movimiento lo soltó. Naruto jadeaba, y ese tono carmín aún no salía de sus mejillas, Sasuke se relamió sus labios suavemente.

- No digas tonterías, Teme. Uno, eso es antinatural dios por ello creo al hombre y a la mujer. Dos, aunque fuese hereje y tuviera esos extraños gustos jamás me fijaría en un sujeto como tú-ttebayo - Sasuke ante aquello sonrió, pero no una de esas típicas, sino una mas bien afectada. Naruto se sintió extraño luego de decir esas palabras. Pero no lo pensó más.

- Bien, ¿entonces tu mismo catalogas a tus dos mejores amigos como herejes?- el rubio no contestó, solo agachó la cabeza.

- Eres patético, como para discriminar a tus amigos- y se marchó dejando al rubio con un gran vacío en su corazón, observó a la virgen, quizás... tan solo quizás se estaba obsesionando con sus creencias y ahora lo más terrible, alejando a sus amigos.

Sasuke caminaba con dirección a la sala de clases, su mirada era sumamente fría. No pudo evitar decir al aire, - Sin duda los hechos te han hecho cambiar... Naruto- ya esta vez dejó aquella mirada fría, adoptando una algo más humana, más preocupada, volteando a la iglesia. Pudo de pronto apreciar como el dichoso padre observaba por una de las ventanas al rubio que aún se encontraba allí, una mirada de lujuria, más aquella larga lengua pasándola por sus labios. El moreno de pronto sintió una gran ira, mientras observaba a ese cura. Se enfadaba más que por el hecho de que Naruto fuera creyente, el hecho de que confiara es esa persona... en ese...

Cortó sus pensamientos de golpe al ver como el padre se alejaba del lugar, mientras Naruto salía de la iglesia. Con aspecto cansado, sin duda sus palabras le habían hecho meditar, volteó y siguió caminando.     

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...Un mes después...

Se podía apreciar como todos estaban expectantes porque faltaba a penas una semana de clases para graduarse, todos hablaban repartidos en la clase sobre el tema. Sasuke se encontraba leyendo un libro... "Crepúsculo" alcanzó a leer Naruto en la portada y como el dibujo de unas manos sostenían una roja manzana. Sabía que trataba el libro, y había notado últimamente que al parecer a su compañero de banco le fascinaba el tema de la sangre, específicamente los Vampiros.

- Esos libros no te hacen bien, además esos temas no existen-ttebayo- el moreno tras escuchar esa voz, observó de reojo al rubio.

- Lo mismo podría decir de la Biblia. Usuratonkachi- el rubio sonrió un poco, ya en ese mes se había acostumbrado a las palabras de su compañero, incluso parecía un poco más tolerante.

- Pero jamás me has negado la existencia de él. Además es real. No como tu libro. Teme- Olvidemos lo que mencionamos hace unos instantes, el rubio aun no era tolerante. Sasuke bufó molesto.

- Si has venido a molestarme no...

- Tranquilo, Teme. Solo quería preguntarte algo- lo interrumpió. El moreno puso atención.

- Dime-

- ¿Por qué ingresaste al curso casi al acabar el año escolar-ttebayo?- el moreno cerró su libro, mirando esta ves fríamente al rubio. Actitud que lo descolocó.

- Esos son asuntos míos, que no tienes porque saberlos, usuratonkachi- dijo levantándose, dejando el libro allí y marchándose del salón, Dejando al rubio confundido, y desanimado. Solo era una pregunta. Observó el libro aun lado, era negro y sin duda llamaba la atención... no se podía negar. Observando que nadie lo mirase, lo tomó y leyó la parte de atrás.

"Hay tres cosas de las que estoy completamente segura"

 "Primera, Edward es un vampiro."

"Segunda, una parte de él se muere por beber mi sangre."

"Y tercera, estoy total y perdidamente enamorada de él."

El rubio tras leer aquello, observó extrañado el libro. Algo en esa contraportada le llamo más la atención ¿Un amor imposible?, ¿al moreno le gustaban esas historias?... Jamás pensó que el moreno le gustase aquello. Volvió a dejar el libro en donde mismo lo había dejado el moreno. ¿Quién sabe y quizás después podía comprarlo y leerlo?, es verdad... debía ser mas tolerante con esos temas.

Luego de las clases, el rubio partió a su departamento. Gracias a que hacia relatos hacia obras de caridad para con las personas en las noches, algunas veces la capilla cercana a su hogar le ayudaba con el financiamiento de su departamento, sabían que el rubio había tenido una vida bastante difícil. Por ello la ayuda, se preparó cuando llego a su hogar su plato favorito, Ramen. Y finalmente salió

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Finalmente había terminado, luego de una pelea con una señora la cual no se fiaba de él. Luego pudo convencerla, la mujer le dio sus más sinceras gracias y diciéndole palabras afectuosas al rubio, este después se marchó. Comprendía el porque no se fiasen de buenas a primeras, el hogar de esas personas era la calle. Por tanto debían cuidarse mucho de las personas, como había personas caritativas como el rubio, también las había la gente sin buenas intenciones. Como también vagabundos mal intencionados. Siempre se debía mantener alerta, internamente oró por las personas, para que cada uno encontrara la paz y las buenas creencias.

Caminaba tranquilamente rumbo a su hogar cuando de pronto sintió un gemido ahogado entre uno de los callejones. Asustado observó un poco detrás de la muralla.

Pudo solamente ver como una chica pelirosa caía rendida a los brazos de un chico moreno, su cuello goteaba con un líquido rojo. Mientras el moreno que la sostenía tenía aquel liquido en sus labios. Naruto al ver esto iba a actuar cuando escuchó otra voz detrás de aquel chico moreno. Todo era muy oscuro apenas divisaba las siluetas.

- No la mataste, ototo-baka- el rubio se tensó ante esas palabras.

- Creo que olvidas lo que yo pienso respecto a este tema, Nii-san- el rubio se sobresaltó tras escuchar esas palabras era ni más ni menos, una voz muy conocida. La voz de Sasuke, y al parecer se encontraba con su hermano mayor.

- Sasuke, somos vampiros. Y los vampiros matamos personas al succionar su sangre- el rubio abrió aun mas sus ojos, más temeroso, sus piernas temblaban. Aquello no podía ser real.

- No necesariamente- dijo el chico. Sasuke observaba a la chica que tenía en sus brazos y la dejaba apoyada, recostada en la muralla. Esta estaba inconsciente por la perdida de sangre. - No quiero matar, nunca lo he hecho. Solo succiono su sangre hasta que estoy estabilizado-

- Pero eso mismo hace que nunca estés satisfecho. Por ello necesitas más sangre que nosotros, que succionamos hasta la última gota de nuestras victimas- dijo otro chico, de cabellos rubios largos, mientras una parte la amarraba en una cola de caballo alta. El moreno mayor tomó entre sus brazos al rubio.

- Tienes razón Deidara- dijo el hermano mayor de Sasuke. Naruto estaba uin poco asomado observaba el parecido entre los hermanos, salvo que el moreno mayor poseía el pelo completamente liso y largo amarrado en una coleta baja. Y con unas marcas bajo sus ojos, en forma de líneas; - Ototo-baka, te esta haciendo mal leer ese libro del vampiro "vegetariano"- se mofó. Haciendo que el moreno menor le mirase con enfado. 

- No te metas en mis gustos, Itachi- de pronto el moreno sintió algo extraño como una presencia. El rubio escondido, se dio cuenta cuando el moreno menor comenzaba a voltear, así que rápidamente se marcho del lugar corriendo apresurado. No podía ser y no quería creer lo que sus ojos y oídos habían presenciado.

Sasuke por su parte suspiró cansado. Mientras devolvía la vista a su hermano y el novio de su hermano.

- Ese chico...- dijo Itachi sorprendido.

- Es Naruto-

- Con que él es con quien debes hacer el pacto- dijo con una sonrisa maliciosa. Pero pudo observar la melancolía en el rostro de su hermano. - Sasuke, se que es difícil. Pero...-

- Se que esa es mi misión- afirmó.

- Tranquilo, no debes preocuparte. De todas formas, le haces un favor a Naruto- dijo con una sonrisa Deidara. El moreno menor sonrió levemente.

- Lo se. Pero cuesta de todas formas... tengo además un mal presentimiento-

- ¿Sobre qué o quién Ototo?-

- Sobre ese padre... Orochimaru- dijo gruñendo al recordar las veces en que le había sorprendido in fraganti a ese padre observando al rubio.

- Tú crees que él...

- No lo creo, lo confirmo por ciertas circunstancias- interrumpió a su hermano. Itachi se sobresalto un poco con ello. Haciendo que Deidara observara mas serio a los hermanos.

- Sasuke si es así no se que haces aquí en estos momentos, sabes cual es tu misión- le regañó.

- Pero aún no puedo actuar, hasta que llegue ese día. El cual es... mañana- dijo Sasuke abatido.

- ¿El 10 de Octubre?- preguntó Deidara frunciendo el ceño.

- Hai- respondió.

- Comprendemos Ototo, a propósito...- el moreno le observó curioso. - Tienes un mensaje de Lucifer- el moreno menor se masajeó la cien. Odiaba cuando recibía mensajes del "ángel caído".

- Esta bien, dímela-

- Dijo: "Más te vale pequeño Uchiha proteger a ese Kitsune, que sino ya sabes las consecuencias que tendrá tu clan" Eso anunció- al moreno menor le calló una gota por la cabeza.

- Para que envió a ese kitsune a la tierra entonces- dijo con una vena en la frente. La pareja sonrió nerviosa.

- Es el hijo de Lucifer y Dios. ¿Qué más esperabas?-

- Hai, lo se. Y que es mi misión velar por él-

- Naruto cumplirá 16 años- dijo sonriendo Deidara.

- Hai, el tiempo ha pasado muy rápido. Aun recuerdo cuando Sasuke llegaba a la casa angustiado luego que a ese rubio le pasara algo malo- sonreía el hermano mayor.

- Porque mejor no se callan par de Bakas- dio media vuelta con ese tono carmesí en sus mejillas. Pero era real aquello, Sasuke siempre... siempre había estado junto a ese rubio. Velando por él pero no interfiriendo en su vida, simplemente el rubio jamás se dio cuenta.

- ¿Te vas tan pronto?-

- Hai debo prepararme para mañana- La pareja ante esas palabras se observó. Asintieron, Sasuke había sentido aquello y simplemente desapareció del lugar.  

- Espero que todo salga bien- dijo Deidara tomando la mano de Itachi, este la estrechó con la suya.

- También lo espero. De todas formas, Dios y Lucifer no podrían haber escogido mejor candidato que mi ototo-baka- dijo orgulloso. Deidara le observó con una gota de anime en su cabeza.   

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Naruto al día siguiente, luego de que las clases acabaran y el día fuera de lo más común se dirigió a la iglesia. Sasuke no había asistido a clases, y aquello de alguna manera le dejo mas tranquilo. Hoy era 10 de Octubre, fecha que le hacia sentir una paz porque era su día, y a la ves le hacia sentir la persona mas triste del mundo, aquel mismo día había perdido a sus padres, y un año después a sus abuelos. Todo aquello en el día de su cumpleaños. Sin duda se decía a si mismo había sido una coincidencia espantosa, y triste.

Sus mejores amigos, Sai, Gaara y Kiba. Sabían lo que el rubio había sufrido pero no que aquel día había pasado, exactamente. Pero intentaron tratarle bien todo el día, ayudándole en lo que fuera para que se sintiera cómodo. Acto que el rubio sin duda agradeció

Entro en la iglesia, abriendo la puerta levemente, era tarde. Las 10:30 de la noche, pero la iglesia estaba abierta a toda hora. Entro lentamente, sus pasos se escuchaban por toda la iglesia. Sentía que necesitaba en ese minuto hacer la confesión, para luego comulgar. Por ello había ido también, tomó aire y llamó:

- Padre... Padre...-

- El padre no está aquí... se ha ido ya- dijo una suave, hipnotizante y elegante voz ronca. Naruto sabía perfectamente de quien era esa voz, sin embargo no pudo evitar sobresaltarse al haberla escuchado. De pronto se llenó de pánico. Al recordar lo visto la noche anterior.

- ¿Qué hora crees qué es?- dijo abriendo sus orbes negras, observando al rubio. El cual se volteó.

- Sasuke...- dijo nervioso mientras tomaba entre sus manos la cruz. El aludido bajó la mirada dando una sonrisa autosuficiente, mirando al rubio, segundos después.

- Una cruz no va a afectarme. Vamos Naruto...- dijo riendo bajo,- Soy un vampiro viniendo a una iglesia, Dobe- terminó por observar aun al rubio que mantenía entre sus manos aquella cruz. Sasuke suspiró mientras caminaba hasta sentarse en una de las largas bancas.

- De todas formas aplaudo tus agallas por haber atrevido a venir aquí tan tarde, sabiendo que yo me encontraba aquí- El rubio volvió a sobresaltarse. - Se que sentiste que podía estar cerca- el rubio frunció el ceño, el moreno le observó extrañado. Naruto tenía una mirada decidida, pero aun no soltaba el rosario.

- Los vampiros son criaturas imaginarias-ttebayo-

El moreno, volvió a suspirar, como teniendo compasión por la errada mente del rubio frente a él, - Crees en dios, pero no en el demonio...- le dijo.

- Se que no eres un vampiro por lo menos- dijo directo, no queriendo escuchar mas del moreno.  Este ladeó la cabeza, confuso por esas palabras. ¡Vamos si le había visto ayer!

- Tu demandas ser un vampiro- dijo ahora observándole sin miedo, solo creía en las palabras dichas por su propia boca ahora, - Pero las cruces no causan efecto en ti, por lo tanto no le tienes miedo a Dios- el moreno se cruzo ahora de brazos, esperando más palabras, las cuales no tardaron en llegar, - Parece que nunca has atacado a alguien. Solo miras tranquilamente-ttebayo-

El moreno efectivamente le miraba de aquella forma. El rubio afirmó en tono fuerte y claro,

- ¡Tú no eres un vampiro en absoluto!-

Ante esto Sasuke, solo sonrió un poco, haciendo que el rubio le observara con una mueca entre un puchero y enfado.

- Oh... Comprendo- miró al rubio, mientras dejaba de cruzar los brazos, ambos se miraban fijamente; - ¿Quieres que probemos tu pequeña teoría?- el rubio no comprendiendo del todo las palabras iba a hablar, cuando no pudo decir nada. Ya sea por la impresión. De pronto el moreno ya no se encontraba frente a él, en un abrir y cerrar de ojos había desaparecido. Naruto se tensó inmediatamente.

- Usuratonkachi...- ahora si que estaba aterrado, la voz había sonado detrás suyo cerca de su cuello. Aquello hizo que el rubio abriera más sus orbes, el terror, el pánico, la desesperación se apoderaron de él, todo en un segundo. Hasta que sintió lo inevitable...

El invitadle dolor de los colmillos afilados del moreno en su cuello. El rubio tembló fuertemente.

- Ahh... eso... eso duele...- decía entrecortado, al sentir aquel dolor. El moreno seguía succionando, mientras sentía  aquel temblor del rubio. Pasó una de sus manos por delante del rubio mas específicamente bajo el mentón, y la otra en la cintura, dando unas suaves caricias. El rubio se sonrojó de sobremanera ante aquello, una sensación extraña. Que nunca había experimentado, dio hecho en aquel instante. Pero despertando de aquel trance se zafó bruscamente del agarre del moreno, haciendo que los colmillos en el cuello le hicieran más daño, botando un poco de aquella sangre al suelo. Al igual que el rosario, Había caído encima de aquella sangre. Desarmándose un poco.

Naruto dio unos pasos hacia atrás observando con enfado al moreno, su cuello sangraba y su ropa en ese lugar estaba rota. Llevó una de sus manos a la herida.

Sasuke solo mantenía su cabeza gacha, mientras se podía observar un poco la sangre gotear de su boca hasta su mentón.

Levantó completamente la vista, mientras con su pulgar lo pasaba por el mentón tomando la sangre y llevándola a su boca saboreándola.

- Sorprendentemente dulce -

Naruto abrió sus orbes ahora si con ligera angustia y algo de miedo. Solo alcanzó a decir o más bien susurrar.

- Sus ojos... son rojos- el moreno pudo escucharlo, mientras reía bajito. Elevó mejor su cabeza, dejando ver esos largos colmillos, y esos orbes rojos con pequeñas comillas alrededor de la pupila. Naruto no pudo evitar estremecerse ante aquello.

- No te preocupes, Dobe- el rubio retrocedió un paso, - Toda esa estupidez que la gente dice acerca de que si un vampiro chupa tu sangre, te volverás uno de ellos o tú regresarás por tu sangre chupada, son todo supersticiones...- Volvió sus colmillos a la normalidad, pero sus orbes aun no cambiaban, le observó con su sonrisa autosufiente.

- No te va a pasar nada- El rubio no sabia si fiarse o no de esas palabras, dejó de apretar su cuello, al sentir que ya no emanaba mas sangre, pero a pesar de ello se encontraba algo mareado de todas formas por la perdida de sangre. Retrocedió unos pasos, no podía creerlo aún, ya estaba procesado en su mente, pero ¿cómo podía ser todo real? ¿Acaso la Biblia le había mentido todos estos años?, se comenzó a desesperar negando con la cabeza. Mientras el moreno le observaba ahora más preocupado que cualquier otra cosa, Naruto al ver que el moreno dio un paso, se volteó y comenzó a correr fuera de la iglesia.  

Sasuke ahora estaba completamente solo en la iglesia, dio un suspiro mientras daba una sonrisa afectada. Se agachó y recogió el rosario.

- Pero... volverás a ser chupado otra vez- sostuvo mejor la cruz en sus manos mientras le daba un beso, - No dudo sobre eso...- dijo observando aquella puerta. Naruto corría fuera de la iglesia, por uno de los patios, pero se detuvo lentamente. Se encontraba sumamente mareado ahora. Apoyó sus manos en sus rodillas, mientras intentaba dar aire a sus pulmones. Estaba cansado por el haber corrido, producto del miedo y producto de la incredulidad. Todo nuevamente llegaba a su mente, muchas imágenes y frases dichas rápidamente. Le costaba creer la verdad, además de todas las cosas en que creía... ¿acaso todas habían sido mentiras?

Sus pensamientos fueron cortados tras ver frente a el, a alguien a quien admiraba mucho, le observaba como siempre sereno.

- Naruto-kun, tan tarde y por estos alrededores?, supongo que estabas orando en la casa de nuestro señor-

- Padre Orochimaru...-

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Una densa niebla cubrió el lugar, Sasuke suspiró, sabía de quien se trataba.

- Sasuke- dijo Itachi, se le notaba un tono sobresaltado, el moreno observó la niebla extraña. Más transparente que espesa.

- ¿Que ocurre? ¿Por qué tu transformación esta así?- dijo este a la niebla.

- He... vine lo más rápido que pude de las puertas del cielo y el infierno, estoy agotado.- Hubo un momento de silencio, pero Itachi prosiguió, - ¿Sasuke que haces aquí?... Por qué no estas haciendo el ri...-

- Porque siento que él no esta preparado aún- dijo observando la puerta nuevamente entre la neblina.

- Sasuke, dudo que se prepare en una hora más. Son las 11:00, a las doce debes hacerlo-

- Lo se demo...-

De pronto ambos tuvieron un mal presentimiento. El ambiente se notaba extraño, aquella presencia no estaba muy lejos... era sin duda.

- Con que Orochimaru era el Basilisco-

- Lo sabía. Pero porqué se manifes...- y fue cuando calló en cuenta de todo. Naruto había salido corriendo y Orochimaru...

- Itachi- habló sobresaltado. Itachi comprendió, el también pensó aquello.

- Apresúrate Sasuke. Sabes que debes hacer, ¡ve Ototo-baka!- Y como si fuera una orden, Sasuke se transformó en un gran lobo negro y salió del lugar.

- Son pocos los que pueden hacer esa transformación, yo odio la mía- dijo aquel chico de cabellos rubios, entremedio de aquella neblina.

Los vampiros podían adoptar diversas formas, la más conocida era el murciélago, pero también estaban la niebla, el lobo, la rata, el zorro y la común el murciélago.

- Un pequeño hámster, te ves adorable así. Va de acuerdo a como eres en realidad, ¡auch!- se quejó tras recibir golpes, claro Deidara enfadado golpeaba hacia cualquier dirección, donde hubiera neblina.

- ¡Repite eso, bastardo!-

- ¡Iteee! ¡¡Eso duele!!- se quejaba el moreno. Sin duda una pelea de pareja... bastante extraña.

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- ¿Qué sucede Naruto-kun?- el rubio sintió sus propias orbes humedecerse,- ven aquí- le llamo el padre observándole, mientras alzaba su mano tendiéndosela al rubio.

Este con dificultad se irguió mejor y comenzó a acercarse al padre, ya estaban muy cerca, el ambiente se tornaba extraño. Algo pesado, cosa que hacia al rubio respirar con dificultad. Pensó que quizás eran cosas de él mismo por lo que había sufrido hace unos minutos.  

Le tendió la mano, Orochimaru la agarró fuertemente. Naruto habló

- Quiero confesarme padre, a causa de este día...-

- Comprendo...- respondió cerrando sus orbes.

- Además... me gustaría hacerle una pregunta- dijo Naruto agachando la cabeza, nervioso. Intentó encontrar su rosario pero recordó que se le había caído en la iglesia. Recordó a Sasuke y todo lo que había sucedió, su corazón se aceleró, de pronto se preguntó el porque de aquello. Hace unos días había finalmente podido leer unos capítulos de ese libro que leía el moreno, comenzó a pensar que quizás Sasuke... le atraía algo más que como un amigo. Pero negó con la cabeza, supuestamente Sasuke era un vampiro. Además de que era un hombre, y aquello... aquello no podía ser, le comenzó a doler su corazón con esos pensamientos.

- Dime Naruto-kun- dijo ahora acercando más al rubio así. Aún mantenía sus ojos cerrados.

- Se que dios creo al hombre y a la mujer como únicos seres pensantes, pero... ¿es posible que haya creado a más seres-ttebayo?- de pronto la risa de Padre Orochimaru lo desconcertó. - ¿Pa... Padre?- tartamudeó. Y sus ojos se sobresaltaron al ver lo que presenciaba. Aquellos ojos comunes habían desaparecido, dejando ver unos ojos amarillos y de pupilas alargadas. Cómo los de una serpiente.

- ¿Qué?... sus ojos...- Naruto de pronto comenzó a ver borroso. 

- Pues creo... Naruto-kun que dios y el diablo también crearon más seres... kuku...- dijo ahora mirándolo fijamente, Naruto comenzó a marearse, veía todo borroso, esos ojos le llamaban. Estaba hipnotizado...

Y sin más calló en los brazos de aquel hombre, estaba entre conciente y no estarlo. Observaba la cruda realidad que experimentaba, pero su mente se negaba a responderle. Solo mantenía sus ojos opacos y su rostro sorprendido. Más expresiones no habían.

- ¿Está todo listo Kabuto?- preguntó Orochimaru con aquel tono ansioso.

- Hai, Orochimaru-sama, puede pasar a la sala-

- Kuku... perfecto- dijo para luego bajar hasta estar a centímetros del rostro del rubio,- Sin duda eres muy atractivo. Me pregunto si ese ser también lo será- dijo levantando la camisa del rubio palpando con su mano el abdomen del hipnotizado rubio. Mientras sacaba su ahora enorme lengua y la pasaba por la mejilla zorruna; - Nos vamos a divertir también Kyuubi-san-

Y sin más tomó al rubio y desaparecieron hasta aquella sala.

Sasuke corría por los pasillos, en su forma de lobo oliendo cada parte, sentía aquel escalofriante poder cerca, izquierda, derecha... corría a todas direcciones, rogando... así es... rogando porque no fuera demasiado tarde.

Orochimaru posó a un desnudo rubio en una gran mesa redonda, debajo de ella una manta la tapaba, pero no cualquiera sino una manta con un gran sello dibujado en forma de espiral.

La habitación se encontraba llena de velas. Más otros grabados en el suelo.

- Bien- dijo sacando sus pantalones y sus boxers, observando y abriendo las piernas de aquel joven virgen rubio hipnotizado, Orochimaru se relamió con aquella lengua sus labios al ver la rosadita entrada no profanada aún del rubio. Alargó su lengua a límites insospechados. Necesitaba lubricante para el proceso, y no uno cualquiera, sino del mismo rubio.

Llevó su lengua enroscándola en el flácido miembro del rubio en reposo. Mientras comenzaba a apretar y dejarlo libre aquel miembro, mientras subía y bajaba, el rubio no decía nada se encontraba en trance. Pero su cuerpo si reaccionaba, y comenzó su miembro a alzarse tras esos trabajos con aquella lengua.

Kabuto observaba desde una esquina el proceso, atado a una silla, ya que él iba a ser el sacrificio.

Orochimaru decidió apurar el proceso, mientras con sus manos tomaba los testículos del rubio y los masajeaba apresándolos y soltándolos haciendo que el miembro comenzara finalmente a botar pequeñas gotitas de pre-semen, Orochimaru dejó que el rubio soltara varias, las tomó con su mano, dejó de masturbar al rubio y comenzó a acariciar, pasando esos dedos lubricados por alrededor de la entrada.

Pero Naruto en su semi trance, solo pudo derramar unas cuantas lagrimas por el acto que presenciaba y solo decir, o más bien pedir la ayuda de alguien.

- Sa... Sasuke- justo en aquel momento un sello se formó en el estomago del rubio, el mismo sello que había en aquella manta, Orochimaru sonrió iba a meter el primer dedo cuando un estruendo se sintió. Sasuke con su forma animal había llegado, sus ojos se sobresaltaron por la escena. Orochimaru rápidamente dejó aquello y llevó su cabeza enfrente de la del rubio, le abrió la boca a la fuerza y comenzó a aspirar.

-¡¡¡Detente maldito Basilisco!!!-

Sasuke se abalanzó a Orochimaru apartándolo del rubio, había sido poca el alma robada, Sasuke poseía sus ojos rojos de ira, y también sumamente preocupados, angustiados al ver como el rubio comenzaba a toser y se veía un poco mas flaco además pudo observar aquella zona intima del rubio que aun se encontraba activa... pero la rabia lo consumía al ver el estado del rubio. Naruto había salido del trance y llevaba sus brazos a su cuerpo mientras negaba y temblaba intentaba taparse. Mientras las lagrimas caían por sus orbes, Sasuke volvió su vista llena de odio a Orochimaru.

- Eres un vampiro muy molesto, Sasuke-kun. Llevaba esperando esto por años, hoy debía ser el día en que me apoderaría del demonio que lleva en su interior aquel rubio, el hijo de lucifer y dios. Kyuubi, el zorro de nueve colas. ¡Y tú... tú me lo has arruinado!. ¡Te mataré por eso!- Los ojos y cuerpo de Orochimaru comenzaron a cambiar, transformándose en una especie de gran anaconda. Sasuke miraba el suelo. Sabía que si miraba a los ojos de Orochimaru, irremediablemente moriría, pero le quedaba el sentir.

Orochimaru se dirigió a él. Sasuke se desvió de su trayectoria, mientras saltaba rápidamente y mordía la cola de la serpiente fuertemente, arrancándole la ultima parte. Orochimaru gritó de dolor tras eso y rápidamente elevó la otra parte de la cola y la lanzó fuertemente contra Sasuke, el moreno fue directo contra una de las murallas estampándose en ella y aullando de dolor.

Naruto tras eso, observó hacia aquel animal. No comprendía nada, ¿no que solo podían transformarse en murciélagos?, pero eso daba igual ahora. Sasuke luchaba... luchaba por el. Naruto sintió nuevamente su corazón bombear pero con energía, a pesar de su estado delgado y sin fuerzas se levantó levemente, sumamente asustado al ver. Como dejaba aquella forma y comenzaba a ser el vampiro que él conocía. Estaba su cabeza con sangre, debido al golpe. Intentaba levantarse. Intentaba observar bien, pero Orochimaru estaba a punto de observarle a los ojos.

- Eso Sasuke-kun solo debes... observar mis ojos- dijo para que ambos se fijaran.

- ¡¡¡¡No!!!!- gritó el rubio levantándose, de pronto una fuerza extraña emanó de su cuerpo, una especie de aurora roja, corriendo fue sin pensarlo más y golpeó al basilisco.

- ¡¡No golpes al Teme-ttebayo!!- gritó, Sasuke sonrió de medio lado. Al menos seguía siendo importante para Naruto. A pesar de su condición. A la vez le impresionó que sacara la fuerza del Kyuubi para hacer aquello.

"Debes quemarlo, Gaki" le dijo una voz interna. El rubio se sobresaltó.

"¿¡Qué?!, ¿¡Quién eres tú y como hablas conmigo-ttebayo!?" el demonio solo se mofó.

"Soy el demonio de las 9 colas, al que han llamado Kyuubi" se presentó.

"¿¡Nani, tengo un demonio en mi interior?!" gritó sobresaltado.

"Y no uno cualquiera, soy el más poderoso de los 9. ¡Deberías sentirte orgulloso Jinchiuriki Gaki!"

"Jinchiu.... ¿¡qué?!" preguntó confuso.

"Uhh... ¿por qué debían colocarme en este contenedor retardado?"  Se lamentó.

"¡Oí, no me digas así! ¡Demonio!, pero como es posible que yo posea un..."

"Luego discutiremos esto. Ahora debes matar a ese Basilisco" Habló seriamente.

"Demo... el es..." habló al ver como el padre Orochimaru se elevaba. Recuperándose del golpe

"¿¡Quieres que ese vampiro muera, acaso?!"

Naruto observó el estado de Sasuke el cual respiraba con dificultad mientras se apoyaba, se le notaba más blanco.

"Por el golpe esta sufriendo perdida de sangre, si no se alimenta rápido. Morirá definitivamente"

Esas palabras se clavaron a fondo en el corazón del rubio. Negó con la cabeza.

"¡Ie!. No quiero que muera dattebayo!" habló angustiado.

"Je... Lo se. Es de quien estas enamorado, dudo que permitas que le suceda algo" el rubio ante eso se sonrojó. Pero también se sorprendió.

"¿De que estas hablando?..."

"Lo noté desde el primer momento en que le observaste, lastima que seas tan conservador con ese tema religioso que te negaste todo" el rubio volvió a observar al moreno, en verdad... quizás Kyuubi tenía razón.

"Demo el es..."

"Un vampiro y un hombre, ¿y qué?"

El rubio no contestó más, observó al basilisco. Kyuubi comprendió y le ayudó, comenzó a formar una especie de esfera en su mano.

"Esto..." hablaba sorprendido el rubio.

"Conoce tu primer poder, se llama Hi no Rasengan" habló orgulloso el demonio. "Debes apresúrate, lánzalo. Cuando te de la señal" el rubio asintió.  

Sasuke observaba todo desde lejos. Sabía que Naruto y el demonio estaban teniendo una conversación interna. Veía todo borroso, pero aprecio el rasengan de fuego. Ya todo iba a terminar.

El basilisco se alzó enfurecido, - ¡¡Maldito demonio!! ¡¡Tú debías pertenecerme!!- gritó Orochimaru, Naruto por su parte sonrió.

- Ni en un millón de años, ¡bastando!-

"¡Esquívalo!" y el rubio hizo caso, ahora Orochimaru se encontraba aun lado del rubio iba a atacar ahora a otra persona, alguien que sabía el rubio apreciaba. Naruto se tensó. Y más al ver que Sasuke no se movía.

"¡Ahora Naruto! Luego salta rápidamente y quita a Sasuke de allí" y así el rubio cumplió. Lanzó el Hai no Rasengan y rápidamente tomó a Sasuke, ambos saliendo de aquella sala, la cual comenzaba a quemarse. Ambos observaban desde afuera.

- ¡¡Me vengaré!! ¡¡Juro que lo haré!! ¡¡No crean que se salvarán!! ¡¡¡Kyuubi será mio algún día!!!- y dejaron de escuchar los gritos, al ver como el fuego abrazaba al gran basilisco.

Naruto suspiró cansado. Sasuke ahora se mantenía mejor en pie, pero de todas formas se sentina mareado, sabía lo que le tocaría, tenia que cumplir la misión rápidamente. Al menos así todo abría pasado.

- Naruto, debemos irnos. Llegaran los bomberos, no pueden vernos así- dijo con una leve sonrisa a pesar del cansancio, Naruto estaba completamente desnudo y Sasuke con su aspecto vampirico.  

El rubio volteó su mirar mientras sonrojado asentía.

- Se donde podemos ir-ttebayo- y aún con esa energía de ese demonio, marcharon rápidamente donde el rubio había anunciado.

Llegaron finalmente al lugar donde el cura debía prepararse para asistir a las ceremonias. El moreno asintió entrando al lugar, había una pequeña cama con sabanas blancas, mientras un baño les seguía e implementos médicos. También además de estantes con túnicas.

- Esta es...

- Es la habitación que no merecía ese Orochimaru...- dijo luego cuando aquella energía se iba. Naruto de pronto sintió un vació, desplomándose lentamente en sus rodillas. Sasuke se encontraba recostado en la cama, se preocupo al ver esa reacción.

- ¡Naruto!- El rubio sonrió un poco tomando bocanadas de aire, su aspecto aun se mantenía delgado y pálido. Sasuke sabía que debía actuar rápido.

- ¿Naruto puedes acercarte?-

- Ha... hai. Debo curarte esas... heridas-ttebayo- El moreno sonrió levemente, aun así el rubio se preocupaba por el, debía decirle antes toda la verdad.

- No hay tiempo, ven. Dobe- el rubio hizo un puchero, que hizo en Sasuke una media sonrisa. Naruto con dificultad se levantó y se sentó enfrente del moreno, el cual le cubrió con una manta blanca. Se acercó ambos rostros juntos. Naruto se sonrojo levemente, se dijo internamente que debía ser valiente y decirle a Sasuke lo que sentía.

- Sasuke... Yo- 

- Me alegro de haberte conocido. Naruto- El rubio de pronto se sobresalto y sintió un vacío angustioso, Sasuke le observaba con sus orbes más opacas de lo normal. 

- Sa...-

- Déjame terminar. Debo contarte muchas cosas- el rubio asintió. A pesar de estar preocupado, debía y necesitaba escucharle- Uno, el demonio que tienes en tu interior, es el hijo de Dios y Lucifer, el más poderosos de todos. En total son 9. Segundo, Tú fuiste escogido entre muchos para ser su contenedor, por poseer una mente limpia de pensamientos impuros, eres...- acarició la mejilla del rubio. Este se sonrojo, - Como un ángel- El rubio sonrió, no lo creía pero viniendo de Sasuke era sin duda un halago.

- Tercero, Yo siempre estuve a tu lado... siempre te observé eso si desde lejos. Ya que yo soy tu Kai, tu compañero... el que debía cuidarte y protegerte. El que ya ha cumplido casi con la misión- el rubio le observó pasmado y ha la vez preocupado.

- ¡Pero!-

- Ahora debo terminarla. La misión era convertirte en vampiro, para que así despertaras el poder del Demonio y se fundieran ambos- le interrumpió, dándole una sonrisa sincera. Algo que dejó sonrojado y sorprendido aun mas al rubio, esa sonrisa era sin duda hermosa.

- Pero...- dijo pasando su mano al vientre del rubio por debajo de la sabana. - No quiero... que lleves una vida o no vida, así- dijo ahora acercándose al rostro del rubio. Naruto cerró los ojos, Sasuke no lo pensó dos veces y casó finalmente los labios del rubio. Ambos fundiéndose en un apasionado beso. Sasuke bajó finalmente su mano hacia donde ahora el miembro del rubio comenzaba a responder. Naruto jadeó suavemente separándose de los labios del moreno.

- Sa... Sasuke... tú a mi me... ahh...- volvió a gemir, Sasuke le miro calido, - se que... somos... ahh... hombres... pero no puedo...-

- Evitar lo que sientes. Lo se...- le acarició la mejilla con la otra mano mientras ahora posaba una de las manos en la cintura del rubio, haciendo que su cuello diera de lleno en la boca del Uchiha, Sasuke aceleró sus caricias con el miembro del rubio, mientras escuchaba los jadeos y gemidos en su oído. No podía evitarlo... a pesar de que estaba... muriendo, quería estar con el rubio. Pero la misión debía cumplirse.

- Sa... Sasuke, tus... heridas... ahh...- jadeó el rubio al haber abrazado al moreno y sentir la sangre.

- No vale la pena ya Naruto- el rubio ante aquello se sobresaltó, aun gemía, pero

observó al moreno.

- De... ahhh.... ¿¡De que demonios?!... ¡¡ahh!!... ¿¡hablas?!- sentía su miembro muy mojado y la mano de Sasuke aprisionaba la punta.   

- Mi misión será finalizada y yo ya no estaré aquí- aquello al rubio le dio de lleno, comenzó a llorar amargamente entre cada gemido. Sasuke ante aquello se detuvo, Naruto lloraba. Y se estremecía, Sasuke sabia que debía hacer, pero dolía... dolía mucho ver llorar al ser que amaba así. Al ser que había amado desde que el rubio era pequeño. Sacó sus colmillos, iba a clavarlos en Naruto. Cuando sintió como este le mordía.

Se sobresaltó por ello. Mirando desconcertado.

- ¿Na... Naruto?...- el rubio comenzaba a ponerse más y más pálido. Sasuke se sobresaltó, intentando alejar al rubio- ¡¡No, Naruto!!- su cara era de suma angustia, comenzaba poco a poco a sentirse mejor. Mientras el rubio poco a poco se debilitaba.

Sasuke finalmente pudo alejar al rubio un poco, le miró reprochándoselo, zamarreándolo. Naruto observaba al moreno con ojos opacos y su boca roja a causa de la sangre absorbida.

- ¡¡Naruto, eres un dobe, usuratonkachi!!- el rubio solo rió débilmente.

- No quería que desaparecieras... prefiero hacerlo... yo... teme- hablaba cada ves más entrecortado.

- ¿¡¡Cómo??!! ¿¡Cómo lo sabías?!-

- Ky... Kyuubi acaba de decirme... que si lo hacia, sobrevivirías... pero que yo lo pagaría... con mi vida- decía con dificultad mientras posaba ahora sus brazos alrededor del moreno, el cual comenzaban a escocerle los ojos, volviéndose rojos. - Fue... Fue lo mejor que pudo pasarme-ttebayo... haberte... cono...cido... Teme...- y finalmente el cuerpo del rubio comenzó a irse hacia atrás, pero Sasuke lo sostuvo, mientras observaba con sus ojos ahora emanando lágrimas, como el rubio caía en la inconciencia para luego, irremediablemente... Morir. 

- Ie...- dijo bajito, negando. Observando al rubio el cual estaba sumamente pálido, aquel pálido que comenzaban a poseer los muertos, y esa sonrisa en sus labios que comenzaban a volverse morados. - ¡¡¡IE!!!- Grito para luego acercar al rubio.

Aun había tiempo, lo lamentaba por Naruto pero si así iba a estar vivo, prefería que fuese de esa manera. Llevó sus colmillos al cuello del rubio y luego comenzó a succionar. Mientras sus manos se dirigían aun a la erección del rubio masajeaba con fuerza. De pronto el rubio comenzó tomar su color normal, el moreno succionó un poco más. Para luego subir y bajar su mano más fuerte, el color volvía al rubio y un jadeo se escapó, para luego sentir las gotitas pre-seminales.

- Vamos... un poco más, Naruto-

- Ahhh...- ahora se escuchó de la garganta del rubio y como finalmente botaba esa esencia blanquecina jadeando levemente mientras su cuerpo temblaba, Sasuke dejó de succionar, mientras pasaba su lengua por aquellas marcas sellándolas, formándose un dibujo en ellas una especie de espiral. Llevo aquella mano con aquel liquido seminal y la paso en el estomago rodeando el sello, perfectamente, ya lo conocía y pronunció.

- Proclamo a este hombre como un nuevo vampiro... mi pacto de sangre. Ambos hemos bebido la sangre de su contraparte y yo he mezclado ambos chakras en uno solo. Por tanto... este nuevo vampiro y yo somos uno- De pronto se vio a través de la sabana blanca, una luz azul. La cual envolvió el cuerpo de Naruto, y así el rubio luego de unos minutos, volvió a la normalidad. Pero ahora se podían observar sus rasgos vampiricos. Los colmillos alargados, sus orbes rojas y la pupila en forma de línea. Más sus uñas un tanto largas. Aquellas facciones maravillaron al moreno y más al ver que la transformación del rubio era al aparecer la de un zorro anaranjado. Las manifestaciones se daban en las orejas y la cola. Por unos segundos, cosa que el comprobó. Sin duda su rubio, si su rubio... era una caja de sorpresas. Finalmente aquel momento seso, para luego, Naruto comenzó a abrir sus orbes celestes

- Gomen nasai... Naruto- se disculpó el moreno, no quería que el rubio viviera una vida con sed de sangre, pero no pudo soportar el hecho de perderle.

- No tienes que disculparte, Baka- aquello hizo que el moreno frunciera el ceño. Naruto rió de manera zorruna, acercando aun más sus cuerpos, Sasuke se abrió mas de piernas sentando al rubio encima, Naruto se movió haciendo que ambos miembros se conocieran. Jadearon.

- Arigato, Teme- dijo el rubio para luego besarle, acto que correspondió Sasuke. Se besaron apasionadamente, sus para luego abrir aun mas sus bocas, mezclando sus lenguas, enroscándose la una con la otra, ambos probando sus rincones bucales. Para luego después de estar muy mojados, separarse. Respirando agitados.

- No me debes agradecer nada. Te até a una vida en donde la sangre ahora será tu comi...

- ¿¡Nani?! ¿¿¡¡O sea no puedo comer ramen-ttebayo!!??- preguntó, interrumpiéndole el rubio, adoptando la misma imagen que en el cuadro, El grito. Haciendo enfadar a Sasuke.

- Tsk... ¿¡por qué arruinas los momentos, Usuratonkachi?!-

- Es que... mi ramencito-ttebayo- lloraba como un niño, haciendo una mini pataleta. Sasuke se sobó la palpitante vena enfadada que salía en su frente.

- Si podrás comer ramen. Me refería que no lo comerás como comida fundamental, sino que como un postre, ya que la sangre será el principal; Dobe.- al rubio se le iluminaron de pronto sus ojos.

- ¡Que delicioso como postre-ttebayo!- comenzó a gritar feliz.

- Ah... no hay caso contigo, dobe- lloró internamente el moreno.

- Hehe... pero así te gusto, T-e-m-e- el moreno ante eso se sonrojó fuertemente. Volteando la mirada, el rubio sonrió zorruno. Para luego posar una agradecida.

- De verdad... Arigato Sasuke. Gomen también por no darme cuenta de cómo era ese Orochimaru- el rubio comenzó a subir la prenda blanca tapándose un poco, Sasuke había visto aquello que le había hecho al rubio. Pero el había borrado una parte de esas sucias caricias, con las limpias y sanas de el. Faltaban en otra parte...

- Te... Teme, no... mmm... toques ahí-ttebayo- dijo intentando sacar la mano, Sasuke había llevado una de sus manos aun que poseía un poco de fluidos del rubio, hacia la parte trasera de este. Naruto se exalto, recordando hechos no muy buenos, comenzó a temblar levemente. Sasuke se acercó a su odio.

- Déjame borrar ese mal recuerdo... Naruto- el rubio le observó sonrojado, unos minutos, era verdad. El moreno era a quien él amaba, por tanto quería olvidar aquello que había pasado antes. No se lo negaría. Porque le amaba y... deseaba estar con el moreno. Pero aun sentía algo de miedo, aunque era normal esta ves era...

- Se que es tu primera ves, Naruto- 

El rubio se sonrojó levemente, haciendo un puchero y desviando la mirada, - ¿Lo sabías verdad?- el moreno acariciaba la entrada del rubio con sus dedos mientras sonreía Levemente.

- Se todo sobre ti, usuratonkachi- dijo para luego ingresarlo. Haciendo que el rubio abriera los ojos y temblara mientras jadeaba.

- Ah... Sa...- jadeó nuevamente sin poder terminar, al sentir como el moreno ingresaba un segundo dedo en su entrada. El rubio ahora se quejó un poco al sentir como se movía en círculos, haciendo contraer su entrada. Sasuke sonrió de medio lado.

- Relájate, usuratonkachi. Sino te dolerá más- le dijo. Colocando su otra mano en el miembro del rubio acariciando la punta, Naruto comenzó a suspirar.

Luego de unos minutos acostumbrándose, Sasuke ingresó el tercer dedo. Naruto gimió esta vez mientras movía sus caderas. Los dedos tocaban un punto que lo hacían estremecer. Sasuke sentía su propio miembro cobrar vida y llamando a gritos al rubio. Naruto comenzó a moverse en círculos, haciendo que la manta cayera hacia aun lado dejándole ver por completo. Sasuke pudo observar aquel miembro mojado con esa sustancia blanca espesa, su mano y la punta de aquel miembro y como ahora el semen se encontraba seco en la marca del sello de Kyuubi que poseía Naruto y como se iluminaba por leves momento a causa de la excitación del rubio.

Sasuke sonrió sincero, su rubio le deseaba y quería tanto como él para con el rubio.

- Ahhh... Ahhh... Sasuke...- decía mientras comenzaba a rebotar. El moreno no pudo soportarlo más sacó su mano del miembro del rubio y comenzó con una a abrir el cierre de su pantalón bajándolo un poco junto con sus boxers y mostrando su miembro semi erecto, el rubio lo observó y se sonrojó aun mas. El calor que sentía era abrasador, tomó el miembro del moreno con sus manos y masajeó de arriba abajo, rápidamente. Haciendo jadear al moreno, mientras este hundía más los dedos en el rubio tocando aun más allá.

- Ahhh... Na... Naruto... Yo....- al moreno le costaba pronunciar palabras,  a causa de la excitación, el rubio comprendiendo llevó una de sus manos a la del moreno que profanaba su entrada la sacó se elevó un poco acercándose al erguido miembro lo observó, Sasuke colocó sus dos manos en las caderas del rubio.

- Na... Naruto en esta posición te dole...- pero no pudo continuar, cuando sintió la estrecha entrada virginal del rubio envolviendo su miembro, apresándolo y soltándolo debido al dolor y a la sensación. De pronto sintió que algo líquido caía en su cuerpo, entre el pecho y su abdomen, observó extrañado y miró al rubio. Naruto había derramado unas cuantas lagrimas. Una opresión sintió en su pecho, y más al ver la unión de ambos, y como su miembro era envuelto en una sustancia muy liquida... sangre. Tomó las caderas y lo detuvo.

- I... ie... Naruto, tú...aun no estas... pre... preparado...- le costaba hablar al sentir como el rubio apresaba y soltaba su miembro, pero Naruto negó con la cabeza, mientras pasaba su mano por sus ojos retirando las lágrimas.     

- Onegai, déjame continuar teme...- le dijo con una sonrisa.

- De... demo...- realmente Sasuke observaba preocupado. Deseaba al rubio, pero no quería dañarle.

El rubio rió zorruno, con dificultad, - Urusai Baka- y calló completamente sobre el miembro, adentrándoselo.

- Ahhh...- gimió el moreno.

- Ahhh... arg....- gimió y se quejó Naruto tras sentir absolutamente todo, respiraba dificultosamente. Su pareja sin duda estaba bien dotaba, decidió no moverse por un minuto, sentía su parte baja completamente ocupada y si apresaba le dolía, pero a la ves sentía un escalofrío por todo el cuerpo, cerró los ojos a causa de ello. Pero los volvió a abrir, cuando el moreno se levantó ambos sentados de frente. Naruto encima de Sasuke. Le observó extrañado.

- ¿Qué?...-

- Perdóname, pero no puedo aguantar más- y así lo subió para luego volver a bajarlo. Naruto sintió los primeros dolores con las embestidas, para luego sentir una extraña sensación dentro de si, como un choque que el moreno provocaba, haciendo que Naruto se estremeciera por completo.

- Ahhhhh.... Eso.... Eso es....- gimió fuertemente. Sasuke comprendió que había tocado la próstata del rubio. Haciendo que este gimiera presa del placer. Sin más mientras le penetraba hacía que el rubio se recostara, en la cama, apoyando su espalda en ella. Mientras el moreno se recostaba penetrando más fuerte.

- Ohhh... por... por kami....-

- He... ahora ruegas a dios... ¡ahhh!... por las sensaciones... mmm... ¿te gusta, no?- dijo entrecortado jadeando y gimiendo, dando un embiste más fuerte. Haciendo que el rubio abriera sus ojos desmesuradamente mientras temblaba por completo. Su miembro se irguió aun más botando un poco de semen.

- ¡¡¡Ahhhhhh!!!... Teme... no- le observó, como Sasuke tomaba sus piernas abriéndolas aun más haciendo que entrara más.- No.... Ahhh... me provoques... ¡¡¡ahhh!!!-

El moreno sonrió, mientras ahora sentía ese mojado miembro del rubio, golpear su abdomen. Lo tomó con una de sus manos mientras que la otra la colocaba en la cadera del rubio y comenzó a acelerar las embestidas, más profundo... más rápido.

- ¡¡¡Ahhhh!!!... ¡no!... ¡no me!... ¡no me masturbes!... se siente...- gemía descontrolado, mientras llevaba sus manos a sus propios cabellos tirándolos, intentando controlarse. Cosa que no ocurría, Sasuke le miraba con deseo, mientras continuaba aumentando el ritmo y a la vez el de su mano, sabia que quedaba poco. 

- ¡¡Ahh!!...  ¿Bien no?... no me puedes negar... te gusta que... ahhh...- dijo aumentando la profundidad, Naruto volvió a gemir fuertemente, Sasuke rió con superioridad entre cada embestida- ¡¡Ahhh!!.... Te encanta... que lo haga...-

- Ca... Cállate... ¡¡¡Ahhhhh!!! ¡¡¡Teme!!!- Naruto sintió nuevamente el estremecimiento, comenzó luego a sentir como su cuerpo se contraía, la sensación en la punta de su miembro la cual le recorría hasta la última parte de su cuerpo, finalmente segando su razón y solo llevarse por el placer.

Sasuke sintió que el rubio estaba a punto de venirse. Y el mismo venirse. Miró al rubio, sin duda esa visión era sumamente hermosa, siempre había estado enamorado de ese ser. Siempre lo observó desde lejos, desde que Naruto era un niño. Siempre estaba junto  a él, aunque este no lo pudiera ver. Sufría cada vez que el rubio sufría, y reía internamente, cada vez que el rubio se sentía bien. Sinceramente...

- Te amo.... Ahhh... Teme...- le dijo el rubio entre gemido, para finalmente vaciarse entre los dos vientres.

Sasuke sonrió, mientras también jadeaba.

- Y yo a ti... Ahhh.... Dobe...-  y finalmente se vació tras las contracciones que el rubio había realizado a causa de su orgasmo, Sasuke manchó todo el interior del rubio. Y calló encima de Naruto. Este lo atrajo en un abrazo.

Intentaron retomar sus respiraciones, hasta calmarse. Sasuke salió del interior del rubio y se recostó a su lado, el rubio jadeó al sentir como Sasuke abandonaba su entrada. El moreno observó como los fluidos recorrían el trasero del rubio y con su mano los tomó, mientras acariciaba el sello de Kyuubi. Naruto poco a poco comenzó a soltar al moreno, del abrazo en el que se encontraban, este se elevó un poco observándole. Naruto estaba sumamente cansado, el moreno sonrió.

- A propósito Dobe,...O-Tanjoubi Omedeto- el rubio ante aquello, dio una sonrisa. Mantenía sus ojos cerrados.

- Arigato Teme...- dijo para luego abrir sus ojos, acercarse al moreno y dejar un beso en sus labios. Acto que el moreno correspondió, minutos después se dejó caer. Presa del cansancio. Sasuke lo atrajo a su cuerpo y tapó ambos cuerpos con la sabana.

- He cumplido mi misión, soy tu dueño. Y estaremos juntos por siempre... gracias a dios y gracias a su contraparte- dijo cerrando sus ojos besando la frente del rubio. Quedándose dormido junto a él.

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Naruto poco a poco abría sus orbes a un nuevo día, podía observar como un rayo de luz golpeaba directo en sus parpados. Comenzó a abrir sus ojos lentamente, cuando observó que se encontraba encima del pecho del moreno, luego su vista pasó a la ventana. Y se sobresaltó levantándose de golpe y tirando al moreno bajo la cama tapándolo con una manta y él mismo también.

El moreno al caer una vena palpitante se vio en su frente. Mientras gruñía.

- ¡Usuratonkachi! ¿¡Se puede saber que demonios te pasa?!- decía exaltado mientras se levantaba mirando con ojos blancos enfadados al rubio, se extrañó al ver como el ojiazul se tapaba completamente con la manta.

- ¡Tápate Teme!, ¡Somos vampiros, no nos puede dar la luz del sol-ttebayo!- se le notaba la voz asustada. El moreno se apoyó en la cama, mirando con burla al rubio.

- Si el sol me matara, jamás habría podido asistir a clases contigo, Dobe-

Al rubio le calló una gota por la cabeza al quitarse la manta. Mientras Sasuke suspiró cansado pero con una leve sonrisa, aquellas de superioridad.

- Deberías de dejar de creer en muchas supersticiones Usuratonkachi- el rubio se enfado por ello. Levantándose, sin importar que el moreno viera su desnudes, aquel miembro ahora flácido, manchado con leves tonos blancos, observó las piernas morenas y pudo también observar la sangre seca y también la marca de fluidos, se relamió sus labios tras eso. Pero aun con aquella altanería característica de él.

- ¡Es difícil cambiar todo lo que pensaste y creíste de la vida, a lo real-ttebayo!- gritó para luego bajar la mirada, se enrolló la manta en sus partes intimas y se sentó dando la espalda al moreno. Este por su parte fue hacia sus ropas para luego acercarse a él.

Mientras le tendía algo en las manos, el rubio le observó confuso hasta que lo vio, frunciendo el ceño.

- Ya no lo quiero- decía observando aquella parte que aún quedaba de aquel rosario. Sasuke también frunció el ceño.

- ¿Por qué?-

- Porque me recuerda a todo lo que creía y en realidad era mentira-ttebayo- dijo cerrando sus orbes, Sasuke se sentó mejor aun lado de el. Ambos observando la habitación, en ningún momento cruzándose sus miradas.

- No es eso Naruto. Solo que la gente o más bien las religiones profesadas en la tierra están erradas- el rubio le observó extrañado.

- El demonio no es tan terrible como se cree. Como el Dios no es lo más piadoso que se cree. Estas y más son los errores de la gente al pensar en lo bueno y lo malo. Hay muchas criaturas mencionadas como "imaginarias" que realmente existen. Sino, ¿para qué alguien se inventaría tal fantasía? Siempre hay verdades detrás de lo que la gente llama "mentiras"- el rubio le observaba con esos ojos brillantes, el moreno le observó. Mientras posaba su mano en los cabellos rubios revolviéndolos.

- Cree en dios, porque es real. Y cree en el demonio porque también es real. Además...- el moreno se acercó al rostro del rubio. Ambos inspirando y suspirando suavemente, - el ser que llevas en tu interior es como es el mundo hoy en día. Como dios y el demonio. Ese kitsune de 9 colas es el equilibrio. Claro que dentro de un ser lleno de buenos sentimientos- el rubio sonrió, - supongo que la gran parte se la lleva el bien. Dobe- y así sellaron ambos sus labios en un casto y cariñoso beso. Ambos acariciándose, Mientras se observan luego los ojos. Un grato silencio.

- Lleva ese rosario contigo usuratonkachi. Además se que es importante para ti, tus padres te lo obsequiaron- dijo mientras el rubio se recostaba en la cama. Sasuke lo observaba aun en la misma posición; sentado.

- ¿Sabes absolutamente todo de mí?- dijo con un puchero y el ceño fruncido.

- Si-

- Y cómo es posible que supieras ese hecho, yo a penas era...-

- Un bebe- el rubio estaba impresionado, había sido su Kai desde el momento en que nació. El moreno de pronto desvió la mirada algo nervioso. Acto que el rubio le tomo por sorpresa.

-¿Qué sucede, Sasuke?-

- Naruto, debo contarte algo- sabía que dentro de la misión, Lucifer y Dios le habían pedido decirle una verdad al rubio.

- ¿Qué?- el moreno volvió a desviar la mirada. - Sasuke...-

- Tus padres no están muertos. Como tus abuelos tampoco- y cerró los ojos fuertemente. El rubio comenzó a temblar mientras reía nerviosamente.

- Na... ¿Nani?... Sasuke no te burles... de mi-ttebayo - decía riendo aun mas nervioso. El moreno le observó con el ceño fruncido.

- No bromearía con algo así-

- De... demo... yo mismo los vi... fallecer- Hablaba en shock.

- Exactamente, pero dios no les dio oportunidad de volver a la vida. Pero si su contraparte. Lucifer, nuestro ángel caído de la luz al observar la vida que llevabas y porque no quería que el zorro dentro de ti tomara tu control. Ya que sino las fuerzas equilibradas no estarían predominando otras. Decidió convertir a tus padres y abuelos también en vampiros- el rubio posó una de sus manos en sus ojos. Tapando su expresión; - Ellos no podían presentarse ante ti. Menos con las creencias que tenias, que hubieras pensado al ver a tus familiares que creías muertos, ¿volver a una especie de vida?, esto debías saberlo después del ritual. Perdóname por ocultarte esa verdad- el moreno tomó el brazo del rubio, pero este posó su otra mano en el brazo del moreno. Sasuke pensó que quizás Naruto estaba enojado, confundido... o muchas otras cosas. Iba a levantarse cuando escuchó del rubio.

- Arigato por decírmelo... Sasuke. Ahora... ahora no me arrepiento de nada al haberme convertido en vampiro. Ya que toda la gente importante para mí lo es. Y yo estoy con aquellos que son importantes para mi-ttebayo- dijo ahora apartando su mano, en el proceso también las lagrimas caída. Ahora mostrando una sonrisa zorruna. Sasuke suspiró sonriendo sincero, como pocas veces.

- Se lo que quieres... y no dudaré en llevarte- Naruto le miró curioso. Mientras el moreno se levantaba, - Vamos... vayamos a ver a tus padres, Dobe-

Al rubio se le iluminaron sus orbes mientras asentía, y rápidamente se sacaba la manta con dirección al baño. Debía estar bien presentado.  

De pronto una espesa niebla y un chillido de dientes se escucho en la habitación.

- Bien hecho Ototo-baka. Completaste la misión, además de llevarte a un buen rubio a la cama. ¡Así se hace Ototo, como todo un Uchiha!- Victoreó mientras se quejaba al sentir un mordisco. Es que en el suelo una rata amarillenta se encontraba chillando.

- Eres de lo peor Itachi. Yo le diré a Sasuke lo que Lucifer nos dijo- dijo aquella rata. Sasuke se agachó recogiéndola y colocándola en encima de uno de los muebles. Mientras todos escuchaban el agua de la ducha en donde estaba el rubio. De pronto la niebla comenzó a disipare dirigiéndose hacía cierto lugar. Mejor dicho cierta habitación con ducha en donde el rubio pequeño se aseaba. 

- ¡¡¡Te quedas aquí Itachi!!!- gritaron a la par Sasuke y Deidara. Haciendo que la niebla nuevamente fuese donde ellos.

- Bien- puso seriedad el joven rubio.- Tienes un nuevo mensaje de Lucifer-

- Esto se parece al Messenger- comentó Itachi, haciendo a ambos enfadar.

- Cállate, que esto es serio- le habló serio, haciendo que Sasuke pusiera atención.

- "Desde hoy en adelante, eres el responsable absoluto de Naruto. Pero no como su Kai, sino como algo más allá. Supongo sabes a lo que me refiero"- el moreno asintió, - "Finalmente hemos conectado a mi hijo con el cuerpo de un humano, esto debía ser necesario para fundir la energía del equilibrio en el mundo, ya que en el ritual que ambos hicieron ayer dispersaron por el mundo aquel equilibrio. Eso no se puede romper, ustedes no pueden separase, porque si eso pasa. Kyuubi saldrá del cuerpo de Naruto y creara un Apocalipsis"- el rubio asintió, mientras Deidara continuaba con el mensaje, - "Sin embargo,  ahora que Naruto es un vampiro, ese pacto se hace más fuerte. Se lo sentimientos de ambos. Dudo que se separen... y no me queda más que felicitarlos. ¡Felicidades, nueva pareja maldita!"- la rata tuvo un minuto de silenció para luego volver a hablar, - Eso fue lo que dijo-

- Ese Lucifer... adora sabotear las nuevas parejas infernales con esas "bendiciones"-

- Si, pero más me impresiona- habló Itachi al aire, ambos poniéndole atención, - ¿Cómo es posible que puedas memorizar tanto Deidara?- El rubio en su forma animal dio mas patadas y manotazos corriendo de un lado a otro, mientras Itachi se quejaba.

- Debería transformarme en murciélago, al menos no recibiría tantos golpes ¡Auch! ¡Cuidado Deidara no me golpees la moral!- gritó la niebla. Sasuke observaba todo con una gota en la cabeza, para luego hablar.

- ¿Puedes decir a las puertas entre el cielo y el infierno que iremos allá?- preguntó. Deidara asintió.

- Naruto quiere ver a cuatro personas importantes. Por ello menciónenselos- dijo. Itachi ahora adoptó su forma normal. Al igual que el rubio mayor.

- Esta bien. Ototo-kun, ojalá Tsunade no este de mal humor. Toma mucho Sake y se pone violenta y más cuando no ha bebido sangre- tembló levemente Itachi, Deidara asintió.

- Le avisaremos, tranquilo- y sin más desapareció seguido de cerca por su pareja.

El moreno observó la puerta. Como paraba la ducha, sonrió de medio lado.

- Ya puedes salir Naruto- el rubio dentro de la habitación se exaltó. Sasuke había captado todo. Se colocó una de las túnicas y salió. El moreno asintió, le quedaba bien aquella túnica ceñida al cuerpo y con un lazo azul atravesando la cintura.

- Escuchaste todo, ¿no?- el rubio asintió.

- Aun me cuesta aceptar todo esto-ttebayo- dijo para luego tomar una bocanada de aire. Estaba algo cansado, el moreno lo notó.

- Lo se. Tarde o temprano comprenderás este nuevo "mundo"- se acercó al rubio. Lo tomó de la cintura y lo llevó a la cama, el rubio le miró extrañado. El moreno colocó su cuello cerca de la cara del rubio.

- Estas débil, y como eres recién un novato. Te costará acostumbrarte. De todas formas lo de la luz solar no es del todo mentira, solo nos debilitamos en cuanto a nuestros poderes. Pero a ti te hace falta comer... y sabes a que me refiero. Así que muerde dobe- el rubio le miró con un poco de miedo reflejado en sus orbes azules.

- De... demo, si yo bebo estarás débil-

- Tsk... Usuratonkachi- se burló, - tengo experiencia, solo dejare que tomes un poco-

- Esta bien-ttebayo- dijo el rubio abriendo su boca y manifestando aquellos largos colmillos al sentir el olor de Sasuke, específicamente su sangre. Los acercó y en un rápido movimiento mordió, el moreno se estremeció. Pero debía hacer que Naruto estuviera fortalecido, como bien dijo era un novato. Naruto succionó un poco hasta recobrar energías y finalmente se separó del moreno, cerrando con su lengua aquellos orificios donde salía sangre. Formándose un sello de tres comillas.

- ¿Preparado?- Dijo el moreno levantándose, tomando una túnica blanca y un listón rojo, colocándoselo.

- ¡¡Hai Dattebayo!!- asintió el rubio, feliz. Al fin volvería a ver a su familia.

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-Llegamos, Naruto- anunció el moreno al llegar a un gran lugar. Era sumamente extraño ya que había una especie de castillo medieval en medio. Y más se sorprendió al ver dos grandes puertas casi juntas, las cuales poseían múltiples sellos. Pudo notar que todo aquello lo sostenían...

- ¿¡Nani?! ¿¡Un suelo de nubes-ttebayo?!- gritó escandalizado el rubio al "sentir" aquel suelo. El moreno bufó molesto.

- Estamos en el lugar donde se hace el juicio final, Naruto- dijo al indicar los dos grandes pares de puertas, más el castillo. Como nosotros no somos ni muertos ni vivos, no se nos puede juzgar. Podemos pasar al cielo, tanto como al infierno. Claro y por supuesto teniendo el permiso de Dios y del Demonio. Ya si el vampiro muere, se le asignará su lugar permanente. Pero es muy extraño que los vampiros vayamos al cielo. Pocos son los casos...-

Pero fue interrumpido, tras un golpe dado directo en su nuca. El rubio observó con una gota en su cabeza y sorprendido al ver a cierta persona que había pegado a su pareja.

- ¡¿Qué demonios te crees Tsunade en pegarme así?!- explotó el moreno.

- ¡Eso y más te mereces por haber robado la virginidad de mi Gaki nieto!- gritó la mujer, la cual poseía unas ropas ceñidas al cuerpo, y su cabello rubio en aquellas coletas características. El rubio la observó, ¡ella era su querida abuela!

- ¡¡Tsunade Obaa-chan!!- el rubio se lanzó a sus brazos. Mientras esta al contrario de lo imaginado, le golpeó en la nuca fuertemente

- ¡Tú no te me acerques! ¡Perfectamente podrías haberle dicho que no al Uchiha este!- el rubio se levantó con aquel chichón en la cabeza.

- ¡Demo... Tsunade-obaachan, sabes las razones...! - la rubia solo gruñó.

- Ya cálmate Tsunade. Era de esperar que pasara. Te lo había dicho, además gané la apuesta. Págame- dijo extendiendo la mano. La rubia gruñó mientras le pasaba una cantidad de dinero a su marido. Sasuke y Naruto observaban pasmados al par, ¿¡habían apostado?!

- Un momento, ¿¡sobre qué apostaron?!- preguntó enfadado Sasuke.

- Si acaso lograbas hacer vampiro a nuestro hijo- se escuchó una vos. De pronto la silueta se hizo visible. Naruto le reconoció de inmediato, llevándose una mano a la boca. Emocionado.

- Tsunade y Jiraiya son así, no hay que sorprenderse- habló otra vos, de una mujer adulta. Naruto también la reconoció. Ya sus ojos estaban húmedos, mientras pequeñas lagrimas salían. Ambos le observaban con una sonrisa. Tsunade y Jiraiya voltearon al escuchar el sollozo del rubio y como Sasuke se colocaba detrás del rubio, posando sus manos en los hombros de este. Susurró...

- Acá, tu familia... Naruto- y le empujó levemente. Naruto volteo un momento y sonrió al moreno un gracias con toda el alma. Gesto que agradeció el moreno. Naruto fue donde su familia, todos le esperaban con los brazos abiertos.

- Has crecido mucho, Naruto- habló Minato revolviendo los cabellos del rubio, este sonrió asintiendo.

- Eres tan igual a tu padre- dijo Kushina sonriendo zorrunamente, el rubio la imitó.

- Pero con aquel carácter de Kushina- dijo Tsunade, dando un eso en la frente de Naruto.

- Y apuesto que tú fascinación por el ramen ahora es el triple- dijo riendo Jiraiya revolviendo los cabellos del rubio. Este rió.

- Y no lo duden. Este usuratonkachi es sin duda una caja de sorpresas también, dijo finalmente Sasuke detrás de rubio posando su rostro en el cuello del rubio. Naruto sonrió.

- A propósito feliz cumpleaños atrasado Naruto- dijeron al unísono su familia. Mientras este sonreía.

Sasuke desde atrás lo estrechó entre sus brazos y susurró en su oído.

- Y un agradable ritual, Yume no Kyuketsuki- Besó el cuello del rubio el cual se estremeció, dando una risita.

Naruto podía sinceramente afirmar ahora...

Uno, que los vampiros si existían.

Dos, él era uno de ellos.

Tres, estaba feliz y completamente enamorado de Sasuke.

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- ¿Qué encontraste?- decía un pelirrojo, mientras observaba a otro chico moreno, el cual pasaba sus manos a través de las paredes, a su mente llegaban los hechos que habían sucedido.

- Solo el cuerpo del padre Orochimaru- Dijo al ver unas pocas cenizas en la esquina de la sala.

- ¿Y Kabuto?- Preguntó el pelirrojo en tono enfadado y rencoroso.

- No está por ningún lado...- Finalmente comprobó sus sospechas.

- Entonces, andando...- dijo el pelirrojo adoptando una forma de un mapache, saliendo de la sala.

- Hai- mientras el otro adoptaba la forma de una pantera.

Mientras en cierto lugar un muchacho de cabellos blancos mitad humano y mitad serpiente hablaba al aire.

- La venganza será dulce y deliciosa... Nunca dejaré que otro ritual de Yume no Kyūketsuki se realice- y sin más se marchó despareciendo del lugar.

"Fin"

"¿Fin-ttebayo?"