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Lo Que Pudo Haber Sido... Y Fue por Nessa Yaoi

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            Lo Que Pudo Haber Sido... Y Fue.

 

 

Imaginen un pequeño pueblo en una comarca casi olvidada y donde la justicia es casi inexistente,  un grupo de personas subyugadas bajo la voluntad de un terrateniente,  aparentemente sin emociones,  y con la convicción de que las vidas,  tanto como los futuros,  de todas ellas serian forjados por él y por sus reglas en el buen nombre de la moral y buenas costumbres que todo ciudadano debería tener,  siendo que él mismo,  bajo toda esa fachada de hombre de bien,  guardaba un secreto poco común...  para la época que se vivía.

- ¡es totalmente imperdonable el modo de proceder de esos vándalos!! - vociferaba el terrateniente dando vueltas por el estudio dirigiéndose a su hijo mayor.

- tranquilícese,  padre... solo se trata de una chiquillada de adolescentes - puntualizaba su primogénito tratando de calmarlo.

- ¿decorar con agravios los muros de nuestro jardín te parece cosa de niños? Quiero que averigües quienes fueron los culpables,  Shikamaru...  encerrarlos por un tiempo les hará recapacitar.

- ¿no cree que es algo exagerado,  padre?

- no oses contradecirme y ¡encuéntralos! - saliendo del estudio con la cabeza erguida cual dios de la razón.

- "¿Por qué será que pienso que "mi querido primo" esta detrás de todo esto? Nada parecido había pasado antes de que él viniera aquí,  tan rebelde y escurridizo... pero pronto caerá en mis manos,  y entonces..."  - pensando en un par de ojos azules que lo habían estado mortificando desde su llegada,  el recuerdo de su primer encuentro hacia un mes acudió a su mente como el flash de un relámpago.

Flash Back.

- ¡Oye tú,  apártate del camino,  obedece! - Gritaba el moreno en su caballo a alguien que transitaba en medio del mismo,  estorbándole el paso a él y sus acompañantes  - ¿estas sordo? ¡Dije que te apartaras! - colocando a su animal a  espaldas del desconocido.

- no,  pero parece que tú si,  ya que tienes que gritar para escucharte a ti mismo,  solo obedezco a mis padres y a dios... y puesto que los primeros murieron,  solo me queda el segundo.

- ¿Quién eres tú? - pasando al frente del desobediente.

- ¿Quién lo pregunta? - sin siquiera inmutarse.

- no debe ser de por aquí ya que no sabes quien soy - apoyando sus brazos en la silla de montar.

- de seguro algún niño rico y arrogante que no tiene nada mejor que hacer que molestar a pacíficos viajeros como yo,  eso...  o asaltantes de caminos que vieron en mi a la presa del día - clavando sus ojos azules en los negros encima del caballo.

- eres muy atrevido para alguien que esta en desventaja cuatro a uno.

- y tú muy cobarde para amenazarme con esa ventaja.

- señor... ¿va a permitirle que le hable así? - dijo uno de los acompañantes adelantando su caballo de los demás.

- quietos,  yo arreglare esto... le enseñare a este animalito salvaje quien manda aquí - bajándose de su cuadrúpedo.

- al menos tienes un poco de dignidad,  pero este animalito salvaje te enseñara a ti que...  a mi nadie me manda - girando su cuerpo en un salto para después golpear con su pierna la cara del moreno derribándolo.

- ¿pero que...? ¿Señor? - desmontaron los demás para ayudarlo.

- ¡déjenme,  puedo solo!! - con su mano en el rostro donde recibió el golpe - maldito mocoso... ¿Dónde esta? - el desconocido había corrido hacia el bosque perdiéndose de vista.

- lo encontraremos,  señor - montando de nuevo sus caballos.

- ¡alto! No tenemos tiempo para eso,  debemos llegar al castillo antes de que anochezca,  mi padre nos espera - montando de nuevo su corcel con el orgullo herido y ganas de venganza.

- ¿crees que solo se haya tratado de un viajero común y corriente? Jamás en mi vida había visto esa forma de pelear tan extraña - comento Kakashi,  uno de los guardias de mayor confianza del moreno.

- sea lo que sea,  algo me dice que lo volveré a ver... entonces lamentara el haberme conocido,  Kakashi... no quiero que le comentes nada de esto a mi padre ¿entendido?

- guardare el secreto,  no es fácil admitir ser apaleado por un desconocido... por demás hermoso debo decir - con una risita cómplice.

- quisiera tenerlo enfrente de nuevo,  las cosas serian diferentes créeme - recordando los desafiantes ojos azules.

- oye,  hermano... ¿es cierto que alguien te golpeo y huyo? No puedo creerlo - pregunto por lo bajo Kiba,  el vástago menor de los Nara,  metiéndose en la habitación de su hermano.

- le dije a Kakashi que no dijera nada... cielos - serrando sus ojos y negando con la cabeza.

- no te enfades con él... ¿es cierto entonces? - queriendo saber los detalles.

- tuvo suerte,  es todo - recordando al chico de cabello rubio y reluciente sonrisa - casi es hora de la cena,  me daré un baño y bajaremos juntos - no queriendo hablar más del asunto.

- buenas noches,  el señor me espera - dijo el ojiazul al mayordomo que le abrió la puerta.

- ¿c-como llego hasta aquí? - pregunto el hombre extrañado de que el desconocido estuviera en la puerta principal sin que ningún guardia lo hubiera detenido en la reja de entrada a los jardines del castillo.

- caminando,  tal y como los humanos solemos hacer - entrando con toda confianza al gran salón.

- aguarde,  señor... ¿a quien debo anunciar? - pregunto con desconfianza y  nariz respingada el mayordomo.

- Naruto,  Uzumaki Naruto... dígale que su sobrino acaba de llegar - quitándose la capa de viaje y entregándola al hombre que lo miraba como quien veía a un delincuente común.

- ¿su sobrino,  señor? No tengo conocimiento de que Jiraiya-sama tenga ningún sobrino,  señor.

- él tampoco,  pero así es mi buen hombre.

- aguarde un momento,  enseguida le aviso al señor Jiraiya-sama que usted esta aquí.

- entréguele esto,  por favor - sacando un sobre de su chaqueta.

- así lo hare,  con su permiso - retirándose.

- "ya estoy aquí como querías,  padre...  metido entre gente extraña... a pesar de que sean mi familia,  solo espero que todo salga bien y que no tenga que arrepentirme de haber venido a este lugar..."

Suspiro tratando de alejar el mal presentimiento que sentía en la boca del estomago,  paseo por el gran salón observando los retratos que pensó eran  de la familia Nara o allegados a ella,  más entre todos ellos no vio el de su padre lo que le hizo deducir que no seria bienvenido a un lugar en donde ni siquiera se guardaban recuerdos de él...   la persona más importante en su vida.

- ¿Qué haces ahí? - Pregunto el mayor de los Nara a la persona de espalda a ellos - ¡eres tú!! - Al ver la cara del ojiazul al voltearse - ¡¿Qué haces en mi casa?! - agarrándolo por la ropa a la altura del pecho.

- ¿Qué sucede,  Shikamaru? ¿Quién es él? - pregunto Kiba a espaldas de su hermano mayor.

- ¿quieres que te marque el otro lado de la cara? - amenazo el Uzumaki achicando sus ojos.

- inténtalo... esta vez no te será tan fácil - acercando su rostro al del menor.

- ¿Qué sucede aquí? - Pregunto el patriarca de los Nara entrando al salón - suéltalo,  Shikamaru - acercándose a ellos.

- pero padre,  él...  no hemos terminado - susurro antes de soltarlo.

- apuesto a que no - le contesto mientras alisaba su ropa.

- ¿Qué pensara tú primo de un recibimiento tan poco hospitalario? No somos barbaros... discúlpate - más que una petición era una orden.

- ¡¿mi que?!  ¿Acaso escuche bien? ¿Dijo mi primo? ¿Qué es todo esto,  padre?

- lo dicho,  tienes problemas de oído - señalando con sus dedos sus propias orejas  - me alegra conocerlo al fin,  tío - haciendo una reverencia - mi padre me hablo mucho de usted.

- ¿en serio? Es algo poco creíble,  puesto que él y yo dejamos de hablarnos hace muchos años cuando decidió irse lejos con tu madre.

- ¿irse? Querrá decir fugarse... ya que usted no le dio otra alternativa.

- estaba comprometido para casarse con una dama muy prominente ¿y que hizo él? Marcharse con esa...

- esta hablando de mi madre,  no permitiré que la insulte,  tal vez mi padre no vivió entre dinero y lujos... pero era feliz,  y eso vale más que todo el oro del mundo.

- no seas insolente  muchacho... supongo que te enviaron a pedir algo... ¿dinero tal vez?

- solo vine a informarle de la muerte de mi padre... decirle que tiene un sobrino en este mundo,  y que no necesito nada de usted - tomando su capa de manos del mayordomo y dirigiéndose a la puerta.

- ¿Cuándo paso? - tratando de que no se le quebrara la voz.

- hace tres meses,  trate de disuadirlo para que volviera aquí cuando enfermo,  pero se negó... ahora veo porque - dando la espalda para dejar el lugar.

- no necesitas marcharte,  esta también es tu casa... puedes quedarte - tratando de reparar con el hijo lo que hizo con el padre.

- no es necesario que...

- esta decidido,  que preparen una habitación y un lugar más en la mesa - dirigiéndose al mayordomo junto a él - ve asearte,  cenaremos en un rato... se puntual - retirándose al estudio.

- déjame presentarme,  soy Kiba y el es...

- ya nos conocimos ¿Qué tal tu rostro,  te duele? - pregunto al moreno ladeando su cabeza.

- ¿así que él fue el que te golpeo? - mirando con cara burlona a su hermano mayor.

- ¡cállate! ¡Solo fue suerte! - grito el ojinegro con la cara roja de la rabia.

- así que a la habilidad ahora la llaman suerte... de donde vengo es algo muy común a la hora de defenderse de abusadores como tú - con una sonrisa en los labios.

- escúchame bien,  el hecho de que seamos familia no te librara de que te de una golpiza... será mejor que cuides tu espalda,  primo - con ganas de agarrarlo por el cuello y retorcérselo.

-  la espalda,  ya veo... eso solo lo dice una persona que teme enfrentar sus problemas de frente.

- ¿Qué fue lo que dijiste? ¿Me crees cobarde? - arrinconándolo contra la pared con su cuerpo mientras lo miraba fijamente.

- yo no dije eso,  fuiste tú - Shikamaru recorría el rostro del prisionero entre su cuerpo y la pared con su mirada,  mientras percibía el aroma del cabello rubio de su primo.

- ya basta,  Shikamaru... en ocasiones te pones insoportable.

- ¿ahora estas de su parte? Es solo un estorbo que...

- no le hagas caso,  te llevare a tu habitación,  le dije a Saratobi que preparara la que esta junto a la mía...  o casi - agarrando del brazo al rubio.

- espero que la de él quede en las mazmorras - señalando al moreno.

- a decir verdad...  queda entre la mía y la tuya.

- entonces me asegurare de serrar bien con llave durante la noche.

- ¿tienes miedo? - señalo el mayor de los Nara.

- ¿de alguien que derribe de un solo golpe? Tendría más miedo de las uñas de un gato al jugar conmigo.

- los pasillos de este castillo son largos y oscuros... será mejor que te cuides,  "primo" - sentándose en uno de los sillones que adornaban el salón.

- ¿siempre es así de cascarrabias o solo cuando lo golpean? - subiendo la escalera delante de Kiba.

- hay,  dios... esto será como querer detener  un rayo en plena tormenta - murmuraba Kiba observando a su hermano y luego al rubio.

Verdaderamente el pasillo de las habitaciones del segundo piso era tan largo como un túnel sin fin,  de las paredes pendían antorchas con una especie de ganchos con cadenas para sujetarlas,  y subirlas y bajarlas dependiendo del caso,  tapices,  escudos y mas retratos las adornaban junto algún que otro recoveco en los cuales era fácil ocultarse tras las armaduras que los ocupaban,  después de caminar por varios minutos el rubio empezaba a preguntarse si aun estaban en el mismo lugar o había entrado a otra dimensión.

- es aquí - señalo Kiba.

- pensé que no llegaríamos nunca,  creo que necesitare un mapa para volver al salón y poder encontrarla de nuevo cuando regrese.

- ya te acostumbraras,  es cuestión de orientación.

- entonces si que estoy en problemas,  no soy bueno en eso - entrando en la espaciosa habitación.

- ¿te agrada? - corriendo hacia la gran cama con dosel y lanzándose en ella.

- enseguida te contesto - haciendo lo mismo - cielos... es bastante suave,  como dormir en una nube - dando saltos con su trasero para comprobarlo.

- ¡siempre quise hacer esto! - riendo con ganas e imitando a su primo.

- ¡jajaja!  Es genial... ¿no lo crees? - dando vueltas por la superficie.

- ¡tú lo eres,  primo! Jajaja... sin duda - haciéndole cosquillas al ojiazul mientras se revolcaban sobre la cama.

- ¿se divierten? - la voz de Shikamaru los hizo parar en seco.

- tenias que ser tú... debes ser el aguafiestas oficial del lugar - sentándose en la cama.

- veo que conseguiste una mascota con la cual divertirte,  Kiba - apoyado en la puerta con los brazos cruzados.

- al menos  se divierte... en cambio tú...  ¿no te ríes por temor a que se te caiga la mandíbula,  o vives todo el tiempo amargado?

- no peleen,  primo... no esta bien,  somos familia - dijo Kiba con su cabeza baja.

- Naruto,  me llamo Uzumaki Naruto... y yo no peleare si él no lo hace ¿de acuerdo? - poniendo su mano sobre el hombro de Kiba.

El menor de los Nara era un chico dulce que no soportaba la arrogancia de su padre ni el mal humor de su hermano mayor,  los amaba a ambos y tenia la esperanza de que algún día cambiarían su actitud para con los demás y en su interior algo le decía que esa esperanza se llamaba Uzumaki Naruto,  su recién descubierto primo.

- salgamos de aquí antes de que  te contagie su estupidez - dijo con cierto sarcasmo el Nara mayor.

- pero  hermano... yo quería... - renuente a abandonar el lugar y la compañía del rubio.

- ya escuchaste - continuando con su intransigencia.

- quédate,  necesito que seas mi guía para regresar al salón,  además... quiero seguir conversando contigo - guiñándole un ojo,  algo que fue captado por el mayor con desagrado.

- ¡por supuesto! - contesto alegremente el menor de los Nara.

- ya lo escuchaste... con tu permiso - empujándolo afuera al moreno y serrando la puerta en su cara.

- vaya que es molesto... no debe dormir bien en las noches,  seguramente hasta el sueño huye de él - echándole un vistazo al baño que daba a la habitación.

- no es mal chico... solo que un poco...

- ¿prepotente,  altanero,  gruñón?  Y tan solo son algunos de los calificativos que tengo en mente... vaya,  el agua ya se enfrió - metiendo su mano en la tina de cuatro patas.

- ¿quieres que llame para que la repongan? El agua de aquí es bastante fría- asomándose al baño.

- no hace falta,  bañarme con agua fría no me matara - empezando a desnudarse - ¿tienes algo de ropa que me prestes? Mi equipaje no llegara hasta mañana ¡demonios,  si que esta helada! - metiendo de golpe su cuerpo en el agua de la tina.

- te lo dije,  viéndote bien... Mmm,  creo que tenemos la misma talla... regreso enseguida - saliendo de la habitación.

- ¿y ahora que? ¿A dónde vas con tanta prisa? - recostado en la pared al lado de la puerta.

- ¡aaah! Shikamaru... que susto me diste - con su mano en el pecho - ¿Qué haces aquí?

- soy yo el que hace las preguntas.

- voy a mi habitación a buscar ropa para Naruto,  las suyas no llegaran hasta mañana,  así que...

- ve.

Minutos después...

- creo que esto le quedara bien.

- dámelas - estirando su mano.

- pero...  Shikamaru... ¿Qué piensas hacer? - apretando la ropa contra su pecho.

- disculparme, tranquilízate...  no pasara nada - agarrando las prendas y entrando a la habitación del rubio y serrando la puerta con llave por dentro.

- ya estoy limpio y... ¿Qué haces aquí,  Shikamaru pervertido? - dándole un fuerte golpe en la cara al moreno.

- ¡aaaagh!! ¡Rayos! Esto es lo que me gano por andar cuidándote... sahsk - comento el Nara sobándose la mandíbula por el golpe.

- ¡cálmate Naruto! Ya es hora de que abras los ojos - dijo el ojiblanco deteniendo el manoteo del rubio.

- ¿Neji? Pero... ¿Qué haces aquí? - totalmente confundido.

- al fin despiertas,  estamos en una misión ¿lo olvidaste?

- ¿despertar,  misión? Pero yo... ¿Dónde esta Kiba? Yo tomaba un baño y luego... ¿y el castillo? - mirando con confusión a todos lados.

- ¿castillo? - pregunto el Hyuuga.

- si,  el castillo... ya sabes,  torres,  mazmorras,  caballos y caballeros - balbuceaba.

- ¿te refieres a este? - pregunto el Nara sacando del bolsillo de la chaqueta del rubio una revista que decía  "Castillos Medievales y sus Caballeros" con un castillo en la portada - has estado leyendo esta cosa desde que salimos de Konoha,  y por tu distracción te golpeaste con una rama cayendo al suelo y golpeándote la cabeza con una roca... has estado inconsciente por más de dos horas,  baka.

- no puede ser,  ¿un sueño? se veía tan real - sentándose sobre la parte trasera de la carreta en la que viajaban y tomando la revista en sus manos.

- bien,  ya que volviste a la normalidad... o casi,  tengo que volver al frente de la caravana - dijo el ojiblanco dando un salto.

- ¿vas a contármelo? -  pregunto el Nara apoyando su espalda al otro extremo de la parte trasera de la carreta donde el rubio estaba desde que quedara inconsciente.

- ¿Qué cosa? - ojeando la revista en cuestión.

- pues... tu sueño,  claro esta.

- en resumen,  Kiba era un dulce y tú su agrio hermano mayor,  Ero-sennin su padre,  vivían en un castillo y...  yo era su primo recién llegado de no se donde... - mirando al cielo mientras narraba en líneas generales el sueño vivido.

- en tú sueño... ¿Cómo era yo? - queriendo saber que papel jugaba en dicha trama.

- odioso... igual que ahora pero más intenso,  por el contrario tenia a Kiba... dulce,  divertido y sensible  para compensar tú insufrible carácter.

- ¿y que hice para que me golpearas y me llamaras pervertido?

- verme desnudo -  mirando hacia otro lado.

- ¿d-desnudo,  y como es eso? - más interesado que antes en saber.

- esa parte me la reservo...   fue bastante embarazosa - estrujando la revista y tirándola al camino.

- no puedes dejar de ser tú...  ni siquiera en sueños - observándolo intensamente.

- no trates de ser simpático conmigo,  tú y Neji son de los que piensan que soy demasiado idiota para compartir misiones con ustedes,  que siempre lo estropeo todo poniéndolos en peligro... se que me toleras por que no tienes elección,  y que te hierve la cabeza cada vez te asignan una misión conmigo... da igual,  a veces los sueños son mejores que la misma realidad - saltando de la carreta para ir al frente.

- Naruto... ¿tan mal concepto tienes de mi? Si supieras mis razones,  tal vez tú...  - sintiéndose descorazonado por las palabras del ojiazul.

- veo que regresaste a la tierra de los vivos,  Naruto - comento el peligris viendo acercarse al gitsune.

- Kakashi-sensei,  así parece... aunque a veces es mejor estar del otro lado.

- ¿obtuviste algo bueno del lado de los sueños?

- pues... que podría haber sido  caballero de un castillo,  y terminar de romperle la cara a Shikamaru - dijo con sus brazos tras su cabeza mientras caminaba al lado de su sensei.

- ya veo,  no se me ocurre el porque lo harías... pero debes tener tus razones,  en el sueño quiero decir.

- Umm...  tal vez lo haga en este lado de la realidad.

- anda,  vuelve a tu posición... con Shikamaru - revolviendo su cabello.

- pero...  Kakashi-sensei - hinchando sus cachetes.

- trabajo es trabajo,  mi querido Naruto - dándole la vuelta y dando un empujoncito en la espalda.

La misión consistía en custodiar cinco carretas de un valioso cargamento y entregarlas sanas y salvas en la mansión del  lord de una de las aldeas vecinas,  para evitar que los asaltantes de caminos que se dedicaban a azotar la zona por la que debían transitar pudieran robarlas. Kakashi era el capitán de equipo que junto con Neji,  Kiba,  Shikamaru y Naruto formaban el grupo asignado a dicha misión de custodia.

- pensé que no te sentías a gusto a mi lado - dijo el Nara al ver acercarse al rubio.

- tú eres el que no se siente a gusto conmigo,  además...  trabajo es trabajo - repitiendo las palabras de su sensei.

- fuiste injusto conmigo hace un rato... créelo o no pero tanto Neji como yo nos preocupamos por ti aunque no lo parezca,  de todos nosotros eres el más joven... lo que no quiere decir que seas un inexperto ni nada de eso,  pero si muy impulsivo... lo que hace que te pongas en peligro innecesariamente ¿me entiendes?... no piensas.

- para eso estas tú ¿o no?

- ¿y acaso me escuchas cuando te digo lo que hay que hacer? ¡En muchas   ocasiones me dan ganas de amarrarte a un árbol para que te quedes quieto y no tener que retorcerte el cuello como a un pollo!!

- lo que nos lleva al punto de partida,  definitivamente te desagrado - encogiéndose de hombros y arrugando su cara.

- ¿quieres saber cuanto? - Aprisionándolo en un abrazo y sujetando su cara con una de sus mano lo beso en la boca con fuerza - ese es el grado con el que me desagradas,  torpe - mostrando molestia en su mirada,  el rubio quedo paralizado por la sorpresa.

- S-Shikamaru...  ¿Por qué hiciste eso?- en un hilo de voz.

- para demostrarte cuanto me desagradas,  y te seguro que esa demostración ira en aumento... puedes apostarlo,  es una promesa...  y más te vale no ser el objeto de desagrado de alguien más ¿entendiste? - adelantándose hasta la mitad de la caravana después de dejar las cosas... no tan claras.

- "¿a que vino todo eso? ¿A que se refiere con...? ¿Me amenazo,  quien se cree que es? Con razón era de lo más detestable en mi sueño,  mi subconsciente no se equivoco con él"  lobo con piel de cordero - susurro para si.

El rubio estuvo caminando con casi diez metros de separación detrás del Nara hasta que Kakashi decidió que era hora de acampar ya que estaba anocheciendo.  Dispusieron las carretas en  círculo en un descampado al lado del camino y prendieron una fogata en el centro de ellas,  los cinco conductores de los transportes más el quipo de ninjas se sentaron alrededor del fuego para disfrutar de la cena y un merecido descanso.

- ¡Oe,  Naruto! ¿Todavía tienes la cabeza en su lugar? Escuche que casi la pierdes al tratar de besar una rama jajajaja... distraído - se burlaba el Inuzuka sentándose al lado del rubio.

- muy chistoso... ¿sabes? me gustaba más el otro Kiba,  el que se revolcaba conmigo en la cama mientras me hacia cosquillas - dijo con una sonrisa en la boca,  Shikamaru sentado frente a él lo miro con ojos de advertencia.

- ¿disculpa? ¿Qué hice que,  cuando?  Umm... aunque me gustaría- pintando el cuadro en su mente.

- Naruto tuvo un sueño mientras estaba inconsciente,  y al parecer algunos de nosotros estábamos en el... me pregunto que papel me toco representar,  porque estaba ahí...  ¿cierto,  Naruto? - comento el peligris no queriendo quedar fuera del juego.

- si que estabas Kakashi-sensei...  eras el fiel sirviente de una persona desagradable,  prepotente y abusadora - mirando al Nara.

- ¿y puedo saber quien? - pregunto el peligris con curiosidad.

- el muy notable e inteligente... Shikamaru.

- debo decir que es algo curioso e inesperado,  ponerme de lacayo en lugar de jefe - terminando su cena.

- ¿y que dices de mi? - pregunto el ojiblanco.

- hasta que desperté aun no aparecías - dijo el rubio.

- que suerte - dejando su plato vacio junto a la fogata.

- si ya terminaron vayan a descansar,  aun nos falta un largo camino que recorrer - dejando al grupo junto al fuego - Neji,  tú y yo haremos la primera guardia.

- de acuerdo - siguiendo al peligris afuera del circulo de carretas.

- he estado esperando esto todo el día - susurro el peligris arrinconando al Hyuuga contra uno de los transportes de carga.

- también yo,  pero...  - rodeando el cuello del ninja copia.

- Shsss... aunque quisiera...  no puedo detenerme,  te deseo... mi tesoro de ojos blancos - fundiéndose ambos en un caliente beso y lo que vendría después.

Kakashi y Neji llevaban una relación en secreto de la que nadie ni siquiera sospechaba,  así lo querían por el momento.

- cuéntame más acerca de eso de... revolcarnos en una cama... suena interesante - dijo Kiba instigando al rubio para que le contara los detalles.

- y divertido,  veras... saltábamos sobre la cama y luego tú...

- ¿acaso no escucharon la orden de Kakashi? - tratando de acabar con la conversación que se tornaba,  más bien... intima,  para su gusto.

- exceptuando la frase... hizo lo mismo en mi sueño,  es igual de aguafiestas tanto en el sueño como en la realidad.

- ¡aaah,  Shikamaru... ahora no podre saber que era lo que seguía! - dijo fastidiado el cachorro por la interrupción del Nara.

- te lo contare mañana con lujo de detalles - agarrando su mochila y sacando su manta para dormir.

- ¡no lo vayas a olvidar! ¿De acuerdo? - grito Kiba haciendo lo propio  junto al fuego donde los conductores hacían lo mismo.

El rubio prefirió dormir junto a las ruedas de una de las carretas,  gracias a dios no la misma donde Kakashi y el Hyuuga se demostraban su amor secreto,  acostado boca arriba con sus brazos bajo su cabeza se estrujaba los sesos buscando una explicación al beso sin ton ni son que el Nara le dio tras su discusión de la tarde. Distraído,  como siempre,  no noto que el ojinegro se acercaba a él sin hacer sonar sus pasos hasta que lo tuvo a su lado.

- Shikammm... - su boca fue tapada por los labios del Nara - ¿Q-Que haces? - empujándolo.

- no podía irme a dormir sin que te demostrara un poco mas de mi desagrado hacia ti ¿recuerdas? Te advertí que lo haría... mañana tal vez vaya más lejos - tratando de tocar el rostro del ojiazul.

- ¡no!! - Dándole un manotazo a la mano que se acercaba a su cara - ¿Cuál es tu problema? ¿Es alguna clase de revancha por lo que te dije antes?

- ¿revancha? Solo actúo de acuerdo a la idea que tienes de mí - intentando acercarse una vez más.

- ¡sal de aquí,  aléjate! - en un tono subido de volumen.

- ¡¿Qué pasa Naruto?! - pregunto el cachorro levantando la cabeza de la manta al haber sido despertado por el alboroto del rubio.

- ¡nada,  es solo un bicho que andaba molestando! - dirigiendo su mirada al Nara apoyado al otro extremo de la carreta de donde el gitsune se encontraba.

- nos veremos después,  harás la siguiente guardia conmigo... suerte para mi ¿no crees? - caminando hacia la fogata.

- por Kami...  será una noche muy larga - susurro acostándose de nuevo sin quitarle la vista a la espalda del moreno sentado junto al fuego,  sin darse cuenta se quedo dormido.

Pasaron varias horas para que fuera despertado de nuevo por el Nara informándole que había llegado su turno para hacer la siguiente guardia hasta el amanecer,  el gitsune se levanto a regañadientes.

- ¡Kakashi-sensei! ¿Puedo hacer la guardia con Kiba? - deteniendo al peligris cuando se acercaba a la fogata junto con el ojiblanco.

- dije que irías conmigo  Naruto... ¿lo olvidaste? - a espaldas del rubio.

- ya escuchaste a tu superior,  Kiba estará cubriendo el otro lado.

- ¡pero tú eres el capitán! - rezongaba el gitsune.

- Shikamaru y yo tenemos el mismo rango,  así que...

- ¡ustedes y sus chalecos verdes! - pateando el suelo con  mirada de asesino en serie se alejo fuera del circulo de carretas.

- Shikamaru,  cuando me dijiste lo que sentías por él pensé que las cosas serian diferentes,  sin embargo te mira como a alguien a quien le gustaría arrancarle los ojos... ¿Qué sucede? - pregunto el peligris con cierta preocupación.

- no pasa nada,  déjame manejar esto a mi manera ¿esta bien? Es como un zorro que muestra los dientes cuando se siente acorralado... pero incapaz de hacerle daño a nadie,  así es mi cachorrito dorado... - suspirando.

- ¿tuyo? No estaría tan seguro de eso.

- se a que te refieres... él no volverá,  es lo que deseo con toda mi alma al menos - caminando hacia donde el rubio lo había hecho antes.

- espero que tengas razón... por el bien de ambos - susurro el peligris viéndolo alejarse.

- y yo que pensé que podría pasar el rato viendo brillar las estrellas y...  tú que llegas como un eclipse a oscurecerlo todo - comento sarcásticamente al ver venir al Nara - mantén tu distancia - apuntándolo con el dedo.

- no pidas imposibles... solo cerca de ti puedo ser yo mismo,  tendrás que soportarme... al igual que mi desagrado - encaminando sus pasos hacia el rubio.

- con todo lo que has hecho podría decirse que Sasuke es una blanca paloma a tu lado.

- me preguntaba cuanto tiempo tardarías en incluirlo en la conversación,  parece que lo extrañas bastante - mordiendo su labio de celos.

- como a un kunai en las costillas,  son pocas las cosas que quiero recordar de él... muy pocas - abrazando sus piernas sobre la roca en la que estaba sentado.

- ¿Cómo el beso que se dieron aquella vez en clases? Parecían sujetos con pegamento... yo estaba ahí - esperando la reacción del rubio ante el comentario.

- eso no fue un beso... al menos para mi,  se lo que es un beso de verdad... eso solo fue juntar saliva.

- veo que te sientes capaz de hacer comparaciones... un beso verdadero ¿Qué sabes tú de eso? ¿De quien? - sintiendo que algo explotaba en su cabeza.

- "el tuyo idiota... pero no pienso decírtelo,  puede que este confundiendo los sentimientos... como también puede ser que lo tuyo sea tan solo una mala broma"  lo siento,  no puedo decírtelo sin verme comprometido - dijo con altanería.

- tal vez esto te sirva para ampliar un poco tu sentido de comparación - yéndosele encima,  el rubio queriendo esquivarlo hizo que ambos fueran a parar al suelo con el moreno sobre él - esto esta mejor aun - sujetando las manos del rubio.

- ¡s-suéltame,  Shikamaru! ¡Ya basta de tus bromas pesadas!! - agitándose bajo el moreno.

- ¿crees que solo juego contigo? Te diré algo... me gustas,  y hagas lo que hagas...  tarde o temprano me pertenecerás,  Naruto - con una mirada que decía que no estaba mintiendo.

- no te creo nada,  ¿Qué tan idiota crees que soy? - Juntando todas sus fuerzas para apartarlo - ... vi muy bien como te comportabas cuando tenias a Temari cerca,  casi babeabas... ¡así que estoy en lo cierto cuando pienso que todo esto es una grandísima crueldad de tu parte! - grito con el cuerpo exaltado y la respiración acelerada.

- piensa lo que quieras,  de lo que si puedes estar seguro...  es de que serás mío,  y nada ni nadie podrá interponerse...  ni siquiera él - alejándose unos pasos del rubio.

- ¿es una amenaza? ¡Porque te aseguro que eso no ocurrirá jamás,  baka!

- es una promesa... y serás tú el que me lo pida,  no dejare de tocarte en ningún momento...  acostúmbrate - guiñándole un ojo.

- ¡eso es acoso sexual! Se lo diré... se lo diré a Kakashi-sensei - cruzando sus brazos  como forma automática de defensa.

- ¿Qué le dirás? ¿Qué me gustas y deseo hacerte el amor como un loco? ¿Qué te necesito más que el aire que respiro? ¿Qué mis días y  noches no significan nada si no te tengo cerca? ¿Qué muero por acariciar tu piel con la mía hasta fundirlas en un solo ser y una sola alma? Dime Naruto... ¿Qué piensas cuando te beso y mis manos te tocan? ¿Piensas en él? Hare que lo olvides por completo... que desees mis besos por encima del de él  - mirando hacia el cielo.

- t-tú estas d-desvariando - no pudiendo evitar ponerse rojo.

- parece que logre perturbarte,  eso dice mucho - gozando el titubeo y sonrojo del rubio.

- n-no quiere decir nada  ¡es tu culpa por decir cosas... raras!!  ¡No quiero seguir hablando contigo! - marchándose a grandes zancadas hacia el bosque.

- Mmm... parece que mis palabras no le son  indiferentes del todo  - sonriendo mientras veía al rubio alejarse.

- ¿que le pasa? ¿Lo habrá dicho en serio? Hacerme suyo... que estupidez,  suena a locura mezclada con incoherencia,  se que la hermana de Gaara no le es indiferente... ¿entonces porque? ¿Por qué llevar una broma tan lejos? No tiene sentido... y eso es lo que más me molesta,  me amenaza con algo que sabe no podrá lograr a menos que este inconsciente... me mantendré alejado de él lo más que pueda...  si es que me deja"  ¡estúpido,  Shikamaru!! - grito a los cuatro vientos.

- adoro cuando dice mi nombre... aunque sea para insultarme - esbozando una sonrisa.

Sale el sol,  hora de volver a tomar el camino,  esta vez el rubio se situó delante de la caravana con el peligris pidiéndole al Inuzuka que tomara su lugar en la retaguardia con el Nara.

- parece que tuviste una noche algo agitada - comento el ninja copia.

- nada en particular,  solo estuve espantando a un bicho que no dejaba de molestar... era bastante insistente,  como un mosquito tratando de chupar mi sangre - bostezando algo adormilado aun.

- ¿y el mosquito tiene nombre? - mirando al rubio de reojo.

- eso tendrás que preguntárselo a sus padres - haciéndose el desentendido.

- después de pasar esa ladera estaremos llegando a nuestro destino.

- me pregunto si tendrán mosquitero,  tal vez pueda librarme de cierto bicho que insiste en que yo sea su comida.

- Hmm... nunca se sabe,  lo único que pido son habitaciones dobles - pensando en su ojiblanco.

Al pasar la ladera la entrada de la aldea se abrió ante sus ojos,  las personas los saludaban al pasar lo que indicaba que eran bastante amistosas y hospitalaria con los visitantes,  Shikamaru y Kiba pasaron al frente de la caravana nada más cruzar la entrada,  los ojos azules del gitsune se entretenían mirando la actividad a su alrededor junto con las llamativas tiendas y el mercado del lugar,  transitaron la calle principal y un poco mas allá de las afueras de la aldea donde el lord tenia su residencia.

- que alguien me pellizque - dijo con los ojos abiertos al máximo.

- como digas... - dijo Kiba estirando su brazo,  su mano fue detenida por el Nara antes de que la intrusa tocara el trasero del rubio.

- ¿Qué? él lo pidió.

- ¿estoy soñando? - decía el rubio sin poder apartar su mirada de lo que tenia enfrente.

La residencia del lord de la aldea asemejaba un mediano castillo medieval con un pequeño lago rodeándolo,  adornado por grandes jardines y un puente colgante,  el rubio creía que había vuelto a su sueño del día anterior.

- el señor de esta aldea es un fanático de estas cosas - explicaba el peligris.

- es grandioso,  se parece al de mi sueño... ¿tendrá caballos también? - preguntaba entusiasmado.

- y de seguro una bella doncella encerrada en una de las torres - dijo con ironía el moreno de cola de caballo.

- solo espero que tenga a un joven caballero amable,  gentil...

- e idiota si juntamos todo el cuadro - dijo el moreno siguiendo con la descalificación de lo que al rubio le parecía totalmente genial.

- ¡tengo que verlo,  tengo que verlo!! - Echando a correr hacia el puente - ¡demonios,  suéltame Shikamaru! - quedando paralizado a mitad de camino.

- no te precipites,  no tienes que llegar antes que los demás - haciéndolo caminar hasta él por medio de su atadura de sombras.

- hay veces que te detesto más que otras - casi pegado al cuerpo del Nara,  no por voluntad propia claro.

- mientes... me amas aunque no quieras reconocerlo - rosando los labios del rubio.

- preferiría tener agujas clavadas en los ojos ¿quieres soltarme? - pregunto haciendo una mueca.

- jamás... pero lo hare por ahora - deshaciendo su técnica,  el gitsune retrocedió unos pasos para alejarse de él.

- ¡bienvenidos! - dijo un joven de cabello negro al igual que sus ojos desde el puente levadizo.

- gracias,  eh... - dijo el ninja copia sin terminar la frase.

- Sosuke,  soy el hijo del terrateniente,  adelante por favor... están en su casa.

- valla,  casi luce como él y se llama casi igual que él - susurro el ojiazul observando al desconocido -

- tú debes ser Naruto...  ¿cierto? - acercándose al rubio,  el Nara no le quitaba la vista de encima,  se aproximo a ellos.

- ¿y como lo sabe? - pregunto  Shikamaru antes que el rubio abriera la boca.

- ¿y tú eres...? - sonando molesto por la intrusión.

- Nara Shikamaru,  su prometido - al rubio casi se le cae la quijada.

- no le hagas caso jajaja... es un bromista de primera,   soy Naruto y él no es mi prometido... de echo soy soltero y sin compromiso - sonriendo tras poner las manos en su cabeza.

- me alegra saberlo... he escudado cosas de ti a través de mi padre,  tenia mucho interés en conocerte... por eso le pedí a la Hokage que te pusiera en esta misión en particular - relataba con voz melosa mientras pasaba su brazo por los hombros del ojiazul.

- Naruto,  tenemos que bajar la carga - interrumpió el Nara - "este sujeto esta buscando problemas... y los encontrara si sigue tocando de esa manera a mi cachorro"

- ¡ya voy!  Que molesto - susurro con cara de aburrido.

- trabajo es trabajo ¿no fue eso lo que dijiste?...  Aléjate de él - dijo cuando el rubio paso a su lado.

- ¿o sino que? ¿Me mostraras tu desagrado de nuevo? Tal vez el de él sea mejor... quien sabe - mostrándole la lengua como niño chiquito.

- escucha - agarrando del brazo a su gitsune - ¿quieres verme furioso? Ni se te pase por la cabeza andar con ese idiota niño de papa... si no quieres que pierda su cabeza,  porque yo...  perdí la mía por tu causa desde que tengo memoria - apretando su mano en el brazo del ojiazul.

- me haces daño... Shikamaru,  no soy responsable del delirio de los demás... no lo fui con él,  contigo,  ni con nadie más - sintiendo aflojarse el agarre del moreno.

- no,  no lo eres... pero si eres responsable de meterte bajo mi piel sin medir las consecuencias,  te lo vuelvo a repetir... no te le acerques,  y si el príncipe de cartón lo hace...  solo ignóralo,  es por su bien - soltándolo al fin.

- no puedo creer que el tan sereno,  calculador y mente brillante de Nara Shikamaru este diciendo esas tonterías... ¿hasta donde llega tu locura? - de espaldas al moreno.

- ya ves...   te llevas toda mi cordura y buen juicio al hoyo más profundo en la tierra cuando de ti se trata - abrazándolo por la espalda - nublas mi mente y despiertas mis más ocultos deseos... quiero tu cuerpo,  corazón y mente solo para mi... y aunque  no soy el Uchiha o ese idiota que se le parece,  recuerda... solo puedes ser mío,  solo mío - besándole la mejilla.

- ¿quieres ganar a como de lugar,  no es así? tener lo que él quiso y no pudo... aunque lo intento - con los brazos caídos a ambos lados de su cuerpo -  ¿el hecho de acosarme es tu manera de sentir que eres más fuerte que él?

- no me digas que ese mal nacido trato de...  Naruto  - Intensificando su abrazo y escondiendo su cara en el hombro del rubio - dime que él no... -  apretando los dientes para aguantar su rabia.

- solo quieres que te diga lo que quieres escuchar para no sentirte herido en tu orgullo ¿no es así?  Solo te interesa el hecho de que probablemente  no pudiste ser el primero...  no es por mí,  solo te molesta que mi cuerpo haya sido tomado por alguien más... te quedaras con la duda - soltando los brazos del moreno de su cuerpo.

- aguarda Naruto - estirando su mano.

- ¡oigan,  ustedes dos! - se escucho la voz del peligris.

- tenemos trabajo que terminar - sin dirigirle la mirada.

- continuaremos después con esta conversacion

- no si puedo evitarlo - poniendo manos a la obra.

Luego de descargar las carretas y poner la mercancía a buen recaudo...

- deben estar cansados,  pueden relajarse en los baños termales... yo los acompañare para que se sientan más cómodos - dijo el hijo del terrateniente echándole una mirada a cierto rubio en particular,  flechas asesinas departe de los ojos del Nara - mi padre se reunirá con nosotros para la cena - guiándolos hasta la parte trasera de la casa castillo,  al rato todos estaban con el agua hasta el cuello menos Naruto,  que entre las miradas atrevidas del joven amo y las de advertencia del Nara no acababa de decidir si entrar al agua o no.

- ¿Qué pasa contigo Naruto? ¡Te estamos esperando! - grito Sosuke desde el estanque de agua caliente.

- "ese es precisamente el problema... uno porque me mira como si fuera su cena y el otro como si fuera mi dueño,  quizás si,  quizás no... ¡Kamisama,  hasta yo lo estoy dudando! - envuelto en la pequeña toalla en la habitación anterior al lugar de las aguas termales,  Kakashi permanecía pegado hombro con hombro de su ojiblanco sin poner atención a nada más  a su alrededor.

- iré por él - informo el Nara saliendo del agua - ¿Qué sucede contigo? - entrando en el vestidor.

- Hmm... estaba pensando a cual de los dos darle el placer de mi compañía y... la balanza no esta  tu favor - moviendo su cadera de lado a lado.

- ¿intentas provocarme? - pegándolo con su cuerpo contra la pared.

- ¿estoy haciendo eso? Creo que a tus ojos todo lo que haga es una provocación... pero nada más lejos de mi mente,  ya lo decidí... será al lado de su excelencia,  mejor suerte para la próxima - sin darse cuenta que esa clase de proceder estaba por explotarle en pleno rostro.

- no juegues conmigo cachorro... harás que pierda la paciencia ¿no temes a lo que pueda hacer? - apretando las caderas de su ojiazul.

- ¡ya basta! ¡Guarda tus amenazas para quien las tema! ¡Y deja de actuar como el novio celoso a quien le quieren quitar lo que es suyo!!- separándolo de su cuerpo con un empujón y saliendo de la embarazosa situación... al menos por el momento.

- lo serás... que no te quepa duda de eso - murmuro con los dientes apretados.

- disculpen si los hice esperar,  había un mosquito bastante gordo en el vestidor y al parecer no quería irse sin darme una probadita - metiéndose en el agua al frente de los demás.

- y apuesto que seguirá atrás de ti hasta que lo consiga - dijo el peligris dirigiendo su mirada al moreno que entraba al agua y se colocaba al lado de su rubio para prevenir que él idiota,  según él,   lo hiciera.

- Naruto... ¿Qué te parece si te muestro el lugar después de la cena? - dijo Sosuke.

- ¿en serio? ¡Me encantaría! - con brillo en sus ojos.

- estaré encantado de acompañarlos ¿y ustedes? - pregunto el moreno a Kakashi y Neji.

- nosotros... creo que nos acostaremos temprano - apretando la mano del ojiblanco bajo el agua.

- seremos solo tres al parecer - hablando de manera seria mientras veía de reojo a su cachorro.

- por cierto... ¿Dónde esta Kiba? - pregunto Naruto.

- con uno de los muchachos de la caravana,  al parecer hicieron una muy buena amistad - explico Sosuke.

- una buena amistad... es lindo hasta que te traicionan - murmuro  pensando en el Uchiha y aturdido por los vapores calientes del lugar - será mejor que salga,  si sigo aquí creo que voy a desmayarme... no me siento bien  - echando su cabeza hacia el hombro de Shikamaru,  el moreno paso su brazo por su hombro preocupado.

- ¿Qué te sucede Naruto? - acariciando su mejilla.

- estoy cansado... solo quiero dormir - susurraba con sus ojos serrados.

- te llevare a la habitación para que descanses - sacándolo del agua y tomándolo en brazos.

- el camino fue largo... pienso que todos deben  descansar por unas horas y cenaremos cuando despierten ¿les parece?

- buena idea,  no puedo mantener mis ojos abiertos aunque quiera - sintiendo las manos del moreno despojarlo de la toalla mojada para vestirlo luego con la yukata.

- les enseñare sus habitaciones ¿prefieren una para cada uno o...?

- Neji y yo compartiremos una al igual que Shikamaru y Naruto - sentencio el peligris -  ¿están de acuerdo? - por el tono con que lo dijo...  haber quien decía que no.

- da igual,  lo único que quiero es dormir - dijo el rubio acomodando su cabeza en el pecho del moreno.

- como deseen - señalando la primera habitación,  el moreno cargando a  Naruto entraron en ella,  y los otros dos en la siguiente - que descansen - dijo el dueño de la casa retirándose.

- ¿Qué lado prefieres,   mi zorro? - pregunto Shikamaru junto a los dos futones.

- no me llames así... odio esa palabra,  él me llamaba de esa manera cuando... entre menos quiero recordarlo más lo atraes tú a mi mente - bajándose de los brazos del Nara y tomando el futon de la derecha.

- desearía que lo olvidaras para siempre... como si nunca hubiera existido,  jamás volverás a oír la palabra Uchiha de mis labios,  mi cachorro.

- no hará que lo olvide...  solo que no lo recuerde,  no puedo odiarlo sin que me odie a mi mismo por confiar y creer que significaba algo para  él ¿no serás tú el que lo odia? - volteándose de espalda al moreno.

- ¡así es!  Odio por llamar tu atención,  rencor por haberte besado... por todos los cielos ¡mírame! - Poniéndose a horcajadas sobre el rubio - no tienes idea de cómo me sentía por dentro cada vez que él atraía tu mirada,  tus risitas a Sakura,  tus juegos con Kiba,  tus ojos para cualquiera menos para mi,  me  sentía como un animal acorralado presintiendo su propia muerte cada vez que pensaba que jamás llegarías a ser mío por completo,  que jamás me mirarías como yo deseaba - con sus puños aferrados en la manta a ambos lados de la cabeza del gitsune - decidí arriesgarlo todo,  no dejar que mi sueño se desvaneciera antes de concretarse,  tenia que intentarlo sin importar que me odiaras... mi pensamiento solo cambiaria estando muerto ¿crees que es justo? Nadie... nadie te amara como yo,  Naruto - pegando la barbilla de su pecho mientras apretaba sus ojos en un intento por no derramar las lágrimas que acudían a sus ojos - te amo... es algo que no puedo evitar ni quiero evitar ¿comprendes? - el rubio lo miraba fijamente conmovido y seguro a la vez del sentir del moreno hacia él,  lo que le hizo comprender sus propios sentimientos y darse cuenta que el amor y la admiración son dos cosas totalmente distintas.

- Shikamaru... quédate conmigo,  yo también te amo pero... - abrazándose al Nara con fuerza -... soy muy cabezota para admitirlo.

- acabas de hacerlo... mi cachorro - dejando que sus lagrimas afloraran.

- ¿e-estas llorando?

- si,  y más te vale que no se lo digas a nadie ¿comprendes? - sonriendo de felicidad,  la que nunca creyó alcanzar.

- será nuestro secreto - le dijo el rubio al oído para luego descansar su cabeza en el pecho del moreno.

- no importa si lo guardas o no... llorar por ti no me avergüenza en lo absoluto - acariciando el cabello rubio - te quedaste dormido ¿verdad?

- lo siento,  estoy... cansado - restregándose en el pecho del moreno como un cachorro buscando calor.

- entonces duerme... te quiero bastante descansado para lo que vendrá después,  mi sol - acomodándolo en el futon y pegando la espalda del rubio a su pecho en un abrazo acogedor - espero que al despertar sigas estando aquí y que esto no sea tan solo un sueño... no podría soportarlo,  mi amor - besando el cabello rubio del que había sido su anhelo y esperanza durante casi toda su vida.

Un par de horas de sueño después...

- ¿todavía durmiendo,  perezoso? - deslizando con fuerza la puerta de la habitación.

- ¿Naruto? - sentándose sobresaltado.

- no vamos a esperar toda la vida por ti,  la cena se enfría... creo que esta vez me sentare al lado de Sosuke,  tal vez se me pegue algo bueno - listo para marcharse.

- espera Naruto... ¿Qué paso con lo que dijimos antes de dormir? - sintiendo una opresión en el pecho.

- ¿de que estas hablando? - acercándose al moreno.

- es mentira... no pudo ser un sueño todo lo que... dios - con la cabeza a punto de explotar - no, no, no... no puede ser posible ¡dímelo! - implorando con la mirada.

- ¿te refieres a eso de...  tú me amas,  yo te amo y toda esa clase de cosas? - Lanzándose encima del moreno - todo es verdad,  tonto.

- ¡Naruto... voy a darte una paliza! - cambiando las posiciones.

- jajajaja...  me lo merezco,  te pusiste pálido,  creí que te desmayarías jajaja - riendo sin control - solo quería saber que tanto te afectaría pensar que todo era un sueño - dándole un pequeño beso en los labios.

- ¿crees que es gracioso matarme del susto? Te castigare por eso... pero seré dulce.

- un castigo dulce... suena genial - viendo los labios del moreno aproximarse a los suyos - ¿Qué pasara con la cena? - deteniéndolo en el trayecto.

- la cena puede esperar...  yo no,  y créeme que tu apetito será mayor después de... - deshaciendo el lazo de la yukata del rubio lentamente - Mmm... Sin ropa interior,  muy conveniente - dijo mientras desataba el suyo.

- aguarda un minuto,  Shikamaru yo...

- ¿algo que confesar? - temiendo por las palabras del gitsune.

- no,  bueno... en realidad si,  aunque creo que tú ya lo sabes - rojo como un tomate.

- puedo imaginarlo,  y para mi es un privilegio... poseerte en tu primera vez es el más grande de mis sueños - acariciando el rostro de su cachorro.

- tú... ¿has hecho esto antes... con alguien? - sintiendo un poco de celos.

- no seas tonto,  jamás haría el amor con alguien que no fueras tú... aunque practique muchas veces con la almohada,  he tenido que cambiarla seguido - tocando la punta de la nariz del rubio.

- me agrada escuchar eso,  significa que será la primera vez para ambos - con una gran sonrisa.

- pero nada es mejor que lo real ¿no lo crees así? - tomándole el cuello por asalto.

- d-definitivamente - sintiendo su cuerpo arder.

- muchas noches soñé con esto,  tu cuerpo solo para mi... donde pondría todo mi amor y marca.

Los labios del Nara bajaban por el pecho de su cachorro dorado formando un camino de besos apasionados por donde pasaba,  descubriendo terreno virgen del cual  seria conquistador y dueño definitivo,  los toques pausados y dulces  estremecían el cuerpo de su rubio dándole así la confianza que necesitaba para complacer a su pareja y así mismo.

- eres hermoso,  suave... delicioso - pasando sus dedos por el interior de los delicados muslos - no podría vivir sin esto aunque quisiera... mi cachorro.

- S-Shikamaru yo... aaah,  no puedo r-resistir... más - sintiendo que se derramaría en cualquier momento - ¡Hei,  eso duele! - grito al sentir el apretón de la mano del moreno en su miembro.

-  aun no... no sin probarlo primero - abarcando con su boca el miembro de su cachorro.

- aaah... m-me estas q-quemando - al sentir el calor de la boca del moreno.

Unos cuantos movimientos después,  el gitsune derramo su esencia en la boca y parte del rostro del Nara.

- lo... lo siento - dijo totalmente apenado.

- no tienes porque,  mi amor - uniendo sus bocas con el ingrediente adicional - es mi turno,  quiero que te relajes lo más que puedas... hacerte daño no esta en mis planes.

El gitsune serró sus ojos con fuerza al sentir los dedos del moreno en su entrada,  éste sirviéndose de la esencia de su cachorro como lubricante masajeaba alrededor de la cueva del placer para relajar a un muy nervioso Naruto que no dejaba de tensar su cuerpo anticipando en su mente la molestia próxima a padecer.

- relájate,  por favor... mira mis ojos - metiendo su primer dedo.

- Shikamaru... - abrazando por el cuello al moreno mientras su boca hacia presa de la de éste.

Entre el abrazo y los besos apasionados que se sucedían sin control los tres dedos del moreno yacían en el interior de su cachorro sin que éste lo hubiera notado siquiera... hasta que comenzó a moverlo,  unos segundos bastaron para que la desesperación de sentirse dentro de su cachorro lo abrumaran hasta el punto de quiebre en el que su cuerpo decidió por si mismo...

- ¡santos kunai  afilados! - grito el ojiazul arqueando el cuerpo al sentir el dolor de ser invadido por completo.

- ssssh... lo lamento,  lo lamento,  el deseo de poseerte... es demasiado fuerte,  perdóname - atrayéndolo hacia él para con su abrazo tratar de aminorar el dolor de su cachorro.

- n-no quiero que te disculpes,  solo me tomaste por sorpresa... aunque déjame decirte que acabo de ver al diablo,  mi amor - enterrando su cara en el hombro del moreno.

- amor,  suena tan bien cuando tú lo dices mi cachorro - sudando frio por las ganas de moverse.

Luego de unos minutos de caricias en la espalda y pequeños besos por todo el cuello del lindo cachorro...

- dime cuando estés listo - metiendo sus dedos en el cabello rubio.

- ¿y como sabré eso? - mirando a los ojos negros.

- cuando el dolor haya aminorado... dado que es tu primera vez... no desaparecerá por completo.

- ¿y tú como lo sabes? - achicando sus ojos en desconfianza.

- simple deducción... por algo me llaman el mejor estratega ¿cierto?

-Mmm... más te vale - apretando la nariz del Nara.

- estas celoso,  claro que lo estas... eso me agrada mucho - besando la punta de la nariz del otro.

- tengo derecho a estarlo como  lo tienes tú sobre mi,  baka - inflando sus cachetes.

- ¿puedo? - recostando al rubio.

- por supuesto que si,  solo... ten cuidado,  por favor.

Pieles sudorosas,  piernas arriba,  corazones latiendo al máximo,  gemidos compaginados con el vaivén de los cuerpos,  promesas de amor eterno,  placer desbordante y un te amo a viva voz fue la culminación que tocaba cielo al acabar rendidos uno sobre el otro.

- ¿Cómo te sientes? - hablando entre respiración y respiración.

- ¿la verdad? Esto es mejor que comer ramen gratis por un año - decía aun con temblores en su cuerpo.

- nunca cambiaras... y así es como te quiero - le dijo con un beso.

- si fuera de otra forma no estaría contigo,  Shikamaru baka.

- me gustaría quedarme así eternamente,  pero nos esperan para cenar... aunque luego de eso... - con una sonrisa seductora.

- ¿ni siquiera esperaras que mi adolorido trasero se reponga? Eres un... ¿Cómo se dice...? - pensando la palabra.

- ¿sádico? Solo soy un loco enamorado que te desea en todo momento y lugar... necesitamos un baño - jalando la mano del ojiazul.

- pero no juntos...  si lo hago contigo estoy seguro que no llegaríamos ni a tiempo para el  desayuno,  ya no digamos para la cena - apretando los dientes al caminar hacia el baño - ¿a esto es a lo que llaman castigo por cuenta propia? Haaay... el amor duele - agarrándose del marco de la puerta.

- solo al principio,  ya te acostumbraras... y si,  te bañaras conmigo cachorro - llevándolo hasta la ducha.

Lavo el cabello y cuerpo de Naruto con delicadeza mientras éste permanecía abrazado al moreno por su cintura,  en el proceso el Nara no dejaba de besarlo y acariciarlo con la esponja obligando a su mente a mantener el control de su hombría...  algo bastante difícil para él,  al terminar el baño y limpios de todo rastro de lo acontecido momentos antes llegaron al salón donde todos se disponían a tomar sus alimentos.

- ¿Qué los detuvo tanto? - pregunto el Inuzuka.

- el cansancio supongo - contesto el rubio al tiempo que se sentaba de medio lado en el cojín junto a la larga mesa.

- ¿te sucede algo Naruto? - pregunto el peligris con una media sonrisa.

- ¿eh? No... es tan solo un pequeño calambre,  mala posición al dormir jajaja.

-  con que un calambre...  un suave masaje te servirá ¿no es así,  Shikamaru?

- me ocupare de eso después,  quedara como nuevo - guiñándole un ojo a su cachorro sentado a su lado.

- si no te callas te quedaras sin postre - susurro a su compañero.

- oh,  vamos... no harías eso ¿cierto mi cachorrito? - susurro a su vez poniendo su mano en el muslo del rubio.

Se da por sentado que las hormonas y deseos del Nara recogerían sus frutos la noche en cuestión,  y dado que partirían temprano en la mañana de vuelta a la aldea de Konoha se despidieron del señor feudal y de su hijo durante la cena,  el Inuzuka no apareció a su habitación en toda la noche ¿Qué andaría haciendo? Solo imaginen.

- ¿Qué pasara cuando regresemos,  Shikamaru? - refugiándose en los brazos de su recién descubierto amor.

- ¿a que te refieres,  mi cachorro? - besando su frente.

- ¿Cómo que a que me refiero? Pues... a nosotros ¿podremos seguir juntos?

- ¿lo dudas? Tu vida no volverá hacer la misma,  y yo no permitiré que así sea... no me apartare de ti ni en sueños,  viviremos juntos.

- ¿en tu casa o en la mía?

- donde tu quieras,  hasta debajo de una roca si es preciso...  pero contigo.

- solo quiero estar contigo,  nada más importa - abrazando con ganas a quien seria su pareja por siempre.

- hora de levantarse,  antes de que vengan a buscarnos.

- un ratito más,  se esta tan bien así - acurrucándose al calor del cuerpo del moreno.

- lo se,  pero debemos volver... antes de que pierdas mi calor estaremos unidos nuevamente,  lo prometo - levantándose y jalando al cachorro para que lo hiciera también.

Los cinco ninjas se reunieron en la entrada del puente levadizo para ponerse en marcha hacia su aldea,  el rubio bostezaba y gruñía por falta de sueño,  el peligris lo observaba imaginando que algo bueno había pasado esa noche nada más mirar la cara de satisfacción que el Nara mostraba.

- ¿no dormiste bien Naruto? - pregunto el ninja copia.

- como un angelito... pero poco en realidad - mirando de reojo al Nara.

- entiendo,  me alegro por ti ¿sabes? más bien... por ambos -  susurro.

- ¿Ummh? - preguntándose si el peligris sabría que...

- buenos días,  no quería que se marcharan sin antes despedirme,  aquí tienen un refrigerio para el viaje - dijo muy amablemente Sosuke apareciendo frente a ellos - Naruto,  si llegas a aburrirte en Konoha aquí tienes un castillo esperándote - dijo con una sonrisa.

- gracias pero... en Konoha tengo todo lo que necesito - sonriéndole al Nara.

- que les valla bien mis amigos - despidiéndose.

Luego de un rato de viaje...

- ¿Qué le pasa a Naruto? Camina como un pato con reuma... ¿estará estreñido? - Preguntaba a sus dos acompañantes ya que el rubio y Shikamaru caminaban delante de ellos muy pegados uno al otro - ¿Qué es eso? - viendo que se tomaban de la mano.

- eso...  mi querido Kiba,  se llama amor - tomando la cara del ojiblanco y plantándole un beso.

- ¿ustedes también? Debí quedarme en el castillo... con Kodate - haciendo una mueca.

- es una lastima,  no pudiste ver el castillo como querías - comento el Nara.

- no importa,  ya que tengo a mi caballero a mi lado... juntos construiremos el nuestro - apoyando su cabeza en el hombro del moreno.

- así será - tocando su mejilla.

Cuatro almas unidas en dos,  nuevas vidas y sueños por construir y una sola meta...vivir cada día como si fuera el ultimo de sus vidas.

 

 

Fin

 

                                                                    Nessa Yaoi

 

Notas finales:

¡Hola de nuevo! otra historia cargada de todo un poco y como protagonistas una de mis parejas preferidas,  espero se hallan divertido con este fic y ya saben... diganme que les parecio,  algunos de ustedes se han quejado de que mi ultima historia era muy corta... es mi culpa,  los mal acostumbre con esos One Shot de largometraje... en fin

no se molesten conmigo,  algunos seran màs largos que otros dependiendo de mi capacidad para el momento de escribirlos,  de todas maneras gracias por los comentarios.

nos veremos de nuevo chaito....

                                                      Nessa Yaoi


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