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Mis Motivos Y Razones por Nessa Yaoi

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              Mis Motivos Y Razones  

                    A Cada Quien Lo Suyo

 

 

- ¿puedes olfatearlo,  Akamaru? Tengo que encontrarlo antes que Shikamaru o Neji,  no dejare que ninguno de los dos se le acerque - decía Kiba a su mascota mientras saltaban entre los arboles tratando de rastrear  al ojiazul.

- Kakashi-sensei...  ¡aaah! ¿Por qué siempre tienen que pasarme estas cosas a mí?  - se quejaba el rubio mientras se escondía entre los arboles del bosque donde se llevaba a cabo el entrenamiento - solo tengo que aguantar unas cuantas horas más y... ganare  ¡Siii! - levantando sus brazos al cielo de media tarde.

Devolvamos el reloj a ese mismo día temprano en la mañana.

- bien chicos,  esto es lo que vamos hacer - explicaba el peligris al grupo frente a él - Naruto,  tú serás la presa... ¿o debería decir el premio? - guiñándole el ojo al rubio.

- ¿premio? ¿Premio de que? - interrogaba confuso a su sensei.

- si me dejas terminar lo sabrás,  como decía...  lo único que tienes que hacer es adentrarte en el bosque como si estuvieras siendo perseguido por el enemigo,  no los confrontaras... simplemente tendrás que evitar que te atrapen,  si eso sucede se acabara el juego... y tú perderás,  los demás irán tras de ti por separado,  si aguantas hasta que se ponga el sol sin ser capturado... ganas,  es todo ¿simple,  no crees? - cruzando los brazos.

- ¿Dónde esta lo simple en eso? ¡Serán tres contra uno! Mejor dicho... cuatro,  Akamaru también cuenta ¡no es justo! - pateando el suelo.

- ¿crees que los enemigos son justos? Tal vez esto sea demasiado para ti y... - dijo el sensei picándolo en su orgullo.

- ¿Cuándo empezamos? - Al parecer hizo efecto - ¿y  que gano yo,  cual será mi premio?

- ¿quieres hacerlo interesante? - Pegunto Kiba acercándosele - ¿Qué tal una apuesta? ¿Sensei? - buscando la aprobación del peligris.

- es cosa de ustedes,  no interferiré... hasta podría ser divertido.

- ¿Naruto? - pregunto Kiba mirando a los ojos azules del gitsune.

- como quieran... de todas formas voy a ganar ¿Cuál será la apuesta,  que tienen en mente? - mirando a todos retadoramente.

- tendrás una cita por tres  día completos  con el que te encuentre primero y... harás todo lo que se te diga sin que puedas  rehusarte,  Naruto - dijo Shikamaru - ¿les parece bien? - mirando a los otros dos contendores,  el Inuzuka observo recelosamente al moreno.

- ¿c-como que una cita? ¿Acaso me vieron cara de chica... están locos?  Además... ¿Qué es eso de lo que sea? ¡Dos de ustedes me detestan por haber perdido en una pelea conmigo,  y el otro piensa que soy estúpido! - mirando a los que serian sus cazadores por ese día... o eso creía él,  lo cierto era que cada uno de ellos quería hincarle el diente y no precisamente para comérselo.

- ¿le temes a alguna razón en particular? - pregunto el Nara con sonrisa ladina,  a Kiba no le gustaba la insinuación del moreno para nada.

- ¿creen que no puedo con ustedes? Ya les di pruebas de que si... tal vez los cazadores se conviertan en la presa,  lo que me recuerda que aun no he puesto mis condiciones si les gano - señalándolos con el dedo.

- ¿Qué es lo que quieres? - interrogo Kiba.

- pues,  no estoy seguro de que podría hacer con un grupo de...  babosos como ustedes - viendo que los tres pares de ojos lo miraban como queriendo probar su carne - Kakashi-sensei... ¿podrías hacerme una sugerencia?

- lo lógico seria que si ganas,  fueran ellos los que te sirvieran a ti ¿no crees?

- pero... ¿servirme en que? No se me ocurre nada para... - pensativo.

- ya que sugirieron una cita podrían... no se,  ir a pasear, llevarte al cine,  comprarte regalos,  golosinas,  invitarte a comer... esa clase de cosas supongo - dijo el peligris haciendo un gesto con su mano.

- ¡eso es! ¡Hagamos eso entonces! - grito con brillo en sus ojos.

- aceptamos - dijeron los tres  a la vez.

- ¿ya lo escuchaste,  Kakashi-sensei? El trato esta hecho y tú eres testigo - dijo el ojiazul con seguridad.

- ¿y a que estas esperando? Tendrás  ventaja de una hora,  vete - dijo el peligris a espaldas del rubio,  este comenzó a correr como alma que lleva el del olor a azufre.

El gitsune se adentro en el bosque con la esperanza de  evitar ser localizado de inmediato por los ojos de Neji y el olfato de Kiba y Akamaru,  tenia que actuar rápido para que eso no pasara,  escapar del campo de visión del Hyuuga parecía improbable pero no imposible... pensaba,  también el olfato de aquel par era un gran problema,  pero trataría de solucionarlo... la cosa era averiguar como.

- llego la hora,  chicos - avisaba el peligris - en marcha.

- el que lo encuentre se lo queda...  será una cita inolvidable - dijo el moreno con picardía en su mirada.

- ni lo pienses siquiera...  él es mío- murmuro Kiba.

- te lo tomas como algo muy personal Kiba...  tan solo es un juego - comento el Hyuuga.

- más de lo que piensas... ¿y tú? - queriendo saber hasta que punto le interesaba el rubio.

- hay algo en él...  que me atrae,  aunque todavía no puedo definir que es,  tener una cita con Naruto tal vez me ayude con eso - dijo con toda sinceridad.

- ¿Shikamaru? - esperando el motivo del moreno hacia la casería del gitsune.

- me gustan sus locuras... es un espíritu libre,  y el pasar tiempo con él,  fuera de las misiones,  será bastante agradable... o una completa pesadilla,  no tiene noción de lo excitante que es... además de hermoso  - dando su opinión.

- ¿quieres decir que te gusta? - pregunto Kiba con un gran nudo en su garganta.

- ¿y a quien no? - Se oyó la voz del peligris a sus espaldas - ¿van a quedarse ahí todo el día? Eso hará de Naruto el ganador y a ustedes...  compradores de ramen - dicho esto los tres ninjas se adentraron en el bosque,  empezaba la casería.

Volvamos al tiempo real del día,  media tarde.

- tal vez esto ayude - decía el rubio revolcándose en el lodo de la ribera del rio creyendo que eso escondería,  aunque fuera un poco,  su olor a las narices súper desarrolladas  de Kiba y Akamaru - y si no pues...  al menos me servirá para la piel,  ahora si que soné como chica - haciendo bromas de la situación.

Las horas pasaban y los perseguidores comenzaban a impacientarse.

- bien por ti,  ni siquiera con mi Biakugan he podido localizarte - murmuraba el Hyuuga en la rama de un árbol - ¿Que es eso? - Fijando su mirada como a trescientos metros - parece...  - dirigiéndose hacia allá.

- veamos,  si yo fuera Naruto... buscaría la manera de ocultarme del olfato de Kiba y de los ojos de Neji,  tomaría como recurso... lo que quiere decir... - avanzando en la misma dirección del Hyuuga.

- ¿Dónde estas,  Naruto? - olfateando el aire.

- ¡guau,  guau! - ladraba el cuatro patas a su amo.

- yo también lo note,  el aire huele a barro removido y  ramas recién cortadas,  esta cerca del rio,  vamos - también tomando la misma dirección de los demás.

- parezco una estatua deforme,  si me mirara en un espejo...  de seguro que hasta yo me asustaría - haciendo muecas con la boca para dejar de sentir lo acartonado de su rostro debido al barro seco,  en el que solo destacaban  sus ojos,  todo lo demás era una masa gris lleno de ramas y hojas.

- se te acabo la suerte - murmuraba Neji muy cerca de él.

- creo que esto es jaque mate - murmuraba también el moreno acercándose al lugar.

- ¿creíste engañar a mi nariz? Podría oler tu aroma hasta dormido  - murmuro Kiba uniéndose al dúo.

Aunque pareciese imposible los tres ninjas llegaron a un tiempo al sitio donde el gitsune se escondía como si estuvieran sincronizados... para su mala suerte.

- ¡eres mío! - gritaron los tres al mismo tiempo como si lo hubieran ensayado.

- lindo disfraz,  pareces un camarón empanizado... e igual de delicioso - comentaba el Nara mientras los ojos del Inuzuka lo fulminaban por el comentario.

El rubio miro en las tres direcciones no pudiendo creer lo que veía,  estaba cercado por sus tres perseguidores,  y encima,  embarrado de lodo de pies a cabeza... todo un espectáculo para sus tres impuestos dueños.

- vaya,  el trío de chiflados,  no saben cuanto me alegro de verlos... a los tres, y siendo que me encontraron al mismo tiempo... el trato queda nulo - con una gran sonrisa en el rostro -  con su permiso - pasando al lado de los chicos de camino al punto de partida.

- ¿A dónde vas? Esto no termina aun - dijo el cachorro.

- ¿y que piensan hacer,  subastarme? - mirando a los tres chicos frente a él.

- haremos algo mejor... y todos ganaremos - dijo el moreno mirando a los otros dos.

- ¿Cuál es tu sugerencia? - pregunto el Inuzuka sospechando que el resultado no iba a ser de su agrado.

- es sencillo... lo compartiremos - dijo el maestro de lo practico.

- ¿crees que soy una soda con tres pitillos? - grito el compartido,  perdón... el aludido.

- ya que son tres días,  pasaras uno con cada uno de nosotros... no estuvimos todo el día buscándote para nada  ¿Qué les parece? - Dirigiéndose a sus dos compañeros - ¿Quién será el primero en quedárselo? - ignorando por completo al rubio.

- ¿piedra,  papel y tijeras? - opino el Hyuuga.

- ¡no pueden hacer eso!! ¡Oigan,  les estoy hablando! - vociferaba el rubio acercándose al grupo.

- podemos y lo haremos,  y guarda silencio...  no puedo concentrarme con tus gritos - decía el Nara con la mano en su espalda,  comenzaba el juego.

- vaya...  ¡al menos te das cuenta de que estoy gritando!! ¿Qué no puedo protestar? - sacándose las ramas junto con el barro que estaban adheridas a su cara.

- es obvio que no... tú perdiste,  además no deberías quejarte,  tendrás tres novios a tu disposición...  para nuestro deleite - puntualizo el moreno.

- ¿n-novio? ¡¿De que rayos estas hablando?! - dando la impresión de que el barro en su cuerpo se derretía debido a la ira que salía por sus poros.

- "¿Cómo novio? ¿Qué pretendes Shikamaru? Si quieres conservar tu cabeza en su lugar... olvídate de lo que sea que estas pensando" - se decía en su mente el cachorro.

- ¡piedra,  papel y tijeras! - gritaron todos a un tiempo.

- al parecer soy el primero - dijo Neji.

- y yo te sigo - enfatizo Shikamaru.

- "novio... no querrán decir... besos,   abrazos y... ¡tengo que salir de aquí! - pensó el rubio mientras daba pasos hacia atrás hasta perderse de la vista de los tres ocupados ninjas.

- lo que me deja a mi el último día,  es  grandioso aunque... - dijo el Inuzuka susurrando las ultimas palabras.

- ¿Dónde esta Naruto? - pregunto el Nara mirando a su alrededor - ¿Neji?

- por la rivera del río - echando a correr junto con los demás.

- estaba calculando el tiempo que les tomaría darse cuenta de mi ausencia - sentado sobre una de las rocas junto a la orilla del río - ¿y bien,  en que orden debo seguir sus ordenes,  chicos? - pregunto irónicamente.

- Neji se hará cargo de ti primero... ¿de acuerdo? - pregunto el moreno.

- ¿importa lo que yo opine? No seré dueño de mi por tres días ¿lo olvidaron? - saltando de la roca donde estaba - tú dirás... ¿Qué quieres hacer primero? - ¿me quieres así o prefieres quitarme el envoltorio antes? mirando al Hyuuga.

- ¡Naruto! ¡Déjate de decir tonterías! - grito el cachorro desbordando celos por todo su cuerpo.

- ¿tonterías? ¿Crees que son tonterías? Por el modo en que me miran se exactamente lo que quieren de mi,  tal vez... alguno de los tres lo logre - encogiéndose de hombros.

- v-vamos a mi casa,  necesitas un buen baño - dijo el Hyuuga tragando en seco,  aunque era otro el que le quitaba el sueño... no era de palo,  y francamente el rubio no era alguien a quien despreciar.

- ¿y no es lo mismo que se lo de en la suya? Tu parte comienza mañana - alego Kiba con el fin de retrasar lo inevitable - es una noche adicional y no cuenta - retorciéndose por dentro.

- él tiene razón y...  esperen un momento ¿Quién dijo que tengo que dormir en sus casas?  - dijo el ojiazul señalándolos a todos con el dedo.

- es más cómodo ¿no lo crees? - como siempre Shikamaru y su manera practica de ver las cosas.

- ¿cómodo para quien? Querrás decir para ustedes porque yo no le veo lo práctico a eso.

- podría ofrecérsenos algo durante la noche... tú sabes...  -  titubeaba el moreno queriendo despertar los celos de alguien en particular.

- no... ¿Qué podría ser? ¿Abanicarte? ¿Espantarte los mosquitos? Tú dime... ilumíname - dijo el rubio con sarcasmo mientras cruzaba sus brazos - desde ahora les advierto que no hare nada fuera de lo cotidiano y que entre en el rango de lo extraño... ¿me comprenden? Lo que dije antes fue sarcasmo por si no lo notaron- afilando sus ojos.

- ¿extraño cómo que? - se aventuro a preguntar el cachorro.

- puedo pensar en un par de cosas que tal vez pasen por sus cabezas,  pero... definitivamente no por la mía - subiendo una ceja.

- explícate - dijo el ojiblanco viendo que el tema en discusión se estaba poniendo interesante.

- primer punto;  no dormiré en la misma habitación que ustedes... no son niños pequeños,  segundo; no les daré de comer en la boca... para eso tienen a sus mamis - enumerando con sus dedos -   y tercero y más importante que los otros dos,  no doy baños de esponja... si quiero ver a un hombre desnudo me miro al espejo...  y punto ¿quedo claro? - sacudiendo sus manos.

- como gota de agua,   pero  recuerda...  no puedes negarte a nada,  esa fue la apuesta... cero limitaciones,  Naruto - presionaba el moreno.

- creo que al final del día alguno saldrá golpeado...  y no seré yo precisamente,  en fin...tengo que deshacerme de la madre naturaleza antes de que no pueda caminar - refiriéndose a todo lo que cargaba encima -  andando... un baño me espera - agarrando el brazo del ojiblanco.

- pero todavía no... - atajo el cachorro en desacuerdo.

- ¿alguna queja? Puedo hacer lo que quiera...  al menos por hoy ¿tienes ducha o tina? - caminando junto al Hyuuga mientras miraba de reojo al cachorro,  los ojos de éste echaban chispas.

- por eso me gusta,  nunca sabes cual será su siguiente reacción... definitivamente será entretenido  - decía el moreno tocando el hombro del Inuzuka.

- eso es lo que me preocupa... estos días  será un infierno para mi - murmuraba el cachorro siguiendo los pasos de los demás.

- parece que se ahorraron los regalos,  comida y toso lo demás... ¿Quién fue el afortunado? - mirando a los muchachos acercarse.

- hubo triple empate ¿puedes creerlo? - decía el ojiazul abriendo sus brazos.

- difícil... pero no imposible ¿y como lo arreglaron?

- compartiéndome,  un días para cada uno... como un esclavo trabajando por horas...  solo que sin cobrar,  genial... ¿no te parece? - Sentándose en la hierva - Kakashi-sensei... ¿no hay por ahí alguna misión que dure varios días,  una semana tal vez? - esperanzado  que podría librarse de la condena.

- ¿ya olvidaste que la Hokage nos dio la semana de descanso a todos? Comenzando desde mañana... al menos que algo ocurra,  claro esta - le recordaba el peligris.

- como puedes ver no las tienes todas contigo  Naruto... no podrás zafarte de esta aunque grites y patalees, serás mío... quiero decir nuestro quieras o no - dijo el cachorro con un brillo muy especial en sus ojos,  lo cual no paso desapercibido para el ninja copia.

- esa Oba-cha,  ocurrírsele darnos descanso precisamente ahora,  definitivamente le gusta amargarme la existencia - arrancando la hierva con sus manos - necesito quitarme este barro de encima,  me pica todo el cuerpo - enterrando sus uñas en la mascara facial.

- me ocupare de eso... no especificaste que los baños de espuma no se te pudieran dar a ti ¿o si? - Dijo el ojiblanco con picardía -  a mi parecer... aun eres un niño pequeño - dijo el ojiblanco por aquello de una de sus reglas.

- puede hacerlo solo ¿cierto,  Naruto? - dijo el cachorro ante la sugerencia del Hyuuga.

- Ummh... una mano extra no estaría de más,  aunque si... puedo hacerlo solo - esa frase fue como música para el cachorro.

El peligris se divertía observando la actitud del Inuzuka,  de los tres era  el único que exteriorizaba su verdadero sentir hacia el gitsune aunque ninguno de los otros parecía darse cuenta de ello,  estaba anocheciendo cuando regresaron a la aldea,  los guardianes de la puerta miraban a lo que parecía una piedra con piernas,  ya que era casi imposible reconocer a la persona bajo todo ese maquillaje natural,  Kiba se retraso unos pasos del grupo deliberadamente.

- escucha Akamaru,  quiero que te pegues a Naruto como si fueras su sombra, ¿entendiste? No lo pierdas de vista... no permitas que Neji se le acerque demasiado - el animal ladro ante la orden de su amo.

- ¿Qué sucede,  Akamaru? - dijo Naruto viendo al cuatro patas pegarse a sus piernas.

- parece que quiere acompañarte,  Naruto ¿no te importa,  Neji? - esperando que la respuesta fuera positiva.

- por mi no hay problema siempre y cuando se quede callado.

- ¡pórtate bien,  Akamaru! - advirtió el cachorro a su mascota,  éste respondió afirmativamente.

Cada quien se fue a su casa,  menos el ojiazul,  que acompaño al castaño a la suya... o eso parecía,   el cachorro se retiro algo más tranquilo sabiendo que su mascota cumpliría con lo ordenado... aunque eso no garantizaba que nada sucediera con ese par estando a solas,  a Neji le gustaba Naruto... o eso creía ¿y que persona no haría lo imposible por captar la atención del objeto de su deseo? Era lo más natural... el lo haría ¿no significaba entonces que Neji trataría  lo que fuera necesario para lo mismo? La ansiedad y celos comenzó a devorar el cuerpo del Inuzuka que al entrar a su casa fue directo a su habitación,   su hermana mayor presintió que algo andaba mal cuando paso junto a ella sin siquiera saludarla,  otro pequeño detalle... Akamaru no lo acompañaba.

- ¿Qué sucede,  Kiba? - abriendo la puerta de la habitación del cachorro.

- podrías tocar al menos - echado sobre la cama.

- por favor... soy tu hermana ¿donde esta Akamaru? - buscando al bulto peludo con la mirada.

- con Naruto... al menos por hoy.

- ¿y cual es la razón de eso?

- ninguna en particular - mirando el techo.

- ¿crees que piense que eso es todo? Él nunca se separa de ti y... espera ¿dijiste Naruto?

- fue lo que dije - dándole la espalda a la mayor.

- ahora entiendo, le ordenaste que lo vigilara... otra vez ¿cierto? - sonriendo.

- ¿Cómo sabes...? - quedando sentado por la sorpresa.

- hermanito,  te conozco más de lo que piensas,  no es la primera vez que lo haces ¿y quieres que te diga porque? Te gusta Naruto,  es más... lo amas - dijo al menor con una tierna sonrisa.

- no es cierto,  yo solo...  tiene que pagar por haberme ganado esa pelea,  solo busco una oportunidad,  es todo - no queriendo mirar a su hermana a los ojos.

- no necesitas mentirme,  no tienes de que avergonzarte... lo que no entiendo es como sucedió - sentándose en la cama.

- ¿y crees que yo si?  En la academia me burle muchas veces de él,  cuando peleamos lo llame perdedor y no se cuantas cosas más,  y aun así él...  no se acobardo...  sentí deseos de dominarlo,  en nuestra lucha buscaba estar  lo más cerca posible de su cuerpo,  me atraía como un imán... parece una locura ¿verdad? - rememorando recuerdos a su mente.

- ¿Qué fue lo que cambio para que tú...?

- no lo se,  comencé a verlo diferente,  a sentirme mal si alguien se le acerca demasiado... a querer verlo a cada instante,  saber que estaba haciendo en todo momento,  una  profunda rabia al ver su desesperación por encontrar al Uchiha... ese bastardo,  jamás lo perdonare por haber intentado matarlo  - enterrando sus dedos en la manta que cubría la cama.

- algo debe haber pasado para que dejaras a Akamaru a cargo de vigilarlo ¿Qué es?

- lo que paso fue... - contándole todo lo acontecido en el día.

- ¿compartirlo? Eso es nuevo... te preocupa que pueda llegar a "simpatizar" demasiado con alguno de esos dos ¿cierto? - revolviendo los cabellos de su hermano menor.

- ¿preocuparme? A decir verdad... estoy aterrado hasta el fondo de mi alma - tomando la almohada y apretándola contra su pecho.

- ¿tienes alguna sospecha de que a él...  le gusten los chicos?

- en realidad no,  pero... eso no me tranquiliza ¿sabes?  Viendo la forma en que haría lo que fuera por traer al Uchiha de vuelta... poniendo su vida de por medio si es necesario... pudiera significar que lo que siente por ese desgraciado es algo más fuerte que una simple amistad - haciendo cara de desagrado.

- no saques conclusiones apresuradas,  tengo entendido que la amistad significa mucho para Naruto... piénsalo,  tal vez te equivoques - sonriéndole.

- quizás tengas razón,  lo tomare con calma... si es que mi corazón me lo permite,  gracias hermana... por tu apoyo - devolviéndole el gesto.

- siempre contaras conmigo para lo que sea,  descansa - saliendo de la habitación.

- calmarme... como si eso fuera posible,  Naruto... - acostándose de lado y abrazando la almohada.

- no te quedes parado ahí,  pasa... estas en tu casa - señalaba el ojiblanco.

- ¿quieres que entre así? estoy dejando pedazos de mi por todas partes - refiriéndose al barro que se desprendía de su cuerpo marcando un camino de tierra seca tras él - no quiero ensuciar nada,  es más... creo que regresare a mi casa

- si estuviéramos en el tiempo que te corresponde pasar contigo te lo ordenaría... pero ya que esta noche no cuenta,  no puedo impedírtelo - algo decepcionado.

- cierto,  y será mejor que me de prisa en quitarme  este disfraz antes de que algún pájaro me tome como su vivienda permanente...  o Akamaru piense hacer sus cosas sobre mi,  lo que ocurra primero - caminando de vuelta a la entrada de la casa.

- serias un lindo árbol,  harías buena parte del jardín.

- puedes burlarte lo que quieras,  espero no verte en alguna situación similar,  vamos Akamaru - el cuatro patas parecía un accesorio más del disfraz ya que no se había apartado ni un segundo del rubio.

- ¡mañana iré por ti! - dijo el Hyuuga desde el interior del jardín.

- ¿puedo evitarlo? Creo que esta noche empezare a sentirme enfermo y... ¡Hei,  fíjate por donde caminas, torpe!! ¿Kiba? - mirando a la piedra en el camino,  o sea al cachorro.

- ah... eres tú - haciéndose el desinteresado.

- como si no lo supieras,  baka - rascándose el cuerpo.

- Ummh... es fácil confundirte,  con unas cuantas luces encima adornándote, parecerías árbol de festival

- como si los arbustos hablaran ¿acaso no me escuchaste? - siguiendo con su rasquiña.

- ¿hablar? Estabas murmurando como si fueras un pájaro ensayando su discurso de inicio de la primavera - aguantando las ganas de reír - veo que sigues igual que cuando te encontré... ¿la tina de Neji no era lo suficientemente buena para ti? - mirando a los ojos azules.

- decidimos algo mejor para mañana - con una sonrisa picara que al cachorro no le gusto - ten,  puedes llevártelo... no tengo comida para perros en casa - poniendo al cuatro patas en los brazos de Kiba.

- ¿se puede saber que?

- no,  es algo entre mi primer dueño y yo,  buenas noches - caminando graciosamente mientras se jalaba el pantalón pegado a su trasero.

- "¿que estas planeando,  Naruto? No hagas algo que saque lo que tengo de salvaje en mi... podría no gustarte,  no es que vaya hacerte daño aunque... no podría decir lo mismo de los demás" - decidiendo seguirlo por los tejados.

- este barro parece pegamento,  tendré que quedarme bajo el agua por un buen rato,  demonios - apoyando sus manos en la pared de azulejos.

Después de un largo tiempo bajo el agua salió de la ducha con su piel arrugada como una pasa,  aun permanecía roja de tanto restregarse,  las ramas habían dejado algunas marcas en su cuerpo a pesar de la ropa,  en vez de la coraza de barro... parecía que había estado en una pelea,  decidió que la prenda interior bastaría para dormir mientras se preparaba un ramen instantáneo como cena,  se sentó a la mesa frente a la ventana por donde los ávidos ojos del Inuzuka lo observaban.

- buen provecho,  mi ojiazul - murmuro desde el tejado de enfrente a la casa de Naruto - hora de ir a dormir... lastima que no pueda hacerlo contigo - poniendo dos dedos en la boca para luego lanzar un beso al observado.

Tras su cena el gitsune fue a la cama para levantarse en la mañana con una pequeña sorpresa... tal vez no tan pequeña.

- ¡aaaah...!! Por todos los... ¿Qué esto? - Viéndose al espejo - parezco un mapa con señalamientos de montañas ¿Por qué? - fijándose en las zonas rojas y algo abultadas de su cara y cuerpo.

- ¡Naruto! ¿Estas ahí? - Tocando la puerta - ¡tiempo de pagar!

- Neji... ¿y ahora que hago? Aguarda... esta podría ser la solución para zafarme de esos dos... ¿Qué fue lo que dije? Quise decir tres... atolondrado - regañándose a si mismo - es perfecto... mejor que un resfriado - dirigiéndose a la puerta.

- ¡¿Qué rayos...?!  - señalando las partes rojas.

- ¿quien sabe?  Apártate... podría ser contagioso - haciendo una señal con su mano.

- ¿acaso pensaste, aunque fuera por un momento,  que eso evitaría el que pasaras el día conmigo? - acercándose unos pasos.

- ¿Qué no te preocupa  que pueda contagiarte también? - retrocediendo.

- en lo absoluto... a simple vista puedo decirte de que se trata - apoyándose en el marco.

- ¿ah si? - observándolo con escepticismo.

- de haber puesto más atención en la academia... tú también lo sabrías.

- ¿quieres decirme de una vez que es y dejarte de rodeos? - abriendo sus brazos con paciencia.

- la consecuencia de haberte rozado con  ramas venenosa,  debiste adquirirlas  ayer al revolcarte en el barro del río,  ahí es donde crecen... no es mortal pero si gracioso.

- ¿quieres un golpe en la nariz? - Mostrándole su puño -  ¿Cuanto durara? Comienzo a sentir una gran comezón - pasando las manos por el cuerpo semidesnudo,  deliciosa visión para el ojiblanco pero pésima para el cachorro que llegaba en ese momento a la puerta del departamento.

- ¿Qué es eso,  que le paso a tu cuerpo? - mirando de arriba abajo al gitsune.

- al parecer no fui el único en no poner atención a las clases... ¿Qué haces aquí?

- pasaba por casualidad - dijo Kiba encogiendo sus hombros mientras miraba a otro lado.

- ¿casualidad? Casualidad es encontrarnos en la calle,  una tienda o el puesto de revistas... necesitas subir varios pisos para llegar a mi casa ¿sabes? -ironizó el rubio.

- correcto,  quería saber si Akamaru estaba contigo... no lo he visto desde temprano en la mañana ¿satisfecho?

- otro que tal vez necesite un poco más de vida privada - pasando sus ojos de uno a otro de los intrusos.

- tú no pareces necesitar ninguna...  puesto que te exhibes en ropa interior frente a la puerta de tu casa - dijo molesto el cachorro.

- ¿terminaron?  Espera aquí, Naruto...  vuelvo enseguida - dijo el ojiblanco caminando hacia las escaleras.

- ¿voy contigo? - grito el gitsune.

- claro que no,  recuerda... hoy yo ordeno - perdiéndose de vista.

- ¿y tú que? ¿Te quedaras parado ahí? Pensé que querías encontrar a tu perro - entrando a la casa.

- permaneceré aquí hasta que Neji regrese...  por si intentas algo raro.

- ¿Cómo que? ¿Lanzarme por una ventana? - caminando hacia la cocina.

- deberías ponerte algo de ropa ¿no te parece? - señalándolo.

- estoy mejor así,  la picazón me esta volviendo loco ¿te incomoda? No es que este desnudo ni nada parecido - arrugando su cara mientras se rascaba.

- no quisiera estar en tu lugar... eso se ve desagradable - reteniendo sus manos para no ponerlas sobre el cuerpo frente a él.

- ¿me rascarías la espalda? Mis manos no llegan a...  rayos - girando sobre si mismo tratando de que sus manos alcanzaran el punto muerto entre sus costillas.

- si crees que diez dedos adicionales te sirvan de algo... te lo cobrare luego - quitándose la chaqueta y quedándose en su camiseta de malla negra se acerco a lo que para el era una completa tentación.

- todos son iguales,  ninguno hace nada sin esperar algo a cambio.

- y eso lo dices por... - a espaldas del rubio.

- ¿no es siempre así?... hacer cosas que no nos agradan para complacer a otros ¿no te ha pasado?

- nadie me obliga hacer nada...  que yo no desee "excepto tú,  eres la única persona que tiene poder sobre mi"

- en ocasiones es inevitable y...  oooh Kami-sama,  eso se siente delicioso - ante el contacto de los dedos del cachorro en su cuello.

Como dos esponjas suaves,  las manos de Kiba se deslizaban por los hombros y brazos del gitsune,  este los  abrió en cruz para dar más acceso a sus costados,  las yemas de los dedos del cachorro viajaban por la espalda de un erizado rubio disfrutando del contacto,  las ansiosas manos se desviaron hacia el pecho del ojiazul en un abrazo algo intimo...  por decirlo así,  el cachorro respiraba hondo y tragaba saliva hasta que su garganta quedo seca,  separo un poco su cuerpo del otro para que el ojiazul no notara la excitación de la parte baja de su anatomía.

- para andar todo el día colgándote de los arboles tienes unas manos muy suaves ¿sabias? - con los ojos serrados.

- e-eso es porque... - no pudiendo hablar casi.

- ¿interrumpo? - se escucho la voz del ojiblanco en la puerta.

- volviste... ¿A dónde fuiste con tanta prisa? - dijo el rubio sobresaltado.

- a buscar esto - enseñando el frasco en su mano - ¿Qué hacías,  Kiba? - acercándose a ambos.

- prestándome unos dedos  extra... ¿Qué es eso? - señalando dicho frasco

- algo que solucionara tu problema,  para mañana estarás perfectamente - destapando el envase que contenía una loción de olor floral - ¿no tienes algo más que hacer? - dirigiéndose al cachorro.

- quiero ver como funciona... siempre se puede aprender algo nuevo,  al no ser que a Naruto le moleste mi presencia... al fin y al cabo esta es su casa - rehusándose a abandonar lo que consideraba suyo en su mente y corazón.

- pero yo soy su dueño por el día de hoy,  así que...  

- ¿Cuál es el problema? Solo quiero observar - todo lo serio que sus celos dejaban mostrar.

- entonces espera tu turno,  Kiba - algo enfadado.

- ya basta,  hablan como si yo no estuviera aquí... no soy un adorno ¿saben? - Perdiendo la paciencia - tú espera ahí - refiriéndose al cachorro - y tú...  haz lo que ibas hacer... apenas es de mañana y ya me estoy cansando de este jueguito de ustedes... solo falta Shikamaru para terminar de enloquecerme o algo peor.

- ¿para que soy bueno? - saludo el moreno asomando su cabeza por la puerta.

- por Kamisama... ¿puede haber algo peor que tres acosadores de oficio juntos? ¡Son tan molestos como una verruga en la punta de la nariz!- ironizando la situación.

- Naruto en ropa interior,  una sustancia extraña y dos espectadores... o debería decir... ¿perpetradores? ¿A que juegan? - aproximándose al trió en cuestión.

- ¿Qué todos se levantaron hoy pensando en "vamos a molestar a Naruto"? ¿Saben que? Se acabo...  a partir de hoy y por los días que quedan de esta tontería... seré yo el que ponga las reglas,  lo toman o lo dejan... ¡decidan! - con una seriedad en sus facciones que no admitían discusión.

- ¿y que hay de la apuesta? ¿Piensas retractarte? - pregunto el Nara.

- claro que no,  seguirá su curso pero... con unas cuantas modificaciones.

- y según tú... ¿Cuáles son? - tocándole el turno al ojiblanco para preguntar.

- sencillo,  ya que al parecer no tienen confianza los unos en los otros... y yo en ninguno,  pasaremos juntos  estos tres días...  los cuatro,  de día y de noche,  los lugares los escogen ustedes dependiendo de su lugar  en el sorteo,  lo que significa que comeremos,  dormiremos y pasaremos el día todos bien juntitos... imaginen que son los tres mosqueteros y yo su cordero de sacrificio al que deberán tratar muy bien... si no quieren que la ira de Uzumaki Naruto caiga sobre ustedes... ¿les quedo claro? - con la mirada más amenazadora que le hubiera visto jamás.

- estoy de acuerdo - afirmo rápidamente el cachorro,  las alternativas le convenían,  eso suponía que su ojiazul no estaría solo con Neji ni Shikamaru... dándole la oportunidad de controlar la situación.

- ¿caso no fuimos nosotros los que ganamos la apuesta? Por como van las cosas... diría que no - dijo el moreno poniendo su mano en su barbilla.

- ¡tómenlo o déjenlo! Es mi ultima palabra... entre ustedes y esta comezón no se lo que es peor - respirando fuerte.

- siendo así... no tengo razón para no aceptar - dijo el Nara.

- tampoco yo - secundo Neji.

- aclarado el punto,  ponme esa cosa antes de que mi mal humor haga que los saque a patadas de aquí a todos... lo digo muy en serio - tomando el frasco de manos del castaño - esperen... hay partes donde no puedo... ¿algún voluntario? - alzando el frasco frente a él.

- ¡yo! -  gritaron a un tiempo los otros tres.

- será mejor que se lo jueguen,  ya que así es como solucionan todo ¿correcto?

- ¡piedra,  papel y tijeras!! - el rubio negó con su cabeza pensando que no tenían remedio.

- parece que mi suerte cambio - dijo el cachorro tomando el frasco.

- bien por ti - dijo irónicamente.

- te gustara... ya lo veras - le susurro en el oído al ponerlo de espaldas.

- solo quiero que la picazón desaparezca... cualquier otra cosa que este pasando por tu mente... olvídala - le susurro a su vez.

- creo que eres tú el que esta pensando cosas raras...

-  ni en un millón de años - sintiendo el liquido resbalar por su espalda.

- si no es así... entonces... ¿Por qué tiemblas? - pasando suavemente sus manos por los hombros del gitsune.

- por no reírme,  tus manos me hacen cosquillas - nada más lejos de la verdad - ¿quieres apresurarte? Tengo hambre... t-todavía no he desayunado - sintiéndose extraño ante el amoroso toque del cachorro.

- a lo bueno  no se le da prisa - susurro en su oído.

- si crees que tener el cuerpo lleno de... ni siquiera se lo que son,   déjame decirte que tienes un mal concepto de lo que lo bueno puede ser - sintiendo seguiré yo mismo... lo demás es pan comido,  con permiso - arrebatando el frasco de las manos del cachorro y corriendo a su habitación.

- ¿Qué hiciste,  le mordiste una oreja? Solo bromeaba... tranquilízate - dijo el Nara al ver la expresión seria del Inuzuka.

- "¿Qué es lo que le pasa,  y que me pasa a mi? Sus manos hicieron que mi piel y vellos se erizaran como si fuera un puerco espín... ¿Qué pensara de mí? Mi cuerpo no dejaba de temblar,  estos días cerca de él... serán como una prueba de fuego,  y yo el carbón que tendrá que mantenerse alejado de sus llamas... o podría quemarme"  me siento como carne a la espera de quien dará la primera mordida - murmuro vistiéndose después de haberse untado el cuerpo con el mentado liquido -esto parece que funciona, al menos se me quito la comezón - saliendo afuera donde los demás esperaban.

- creíamos que no saldrías nunca,  entre una cosa y la otra casi es la hora del almuerzo... hueles bien - comento el ojiblanco.

- ¿y ahora que? - pregunto el cachorro con seriedad.

- Neji es el que decide  hoy - dijo el rubio en la puerta.

- ¿almorzamos en el Ichiraku? - sabiendo de sobra el gusto del ojiazul por el ramen.

- lo siento,  estoy quebrado - informo el gitsune.

- nadie dijo que tuvieras que pagar - intervino el cachorro.

- iré a donde sea siempre y cuando ustedes inviten - con una sonrisa de oreja a oreja,  serró la puerta y se pusieron en marcha.

Los cuatro ninjas salieron a la concurrida calle para dirigirse al mejor lugar de la aldea,  según el rubio,  a degustar su plato favorito,  como grupo no llamaron a atención hasta que...

- oye... ¿Qué haces? ¿Esto es lo que entiendes por un poco de humillación publica? - protesto el gitsune cuando el ojiblanco tomo su mano.

- no,  es lo que llamamos... diversión compartida - contesto Shikamaru - lastima que no tengas tres manos - tomando la otra mano del rubio y mirando al cachorro.

- puedo arreglar eso,  Kage Bushin No Jutshu...  así no habrá nadie que se queje.

- un Naruto para cada uno... genial - se divertía el Nara.

- ¿podrías hacerlo en la noche también? - sugirió el Hyuuga.

- ¿Qué insinúan? - interrogo el rubio afilando sus hermosos ojos.

- ositos de felpa para dormir - decía riendo el Nara.

El cachorro miraba de uno al otro con ganas de morderles la yugular y dejarlos desangrar hasta morir,  no era para nada gracioso lo que escuchaba y tendrían que pasar sobre su cadáver para que algo así sucediera,  y si su ojiazul no le ponía remedio... él lo haría.

- lo lamento por ustedes,  solo uso esta técnica para pelear y hacer el aseo  de la casa... es más rápido - desilusionando a Shikamaru y Neji,  pero no al cachorro que sonrió con alivio - ahora tendrán tres estómagos que alimentar,  señores - no importándole para nada las miradas extrañas de todos con los que se cruzaban.

- ¡hola,  chicos! ¿Qué es esto,  un almuerzo de comité? - pregunto el peligris sentado al mostrador del puesto de ramen - y díganme... ¿a que se deben los Narutos extra? - era mucha su curiosidad.

- el no tener tres manos supongo... así que les ahorre el problema,  Kakashi-sensei... ¿te gusta dormir abrazando algo? - desapareciendo a sus Bushin.

- eso es confidencial... aunque te diré que a la mayoría de las personas les agrada bastante ¿lo haces tú? - pregunta directa,  los tres chicos miraron al rubio.

- me vería bastante extraño abrazándome a mi mismo, pero eso no lo hace una regla... ¿o si? - mirando de reojo al trió que no le quitaba la vista de encima.

- todo depende de si deseas hacerlo o no - levantándose.

- a mi me suena a algo relativamente personal...  nada que tenga que ser impuesto ¿les quedo claro? - Mirando a sus tres acosadores -  ¡Olvídense de las mascotas de felpa para dormir! ¿Escucharon?

- acabas de arruinar tres días  de delicioso sueño... eres cruel ¿lo sabias? - se quejo el Nara.

- no se preocupen,  les leeré un cuento antes de dormir... niños - pidiendo su orden de ramen.

- nada puede ser más divertido,  que ver a tres ingenuos parados afuera de sus casas en un día lluvioso y sin paraguas,  nos vemos - se retiro el ninja copia maravillado ante el ingenio del rubio para mantener controlados a aquellos tres.

- ¿Qué quiso decir con eso? - preguntaba el cachorro.

- que se yo,  Kakashi  y sus frases sin sentido - opinaba el Nara.

Durante el almuerzo no hubo más conversación,  en la mente de los tres ingenuos aun persistían las palabras del peligris y trataban de darle alguna coherencia y si podían...  algún significado,  esfuerzo inútil.

- ¿Cuál es la siguiente parada,  Neji? - pregunto Naruto terminando su tercer tazón de ramen.

- la verdad... no se me ocurre nada - poniendo sus brazos arriba del mostrador.

- ¿puedo sugerirles algo? - Los tres lo miraron con suspicacia - ¿Qué les parece si buscan algunas chicas y se divierten? Les concedo el resto del día libre - haciendo una media sonrisa.

- ¿Quién manda a quien? Si quisiera andar con chicas no estaría aquí - dijo el Nara mirando de reojo al Hyuuga.

- no son nada divertidas - se excusaba el ojiblanco.

- y supongo que tú prefieres estar rodeados de animales de cuatro patas ¿acerté? - volteando su rostro para mirar al cachorro junto a él del lado opuesto a los otros dos

- por eso estoy aquí... contigo - el rubio arrugo su cara -  ¿si te lo pidiera... dormirías conmigo,  Naruto? - susurrando muy cerca de la cara del rubio que del tiro se puso pálido.

- Neji y yo compraremos algunas cosas para esta noche,  nos veremos después.

- ¿ah?... e-esta bien,  por mi no hay problema - moviendo sus manos nerviosamente.

- quedas a cargo,  Kiba - levantándose junto con el Hyuuga.

- será todo un placer - fijando su mirada en el gitsune - no escuche tu respuesta aun - arrimándose al tembloroso cuerpo del menor.

- ¿será porque no he dicho nada todavía? Además... no dijiste lo que creo que escuche... ¿o si? - desviando  su mirada.

- entendiste perfectamente mi pregunta,  Naruto.

- eso pensé,  pero no comprendo porque tú... me pides tal cosa ¿o quizás quieres estar un paso más adelante que Shikamaru y Neji? Para sentirte más ganador que ellos... ¿es eso? - Sintiéndose como un juguete disputado por varios niños a la vez - me marcho de aquí - dejando atrás a un contrariado cachorro,  contrariado consigo mismo al sentir que había retrocedido en lugar de avanzar en su acercamiento hacia lo más que  apreciaba para en la vida.

- "¿Q-Que fue eso? ¿Qué pretendía con esa insinuación? Que digo insinuación... eso fue un golpe directo a mí entender... ¿para que? ¿Con que propósito? Demonios... cada vez que recuerdo sus manos en mi piel,  es como si un choque eléctrico atravesara haciéndome temblar... ¿me gusta Kiba? No,  eso es imposible... ¿Cómo podría gustarme ese sarnoso con pulgas? Definitivamente no" - tumbándose bajo un árbol en su colina favorita,  los monumentos de los Hokage.

Recién comido,  sombra para cobijarse,  hierva suave bajo su cuerpo y una agradable brisa... no se necesita ser científico para saber que se quedo dormido de inmediato,  al fin y al cabo era la hora del burro,  o si lo prefieren... de la siesta.  Todo era calma y silencio a excepción del ruido de algún que otro insecto, unos pasos se acercaron al rubio lentamente,  obvio que sabe de quien se trata y si no... lo sospechan,  efectivamente el cachorro avanzaba hacia el ojiazul como un ladrón en la oscuridad,  es decir paso por paso y esperando no alertar a su victima,  suavemente se sentó a su lado y lo observó por largo rato,  tomo una flor silvestre junto a él y la paso por las facciones del gitsune con delicadeza hasta que llego a su nariz y...

- ¡a-a- achiss! ¿Qué haces? - abriendo sus ojos de golpe.

- ¿Qué,  eres alérgico? - apoyando la palma de su mano junto a la cabeza del rubio.

- ¡tú harías lo mismo si te pusieran algo dentro de la nariz! - sentándose y apartándose un poco del otro.

- hace rato huiste de mi...  ¿Por qué? - acortando la distancia entre ambos..

- no hui,  solo me marche - mirando hacia otro lado.

- no contestaste mi pregunta.

- no hay nada que decir.

- me refiero... a la otra pregunta - mirándolo fijamente.

- tampoco a esa - sintiendo calor en sus mejillas.

- ¿significa que no afirmas ni niegas la posibilidad? - pasando la flor por la mejilla del ojiazul.

- ¿Qué diferencia hay entre dormir con alguien o dormir junto a alguien? - Mirándolo esta vez - ¿podrías decírmela? - sin apartar sus ojos de los del cachorro aunque esto le costara un mundo.

- tú eres la diferencia,  puedes dormir junto a un amigo,  compañero,  incluso un desconocido,  pero cuando se trata de ti...  solo puedo pensar sin razonamiento alguno... como un amante deseoso de proteger lo que le pertenece.

- n-no entiendo lo que dices y no se que tenga eso que ver conmigo pero...  será mejor que regresemos con los otros  - levantándose como resorte y los nervios a flor de piel ante la cercanía del Inuzuka.

- ¿huyes de nuevo? ¡Todavía no acabamos de...! - tirando la flor a un lado para ir tras la otra flor.

- ¡claro que si! ¡Y si continuas con esos comentarios te golpeare!  ¿Escuchaste? - caminando apresuradamente para alejarse del causante de su desasosiego.

- ¿Cuál es la prisa? ¡De todas formas tendrás que seguir a mi lado lo quieras  o no! - grito el cachorro con una amplia sonrisa.

- "¿Dónde están esos dos cuando los necesito? Que idiota... ni siquiera se si el estar todos juntos me sirva de algo antes los avances del chucho,  cada vez se pone más atrevido y parece no importarle lo que yo piense... o sienta ¿pero que es lo que siento? Es cierto que cada vez que se me acerca demasiado mis nervios se hacen nudos y mis pensamientos una bola... no creo estar seguro con ninguno de esos tres" - mirando al suelo mientras caminaba por una de las calles de la aldea y el Inuzuka junto a él.

- ¡Hei,  ustedes! ¿Dónde se habían metido? - grito el Nara a sus espaldas mientras cargaban unas bolsas en sus manos al igual que el castaño.

- por ahí... ¿Qué es todo eso? - pregunto el rubio señalando las múltiples bolsas.

- en lugar de preguntar deberías ayudar ¿no te parece? - se quejo el moreno.

- que carácter - dijo el rubio tomando algunas de las bolsas - ¿asaltaron la tienda?

- creo que fuimos nosotros a quienes les asaltaron las carteras,  tendrás que poner tu parte,  Kiba - informo el ojiblanco.

- ¿y que es por lo que se supone tengo que pagar? - pensando que tenia derecho a saberlo.

- una fiesta para cuatro,  carne asada,  sodas,  frutas y algunas golosinas - enumeraba el moreno.

- ¿una fiesta? ¿Dónde? - quiso saber el ojiazul.

- en mi casa... donde también pasaremos la noche,  estaremos solos así que hay que aprovechar,  tendremos toda la casa para nosotros...  lo pasaremos muy bien - informo el Hyuuga con una sonrisa.

- ¿debo ir por mi pijama? - pregunto con ironía el ojiazul.

- no creo que vayas a necesitarlo - contesto Shikamaru.

- ¿pues que clase de fiesta es esa?

- de yukata...  muy tradicional,  es estupendo que la casa de Neji tenga aguas termales... da mucho ambiente y si le incluimos esto... - abriendo un poco una de las bolsas.

- ¡¿sake?! ¿Perdieron la cabeza? - grito el gitsune.

- ¡baja la voz! ¿Quieres meternos en problemas? - grito en un susurro el Nara.

- ah-ah,  no pienso tomar sake - negaba el rubio con la cabeza.

- tampoco te vamos a obligar,  eres menor que nosotros así que...

- ¿Por qué sospecho que esta noche no va a terminar bien? - susurraba Naruto.

- tranquilo,  seremos cuidadosos - dijo el castaño.

- ¿ah si? ¿Y quien me cuida a mí? - murmuro por lo bajo mientras caminaban hacia la casa del Hyuuga.

- ¿temes que me ponga salvaje y me aproveche de ti? - murmuro Kiba a su lado.

- lo bueno de los niños y los ebrios es que son fáciles de dominar,  y si quieres llegar a mañana con el esqueleto sano...  será mejor que no se te ocurran ideas raras - dijo a su vez el gitsune.

- Mmm... ya casi lo rompiste una vez y lo soporte,  así que no me asusta... ¿lo estas  tú? - pegando hombro con hombro con el dueño de sus sueños y deseos.

- ¿quieres estar en cama con los huesos rotos de nuevo? - separándose.

- si estas en la misma cama conmigo... no me importarían - las insinuaciones del cachorro cada vez eran más intimas.

- si así eres entando sobrio... no quiero ni imaginarme como serias con sake corriendo por tus venas.

- quien sabe,  jamás he bebido... sake quiero decir ¿no quieres saber que se siente perder la cabeza?

- me gusta sobre mis hombros,  gracias... además de que te inhibe de hacer cosas por las cuales quizás tengas que arrepentirte después... y ya no quiero seguir hablando de eso - adelantándose unos pasos.

- adelante,  están en su casa - abriendo la reja que daba al jardín - dejemos las bolsas aquí - refiriéndose al corredor que daba a dicho jardín.

- que bien,  ya me dolían los brazos - dijo el gitsune dejando las bolsas en el piso de madera.

- lo primero será arreglar la habitación,  no estoy seguro que podamos hacerlo después - dijo el ojiblanco guiándolos.

- ¿dormiremos todos en el mismo cuarto? - pregunto el ojiazul temiendo por su integridad.

- eso es obvio ¿acaso lo dudaste? Además de que fue tu idea ¿recuerdas? - enfatizo el moreno.

- yo y mi bocota,  no se si debería dar gracias por eso o empezar a tomar mis precauciones...

- ¿Por qué lo dices? - curioseo el moreno.

- por nada - echándole una mirada de advertencia al cachorro.

- esta es mi habitación - corriendo la delgada puerta.

- es inmensa... aunque algo vacía ¿no lo crees? - opino el rubio echando un vistazo a su alrededor.

- tengo todo lo que necesito.

- lo cual no es mucho creo yo - mirando una mesita junto a la pared,  que al parecer también servía como escritorio ya que había papel y un frasco de tinta sobre ella.

- cuantos futones... ¿tienes uno para cada día de la semana? - comento Naruto al ver el interior del armario.

- son para los invitados,  ayúdame Shikamaru.

- por supuesto - acomodando los cuatro futones sobre el piso uno al lado del otro en el centro de la habitación.

- yo dormiré por allá - dijo el rubio señalando uno de los rincones de la habitación.

- no sueñes... estaremos pegados como si fuéramos siameses... aunque podemos darte una de las esquinas si eso te hace sentir mejor - dijo Shikamaru.

- yo tomare la otra - secundo el ojiblanco.

- parece que nosotros seremos el relleno - dijo Kiba mirando al Nara.

- ¿mantequilla o chocolate? - pregunto el Nara al cachorro refiriéndose al rubio o al castaño.

- mantequilla - mirando al rubio.

- buena elección,  aunque yo prefiero lo dulce - dijo Shikamaru mirando a Neji.

- ¿y ahora que sigue? - pregunto el gitsune mirando de reojo al Inuzuka.

- ¿Qué crees? Un buen baño de agua caliente por supuesto,  síganme - ordeno el castaño rodeando la casa hasta la parte trasera donde se encontraba el foso de las aguas termales.

- bastante acogedor,  cielo a la vista y la suficiente vegetación para que parezca que estamos en el bosque - un buen y acertado comentario de parte del moreno.

- menos mal que dijiste bosque y no la jungla,  si no...  pereceríamos monos quitándonos los piojos unos a otros - los tres lo miraron a la vez - ¿Qué? lo leí en un libro,  no solo leo pergaminos de técnicas ninjas ¿saben? Deberían probar alguna vez...  ampliar sus horizontes - parecerán frases que el Naruto real no diría... pero así me gusta,  irónico,  bromista y siempre con el comentario adecuado a la situación.

El ojiblanco repartió los yukata a cada uno y todos,  excepto el rubio, comenzaron a desvestirse para poner la ropa dentro de las cestas en los anaqueles de la habitación previa al foso de agua caliente.

- ¿Dónde esta el baño? Tengo que cambiarle el agua al canario preguntándole al dueño de la casa... no del canario.

- por ese pasillo a la izquierda,  no tardes...  te estaremos esperándote dentro del agua - le dijo el ojiblanco entregándole una pequeña toalla,  el rubio salió disparado por el pasillo.

Quince minutos pasaron antes de que el gitsune reapareciera ante ellos de nuevo,  cada uno tenia un vaso en la mano del que bebían a sorbos,  lo que no era agua precisamente,  mientras reían sin motivo aparente,  el cuerpo del ojiazul envuelto en la pequeña toalla a la cadera era el foco de atención incesante de los tres pares de ojos... sobre todo de un par en particular.

- no hemos comido y ya me miran como si fuera el postre... lo que hace el alcohol,  quiero que se mantengan alejados de mi si no quieren un ojo morado - metiéndose en el agua por el lado contrario a los otros tres.

- ¿trajiste linternas,  Naruto? - Pregunto el moreno con los ojos algo vidriosos y el habla pastosa- no espera,  son luciérnagas jajaja - riendo sin control.

- ¿estas bastante alegre,  cierto? ¿Cuántos te has tomado? - pregunto Naruto esparciéndole agua encima.

- ¿quieres ahogarme? Este es el segundo... pero creo que será el ultimo - volteando su cara hacia el ojiblanco - ¿alguna vez te comente... lo hermoso que eres? - acercando su rostro al de Neji.

- ¿hablas tú o el sake? - poniéndose rojo,  más de lo que el agua caliente haría.

- creo que yo... aunque supongo que sin esto... - levantando el vaso - ... no lo hubiera dicho nunca jejeje... - con sus ojos medio abiertos,  o si prefieren... medio serrados.

- ¿ven a que me refiero? Por eso nunca beberé alcohol... te pierdes de ti mismo.

- o por el contrario... te hace decir la verdad que no dirías estando bien - le lanzo el cachorro.

- c-creo que me voy a visitar a los peceglu-glu-glu - con la cabeza bajo el agua.

- ¡Shikamaru! - grito el Hyuuga tratando de sacarlo a la superficie.

- déjalo que trague agua... a ver si escarmienta - dijo el rubio molesto.

- ese té no sabia a nada...  solo agua caliente sin sabor - balbuceaba el moreno mientras Neji lo cargaba en su hombro hasta la habitación - ¡miren,  el piso se mueve solo! - ebrio sin remedio.

- la fiesta termino sin haber empezado siquiera... trío de tontos - tratando de salir del agua.

- espera,  no me dejes solo - pidió el cachorro agarrándolo del brazo.

- ¿también quieres que te sirva de salvavidas? - levantando sus cejas.

- no tienes porque,  no he tomado licor... aun - apoyando ambas manos en el borde del estanque y a los costados del cuerpo del rubio.

- no es lo que parece...  - apartándolo con sus manos.

- tú lo supusiste así ¿cierto? - Poniendo su rostro muy cerca del de Naruto - quiero besarte - casi rozando sus labios.

-¿Qué pasa? Shikamaru bebe... ¿y a ti te hace  efecto? - apartando su cara.

- ¿Por qué el rechazo?  ¿Solo te besas con el Uchiha? - agarrando el mentón del rubio.

- no tienes derecho a decir eso,  lo de Sasuke fue accidente y tú...

- ¿Qué? ¿Lo mío es caridad? - mirándolo fijamente.

- no dije tal cosa,  tú estas...

Los labios del cachorro se pegaron a los del ojiazul como  sello en una carta,  fuerte y apretado,  mientras su cuerpo buscaba la piel del rubio con hambre y deseo de contacto.

- ¡ya basta,  Kiba!! - Empujándolo casi al otro extremo del estanque - ¡no vuelvas hacer eso... baka! - saliendo del lugar.

- ¡Naruto! - Pegando con sus puños en la superficie del agua - no ha acabado... aun no - tomando el vaso de licor de un solo trago.

- ¿Cómo sigue Shikamaru? - pregunto al castaño desde la entrada a la habitación.

- velo por ti mismo,  un par de horas de sueño le quitaran el malestar - arropándolo con la manta.

- seguramente estará mejor para la cena - secando su cabello.

- ¿y Kiba? - saliendo al corredor.

- aun sigue en el agua.

- si continua ahí por mucho tiempo podría desmayarse.

- no lo creo,  más bien diría que esta en su ambiente... eso y el infierno vienen a ser lo mismo para él - imaginándolo con cuernos,  cola y un tenedor tamaño familiar.

- estaría bien si no hubiera bebido  pero...

- él dijo que no había bebido nada de...

- ¿y le creíste? Tal vez tenga más resistencia que Shikamaru,  no obstante...

- voy a ver - corriendo hacia las aguas termales con el corazón a toda marcha - ¿aun sigues ahí? - sintiendo un alivio estremecedor.

- ¿A dónde iría que no estuvieras tú? - mirándolo de medio lado.

- a estas horas pensé que estarías durmiendo en el fondo del estanque,  me mentiste... dijiste que no habías tomado sake - parado junto al borde.

- ¿lo dije? - acercándose donde el rubio se encontraba.

- sal de ahí antes que te cocines a fuego lento.

- ¿estas preocupado por mi? - tocando con sus manos los pies del rubio y mirando hacia arriba.

- tanto como lo estaría por cualquier animalito herido... vamos,  le harás compañía a Shikamaru - tendiéndole su mano.

- la tuya  es la única que necesito ahora - tomando la mano del ojiazul.

- si, si... como sea - pasando el brazo del cachorro por sus hombros para ayudarlo a llegar hasta la habitación.

- lo prefiero así - bajando su brazo hasta la cintura del rubio.

- da gracias a que estas fuera de tus cabales...  o te daría un golpe.

- veo que sigue respirando - dijo el Hyuuga ayudando al rubio a acostarlo en su futon.

- quédate conmigo - jalando al gitsune por un brazo hasta hacerlo caer sobre su cuerpo - nadie mejor que tú para curar todos mis males - aprisionándolo con los brazos contra su pecho.

- creo que iré a preparar las cosas para la cena... de seguro tendrán hambre cuando despierten - dijo Neji sintiendo que sobraba en aquella habitación.

- te ayudare - se ofreció el rubio tratando de incorporarse.

- no,  tú... quédate - suplico el cachorro.

- solo si me promete que serraras la boca y dormirás la borrachera... ¿de acuerdo? - no estando seguro si eso era bueno o malo.

- con eso me basta... por ahora - dejándolo caer sobre su propio futon y abrazándolo por la espalda - eres tan suave y tibio... - quedándose dormido

- "Kiba... ¿Qué es lo que realmente quieres de mi? ¿Qué te sirva para aplacar tus deseos?  Eso no es lo que quiero para mi vida... me di cuenta de que me gustas... y tal vez algo más que eso pero...  no quiero ser objeto de diversión para nadie,  Kami que bien se siente el calor de su cuerpo... me hace desear no apartarme de su lado" - volteando su rostro hacia el cachorro se levanto cuidadosamente hasta quedar libre de los brazos del dormido.

Se quedo observándolo desde el marco de la puerta por unos instantes pensando si debería tomar en serio todo lo dicho por el Inuzuka dada su condición actual,  pero las insinuaciones de éste habían comenzado días antes de la frustrada fiesta y eso lo confundía aun más,  fuera como fuera tenia que asegurarse de que todo lo acontecido no fuera simplemente un capricho de su parte.

- ¿ya se durmió? Espero que la bebida no les haga daño- Sentado en el corredor mientras comía una manzana - creo que en lugar de carne asada les vendría  mejor una sopa ¿no te parece? - brindándole una manzana al gitsune.

- Neji... ¿Qué piensas en cuanto a lo que te dijo Shikamaru? - mordiendo su manzana.

- ¿y tú con respecto a Kiba? - mirándolo de reojo.

- yo pregunte primero - con la cara sonrosada.

- el día no ha terminado,  significa que todavía soy tu dueño así que... debes contestar primero.

- no hay mucho que decir... únicamente que se la ha pasado molestándome constantemente desde que peleamos en el torneo,  y cuando no estamos de misión me lo encuentro a donde quiera que este - acostándose en el piso de madera a contemplar el cielo.

- ¿con que motivo? - queriendo sacarle más información.

- quien sabe... quizás esta buscando la oportunidad de vengarse de mi.

- ¿eso crees? No me pareció que quisiera una venganza,  más bien diría que...

- ¿Qué? - interesado en saber las suposiciones del Hyuuga.

- el modo en que te observa y cela no es precisamente la de alguien que busca vengarse,  en mi opinión... tú le gustas bastante.

- si claro,  y yo soy un enanito del bosque... lo único que quiere es divertirse a mi costa... ese chucho - haciendo una mueca - ¿Qué hay con Shikamaru,  te gusta? - viendo que era su turno de saber.

- no era él el que hablaba.

- no fue eso lo que pregunte,  lo que quiero saber es si a ti te gusta él - acercándose al ojiblanco y colocando la cabeza en sus muslos como almohada.

- es mucho más que eso,  yo lo...

- ¿amas? ¿Desde cuando? - mirando a los ojos blancos con interés.

- ni siquiera lo se pero... esto quedara entre nosotros ¿de acuerdo? - Acariciando el cabello rubio como si estuviera hablando con un hermano menor - seria bueno que tú también lo admitiera... dos personas que se pelean tanto una con otra... definitivamente es amor,  los dos estamos perdidos en el mismo barco y sin un mapa a seguir.

- ¿como podríamos estar seguro de que ellos...?  - refiriéndose a ambos.

- deberíamos intentar... ¿Qué te parece si...? - murmurándole unas palabras.

- ¿eso no es hacer trampa? - después de escuchar la sugerencia del Hyuuga.

¿Qué podríamos perder? ¿Estas de acuerdo?

- cuenta conmigo... jajaja,  hasta será divertido jajaja...

- rayos,  mi cabeza... me duele - murmuro el cachorro al despertar - ¿Naruto? - mirando los futones hasta dar con la anatomía aun dormida  del moreno,  unas risas llamaron su atención.

- ya casi se han borrado los rosetones de tu cuerpo - abriendo la yukata del rubio y dejando su pecho al descubierto y pasando su mano por las,  ya casi, difuminadas marcas.

- ese ungüento hace milagros.

- ¡Naruto! - grito el cachorro con mirada reprobatoria.

- vaya,  al fin despiertas,  espero que hallas dejado la borrachera en la almohada - incorporándose.

- ¿ves lo que quise decir? - susurro el ojiblanco en el oído del gitsune.

- ¿Dónde esta la cocina? Hay una sopa que preparar - tomando la mano del ojiblanco - será mejor que te laves la cara... luces como un insecto después de ser aplastado.

- es cierto,  luces bastante mal... solo no te despegues de mi -  le dijo al ojiazul caminando ambos por el corredor tomados de la mano.

- ¿podrían hablar más bajo? - Dijo el Nara asomando su cabeza justo a tiempo para ver lo que no le agrado ver - ¿Qué les pasa a esos dos?

- no lo se pero voy a averiguarlo - buscando por todos lados ya que no sabia exactamente donde quedaba la cocina - ¿Por qué tiene que ser tan grande esta casa? - con frustración.

- tú busca por ese lado y... - decía el Nara hasta que escucharon unas risas.

- es por aquí - se apresuro el cachorro.

- se hace así... ¿ves? Es algo muy sencillo - explicaba el Hyuuga a espaldas del  rubio rodeándolo con sus brazos.

- no sabia que eras un experto en la cocina - dijo el cachorro con ironía mientras lo apartaba del rubio - y tú... ven aquí - agarrando al ojiazul de la mano y jalándolo a fuera del lugar.

- ¡Oye,  me lastimas! ¿Qué es lo que pasa contigo? - Siendo arrastrado a una habitación que no era la del ojiblanco - ¡espera! ¿Qué es lo que quieres? - siendo arrojado en un gran futon en el centro del lugar.

- ¡¿Qué es lo que se supone que estabas haciendo?!! ¡Dime! - fuera de si.

- ¡no tengo que darte explicaciones de nada,   puedo hacer lo que quiera sin pedir tu permiso! ¿Que te da derecho a reclamarme? - molestándose también.

- creí que lo tenias claro - bajando el tono de voz.

- oooh discúlpame por no saber lo que pasa por tu alocada cabeza,  es tiempo de que me expliques el motivo por el cual te has estado metiendo en mi vida e interfiriendo en todo lo que hago... ¿crees que no me he dado cuenta de tu constante vigilancia? Me has estado observando incluso desde antes de que Sasuke se marchara,  apareces sin razón alguna... como una sombra difícil de ignorar hasta en la noche más oscura,  interfieres a toda hora cuando estoy con mis amigos... ¿y todo para que,  por una estúpida pelea? - sentándose en el futon y sintiendo que le faltaba el aire.

- motivos... razones,  estas en lo cierto... son lo único que ha regido mi vida desde nuestra pelea,  pero no por causa de lo que tú piensas - sentándose en el futon de espaldas a su tormento - es cierto que al principio sentí mi orgullo herido por perder ante alguien que creía más débil que yo pero...  quien pensaría que me enamoraría como un idiota de la persona que me dio una paliza dejándome con el sabor amargo de la derrota.

Naruto serró sus ojos mientras sonreía levemente ante las palabras que había ansiado escuchar,  inconscientemente primero,   hacia días atrás,  apoyo sus codos en sus rodillas y la barbilla en sus manos sin dejar de sonreír y decidiendo que lo dejaría hablar un poco más antes de comérselo a besos para demostrarle que el sentimiento era mutuo.

- puede que mis palabras te suenen a...  - volteando su rostro hacia el ojiazul,  éste continuaba sonriendo mientras levantaba sus cejas - ...  no es la expresión que esperaba ver,  tampoco esperes que me disculpe por todo lo que he hecho... no me arrepiento de nada,  te amo... y si eso te incomoda o molesta yo... - bajando su cabeza.

El rubio,  sin pensarlo dos veces,  se lanzo sobre el cachorro derribándolo sobre el futon para la sorpresa de éste que en el momento solo  podía pensar que lo que ocurría era producto de su imaginación.

- era lo único que necesitaba escuchar para terminar de ser completamente feliz - con una sonrisa radiante.

- ¿ahora eres tú el que se venga  de mi? Haciéndome creer que también me amas podrías destruirme aun más que el más grande de los golpes - abrazando al ojiazul muy fuerte.

- eres un baka,  tendré que hacer esto para que me creas - pegando sus labios a los del cachorro tímidamente.

El Inuzuka al sentir la tibieza de la boca del ojiazul junto con el calor de su cuerpo dio rienda suelta a sus ansias y deseo,  cambiando la posición de sus cuerpos ocupando la parte que le daba el control de la situación devoraba con su boca todo lo que sus manos acariciaban primero. 

- Naruto,  hoy es el día que te hare mío para siempre - decía casi sin aliento.

- Kiba... - con las hormonas completamente alborotadas.

Regresemos a la cocina donde estaba por ocurrir algo similar.

- escucha Neji,  yo... quería disculparme por cualquier cosa que dije o hice estando... tú sabes,  creo que jamás volveré a beber,  siento mi cabeza como si tuviera un ejercito de hormigas bailando en ella - dijo el Nara frotando sus sienes.

- no hay problema,  si tengo que olvidarme de todo... lo hare - sintiendo que su pecho se contraía por el dolor.

- eso esta bien... con la única excepción de la parte donde dije que eres hermoso... y a la que también añadiré...  que te amo con todas mis fuerzas - abrazándolo por la espalda mientras el ojiblanco cortaba la verdura para la sopa.

- maldición... me corte - echando el cuchillo a un lado mientras las lágrimas brotaban de sus ojos... pero no por el dolor de casi haberse rebanado un dedo.

- déjame ver - dándole la vuelta - no es nada... es más la sangre que la herida en si - metiéndose el dedo herido en la boca.

- idiota - dijo el ojiblanco recostando su cabeza en el pecho del moreno.

- Mmm... no es lo mismo que un "te amo" pero... también sirve mi castaño de mirada plateada - tomando su barbilla y sellando lo que para ellos seria el comienzo de un amor duradero.

- d-déjame respirar un poco - pedía el rubio ante el ímpetu del cachorro por devorar su boca.

- ¿debería? Yo no lo he hecho desde que te metiste en mi mente y corazón - deshaciendo el nudo de la yukata del rubio - ¿sabes lo que se siente tener que apartar la mirada hacia alguien  a causa de no poder controlar el deseo por poseerla? No me conteste... no quiero saber si alguna vez sentiste eso por alguien que no fuera yo... eso me enfadaría mucho - mordiendo suavemente una oreja del gitsune.

- no por poseerla,  pero si porque me posea - acariciando la espalda del cachorro.

- dije que no quiero saberlo - poniendo su dedo en los labios del ojiazul.

- tú te lo pierdes... celoso - mordiendo el dedo del Inuzuka.

- ¿Qué quieres decir? - agarrando la cabeza del rubio por ambos lados.

- que siempre he pensado en ti de esa forma,  baka... imaginaba que se sentiría ser poseído por la persona que llena tus pensamientos al igual que tu corazón - atrayéndolo hacia el para besarlo.

- te lo hare saber en este momento... mi amor.

Los yukata fueron a dar al piso junto con la ropa interior de ambos,  con sus pieles libres de toda barrera juntaron sus cuerpos al igual que sus almas,  el cachorro movía sus labios y lengua dejando besos y saliva a su paso,  los dedos del ojiazul se enredaban en el cabello del cachorro para atraerlo hasta su boca con el fin de aplacar un poco el ansia que sentía en su piel por el caliente contacto de la boca del cachorro en su cuerpo,  Naruto se estremeció por completo al sentir una cueva húmeda y caliente engullir y apretar su miembro.

- Kiba... e-eso es d-delicioso - respirando entrecortadamente,  el cachorro metió sus dedos dentro de la boca de su rubio,  los cuales chupo con deleite.

Luego de que estuvieran lo suficientemente humedecidos los deslizo hasta la entrada del rubio y comenzó con la tarea de introducirlos uno por uno con la mezcla de dolor,  placer y excitación... una mezcla explosiva si me preguntan,  Naruto se retorcía de placer al ser atacado en sus dos puntos clave al mismo tiempo lo que hizo que no tardara en derramar su esencia en la boca del cachorro la cual compartió con su dueño en un largo y pegajoso beso.

- ¿estas bien? - preocupado por su zorrito.

- ¿t-todavía lo preguntas? Dios... c-creí que me desmayaría - sin poder conseguir que su cuerpo dejara de temblar.

- no digas eso...  o lo que viene a continuación podría matarte - sonriendo con ironía.

Todavía temblando por el estaxis y sin noción de lo que vendría, el rubio disfrutaba de los labios del cachorro como no queriendo que lo disfrutado hasta ahora no acabara nunca,  el Inuzuka aprovecho la distracción para   colocar las piernas del gitsune alrededor de su cintura al tiempo que ponía su hombría en la entrada  ya dilatada por sus dedos, decidió hundirse en él de una sola vez,  el grito de Naruto y Neji se escucharon por toda la casa como si sus parejas se hubieran puesto de acuerdo en hacerlos suyos al mismo tiempo... esa sopa saldría tarde.

- ¡Kiba, te voy a matar!! - sintiendo que su cuerpo se partía en dos,  supongo que lo mismo habrá sentido Neji.

- y yo a llevarte a la gloria - presionando los labios del zorrito con los suyos para que se callara y se olvidara del dolor... algo poco probable.

Después de un par de minutos y no pudiendo esperar más el cachorro comenzó con sus arremetidas  sin despegar sus labios de la boca de su rubio... no quería escucharlo hasta que sus gritos se convirtieran en jadeos,  signo de que el dolor había desaparecido para darle paso al placer... lo que sucedió casi de inmediato ¿Cómo lo supo? Sencillo,  cuando los brazos del rubio comenzaron a jalarlo hacia él para que la embestida fuera más profundo.

- d-dime que sientes - enterrando su cara en el cuello del rubio.

- q-que aaah... e-estoy en el purgatorio y q-queriendo llegar c-cielo - apretando más sus piernas a la cintura del cachorro.

- p-prepárate porque aaah... llegaremos juntos... ahora - masturbando el miembro del rubio rápidamente mientras daba sus últimas estocadas en el interior de su zorrito,  dejando su esencia,   lo que lo acreditaba como amante y dueño absoluto,   para siempre,  del cuerpo,  alma y corazón de Uzumaki Naruto... el próximo Hokage de la aldea de Konoha.

Luego del agotador ejercicio,  respiraciones aceleradas y corazones bombeando a un ritmo alocado quedaron tendidos inmóviles con el cachorro descansando sobre el pecho de su niño bonito.

- creo que ahora si que necesito esa sopa - murmuro el cachorro besando el pecho de Naruto.

- ¿tienes hambre? - acariciando su cabello.

- no mucha,  pero si no como algo... no podre estar listo para el siguiente asalto - guiñándole un ojo al rubio.

- ¿aun quieres más? - pensando en su adolorido trasero.

- vamos... eso solo fue el aperitivo - levantándose y poniéndose su yukata.

- entonces no quiero ni imaginarme como será el plato fuerte - tapándose con la manta.

- ¿vienes? - estirando su mano.

- creo que mejor te espero aquí... huyyy - acostándose de medio lado.

- vuelvo enseguida - caminando hasta la puerta corrediza.

- no te preocupes... tárdate lo que quieras jeje - haciéndole una señal con la mano para que terminara de marcharse - Aaauch... mi pobre trasero - poniendo la cabeza en la almohada.

El cachorro se dirigió a la cocina frotando sus manos pensando que una sustanciosa sopa caliente repondría sus fuerzas para tomar de nuevo a su zorrito,  cosa que tuvo que olvidar al llegar a la puerta del lugar donde se cocían los alimentos,  puesto que lo que se cocinaba allí en ese momento...  solo era para dos,  lentamente retrocedió para que no notaran su presencia,  aunque ni un disparo de cañón los hubiera alertado debido a lo ocupados que estaban,  regreso a la habitación donde su ojiazul esperaba.

- al parecer la sopa tardara un poco más - comentaba mientras abría y serraba la puerta -   tendré que conformarme con un poco de fruta y...  ¿Naruto? - Acercándose al futon - te ves lindo cuando duermes - acariciando su rostro y acostándose junto a él después de quitarse la yukata,  lo abrazo por la espalda pegándolo a su pecho y decidió dormir  por un rato también.

El rato se convirtió en horas hasta casi llegado el amanecer,  el cachorro abrió sus ojos y no encontró a su zorrito junto a él,  se levanto y comenzó a buscarlo por todos lados,  paso por la habitación que antes ocuparon todos juntos para ver a Shikamaru y Neji durmiendo muy juntos y abrazados... algo que ya esperaba,  el ultimo lugar por investigar era el foso de las aguas termales,  se dirigió allí.

- creí que me habías abandonado - metiéndose en la ducha un poco más allá del foso,  luego de que su cuerpo estuviera limpio se adentro en el agua caliente y se pego al cuerpo de su adorado zorrito - buenos días mi cachorrito rubio - besando sus labios - ¿Por qué no me llamaste cuando despertaste? Mmm... debería castigarte - frotando su nariz con la del rubio.

- lucias cansado,  además de que no vine aquí por ganas - el cachorro apoyo su espalda al borde y coloco al ojiazul entre sus piernas pegado a su pecho.

- ¿entonces porque viniste dejándome solito? - besando el blanco cuello mientras lo rodeaba con sus brazos.

- a ponerlo de remojo... tú sabes,  quedo algo maltrecho por lo de anoche - echándose agua en la cara.

- tendré más cuidado... ahora,  el agua ayudara - levantando las caderas del rubio sobre sus muslos.

- espera ¿Qué vas a...? - Sintiendo como el miembro del cachorro se introducía en él hasta quedar completamente empalado hasta la base - Kami... sama - fue lo único que pudo pronunciar.

- quédate un momento así... quiero sentirme en tu interior el mayor tiempo posible - mordisqueando el cuello y orejas de su gitsune - eres delicioso mi amor - agarrando su cara para buscar su boca.

Luego de un rato de besos,  caricias y palabras eróticas las manos del cachorro tomaron las caderas del rubio para ayudarlo en sus movimientos de subida y bajada arrancándole un gemido por cada una de ellas.

- así aaah... así,  no te detengas, eres condenadamente sexi ¿lo sabias? - Pasando sus manos por el pecho y espalda del ojiazul - y eres todo mío - creyendo firmemente que eso y el cielo venían a ser lo mismo - n-necesito sentirte aun más.

Girando el cuerpo del rubio sin salir de él hizo que apoyara sus manos en las piedras que adornaban el borde del estanque,   para luego ponerse a su espalda,  así las embestidas serian mas efectivas y placenteras para ambos,  el agua alrededor de ellos se convulsionaba como si un gran huracán las moviera a su antojo,  una y otra vez el cachorro se hundía en el cuerpo del rubio como si no hubiera un mañana,  el deseo de fundirse en ese cuerpo lo llenaba haciendo desearlo cada vez más y en todo momento.

- K-Kiba... y-ya no puedo... haciendo su cuerpo hacia atrás y derramando su semen en el agua para mezclarse con la espuma que cubría la superficie.

- Naruto... - apretándolo fuertemente al derramarse dentro de él al punto de dejar marcas en el pecho del rubio.

- e-estoy agotado... pero feliz - dijo luego de que sus temblores aminoraran.

- igual yo... te amo Naruto - poniendo al rubio sobre su pecho.

- Neji nos va a matar,  no creo que le agrade el ingrediente adicional que dejamos en el agua - dijo sonriendo.

- hablando de él,  creo que es hora de que ese par se despierte,  aunque...  creo que ellos también deben estar cansados - ayudando al rubio a salir del agua.

- ¿y eso porque? - pregunto con curiosidad mientras se vestía con su ropa acostumbrada.

- ¿no te imaginas? Estuvieron toda la noche haciendo lo que nosotros acabamos de hacer - terminando de vestirse también.

- ¿en serio? Me legro por los dos.

- ¡escuchen tortolos,  es hora de levantarse!! - grito el cachorro con todas sus fuerzas.

- deja de ser escandaloso Kiba... buenos días amor - dándole un beso al Hyuuga para que abriera sus ojos.

- b-buenos días - dijo avergonzado ante la presencia de Naruto y Kiba.

- dense un baño e iremos a desayunar al Ichiraku... tengo un hambre feroz... de comida quiero decir - viendo la mirada inquisidora de su rubio - por cierto Shikamaru,  tú pagas... por tu culpa me quede sin sopa - con una sonrisa picara en los labios.

- si, si... pagare,  si con eso consigo que cierres la boca... - saliendo de la habitación agarrado de la mano de su ojiblanco.

- ¡no tarden,  los estaremos esperando en...!! - la mano del rubio tapo su boca.

- ¿quieres dejarlos en paz? Tal vez decidan hacer lo mismo que nosotros,  baka.

- cierto... todavía hay tiempo ¿Qué te parece si...? - agarrándolo por la cintura.

- ¿Qué no tuviste suficiente por hoy? A este paso vas ha terminar matándome,  pervertido - pellizcándole los cachetes al cachorro.

- y morirías feliz ¿o no?

- presumido,  será mejor que te comportes o de aquello... nai, nai ¿comprendes? - poniendo cara de malo.

Media hora después,  suficiente para hacer muchas cositas,  los cuatro ninjas se dirigían al Ichiraku por un desayuno cortesía de Nara Shikamaru,  al llegar pidieron ramen como para un ejército y esperaron.

- parece que alguien se despertó el día de hoy con bastante apetito.

- Kakashi-sensei,  buenos días - saludo el rubio de pie junto a Neji mientras Shikamaru y Kiba permanecían en una banqueta cada uno.

- y ustedes... ¿Por qué no se sientan? - interrogo el peligris.

- yo... - comenzó el rubio con colores en el rostro.

- preferimos estar de pie - termino Neji adquiriendo el mismo color.

- entiendo... - pasando su ojo de uno a otro de los cuatro chicos frente a él - Mmm... parece que ya dejo de llover,  que disfruten su desayuno - desapareciendo del lugar.

- otra vez con sus misteriosos comentarios - dijo el Nara.

Lo cierto era que el ninja copia se había dado cuenta que las cosas habían cambiado entre ellos con tan solo una mirada,  y alegrándose de que hubieran encontrado a su pareja en cuestión solo podía pedir que todo resultara bien y fuera duradero.

- Kiba,  volvamos a casa... aunque no se exactamente a cual -pidió el rubio.

- en la tuya estaremos los dos solos... es la mejor opción ¿estas de acuerdo? - tomándole la mano y besándola.

- solos tu y yo...  así es como quiero estar - con deseos de hacerle mimos a su pareja.

- será como tú digas - pidiendo el ramen para llevar - nos veremos,  chicos agarrando la mano del rubio y la bolsa con el desayuno,  almuerzo y cena dada la cantidad.

- deberíamos imitarlos... volvamos - dijo el Nara haciendo lo mismo que los otros.

Dos parejas tomando diferentes direcciones y a la misma a la vez,  la cual los llevaría por el camino del amor y las vidas compartidas.

 

 

Fin.

                                                        Nessa Yaoi

 

Notas finales:

¿Hola mis queridos lectores! estoy un poco preocupada de que mis ultimos fics no hallan gustado lo suficiente, ya que he recibido muy pocos comentarios al respecto,  no es que me moleste demaciado pues me encanta escribir pero... con sus animos es mucho màs placentero hacerlo... en fin,  espero que este les halla agradado y muevan esos dedos para decirme su opinion,  creo que es todo por ahora.

portense bien y besos para todos... chaitoooo

                                                        Nessa Yaoi.


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