FINAL ALTERNATIVO
Finalmente la pelea contra Madara y Akatsuki se había terminado. Ciertamente costó muchas vidas valiosas, sangre y dolor, pero a partir de ahora el mundo shinobi podría volver a empezar.
Shikamaru traía cargando a un ninja herido. Lo llevó al hospital donde los médicos corrían de un lado a otro para atender a los heridos de la batalla.
-Sakura –la llamó al divisarla-, revísalo, por favor.
-Déjalo en esa camilla, enseguida lo haré.
La pelirosa lo examinó y comenzó a sanar sus heridas.
-¿Dónde está Hokage-sama? –preguntó el Nara
-Ella y Shizune-san se están encargando de los que se encuentran más graves.
-... ¿Y ellos dos?
El rostro de la chica se ensombreció.
-No han venido aquí para nada. Deben seguir en el campo de batalla esperando la decisión de Tsunade-sama.
-Después de tanto tiempo y todo lo que han pasado, deben haber muchas cosas de las que tienen que hablar.
Efectivamente, en el lugar donde horas atrás los ninjas de Konoha y los de Suna se habían unido para salir victoriosos, se podía ver a dos jóvenes sentados sobre una roca. Uno de ellos era rubio de ojos azules, mientras que el otro tenía cabello azabache y ojos negros; ambos tenían heridas en todo el cuerpo, pero eso no parecía importarles en ese momento. Ellos despedían una atmósfera de melancolía.
-Toma –dijo el de ojos azules, extendiéndole aquél objeto que probablemente representaba su lazo
-Eso es... –murmuró, sorprendido
-Sí, la bandana que dejaste aquella vez –sonrió-. La he guardado desde entonces porque estaba seguro que un día podría regresártela.
Sasuke la sujetó entre sus manos, apretándola con fuerza, y agachó la cabeza de modo que el flequillo le cubriera los ojos.
-Todo esto... No puedo entenderlo, Naruto. ¡¿Cómo es posible que pudieras conservarla durante tanto tiempo?! ¡Traicioné a Konoha! ¡Abandoné a las personas que me apreciaban! ¡Intenté matarte en dos ocasiones! –suspiró- No puedo entender cómo has sido capaz de soportar tanto... Yo no lo merezco, no valgo la pena.
-Te equivocas –contestó, sonriendo-. Para mí no sólo eres mi mejor amigo, también eres mi lazo más importante, una de las primeras personas en reconocerme y aceptar mi existencia. Sí, peleábamos mucho, pero yo era feliz, porque sentía que de esa forma poco a poco nos íbamos acercando.
-Dobe...
-Si en verdad estás arrepentido de lo que hiciste, entonces permanece aquí, en Konoha. Así el día en que yo me convierta en el gran Rokudaime Hokage tendré a mí Sasuke bastardo cuidándome la espalda y ayudándome a proteger nuestra aldea –soltó una leve risa-. Eso sería genial, ¿no lo crees?
El otro simplemente asintió, aún sin poder verlo a la cara.
-Además –continuó- no sé por cuánto tiempo será eso –le acarició la cara-. Tú tienes tu Mangekyou Sharingan que te debilita y daña tus ojos, yo tengo a Kyuubi y mi jutsu especial que han ido reduciendo mi vida y mi vida como shinobi. Por eso, sea mucho o poco el tiempo, deseo que sigas aquí.
El Uchiha sintió algo oprimir su pecho. Él ya sabía las consecuencias de su técnica de línea sucesoria y Kakashi ya le había advertido de la complicada situación de Naruto por culpa de su demonio interno.
-¿Confiarás en mí a pesar de que ya te haya traicionado una vez?
-Yo aún te considero el mismo teme de antes... Sasuke.
Sintió cómo el rubio se sujetaba a su brazo y recargaba la cabeza en su hombro. El ojinegro volteó a verlo de reojo y sonrió levemente: al parecer finalmente el cansancio por la pelea y sus heridas lo habían alcanzado.
-Te aferraste a mí antes de poder dormir –comentó, mirando sus brazos entrelazados-. Supongo que, al abrir tus ojos de nuevo, esperas encontrarme aún –suspiró-. Es verdad, no tengo idea de cuánto tiempo nos quede, pero te prometo que pase lo que pase, voy a quedarme a tu lado –recargó su cabeza con la de su amigo y volvió a apretar la bandana-. Y te juro que lo que me reste de vida, te protegeré. Naruto...
FIN
THE END
OWARI