La noche se acercaba lentamente y un chico rubio, de unos 18 años, caminaba de vuelta a su casa. Sus ojos azules le daban un aire infantil. Su piel, escondida tras una camisa blanca y unos pantalones negros, con botas altas de cuero oscuro, era ligeramente bronceada, suave y tersa. Su nombre era Uzumaki Naruto. Volvía de una rutina que había comenzado desde hacía casi dos largos y oscuros años. Una rutina que tenía un fin: encontrar al dueño de su corazón: Uchiha Sasuke, desaparecido una noche de otoño…
----------FLASH BACK----------
Un Naruto de 15 años se peleaba, para no variar, con su padre sobre un tema que estaba más que discutido: boda. La misma palabra lo hacía estremecer. Su familia siempre había sido de dinero, pero últimamente habían tenido problemas por culpa de los negocios fallidos de su padre. Ante eso, sólo habían encontrado una solución: casar a su hijo menor, Naruto. Pero este no quería casarse con la que su padre escogiera. Sólo quería casarse por amor. Y aún no había encontrado a nadie que lo quisiera de verdad. Una noche, su hermano (clavado a él, sólo que con el pelo largo, recogido en una coleta pero con parte sobre uno de sus ojos 3 años mayor) de nombre Deidara, le había “convencido” para que lo acompañara a una fiesta. Sólo para distraerse, le había jurado, pero lo que en realidad quería era que conociera a algunas chicas de familia poderosa. En cuanto supo esto, Naruto huyó de la fiesta. Pero su hermano no le dejó ir muy lejos. No tenía modo de volver así que tenía que esperar, le gustara o no. Pero no se quedó dentro, si no que salió al jardín y se quedó allí fuera, junto a un pequeño estanque. Era verano y se estaba mejor fuera, por lo que había algunos invitados con él. De pronto, sintió una mirada tras él, una mirada a la que enfrentó dándose la vuelta. Al otro lado vio a otro chico: moreno, de piel blanca, vestía como él, aunque se veía más mayor y más alto. Sus ojos se encontraron un momento: unos pedazos de cielo y unos trozos de carbón. Después el moreno desapareció. Esa fue la primera vez que se encontraron sus ojos, pero desde ese entonces, quedaron atados sin remedio.
----------FIN FLASH BACK----------
El rubio sonrió al recordar esto, ya en su cuarto, mientras los últimos rayos del sol entraban por la ventana. Un día más terminaba, y no había conseguido encontrar a Sasuke. En realidad no sabía dónde buscar. Sólo vagaba por los lugares en los creía presentir algo del otro.
You can´t escape the wrath of my heart
Beating to your funeral song (You´re so alone)
Aunque desde hacía unos días, eso se había convertido más que en un presentimiento, en algo más real, algo que le hacía casi sentir de nuevo su mirada.
----------FLASH BACK----------
-¡No me voy a casar con quién tú quieras! ¡Es una tontería que sigas insistiendo! –antes de que su padre le dijera más, se encerró con llave en su cuarto. Sus padres, hartos de que rechazara a todas las chicas que le habían presentado, actuaron sin decirle y ya había preparado una fiesta para hacer oficial su compromiso con una chica a la que había visto varias veces, pero a la que no quería. Pero, aunque el rubio no lo había aceptado aún, había otra razón más fuerte: su corazón. Porque ya había encontrado alguien a quién querer. Pero sabía que era un amor prohibido, imposible. Porque se había enamorado del chico moreno de la fiesta, sin saber su nombre. Sin haber oído nunca su voz. Sólo con una mirada, había quedado atrapado. Ni siquiera lo había vuelto a ver más. Y eso le dolía. Porque sabía que ni siquiera podría verlo una vez más… Incluso ahora que se paraba a pensarlo, no sabía bien porqué hizo lo que hizo: quizás fue el destino, quizás algo que le decía que se fuera o sólo una coincidencia. El caso es que salió por la ventana y, tras bajar por una enredadera todo lo que pudo, saltó a la calle, oscura y en silencio. La suerte le hizo caer sobre alguien, a quién aplastó y sobre el que quedó. Y el destino hizo que esa persona fuera ni más ni menos el chico de la fiesta. Cuando Naruto lo vio allí, bajo él, mirándolo a los ojos de nuevo, no pudo evitar echarse a llorar. El moreno no supo porqué, pero lo vio tan frágil y débil que no pudo evitar abrazarlo.
-¿Te has hecho daño?
-¿Cómo te llamas? –Naruto no había ni respondido, porque sabía que era muy raro que lo viera otra vez y tenía que saber su nombre… porque desde el día de la fiesta lo veía en sus sueños.
-Me llamo Sasuke. Uchiha Sasuke ¿y tú? –el menor sonrió al saber el nombre.
-Soy Uzumaki –no terminó. Un grito desde la puerta de su casa lo hizo tensarse y separarse del moreno.
-¡NARUTO! ¿Qué crees que haces ahí? –su padre había oído el ruido y se asomó a la puerta. Cuándo lo vio sobre aquel señorito le dieron ganas de matarlo por semejante osadía. Lo cogió de malos modos y, tras disculparse con el moreno, lo metió en casa gritándole mientras Sasuke aún seguía allí en el suelo, procesando lo que había pasado. Aquel chico rubio había intentado huir de su casa, pero por haber caído sobre él, no lo había conseguido. Se sintió un poco culpable y quiso arreglar lo que había provocado. El rubio había sido encerrado de nuevo en su cuarto, y castigado hasta nueva orden. Pero el chico, además del dolor que sentía por estar preso, se sentía feliz porque había podido saber el nombre de aquel chico de pelo oscuro. Aunque ya no lo viera más, podría ponerle nombre a su rostro, que lo guiaba en sueños. Se sentó en la cama, suspirando pesadamente, sin tener ganas de dormir. De pronto, unos nudillos tocaron a su ventana. ¿Ventana? Miró deprisa en esa dirección, sin entender como podía haber alguien allí y reconoció el rostro de Sasuke.
-¿Sasuke? –susurró, incrédulo. El otro sólo hizo un gesto para indicar que abriera la ventana. Cuando estuvo dentro, se dio cuenta de lo imprudente que había sido escalando por la pared y la enredadera hasta la ventana de aquel chico del que sólo sabía el nombre. El silencio los envolvió y sus ojos se volvieron a encontrar como en la fiesta lo habían echo.
-Yo… lo siento. Ha sido una imprudencia yo no tenía porque… pero te he visto triste y yo…
-¿Has subido hasta aquí por mi? –emocionado, el rubio le sonrió y luego se alejó de él, para que no viera su felicidad ni su ansiedad.
-Estoy bien, no hacía falta que escalaras por la pared, podrías haberte echo daño. –Sasuke lo miró, pero no pudo ver sus ojos. Había tanto que quería decirle… todo lo que había sentido desde que se vieron en aquella fiesta… porque sabía que era él, esos ojos sólo podían ser suyos. Pero todo lo que había pensado eran cosas malas e indecentes. No debía hablar de eso frente a un chico menor que él, casi un niño. Se giró para irse y cuando sólo quedaba su cabeza a la altura de la ventana, llamó al chico y dijo:
-siento haber entrado así, Naruto. –era la primera vez que decía su nombre, la primera vez que decía “Naruto”. Esto sacó de su ensimismamiento al rubio, que se acercó a la ventana para verlo bajar. Sus ojos volvieron a encontrarse de nuevo y en un arrebato el moreno volvió a subir un poco y besó los labios del menor, apenas un roce. Después saltó al suelo y desapareció en las sombras, dejando al otro rojo como tomate y muy sorprendido.
----------FIN FLASH BACK----------
Los rayos del sol hirieron sus ojos. Esa noche había soñado con el tiempo que había pasado con Sasuke después del encuentro en el que habían hablado, porque aunque sabían que lo suyo estaba mal, siempre que podía el moreno iba hasta su casa y se colaba durante cortos periodos de tiempo. Después, cuando Naruto pudo volver a salir, se encontraban de forma casual en parques y zonas solitarias, hasta que una noche sus sentimientos los desbordaron y se convirtieron en amantes, haciendo crecer un amor prohibido por todos.
All faith is lost for hell regained
And love dust in the hands of shame (just be brave)
Cuando casi se iban a cumplir dos años de su desaparición, una de las muchas tardes en que había salido, mientras volvía a casa, le pareció verlo entre las sombras. Su silueta se recortaba contra la poca luz del crepúsculo. Naruto caminó hacia él, casi como en un sueño, pero fue incapaz de decir su nombre en voz alta. Aunque su pensamiento lo gritaba, no pudo decirlo. Quizás esa fue la causa de que, cuando se acercó más, las sombras se tragaran su silueta y sólo quedara en su lugar retazos de niebla fría e intangible.
----------FLASH BACK----------
-¿Qué vamos a hacer, Sasuke? –Naruto estaba desnudo, tapado y abrazado al moreno, que, en la misma condición que él, lo apretaba contra su piel. Ya había pasado 1 año y medio desde que se habían conocido y durante ese tiempo su relación se había vuelto profunda y fuerte. Todas las noches que podían la pasaban juntos. Aunque eran aún muy jóvenes, ya habían experimentado todas las formas físicas de demostrarse su amor y habían luchado contra todo tipo de problemas y trabas. Pero ahora se les venía encima un inconveniente que no parecía tener solución: el padre de Naruto había dispuesto que su hijo se iría a vivir al extranjero con uno de sus tíos, con la esperanza de que allí se hiciera más sociable y más mayor, para encontrar una buena esposa. En cuanto se lo había dicho a Sasuke, este había empezado a planear cosas desde fugarse hasta fingir su muerte. Pero al final ninguna les servía, porque los Uzumaki no se rendirían ni dejarían a su hijo vivir en paz. Esa noche Sasuke había estado mucho más cariñoso con él que de costumbre. A parte de eso, lo mantenía muy cerca, sin importarle que los descubrieran juntos (estaban en casa del rubio) y le había repetido hasta la saciedad que lo quería. Esto había preocupado al rubio, porque eso quería decir que el moreno estaba desesperado y alarmado porque dentro de dos días estaba programada la partida del menor, quizás para siempre. Ante estos pensamientos, el rubio se abrazó más al otro y volvió a preguntar:
-¿qué podemos hacer? Ojala, Sasuke, ojala nos hubiéramos conocido en otro tiempo, en otro lugar. Tengo miedo de no verte nunca más. –pero el otro ya no lo escuchaba, lo que le había dicho del tiempo le había dado una idea. Se incorporó y se vistió muy rápido. Antes de salir, se acercó al rubio y lo volvió a besar, un beso profundo y húmedo, para después susurrarle, muy, muy bajito:
-no todo esta perdido. Ten fe. –después desapareció en la oscuridad. Tardó poco en regresar, pero ese tiempo se le hizo a Naruto como una eternidad. Cada vez le costaba más aguantar sin tenerlo cerca. Y cuando llegó, lo hizo con una sonrisa y una solución.
----------FIN FLASH BACK----------
Continuará...