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Tormenta de amor por Tsuki Shirano

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Notas del fanfic:

Realmente, no tengo idea de qué poner. D:
-piensa un discurso- Esto... ojalá les guste. ;3
Y, y, y, no se fijen en la advertencia porque no sabía que poner y le metí cualquiera. x3

El arco iris, el arco iris vuela y gira~ b35; (???). ^^

Notas del capitulo:

Bien, para empezar, los personajes estan basados en mi prima y en mí.

"Damas, caballeros y aquellos que no se decidieron, un nuevo fic a sido publicado en amor-yaoi. El nombre del fic yuri es: Mundos Paralelos. Les pido a mi público, que se detenga a leerlo. 8D"

¡Oh, oh! ¡Qué bueno es hacer propagandas! XD




Ojalá disfruten del ficu. :BB

Capítulo 1 – Cocinar no es un reto.

 

Para empezar, prometo decir la verdad, la pura y única verdad, sólo eso. No mentiré ni exageraré ningún insignificante detalle pues, lo que voy a contar es cierto, una historia que he vivido. Así que, vuelvo a repetir, no diré nada inapropiado y te contaré cada momento de esa vida la cual ya he dejado atrás, como realmente lo fue. Pero, vuelvo a decir que no es mentira aún sabiendo que suena como pura fantasía mía.

Bien, que digamos, por unos cuantos años he estado protegiendo al mundo ocultándome detrás de un cuerpo humano, sin que nadie pudiera notar mi verdadera identidad ni mis habiladades. Pues, mi vida siempre mantuvo el mismo ritmo de calma, todo tan aburrido. No había a quien proteger ya que, los ángeles habían desaparecido por muchos años hasta que la conocí, a esa chica que al principio no le pude reconocer su poder.

Su nombre era Miharu, la persona –si así puedo llamarla- más importante de mi vida y mi corazón. Sería capaz de dar mi vida por ella, aunque ya la haya dado. Pues, como te habrás dado cuenta, no soy una mortal. Bien, te contaré mi secreto más preciado que he mantuvido oculto durante siglos. Ajá, soy un demonio. El único que ha quedado y ha heredado todo tipo de riquezas y maravillas de sus ancestros.

Por otra parte, Míharu, es un ángel. Si analizas estos hechos, podrás entender que nuestro amor era un error, un amor imposible. Aún así, lo que sentíamos el una por la otra era todavía más fuerte que el pacto que había entre las dos razas. Fue nuestro amor el que pudo luchar contra nuestros amos, Dios y Satán, y salir victorioso.

Cuando al fin pudimos amarnos libremente, me fui a vivir al mundo humano junto a Haru y abandoné mi trabajo como demonio. Aún así, sigo siendo dueña de mis alas negras y mis poderes sobrenaturales. Obviamente, Miharu intentó lo mismo, abandonar su trabajo como ángel, mas lamentablemente, su deseo no le fue consevido.

Me compré un departamento moderno, grande y cómodo. Vivía sola ya que Miharu aún no poseía la valentía de dejar a sus padres adoptivos. Así es, ella también se hacía pasar por un simple y ridículo humano aunque debía, cada tanto, vigilar a aquellos demonios que rondaban por las calles de nuestra ciudad.

 

• ♣ •

 

Eran las 13:00 p.m, ya vuelta de la escuela, cuando alguien tocó la puerta de mi departamento. Bien, yo me encontraba viendo Strawberry Panic por la televisión, recostada en mi cama matrimonial, vestida con un short cortito rojo y una musculosa blanca. No tenía pensado levantarme y contestar al llamado de la puerta, mas el timbre sonó, una vez, dos veces, tres veces y a la cuarta vez, pude notar que era Miharu la que llamaba. Pues, ¿qué otra persona iba a insistir tanto como ella? Esa jovencita, tan infantil que aparentaba unos quince años cuando debía de tener más de cien.

Aún así, no me moví de allí. Al segundo, pude escuchar la voz de Miharu:

-¿Creiste que no iba a poder entrar? –me guiñó el ojo y me levanté con rapidez- Ten-go la lla-ve.

La acorralé contra la pared.

-Entonces, ¿para que diablos llamas a la puerta incontables veces? Vaya, qué mocosa insistente...

No la dejé responder, pues, abrazé mis labios a lo suyos dulcemente haciendo una presión inexplicable. Su respiración daba en mis mejillas, aún así no me aparté. Ese viento calentito, era una hermosa sensación, más aún si provenía de Miharu. No tenía pensado soltarla, pues, en esos momentos me había apoderado de ella. Bien, que digamos ella ya era mía.

Unos segundos más tarde, nuestro mejor amigo intervino en aquel beso tan apasionante: oxígeno. No estábamos quedando sin aire en nuestros pulmones. Me aparté de ella con suma precaución. Sus mejillas se habían sonrojado y habían alcanzado un rojo profundo, amaba verla llena de verguenza.

Me dirigí al sillón y comencé a leer el diario, algo que no era de mi agrado pero estaba aburrida, mientras Miharu colocaba los ingrediente necesarios sobre la mesada para preparar el almuerzo.

 

-¿Sabes algo, Tsuki? Pues, si no fuera por mí, diría que morirías de hambre. Es por eso que he estado pensado en enseñarte a cocinar –dijo Haru mientras sonreía con entusiasmo.

 

-Ja, ja. Muy graciosa. Además, ¿quién te dijo que yo no sabía cocinar? Pues, es demasiado simple, cocinar no es un reto –reí.

-¿A no? –contestó sonriendo maléficamente- En ese caso, no creo que te importe que hoy nos des de comer.

 

-Claro que no –le guiñé el ojo-. Ve a tomar un descanso, puedo sola, lo tengo todo bajo control –sonreí.

 

Bien, Miharu se retiró y lo primero que pensé fue: ¿qué rayos cocinaré? Pues, está bien, nunca había recibido clases de cocina mas, no podía ser tan difícil, ¿verdad? Debía preparar algo simple y fácil. Bueno, te contaré que decidí preparar unas patitas de pollo con arroz ya que el arroz era mi comida favorita.

Sorprendentemente, encontré la comida sobre la mesada. Coloqué cada alimento en donde debía ir y esperé a que se cocinara. Después de cinco minutos, apagué el fuego y dejé el arroz se enfriaran. Sin embrago, las patitas aún no estaban del todo cocinadas. Fue por esa razón que me recosté en el sillón y seguí leyendo el diario. Habrán pasado cuarenta minutos cuando fui abrí el horno para ver que tan bien iban las patitas.

 

-Ha llegado la hora de librarlas del fuego –bromeé.

 

No sabía la razón por la cual éstas tenían un olor y un color extraño. Bien, para resumir, estaban completamente negras. Fue entonces cuando saqué un cuchillo y corté una por la mitad para ver la parte interior. El pollo estaban en perfectas condiciones. Supuse que el color se debía a que era una nueva marca.

Llamé a Miharu a comer y cuando se sentó a la mesa miró la comida con asco.

 

-¿Sucede algo? –pregunté confundida después de probar la comida- Bien, en mi opinión, nadie hubiera podido haberlo hecho mejor –sonreí.

-Pues, no sé por qué no me parece comestible...

Notas finales:

Awwwwww. :3
Ya, los personajes fueron creados por mi prima y por mí. :B
Y bien, lo admito, tampoco sé cocinar. DDD:
Y decir que mi prima no quiere enseñarme. ¬¬

Buen, ya, ojalá disfruten del primer capítulo. *__*

Kimi ga yumemiru tameni b35; (???)
¡Oh, amo esa canción! *3*


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