Las manos de Horo horo empezaron a deslizarse por debajo de mi polo, sus besos cada ves se tornaban mas apasionados y largos, tanto así que me quitaban la respiración, sus manos se encontraban muy heladas pero… mi cuerpo no las rechazaba, empezó acariciar con suavidad y ternura mi espalda asta llegar a mi pecho, mas no me dejo de basar ni un solo momento… una parte de mi era feliz pero la otra…
-¡Espera! –Me aleje de el con un empujón-
-¿Qué pasa Ren? –El hielito se encontraba consternado ¡¡¡¿Soy el único que se siento raro haciendo eso?!!!
-¡Hasta donde pensabas llegar! –no podía evitar gritar, mi corazón estaba acelerado
-Como… que… ¿Hasta donde iba ha llegar? A que te refieres
Tenía un gran signo de interrogación en su rostro, volví a enfadarme, lo sujete de su trajecito de las montañas y lo acerque a mí
-¡¿Hasta donde iban a llegar tus manos por mi cuerpo?!
Horo horo seguía con su rostro de interrogación hasta que le cayo el veinte, y muy bruscamente sus mejillas se sonrojaron
-He… yo… Ren… bueno –Deja de rascarte la cabeza y dime algo razonable- Solo quería que… tu esencia se juntara con la mía
-¿Qué? A que te refieres
Lo solté y cayó sobre su futòn totalmente relajado y me miro
-Solo quería… estar totalmente unido a ti –lo dijo mirándome directamente y con esa cara seria que tanta gracia me causa
-Jajajajajajaja –No pude evitar reírme- Horo horo, no sabia que eras tan cursi
Se puso aun mas rojo que un tomate y de levanto
-¡¿Cursi?! A quien llamas cursi ¡cabeza de tiburón!
-Jajajajaja
-¡Deja de reírte!
No dejaba de gritar Horokeu que parara, pero no paresia nada molesto, en cuanto dejo de gritar pude ver que tenía una gran sonrisa en el rostro, pero no como las que regala a diario a todo el mundo, si no una más especial, como si la hubiera estado guardando para mi, ya no me encontraba riendo, mas bien incomodo por como me miraba y la sonrisa que me daba, me había sonrojado
-¿Qué miras? ¿Por qué sonríes así? ¿No estas molesto? –cruce los brazos y volví a dirigir mi mirada al atardecer
-Por supuesto que no, si es la primera vez que te ríes tanto y eso me alegra mucho –El también miro por aquella enorme ventana, el cielo empezó a oscurecerse y yo seguía en silencio –Pero Ren…
Se coloco de tras de mi y me tomo entre sus brazos, y con su respiración en mi cuello empezó a susurrar en mi oído
-Es verdad lo que te he dicho, te parezca cursi o no, es lo que yo mas deseo, porque…
Sus brazos no se encontraban sujetándome fuertemente como antes, si no temblaban como si estuviera con algún temor
-¡NO DESEO QUE JAMAS TE ALEJES DE MI!!!!! … por eso… quiero que estemos totalmente unidos con un vínculo que nadie pueda romper
Mis manos sujetaron sus brazos que me estaban rodeando, era la primera vez que sentía una calidez tan grande como esta, pareciera que a cada segundo mis sentimientos aumentan por él.
-Hielito… eres un tonto… yo jamás te dejaría
Las lágrimas volvieron a brotar y ahora ¿Por qué estoy llorando? El cuarto estaba oscuro tan solo iluminado por los rayos de luna que atravesaban la ventana
-¿Me lo prometes? –hablo con una voz muy triste
……
…..
….
…
..
.
-si –le conteste suavemente
Me di cuenta que no era el único que estaba llorando, ya que sentí una lagrimas en mi hombro. Me seque las lágrimas y voltee
-y tu ¿Por qué estas llorando?
-¿Llorando? Si yo no estoy llorando, al contrario estoy muy feliz –lo dijo con una gran sonrisa
En cuanto nuestros ojos se encontraron no se podían dejar de mirar y los corazones de ambos palpitaban fuertemente al mismo son. Horo horo me atrajo con sus brazos hacia él y sus labios empezaron a buscar los míos. Estaba decidido yo también quiero tener ese lazo tan fuerte del que habla Horokeu, por eso quiero volverme uno solo con él, mis manos apretaron fuertemente su traje y nuestras bocas estaban a punto de encontrarse, empezamos agitarnos y…
-Hermano!!! –Era la voz de Pilika en el pasadizo- ¡¡¿hermano donde estas?!!- pero que inoportuna es
Ambos nos quedamos paralizados, Pilika estaba a punto de abrir la puerta y nosotros aun seguíamos abrazados, nuestra piel se Erizo
-Hey, Pilika ¿encontraste a Horo horo? –Nuestra salvación la vos de Ana que interrumpió ha Pilika antes de abrir por completo la puerta.
Ágilmente nos escabullimos y nos metimos cada uno en su futón
-No, todavía no lo encuentro, dijo que estaría bañándose pero… -se abrió la puerta por completo y Pilika entro - ¿Horo horo?
-¿Ya lo encontraste?
-Si doña Ana pero, esta dormido
-Pero si recién son las siete, bueno no es asunto mió, con tal, él es el que se queda sin cenar y ahorro mas- cuando no Ana tan perversa
-¿y Ren? También esta durmiendo
-Déjalos Dormir, de seguro deben haber entrenado bastante
-Si tiene razón doña Ana…. Oye hermano, mañana yo misma te entrenare, que sueñes bien.
Salieron de la habitación y cerraron la puerta, en cuanto sus pasos se alejaron, Horo horo suspiro muy fuerte
-No puede ser… ¡¡¡mañana tendré que entrenar con Pilika!!!
-Que bueno ya te hacía falta hielito- lo dije para molestarlo un poco
Pero en ves de contestar el insulto, él muy rápidamente se paro y se metio debajo de mi futón.
-¿Pero que haces?
Solo quería seguir en donde nos quedamos- es que a él ¿no se le acaban las sonrisas?
Una ves mas, sus brazos me aprisionaron y muy directamente me empezó a besarme, esta vez con mas pasión que nunca, nuestras piernas se entrelazaron y sus manos se pasearon por mi cuerpo, su boca empezó a recorrer mi cuello, hasta llegar a mi pecho, dejando por donde pasara su marca, sus manos empezaron a despojarme de mis prendas aunque muy torpemente, sus caricias y besos hacían que mi cuerpo ardiera mientras que yo contemplaba la luna.