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My Ethereal Rose por Yumiko yumi

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Notas del fanfic:

es una historia un tanto extraña que se me ha ocurrido.

tenía el día tonto.

espero que os guste!!!!! ^^

(ya sé que la pareja es un poco rara, pero qué le voy a hacer) XDDD

Notas del capitulo:

si hay algo que no entendaís, preguntarme en algún review.

la hitoria se la dedico a Yoru, mi mejor amiga ^^ (no te enfades conmigo, ne???)

yo kiero que ya acabe mi fic!!!!!!!!!!!!!!!! XDDD 

Paseo tranquilamente mientras observo el lejano cielo estrellado. Los oscuros callejones de Londres se me hacen tranquilos y perfectos para caminar a media noche. Los tiempos cambian, y mi querida ciudad ya no luce igual que por aquel entonces. Mientras que de día es una ciudad hermosa y agradable, por la noche se convierte en un lugar donde se llevan a cabo truculentos asesinatos y violaciones. Es lugar de borrachos que no tienen dónde caerse muertos. Paseo a diario por estas inhóspitas callejuelas, mientras recuerdo la luz de su mirada, su agradable sonrisa. Paso los días recordándolo. Todos y cada uno de los momentos que viví a su lado regresan a mi cabeza como si de una tormenta de verano se tratasen.

No soy capaz de seguir adelante en este estado. Me siento al lado de un hombre que está medio muerto en una esquina de la calle. La cabeza me da vueltas. Aun así, no puedo olvidar su angelical rostro...

Te contaré nuestra historia desde el principio, mientras espero morir aquí mismo...

 

Todos me han llamado siempre Mana. Soy un escritor fracasado que ya no tiene siquiera para pagar el alojamiento de un maloliente hostal de los suburbios de Londres.

Lo ví por primera vez el día en que la gorda casera me echó a la calle por no poder pagarle las deudas que tenía pendientes. Salí a caminar como de costumbre, enfundado en un largo abrigo negro y un sombrero del mismo color. Cuando llevaba más de dos horas caminando, ví un coche tirado por dos caballos blancos, que se paró cerca de donde yo estaba, en frente de una de las mansiones más grandes de aquella calle. El cochero abrió la puerta a la persona que hizo que, de pronto, mi corazón se detubiera. Observé cómo una mujer de cabello largo y rubio, atabiada con un hipnótico kimono salía lentamente, para después ayudar a bajar del coche a un hombre mayor. La hermosa dama notó mi presencia y mi fija mirada. Sonrió y se sonrojó, bajó la mirada al suelo avergonzada y entró en la casona, ayudando al viejo y seguida por el cochero.

Era la mujer más bonita y delicada que había visto jamás...

Los días siguientes, dormí en un banco de un oparque cercano, y dediqué el día a esperar ver a la maravillosa mujer.

Al tercer día, mi espera terminó. Esta vez vestida con un vestido rojo, y con su melena recojida perfectamente, salió de casa acompañada de una sirvienta que la seguía con la cabeza agachada sumisamente. Volvió a percatarse de mi presencia y se acercó hasta donde yo estaba.

-Madelaine, regresa a casa, por favor. Iré antes de la cena- dijo con una voz que me desconcertó. Claramente, era un hombre.

-Pero...- protestó la criada.

-Haz lo que te he oredenado, y que mi padre no se entere- añadió.

-Sí- contexto, y dio media vuelta.

Nos observamos durante largo rato. Al fin, él habló.

-He notado que has permanecido tres días en frente de esta casa. ¿Por qué razón?- preguntó completamente serio.

-Yo... sólo quería conocer su nombre- dije despues de pensar mi respuesta.

-Puedes llamarme Hizaki- dijo sonriente.

-Soy Mana, un placer.

-Dudo que permanecieses a la espera tanto tiempo sólo para conocer el nombre de un completo desconocido- rió nuevamente. Era tan adorable...

-Yo...-sentí que no me salían las palabras.

Su carcajada me asustó. Sus mejillas se volvieron rojas de nuevo.

-Caminemos, ¿sí?, necesito distraerme- me dijo agarrándose a mi brazo.

Paseamos durante toda la tarde. Jamás había conocido a alguien tan agradable. Además, era tan sencillo hacerlo sonrojar...

Pero llegó el momento de despedirse.

-Debo irme a cenar. Mi padre me espera- su tono era triste.

-¿Voveremos a vernos?- pregunté, con muy pocas esperanzas de que eso podría llegar a ocurrir.

-Mañana, a la misma hora. Debajo del gran árbol del parque- antes de irse sonrió y besó mi mejilla tímidamente, y luego se sonrojó exageradamente.

Seguimos viéndonos durante dos semanas. De una forma u otra, siempre encontraba algúna excusa para salir en mi encuentro y deshacerse de sus citas con la "alta sociedad".

Un día llegó corriendo, muy sofocado.

-¿Qué ocurre?- pregunté.

-¡Corre!, me siguen. Se dieron cuenta de que salía. Llévame a algún lugar donde no nos encuentren, te lo ruego...- intentó recuperar el aire.

Sin pensarlo dos veces, agarré su mano y lo hice correr detrás de mí. Tiré de él hasta que llegamos a la parte inferior de un viejo puente.

-Aquí no nos encontrarán.

En unos segundos, escuchamos sobre nosotros a los hombre que seguían a Hizaki. Pasaron de largo. Aquel día, él no regresó a casa al atardecer. Me habló por primera vez de su vida, de cómo había pasado su infancia en Japón con su padre y su madrastra, y de cómo ella le obligaba a vestirse de niña. Esa mujer había muerto, y él y su padre habían regresado a Londres. Me confesó que se sentía como un pájaro enjaulado.

-Tú me has dado un poco más de libertad, ma has hecho un poco más feliz- dijo, mientras las lágrimas escapaban de sus ojos. Lo baracé fuerte. Sentí que mi corazón se iba a salir. Lo tenía por primera vez en mis brazos, y era cálido. Lenaba toda mi soledad. Se sentó sobre mis rodillas y enterró su rostro en mi pecho. Acaricié con mi mano su bonito pelo, mientras le susurraba palabras tranquilizadoras al oído. Lo sentía delicado, pareciá que se quebraría entre mis manos. Por priemra vez en la vida, fui tierno y delicado con alguien. Para mí era un milagro caído del cielo. Mi salvación, la única persona que podía hacer que mi duro corazón amase.

-Tranquilo... yo siempre estaré a tu lado.

Agarré suanvemente su rostro y acerqué mis labios a los suyos, provocando un leve roce. Fue un tierno beso. Nos separamos lentamente, mirándonos a los ojos.

-Mana... te amo. Soy asqueroso, ¿verdad?

-¿Por qué dice eso?

-Esto está mal, los dos somos hombres.

-Lo sé, pero te amo, Hiza.

Al oir mis palabras, la felicidad se reflejóen su rostro, y volvió a abrazarme fuertemente.

Aquella noche lo hice mio, bajo un hermoso cielo estrellado. Su rostro de dolor y placer era tan genial... y sus débiles gemidos, la música más hermosa que he oído nunca.

La noche fue maravillosa. La noche anterior a que me lo arrebatasen...

A la mañana siguiente, uno de los guardias nos encontró y se llevó a Hizaki por la fuerza.

Lo esperé durante días. Un día vi que cargaban en el coche todas las pertenencias de mi amado. Entonces salió él. Traía la cara demacrada, llena de moretones. Lloraba. Cuando me vió, echó a correr hacia mí, y se hechó a mis brazos.

-Mana... ¡no me quiero ir!

Esas palabras se clabaron en mi corazón.

-Pero... ¿dónde?- pregunté histérico.

-Me llevan de vuelta a Japón. No quiero vivir sin ti, Mana-

-Hizaki-sama, deje a ese hombre. Nos tenemos que ir- gritó el cochero.

-¡¡¡¡Nunca!!!!- gritó Hizaki como loco, aferrándose más a mí.

Salió su padre por la puerta de la enorme casa. Cuando Hizaki lo vió allí, contemplando la escena con el ceño fruncido, se puso de puntillas y me besó apasionadamente, delante de todo el mundo.

Cerré los ojos y lo agarré de la cintura. No me importaban aquellos ojos que nos miraban con desaprobación o incluso asco.

El padre de Hizaki gritó encolerizado, y dio la orden de que nos separasen. Cuatro hombres consiguieron agarrar a mi querido y dejarme en el suelo tirado, después de golpearme fuertemente. Hizaki daba golpes y gritaba. Estaba fuera de sí. Su padre lo agarró del cuello, y con uan mirada llena de odio, le dijo:

-Me averguenza que alguien como tú sea mi hijo- lo abofeteó y lo dejó caer al suelo.

Hizaki comenzó a llorar nuevamente. Agarró mi mano como pudo, y me dedicó las últimas palabras que escucharía de él.

-Te amo, Mana. 

Entre los cuantro hombres lo metienron en el coche.

Me quedé en el suelo, llorando de impotencia, viendo cómo se llevaban a lo único que le daba sentido a mi vida, lo único de mi triste existencia que me importaba de verdad.

Días más tarde, Madelaine me dijo muy apenada que Hizaki había muerto a manos de su padre, sin haber completado siquiera la mitad del viaje. Ál muy infeliz se le había ido la mano mientras le propinaba una paliza.

 

Ahora sólo espero morir y reencontrarme con él. Jamás volveré a sentir la calidez de su cuerpo ni a besar sus perfectos labios. La vida ya no tiene sentido alguno.

Adióa mi amado ángel, lo único que he amado realmente en esta pútrida existencia. Te veré en el cielo, aunque dudo que ese sea lugar para alguien como nosotros. Pero cumpliré mi promesa, siempre estaré a tu lado. Después de muertos también, volveremos a encontrarnos.

                                                             Te amo...

Notas finales:

os a gustado?????

reviews, onegai.......

decidme vuestra opinión, aunque les parezca una mierda... ^^

besos

Yumiko


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