¿cómo le haces para ponerme así? ¿Cómo? tus ojos, iguales a los de tu carta favorita, hacen que reaccione de la manera que no quiero, siempre me convences, siempre te sales con la tuya, desde que íbamos en la escuela con los chicos, siempre obtuviste lo que deseabas, excepto aquella victoria, aquella que te daría el título del rey de los juegos, nunca pudiste ganarle a Yugi. Pero aún así, siempre obtuviste todo lo que deseabas, todo lo que querías, y eso me incluye a mí… Joey Wheller.
caí rendido a tus pies, aunque en la escuela nos peleábamos por cualquier cosa, era divertido, al menos así me ponías atención, al menos así me lograba que me tocarás, aunque fuera por medio de los golpes, al menos así posabas tus bellos ojos sobre los míos, así creábamos una bella mezcla, mezcla que aún combinamos… azul y ámbar.
te sigo mirando ¿sabes? sigo mirándote desde este amplio sofá mientras que no despegas tus bellos ojos de la laptop; estás muy concentrado, bueno, siempre lo estás, y eso me inquieta un poco. Parece que has notado que desde hace varios minutos te contemplo y no he podido evitar sonrojarme un poco, siempre logras ese efecto en mí, y aún no sé el porqué… pero me encanta.
te me acercas lentamente y te sientas a mi lado, me pongo nervioso, como las otras veces, como si fuese una colegiala enamorada, no puedo evitarlo, me pones así desde que vamos en la escuela. En la escuela, en donde este amor masoquista comenzó, pero me encanta esto. Claro está que desde que me trajiste a la mansión no peleamos tanto, me demuestras más afecto, incluso a veces Mokuba se pone celoso, y me gusta eso más que nada desde que estoy aquí, pero cuando tus ojos se ponen tiernos, cuando estás con él, me pongo muy celoso, si tú me consideras tuyo, supongo que tú eres mío ¿no?
a pesar de todo esto que me demuestras, siento miedo de que este bello cuento se acabe algún día, por la diferencia de nuestros caracteres, eso me atemoriza. Pero sigo aquí, besándote, viendo la expresión de tu rostro tan serena, tan linda. Pero yo aún no cierro mis ojos, siento que si lo hago desaparecerás de mi lado, aunque me prometiste no hacerlo cuando me liberaste de mi padre, cosa que aún te agradezco. Algunas lágrimas traicioneras escapan de mis ojos, sientes como caen poco a poco por mis mejillas y detienes este bello momento, me ves preocupado y acaricias mi mejilla, me dices que nada nos va a separar pero por alguna razón no puedo creerte, algo me dice que no crea esas palabras.
sonríes, en eso te miro con ternura y tú lo haces curioso pero me quedo más tranquilo cuando me correspondes con otra bella sonrisa, esa sonrisa que me mata y siempre usas antes de irnos al cuarto, para luego demostrarnos cuanto nos amamos. Te abraso, lo más fuerte que puedo, siento que si no lo hago voy a arrepentirme, pero siempre me lo correspondes, siempre con esa sonrisa cálida.
te digo te amo, pero sé que no me dirás lo mismo, tan solo me ves con ternura y me besas la mejilla, acto que hace que me sonroje aún más, me miras divertido, y yo te sonrío, te miró tiernamente y me besas.
"jamás me cansaré de tus labios" me dijiste hoy en la mañana antes de irte a la empresa, me diste un beso, siempre haces eso, y al llegar a la puerta del cuarto me guiñas uno de tus bellos ojos, sé lo que viene luego de que llegas de la empresa… pero hoy no lo harás, me viste llorar y con ello sé que me consentirás en todo, comeremos lo que a mí más me gusta, pizza, también sé que sólo comerás ensaladas ¿lo ves? Te conozco y por supuesto que sé como reaccionas ante mí, pero lo que me molesta es que sabes como reaccionaré yo ante ti.
me besas de nuevo, pero cuando Mokuba entra al estudio te separas, mis celos salen, haciendo que infle mis mejillas ante tal interrupción, sabes que me he puesto celoso y le sigues la corriente a Moki, eres un pesado, pero de todas formas te amo; al fin ese niño sale de aquí, te abraso por la espalda y te beso el cuello, te das la vuelta y me besas pero nuevamente te separas, Mizu entró y te pregunta que quieres para cenar, le dices pizza, sonrío, lo sabía. Sale la segunda persona que nos interrumpe pero luego entra Noa, no sé que les dio a todos por interrumpirnos, te dice que Yugi y los demás han llegado a la reunión para ir al país natal de Yami, Bakura y Marik. Te acercas a la puerta, me guiñas un ojo y sales, sabes que por ello me vengaré hoy en la noche, te haré sufrir.
veo a todos mis amigos en la sala, te miran curiosos y divertidos, entonces uno de ellos te pregunta "¿qué tienes en el cuello, Seto?" Te giras y me miras ruborizado, no pude evitarlo, salgo corriendo de allí… me castigarás, no me darás mi pizza. Me rió mientras subo las escaleras, no te diste cuenta que te había hecho una bella marca en el cuello.
la pasaré bien hoy, pero el que más lo va a lamentar serás tú, seré muy malo contigo, no te dejaré jugar conmigo hoy en el cuarto… luego de que los chicos se vayan.