Ahí estaba ese chico, justo delante de él, tan callado y tierno como siempre, sosteniendo una copa y bebiendo de ella de forma tímida, saboreando el licor que quedaba en sus labios, ligeramente ruborizado, efecto que el alcohol había causado en él.
Yunho contemplaba en silencio esta escena que le parecía muy tierna e incluso con un toque de inocencia. Pero de alguna forma, se sentía más atraído que nunca por su querido Jae, ciertamente aquel cuadro lo encontraba, además de tierno, muy excitante.
Se encontraban totalmente solos en su apartamento, Yunho había llamado a JaeJoong porque quería tener a alguien con quien conversar, o al menos esa fue la excusa que le dio el líder al castaño.
Bebieron un poco más hasta que la curiosidad de Jae hizo que rompiera el silencio:
-Oye! que era lo que me querías decir?. No haz dicho nada en toda la noche y me llamaste porque querías hablar!!! aish! quién te entiende!
Pero esta vez el moreno no dijo nada, mantenía la vista en su copa observando su débil reflejo, meditando de qué forma hablaría de aquello que desde hace tiempo lo venia atormentando. Tomó lo que quedaba en su copa, para luego, levantar la mirada, contemplando a un Jae que no le quitaba la vista, de finas facciones, aun confundido y preocupado por no tener ni la mínima respuesta del líder.
“Tal ves es algo grave”-pensó el castaño, logrando solamente preocuparse aun más.
-Yunho…
-hmmm???. Fue la única respuesta.
-Qué….qué me querías decir? pregunto Jae acercándose mas a su compañero. Teniendo la idea que al acercarse podría crear un ambiente más íntimo, algo que solo quedaría entre los dos. Pero para Yunho no fue así, de hecho, empezó a dudar si le era posible decirle esa noche o si debía esperar un poco mas, pero ya era suficiente el tiempo que había soportado sin decirle nada y no lo quería seguir engañando…no lo podía seguir engañando, no a ese Jae dulce que siempre esta al cuidado de los demás; a ese, a quien en las noches había dedicado todas sus lagrimas; a ese, por quien en ese momento se moría de ganas de besar, simplemente no podía.
Así que decidido empezó:
-Jae….
-Y? finalmente vas a dejar de ignorarme? Dijo Jae recargando su barbilla sobre su mano, dejando escapar un suspiro y mirando a su compañero con atención.
-Sé que esto puede ser incómodo para ti, pero….
-Pero... –preguntó impacientemente.
-No te lo había dicho porque no tenía idea de como reaccionarias tú o los demás…pero…
El momento finalmente había llegado era ahora o nunca!!!
Cerró sus ojos con fuerza, no sabía si podría ser capaz. Realmente lo estaba haciendo? lo iba a confesar???
Cuando al fin, escapó de sus labios la verdad…solo pudo decir tímidamente:
-Jae…me…gustas!!!
Que??? Finalmente lo hizo? =O !!!
Jae simplemente no podía creer lo que acababa de escuchar. Simplemente era extraño…él y Yunho? Ciertamente esa idea ya había pasado por su cabeza, por los comportamientos a veces raros del líder, pero de que fuera un simple pensamiento, a que fuera una realidad, había una diferencia muy grande.
-No podía seguir ocultándote algo tan importante, así que decidí llamarte para decírtelo. No sé que pensarás de mí pero…
-Shhh…- replicó el mayor. –No digas más – agregó, colocando un dedo sobre los labios del moreno con clara intención de no dejar que continuara hablando.
El menor cada vez estaba más desconcertado, ¿era posible que Jae también sintiera esa calidez que lo invadía por completo cada vez que estaban juntos?
- ¡Jae!
Fué lo único que pudo articular después de sentir los labios del antes mencionado rozar suavemente los suyos. Todos los pensamientos que antes lo atormentaban fueron instantáneamente bloqueados ante la inesperada iniciativa del castaño.
- ¿Sabes? la verdad…es que…… me cautivaste desde el primer momento que vi tu enorme...tu enorme….BONDAD - ( jjajja un poquitín de humor, no pude resistirme de poner un chiste “pierde amigos” ^^)
- Me atrae todo de ti, sólo esperaba que tu sintieras lo mismo y que mi amor fuera correspondido – agregó inclinándose hacia el menor que estaba a su total disposición, tomando sus labios por sorpresa, besándolo pacientemente, saboreando gustosa y delicadamente sus labios, ese sabor que tanto había deseado probar y que finalmente lo había logrado.
Ambos abandonaron sus sillas, tomando el líder esta vez la iniciativa de conducir a su querido directamente a la cama, besando en el trayecto desenfrenadamente el cuello del castaño, aspirando su delicioso aroma, quien a cada estímulo dejaba escapar pequeños suspiros que sólo conseguían hacer que el menor deseara poseerlo aun más.
- Jae…quiero…
- Dímelo de una vez y quien sabe…podría complacerte. Respondió mordiendo su labio inferior.
- Quiero hacer el amor contigo - Dijo Yunho ligeramente sonrojado.
Jae nunca había visto al líder tan apenado, lo abrazó con fuerza, sintiendo como los latidos de los dos, se confundían por la cercanía de sus cuerpos.
- Yo también te deseo - Susurró el mayor, humedeciendo y mordisqueando traviesamente el lóbulo de la oreja de su amante.
El moreno dio un empujón al mayor para que cayera sobre la cama, tomó sus muñecas con fuerza dejándolo a su total disposición para luego hundirse totalmente en un desesperado beso que pedía la entrada a la boca del castaño, quien sin dudarlo dio paso a esa lengua que finalmente era toda suya. El líder dejó libres las muñecas de su compañero para deslizar sus manos bajo la camiseta que en ese momento estaba de más. Paseó sus manos sobre ese cuerpo que tanto le gustaba delineando detenidamente los abdominales más notorios ahora. ¡Qué bien le había sentado esas horas más de ejercicio! Prosiguió quitando la camiseta bruscamente, lastimando un poco a Jae.
- Ah!...Yunho! reclamó haciendo puchero.
- hahaha…Lo siento, pero la culpa no la tengo yo, si no tú por despertar tantas fantasías en mí.
El mayor sonrió sensualmente ante el comentario pensando si de alguna forma tenía sentido, ¡Que demonios! tuviera sentido o no, le había resultado terriblemente excitante. Jae no se quería quedar atrás por lo que salvajemente y a modo de venganza le quitó bruscamente la camisa al moreno quien solo pudo soltar una sonrisa pues estaba muy ocupado jugueteando con los pezones del mayor, haciendo suaves pero deliciosas succiones que arrancaban unos cuantos gemidos que poco a poco se hacían más sonoros en la habitación.
-Ahhh……sigue… hmmm…
-Ah! que escandaloso eres!!! pareces niña!
JaeJoong ante el comentario giró la cabeza hacia un lado un tanto molesto, a lo que Yunho respondió lamiendo su oreja, arrancando nuevamente suspiros al mayor y rozando con más intensidad sus ahora pronunciadas erecciones, suplicando por un poco de atención.
Cuando ya no pudieron más, el líder empezó su labor deshaciéndose de los pantalones del castaño listo para darle el placer que tanto deseaba en ese momento. Tomó el erguido miembro de Jae masajeándolo a un ritmo delicioso.
-Ahhh…Yunho…hmmm…no…..pares – Suplicaba con una respiración bastante acelerada.
El líder continuó por un rato más para luego soltar repentinamente el miembro de Jae, obligándolo a que reclamara por aquella acción.
-Oye…¿Qué haces? ¿Piensas dejarme así?
-emmm…no, solo pensaba qué pasaría si hiciera algo así…
-¿De qué hab…?
La frase quedó interrumpida cuando sintió los labios del menor recorrer su miembro, lamiendo dedicadamente cada centímetro de piel, deleitándose con su sabor.
-¿Sabes? no sé si ya te lo habían dicho, pero…..creo que eres delicioso!
A lo que Jae no pudo responder absolutamente nada, estaba demasiado excitado como para expresar algo más que constantes gemidos, los cuales cada vez eran más audibles en el lugar, empezando a sentir ese conocido calor en su vientre indicando que estaba próximo al orgasmo.
-Ahhh…espera! no quiero terminar en tu boca. Hazlo con tu mano – Yunho obedeció, complaciendo la petición del castaño, imponiendo nuevamente un ritmo desquiciante. No faltó mucho para que, como ya estaba avisado, Jae alcanzara el orgasmo corriéndose en la mano del menor quien a juzgar por su cara, lo había disfrutado tanto como él.
-hmmm…eres…maravilloso – Dijo Jae con la piel perlada por el sudor, creando una de las escenas más eróticas que Yunho había presenciado en su vida. – Ahora deja que yo sea quien te complazca.
-No creo que seas mejor que yo – Respondió el líder con una expresión de satisfacción.
-Eso está por verse – Dijo el mayor empezando a quitar lentamente los pantalones del líder, besando y lamiendo el vientre del antes mencionado hasta hacerlo desesperar.
-Hmmm…¿Por qué te gusta tanto jugar conmigo? – preguntó cerrando los ojos tratando de soportar sin tener que obligar a Jae a que lo hiciera de una vez.
-A decir verdad, me encanta, nunca te había visto en una situación parecida, así que lo estoy disfrutando – Respondió Jae lamiéndose los labios sensualmente antes de complacer a quien estaba frente a él, ruborizado, totalmente a su disposición, rogando por un poco de cariño.
Después de tanto jugar, y de lograr que lo rogara, tomó el miembro del menor masajeándolo de forma lenta, haciéndolo gemir de placer cuando llegaba a la punta, acariciando detenidamente toda su extensión, acelerando posteriormente el ritmo, haciendo enloquecer al moreno que arqueaba su espalda levemente a cada estímulo que recibía. Pero él quería algo más, quería que Jae le perteneciera solamente a él, así que tomó la mano de Jae obligándolo a que se detuviera.
-Jae…espera – dijo el líder con notoria dificultad al hablar.
-¿Por qué? ¿Crees que no puedes resistir esto? – dijo el mayor haciendo un intento fallido por volver a tomar el miembro de su amante.
-No…es que…quiero hacer….quiero hacer algo diferente – Respondió Yunho al mismo tiempo que sus mejillas se tornaron carmesí, lo que pareció muy apetecible a Jae, quien le repartía delicados besos por sus mejillas.
-¿Algo diferente?
-Jae, te quiero demasiado…no sabes cuanto deseo hacerte mío – Dijo Yunho con la respiración agitada observando la cara de desconcierto en el deslumbrante castaño que tenía frente a él.
-Yunho, yo…no…
-Olvídalo, no te preocupes, te voy a forzar – Dijo el líder con clara decepción, tratando de cubrirla con una dulce sonrisa un tanto forzada.
Jae seguía observándolo considerando aún la propuesta, aunque quería complacerlo se sentía inseguro, nunca lo había hecho antes, lo que sí sabía era que dolía aunque luego se convertía en placer. Aún sintiéndose así, deseaba hacerlo, no podía dejarlo de esa manera, así que antes de arrepentirse, tomó la mano de Yunho e introdujo dos de los dedos del líder a su boca, lamiéndolos dedicadamente y cuanto fuera necesario.
-La verdad, creo que nos estamos apresurando, pero quiero complacerte, quiero hacer todo por ti y para ti – Dijo Jae, dejando libre por fin la mano de Yunho.
-Jae no sabes lo feliz que me haces.
Yunho dirigió sus manos hacia la entrada de Jae, introduciendo uno de sus dedos haciendo movimientos circulares dilatándolo cada vez más haciendo posible la entrada de un segundo dedo masajeándolo cuidadosamente.
-Creo que ya estoy listo, - Logró articular Jae con cierta dificultad pues Yunho no dejaba en paz sus seductores labios. – Sólo prométeme que tendrás cuidado.
Yunho sin preocupación por responder empezó a lamer y mordisquear el cuello de Jae, quería calentarlo más y de paso calmarle un poco los nervios, esas pequeñas y deliciosas succiones eran imposibles de resistir, Yunho lo tomó por la cintura presionándolo contra su cuerpo, buscando los labios del más bajo para degustarlos nuevamente, pero esta vez, desesperadamente mordiendo con ansias el labio inferior del castaño. Separados al fin por la falta de oxígeno, Yunho colocó su miembro cerca de Jae, rozando su entrada, haciendo que soltara un suspiro y que lo interrumpiera.
-Yunho…deja que me voltee, me pone nervioso que me observes – Dijo el más bajo totalmente sonrojado, haciendo un intento fallido de voltearse. Yunho no lo dejaría, quería ver la cara de Jae totalmente excitado.
-Tu cara es hermosa, no entiendo por qué no quieres que te vea – Replicó el líder con mirada lujuriosa.
Tomó a Jae por sus frágiles caderas, introduciendo su miembro despacio haciendo que Jae se sintiera incómodo por la invasión. Lo penetraba lentamente, perdiéndose en el placer a cada roce con esa pequeña cavidad mientras observaba a Jae con cara de dolor, tratando de calmarlo repartiendo generosos besos a lo largo de su cuello, aumentando un poco la velocidad de sus embestidas.
-Aún duele bebé?
- Hmmm…no, a decir verdad…ahhh… se siente bien.
El líder al sentirse más aliviado, pudo contemplar plenamente la expresión de Jae, simplemente era irresistible, con la respiración agitada, finos cabellos en su rostro con gotitas de sudor, sus mejillas con un bello color, mordiendo su labio inferior y de vez en cuando dejaba escapar un gemido.
-Mmmm, eres…estrecho, no tienes idea lo delicioso que es – Dejó escapar Yunho entre los constantes gemidos.
Aceleró el ritmo de sus embestidas, tomó el miembro de Jae masajeándolo, haciendo que su amante se calentara de nuevo, Yunho no soportaría mucho tiempo más, la expresión de Jae lo excitaba y la presión que aquella cavidad ejercía sobre él era exquisita, ya estaba al límite. Solo faltaron unas cuantas embestidas más para que Yunho se corriera en el interior de Jae, marcándolo, dejando su esencia, al mismo tiempo que el castaño se corría en la mano de Yunho, salpicando el vientre de ambos, entre una mezcla de gemidos que invadían la habitación. Cansado, con su cuerpo perlado en sudor cayó exhausto sobre Jae notando su respiración bastante agitada, rodeándolo por detrás con sus brazos besando el cuello en la zona cercana a la oreja susurrando:
-Gracias por dejarme hacerlo bebé. Te amo! – dijo Yunho, abrazando con fuerza a Jae.
- Yo también te amo – Dio como respuesta el mayor, quedando profundamente dormidos con sus cuerpos entrelazados.
-YUNHOOOO!!! es tarde y debemos reunirnos con los chicos! – Dijo Jae sentándose sobre cama.
-Ahhh, cinco minutos más – Replicó Yunho depositando un tierno beso en los labios de Jae.
-Aish! está bien…pero solo cinco minutos ok?