Light caminaba por las calles vacías de Kanto, su ciudad natal. Se acercaba San Valentín, pero él odiaba esa fecha, siempre tenía que pasarla solo, nunca tuvo a alguien que se le acercara tiernamente y le dijera: "Te amo"; para él no tenía sentido celebrarlo o siquiera pensar en esa fecha, sí, eso era, una fecha más, solo un día más en el almanaque.
Siguió caminando por las calles hasta que se sintió algo cansado, entonces noto una cafetería muy linda, supuso que también debía serlo por dentro, y entre tanto caminar y pensar no se había dado cuenta que tenía hambre. Entro y tomo asiento en una mesa semi apartada del resto, un mozo le ofreció la carta y este pidió un café y un emparedado caliente; para matar el tiempo mientras esperaba la orden tomo un libro de la facultad y empezó a leerlo desganadamente, era el estudiante número uno de todo Japón, pero estudiar le daba igual, si de una forma u otra iba a obtener la mejor calificación. Al voltear una página notó que a su derecha en la mesa conjunta estaba sentado un joven pelinegro, de manera bastante peculiar, sus pies estaban en la silla y sus rodillas estaban apoyadas sobre su pecho; comía una torta de frutillas y toma una taza de Té mientras leía un libro. A Light sencillamente le parecía hermoso, quería hablarle pero no se le ocurría que, hasta que el mozo lo saca de sus pensamientos trayéndole la orden.
- Gracias - dijo Light comenzando a tomar su café, pero sin perder la vista del pelinegro
- Derecho civil - le dice el pelinegro curioso, aún sosteniendo su libro
- Sí, soy estudiante de derecho – respondió Light sorprendido de que el pelinegro le hablara
- Interesante, ¿qué año estás cursando?- Segundo, soy Light Yagami, por cierto – dice este alegremente estirando su mano
- Elle Lawliet – estrechando la mano del castaño – Pero me llaman Ryuuzaki o L
- Ryuuzaki me gusta más, ¿qué estabas leyendo? – dice señalando el libro que Ryuuzaki llevaba debajo del brazo
- ¿Este? Alexandre Dumas, La dama de las Camelias
- Excelente obra, a mi me gusta mucho las obras de Dumas y de su época
- Si a mí también
La charla duro horas, se entusiasmaron hablando de libros, sobre el uno y el otro, sobre las cosas que pasaban en el mundo, etc. Light sentía que se había enamorado del pelinegro, amaba mirarlo a los ojos, su conversación, su intelecto, pero pronto ambos se dieron cuenta que se les había hecho de noche.
- ¡Demonios! – dice Light revolviendo su mochila
- ¿Qué sucede, Light-kun?
- Perdí mis llaves, seguro que las deje en el casillero de la universidad – recordando que había dejado las llaves en una chaqueta que había olvidado en su casillero
- Puedes quedarte conmigo esta noche, si gustas
Light sintió que se sonrojaba ligeramente, quedarse con Ryuuzaki, ¿¡En su casa!? Eso era increíble
- Si por favor – tratando de disimular su emoción
- Entonces ven queda cerca de aquí
Salieron del lugar y durante el trayecto siguieron hablando de temas variados, parecía que nunca se les agotaban los temas, cuando llegaban al final de uno Light o Ryuuzaki ingeniosamente empezaban uno nuevo, llegaron a un edificio muy lujoso, el pelinegro le indico que pasara, y subieron al pent-house del edificio, tenía una bellísima vista de Kanto, y la casa, jamás había visto una tan lujosa.
- ¿Quieres tomar algo? –le pregunta Ryuuzaki llendo hacia la cocina
- No gracias, así estoy bien, y… ¿y donde dormiré yo? – pregunta mirando a su alrededor
- En vista de que hay tres habitaciones, una la ocupó yo, la otra mi tutor Watari y la tercera es un estudio de trabajo, tendrás que dormir conmigo – poniendo la sonrisa más inocente que pudo poner
- ¿¡Contigo!? – sintió que se sonrojaba por completo- Si, no tienes ningún problema, ¿cierto? – le dice de una manera segura y sensual
“Maldito, me está provocando” pensaba Light mientras seguía a Ryuuzaki hacía su habitación
“Por favor que funcione, realmente me gusta este chico” pensaba Ryuuzaki mientras abría la puerta
“Un bella habitación pero no tanto como Ryuuzaki”
“¿Qué pasaría si…?” Ryuuzaki se quita sensualmente su remera blanca mostrando su atlético cuerpo
“¡Demonios! ¡Está increíble!” siguiéndole el juego se quita la camisa
- Hace calor esta noche, ¿Te molesta si duermo solamente en ropa interior? – le dice Light quitándose los pantalones
- En… - se sonrojo de la sorpresa - Seguro, yo pensaba lo mismo – responde Ryuuzaki con una mirada pervertida – ven quiero mostrarte algo – toma a Light de la mano y lo arrastra hacía una puerta corrediza muy amplia y abriéndola le muestra la fabulosa vista que allí se ofrecía - ¿y? ¿Te gusta?
- Si – estaba un poco nervioso, pero al fin se decidió.
Soltó la mano de Elle y lo tomo sensualmente por la cintura, y luego colocando sus manos en la blanca espalda del pelinegro, este se dio vuelta y mirándolo a los ojos, pone sus manos en la base de la cabeza del castaño y empieza besarlo, al principio el beso era dulce y tierno, lentamente se torna más pasional hasta que sus lenguas comenzaron a jugar entre sí. Pasado un rato estos comienzan a moverse hacía la cama sin dejar de besarse, logrando caer de espaldas en las sabanas de algodón egipcio, se mueven un poco hasta quedar apoyados en las almohadas y sin dejar de besarse se desprenden de la última prenda que les quedaba. Light estaba muy entretenido besando el cuello de Ryuuzaki, mientras este acariciaba cada parte del cuerpo del castaño, luego tomando el miembro del chico empieza a masturbarlo con una perversión nunca antes vista. Light se retorcía de placer, estaba en el paraíso, hasta que el pelinegro soltó su miembro y dio vuelta a Light para quedar encima de él, besando su bellísimo pecho, y jugando con las tetillas del castaño, este toma a Elle por los hombros y comienza a besarlo nuevamente, y sentándolo en la cama, luego lo da vuelta para que quedara espaldas de él, toma nuevamente su rostro y lo besa dulcemente, pero solo era una distracción, sin que el pelinegro se diera cuenta puso su mano en su entrada y luego colocando un primer dedo.
- Aah – quejido de dolor por la intromisión
- Tranquilo, no pasa nada, está bien – dice tomando su pecho, besando su cuello y metiendo el segundo dedo
- Por favor, Light, ya estoy listo – dice luego de que el castaño metiera el tercer dedo.
Light no se hiso esperar, saco los dedos y los reemplazo por su propio miembro, penetro al peligro hasta lo más profundo y lo embistió rápidamente, Light no pensaba solo respondía a sus impulsos, Ryuuzaki cada vez que abría la boca solo pronunciaba gemidos, esto a Light lo volvía loco, y respondía acelerando las embestidas.
- Ya falta…aah… poco – Elle sentía que se le venía el orgasmo
- ¡Si lo sé! – respondió Light, pero casi enseguida Light pronunció un profundo gemido y liberando toda su esencia dentro de Ryuuzaki.
Quedaron en la posición que estaban por unos segundos, luego ambos cayeron rendidos en la cama, Elle miró a Light a los ojos se acerco a él para abrazarlo por la cintura, este le responde poniendo sus manos en la espalda de Ryuuzaki y tomando la sabana que tenía más cerca cubriéndolos a ambos, luego de hecho esto acaricia cariñosamente los cabellos del pelinegro, ambos ya se estaban durmiendo, pero no sin que antes Ryuuzaki le dedicara unas palabras al castaño:
- Light…
- Si Elle
- Te amo
- Y yo a ti
- ¿Es cierto?
- Por supuesto, te amo desde que te acercaste a mí en esa cafetería
- ¿Esto no es un sueño, cierto?
- No lo es, es real
- ¿Me seguirás amando en la mañana?
- Siempre – y luego ambos quedaron dormidos