Mi nombre es Kiyoshi Yamane...
Tengo catorce años, estatura pequeña y soy bastante delgado.
No es que me envanezca demasiado de mi físico.
(¡Mentira! ¡Mentiraaaaaaaa! ¡Mentiraaaaaa! SOY KAWAII REALMENTE LO SOY OHHH QUE ADORABLE ME VEO CADA VEZ QUE ME MIRO AL ESPEJO ¡¡SOY UN PEQUEÑO PRÍNCIPE!!)
Eto...
(Reprimiendo ataque de egolatría uke)
Como decía no tengo nada en particular, cabellos marrones y ojos del mismo color.
Voy a la secundaria Eternal High School como todos los muchachos de aquí.
Me encantan las cerezas y los helados así como las cosas pequeñas y delicadas.
(¡¡COMO YO!! ¡¡COMO YO!! TODO LO QUE HAGA JUEGO CONMIGO ES TAN KYAAAAAA)
Segundo Eto...
Pero si me preguntan cuál es mi especialidad... dire que sinceramente...
Yo...
(Absolutamente sonrojado)
Yo...
Me dedico... a...
(Definitivamente sonrojado)
... b u s c a r m e u n n o v i o
(Dios... lo dije pero qué vergûenza... ojojojo... seguramente me veia muy mono también con las mejillas doradas)
¿Lo repito?
Bueno, me dedico a buscarme un novio...
(Sí a buscarme un novio, buscarme un novio, buscarme un novio, ¿qué hay algún problema con eso? ¿no tienen orejas o que? no creo ser el primer uke que se busca uno... o si...)
Por causa de una colección insana de mangas románticos y animes del mismo tipo me he forjado una idea demasiado buena del amor.
Y no aceptaré un centímetro menos de lo que merezco.
Sé de los árboles de sakura deshojados con el viento, de las promesas, de los abrazos tiernos de seme y de las voces super románticas así como de los hilos rojos que unen los dedos de los enamorados.
También de los primeros besos, de las flores y los hermosos encuentros cuando ambos enamorados corren para estar uno en brazos del otro.
Esa es la esencia del romance... y lo que yo quiero de una vez y para siempre...
Desde el año pasado empecé mi ambicioso proyecto de reunir a mis candidatos al trono del seme perfecto. (Para míiii todo para miiiii)
Fue un trabajo titánico.
Tuve que observar mucho sus costumbres despiadadas e ir descartando de lejos las características que más me asustaban.
De hecho creo que casi todos los semes tienen algo a qué temerle... que te hace salir horrorizado... y por lo general mis observaciones fueron malinterpretadas por ellos que estuvieron a punto de forzarme sólo por que posaba mis ojos en ellos durante algo más de un minuto.
(Me pregunto si las hormonas de un seme son una fábrica de eterno trabajo...)
Luego de unos rasguños y de tener que estrenar mi gas pimienta anti-pervertidos, pude hacer una guía muy completa de los seme y conocerlos adecuadamente para saber que definitivamente me gustan los del tipo 8.
Son del tipo tranquilo, reflexivo, culto y muy amables.
De hecho creo que son muy difíciles de encontrar.
Pasé medio año intentando acercarme disimuladamente a todo aquel que tuviese una personalidad parecida a mi deseo.
Pero siempre me llevaba chascos terribles.
Todo se venía abajo de una manera u otra mi amor soñado estaba muy lejos de esas personas banales y torpes.
Llegué a perder la fe en encontrar lo que buscaba.
Hasta reflexionaba sobre tomar mis votos de sacerdote cristiano y vivir alejado en una pequeña comunidad orando hasta el fin de mis días.
Entonces llegó a mi vida Taka Morihiro.
Era un profesor trasladado seis años mayor que yo.
El día que vino a la escuela le mandaron directamente a la biblioteca para que se presente ante el encargado.
Yo estaba recibiendo la lista de obras que tendríamos que leer durante el bimestre y al salir me choqué directamente con él.
Lo primero que vi fue su mano extendida.
Oí su voz preguntándome si estaba bien...
Tomé su mano para levantarme y quedamos frente a frente.
Lo pude ver... habían lucecitas y brillitos en nuestro encuentro...
Era más alto que yo...
Se veía bastante pacífico y reflexivo... confiable, íntegro... waaaaaaaaaaaaaaaaa
(Dejadme tomar aliento que en este momento empieza la caída de baba de la felicidad)
Lo sabía... él era mi novio... mi 8 tan soñado... el seme perfecto.
Pronto se destacó entre los otros maestros por su seriedad y su comportamiento equilibrado.
Gustaba más de las actividades intelectuales que de los deportes pero eso no significaba que fuera torpe para ellos.
Con su uniforme de kendo se veia tan masculino...
Aunque verle leyendo bajo un árbol era indudablemente encantador.
Si no hubiese sido por que nos chocamos quizás nunca me habría atrevido a acercarme temiendo que me considerase un muchacho fácil.
Pero agradecía a Dios aquella casualidad por que desde ese día me consideró como un buen amigo.
(Nunca un golpe me había hecho tan endemoniadamente feliz)
Tenía bastante preferencia por mí... era un tipo de familiaridad distinta a la que tenía con los demás... mil veces estuve a punto de rogarle que me llamase Kiyo-chan y no Yamane kun como solía hacerlo... para sentir más de cerca su trato especial...
Yo evidentemente andaba en las estrellas...
Luego de clases solía sentarme junto a él a leer en silencio.
Y tomábamos el mismo camino por que la estación de tren quedaba cerca a mi casa.
(La verdad quedaba como a veinte cuadras pero si se lo hubiese dicho no me hubiera dejado acompañarle)
Nos quedábamos en la tienda de dulces y permitía que eligiera el mío con tranquilidad.
Luego me despedía con una sonrisa que me derretía y se iba.
(Este es el momento donde dicen awwwwwwwwwwwwwww que románticos)
-------------------------------------------------------
Ahora si están preguntándose cuál es el problema de todo esto...
Es que... eto... ha pasado ya medio año, voy a cumplir quince... y aún andamos en las mismas...
Según mis cálculos ya debe haberse enterado de que me gusta y por lo que veo yo no le soy indiferente.
Entonces por qué... por qué aún no me ha pedido salir...
Cada día me esfuerzo mucho en ponerme más lindo de lo que soy.
(ohhh eso es casi imposible pero lo intento ojojojo que humilde soy)
Y mi cabello está suave y brillante, sigo siendo delgado y bonito, a veces uso cosas muy muy kawaii como gorritos o bufandas llenas de ternura.
Mi voz es la adecuada, siempre delicada, inocente, uke...
Incluso le he preparado un obento para el día del maestro...
Ha atado mi bufanda alrededor de mi cuello...
Hemos ido a un festival vestidos con ropa tradicional...
Paseamos por la ruta llena de árboles, al atardecer, sonreímos, hasta ha colocado su mano sobre mis cabellos...
... y nada... nada de nada... sigo diciéndole Morihiro san... y yo sigo siendo Yamane-kun...
(¿Pero qué se estaba esperando este seme baka para pedírmelo?)
Ni siquiera si dilata nuestro amor puedo decir que es menos perfecto de lo que es...
Solo que estos días me ha andado aterrando mucho una cosa...
Y si no le gusto...
Y si... realmente es tan amable y cálido conmigo por que no me ve como alguien de quien se pueda enamorar.
Me pase toda la noche pensando en eso y en clases me quedé dormido en el banco a pesar que todos los profesores me llamaron la atención.
No podía pasar un bocado por lo que mi debilidad empezaba a llegar a extremos increíbles.
Estaba hecho ya una desgracia... lo único que rogaba era que él no se enterara de mi situación... no había nada más terrible que luego de medio año para aparecer ante él como el uke 8 también, me viese caer de esa manera en el sucio lodo de la vulgaridad.
Ni siquiera había planchado mi camisa y no había lavado mis cabellos... deseaba huir todo lo que se pudiese de la escuela antes que me encontrase.
Eludir nuestra hora de regreso era una tarea titánica pero lo conseguiría si iba al pasillo C, bajaba, subía, bajaba, subía, bajaba, subía, iba a la derecha y corría por medio perejil sin sentido hasta perderme.
(Todo un plan maestro de mi invención)
Lo que no tomé en cuenta era que mi debilidad me delataría rápidamente y apenas pude arrastrarme al pasillo C.
Entonces escuché las terribles palabras de mis compañeros:
- ¡Morihiro sensei! ¡Yamane kun se está desmayando!
Me agité con todas mis fuerzas para impedir que me ayudaran
- No es nada... déjenme... sólo...
Cuando apareció sentía que era mi completa derrota.
Aún intenté forcejear para huir de él.
- Yamane kun...
- He dicho... que me dejen solo...
- ¡Yamane kun!
- Por una vez en tu vida... déjame solo...
Luego intenté dar un paso hacia adelante sin éxito.
Morihiro sensei fue hacia mí y me levantó entre sus brazos.
Antes de desmayarme le dije...
- ... baka...
----------------------------------------------------------
Sentado de espaldas sobre la cama, mirando hacia la ventana estaba esperando a que me despierte.
Fingí dormir un poco más.
Por sobre la sábana puso su mano sobre la mía.
¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! era la señal del cielo que estaba esperando.
- Morihiro sensei... - dije emocionado.
- Yamane kun... - respondió - ... me alegra que estés mejor... yo... yo...
Me lo iba a pedir, claro que me lo iba a pedir.
- yo... he llamado a tu casa para avisar que te ibas a quedar un momento por que estabas indispuesto... no te preocupes...
- ohhh... um...
Me sentia un poco engañado... ese era mi seme mi gran 8 y debía pedírmelo ya... sino... sino... significaba que no le gustaba para nada...
- Por cierto Yamane kun... has estado muy raro esta semana... y me parece que estás descuidandote un poco ¿tienes algún problema en casa?... puedes hablar conmigo...vamos, confía en mí...
- ... un problema... un problema...
- Así es...
- La verdad que tengo un problema muy grande... pero no creo que tenga solución...
- Todos los problemas tienen solución...
- Hum...
- Vamos...
- Me gusta mucho una persona... es muy perfecta... y llevamos una buena amistad... pero yo quiero algo más... sólo que... me averguenza ser yo el que lo pida... pensé que él lo haría... pero aún no...
Sin esperar a que diga nada más me abrazó entre las sábanas y me besó.
Se me salió hasta el alma de un suspiro con semejante beso.
- Espero ser yo esa persona - dijo - ... sino creo que tenemos un problema... Kiyo-chan por que tú me gustas... demasiado...
- Taka...
- Siempre tan dulce y perfecto... que pensé que... nunca podría gustarte una persona como yo...
(¡¡... awwwwwwwwwwwwwww... y más awwwwwwwwwwwwwwww para mí!!)
Le tomé del rostro muy emocionado.
- Taka...
- Kiyo-chan... suki...
¿No lo ven...? era mi 8 soñado...
Digo era por una sencilla razón...
Luego empezó a mover sus manos sobre mi persona de una manera un tanto... indecorosa.
- Taka kun...
- Hemos perdido mucho tiempo... Kiyo chan... y es el momento de hacerlo...
- Etoooooo ¡Un momentitoooooooo! ¡Stop!
- Si...
- Un ocho no hace eso...
- Ohhh te refieres a los números de tu librito... el que se cayó cuando te desmayaste... disculpa pero yo me definiría más como un número uno.
- ¿Número uno?
"Peligrosísismo ejemplar que bajo una cubierta de tranquilidad, civilización, hermosura y cultura oculta a un individuo insaciablemente sexual y con manías eróticas pervertidas además de personalidad posesiva, ególatra, obsesiva y compulsiva... primero tiende su red de gentileza esperando que el uke caiga y prácticamente le declare su amor para que no haya escapatoria... este es un seme de temer por que aplica toda su inteligencia y sabiduría en favor del erotismo y cuando desea a un uke no lo suelta hasta la muerte... PD: la unica cosa que queda es huiiiiiiiiiiiiiiiiiir"
- Oh oh...
- ¿Y bien...?
- Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaak
A pesar que ahora mismo estoy intentando defenderme de él en esta cama... hay algo en él que me dice que sí es mi seme perfecto...
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español