Aspiro profundamente el aire que comenzaba a enfriarse a medida que la puesta de sol iba acercándose, un espectáculo de colores ofrecido por la naturaleza que el no apreciaría, bien por que quedaba oculto por los lúgubres edificios que adornaban el paisaje en esa ciudad que para muchos era pintores, hasta romántica.
Pero no para el, en su mente no había espacio, para nada que no fuera ella, y la “misión” que se había auto-impuesto.
Movió lo cabeza en un gesto negativo para sacar esos pensamientos de su mentes por ahora lo primero que debía hacer era buscar un sitio donde pasar la noche, avanzo un paso hacia delante cuando fue detenido por un par de brazos que lo impulsaron de vuelta a la calzada, giro su rostro para conocer la identidad de la persona que lo había salvado
Se quedo estático y por unos momentos se perdió en las profundidades de esos ojos que lo miraban desde abajo, eran de esos ojos peculiares que a un tiempo se ven castaños y a otro verdes,
Un impulso recorrió su espina dorsal enviando corrientes eléctricas por todo su cuerpo en que estas pensando esa voz practica-racional tomo control de la situación, al fijarse a quien pertenecían aquellos ojos, no es mas que un niño, un adolescente a lo sumo, observo de arriba abajo, a su acompañante, con una mezcla entre horror y aburrimiento al darse cuenta como iba vestido, solo otro de esos prostitutos trasvertidos que tanto abunda en las grandes ciudades
Que buscaba... ¿matargse?- replico con una voz llena de aprehensión que revelaba que su dueño debía estar alrededor de los 17 años
Se había dado cuenta que iba a comenzar a cruzar la calle sin fijarse en el trafico su mente no daba para mas, es suficiente, así que prefirió ignorar al joven que hacia las veces de esperpento suburbano lleno de brillo y maquillaje excesivo, ataviado en lo que parecía una vestimenta sacada de un video de glam rock de los 70’s
El resto de la noche fue bastante tranquila, en un hotel nada envidiable que había conseguido en el centro a un precio bastante razonable, suspiro acostado en la cama, con una luz blanca artificial colándose a través de las persianas en la pared a un costado, lentamente se dejo caer en un letargo carente de sueños, como le sucedía de un tiempo para acá desde que se fue, desde que comenzaron las discusiones entre ellos y tu te hacías el desentendido fue su ultimo pensamiento coherente antes de que lo invadiera el sopor
Al día siguiente se despertó con una pesadez que inmovilizaba sus músculos y le inducia pensamientos bastante lúgubres que en un día cualquiera lo habrían retenido en la cama, sin comer, cómodamente insensible, pero este no es el caso había viajado con la resolución de hallar a Emilie, para obligarla a volver a arreglar todo lo que estúpidamente abandono, en lo que el suponía fue un impulso egoísta
Se desperezo, se ducho, compro un plano de la ciudad y se dispuso a recorrerla, dio vueltas y vueltas, trayecto tras trayecto recorrió esa ciudad de 105 kilómetros, habitada por aproximadamente 2.153.600 habitantes, como rezaba el anuncio en la parte trasera del mapa, estaba invadido por una gran desolación, sabia que no iba a ser fácil encontrarla, ni rápido, pero empezaba a desesperarse
La tarde apenas comenzaba a descender cuando se apeo del autobús, en dirección a un lugar en el que le habían sugerido, podía alquilar un auto, después del aburrido pero rápido papeleo, se encontró nuevamente recorriendo las calles parisinas en su búsqueda, de eso hacia ya dos horas, su mente se hallaba abstraída con la imagen de aquella chica, a la que tenia que encontrar y llevar de vuelta a Inglaterra para que arreglara un par de vidas que quedaron destruidas con su huida, sentía rabia y dolor, al mismo tiempo entremezclado en su interior produciéndole un cálido vacio que apenas percibía
Decidió olvidar todo y a todos… solo por una noche… solo por esa noche, saliendo de su ensimismamiento se dio cuenta de que ya se había echo de noche, miró su reloj mierda, pasaron cuatro horas mientras pensaba estúpidamente en nada estaba justamente frente al lugar donde quería estar… un bar de esos pequeños de mala muerte que tienes apartamentos en pisos superiores, apenas un antro un lugar perdido en el corazón de esa gran ciudad francesa, un lugar que pasaba desapercibido.
Respiro hondo y aparco el coche, entro al bar, y pidió whiskey seco, el odiaba la cerveza, después del segundo vaso sintió la “llamada de la naturaleza” y busco en vano un baño en esa estancia, por lo que decidió aventurarse por las escaleras.
Al llegar al 5to piso vio una puerta entreabierta de la cual salía una débil luz amarillenta, la curiosidad todo lo pudo y se acercó
Sobre una cama esposado, completamente desnudo se encontraba, el chico que había tropezado el día anterior, este se sobresalto al percatarse de su presencia, pero esbozo una sonrisa al reconocerlo
John se quedo unos segundos abstraído viendo el cuerpo del joven que yacía sobre aquel camastro, no tenía nada de envidiable, pero se veía tan pequeño e indefenso que hipnotizaba.
Se repuso enseguida y se le acerco
-¿excuse-mohttp://i73.photobucket.com/albums/i227/clairegregs/carl_pete_94kR.jpgi puede ayudargme señorg?- pidió/suplicó el chico señalando con la cabeza las llaves que se encontraban en una mesita – rápido… antes que regrese
John solo asintió casi imperceptiblemente con la cabeza, no tenía ni una puta idea sobre que debía decir o pensar, al verse libre, el chico se abalanzo (casi) sobre la ropa que se encontraba esparcida sobre el suelo, vistiéndose desordenadamente rápido, al terminar su tarea se quedo viendo detenidamente a John a los ojos, sentía que podía perderse en esas orbes aparentemente tan inexpresivas
-¿Y ahora que?- pregunto tímidamente sin apartar la vista de aquel rostro que lo seguía mirando sin expresión
-yo tengo hambre así que iré a comer… no se tu-
- está invitando a comerg a un desconocido… ¿no le pargece un poco descabellada la idea?-
-mas descabellada que encontrarme a ese mismo desconocido desnudo y esposado no-
Se enrojeció violentamente tras este ultimo comentario, pero acepto la mano que le estaba tendiendo y se encaminaron juntos hacia la salida
Al entrar en el asiento del copiloto pudo observar el estado del maquillaje en su rostro, se enfureció instantáneamente
-¡MERDE! ¡BORDEL!- exclamó con el mas adorable acento francés
-que sucede- pregunto John
-mi maquillaje, ¡¡es un desagtre!!
-hmm… podemos ir a mi cuarto de hotel para que te laves el rostro… ¿te parece?-
-oh no, no quiero ser una molestia- dijo sonrosado otra vez
-no tengo muchas cosas que hacer así que no interesa-
-grracias- dijo esbozando una sonrisa algo triste
Llegaron al hotel y subieron silenciosamente las escaleras hacia la habitación.
John colocó una toalla pequeña junto al lavamanos mientras le dijo en apenas un susurro
-todavía no has dicho tu nombre-
-usted tampoco el suyo-
-hmm bastante justo… me llamo John, John hassall, y no me trates de usted… que no soy tan mayor-
-oh, lo siento, soy Baptiste- había considerado mentirle, pero al fin decidió que no- sabes…-dijo mirando su reflejo ya limpio, en el espejo- mi madre siempre me decía que no debo hablar con extraños
-mírame- dijo girándolo suavemente por los hombros- ¿crees que tu vida esta en peligro?
Baptiste solo esbozo una sonrisa, y a continuación hizo algo que horas antes no habría ni soñado.
Se puso de puntitas y beso suavemente los labios de John… apenas un roce… lo suficientemente cálido para que en ese segundo los dos comprendieran que estaban al frente de la persona con la que querían pasar el resto de sus vidas
Ese beso fue seguido de uno mas apasionado por parte de John, que se desencadenó en un desenfrenado intercambio de besos y caricias incitados por los suaves gemidos que producía el pequeño a medida que aumentaba la fricción de sus cuerpos, y sentía su ser invadido por el cálido liquido producto del orgasmo doble mas increíble que John hubiera imaginado en su vida. Cuándo se disponía a salir del cuerpo de Baptiste este lo detuvo respirando entrecortadamente.
-porg favorg… quédate un poco mas asi… esto es nuevo… quiegro seguir sintiéndolo-
-El otro lo miro sorprendido, creía haber escuchado mal- ¿nuevo?... es imposible que seas virgen ¿cierto? ¿y el pervertido del bar? ¿es que acaso no eres…?
-Progstituto, si, je sais, perog es diferengte…totalmente… ellos me hacen sentir como un merog objeto de placer contigo fue como si…
-¿si nuestros cuerpos y almas se fusionaran en uno solo y no existiera nada mas?-
- si lo se, se que suena trigllado perog…-
-No no lo suena… es exactamente lo que sentí- dijo sonriéndole como no le había sonreído a nadie en mucho tiempo, una sonrisa cálida y sincera… que todo lo podía
Se levanto con la primera luz del alba, con ese cuerpo todavía pegado al suyo… todo brazos y piernas entrelazadas y reitero lo que había pensado la noche anterior… era con el que quería pasara todas sus noches… solo con el, y quería levantarse cada mañana junto a ese mismo cuerpo
Es increíble como la manera en que tu mente sabe exactamente lo que quieres y necesitas sin siquiera tener que meditarlo durante demasiado tiempo
Intento incorporarse sin levantar al otro, pero fue en vano, enseguida los ojos adormilados de John los miraron y sus brazos lo atrajeron en un cálido abrazo.
-que quieres desayunar- pregunto mientras dejaba que sus narices se rozaran en una delicada caricia-
-eeeuu… no se… lo que tu quierags… me basta con estar a tu lado ^^
- si sigues diciendo cosas como esas no iremos a desayunar nunca- dijo dándole un beso ligero
Se ducharon y en menos de una hora estaban en un restaurante con una bandeja de baguettes cortados en rodajas y dos platos humeantes frente a ellos
-¡¡no pogdría!! Si seguimos con este rigmo no podré levantarme en un mes- Baptiste estaba riendo como nunca en su vida lo había hecho
El otro solo respondió arrojándole migajas de pan que solo sirvieron para incrementar sus risas… cuando de repente vio pasar una silueta… diferente corte de pelo… pero estaba seguro era ella
Salió corriendo del restaurante seguido de cerca por un azorado Baptiste, cuando llego hasta ella la sostuvo por la espalda… por que al darse cuenta de quien era, se intento zafar por todos los medios
Baptiste enciende el auto- dijo airado, el hizo lo que le ordenaban y rápidamente estaban de regreso en la habitación
Ella se encontraba sentada en la cama mirando con reproche a John
-Nada de esto era necesario…-
-claro que lo era, maldita sea… Emilie… tienes que entrar en razón… por favor… vuelve… te necesitan-
-dijiste te necesitan… no te necesitamos- dijo y su cara se encogió en una mueca de triste y angustiosa desesperación-
-si… algún momento debía superarlo… el amor eterno no es para siempre… tu mejor que nadie debe saberlo…-
- eso duele…como no tienes idea-
-le he pedido que venga a vivir conmigo… a Inglaterra-
- ¿a quien?-
-a Baptiste-
- mierda John lo conociste ayer... solo conoces de el su nombre-
-es lo único que necesito saber… el pasado no importa… eso era lo que no entendía antes… ese fue mi error contigo-
-…-
-como sea, el aceptó, partiremos cuanto antes y tu vendrás con nosotros-
-¿y si me niego?-
-no lo harás…-
-como estas tan seguro-
-por que todavía me amas… y a ellos tampoco los has olvidado…-
Dicho esto la abrazo para que pudiera llorar… llorar todo los sentimientos que dolorosamente había guardado y negado, mientras el joven Baptiste los miraba desde la puerta con ojos llenos de felicidad, esperanza y cariño… sobre todo cariño…