Que hubiera sido...
Probablemente, luego de haber salido de aquel viejo departamento en donde llevaban a cavo el seguimiento del Segundo Kira, hubieran efectuado el plan
El en su auto, señuelo del secuestro
El es su moto, llevándose a la vocera de Kira
En medio del humo, confundiéndose con el de un cigarrillo, saliendo de allí a toda velocidad.
Y la hubiera matado si era necesario, le arrancaría toda la información, parte por parte. Mas el no le quiso sacar la ropa, se sentiría culpable.
Estaba planeado, la llevaría hasta aquel lejano lugar, donde lo esperaría a el también.
Mientras el otro lograba huir, metiéndose por ese callejón planeado hábilmente que lo conduciría hasta "la tierra prometida"
Luego de la hora de la verdad, irían a refregarle la realidad en la cara al dios falso, por otro lado, el pequeño muchacho se encargaría de X Kira
Todo era perfecto...a prueba de fallas.
Sin siquiera medirlo, sabia que con solo haberlo mirado a los ojos el albino sabia todo, y cuando dice todo...es TODO.
Y...finalmente, podrían escapar, volver a reír como los niños que eran, soñar, soñar con tener un futuro juntos.
El rubio y el pelirrojo, dejarían de ser criminales fugitivos, ahora solo serian Mihael y Mail...dos muchachos por la vida intentando ser felices
Viviendo aquí y allá, y nadie se detendría a mirarlos, ni siquiera al rubio borracho que gritaba cosas, ni al otro sujeto riendo a carcajadas
No, nadie, ellos eran 2 mas del montón.
¿Había algo de malo en ello?
-y bien?...-termino de trazar meticulosamente los planos, explicar la estrategia, no iba a ser nada fácil
-me parece perfecto, lo que tu dices siempre es perfecto-intento sonreír, pero la cara y el miedo no le dejaban
-...ahora me dirás que es lo que me querías decir?-el rubio se recostó, relajando las extremidades por un segundo, diviso el reloj de pared, faltaba un minuto para que dieran las 6, quiso morder su chocolate, pero el estomago le dijo que no.
El titubeó, como si el silencio hablara por el, le iba a decir la verdad, no quería dejar esto como una simple parábola de la amistad, no sabiendo que su manera de ver las cosas era otra
-...bien ya nos tenemos que ir-se levanto y tomo su chaqueta y el casco-sea lo que sea dímelo ahora o cállate para siempre-sonrió despejando algunos mechones dorados rebeldes
Callaría para siempre, pensó
-no...esta bien, te lo diré cuando regresemos-el pelirrojo tomo las llaves del auto y salio detrás del rubio
-esta bien-un instante de alegría e inseguridad le invadió, el también esperaba regresar pronto, festejar y poder decirle algo también, algo que quería guardar hasta entonces, ni siquiera pensó que le tendría que decir el otro, seguro algo relacionado a un nuevo videojuego...era tan predecible.
Ambos vehículos arrancaron al mismo tiempo, la moto iba detrás, el rojo brillante flameaba a gran velocidad delante, solo mermándola cerca del objetivo.
Si...seguramente, luego de esto, todo estaría bien
Pero...
Nadie contó con los disparos
Nadie contó con que estarían preparados
Nadie contó con que ella tendría ese estupido pedazo de papel
Nadie contó con que esto se iria por la borda
No...
Él si lo tuvo en cuenta
Pero como un sordo paso de largo, los malos presentimientos e inseguridad no estaban en su diccionario
Así estaba...por su estupida actitud impulsiva habían terminado en esto
Ante sus ojos, una pantalla reflejaba lo peor
Y quiso gritar, llorar y maldecir.
Y es que, seguramente en algún otro lugar, en algún otro momento, estarían dos muchachos caminando regreso a casa, abrazados como viejos amigos
Y susurro, en su lecho de muerte
Aquellas palabras que esperaba decirle
Esperando que el viento las arrastrara y se las llevara hasta su amigo
Lamentablemente, el final había sido otro.