~One Shot/Song Fic~
Quizás no fue el tiempo ni fue el momento
No tiene lógica el argumento
A veces la vida es así
-Quiero tomarme un tiempo…-
Que argumento más estúpido…
Ahora que me doy cuenta de mis palabras, me siento arrepentido de haberlas pronunciado. Tú viva imagen con maletas en la puerta se asoma por mi mente… Tratando de aguantar las ganas de llorar en esa despedida casi obligada. No medite, no imagine… Nada ni nadie pudo cambiar esa decisión tan drástica que había tomado ese día.
Y solo recibí una respuesta, convincente, clara y muy calmada… ~Si así lo quieres… Lo comprendo~. Pensé en algún momento que me reprocharías, que me dirías una sarta de cosas para que recapacitara. Pero no… Con tú rostro calmado, apoyando tus manos sobre las mías, me dedicaste la ultima mirada de amor. El último beso…
Tan cerca estuvimos alma con alma
Tu piel con mi piel quemó toda la calma
Aún no pudimos concebir
El beso que se transformo en la última pasión, tú esencia recorriendo mi cuerpo, uniéndonos por última vez, como di ese encuentro amoroso… era igual a los anteriores. Juntamos nuestras almas uniéndolas por última vez…
Al despertar te vi en la puerta de la habitación, con tu hermosa chaqueta favorita, la cual yo te di… y tú amabas. Con tus grandes maletas en la puerta, dedicándome una mirada lagrimosa y un ultimo “te amo”, para desaparecer del apartamento.
Que el hecho de no actuar y no abrazar lo que era nuestro
Fue el error que viviré para siempre
¿Cómo sería?
Que hubiera sido de mí
Si ese día no te hubiera dejado partir
Desde ese día, deambulo por el inmueble que solíamos compartir como pareja. Buscando a tientas tú olor y tú presencia, más lo único que encuentro son recuerdos esparcidos por todo el lugar. Tu sonrisa y tus buenos ánimos… Aquellos que ese día se esfumaron susurrándome un “te amo” y un “adiós”. ¿Fue un error? ¿Fue un error acaso dejarte ir? Y yo… mirando como te mordías el labio inferior, mirando en tanto mis manos, trataban de buscar las sabanas al verme desprovisto de ropa. Y tarde recordé lo que había pasado.
¿Cómo sería?
Besar tus labios cada amanecer
Poder perderme cada noche en tu querer
¿Cómo sería?
Y es ahora que extraño cada milímetro de tu piel. Es ahora cuando extraño tus dulces y calidos besos que me quitaban el poco sueño que aun demostraban mis acciones. Cuando cada noche entrelazabas mi mano con la tuya, obligándome a que mirara aquellos profundos pozos negros que te dieron por ojos. Me perdía, mientras tú acariciabas mi mejilla, diciéndome “buenas noches” y plantabas un gran beso en mi frente, para luego dormirnos abrazados.
Por culpa del miedo o del abandono
sinceramente no sabía como
apostar un beso contra la eternidad
¿Cómo? ¿Como ocurrió todo? Porque… esa relación aparentemente feliz que solíamos tener se termino derrumbando… Aquel amor eterno que nos jurábamos todos los días mirando la puesta de sol por la ventana. Todo se quebró como un cristal… el día que ya no podía mirarte a los ojos, el día que no me hice merecedor de tus caricias, el día que deje de quererme a mi mismo, y por tanto… a ti también.
Pero… me arrepiento, si, lo hago. En este momento solo puedo abrazar a la almohada que solías usar, la cual aun mantiene tu hermoso aroma, así como el poder simular que andas de viaje, que volverás pronto.
Vivo en una mentira de cristal.
Quizás soy el culpable de este destino
y sé que hoy no haría lo mismo
no te dejaría escapar
El hecho de no actuar y no abrazar lo que era nuestro
fue el error que viviré para siempre
Si retrocediera el tiempo, te detendría. Me levantaría de la cama, tomándote la mano, diciéndote que todo fue un mal entendido… Te besaría probando ese dulce sabor que tenían tus carnosos labios. Pero… no puedo. Y esa es la cruz que me cargo, esa es la cruz pesada que llevo en mis hombros. Porque ahora que no te tengo, te necesito… Porque ahora que no pruebo tus labios, es como si me hubieses quitado un vicio.
Ya han pasado varias semanas de nuestra ruptura. En la que sigo recriminándome, al verte muy tomado de la mano de nuestro baterista. Al encontrarte besándolo en el ascensor luego de que pasaran 4 semanas de nuestro distanciamiento. Al parecer… no perdías el tiempo. Buscabas en él la felicidad que yo, por mi inseguridad, no sabia brindarte. Él, siempre con una sonrisa te espero, él siempre con una palabra de aliento te ayudo a “superar” ese momento… y ahora, felices y campantes me muestran su amor.
¿Cómo sería?
que hubiera sido de mí
si ese día no te hubiera dejado partir
Ahora solo puedo asomar mi cara entre los hombros de mis compañeros, sonriendo fingidamente, ante esa relación que había empezado a nacer entre ustedes dos. Sonriendo fingidamente… mientras mí corazón se rompía al ver que ya no tenía oportunidad alguna contigo. Al ver que habías volteado la pagina de una vez, para empezar una nueva etapa junto a él. ¿Y yo? Yo desdichadamente los miraba, envidiando su felicidad y a la vez envidiándolo a él, porque tenía los besos que yo desperdicie por idiota. Envidiándolo, ya que ahora él recibe las caricias que antes recibía yo…
¿Cómo sería?
besar tus labios cada amanecer
poder perderme cada noche en tu querer
¿Cómo seria?
Le envidio…
Le envidio porque ahora él prueba tus labios, degustándolos a cada segundo.
Le envidio porque el ahora se aprende de memoria tú boca, mientras sus manos recorren tú perfecta fisonomía.
Le envidio tantas cosas que perdí el día que te alejaste de mí… Buscando la felicidad en manos de ese chico con hermosa sonrisa perfecta.
Ya no podría ver tú cara al despertar, ya no vería tus berrinches al ver que no querías ensayar, ya no vería tu cabello negro frente a mis ojos, ya no vería tantas cosas… Cosas que ahora realmente extraño. Un pretexto estúpido, un argumento ilógico, que tú aceptaste resignado.
Al parecer, lo nuestro no era lo mismo para ti, y esperabas con ansias el día que te dejaba volar libre.
Soñar sin sentir dudas
¿Cómo sería?
Respirar sin desesperación
¿Cómo sería?
Jamás preguntar quizás
¿Cómo sería…?
Un amor que de a poco se marchitó. Un amor que perdía color. Un amor que con el tiempo se fue desgastando como una cuerda floja. ¿Realmente eso querías?
Tuve miedo el primer día que pase la noche sin ti… Al pasar los días te veía, no más triste que yo, mas no me hablabas… Al mes después te vi tomado de la mano de ese pelinegro batero, donde supuse al fin que tus dudas se habían ido, y habías abierto un libro en blanco. Empezando todo desde cero…
Mientras yo miro al cielo, luego de un ensayo agotador. No me importaba llegar a la hora del queso a mi apartamento solitario. ¿Para qué? ¿Solo para encontrar recuerdos dispersos por la atmósfera…?
Suspiros salían de mis labios sonrosados, mientras una brisa fría pero muy reconfortante llenaba la sala de ensayo. Estaba solo…
-¿Tienes fuego, Shima?
Estaba sentado en el piso cuando oí su tono de voz. Le mire… Su estado era un tanto más deplorable que el mío. Con los ojos hinchados y el cuerpo cansado… Su ruptura con cierto vocal le mantenía en un estado anímico fatal. Se sentó a mi lado y le ofrecí un encendedor de esos baratos. Él lo acepto gustoso y pude ver su sonrisa desaparecida, como un “gracias” salir de su boca y un cigarro para mí.
Allí me di cuenta… que debía darle otra oportunidad al amor.