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El Bar Kenwood por katzel

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Notas del capitulo: n.n solo digo que es shota por que danna es menor de edad, pero no es taaaaaan tan shota ne?

Olivert, tendido sin cambiarse de ropa en el sillón señorial de la sala (el de esa semana por que dios sabía hasta cuando iba a durar)

No quería por nada del mundo subir a su propia habitación, eso significaría compartir la cama con Bryan.

Además de estar seriamente magullado por los proyectiles de Danna y de oficialmente ya no tener cocina (imaginaos el berrinche de la noche anterior), en su interior pesaba la terrible conciencia.

No era justo...

Años de autocontrol tirados por la borda por culpa del alemancito...

... partes vergonzozas de sí mismo arrojadas a la luz frente a los empleados y sobretodo frente al maquiavélico de su hermano.

Una verdadera fuente de calamidades...

Y lo indignante era que no recordaba haberse sentido tan bien desde hacia mucho tiempo.

Los ojitos azules, adormilados se iban cerrando para empezar el sueño.


Bryan, cansado de esperar en la cómoda habitación de Olivert, fue a averiguar la causa de su retraso.

"Por qué no viene a la camita"

Lo encontró como un lirón en el sillón.

"Pues mírenlo nada más, que suerte que sea amplio y entremos los dos, no puedo dejar que se enfríe... lo calentaré muy bien"

Cogió la manta y se envolvío colocando al rubio en su interior.

Apenas se sintió apresado, Olivert intentó zafarse de aquellas tenazas.

- Bryan... ¡pero si tienes toda la cama!...

- Una cama grande con un espacio vacío... prefiero un sillón menos grande con una compañía agradable.

- Vete y déjame dormir...

- ¿No puede tu hermano desear compartir un momento a solas contigo?

- Noooooooo

- Venga, no traeré problemas y me iré antes del amanecer al cuarto, Danna no se dará cuenta, está dormido como una piedra.

Olivert se relajó un poco.

- Ahh o sea que ya te cantó las mañanitas ese salvajito, todo por no querer aceptar que te gusta...

- Eso no es tu asunto...

- Claro que lo es, Oli... nunca te he visto así... estoy preocupado por ti... nunca te vi tan asustado... tan confundido... y tan golpeado...

- Por eso estás aquí...

- Cuando fuiste al bar me sorprendí mucho, no nos habíamos visto en mucho tiempo, eras el hombre de hierro, imperturbable y flemático... pero yo podía ver que llevabas un peso demasiado grande para ti solo...

- Basta

El abrazo fraternal que le dio Bryan protegiéndolo fue cálido y muy serio.

Sólo Olivert conocía esa parte de él.

- Estás aterrado, Oli... pero no tienes por qué estarlo.

- No es miedo...

- Estoy muy feliz de que estés enamorado... has trabajado muy duro sin poder vivir de verdad, luchando por ser maestro, cuidando de mí...

- Pero lo que sucede con Danna no es...

- ¿Lo correcto? y qué es lo adecuado... ¿que cortejes a Miss Rosse aunque sólo te agrade un poco?

- ¿Cómo te has enterado?

- Tus criadas son demasiado habladoras, y me adoran, así que sé todo lo que ha sucedido en esta casa.

- Um... esas mujeres...

- Al igual que yo están preocupadas por ti.

- No puedo estar tranquilo, Bryan. Eso es inmoral, es inadecuado, es delictivo, aprovecharse de...

- Ehhh a este paso creo que si no te aprovechas de él, Danna terminará aprovechándose de ti. Oli, escucha, sé que se ve muy mal, que va contra muchos de los convencionalismos que aprendiste, pero si está ahí, es real... temes que en algún momento cuando se decida su suerte no haya sitio para ti y se lo lleven lejos... dime sinceramente ¿tú crees que el archiduque del infierno va a permitir que lo alejen de ti?

- Um...

- ... imaginemos que se lo llevan... ¿no podrías ir a buscarlo?... yo venderé el bar si necesitas dinero y las tierras que mamá nos dejó.

- ¡Bryan!

- ... incluso digamos que ya no lo ves y cada uno toma su camino... ¿no te parece que es mejor disfrutar a su lado siendo su primer amor que luego vivir toda una existencia preguntándose qué pudo ser?...

- No interesa cómo lo digas, lo que está mal, está mal.

- Siempre le has hecho frente a todo... y si en serio pensaras que está mal ya habrías devuelto al chico... así que definitivamente estás enamorado... os envidio...

- Tonto...

- Siempre te cuidaré... sólo déjame hacerlo, Oli... ya has hecho bastante por mí.

- Hum...

El guapisimo rubio se quedó dormido.

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Bryan se levantó primero.

Viendo que su hermano aún andaba en buenas noches se le ocurrió una idea genial para enfurecer a Danna.

"Es tan berrinchudo que lo disfrutará por completo jojojo"

Le quitó lentamente la camisa a Olivert y él también se deshizo de la suya. Bajó la manta hasta la cintura de ambos arremangando los pantalones dando la impresion de que ambos estaban desnudos sobre el sillón.

Luego se enroscó como le gustaba en la cintura del maestro.

Y su rostro lo puso casi besándolo.

"Perfecto..."

Las criadas empezaron a aglomerarse formando un barullo de murmullos que trapaban por la casa.

Se les caía la baba al ver teóricamente desnudos y entrelazados a dos hombres tan guapos.

"kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa"

Por ahí se iban desmayando.

Danna, cambiado y listo se preguntaba por qué tanta conmoción.

- Y qué andan ustedes mirando... Oh

Imposible continuar hablando.

Bryan al verle disimuladamente la cara quería matarse a carcajadas pero siguió desempeñando su papel.

- ¡Ac! ¡ec! ¡ic! ¡oc! ¡uc! - gritó Danna señalándolos pero sin poder concebir una idea fija.

El maquiavélico hermano hizo como si recién despertara.

- Ohhhh dios pero qué noche... qué noche... ahhhh... cuánto romance... cuánta pasión... y cuánto sexo... fue inolvidable...

Olivert sentía algo de frío en los hombros.

- Um.. que...

Danna el "pie grande" fue y rompió el sillón en dos con su terrible fuerza.

- ¡SUCIOS-INMORALES-PUERCOS-COCHINOS-EROTICOS-DE-*********! ¡INFELICES-*********** DE MAPACHE EN CELO-HIJOS DE BELIAL! ICH...

Pues lanzó los mas gruesos insultos germanos en un popurrí digno de grabarse.

En un lado del sillón giraba Olivert con la manta y en el otro estaba Bryan.

Olivert se puso en pie mientras la tela se deslizaba hasta sus pies.

Según sus suposiciones, si ellos pensaban que andaba desnudo mínimamente tenían que haberse cubierto los ojos al verlo por pudor y decencia.

Pero Danna y las mucamas en vez de eso avanzaron la cabeza y aguzaron los ojos en la mitad inferior de su cuerpo decepcionándose mucho de verlo con el pantalón puesto.

- No ha pasado nada, todo esto es una jugarreta de Bryan, así que...

- Oh...

El aleman se preguntó si los sillones se pegaban con goma.

- Jijiji Olivert majo, siempre cuidando los derechos de autor... si, esta broma es copyright to meeeeee, um, Danna, debiste ver tu cara... jajajjaa

- Tú, desgraciado...

Danna fue a tirarle del cabello pero como no pudo le arrojó una lámpara que se hizo nada en la pared.

- ¡Danna, detente, y las empleadas vayan a sus labores!

Se disiparon en humo las chicas a hacerse cargo de la casa.

- Pero Olivert - se quejó el chico.

- Nada... has destruido un mueble, y una lámpara y sólo estamos empezando la mañana...

- Olivert...

- Ya te dije... que no me gustan los chicos maleducados...

Danna se clavó las uñas en las manos y miró airado hacia un lado.

- Discúlpate por haber hecho eso... y dile a Bryan que no le echarás mas cosas.

- ¡Pero!

- Pues no hay nada más que decir.

Bryan miraba curioso al archiduque ¿iba a obedecer?

- ... yo... - la voz era muy muy baja - ... no quise romper ese sillon... creo que me pasé... y tú, hermano-de-Olivert... pues... por ahora... no pienso devolverte esta burla así que puedes respirar por el día de hoy...

- Ve a la mesa, nos cambiaremos para desayunar.

- Sí.

- Ohhhh un momento, un momento, no he oido bien mi disculpa - se quejó Bryan.

- ¡Qué!

- Dime un loooooooooooooo sieeeeeeeeeeeeeeeeeento bien grande.

Puso su oreja frente a los labios de Danna.

Olivert asintió.

El orgulloso quería morir de la cólera y luego sonrió.

- ¡DDDDDDDDIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIISSSSSSSSSSSSSCUUUUUUUUUUUUUUUUUUUULLLLLLLLLLLLLLLLLPPPPPPPPPPPPPAAAAAAAAAAAAA HERMANO-DE-OLIVERT!

Gritó con todas sus fuerzas y Bryan se quedó mareado.

- Te lo mereces - dijo Olivert - ahora vamos.

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Bryan medio zurumbántico se ponía la ropa que habían planchado las criadas con todo su amor.

Sonreía.

"Esta casa es muy interesante"

"Además tengo dos muñequitos de tamaño natural"

"Es tan aburrido vivir solo, creo que no me iré nunca"


En la sala o lo que quedaba de ella, Olivert estaba a solas con Danna.

- Olivert...

El rubio lo tomó de la mano y se la besó.

El rubor acudió a las mejillas del muchacho.

- Te has disculpado... mereces un premio...

- Um...

Fue subiendo, escalando la piel suave presionando con los labios.

Danna se iba calentando de cero a mil en tan poco tiempo.

Oyeron los pasos de Bryan.

Cuando éste entró ya estaban sirviéndose el pan.

- Cómo está el clima tan raro ¿no es cierto, maestro?

- Oh, sí joven Eichmann parece que la temporada ya va a cambiar.

"Si claro, preguntándose por el clima, seguramente antes de que llegue estaban a punto de hacer maldad y media"

- Hiiiiiiiii buenos días a ustedes, por cierto, hoy es el día que he elegido para que paguen su apuesta...

Danna miró a Olivert con ojos interrogadores.

- Oh, cierto, tenemos que atender y abrir...

- No sólo eso, hay mucho trabajo, se debe barrer, limpiar la basura y ordenar las mesas...

Danna se encogió de hombros.

- Y a mí que me cuentas hermano-de-olivert, ese antro sucio es tuyo ¿no?, hazte cargo tú solo...

- De hecho Danna, le dije que iríamos a limpiarlo...

Olivert estaba algo sonrojado por que no quería hacer incapié en la razón de su derrota.

- Así es, pequeño de sangre azul, resulta que por el día de hoy serás mi sirviente.

Danna se puso en pie golpeando la mesa.

- ¡Inadmisible! ¡Yo, un Eichmann sirviendo a un verraco como tú! ¡Primero me muero!

- Danna...

- Debiste hacer promesas sobre tu propia persona, Olivert, ¡Cómo te atreves a involucrarme así!

- Será una buena experiencia para ti saber que el dinero no nace en los árboles, apuesto a que nunca has trabajado.

- Ah si... y qué si nunca he trabajado ¡NO NECESITO TRABAJAR! ¡Y NO VOY A IR! ¡IDOS AL CUERNO!

Salió a su habitación.

Bryan se rió bajito.

- ¿Cómo arreglarás eso...?

- Irá, no tengas la menor duda... yo le obligaré...

"Ha perdido ya por completo el usted... cada vez va más cerca... y apuesto a que le encantará obligar a ese caprichoso a ir..."

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"Marrano, mira que comprometerme en trabajar, atrevido... y encima retractarse de... de.... oishhh como lo odio..."

Olivert abrió la puerta sin pedir permiso y la cerró tras de sí con el pestillo.

- Tienes que alistarte para limpiar el bar.

- ¿Ah?... ¿no has entendido lo que dije abajo? Me vaaaaaaaaaaale el **** lugar de tu hermano, no voy...

- Um... domesticarte es difícil, cambias de opinión a cada rato y eres muy inconstante, Danna...

Olivert avanzó tranquilo y jalando a Danna lo puso sobre sus piernas.

- Vas a ir...

- ¡No y no puedes obligarme!

- Ah no...

Empezó un beso muy atrevido y reconfortante con el muchacho quien se dejó llevar desde el primer instante.

- Vamos...

- Nyo... um... Oli...

- Obedece...

- Nyo... no... ensuciare mis manos aristócratas en... ohhhhhhh... ummm...

Las manos del rubio tocaron su piel caliente y entraron lentamente entre sus pantalones.

- Olivert...

Todo era intenso, Danna perdía la cabeza.

Cuando su maestro aprisionó su intimidad, el de cabellos oscuros se aferró a sus labios con fuerza.

La sensación compartida era candente y lo único que podían hacer era continuar hasta el final.

Olivert prosiguió con sus toques atrevidos mientras todo el cuerpo de Danna se sacudía con locura.

Entonces frenó.

- Qué sucede... continúa...

- Iremos al bar Kenwood a saldar la deuda...

- Cómo puedes hablar de eso en un momento así... tú... maldito...

- ... hum... entonces...

- ¡Espera!... continúa... está bien... pero...

No tuvo que decirlo, Olivert prosiguió su tarea encantado.

Hasta que Danna obtuvo su plena satisfacción.

Ambos resoplaban aún.

Danna escondió su cara vergonzosa en el pecho de Olivert.

- ... explotador... ni que me hubiese estado muriendo por que hagas eso...

Él lo apretó contra sí dándole un beso en la cabeza.

- Danna... yo...

Parecía que lo iba a decir...

El joven subió la cabeza para mirarlo.

- Olivert...

El beso que recibió fue muy dulce.

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Bryan estaba en el piso de la sala con un cartel y un marcador.

"Bar Kenwood"

"Abrimos a las 6 p.m."

"Aceptamos cheques y tarjetas previa comprobación"

"Nuestro bartender El dulce enmascarado servirá tragos exquisitos mientras escucha sus preocupaciones y brinda alivio a sus almas"

"Su perfecto anfitrión Bryan Kenwood les ofrecerá también exóticas mezclas"

"Y nuestro joven camarero alemán lo atenderá gustosamente"

"¡A qué esperas, pásala bien con nosotros!"

"Cute´s Night, chic@s guap@s no pagan... el primer trago..."

(si son demasiado guapos les invito por cuenta de la casa)

PD: Abstenerse l@s fe@s.

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