La abrumadora sensación placer y cansancio se apoderaba del cuerpo de cada uno de los miembros de Mix Speaker’s, Inc, los que aún yacían sobre el escenario: todos tomados de las manos, Yuki hablando al micrófono y todos los demás escuchando atentos y observando a su público con una sonrisa satisfecha...todos, a excepción de uno.
Había sido un gran concierto, desde ‘Innocent World’ hasta ‘If’; claro, los errores habían hecho su acotación, pero, a grandes rasgos, la calidad había sido buena, y la disposición y ánimo de la banda, excelentes. Todos coordinados y compenetrados con el resto, eran un equipo sorprendente. Canción tras canción desplegaban su potencial y talento poniendo sentimiento en cada ejecución y en cada segundo transcurrido. Todo ello pesaba sobre cada uno en el momento actual; era bastante...’emotivo’ estar de pie, en línea horizontal, tomados de las manos, viendo a miles de personas hacer lo mismo... y todo aquel peso cayó de lleno al comenzar con su última canción, la que segundos atrás, había dejado de sonar.
Miki tenía la cabeza gacha, miraba un punto muerto en el suelo mientras sujetaba la mano de Yuki con fuerza, asimismo sentía como la mano de Aya sujetaba su otra mano firmemente. Aún sentía los efectos de ‘If’, realmente era una canción con sentimiento, y quedó totalmente demostrado; efímeras lágrimas caían veloces, llegando de lleno al suelo. Little Angel entrelazó con disimulo su mano a la de Little Devil mientras hablaba; él siempre había sido el pilar de la banda, no por nada ésta se consolidó totalmente con su llegada. Sintió un pequeño jalón y volvió la vista al frente, tomando atención a las palabras del otro vocalista.
-...muy bien, ¡ahí vamos!- le escuchó decir, luego ocurrió el monumental saltito. Nunca dejaba de ser emocionante ver a su público (numeroso público, cabe destacar) realizándolo simultáneamente con ellos.- Gracias- dijo Yuki, sonriendo con sinceridad y gratitud.
Sintió cómo la unión entre sus manos se hacía más poderosa por parte del rubio, y por lo mismo, él también aumentó la intensidad del agarre (inevitablemente pensó en que pudiera estar haciendo lo mismo con el otro guitarrista, pero luego recordó que con micrófono en mano eso le sería más complicado). Unas cuantas vueltas al escenario, todos unidos, y acabarían totalmente. Otro concierto realizado....todo un logro.
Diez minutos después estaban tras camerinos, sentados en los sofás, bebiendo agua, comentando el concierto.
-No me gusta cuando estás cosas terminan- dijo Keiji, sonriendo y estirando su diestra para alcanzar la botella de agua que estaba sobre la mesa que tenía en frente.
-Tampoco a mí- dijo S, que estaba sentado a su izquierda mientras le veía tomar agua de una forma casi desesperada.- Fue genial- agregó sonriendo.
-Alucinante, ¡alucinante!- dijo Aya, que se paseaba de un lado a otro.
-Estuvo bastante bien- acotó Seek, que estaba sentado en el sofá que estaba frente al de S y Keiji, junto Yuki y Miki. Yuki bebía agua con calma, Miki observaba a sus compañeros en silencio, sin expresión en particular -Aunque hay bastantes críticas para la próxima- agregó con un tono levemente malicioso, dirigiendo su mirada hasta uno de los vocales.
-¡Sííí, siiii! ya lo sé- reclamó Miki con sonsonete estridente mientras llevaba su cabeza hasta sus rodillas. El resto rió con simpatía. Yuki sonrió suavemente mirándolo de soslayo.
-Es cierto- habló Aya- eso pudo haber terminado mal- dijo sonriendo, refiriéndose al pequeño...”accidente” con el audio que había provocado el pelinegro durante la presentación. Miki le miró con ojos de cachorro, Aya seguía paseándose de un lado a otro.
-Tiene razón- apoyó S mientras asentía- además, tienes que cuidar las entradas, Miki-kun- canturreó riendo (refiriéndose a “Monstime”). Esta vez el vocal dirigió sus ojitos de cachorro hasta el baterista.
-¡Y también tus impulsos!- agregó Digi Vampire riendo (refiriéndose a “Thirteen”; nadie tenía previsto que fuera a arrojar su huesito así a los fans). Todos volvieron a reír, a excepción de Yuki.
-¿Por qué todas las críticas son para mí?- se lamentó dirigiendo su vista al techo, y con ello, dejándose caer de lleno en el sofá, desparramándose completamente.
-Salvo eso, estuvo bien- dijo Yuki, dejando su botella de agua sobre la mesa, y mirando al otro vocal.- Pero creo que todos debemos....mmm...- llevó su índice hasta su barbilla y miró hacia arriba, haciendo un ademán de “pensar” con una inocencia, envidiablemente, innata.- ...aprender a controlarnos, por decirlo de alguna forma- terminó, sonriendo. Todos asintieron. Volvió a mirar de soslayo a Miki, que seguía mirando el techo, sin expresión identificable.
-Bieen- habló Fire Kyoncie- yo voy a cambiarme- dijo dejando ambas manos tras su nuca, y caminando hacia la salida con los ojos cerrados.
-Te sigo- dijo S con simpleza; y así fueron saliendo uno tras otro (algunos con ayuda de las....”palpables” miradas de Yuki) hasta que sólo quedaron los dos vocalistas en la habitación.
Miki no había pronunciado palabra alguna, estaba como ido mirando todo lo interesante que podía llegar a ser el techo. Yuki lo miraba expectante, mas pasaron varios minutos y no variaba. Con cautela, acercó su rostro hasta el de Black Warlock, quedando directamente frente a él y obstruyéndole su interesante panorama. Le miró a los ojos esperando alguna reacción, pero pasaron varios segundos hasta que Miki se dio cuenta de que tenía frente a sí al rubio. Aún así no hizo nada, sólo sostuvo su mirada un momento, para volver a desviarla hacia quién sabe dónde...cosa que frustró al otro vocal.
Miki volvió la vista al frente para enfrentar a Yuki, pero sólo vio la nada del techo; suspiró y cerró los ojos, tratando de relajarse.
-¿Qué te ocurre?- escuchó a lo lejos. Su voz sonaba entre angustiada y molesta.
-Nada- respondió abriendo los ojos. Pasó un lapso de tiempo considerable en el que no escuchó nada; volvió a suspirar, al parecer se había quedado solo entre esas cuatro paredes. No apartaba sus ojos del techo. Toda la pasión que había liberado hace poco sobre el escenario repercutía en él, además del cansancio. Sin quererlo sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, pero ninguna de ellas se animaba a caer, y él no estaba dispuesto a juntar sus párpados para que eso ocurriera. Con pesar, llevó su diestra hasta sus ojos para refregarlos con brusquedad.
-Sabes que puedes confiar en mí, ¿cierto?- se sorprendió bastante al escuchar esas palabras directamente en su oído. Volteó y volvió a toparse con ese par de ojitos cándidos. Asintió sutilmente, mientras comenzaba a embriagarse con aquella exquisita cercanía. Yuki llevó una mano hacia la cabeza del otro vocal y la acarició con cariño, como si de un niño pequeño se tratase. Poco a poco fue acurrucándolo en su pecho, sin dejar de darle mimos tiernos; pronto Miki estuvo atrapado entre los brazos de Yuuki, uno rodeaba su cintura y el otro se preocupaba de acariciar su cabello y rostro con delicadeza. White Warlock besó su frente con suavidad mientras le sonreía comprensivo, Miki correspondió con una sonrisa melancólica; con su sinistra tomó una de las manos de Yuki, y con su diestra lo tomó por la nuca sutilmente para acercarlo hacia él con lentitud.
-Te amo- susurró contra sus labios antes de unirlos completamente, como taaaantas otras veces. Poco a poco comenzó a levantarse, hasta quedar acomodado frente al rubio, sin deshacer el contacto en ningún segundo. Yuki pasó ambos brazos por el cuello del otro vocal mientras éste pasaba uno por su cintura y el otro por la parte baja de su espalda, acariciándola levemente. El ritmo era lento y pausado, en ningún segundo se aceleraba, y aún así, con el pasar de los segundos, comenzaron a oírse pequeños suspiritos y gemidos ahogados por parte de ambos.
Se separaron, aún quedando sus rostros bastante juntos. Yuki le miró serio e inquisitivo. Miki bajó la mirada, tomó aire y volvió la vista al frente.
-Kimi ga ita omoide no naka ni...- cantó suavecito - ... mou ichido arukesou na ki ga shita- llevó una mano hasta la mejilla del rubio, y la acarició despacio- Ima wa mada hitohira da keredo sou- cantaba con tempo lento, y con voz suave, aunque bastante clara y definida.- shizukani ...-
-...shizukani...- repitió Yuuki.
-...kagayaku....- continuó, sonriéndole fraternalmente.
-...kagayaku...- Yuki le miraba con ternura y devoción, conmoviéndose por el gesto.
-...ashita wo sagashite- terminó, en lo que llevaba sus dedos hasta los suaves labios del rubio, delineándolos. Yuki se dejaba hacer con los ojos entrecerrados, mientras jugueteaba con el cabello de la nuca de Miki. Le miró a los ojos sólo para descubrir lo brillosos que estaban.
-Miki-kun....- habló trémulo- ¿qué...?-
-Nada- dijo en un hilo de voz mientras le abrazaba posesiva y ávidamente, aferrándose con fuerza a su cuerpo. Yuki correspondió el abrazo, y le besó el cuello; le acariciaba con ahínco sus negros y rubios cabellos, tratando de tranquilizarlo.-Te juro que no es nada...- dejó salir en algo parecido a un sollozo. Yuki se aferró a él con fuerza, casi con la misma intensidad que utilizaba Miki.
Pasaron varios minutos, y ninguno hacía amago de separarse, o algo parecido. La respiración de Miki, que por un lapso fue irregular y un tanto acelerada, ahora se encontraba tranquila y serena; estaba apoyado sobre uno de los hombros de Yuki, y éste a su vez, estaba en igual posición; la diferencia era que Miki se preocupaba de aferrarse con fuerza al cuerpo de su pareja, mientras que Yuki lo mimaba lo mejor que podía para tranquilizarlo. Suspiraron al mismo tiempo, y no pudieron evitar sonreír al notarlo.
-...solo que...- susurró, casi con miedo; bastante despacio.
-¿Eh?- preguntó el rubio, sin despojar su posición.
-Es sólo que...- repitió un poco más seguro, perdiéndose entre los rubios cabellos de su vocalista, entrecerrando sus ojos.-...que te amo demasiado...- dijo, arrastrando con lentitud cada vocablo. Yuki lo apartó un poco, contra la voluntad de Miki (que pudo apreciarse en el exceso de fuerza que había requerido dicha hazaña), para quedar frente a frente. Miki le miraba con timidez y sinceridad, mientras que Yuki sentía como el calor invadía su rostro y más allá.
-¿Acaso....es por eso que...?- trató de preguntar. Estaba bastante confundido ¿Miki estaba así sólo por eso? No tenía nada de malo que le amara tanto como él lo amaba. Seguía mirándolo con esa mirada tímida- Miki-kun...yo también te amo, ¡y muchísimo!- asintió con un poco de frenesí al decir eso último. Iba a decir algo más, pero poco a poco sintió cómo el rostro de su pareja se acercaba al suyo, y con eso ya no existía la posibilidad de que alguna idea se cruzara por su mente.
-Gracias- respondió suavecito, estando sólo a milímetros de los labios del otro vocal. Abel Monster, que, ineludiblemente, había entrecerrado sus ojos bajo la atenta mirada de Cain Monster, no esperó un segundo más (ni tampoco podría haberlo hecho, en caso de que lo hubiese querido) y se abalanzó sobre aquellos tersos labios, atrapándolos en un contacto frenético y apasionado, que fue correspondido de igual manera. Las manos de Yuki se instalaron sobre los cabellos de Miki, halaba de ellos con un poco de fuerza según lo ameritara, siempre con el fin de unirse más y más. Miki, en tanto, tenía ambas manos atadas a la cintura del rubio vocal, y lo acercaba tanto como podía. Todo esto durante un beso demandante, casi furioso, feroz, desesperado...necesitado.
Los gemidos volvían a hacerse presentes; esta vez con mucha más intensidad, por parte de ambos. Miki tomó con firmeza las caderas de Yuki, y lo levantó con un poco de esfuerzo para acomodarlo sobre sus piernas, sin dejar de besarle en ningún segundo; hecho esto, Yuki comenzó a ejercer fuerza para dejar al otro vocal recostado sobre el sofá.
-...nh...Yuki-chan...-dejó escapar en un jadeo al sentir los labios del otro vocal recorrer su cuello con brusquedad y avidez, y sus manos recorrerlo por completo. Paseó sus manos desde la cintura del rubio hasta sus rodillas, una y otra vez, dedicándose especialmente a masajear sus muslos con algo de fuerza, lo que sólo provocaba que los hambrientos besos de Yuki aumentaran tanto en intensidad como en cantidad, cosa que lo estaba volviendo totalmente loco. Pronto se escuchaba así mismo gemir y jadear por más.
-...mmmh...Miki-kun...-decía entre besos tórridos, sus brazos recorrían el suave torso de su amante por debajo de su camisa con avidez y ahínco; dejó uno de ellos acariciando con fuerza su cintura, y el otro lo llevó hasta el rostro del otro vocal.-...te amo tanto...-dejó salir en un suspiro. Besó bajo su mandíbula, lento pero fuerte, arrancando un gutural gemido de los labios de Miki.-...tanto....- le susurró al oído, ganándose un pequeño y delicioso escalofrío por parte del otro vocal.-...tanto...- repitió, contra sus labios esta vez. Miki entreabrió sus ojos para toparse con ese otro par. Iba a responder un “yo también”, o algo parecido, pero Yuki no le dio tiempo. Empezó mordiendo, con tortuosa lentitud, su labio inferior, lo que hizo jadear suavecito a Miki; con eso se iba adentrando más y más, hasta lograr un beso profundo, pero mucho más calmado que los anteriores, donde sólo se oían suspiros ahogados, y uno que otro gemidito. Miki llevó sus brazos hasta el cuello de Yuki para acercarlo cuanto fuera posible; entrelazó una mano con sus rubios cabellos para ejercer más presión aún. Sentirle así...tan cerca....era algo realmente indescriptible.
Luego de bastaaaaante tiempo, se separaron, y se miraron a los ojos, encontrando mil sentimientos en ellos. Miki se acercó, otra vez, hasta los labios del vocal, pero éste giró su rostro, luego señaló la puerta con su índice, sin dejar de mirarlo. Miki miró hacia la puerta sin comprender, hasta que pudo oír pequeños golpes tras ella.
-.¡..y-y-yo l-les juro que no era mi intención venir a interrumpirlos! es más, ¡ni siquiera quería venir a buscarlos! tuve mala suerte! ¡y Aya-chan es un tramposo!- Yuki se levantó de encima de Miki, y le tendió la mano galantemente para qué él hiciera lo mismo; Miki la tomó sonriente, mientras escuchaban los nervioso e incomprensibles alaridos de Keiji- ¡como sea! ¡sólo venía porque-porque se están tardando demasiado, y...y tenemos una conferencia ahora!- Adam Dragon hablaba bastante rápido, costaba mucho trabajo descifrar cada palabra que decía, además, conforme hacía oraciones, sus golpecitos en la puerta aumentaban su velocidad. – y-y-y....los demás me han enviado a buscarlos ¡¡pero no tienen que apresurarse...solo por eso!! yo..! yo...- dejó de golpear, y los dos vocales pudieron oír un suspiro.- yo los espero allá- se le oyó decir, con un deje de frustración. Luego oyeron pasos alejándose.
-¿Desde hace cuánto crees que estaba allí?- preguntó Miki, bastante divertido con la situación.
-Ni idea- contestó Yuki, cerrando los ojos y sonrojándose sin quererlo. Miki lo tomó por la cintura toscamente, y lo acercó hacía sí, para depositar un rápido y apasionado beso sobre sus labios. Luego rió suavecito y le tomó la mano.
-¿Vamos?- le dijo, indicando hacia la puerta con su mano libre. Yuki asintió, aún sonrojado y medio agitado por eso último. Nunca llegaba a comprender los impredecibles cambios anímicos de su pareja, pero, por ahora, estaría bien mientras él pudiera solucionarlos. Siempre estaría ahí para él, y lo reconfortaba en demasía saber que eso sería recíproco.