¿Sabes cuanto me odio a mi mismo y a mis reflejos?, en estos momentos solo puedo sentir odio a mi y a ese estupido borracho que se cruzo en nuestro camino, el verte en este lugar, conectado a todas estas maquinas de a poco me esta desesperando.
Tus padres me prohíben entrar a verte, no se cual es su razón, lo mas probable es que creen que así me lograran separar de ti, ya que siempre se opusieron a nuestra relación, aunque no saben que me hice amigo de las enfermeras y tu medico de cabecera, ellos me dejan verte, aunque sean unos escasos minutos antes que lleguen ellos.
Hoy no muestras gran evolución, sigues en estado de coma; me pregunto ¿Dónde estarás en este momento?, tomo tus níveas manos; recuerdo que lo que ame de ti fue el tono de tu piel, pero desde que caíste en este sueño, esta muy blanca, estas en un estado deplorable, respiras gracias a un respirador mecánico, te alimentas por una vía que va directo a tu circulación, por que no puedes tragar ningún alimento, al lado de tu cama suena la maquinita que mide tus signos vitales, que es señal de que estas con vida. Al verte en este estado, no evito preguntarme, ¿Por qué mierda no soy yo el que esta en esta situación?, vieras como están nuestros amigos, todos preocupados por ti, estamos en este momento en un receso, debido a tu delicada situación; hasta que tu regreses, por que sabemos que saldrás bien de esta. Bueno llego el momento de separarnos, tus padres no tardaran en llegar y si me pillan acá, se formara un gran problema, que no quiero causar. Beso en señal de despedida tus níveas mejillas, mientras que me cae una lágrima y te susurro en el oído:
-Nos vemos mañana, querido-. Digo con la voz quebrada-. Por favor, vive, necesito que abras tus hermosos ojitos-.
Salgo del hospital en el que estas, la ciudad esta como a ti siempre te gusta verla, vestida de blanco; hace mucho frío, y esta comenzando a nevar. Como sabrás, en una semana mas es navidad, en las calles se ve a todos acelerados viendo los regalos de navidad; en fin entregándose al consumismo, me subo el cuello de la chaqueta, pensando en que podría regalarte a ti, ese 25 de diciembre, que además cumples 3 meses en aquella camilla en coma. Y si de aquí a ese día no abres tus ojos, esta en duda tu estadía en este mundo, aprieto mis puños, mientras comienzo a caminar mas rápido; no permitiré que te desconecten, sin importar lo que tenga que hacer, alguien me saca de mis pensamientos, una bocina a mi lado, volteo a ver quien era el que me tocaba la bocina, era el líder de nuestra banda.
-Akira-. Me sonríe-. ¿Te voy a dejar?
-Esta bien-. Me subo con algo de temor a su auto, ya que les tome fobia después del accidente, pero Kai es muy responsable para manejar, le tengo confianza-.
- ¿Vienes del hospital?-. Me pregunta seriamente-.
- Si-. Bajo triste la mirada-. “Ruki si supieras como hemos cambiado todos, después de lo que paso, Yukata ya no sonríe con naturalidad”.
- Y… ¿Alguna señal de mejoría?-. Sus ojos brillaron esperanzadores-.
- Nada-. Se me quiebra la voz-. Y lo peor de todo es que no puedo quedarme mas tiempo con el-.
- Esa Maldita familia-. Dijo molesto-. Por lo menos te hiciste amigo del personal de salud, así puedes verlo por un momento-.
-Si…
- Akira… ¿Vamos a ver a Yuu y Shima?, recibí una llamada de Shiroyama que me dejo preocupado…-.
-¿Que le habrá pasado esta vez a Shima?-. Digo preocupado-. Vamos a ver que paso-.
Nos fuimos callados al departamento que comparten Shima y Yuu, pasamos por aquella esquina, por aquella fatídica esquina, siempre me trae dolorosos recuerdos, sin darme cuenta ya habíamos llegado al departamento de nuestros amigos.
Cuando entramos al departamento, observe un buen momento a Yuu, que se veía muy agotado, con sus ojeras bien marcadas, unos kilos menos y unos cinco años de mas encima, aparte que ya no saluda con alguna de sus bromas, se ve que estuvo llorando, hasta hace poco.
-Estas en un estado deplorable-. Le digo serio-.
- Tú no luces mejor que yo, Akira-. Me dice apagado-.
Tiene razón, si me vieras en estos momentos Rukito, no me reconocerías, mis ojos pasan de un color rojo, por las lagrimas, perdí mucho peso y masa muscular, sin maquillaje tengo las ojeras muy marcadas y parezco un Zombie de lo pálido que estoy.
-¿Qué paso Shiroyama?-. Escucho a Kai preguntarle-.
- Es Uru- Pon-. Se quiebra-. Cayo nuevamente en depresión, ya no me abre la puerta del baño y se niega a comer-.
- ¿Desde cuando no sale del baño?
- Desde anoche…-.Se le salían las lagrimas-.No se que hacer.
Uruha, aparte de mi es uno de los mas afectados con tu delicado estado de salud ¿la razón?, pues que ustedes dos se criaron prácticamente como hermanos, ya que fueron vecinos toda la vida, tampoco reconocerías a Shima, ha perdido mucho de peso, se ha despreocupado mucho por su imagen personal, su cabello ha perdido brillo, además también tiene unas ojeras muy marcadas, además hace un mes atrás atento contra su vida, ahora temiendo por que de nuevo lo intente, yo corro al baño.
-Takashima, abre la puerta-. Le grito, no recibía respuestas-. ¡Vamos!, Kouyou, si no lo haces derribare la puerta-.
- Quiero ver como lo haces-. Se escucha su voz débil-.
- Shima…Onegai…Abre la puerta… ¿Qué no ves que Aoi shi le duele que estés así?
-…-.
- ¿Crees que Aoi no sufre?, ¿Crees que es muy fácil para el verte en este estado? O acaso… ¿No te importa?
- Yo…amo a Yuu-. Dijo débil-. Pero extraño a mi mejor amigo…que siempre ha sido como mi hermanito.
-¿Cómo crees que estoy yo?-. Le grito-. ¿Crees que estoy disfrutando viéndolo a escondidas en el hospital?... ¡Abre la maldita puerta!-. Le ordeno-¡Y démosle a Ruki la fuerza que necesita para seguir en este mundo!-. Siento que saca el seguro de la puerta y sale del baño-.
- Yo…-.Baja la mirada-. Lamento haberlos preocupado-. Mira a Yuu y va corriendo donde el-. Sobretodo a ti-.
Vemos con Kai como Shiroyama atrae en un abrazo a Shima a su cuerpo, sonreímos ambos al verlos ya mas tranquilos, captamos que sobrábamos en aquel mundo, así que nos retiramos de allí-.
-¿Te juntaras con Miyavi hoy?-. Le pregunto a mi compañero de banda mientras veo como pasan por la ventanilla la ciudad de Tokyo.
- No... Esta vez me quedare en tu departamento-. Me dijo sonriéndome-. Así veo que te alimentes y no me refiero a que consumas Kit Kats, además sin Taka san allí, pienso que debe estar un caos el departamento y por sobre todas esas cosas, veo que necesitas desahogarte-.
-…- Bajo la mirada-. Pero yo odio tu comida-.
- No saldrás con esa excusa; de seguro si Takanori despierta y te ve en esas fachas-. Dijo reprochándome-. Me deje en coma a mí-. Me sonríe-.
Justo en ese momento la radio de Kai comienza a dar una canción de nosotros, el nuevo single, que alcanzamos a sacar sin PV, Leech; ¿no saben cuanto daño me hace en estos momentos escuchar a mi propio grupo en la radio?, simplemente el escuchar tu voz me hace daño.
-Ne, la nieve se transformara en tormenta-. Digo mirando como cada vez los copos de nieve caían más rápido-.
- …-. Se queda en silencio escuchando el tema que sonaba-. Akira…-. Susurra-.