Lord Eichmann lanzaba serias miradas a los hermanos Kenwood.
- Disculpe, gentleman Kenwood... pero podría decirme qué hace a esta hora trayendo a mi hijo a casa en este lamentable estado...
- Lord Eichman...
- ¡Haooooo!, así que tú eres el viejo de Danna... vaya...
Olivert perdió todo el color cuando Bryan hizo el saludo indio al archiduque de Alemania.
Codeó a su hermano para que se comportara correctamente.
- El "viejo de Danna", disculpe caballero... pero no lo comprendo... ¿este plebeyo guarda relación con usted, mister Kenwood?
- Su... su alteza... perdone los terribles modales de mi hermano menor... es una persona indisciplinada y torpe...
Hizo una inclinación.
- Ya veo... a veces no tenemos la culpa de que nuestros familiares sean contrarios a la moral y las buenas costumbres...
- Neeee estás rajando de mí - proseguía Bryan - y si preguntas qué relación tengo con mi hermano... pues te diré que tengo...
Bryan se enroscó como una serpiente en el cuerpo de Olivert.
- ....¡Bryan!
- La mejor de las relaciones... somos muy unidos... si entiendes a lo que me refiero.
Olivert con el puño lo hizo retroceder.
- ¡Qué inmoralidad!
- No, no, no, Lord Eichmann así se comporta... prometo llamarle fuertemente la atención.
Adrien Eichmann se aproximó y sintió el olor a licor.
Puso una expresión aún más terrible que la anterior.
- Han estado bebiendo, caballeros... llevando a menores de edad... ¡explíquense!
- Esto se ve mal, milord... pero si deja que me explique prometo que obtendrá una respuesta satisfactoria...
- Hum...
- No te esfuerces tanto por este tipo, Oli... sólo dile que acabamos de salir de la taberna y ya... qué mas quiere saber... ¿acaso es tu dueño?... no será que te gusta eh por que tengo esperanzas en nuestro incesto.
- ¡Shhhhhhhhhhhh! ¡Bryan!
Al hermano castaño de los Kenwood le divertía mucho la desesperación de Oli para explicar sus acciones.
"Si ese tío Eichmann quiere maltratar a mi Oli si que se las va a ver conmigo..."
Entonces Danna empezó a hablar entre sueños.
- Wiiiiiiiiiiii Olivert ¡ya confesaste que me quieres! ¡Eres mío, mío, mío! ¡POR TODA LA ETERNIDAD! ¡WUAJAJAJJA!
"Qué Danna no puede soñar otra cosa... justo ahora me la está poniendo difícil"
- ¡Mister Kenwood, pero qué...!
- No espere...
Ditter se despertó sobándose los ojos.
- ¿Dónde están mis damas de compañía? ¡Necesito nuevos vestidos! Ey... usted... señor ¿quiere mirar mis calzones de encaje?
- Esto es... ¡inaceptable!
- Lord... le ruego nos disculpe... él es un chico perdido que recogimos de...
- ¡Será mejor que su explicación logre cubrir todo lo que estoy viendo ahora!
- Así será...
Un grupo de la policía de Scotland Yard llegó con una carta.
- ¿Mister Olivert Kenwood?
- Sí.
- Tiene una citación para el día lunes para responder por los cargos de agresión a la autoridad, por favor, firme aquí...
- Estaré puntualmente...
Se retiró la guardia con mucha cautela pues habían escuchado que Olivert tenía un arma secreta capaz de volar el país entero.
(Pero esa misteriosa arma estaba durmiendo justo sobre su espalda)
Antes de que Olivert pudiese seguir defendiéndose, llegaron dos personajes de bajos fondos y se arrodillaron ante ellos.
Se veían muy maltratados y cansados.
Eran nada menos que "violador" y "silent".
Se extendieron en una reverencia hasta el piso.
- ¡¿Ustedes son los señores del bar Kenwood?!... ¡por favor acojan a sus fieles subordinados...! ¡pero que se detenga esta mala suerte! ¡juraremos nuestra más firme lealtad!
Digamos que eran la cereza de la escena.
Si Olivert hubiera querido parecer un completo irresponsable a los ojos de lord Eichmann no le habría quedado mejor.
- ¡INACEPTABLE! - gritó este e hizo eco en toda la ciudad.
- Señor...
- INCREÍBLE... ME HA DECEPCIONADO MUCHÍSIMO USTED, MISTER OLIVERT KENWOOD... SIEMPRE LE CREÍ APEGADO A SUS DEBERES Y MUY SERIO... PERO ESTO NO ME LO ESPERABA...
Danna se despertaba.
- Me parece oír ladrar a mi vater... nee... que efecto sonoro tan real... ¡Padre!
- Hijo, nos vamos ahora mismo a Alemania.
- ¡Qué!
- Este señor no puede ser tu maestro... todo lo que acabo de ver lo descalifica por completo...
- ¡NI SIQUIERA TE ATREVAS A DECIR UNA PALABRA EN CONTRA DE MI OLIVERT! GRRRRRRRRRR
Rayos estallaron entre el terrible padre y el terrible hijo.
Bryan se dio cuenta que si la rabieta de Danna destruía el país, la rabieta de lord Eichmann destruiría el universo.
- Señores, señores... somos tipos civilizados (creo), así que podemos arreglar esto de una forma sencilla.
- ¿Cómo?... de todos eres el plebeyo más burdo que he visto.
- Pues en todos los países donde existe el derecho el acusado tiene por lo menos la oportunidad de defenderse.
- ¡Eso es!, el hermano-de-Olivert por fin estrena su cerebro para algo útil.
- hum... haremos un juicio... si Oli es culpable entonces dejaremos que se lleve a la amenaza-Danna en el primer barco que salga.
- ¡Oyeeeeeeeeeeeeeeeeeeee! ¡te voy aaaaaaaaaaaaa!
Adrien Eichmann mantuvo los ojos cerrados.
Olivert se inclinó ante él bajando a Danna.
- Se lo suplico... por todos los años de esfuerzo que me ha costado llegar hasta donde estoy... le juro que no soy el tipo de hombre que usted cree... deme la oportunidad de...
- Está bien... os escuchare...
Las criadas se encargaron de abrir.
- Oigan ustedes dos - dijo Bryan a los "subordinados" - ... metan las maletas del tío...
- ¡Si señor!
Olivert iba andando junto a su hermano.
- Y se puede saber cuando dije que aceptaría a esos como sirvientes.
- Oli, Oli... no seas terco, mientras más seamos, más nos divertiremos...
- Te ves demasiado tranquilo... luego de destruir mi reputación hay algo más que quieras hacer...
- Hummm eres muy observador... pero tu corazón es inocente como el de un niño... Lord Eichmann es de mi club si no me equivoco...
- ¿De tu club?
- Sip y si todo va como creo... me parece que el único que tendrá problemas en esta casa vas a ser tu...
- ¿Ah...?
- Ese señor no puede engañarme... yo tengo un ojo muy maquiavélico... ya lo verás...
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- ¡Orden en la sala! ¡Se va a iniciar el juicio! ¡Preside el honorable juez Adrien Eichmann!
En el estudio se había improvisado un pequeño estrado para tan magno evento.
- ¡Que el acusado se ponga de pie!
Olivert obedeció.
- ¡Entra el abogado del acusado!
Danna ingresó con un fajo de papeles y unos lentecitos que lo hacían ver seductoramente inteligente.
"Esto sí que se ve mal"
- ¡Entra el secretario oficial!
Ditter vestido de secretaria puso su pequeña máquina de escribir en la mesita y con sus manos finas colocó la hoja en blanco listo para empezar su tarea.
- ¡El fiscal de la corte!
- ¡Bryan pero qué...!
- Oliii, no te preocupes, todo saldrá bien... juro completa imparcialidad... me limitaré a comprobar los hechos...
- No es posible...
- Míralo de este lado, si eres culpable, Danna se va y te quedas todito para miiii...
- ¡Miserable bergante!
- ¡Objecion!
- ¡A lugar!
"Qué estás planeando esta vez, Bryan... sea lo que sea, estoy seguro que no se trata de alejar a Danna, sino de convencer a lord Eichmann... pero si sale mal... estaremos en una situación peligrosa..."
En el jurado estaban las criadas y los nuevos subordinados.
- ¡Que comience el juicio! - dijo Ditter con la mano levantada.
El martillo de madera de lord Eichmann resonó en la sala.
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