Vertiginoso... raudo... a mil por hora...
Así sentía mi cuerpo quebrarse y deshacerse entre sus manos...
En el cuarto oscuro matizado con las luces pequeñas de la ciudad allá abajo... muy abajo en la superficie.
Deshaciéndome en la preciosa confusión de nuestro acto.
No había nada que pudiese ocultarle, podía mirar a través de mí... de todos mis jadeos, de mis gemidos más profundos, de mis ganas de acariciar su rostro con las yemas de los dedos mientras mis deseos se hacían realidad.
Y no me importaba... ser frágil, que me vea, que conozca todos mis rincones, que posea mis lágrimas... si a cambio me daba esa conexión mágica... esa comprensión absoluta de que había alguien... uno sólo que podía comprenderme a cabalidad, de principio a fin... que adivinaba mis pensamientos... y los anticipaba con una chispa de su enigmática mirada...
Sentirlo susurrar en mi oído, rasgar así el silencio... preguntarme una y otra vez quién es mi dueño...
Su crueldad maravillosa me ataba en cuerpo y alma a él.
Y la forma de arrancar lo que quería haciéndolo suyo... me enloquecía... sin preguntas... aterradora pasión subyugante... por nada del mundo quería terminar... nunca...
Al sumergirme en las ondas del placer sólo podía aferrarme fuertemente a su cuerpo como si fuera un náufrago en la tormenta.
El corazón abierto en sus manos... sin pasado, sin futuro... el tiempo presente era completamente suyo.
Hasta que rompía el hechizo nocturno...
- Es hora de que vayas a casa...
Al separarnos en el amanecer se reflejaba en los miles de espejos de su enorme vestidor.
Cada faceta de él, de espaldas, de perfil, de frente... un hombre distinto y encantador... carismático e indolente... veneno y antídoto...
No me amaba... le gustaba lo que podíamos hacer juntos... la forma en que le amaba yo... pero él... nunca podría estar cerca suyo...
Y qué importaba... si podía contar con la vana ilusión de tenerle por un fugaz momento...
Dime quién soy
Si he encontrado el amor o he sentido el dolor
Dime qué opción te parece mejor
Cuál de todos soy yo
¿Las otras noches serían iguales para él con los jóvenes con quienes disfruta el placer?
Dije que no haría preguntas... prometí no quejarme... no decir nada... por que es mi ídolo y lo amo... por que vivo persiguiéndolo y acosándolo para sentir que durante un segundo soy yo quien puede sujetar su corazón...
Pero es libre como el viento...
Si fuera menos libre... sería menos hermoso y salvaje... y quizás entonces no le amaría como le amo ahora...
Sólo que mi confusión no hace más que aumentar y aumentar...
En el escenario de sus conciertos robo las palabras y las notas de sus melodías tatuándolas en mi propio cuerpo.
Es maravilloso...
Único... la forma en que puede iluminar... que puede convertise en la razón de ser de tantas personas...
Cuando todo termina... la gente sale con una sonrisa en sus rostros... la vida parece tan hermosa... si es capaz de transformar así nuestras almas... una persona como él... no puede ser mala...
Eso lo repito hasta el cansancio...
La voz de la frecuencia oscura que habita en las pesadillas me atrapa en la melancolía.
"Si es tan celestial... por qué tu corazón está llagado y lleno de espinas..."
Qué triste es ver cómo pude perder claridad
Qué triste estar al borde de amar y de ahogar mi fe
- Es una gota de rocío transparente en la noche... es el ángel nocturno, el alma de mi propio cuerpo... lo siento latir aquí...
Voy pasando por la ciudad apagada con escaparates vacíos y calles llenas de nada.
"Quién estará ahora en su lecho... qué palabras de amor le estará diciendo... ¿le tocará igual que a ti?"
- No...
"Crees realmente que pueda amarte... sólo por que eres uno de los miles que le gritan que significa todo para ti..."
- Sin embargo, cuando él me toma...
"Hace todo lo que convencionalmente hace con los demás... qué tienes tú de interesante... sólo eres un fan... un pequeño juguete de ojos grandes y mirada perdida..."
Camino perdido por completo...
Esta confusión terminará por matarme...
El sufrimiento siempre llega cuando estoy lejos... él es mi estrella... mío, mío, mío... por qué... es tan vano y caprichosamente insaciable... que no puede conformarse conmigo... le he dado todo y no ha sido suficiente...
Inclinado hacia adelante trato de alejar las lágrimas...
Sin éxito.
Cuántos de todos estos jóvenes que vienen a verle y cantan junto a él en las presentaciones son también sus amantes...
Es que sin tu amor me voy muriendo
Yo me estoy perdiendo
En un laberinto voy cayendo
Muy difícil de descifrar
Es que sin tu amor me voy muriendo
Yo me estoy perdiendo
En un laberinto voy cayendo
Dando giros en espiral
Avanzar, retroceder... avanzar, retroceder... ¿debería dejarle? ¿gritarle? ¿exigirle? ¿decirle que me hace daño y que estoy a punto de morir?
No...
No puedo... si se aleja de mí sería mucho peor... no quiero volver...
- No quiero volver a estar en la oscuridad...
aunque su luz sea falsa...
quiero seguirle a donde vaya...
Empieza a llover.
No me importa ir bajo la lluvia.
Estaré empapado hasta los huesos y lentamente liberaré toda mi esencia en el agua.
Todo el dolor será liberado...
Soy tan pequeño... tan pequeño y estoy tan solo... sin él no tengo oportunidad,... su amor es tan doloroso... y por eso deja esas marcas tan profundas...
Pienso en él...
Largamente...
Ruego no perderlo jamás...
Dime quién soy
Soy un hombre normal, sólo un simple mortal
Dime qué hacer
Dónde puedo esconder mis ganas de llorar
A punto de internarme en salvaje y bullente lluvia le encuentro del brazo con un muchacho más joven.
Lo sé... lo he visto... es otro de sus fans... ha hecho un viaje largo para encontrarle... siempre le deja recados y le envía cartas... también existe para él...
¿Es su entusiasmo infantil más grande que el mío? ¿Es su amor más...?
Nos cruzamos...
Ni toda la marea del universo podría llevarse los sentimientos que afloran en mí ahora...
Duele...
Duele...
Duele...
Difícil ver cómo llega el amor y se va
Difícil de ser esa historia que mira hacia atrás de ti
Él no va a decir nada...
Pasará de mí y lo llevará a su galante suite del pecado en el último piso de un lujoso edificio.
Le hará el amor como si fuera su único hombre y temprano le dirá que se vaya.
Yo...
No puedo...
Debo de...
Ya no comprendo... mi razón y mi corazón están luchando...
Mi estrella camina lentamente con su brazo sobre los hombros del muchacho.
Es mi momento... si no salgo de este laberinto me perderé a mí mismo...
Aunque viva en la oscuridad eternamente... solo...
Será mi maldita oscuridad...
Y mi maldita perdición...
Giro y empiezo a correr hacia él.
Es que sin tu amor me voy muriendo
Yo me estoy perdiendo
En un laberinto voy cayendo
Muy difícil de descifrar
- ¡Miroku...!
Es todo a la vez, el reclamo del amante, la decepción del novio, el rompimiento definitivo...
- Miyori... - dice en voz baja sin moverse, asesinándome con esos ojos indiferentes y fríos...
- Tú... bastardo...
- Oh... estás aprendiendo nuevas maneras de llamarme... bien... ahora dime qué deseas...
- Te parece poco... tú... ahora...
- Dije que así sería desde el principio... si no lo deseas...
- Pues ya no lo deseo... ya no más...
No tengo idea de lo que digo... me encantaría herirlo, hacer lo que fuera para verlo llorar y para dejar de quererlo tan inmensamente como lo quiero...
¿Puedes realmente amar y odiar tanto a la misma persona?
Mis sentimientos no se pueden detener...
- Entonces... estás terminando conmigo... eso es lo que tratas de decir, Miyori...
Soltó al chico con quien iba y le empujó a un lado.
- Miroku san... - dijo éste.
- Y qué harás sin mí... Miyori...
Fue tan dulcemente hiriente que no pude contener mis lágrimas más tiempo.
- Sin ti... pues... ¡al diablo contigo!... no lo sé... pero es definitivo...
- Miyori... tú...
- Te estoy dejando... para siempre...
Preferí huir en la dirección opuesta... me arrepentía... luego volvía a creer que era lo mejor... la lluvia continuaba su marcha a través de mi cuerpo aumentando mi laberíntica confusión.
Caí al piso y con las manos apoyadas en él vi mi reflejo en un charco.
Ese era yo...
... el que no tenía nada...
Es que sin tu amor me voy muriendo
Yo me estoy perdiendo
En un laberinto voy cayendo
Dando giros en espiral
Me abracé a mí mismo...
- Miroku uuu... Miroku....
Sus pasos me hicieron erguirme.
- Miyori...
Qué estaba mirando... por qué su expresión era tan reposada y tranquila...
Mi demonio no solía mostrarme esa amable faceta...
Cierto... ya no era mío...
El joven que iba con él fue a alcanzarle.
Volteó con un rostro completamente diferente y desafiante.
- No me sigas...
- Pero Miroku san...
- Vete... ahora...
Se retiró algo cortado... pronto lo vi desaparecer...
- Qué haces aquí... ya te dije que se acabó... no me importa lo que hagas con esos mocosos...
Me levantó abrazándome.
Qué ganas de golpearlo y gritarle que lo odiaba.
Por qué refugiarme en su pecho suspirando de felicidad...
- Estúpido Miyori... - me dijo al oído - ... por qué me atas así...
- Miroku...
- Sólo sabes confundirme... hacerme pensar en ti... a pesar de todos los hombres que pasan por mi lecho... tengo una fijación obsesiva contigo...
- Miroku... eso... no es suficiente... al principio, no me importó... mentira... siempre me importó... aunque moría por ti... pero ha ido creciendo con el tiempo... ya no es suficiente tenerte un número de días a la semana y luego no saber de ti... te quiero siempre... quiero entrar en tu vida, tener todos tus rincones, tus manías psicópatas, tus obsesiones... tus crueldades al igual que tu ternura...
- Miyori... - mi nombre se oía tan bien en sus labios - ... por qué siempre me confundes así... estoy hecho un desastre por tu culpa... encerrado en un laberinto... no te has dado cuenta cómo estamos conectados... cómo lucho para no enamorarme de ti... trato de seguir volando sin detenerme... pero al final, regreso a tu lado... todos pasan y se van... pero desde que empecé tú has estado conmigo... tengo miedo a quererte tanto que te destroce...
- Miroku...
Increíble...
Él... quien tiene enterrados los cadáveres de corazones de tantas personas... el amo del sexo... el poderoso cantante deseado por todos... Miroku... nunca se había enamorado antes... y estaba asustado...
- No tengas miedo - le dije -... quiéreme... entrégate a mí...
- Miyori-chan... ¿podrás soportarlo?
- Um...
- Soy un mortal vil y ambicioso... terrible... mentiroso... un demonio...
- Ámame y no necesitarás a otros... seré todo para ti...
- Miyori... me recibirás así, confuso... extraño...
- Te necesito Miroku...
Me apretó contra él oliendo mis cabellos.
- ... no volveré a engañarte... serás mi único... pero tendrás que aprender a lidiar conmigo... no soy una persona fácil... mi complejidad te desconcertará a veces, y te dolerán mis decisiones y en ocasiones gritarás por que no me comprenderás... estoy perdido en un laberinto... así soy yo...
Sonreí.
- Así será...
- Miyori, tú...
- Estoy tan feliz... por fin... puedo verte... eres tú... realmente eres tú el Miroku que siempre quise conocer...
- Yo...
- A quien puedo proteger... con quien puedo perderme en esta peligrosa confusión...
Me empiné para besarlo.
Cogió mi barbilla y yo apoyé mis dedos en su rostro tal y como siempre lo había querido.
Y me inclinó hacia atrás uniendo sus labios a los míos.
Esta confusión si que es deliciosa...
Él es mi gran dilema, amado laberinto de emociones... y quiero vivirlo con toda mi pasión.
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