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Amor Yaoi
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Yaoi Life Style por katzel

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Notas del fanfic:

n.n viene en 2 caps.

Como practicante de la carrera de periodismo me enviaron a trabajar a una revista de variedades de una capital provinciana.

Iba a ser bastante duro saltar de allí hasta la página de policiales de un diario líder en opinión pero estaba dispuesto a pasar mi cuota de aprendizaje.

Sea cual fuese la nota que me tocase cubrir lo haría esforzándome al máximo.

Yo, Satoru Yamamoto, futuro gran periodista de la nación.


Bien... me quedé algo desconcertado con mi primer trabajo.

Se trataba de Takeru Morimo, un escritor de novelas BL/boys love que estaba tomando un descanso de su último éxito llevado a la pantalla grande.

No conocía mucho de esos temas, pero sabía que era tremendamente popular y que su residencia era casi un secreto de estado para evitar el asedio de sus fans.

Lo particular versaba en que Takeru-san no solía dar entrevistas públicas y menos a medios de corto tiraje como el nuestro.

Así que la redacción se puso patas arriba cuando llamó diciendo que deseaba dar una entrevista exclusiva en nuestro magazine.

Era el impulso que los directores estaban esperando, una sola página de Takeru Morimo y nos lloverían lectores.



Por alguna razón del destino el escritor me eligió para realizar la entrevista.

No sé cómo ni cuando se enteró de mi existencia, la cuestion es que pidio específicamente que fuese yo quien hablara con él y nadie más.

Días antes de nuestro encuentro intenté empaparme del tema apropiadamente.

Pedí las novelas de Takeru sensei y además algunos animes yaoi y mangas para conocer a quién me enfrentaba.

Lamentablemente no pasé de las diez primeras páginas.

Era una historia emocionante, trepidante y con bases reales pero lo que me hizo temblar y dejar el libro fue las escenas candentes entre los personajes principales.

¡Se trataba de relaciones homosexuales explícitas!

Una nube rondó mi cabeza el día que debía ir a casa del afamado novelista... por el contrario mis compañeras de trabajo tenían los ojos brillantes y las mejillas sonrojadas.

- Nee Yamamoto san... ¿vas a la mansión de Takeru sama?

- Um... hai...

- Kyaaaaaaaaaaaa - gritaban todas agarrándose las manos - ¡qué suerte tienes!... ohhhh poder ver a Takeru sama...

La verdad no se que tanto le veían pero todas parecían de unas secta o cofradía secreta compartiendo un código extraño de costumbre.

- Quien sabe... - dijo una golpeándome suave con el codo - ... quizás Takeru sama se inspire en Yamamoto san para algun personaje...

Ahí si todas gritaron: "kawaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaiiii"

Y se me juntaron en tropa hasta casi asfixiarme.



Ignorando los acontecimientos de oficina me dirigí en coche a la tan ansiada entrevista.
 
La casa de verano no era ampliamente lujosa sino más bien discreta, con un jardín adelante y un pequeño estanque ornamental donde flotaban perezozamente los peces dorados.

Toqué dos veces largas el intercomunicador.

- ¿Yamamoto san?

- Sí, Yamamoto Satoru de la revista...

- Pase por favor...

Su voz era muy cadenciosa intentaba compararla con alguna otra escuchada anteriormente sin resultado.


En el descansillo se veían pinturas a mano firmadas por él. Amaneceres, campo abierto, cielos despejados, la técnica del acuarela se le daba perfectamente.

- Oh... no las mire tanto, les encontrará algún defecto, soy simplemente un aficionado...

En directo su voz sí que obligaba a voltear.

Takeru Morimo era un hombre alto de cabellos marrones muy largos, lacios y hasta la cintura, su piel era clara y sus ojos de un color azul imposible.

Llevaba un kimono sensual de colores vivos marcado con flores y discretamente cerrado aunque podía ver una línea de su piel surgiendo juguetonamente en cada movimiento.

La verdad que me dejó sin palabras.

Antes había conocido escritores, pero éste era muy original... por decir lo menos.

- Buenos días...

- Pase, Yamamoto san... esta es su casa...

Me dejé guiar por él hasta la sala llena de objetos artísticos muy bellos.

En todo momento sentía una extraña tensión... había algo que ese hombre emanaba... que trataba de envolverme... y yo sin querer presentaba una gran resistencia.

Tenía un sillon delicado y ligeramente curveado al estilo francés donde se apoyó.

No estaba precisamente sentado sino más bien semiechado, apoyado en suaves almohadones.

- Takeru sensei... me honra muchísimo que haya decidido brindarnos parte de su tiempo para compartir...

Se rió educadamente, muy bajito.

- Qué sucede...

- Es usted muy formal... me parece agradable...

- Oh...

- Yamamoto san... ¿sabe usted lo que es el amor yaoi?

Increíble cómo me sentí en la boca del lobo y cómo sus ojos tomaron un brillo especial.

- Consulté algunas cosas antes de venir y...

Encendí la grabadora para empezar, me di cuenta que con él no iba a ser el típico modelo de pregunta y respuesta, al sensei seguramente le gustaba conversar...

- ¿Ha leído alguna de mis novelas?

- De hecho he empezado con "Reinos Rivales"... me parece interesante.

- ¿Y qué le parece interesante?

Sentía que me estaba tomando algún tipo de test... que estaba interesado en una respuesta... yo sólo rogaba decir algo que quisiese escuchar.

- ... pues la datación histórica es impecable y la forma de las descripciones...

Se apagó... giró un poco el rostro y me escuchó con indiferencia, mejor dicho soportó mi largo comentario sin añadir nada.

- Um...

Incluso podría decir que se preparaba para decirme algo muy desagradable cuando dije despreocupadamente.

- La vista juega un papel importante... los amantes pasan diez años mirándose en la lejanía... en el fondo de sus ojos pueden descubrir la verdad de un amor no pronunciado...

Allí volvió a prestarme atención.

Su sonrisa era por completo enigmática.

- Tiene usted talento para el periodismo... en verdad que descubre cosas en tiempo mínimo... pero supongo que no la terminó...

- Cómo lo...

Otra vez aquella risa corta y sensual.

- También es en exceso transparente. Dígame, Yamamoto-san... ¿sabe que es un seme?...

Se levantó lentamente con una copa en sus manos.

- Um... sumimasen... no lo se...

- Entonces tampoco sabe lo que es un uke...

- En serio lo lamento...

Llenó el contenido con un vino blanco que me alcanzó mientras su expresión me atrapaba.

- Y nunca en su vida ha escuchado la palabra "lemon" en el contexto de las historias de amor yaoi.

Nuestros dedos se rozaron y yo sólo podía pensar que evidentemente había algo que estaba sucediendo pero no tenía idea de qué se trataba.

- Me avergüenzo de estar tan poco preparado Takeru san... pero por favor... no cancele la entrevista por esto...

Con los ojos me ordenó beber el vino y lo hice.

Era delicioso... se deshacía en mi lengua y me provocaba un calor que venía de lo profundo de mi ser.

- Takeru san...

Estaba tan endemoniadamente cerca...

- Entonces... le daré una oportunidad... mañana vendrá... y continuaremos conversando, pero su tarea será estudiar esos términos, sólo entonces hablaré con usted.

- ¡Gracias... muchas gracias sensei!

Me retiré con una sensación de alivio en todos los huesos.

Vaya que había sido una velada extraña...

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Pegué un grito muy fuerte cuando me enteré qué significaban las palabras que el sensei me había dicho.

Eso rayaba en lo insano y lo inmoral... y al ver los dvds de las series tuve que correr los "lemon" para no morir en el intento.

¿No había otro que pudiese hacer el trabajo?

Puse la cinta de la conversación para analizar un poco más el extraño comportamiento de Takeru san.

De esa manera me quedé dormido, arrullado por su voz.

Temprano la gente de la revista me veía rodeado de un halo casi divino.

- Woaaaaa ahí está Yamamoto... ¡ganbatte!...

Me convertí en un tipo muy popular con las mujeres. Algo de bueno tenía que tener...

Hasta Nana chan, la chica tímida que me gustaba me saludó con admiración.

Impulsado por ese nuevo giro de generosidad decidí aparecer al mediodía en la casa del sensei.


Esta vez me recibió con un traje más oscuro de violetas y rojos combinados.

Pero era la misma presencia imponente y carismática que había visto el día anterior.

Entramos al atelier donde estaba pintando un nuevo cuadro.

- ¿No me va a preguntar por la tarea, sensei?

- No... estoy seguro que has hecho tu trabajo, eres un joven obediente... ya debes saber qué significan...

Me puse rojo. Ese sujeto tenía una dicción impecable... hablaba muy bien... o encontraba la manera de que sus palabras se quedaran en el tiempo y se fijaran en quien le escuchaba.

- También se ve muy guapo cuando se sonroja... ese es un punto a su favor... Yamamoto-san

- Um...

Encendí mi grabadora y procedí a tomarle una foto.

En todo el proceso no dijo nada más.

Fue completamente natural ante la cámara y pude captar un rayo de luz a través de su armonioso perfil.

- Acompáñeme al jardín... allí conversaremos.

- Um...

- ¿Le gusta lo que ve?

¿Hablaba del cuadro? ¿De la sala? ¿Del kimono? ¿O de si mismo?

A saber yo sólo le dije: "sí"

Y sus ojos azules chispearon cuando murmuró "usotsuki" (mentiroso), como si yo fuera un niño travieso.

- Aún le falta mucho para conocer el Yaoi Life Style.

- ¿El qué...?

- El estilo de vida yaoi... es toda una filosofía de la belleza y las relaciones entre hombres...

Puso su dedo índice sobre mi frente.

- Aquí está escrito "Takeru san es un perverso, escribe pornografía sobre varones y yo tengo que entrevistarlo por obligación..."

- Eso no es cierto...

- Claro que sí, no soy tan fácil de engañar... usted piensa limitadamente... el yaoi es un arte... y está lleno de hermosura y estilización, el enamoramiento es toda una ceremonia...

Se sentó en la hierba verde y me hizo un espacio a su lado.

- ... Takeru sensei...

- Usted mismo me dijo lo de las miradas...así que lo debería comprender... mirar, tomar la mano, acariciar... idealizar, esperar, vestirse para el amado, compartir momentos tranquilos y dulces, beber té, danzar, son parte del estilo de vida yaoi...

- ... eto...

- Existen muchos tipos de expresiones... hay romances más modernos y fugaces, más explícitos pero no por ello menos importantes o intensos... el amante yaoi es diferente al amante heterosexual... es algo difícil de comprender...

- ...

- Sin contar con que tiene que soportar el juicio de la sociedad y sus lazos no se fijan como en el caso de las mujeres en la reproducción...

- ... sensei...

- Mantener la felicidad a largo plazo en una vida yaoi es mucho más dificil que en las novelas... todos se quedan en el "y fueron felices para siempre"... pero envejecer al lado del hombre que amas... debe ser muy complicado...

A cada palabra iba sensiblemente acercándose a mí.

- ¿No le parece una buena lección?

- Si... bueno... no imaginaba que fuese tan amplio...

- Se necesita mucha disciplina, el talento de un escritor... la perseverancia del artista y sin embargo nadie reconocerá nunca tu obra por que siempre te clasificarán como sub-literatura...

- Que duro es... Takeru san...

- No lo dije para que me compadeciera... Yamamoto-san... yo adoro el Yaoi Life Style

Yo estaba a su merced de una manera muy curiosa.

Conmovido e interesado por sus palabras simplemente habíamos llegado al punto en que la mitad de su cuerpo iba sobre el mío.

Sujetó mis muñecas entre las flores.

- ¡sensei! ¡qué va a...!

Era muy hermoso... en realidad... era un hombre muy guapo, pensar eso de él no me convertía en gay ¡claro que no!

Sus cabellos marrones pronto se deslizaron por mi cuello y sobre mi rostro con su ondeada suavidad.

Conté cada segundo que su rostro se acercó al mío.

Y me besó.

¡Se atrevió a besarme!

Lo hacía tremendamente bien, nunca una mujer me hizo reaccionar así.

Pero era absolutamente inadecuado.

Le aparté de manera tajante antes de dejarme llevar.

- ¡Qué... está pasando...!

- Yamamoto san...

- ¡No! ¡No soy parte de su estilo de vida!, ¡no soy gay! y ¡no soy un personaje de sus novelas! ¡soy un tipo normal! ¡y me niego a continuar con la entrevista!

- Nos vemos mañana - dijo tranquilamente - ... a la misma hora... le mostraré mi estanque.

- ¡Qué, no está prestando atención! ¡He dicho que...!

- Te estaré esperando, Satoru.

Salí echando fuego.

¿Quién diablos se pensaba que era ese don Juan travesti?... encima conmigo ¡conmigo! un joven normal por sus cuatro costados...

Lleno de rabia me fui derechito a mi habitación donde revelé las fotos y ordené la cinta para decirle al director que se lo diera a otro, yo no pensaba volver.

Con las imágenes en la mano tuve que admitir que el sensei era muy, muy, muy atractivo.

Corrí la grabación y me sorprendí mucho de escuchar mi propia respiración durante nuestro beso.

Diablos ni siquiera imaginé que iba a gemir de esa manera entre sus brazos.

No pude dormir en toda la noche.

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