*-Reino de Naha-*
Syusuke Fuji era el príncipe del reino de Naha. Pero, sobre todas las cosas, o eso según las mujeres, era el príncipe más apuesto, muy apuesto. Sus preciosos ojos color del zafiro, hacían suspirar a muchas doncellas del reino... El semblante de Syusuke era tranquilo, e inspiraba humildad y generosidad, cosa que en algunos príncipes no inspiraban. La sonrisa era algo que siempre se encontraba en la cara con hermosas facciones de Syusuke.
Vale mencionar también las incontables cartas de amor que recibía por día de las habitantes del pueblo al cual gobernaban... Pero, a diferencia de otros príncipes, a él no le importaban cuantas personas estaban detrás de él... Para nada... Lo único que le importaba era el tiempo... Eso era todo... Tiempo... Tiempo para esperar a que la persona indicada llegara para robar su corazón, tan puro como la nieve recién caída del inmenso cielo...
En menos de un año, Syusuke cumpliría 18 años, que tanto esperaba el padre, pero no Syusuke. Cumplir 18 años significaba tener que elegir a una doncella para casarse, gobernar el castillo y el pueblo, y dejar la tan esperada herencia que tarde o temprano, gobernaría ese mismo reino.
-Padre, no estoy preparado, necesito tiempo para... Para aclarar mis sentimientos- Decía Syusuke, siguiendo el paso de su padre, quién tenía que ir a una reunión de suma importancia.
-Ya has tenido 18 largos años, hijo mío-
-Pero yo no pensaba cuando tenía 1 año de nacido, padre- Syusuke cambió de repente a un semblante serio, casi enojado, que no encajaba para nada en Syusuke.
-Más tarde hablaremos, hijo, ahora tengo una reunión muy importante. Ve con Yuuta y Yumiko- Dijo, entrando a una sala con puertas enormes de roble.
-Si serás...Espero que a Tezuka no le esté pasando lo mismo que a mí ¬¬U ¡Hermana!- Grita a través una ventana, ahora sonriente, y su hermana Yumiko se da vuelta. Era una hermosa mujer, con tan bellas facciones como su hermano Syusuke. Ella ya estaba casada con el príncipe del Reino de Shizuoka, y juntos tuvieron una hija a la cual le pusieron Shizuka- ¿Estás haciendo algo importante?-
-Syusuke ^^ para nada, Shizuka está con Takato en casa de sus padres, yo me he quedado para despistarme un tiempo, Takato dijo que me hacía falta-
-¿Vamos a dar un paseo por el reino?-
-Oh, de acuerdo ^^ quisiera ir a ver a la Señorita Megumi, para ver sus lindos vestidos-
-Vámonos- Dijo Syusuke, levantando su brazo para que Yumiko lo tomara
-¿Iremos caminando?-
-No sé... ¿Tú qué quieres?-
-Ir caminando n.n disfruto más del paisaje- Dijo, cerrando los ojos, imaginándose los hermosos árboles verdes, y los niños jugando a su alrededor
-De acuerdo- Dijo Syusuke. Quería tanto a su hermana. Era un cariño muy fraternal. Ella se había encargado siempre de no dejar solos a Yuuta y a él... La mejor hermana que se puede pedir...
Juntos salieron por las puertas del castillo, y una docena de guardias salió detrás de ellos, pero fueron detenidos por ambos hermanos...
-Queremos ir solos, sin guardias que nos protejan- Dijeron los hermanos al unísono, y el jefe de los guardias hace una reverencia y se retira, junto con sus ayudantes.
-Ahh que lindo días, el sol brilla, no hay nubes en el cielo- Dijo Yumiko, mirando hacia arriba... Parecía que los destellos que liberaba el sol solamente brillaran para ella.
Ambos caminaban contemplando cada regalo que la naturaleza les regalaba... Hasta que llegaron al pueblo
-S...Su Majestad- Dijo una pequeña niña que pasaba cerca con un balde con agua, haciendo una reverencia
-¿Cómo te llamas pequeña?- Pregunta Syusuke, acercándose a la niña
-Mi... Mitsuko, señor- Dijo la niña tímidamente
-Mitsuko-chan, déjame llevarte el balde por ti, es muy pesado para alguien como tú- Dijo Syusuke, tomando con sus propias manos el balde de Mitsuko
-Gr... Muchas gracias, su Majestad- Dijo Mitsuko, ruborizada, y vuelve a hacer una reverencia
-Eres muy linda, Mitsuko ^^- Dijo Yumiko, y le sonríe
-Una persona humilde como yo no merece este trato de parte de su Alteza Syusuke y de su hermana Yumiko- Dijo Mitsuko, con la cabeza gacha
-No digas eso, Mitsuko-chan n.n todos somos iguales ante nuestros ojos, solo basta darse cuenta de eso- Dijo Yumiko, y Mitsuko sonríe
Caminaron hasta la casa de Mitsuko, era pequeña, pero muy hogareña y acogedora. Los padres agradecieron a Syusuke y a Yumiko por haber ayudado a Mitsuko.
-Adiós! ^^- Sonrió Mitsuko cuando Syusuke y Yumiko salieron de su casa
-Puedes vernos cuando quieras, Mitsuko-chan n.n- Dijeron Syusuke y Yumiko y juntos reemprendieron camino a la casa de vestidos de Megumi.
Cerca de las 8 de la noche, Syusuke y Yumiko vienen del pueblo, Syusuke con un montón de cartas de las jóvenes del pueblo, y Yumiko con un hermoso vestido nuevo...
-Nos vemos en la cena, Syusuke ^^- Dijo Yumiko, al entrar en su habitación
-Hasta entonces, hermana n.n- Syusuke estaba cansado, le dolía todo el cuerpo, por lo que decidió darse una ducha antes de ir a cenar...- Tengo un mal presentimiento- Se dijo a sí mismo, debajo de la ducha.
continuara