“Shuichi, quiero que le muestres a tu hermano las plantaciones de maíz y el jardín de arboles frutales. Antes disfrutaban mucho paseando por ellos”
Shuichi sonrió encantado y cogió a su hermano de la mano, arrastrándolo por el camino rumbo a las alejadas plantaciones. Yuki hacia su máximo esfuerzo por seguirlo el paso sin caerse. Llegaron un tanto sofocados y se detuvieron bajo un árbol a respirar.
Shuichi se movió un tanto hacia la derecha y se empino, como si buscara algo más allá de la colina.
“desde aquí no nos ven” susurro. Fue entonces que sintió las manos y la boca de su hermano en su cuerpo, recorriéndolo sin descanso. Haciéndole gemir repetidas veces.
“eso es genial. Ya me estaba desesperando pasar dos días aquí y no poder poseerte todavía”
Shuichi rio y se dio la vuelta para pasar las manos tras su cuello. Beso profundamente a su hermano, dejando que este moviera su lengua a gusto dentro de su húmeda cavidad. Se alejo y lo arrastro aun mas allá, introduciéndose en la plantación, donde el maíz era de dos metros, y nadie, por más cerca que estuviera, podría verlos. Llegaron a un pequeño claro entre las plantas.
“pensé que mi padre nunca nos dejaría a solas….hasta creí que sospechaba algo”
“claro que no…. Si no, no te hubiera dejado viajar de vez en cuando a mi casa en Tokio. Eso si habría sido un problema. Pero mejor cállate y quítate la ropa, mocoso”
“¡oye!” gruño molesto Shuichi “en Tokio eras mas romántico. Al menos me invitabas a cenar primero” y rio, a la par que se sentaba en el piso. Yuki se acerco a el y le hizo levantar la cabeza, mordiendo su cuello seductoramente, susurrando cada palabra eróticamente contra su piel.
“¿quieres que sea romántico? Bien. No puedo esperar para poseerte, criajo. Hasta ese punto me tienes dominado. Y sabes perfectamente que contamos con poco tiempo, antes de que papa nos salga al encuentro”
“si se….pero podrías al menos seducirme un poco como lo hacías allá” y se sonrojo. Yuki adoraba esos gestos que shu-chan solo hacia para el. Lo tenía más que claro.
Sonrió contra su piel y mordió delicadamente, a la par que su lengua se movía sanando las marcas. De a poco Shuichi se volvió laxo, muy flexible con esas caricias. Se tendió en el piso y espero a que su onii-chan lo cubriese con su cuerpo. Lo atrapo en un abrazo y lo beso lentamente, abriendo sus piernas para que el rubio se acomodara en ellas. Yuki se apoyo en el piso con una mano, acariciando su mejillas con la otra.
Poco a poco fueron despojándose de la ropa, dejándola toda revuelta a un lado. El rubio le había quitado los pantalones y beso repetidas veces su vientre, tensando cada musculo en el con sus caricias. Subió lamiendo todo, mordiendo una protuberancia rosa cuando esta se cruzo en su camino.
“ahh…Yuki…” Shuichi gimió repetidas veces mientras sus pezones eran atendidos. Yuki jugaba con ellos como si fueses caramelos. Aunque para el, de hecho, no estaban muy lejos de ser así. Se incorporo un poco, dejando el cálido cuerpo bajo el suyo y desato sus pantalones, su erección dolía y apretaba contra la tela. Shuichi estiro los brazos, solicitando que volviera a el y Yuki acepto con una sonrisa.
“sigues siendo igual de consentido. No quieres que deje de prestarte atención”
“yo te quiero solo para mi, onii-chan….solo mío”
El ojidorado llevo sus manos a los bóxers del menor y toco descaradamente los tesoros que este guardaba
“¡ahhh! ¡Yu….Yuki, no juegues….! Maldición….ahhh”
“eres exactamente como una chica, shu-chan. Te pones caliente con solo sentir mis manos en tu sexo, ¿no es cierto…?”
“oh, si…siiiii, tócame mas…..por favor….”
Yuki le quito la última prenda y la arrojo al montón, apreciando a Shuichi. Lucia una expresión lujuriosa, los ojos entrecerrados, la boca jadeante y las mejillas ruborizadas. Delicioso. Embistió contra su miembro, sosteniendo sus piernas lo más separadas que podía.
“¡ahh Yuki jodeme de una puta vez….!” Y apretó los puños. La fricción entre sus penes era exquisita, pero Shuichi necesitaba otra cosa para llegar al orgasmo. Y Yuki lo único que deseaba era oírlo gemir desesperado, sin aire, mientras se hundía con energía en su trasero.
Separando sus nalgas encontró la rosácea entrada, haciéndosele agua la boca. Iba a descargar su libido, su perversidad contra su hermanito. Que dulce. Llevo tres dedos a la boca de Shuichi y le señalo que los ensalivara. Shuichi saco la lengua y los lamio seductoramente. Seguido se los metió todos a la boca y los recorrió completamente, llenándolos de sus fluidos. Comenzó a meterlos y sacarlos, y ciertamente esa visión perturbaba al mayor. Sintió su miembor palpitar nuevamente. Detuvo a su “inocente” hermanito y llevo los dedos a su entrada. Hizo exactamente lo que los ojos de shu le pedían. Metió de una sola vez dos dedos, introduciéndolos lo mas profundamente que podía en el, sacándolos despacio, buscando la protuberancia que volvía loco a Shuichi cada vez que la tocaba. Presiono por fin su próstata y el menor lloriqueo de placer, arqueando su espalda. Yuki metió el tercer dedo y disfruto como shu se retorcía buscando alivio. Cada vez movía más impetuosamente sus dígitos.
“ohhh…. ¡si no me jodes ahora voy a…correrme…!”
Yuki se inclino sobre su cuerpo, lo beso profundamente y saco sus dedos. Su propio aguante estaba llegando a su fin. Envolvió sus caderas con las piernas del delirante Shuichi y de una sola estocada penetro a fondo en el cuerpo del menor. Ambos se quedaron sin aliento y arquearon sus cuerpos, en un ahogado gemido. Shuichi sentía ese duro sexo como una roca, que sin embargo le prodigaba un increíble placer. Pronto Yuki se recupero y embistió con fuerza a su hermano, sin piedad y sin descanso, cada vez mas adentro. Le penetraba con fuerza y salía lentamente, volviendo a sacarle mas gemidos a su niño con cada estocada. Shuichi lloraba entre sus gemidos y se aferraba a Yuki como podía, sintiendo que se partiría en dos. Oh, y como le gustaba eso.
Se besaron como locos cuando llegaron al orgasmo. Reprimieron lo mas que pudieron sus gritos, -de todas formas alguien podría escucharlos- y temblaron juntos, liberando su semen con gran alivio. Yuki invadió a Shuichi con su esencia. Shuichi mancho de blanco el abdomen de Yuki, cayendo un poco en su propio estomago. Se abrazaron hasta que de ambos emergió la última gota y entonces se desplomaron en el piso, sus cuerpos enredados y pegajosos completamente.
“Tal vez seria una mejor idea hacerlo en un lugar que contara con mas comodidades….como una cama. Ya no estoy tan joven para hacerle el amor a mi hermano en una plantación de maíz” susurro el rubio, abrazando con fuerza a su desfallecido hermanito. Ambos rieron y Shuichi se sentó en el piso. “apenas tienes veinticuatro, onii-chan. Podrías hacérmelo hasta en la rama de un árbol, si tu perversidad así quisiera”
“¿mi perversidad?” y Yuki se incorporo, acercando el rostro de Shuichi al suyo “que quede claro que aquí los pervertidos somos dos. Yo nunca te he obligado a nada, shu-chan”
“pero, yo aún soy menor de edad. Osea, que ante la justicia, el que tu me hagas el amor indiscretamente cada vez que se te da la gana, se considera violación.” Y sonrió
“¿y vas a denunciarme, acaso?” alzo una ceja. “claro que no. Ya no podría jugar contigo a los amantes….” Y el menor rio. Yuki adoraba las risas de Shuichi. Así como adoraba todo de el.
Se vistieron en silencio y salieron de la plantación, acercándose al mismo árbol del principio. Yuki apoyo contra el a su niño y lo beso apasionadamente.
“¿que tal si te escapas esta noche a mi cuarto? Es el más alejado del de mis padres. Y es a prueba de ruidos” dijo, sonriendo pervertidamente.
“será un placer. Pero tendrás que devolverme a mi cuarto antes de las siete, mama me despierta todos los días a esa hora para irme al colegio”
“sospecho que mientras este aquí, iras muerto de sueño al colegio, hermanito….”
“no me preocupa. Soy feliz cuando estas aquí…ojala ahora que publicaste tu primera novela, te quedaras más tiempo. Te amo” y volvió a besarlo, con todos sus sentimientos en ese beso. Era verdad. Amaba y amaría a su lindo y serio hermano mayor para siempre.
“y yo a ti….”
“¡Yuki, Shuichi! ¿Están por aquí? ¡Su madre los llama para cenar!”
Los hermanos se separaron rápidamente y tosieron. Se sonrieron por última vez, y salieron al encuentro de su padre
♥Owari ♥